Part 2 of interview with Aleida Godínez, also known as Agent Vilma. See video.
Mira, eh, para los cubanos es una necesidad vital defender nuestro proyecto social. Yo no soy una persona tan apasionada a tal punto que pueda afirmar que el mejor proyecto social del mundo es el cubano, pero si es el nuestro y como es el nuestro pues lo defendemos con dedicación. Lo hemos defendiendo siempre con mucho esmero, y yo pienso que el máximo responsable de que los cubanos seamos así, eh que los cubanos nos desvelemos y lo pongamos todo para defender nuestra soberanía, defender nuestra independencia es precisamente la amenaza que ha pesado sobre nosotros durante todos estos años, durante más de cincuenta años ya, en relación a que hemos estado en peligro de ser invadidos, de ser agredidos.
La historia de la Revolución Cubana no comienza en el año 1959 como muchos piensan. La Revolución Cubana comenzó en 1868, cuando los mambises se decidieron a alzarse, eh para quitarnos de encima el yugo colonialista de España.
Luego como bien conoces, hubo una segunda guerra que fue la que duró. La guerra comenzó el 24 de febrero. Esa guerra que lamentablemente terminó con la intervención de, del gobierno norteamericano y que terminó por imponernos la Enmienda Platt, A partir de ahí, bueno que nosotros nunca volvimos a ser una república independiente.
Siempre estuvimos bajo, eh la sombrilla del gobierno norteamericano. De ahí también data entonces desde esa fecha la instalación de la base naval de Guantánamo contra la voluntad del pueblo cubano, no, en territorio cubano. Te hago esta historia para que tú sepas que esta cuestión gerencial que data de siglos ya no es una cosa que comenzó como se dice mucho en, el pueblo norteamericano conoce la revolución de Castro. No, no es una Revolución de Castro. Es una Revolución que comenzó en el 1868. Puedo decir que nosotros calificamos los revolucionarios de la década del triunfo de la Revolución hacia acá como los mambises del siglo veinte. Es decir que, la Revolución no terminó, sino con el triunfo del 1 de enero del 1959.
Hace apenas 12 años se desclasificaron toda una serie de documentos secretos del Departamento de Estado y de la Agencia Central de Inteligencia que ponen al descubierto el interés marcado, además un interés que se le ha puesto no solo corazón, mucho dinero, muchos recursos para destruir la Revolución Cubana. No sé si esto explica tú curiosidad por saber por qué, por qué me integro, porque bueno como cubana me siento, me sentía en el deber, y me siento aún en el deber de defender nuestra conquista, nuestro proyecto.
El de nosotros nos propusimos hacer y hasta el día de hoy disfrutamos, con cosas buenas, con cosas malas, como toda Revolución no es perfecto, pero si corremos el riesgo constante de hacerlo más perfecto, de perfeccionar nuestro proyecto y eh para poder hacer nuestro proyecto más perfecto, tenemos que estar en disposición de defendernos de esas amenazas que todavía están pesando sobre eh, el pueblo cubano.
(Risas), esa es una historia larga, desde la década del 90, específicamene desde el año 94, en que llego aquí una funcionaria norteamericana nombrada Robín Díaz Meyer. Creo que ya hemos hablado de eso. Ella siempre me estuvo sugiriendo que trabajara la esfera de los sindicatos. Yo realmente no, no sentía mucha atracción por eso, porque tenía unos intereses más relacionados con el campo del derecho, eh pero, me insistió mucho, me preparó me dotó de armas, me…. armas cuando hablo de armas intelectuales eh, un poco que siempre me decía que mi personalidad era dada para el trabajo sindical, que tenía recursos movilizativos, que tenía la posibilidad de, eh, de aunar personas alrededor mío y, me pareció que así como son las cosas.
Cuando llego al sindicato por primera vez, yo estaba en otra organización y se me acercó un sindicalista que ya desapareció hace muchos años que murió y me pidió que colaborara con él.
Hice alguna cosas, pero que es muy curioso en todo esto, es que realmente tales sindicatos no existían , porque no existían en los centros de trabajo que es donde, eh, si la mercancía se realiza en el mercado.
El sindicato se realiza en un centro de trabajo. Es decir que eran trabajadores con vinculo. No eran personas con vínculo laboral. Eran desocupados y personas que querían hacer cosas alternativas, pero que no, no realmente era un sindicato como tal en un centro de trabajo. Era dentro del medio opositor, dentro del medio de los disidentes.
No existe un sindicato a nivel de empresa, a nivel de fábrica, ni a nivel de un centro laboral, sino era en el contexto de los disidentes, de los opositores, y así de ese modo.
Bueno mira muy sencillo, eh casualmente, yo estaba dirigiendo una organización que se llama Fundación Nacional Cubana Opositora y entregue una carta al Departamento de Estado, perdón, al Departamento de Estado no, al Consejo de Estado de la República de Cuba solicitando la liberación de los presos políticos y otras cosas más y cuando voy a recabar firmas de los colegas de la disidencia me encuentro con uno que estaba ya prácticamente viajando a los Estados Unidos, como refugiado político y me pide que me quede al frente de una Agencia de Prensa Sindical, y yo le digo que bueno si, que me gusta el periodismo.
Hago periodismo. De hecho soy periodista y pero cuando yo ya estaba vinculada a la Agencia de Prensa Sindical, me dice:
“Hay una dificultad”…
Eh bueno cual es la dificultad…
No que el que se queda a cargo de la Agencia de Prensa Sindical, es también el Secretario General del Sindicato, eh, de Plantas eléctricas, gas y agua… pero y eso por qué razón… bueno porque es así.
Y así llego al sindicalismo, así.
No sé si era que lo tenía escrito lo tenía previsto, o si es que alguien creyó que realmente además de la funcionaria norteamericana que si pienso que estudio muy bien personalidad y mis características, y, si, si logre aunar no trabajadores en un centro laboral pero si a un gran grupo de disidentes a mi alrededor.
No, no existía como tal el sindicato. Mira la única influencia, el único impacto que tuvo, es que los representantes en Miami, eh, de esta detusta organización que realmente no tiene ni pies ni cabeza porque no existen sindicatos en Cuba, pues no tiene sentido ninguno que haya representación en ningún lugar del mundo.
La representación no es nada más que el eslabón intermedio entre el dinero departamento, de las organizaciones norteamericanas y Cuba. Estos representantes son los que reciben el dinero. Envían una pequeña parte a Cuba y se quedan con la otra, pero no representan ningún interés laboral. Pero como quiera que tienen recursos, pues inventan los documentos, inventan los panfletos y esos panfletos los hacen circular por los medios sindicales internacionales y realmente no existe tal sindicalismo.
Mira, realmente llegue a dirigir una organización con representación en unas siete provincias. La representación no pasaba de ocho o 10 personas. En cada provincia y de esas personas, eh, más del 60 por ciento estaban haciendo gestiones para irse del país.
Si te hago un recuento de los que habían en el 2003 y los que quedan, te puedo decir que no queda casi nadie, casi todos se han ido. Ese tipo de organización opositora dentro de Cuba es un puente, un puente entre la Habana y Miami. Es una vía para salir del país legalmente, para encontrar una visa para emigrar a los Estados Unidos.
Bueno porque se inventan historias de persecución política, eh, se inventan historias de detenciones, se inventan historias de maltrato y entonces pues como el gobierno norteamericano tiene un programa de refugiados políticos que funciona a nivel internacional, pero que tiene características muy especiales para Cuba porque está dirigido a los disidentes.
Está dirigido a los que son personas pagadas por el gobierno de los Estados Unidos que recibe un salario de forma sistemática. Pues entonces a esas personas de vez en cuando las premian con una visa para emigrar a los Estados Unidos. Llegan a los Estados Unidos se acogen al programa de refugiados y reciben ciertas prebendas que los ciudadanos norteamericanos no tienen.
Les pagan los alquileres de los apartamentos, de las casas, le otorgan becas a los hijos para estudiar hasta carreras universitarias gratis y tienen toda una serie de ventajas. Entonces ellos ven en la disidencia una manera segura de emigrar a los Estados Unidos. Entonces vienen están un tiempo, hacen funciones, hacen actividades, sobre todo provocativas, actividades callejeras, actividades que en el contexto político ponen a Cuba en un peligro, en un peligro, entonces es, eh una vía segura para emigrar.
Quiero no perder el hilo en esto que te estoy diciendo porque el gobierno de los Estados Unidos y Cuba tiene, tienen convenios migratorios, se reúnen anualmente en diferentes lugares, unas veces en Washington, otras veces en la Habana y revisan sus convenio. Lo chequean y todo, que pasa que hasta el año 2000, en el año 2002 el gobierno de los Estados Unidos solamente había entregado, entregó unos 700 o 900 visas de un total de 20,000 visas anuales que tenía suscrito, aprobado en el convenio con Cuba.
Es decir que estas personas venían a los grupos de la contrarrevolución se alistaban para poder en un momento determinado aspirar a ese tipo de visa, cuando llegaban a la Sesión de Intereses, a la Sección de Refugiados en muchas ocasiones no clasificaban porque no habían hecho lo suficiente como para poder probar que tenían un miedo de persecución y entonces como no clasificaban, regresaban a los grupúsculos queriendo hacer más todavía.
Eso fue una manera muy irónica que tuvo el gobierno norteamericano de no cumplir con los acuerdos migratorios.
Por otro lado está la Ley Helms Burton que tiene una parte, un capítulo que plantea que un éxodo masivo hacia los Estados Unidos desde las costas cubanas, pondrían, o sea los haría pensar, haría pensar al Departamento de Estado que estaba en peligro la seguridad nacional de los Estados Unidos , y por tanto ellos podían invadir a Cuba. Entonces que se buscaban con eso, que se buscan con eso, que podía venir, con eso, con la negativa de las visas, que estas personas se lanzaran a la mar en embarcaciones frágiles y muchas veces dejando sus vidas en el estrecho de la Florida y entonces, pues, eh se quedaban incomodos dentro de Cuba, y eso ponía en peligro, ponía en riesgo la integridad de la nación.
Mira, yo tengo entendido hasta donde yo sé, que los sindicatos recibían anualmente entre 190,000 y 200,000 pesos, dólares, que se le entregaban a los representantes en la ciudad de Miami. Esos representantes enviaban para Cuba, eh menos de $15,000 anuales, menos, desde luego cuando el Departamento de Estado, el Departamento de, las Oficinas de Control, de Activos y todo eso hacían auditorias ellos justificaban sus auditorías, diciendo que enviaban, que enviaban de formas no directas a través de emisarios, emisarios personales y enviaban dinero y eso….
Mira, en el año 1995, el 19 de julio de 1995, perdón el 18 de julio, estuvo en Cuba reunida con un grupo de disidentes la señora Ana Patterson, subsecretaria del Departamento de Estado para Asuntos Hemisféricos, que vino presidiendo las conversaciones migratorias, en la Habana en esa fecha. Esa señora se reunió en casa de la funcionaria Robin Diane Meyer con un grupo de destacados, de importantes jefes de la disidencia interna, entre ellos me encontraba yo.
Esa señora en su encuentro con nosotros, vino buscando, eh, las necesidades materiales, vino tratando de, de que nosotros pusiéramos en nuestras bocas, el tema del dinero. Vino expresamente preguntando que hacía falta para ganar una guerra. A mí me gusta mucho la cita de Napoleón, cuando respondió para ganar una guerra hace falta tres cosas: dinero, dinero y más dinero, y eso fue lo que le respondí a la señora Patterson.
Eh, a pocos días de aquello, el Presidente Clinton, Bill Clinton, le entregó a Frank Calzon, en Washington, los primeros $500,000, para la oposición en Cuba. Es decir, desde mucho antes ya entraba dinero, pero no entraba dinero formal. Te digo desde mucho antes entraba dinero pero, no era dinero formal, pero ese día, justamente ese día, recibí yo los primeros $130 de una funcionaria norteamericana. Es decir que ya había dinero entonces en ese momento.
Ja, lo que hacen todos vestirme, calzar, comer, pasear, no montar el bus, sino taxis y tener una vida, eh, holgada, una vida por encima de la media de la vida del trabajador cubano, muy por encima de la vida de un cubano común.
Mira, hay un política en todo esto, eh. Los vecinos si lo sabían, y los vecinos, eh, te respetan en la medida en que tú respetas a los demás. Yo soy una persona muy respetuosa, eh, tengo por norma en mi vida siempre. He tenido la norma de llevarme bien con las personas, de ser atenta con las personas, de ser amable con las personas. Soy una persona caritativa, me gusta regalar, me gusta dar, me gusta compartir lo que tengo.
No creo que si yo tengo 100 pesos y tú vives al lado de la puerta de mi casa y tienes un hijo enfermo y necesitas 20, no pienso yo que para mí no es nada difícil regalarte 10 pesos o facilitarte 10 pesos, eh. Te hago este cuento, bueno no quiero hacerme la persona más buena de este mundo ni nada por el estilo, sino que es mi característica, eh, así me educaron, me enseñaron hacer solidaria y eso es algo que caracteriza al cubano.
El cubano es muy solidario, aun cuando está en la extrema pobreza. Cuando tiene muy poco, y ese poco que tiene está en su personalidad compartirlo con los demás. Entonces, como yo me podría buscar el cariño de las personas que me rodeaban, pues trataba de llegar, a su problema. Si sabía que tenía un hijo enfermo y que no tenía en ese momento un alimento determinado para darle, se lo compraba y le decía: como está el niño, está bien, está mal y por qué no entonces una sopa… ¡ah sí´! ….., mira toma el pollo, hazle la sopa.
Ya yo iba con la solución del problema, y entonces eso hizo que las personas me quisieran, no me odiaran, no, no …. incluso hay una cosa curiosa y esto ojala que si logra ponerse algún día en la red o puedes exhibir estas palabras mías, también van dirigidas a muchas personas que viven en los Estados Unidos actualmente y que no tienen ningún sentimiento negativo hacia mí porque trate por todos los medios de facilitarles su felicidad, su bienestar, es decir que me he caracterizado por eso.
No quiero decir con esto que compraba a las personas, no, sino que trataba de ayudarlas espiritualmente, tan poco les daba, eh una limosna, no, sino que trataba de buscar por todos los medios estar rodeada del cariño de las personas, además por razones de respeto, de ética, la Revolución respeta a los que no la siguen, a los que no son revolucionarios, siempre y cuando usted no cometa un acto que ponga en peligro a la seguridad de la nación, no tienen por qué rechazarte, ni odiarte, ni maltratarte, para nada y ese fue el caso mío.