sábado, 18 de agosto de 2007

Amenaza, prohibición de viajar, multas, presión sobre quienes deseen viajar a Cuba desde Estados Unidos Falta de libertad Tiranía yanqui


Estados Unidos PROHIBE viajar a Cuba.

Por Roberto Morejón
(18-8-07)

Gobierno estadounidense persigue a los ciudadanos para impedir que viajen a Cuba

El intervensionista y extraterritorial bloqueo ejercido por Estados Unidos sobre Cuba abarca todas las esferas de la vida social y económica, incluyendo el turismo, por cuanto Washington entiende que debe abortar uno de los principales resortes generadores de divisas para la economía insular.

Además de que el boicot estadounidense prohíbe exportaciones de productos a Cuba o importarlas así como la utilización del dólar en sus transacciones con el exterior, La Habana, además, no puede recibir turismo norteamericano.

En el segundo mandato del presidente estadounidense, George W. Bush, se aprecia una intención bien clara por castigar con mucho más rigor a sus compatriotas o residentes de origen cubano que intenten violar esa y otras normativas relacionadas con Cuba.

En ese contexto se inserta la decisión del gobierno estadounidense de imponer una multa de 182 750 dólares a la agencia de viajes por Internet Travelocity, por reservar vuelos hacia Cuba.

En la primera sanción de este tipo contra una agencia de viajes por Internet, la OFAC, Oficina de Control de Activos en el Extranjero, señaló que Travelocity violó mil 458 veces las prohibiciones entre enero de 1998 y abril del 2004.

La aplicación de un castigo a Travelocity está lejos de ser un acto aislado, pues con anterioridad la Casa Blanca ordenó similares apremios, al punto de incidir drásticamente en los arribos de viajeros a la isla.

Los viajes familiares de cubanos residentes en Estados Unidos bajaron de 115 000 en el 2003 a 62 000 en el 2004, según la OFAC.

Igualmente descendieron en 45 por ciento los viajes de ciudadanos norteamericanos a Cuba en igual período, ya que en el 2003 lo hicieron 85 000 personas y en 2005 sólo 39 000.

En esa declinación incidió la amenaza de sanciones penales por la violación que pueden alcanzar el millón de dólares en multas para corporaciones y 250 000 dólares y hasta 10 años de cárcel en el caso de las personas.

Adicionalmente, la administración Bush nombró en Miami una fuerza de tarea para identificar a los que violan la prohibición de los viajes.

En el arsenal de acciones hostiles también figuran las amenazas contra turoperadores, potenciales inversores y empresas que operan en Cuba para que se retiren del territorio nacional.

Tan obsesivas medidas tratan de evitar que a Cuba lleguen ingresos por conceptos de viajes de turistas estadounidenses o de los de origen cubano.

Fuentes oficiales cubanas indican que si se pusiera fin a la agresión multilateral estadounidense, podría recibir hasta cinco millones de turistas norteamericanos por año, por cuyo concepto tendría ingresos adicionales de no menos de siete mil millones de dólares anuales.

La conclusión que extrae le gobierno estadounidense es tan simple como paradójica, es decir, bloquearse a sí misma, pues las indagaciones demuestran que la apertura de estos vínculos representaría para ellos más ingresos por la ampliación de su industria del ocio, la creación de nuevas fuentes de empleo y la adquisición de más clientes para su sector agrícola.

Cuba, mientras tanto, persiste en su alternativa de hacer progresos en su industria sin chimeneas, a pesar de todos los contratiempos, eso sí, sin renunciar al principio de trabajar por un turismo siempre de paz, salud y seguridad.