jueves, 2 de agosto de 2007

Che Guevara y los libros que leía en Bolivia mientras la comenzaba a liberar hasta que llegara Evo Morales


LOS LIBROS QUE EL CHE LEÍA EN BOLIVIA

Por Luis Sexto



Entre los papeles que el ejército boliviano ocupó a Ernesto Che Guevara y a algunos de sus hombres, y que se conservan hoy en la bóveda de seguridad del Banco Central en la Paz, existen cinco hojas con una lista de títulos que posiblemente iba a leer en los momentos de vivaqueo de la campaña, o ya había leído, y también una relación de libros, distribuida mes por mes desde noviembre de 1966 hasta septiembre de 1967, presuntamente por leer en cada período.

Al repasarla, se nota que según las circunstancias se agravaban para el grupo guerrillero, el número de libros disminuía. Precisando, en dos hojas aparecen 49 títulos, como una enumeración general, y en las otras tres, 60 títulos distintos a los enumerados antes –salvo dos, el de Luis Peñaloza y el de Ramírez Velarde- y como ya expuse, distribuidos por meses.

Más de una vez, periódicos cubanos han publicado una foto donde el Che Guevara aparece leyendo en algún lugar de la Sierra Maestra. Transcurría entonces el año de 1957 o 58. Y el joven médico argentino ya había decidido su opción definitiva: había entregado su maletín asistencial y graduado como avezado guerrillero, jefe de una columna rebelde en la campaña contra la dictadura de Fulgencio Batista. Fue el primer combatiente en ostentar los grados de comandante después de Fidel Castro.

La foto demostraba que si el médico había renunciado a la medicina, el revolucionario seguía aprendiendo en la escuela portátil y a la vez permanente de los libros, porque curar pueblos de una enfermedad llamada opresión –según el sentido que le dio a su vida- requiere también de un aprendizaje teórico, de un ancho fondo de cultura, que para el Che significaba, más que instrucción o conocimiento, conciencia para sí y para otros, capacidad de asociar fenómenos disímiles, actitud y conducta depuradas en una ética personal que excluyera las formas y las expresiones groseras. No evoco ni puedo imaginar al Che de otra manera que no fuese dirigiendo incluso sus modales por normas de respeto hacia sí mismo y hacia los demás, aun vestido con los harapos de sus campañas guerrilleras.

Posteriormente, ni sus obligaciones como Presidente del Banco Nacional de Cuba, ni como Ministro de Industrias del Gobierno Revolucionario, lo privaron de su diálogo con los libros. ¿Cómo, si no en meditación y lectura constantes, podía escribir cuartillas tan agudas y hondas como El socialismo y el hombre en Cuba, o intuir que el llamado socialismo real en Europa no era el estreno de armas nuevas y sí el uso de otras ya melladas? No voy a insistir en lo sabido. Solo hacer recordar que cuando partió al Congo en su primera misión internacionalista desde Cuba, también los libros ocupaban espacio en su tiempo.

Bolivia no fue excepción. Esto, quizás sea menos conocido. Supe de la existencia de estos documentos en 2005. Tal vez deba reprocharme –yo, periodista- la tardanza en saberlo. Estaba una noche de mes de agosto de ese año en la casa del historiador y periodista Carlos Soria Galvarro, en la capital boliviana, y el sagaz y consagrado colega me entregó un texto propio comentando estos libros. Él, estudioso de la presencia del Che en Bolivia, autor de siete volúmenes sobre este tema que parece no agotarse, había podido fotocopiar las hojas en una visita al nicho blindado donde se guardan. También, en 2002, Soria había entrevistado a Harry Villegas -Pombo-, uno de los sobrevivientes cubanos del destacamento guerrillero del Che, y este le había confirmado que, en efecto, el Che portaba libros en su mochila, distribuía otros en las mochilas de sus compañeros, y guardaba los más en los escondites dispuestos para conservar alimentos y medicinas. Soria aclara, además, que en la mochila del Che al momento de caer herido había cinco libros –Crítica de la Economía Política, de Carlos Marx; Ensayos sobre las teorías del capitalismo contemporáneo, de S.R. Vigosky; Ils arriventg, de Paul Carrell (en francés); Geometría Analítica, de Philiips, e Historia Económica de Bolivia, de Luis Peñaloza. “Solo este último -y además Socavones de angustia, de Ramírez Velarde, advierte el autor de esta nota- figura en las listas” aparecidas entre sus papeles. Ello, supone Soria, “refuerza la idea de que ellas no eran un inventario completo de los libros de la guerrilla”.

Pero, si los documentos del Che se atesoran y custodian celosamente, los libros desparecieron, “lo más probable –deduce Soria- como trofeos de guerra”. “Al parecer nunca llegaron al archivo castrense, por tanto no es posible completar datos bibliográficos, lugar y fecha de edición, número de páginas, etcétera.”

Lo primordial, a mi juicio, es que esas listas evidencian que el Che jamás podrá convertirse en un mito, en una imagen grabada en un pulóver, o en una referencia enciclopédica despojada de su renovadora visión del mundo y la civilización contemporánea o en una síntesis biobibliográfica que prescinda de la ética del Che, tan filosa como la de los antiguos ascetas cristianos. Desde su ya larga muerte, se nos revela como una presencia carnal en la ejemplaridad de su conducta. Ante esa regla que consideraba los libros objetos fundamentales, imprescindibles aun en las circunstancias menos propicias, los revolucionarios han de creer que, de no actuar así, como el Che, permanecerán en el precario sostén de un peldaño inferior. La cultura ha de ser equipaje primordial. Y sobre todo la cultura como la entendía el Che: manifestación de lo universal, lo abarcador, lo curioso, paciente y abnegado.

Los títulos que planeó leer, o leyó, en Bolivia, confirman la ilimitada libertad de su intelecto. Sin prejuicios. Sin esquemas mutiladores. Benedeto Croce por un lado y Trotsky y Stalin por el otro; Lenin aquí y al lado De Gaulle; Cortázar y Erasmo; Rubén Darío y Grahan Greene… Lo mismo la filosofía que la historia, la medicina que la literatura de ficción, la sociología que la geometría…

Estas son las listas. Literalmente. Los signos de interrogación entre corchetes son de Carlos Soria, cuando la “letra de médico del Che” le impidió transcribir con certeza:

La historia como hazaña de la libertad –B. Croce

P. Rivet –Los orígenes del hombre americano

Memorias de guerra –general De Gaulle

Memorias –Churchil

Fenomenología del Espíritu –Hegel

Le neveu de Rameau –Diderot

La revolución permanente –Trotsky

Nuestros banqueros en Bolivia –Margarita Alexander Marsh

El lazarillo de ciegos caminantes –Concolocorvo

Descripción de Bolivia –La Paz 1946

El hombre americano –A. d’Orbigny

Viaje a la América Meridional –Buenos Aires

El pensamiento vivo de Bolívar –Fombona

Aluvión de fuego –Oscar Cerruto

El dictador suicida –Augusto Céspedes

La guerra de 1879 –Alberto Gutiérrez

El Iténez salvaje La Paz –Luis Leigue Castedo

Tupac Amaru el rebelde –Boleslao Lewin

El indoamericanismo y el problema social en las Américas –Alejandro Lipschutz

Internacionalismo y nacionalismo –Liu Shao Chi

Sobre el proyecto de constitución de la R.P. China

Informe de la misión conjunta de las Naciones Unidas y organismos especializados para el estudio de los problemas de las poblaciones indígenas andinas, O.I.T. Ginebra 1953

Monografía estadística de la población indígena de Bolivia –Jorge Pando Gutiérrez

Historia económica de Bolivia –Luis Peñaloza

Socavones de angustia –Fernando Ramírez Velarde

La cuestión nacional y el Leninismo –Stalin

El marxismo y el problema nacional y colonial

Petróleo en Bolivia

Historia del colonialismo –J. Arnault

Teoría general del estado –Carré de Malberg

Diccionario de sociología –Fairchild Pratt

Heráclito, exposición y fragmentos –Luis Forie /?/

El materialismo histórico en F. Engels. R. Mondolfo

Nacionalismo y socialismo en A. Latina /?/

Contribución a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel –Marx

Ludwig Feurbach y el fin de la filosofía clásica alemana –Engels

El desarrollo del capitalismo en Rusia –Lenin

Materialismo y empiriocriticismo –Lenin

Acerca de algunas particularidades del desarrollo histórico del marxismo

Cuadernos filosóficos –Lenin

Cuestiones de leninismo –Stalin

La ciencia de la historia –John D. Bernal

Lógica –Aristóteles

Antología filosófica (la filosofía Griega) José Gaos

Los presocráticos. Fragmentos filosóficos de los presocráticos –García Bacca

De la naturaleza de las cosas –Tito Lucrecia Caro

El filósofo autodidacto –Abuchafar /¿?/

De la causa, principio y uno –Giordano Bruno

El príncipe –Obras políticas –Maquiavelo



ll-66

El embajador. Morris West

Orient Express. Grahan Greene

En la ciudad. William Faulkner

La legión de los condenados. Luen /?/ Hazle

Romancero Gitano. García Lorca

Cantos de vida y Esperanza. Rubén Darío

La lámpara maavillosa. Del Valle Inclán

El pensamiento de los profetas. Israel /?/ Matuk

Raza de bronce. Alcides Arguedas

Misiones secretas. Otto Scorzeny

El cuento boliviano –Selección

La Cartuja de Parma. Stendal (sic)

La física del siglo XX. Jordan

La vida es linda, hermano. N. Hikmet

Humillados y ofendidos. F. Dostoyevsky

El proceso de Nuremberg. J.J. Heydeker y J. Leeb

La candidatura de Rojas. Armando Chirveches

Tiempo arriba. Alfredo Gavina

Memorias. Mariscal Mongomery

La guerra de las republiquetas. Bartolomé Mitre

Los marxistas. C. Wright Mills

La villa imperial de Potosí. Brocha Gorda (Julio Lucas Jaimes)

Pancho Villa. I. Lavrestski

La Luftwaffe. Cajus Bekker

La organización política. C.D. H. Cole

De Gaulle. Edward Ascroft



12/66

La Nueva Clase. Milovan Djilas

El joven Hegel y los problemas de la sociedad capitalista. G. Lukaks

Juan de la Rosa. Nataniel Rodríguez /sic, por Aguirre/

Dialéctica de la naturaleza. Engels

Historia de la Revolución Rusa. I Trotsky



1/67

Categorías del materialismo dialéctico. Rosental y Staks /sic/

Sobre el problema nacional y colonial de Bolivia. Jorge Ovando

Fundamentos biológicos de la cirugía. Clínicas Quirúrgicas de Norteamérica

Política y partidos en Bolivia. Mario Rolón

La compuerta No. 12 y otros cuentos. B. Lillo



2/67

La sociedad primitiva. Lewis H. Morgan

Historia de la revolución rusa II. Trotsky

Historia de la Filosofía I. Dynnik

Breve historia de la revolución mexicana I. Jesús Silva

Breve Historia de la revolución mexicana II. J Silva Hertzog

Anestexia.

Clínicas Quirúrgicas de Norteamérica



3/67

La cultura de los Inkas. Jesús Lara

Todos los fuegos el fuego. Julio Cortázar

Revolución en la Revolución. Regis Debray

La insurrección de Tupac Amaru. Boleslao Lewin

Socavones de Angustia. Fernando Ramírez Velarde



4/67

Idioma nativo y analfabetismo. Gualberto Pedrazas J.

La economía argentina. Aldo Ferrer

En torno a la práctica. Mao Tse Tung

Aguafuertes porteños. Roberto Artl

Costumbres y curiosidades de los aymaras. M. L. Valda de J. Freire

Las 60 familias norteamericanas. Ferninand Lundberg



5/67

Historia Económica de Bolivia I. Luis Peñaloza

La psicología en las fuerzas armadas. Charles Chadenois /?/



7/67

Historia Económica de Bolivia II. Luis Peñaloza

Elogio de la Locura. Erasmo

8/67

Del acto al pensamiento. Herni Wallon

9/67

Fuerzas secretas. F. O Nitsche /?/

*El autor es escritor y periodista. Profesor de Periodismo de la Universidad de La Habana.