miércoles, 20 de febrero de 2008

El terrorista es Estados Unidos que tortura y legaliza la tortura ofendiendo a la Humanidad


Coincidiendo con lo decidido hace años en Israel, ahora Estados Unidos legaliza las torturas que está aplicando desde hace mucho tiempo. El reconocimiento del uso del llamado “submarino”, un simulacro de ahogamiento hasta la asfixia, para interrogar a sospechosos de terrorismo, evidencia que el gobierno de George W.Bush aplica el terrorismo de Estado a nivel mundial, como cualquiera de las dictaduras que sembró Estados Unidos en diversos países.

“La creencia de que un ataque podría ser inminente, sería una circunstancia que uno definitivamente querría considerar” para aplicar tormentos, según dijo Tony Fratto, portavoz de Bush, en la primera quincena de febrero, aunque no exista ninguna circunstancia atenuante para someter a un ser humano a torturas que afrentan a la humanidad.

Su discurso fue pensado para justificar este crimen de lesa humanidad aludiendo a las “necesidades” de la supuesta lucha contra el terrorismo. Esta fue la tesis de la ultraderecha israelí para convencer al pueblo de Israel que aceptara la tortura y así supuestamente evitar actos de terrorismo. Y fue también la tesis nazi aplicada para el holocausto.

El portavoz de la Casa Blanca habló después de que el director de la CIA, Michael Hayden admitiera por primera vez que sus agentes utilizaron el simulacro de ahogamiento en los interrogatorios de tres detenidos de Al-Qaida. Y se refirió a esta técnica brutal de interrogatorio, con la misma frialdad conque un alto oficial de marines en Estados Unidos, admitió, hace un tiempo en una entrevista televisada, que gracias a los nuevos esquemas de entrenamiento en su país ahora los soldados no tienen dudas ni vacilaciones porque las nuevas técnicas han logrado que “el reflejo condicionado” de sus hombres sea “matar”.

Y eso es lo que está sucediendo en Guantánamo, la base militar que Washington mantiene en un territorio ocupado ilegalmente en la isla de Cuba. El reflejo condicionado de soldados, siquiatras, médicos y enfermeros que los secundan es la tortura cotidiana que aplican a presuntos sospechosos, algunos de ellos vendidos por cuatro o cinco mil dólares al ejército invasor de Estados Unidos en Afganistán, como se ha comprobado. Esto les permite exhibir esos prisioneros como “terroristas” y justificar así su guerra ilegal. Es la lógica de un imperio brutal.

Por eso no es casual esta decisión de Bush y su equipo de poner en blanco el uso de la tortura, precisamente después que el pasado 11 de febrero, el Pentágono como parte acusadora, aunque sin ninguna validez legal, solicitó la pena de muerte para siete detenidos en la base de Guantánamo.

¿Cómo saber que eran de AL Qaida?. Imaginemos, esos hombres aislados, encadenados, con los ojos cubiertos, golpeados, lacerados. Imaginemos las cabezas hundida una y otra vez hasta la asfixia. ¿Pueden creer los militares de Estados Unidos, verdugos de esos prisioneros, que lo que ellos confiesen en esa circunstancia puede ser aceptado por la justicia de algún país?.

De hecho ser detenido- desaparecido como lo son los prisioneros de Guantánamo, es una tortura infinita: sin tiempo, sin vida, sin ojos, sin voz, sin manos, sin abogados, sin observadores. Sólo ellos y sus verdugos. Los condenados por el tribunal militar de Estados Unidos en Guantánamo, son Khalid Sheikh Mohammed, al que adjudican ser “el cerebro” de los atentados del 11 de septiembre de 2001, de lo que no existen pruebas sino sólo una confesión bajo torturas. Con el agravante de que nadie sabe aún quienes fueron los autores de ese atentado. También están en la antesala de la muerte y ya muertos por su estado físico y mental: Abu Zubaydah, supuesto miembro “influyente” de Al Qaida; Abd Al-Rahim al-Nashiri; Mohamed Al Qahtani. En este caso se lo acusa supuestamente como el “secuestrador número 20” de un avión al que nunca subió. Y la lista sigue: Ali Abd Al Asiz, sobrino de Mohamed, Mustafá Ahmed Al Hawsaki y Walin Bin Attash. Todos ellos “confesaron” en Guantánamo.

¿Por qué es tan importante para Bush justificar “el submarino”, una forma atroz de tortura en estos momentos?. Es que sobre Mohamed (“el cerebro” )el mismo Departamento de Defensa reconoció que se confesó culpable después de los interrogatorios(de todo tipo) y especialmente el famoso submarino. ¿Cuantas veces los verdugos habrán hundido la cabeza de Mohamed en aguas inmundas hasta la asfixia para que se confesara culpable como necesitaba Washington?.

La propia justicia de Estados Unidos o cualquier tribunal del mundo no puede aceptar condenas donde las pruebas son confesiones logradas mediante torturas, además de su trágica condición de detenidos-desaparecidos. Bush entonces recurre a la legalización de la tortura para intentar forzar a la justicia.

Por supuesto que Fratto se negó a calificar como tortura alas duras técnicas de interrogatorio de la CIA. “La tortura es ilegal. Cada técnica avanzada utilizada por la CIA en este programa fue sometida al departamento de Justicia y ellos estimaron que, en circunstancias particulares, y con garantías, era legal”. La tortura es ilegal dice Fratto y con la misma frialdad menciona que se hace legal cuando ellos la “necesitan”.

“El programa (de interrogatorios) y las técnicas utilizadas ya fueron juzgadas legales”, dijo. Ahora es imposible ignorar que esas confesiones fueron obtenidas mediante tormentos y con prisioneros que fueron secuestrados ilegalmente y de la misma manera trasladados desde sus países de orígenes al otro extremo del mundo, en una gigantesca operación en el esquema de la Guerra infinita y preventiva. Y esto también demuestra que Estados Unidos considera al entero como su “frontera de seguridad”. Otro concepto básico del nazismo.

Si esto se acepta será fácil para Estados Unidos y sus aliados cercanos, armar los atentados que necesite-como lo ha hecho a lo largo de la historia- para aterrorizar a las sociedades en distintos países, como lo hicieron con sus propias poblaciones. Y como también se hizo en la Alemania nazi.

Es el terror impuesto por la propaganda y los medios masivos de comunicación, lo que paralizó al pueblo estadounidense, y lo convirtió en cómplice directo de los crímenes de lesa humanidad que cometen sus gobernantes.

De esta manera el mundo entero podrá ser una “zona liberada” para cazar presuntos sospechosos y someterlos a tormentos inenarrables y obtener confesiones de crímenes que no cometieron.

Sin duda a Estados Unidos, Israel o gran Bretaña, esto les sirve, por si necesitan “encarrilar” a los países más evasivos y obligarlos a acompañarlos en sus guerras preventivas y supuestamente antiterroristas. Esto es terrorismo de Estado a nivel mundial, contrainsurgencia global y coloca al mundo entero en situación de extremo peligro y vulnerabilidad.

Pero hay más. Según el vocero presidencial “el presidente escuchará el juicio considerado de los profesionales de la comunidad de inteligencia y el juicio del fiscal general en términos de las consecuencias legales de emplear una técnica en particular”. Lo que no dijo es que la comunidad de inteligencia de Estados Unidos no es creíble para nadie. No sólo ha mentido una y otra vez, sino que en este momento es señalada como responsable del casi un millón de muertos en Irak, país invadido bajo argumentos declaradamente falsos.

Esa misma “comunidad de inteligencia” de Estados Unidos es responsable del genocidio cometido por las dictaduras militares que impuso y sostuvo Estados Unidos en toda América Latina en el siglo pasado, para citar sólo una región del mundo. Y de aplicar el terrorismo en forma constante contra Cuba, desde hace casi medio siglo. ¿Y cómo no recordar lo que hizo esa comunidad de inteligencia en Indonesia, donde acaba de morir Suharto responsable de un millón de asesinados en su país, después de ser llevado al poder por Estados Unidos en 1965. Fue la CIA y otros miembros de “la comunidad de inteligencia” los que también apoyaron a ese gobierno criminal -como a tantos otros-durante 30 años, en los que siguió asesinando.

¿Quien puede creer hoy en la CIA o los servicios de inteligencia estadounidenses y de sus aliados íntimos?. La decisión de considerar el uso de la tortura, como el submarino, o los perros, o los tomentos aplicados en las cárceles secretas de Irak, de las cuáles Abu Ghraib es la más conocida, se produce justamente cuando jueces militares sin facultad alguna de ejercer justicia en Estados Unidos acaban de condenar a detenidos.

Sucede cuando Parlamentarios en países de Europa investigan el uso indebido de los aeropuertos para este tráfico de presuntos sospechosos, que como se demostró en varios casos, no tenían nada que ver con las acusaciones planteadas y plantadas. Y aún cuando fueran responsables de actos criminales deben ser tratados como marcan las layes internacionales.

Infinitamente solos en un lugar que desconocen, sin saber en qué parte del mundo están, perdiendo todo lazo con sus familias, que tampoco saben donde ellos están y sometidos a un cautiverio feroz los presos de Guantánamo son el símbolo del terror imperial.

Fratto reconoció también que Bush puede decidir o rechazar una nueva autorización del uso del submarino u “otras técnicas avanzadas”, después que el director de la CIA se dirija al ministro de Justicia para discutir “las circunstancias en función de las cuales una técnica particular (de tortura) sería utilizada, y cuáles son las garantías”. Y con esto está todo dicho.

Algo para recordar

Distintos organismos humanitarios y la misma ONU han luchado largo tiempo para que Estados Unidos dejara entrar a observadores y abogados a Guantánamo. El 19 de mayo de 2006 un comité de la Organización de Naciones Unidas (ONU) divulgó un informe denunciando el maltrato y las detenciones indefinidas de presuntos terroristas en ese lugar y solicitó al gobierno de George W.Bush el cierre de esas instalaciones militares.

El 22 de mayo de 2006, la secretaria de Estado Condoleezza Rice criticó duramente el informe y sostuvo:'No queremos ser el carcelero del mundo. Nos encantaría poder cerrar Guantánamo, porque eso quiere todo el mundo (...) Pero yo preguntaría, si cerramos Guantánamo, ¿qué pasaría con los centenares de personas peligrosas que fueron arrestadas en los campos de batalla de Afganistán, por sus vínculos con Al-Qaeda?' .

Mentía abiertamente porque, por una parte en ese momento había 500 detenidos en la base militar de Guantánamo, todos llevados ilegalmente para facilitar la aplicación de las técnicas brutales de interrogatorios. Rice no mencionó el objetivo básico del experimento de Guantánamo donde convirtieron a los prisioneros en detenidos-desaparecidos, al clasificarlos como 'combatientes enemigos', a pesar de que la mayoría de ellos ni siquiera había combatido en nada. Pero bajo este calificativo quedaban impedidos de todo tipo de asistencia legal.

La noche y la niebla del nazismo fueron impuestas en Guantánamo por Estados Unidos desde 2001, sin que se hayan tomado medidas internacionales contra esa situación. Rice no tuvo empacho en mentir en TV, cuando dijo que hubiera sido “útil” que los que prepararon el informe de la ONU hubieran ido a Guantánamo, a sabiendas que no hay posibilidad alguna para observadores ni para abogados de estar con los prisioneros.

También sostuvo falsamente que había habido progresos con la liberación de “centenares' de detenidos y que su país seguía intentado “repatriar” a otros. En realidad, de 195 detenidos liberados, después de pasar por los tormentos y la prisión ilegal, ninguno de ellos tenía la mínima peligrosidad, como habían sostenido las autoridades estadounidenses. Otros supuestamente liberados fueron llevados de Guantánamo como detenidos desaparecidos a cárceles secretas de por lo menos 16 países.

La Comisión de la ONU contra la tortura en esos días demandó al gobierno de Bush eliminar cualquier forma de maltrato a los detenidos y clausurar definitivamente las cárceles secretas. Las conclusiones de los expertos fueron demoledoras estableciendo que los detenidos no tienen ninguna salvaguarda legal, no existe justicia alguna que evalúe si deben o no estar detenidos y que las cárceles secretas violentan todas las normas y ni siquiera la Cruz Roja Internacional tiene acceso.

La mayoría de los prisioneros fueron apresados tras las invasiones estadounidenses de Afganistán e Irak, entre 2001 y 2003, luego de los atentados del 11 de septiembre contra Estados Unidos.

Ante la presión internacional el 17 de mayo de 2006 se conoció que los detenidos procedían de 40 países y en esos momentos Washington dio los nombres de 759 presos en Guantánamo, cuyas edades oscilaban entre los 14 hasta los 70 años. 220 eran de Afganistán, 134 de Arabia Saudita, 94 de Yemen y 57 de Pakistán. Además había 20 argelinos, 17 chinos, siete rusos y estuvieron detenidos ocho británicos y también ciudadanos franceses, australianos y otros.

En diciembre de 2004 se conocían ya testimonios sobrecogedores, como las revelaciones del australiano David Hicks sobre las torturas que sufrió en Guantánamo. En esos testimonios Hicks se refirió al uso de 'inyecciones' sospechosas. (reporte del periodista Jean Guy Allard , 27-12-2004)

Pero no fue el único, como también indica ese reporte. También el abogado de Nizar Sassi y Mourad Benchellali, dos de los detenidos de nacionalidad francesa que habían sido liberados en julio de 2004 denunció que sus clientes podían haber sido víctimas de “experimentos” en unos de los siniestros centros de interrogatorios de Guantánamo.

Por esos días el abogado Jacques Debray, dijo en la revista francesa Le Nouvel Observateur, que Sassi y Benchellali, fueron forzados a recibir medicamentos sospechosos, y se preguntaban si no habían sido víctimas de 'experimentos' por parte de sus verdugos. Ambos optaron por contar sólo algunos episodios sobre su detención, debido a que los servicios de inteligencia francesa, les aconsejaron hablar moderadamente 'mientras otros franceses siguieran detenidos allí'. El abogado confirmó que los prisioneros habían descripto “escenas similares a lo que se había visto en Abu Ghraib'.Detenidos en Paquistán y entregados a Estados Unidos después de la invasión de Afganistán, ni siquiera se habían enterado de la guerra en Irak antes de su liberación.

“En Guantánamo, fueron acogidos por militares norteamericanos, que les orinaron encima al bajar del avión. En ningún momento supieron por qué estaban allí(...)Fueron interrogados un centenar de veces y, otras, antes del interrogatorio, pasaban ante unas salas de donde provenían alaridos.(...) Nizar también me contó que fueron encerrados en un local equipado con espejos sin azogue donde hacía un frío extremo. También contaron que existían cámaras donde se escuchaba una música extremadamente violenta'.

'Una vez, después de recibir uno de esos medicamentos (sospechosos) Nizar se desmayó y ha tenido la impresión de haberse quedado sin conocimiento durante uno o dos días. También recibieron inyecciones. No sabían de qué medicamento se trataba pero los dos afirman que uno de los otros detenidos se cubrió de granos después de haber tomado esos productos (...) Los frasquitos que contenían los medicamentos llevaban números y un médico les visitaba para preguntarles qué efectos sentían”.

Otro testimonio fue sobre la presencia de “un número impresionante de psiquiatras' y sobre la existencia de unidades reservadas 'a los que se vuelven locos', aunque las experimentaciones médicas sobre los detenidos son terminantemente prohibidas por la 'Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes' de las Naciones Unidas.

Por su parte, David Hicks, uno de los muy pocos detenidos que fue acusado formalmente y tuvo acceso a abogados por ser australiano, en su declaración jurídica en su país, ratificó que fue forzosamente inyectado con drogas. Hicks detalló las torturas sufridas de mano de sus interrogadores norteamericanos, su cabeza golpeada constantemente contra el asfalto, con los ojos vendados durante los interrogatorios que duraban horas. “Lo privaban de alimentos o lo obligaban a correr con las piernas amarradas con esposas que le rasgaban la piel de los tobillos”, dice el reporte de Guy Allard.

Capturado en Afganistán cuando tenía 29 años de edad, fue trasladado a Guantánamo en enero del 2002.'He sido golpeado con las manos, los puños y culatas de fusil', cuenta en el documento que publicó la prensa de Australia.

'He sido golpeado bajo la influencia de sedativos que me fueron administrados forzosamente con inyecciones' sostuvo y denunció que las incursiones de los miembros del llamado Internal Reaction Force (IRF) —un escuadrón militar usado para aterrorizar con sus perros a los detenidos rebeldes— eran tan comunes que se decía de los detenidos agredidos habían sido 'IRFados'.

Por ese mismo tiempo la Cruz Roja Internacional denunció a los médicos que asesoran a torturadores en la base de Guantánamo. El sistema creado por el Pentágono y la CIA en Guantánamo 'no puede ser considerado otra cosa que un sistema intencional de cruel, inusual y degradante tratamiento y una forma de tortura', expresó la Cruz Roja en el expediente dirigido a Washington, según publicó The New York Times.

La Cruz Roja afirmó que médicos y enfermeros asesoran a los interrogadores sobre las vulnerabilidades psicológicas de los presos, describiendo esto como 'una violación flagrante de la ética médica'.

Según The New York Times los expertos en tortura de Guantánamo disponen de la asesoría de un grupo llamado The Behavioral Science Consultation Team (Equipo de Consulta de la Ciencia del Comportamiento), apodado 'Biscuit'.

En agosto de 2004 la revista médica británica The Lancet revelaba que los médicos y otros 'profesionales de la salud' eran 'cómplices' de la tortura tanto en Abu Ghraib como en Afganistán 'al colaborar en el diseño y la práctica de interrogatorios psicológica y físicamente coercitivos' .

El Comité Internacional de la Cruz Roja presentó el informe confidencial al Gobierno de EEUU con copias a la Casa Blanca, el Pentágono y en el Departamento de Estado. Pero no hubo resultado.

El crimen que no cesa

El 10 de junio de 2006 se dijo que hubo tres suicidios en el campo de prisioneros de Guantánamo. El 19 de junio varios medios difundieron que los tres cadáveres de las víctimas tenían indicios claros de torturas y antes de entregar los cuerpos se les habían extirpado órganos vitales, como corazón y cerebro, para no permitir e invalidar el resultado de autopsias independientes. Nadie creyó la versión de los militares de Estados Unidos sobre el suicidio y los propios familiares pudieron comprobar las señales de golpes, hematomas y otros en cabezas y cuerpos de las víctimas.

Talal Sahrani, de nacionalidad saudita y padre del supuesto “suicidado” Yassir Sahrani, quien fue llevado a Guantánamo cuando tenía 17 años, dijo que había visto muchos hematomas en la cabeza de su hijo antes de la autopsia en Riad y que esos golpes podrían haber producido la muerte. Los mismo denunciaron los otros familiares que además dejaron constancia de la brutalidad añadida que fue quitar todos los órganos, que podían permitir a los médicos establecer la causa de la muerte. “Nunca hubo suicidio, los mataron como a otros, sin piedad alguna” dijeron las familias.

La confirmación involuntaria del FBI

El 3 de enero de 2007 se conoció un informe confidencial de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos que aportaba suficientes pruebas sobre las torturas en Guantánamo. Testimonios de unos 26 agentes sobre torturas y otros tratos inhumanos en Camp Delta. 'En varias ocasiones los testigos vieron a los detenidos en las salas de interrogatorio encadenados de manos y pies y en posición fetal, sin agua ni alimentos. La mayoría defecaron o se orinaron y quedaron abandonados allí 18, 24 horas o más', dijo el documento que habría sido elaborado en el 2005. Otros de las técnicas aplicadas en Guantánamo citadas por el FBI es someter a los prisioneros a fríos y calores extremos, así como impedirles dormir durante días. Además se les aplican tormentos sicológicos y los guardias, utilizan sus propios símbolos y creencias religiosas para humillarlos.

En el documento obtenido por American Civil Liberties Union(ACLU) también un agente del FBI decía: 'He visto a un detenido sentado en el suelo de una sala de interrogatorio, envuelto en una bandera israelí, con música alta y los flashes de un estroboscopio'. El FBI borró los nombres de sus agentes y las fechas de los testimonios, pero quedó en evidencia que los agentes del FBI habían participado en 747 interrogatorios de detenidos en Guantánamo.

Un representante del FBI relató por su parte que había visto a un preso 'casi inconsciente' en un cuarto donde la temperatura era muy arriba de 38 grados y una cantidad de pelos en el suelo' que supuestamente el detenido 'aparentemente se había arrancado durante la noche'. Uno de los métodos de tortura también era arrancarle los cabellos, según se conoció

Este documento está en una demanda de ACLU junto a Human Rights Watch y fue presentada ante tribunales federales contra el ex secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y altos mandos militares por torturas y abusos no sólo en Guantánamo, sino también en cárceles de Irak y Afganistán. También hubo demandas contra Rumsfeld y otros funcionarios del gobierno de Bush en Alemania, presentada por abogados internacionales, encabezados por el letrado alemán Wolfgang Kaleck, y organizaciones de derechos humanos ante la Fiscalía Federal General de ese país por crímenes de guerra. Actuaron asumiendo la defensa de un saudita que se encuentra preso en Guantánamo y once iraquíes torturados en Abu Ghraib.

Sin embargo el Congreso de Estados Unidos legalizó las actuaciones criminales al aprobar la llamada Military Comission Act de 2006 (MCA), en septiembre de 2006 , ley que fue promulgada por la Casa Blanca luego y que autoriza a las Fuerzas Armadas y a los servicios de inteligencia de Estados Unidos a reprimir a los “combatientes enemigos ilegales” e interrogar bajo “técnicas agresivas” a prisioneros en cualquier parte del mundo.

Esta es sólo una parte de los horrores del Terrorismo de estado Mundial.

Hay que detener este infierno

En este somero intento de sistematización de los horrores de Guantánamo, es importante conocer el análisis exhaustivo que hace del tema de Israel Shamir entrevistado por Silvia Cattori en Enero de 2.004,

Bajo el título de “Mengele en Guantánamo dice Shamir: “los servicios secretos del Imperio tienen sobrada experiencia, medios y falta de escrúpulos para hacer ‘cantar’ a cualquier prisionero en pocos días. ¿Quien puede creer que necesitan años para interrogar a los de Guantánamo o a los secuestrados en los famosos ‘vuelos de la CIA’, enclaustrados en una red mundial de cárceles secretas?. ¿Que información pueden buscar sobre Al Qaeda, una organización -hoy dudosamente autónoma- de la que lo saben todo, ya que fueron ellos quienes la crearon con mercenarios de diversos países islámicos?. Un enjambre de psicólogos y médicos revolotea alrededor de los prisioneros: las informaciones e imágenes que nos llegan evocan los experimentos de un nazi tristemente célebre, el siniestro Mengele. Pensamos, en efecto, que todo ello sólo tiene sentido si estas prisiones son, en realidad, laboratorios donde se está también experimentando con cobayas humanas, para destruirles la personalidad y convertirlos en sumisos ‘zombis’. Estos zombis serían probablemente utilizados como bombas humanas en sangrientos atentados atribuidos a ‘terroristas islámicos’. Para reforzar su tesis Shamir estima que no es creíble “la proliferación de atentados suicidas en Irak, donde ha habido varios miles de suicidas en cuatro años de ocupación: nunca ha habido en un país una ‘epidemia’ igual de desprecio por la vida, más inexplicable aún tratándose de un país islámico, pues el Corán condena explícitamente el suicidio. Resulta altamente sospechoso que la mayoría de estos atentados no causen daño a las tropas de ocupación y sólo maten a civiles en escuelas, mercados o mezquitas, sembrando el terror y fomentando la guerra civil, todo lo cual sólo redunda en beneficio de aquéllas (las tropas ocupantes). Lo más absurdo de estas inútiles inmolaciones que proliferan cuando la guerrilla avanza triunfante y tiene ya prácticamente liberadas muchas zonas del país, lo que haría más lógico unirse a ella. ¿Puede, por otra parte, esa guerrilla, cuyos efectivos no pasan probablemente de 30.000 personas, permitirse el lujo de enviar a miles de ellos a una muerte inútil?”.

También menciona que en cuatro años (hasta 2007) de ocupación en Irak habían explotado más de 6.000 coches-bomba. Y cita a analistas independientes como Richard Marsden (Respuesta a una pregunta de la revista Time”, Rebelión 19-03-2007) donde se empieza a preguntar cosas de sentido común básico: “¿Como es posible que desaparezcan 6.000 coches sin que “las fuerzas de seguridad” anoten las matrículas y localice la red que los utiliza?, ¿Como es posible que circulen cargados de explosivos burlando los múltiples controles que las fuerzas ocupantes han instalado por todo Bagdad?.

La sospecha inevitable -que se extiende entre la población iraquí- es que son los propios servicios secretos imperiales y sus mercenarios los que están detrás de esos atentados, atribuyéndoselos a Al Qaeda. Los supuestos suicidas son probablemente prisioneros-zombis utilizados como bombas humanas”

Esto además está cimentado en la idea de que la resistencia iraquí se ha desvinculado repetidamente de estos atentados, afirmando que sus objetivos sólo son los ejércitos ocupantes y sus tropas lacayas y no los civiles. Otro análisis ronda en cuanto a informes concretos sobre la destrucción de la personalidad como la que se practica en Guantánamo.

Shamir cita el artículo “Finalmente se enjuicia el sistema de tortura sicológica de los Estados Unidos” de Naomí Klein, publicadoi en la red de internet REBELION, el 4 febrero de 2.007.

Klein denuncia el “caso Padilla”, un ciudadano estadounidense, supuesto “combatiente enemigo”, que fue encarcelado y sometido a tortura durante más de tres años, quedando tan perturbado mentalmente que sus abogados defensores le consideran incapacitado para declarar en su defensa ante un tribunal de Miami, ya que ve a éstos como enemigos y a sus captores como protectores.

Según N. Klein no es un caso aislado, sino una práctica habitual en Guantánamo, Irak y Afganistán. “Para evidenciar su posición cita un párrafo esclarecedor, extraído de un manual de torturas de la CIA, sobre los efectos de la privación sensorial y los sobreestímulos que se aplican sistemáticamente en esos lugares”. Confirma que estas prácticas destruyen primero

la personalidad del prisionero, y después “...tienden a hacer que el sujeto vea a su interrogador como una figura paterna”. Es decir, le transforman en un sumiso zombi, apto para ejercer de bomba humana y alimentar la falsa tesis del terrorismo islámico.

Klein-sostiene Shamir en su entrevista- concluye con una afirmación escalofriante: “..el gobierno de los EEUU ha estado llevando deliberadamente a la locura a cientos, probablemente a miles, de prisioneros en todo el mundo”.

Se habla entonces de un gigantesco experimento humano que incluye administración de drogas como han declarado los propios prisioneros liberados.

En la entrevista también se menciona el artículo “Ayuda y confort para los torturadores” (REBELION 17-04-2.007) del psicólogo y psicoanalista estadounidense Stephen Soldz, en el que denuncia a la Asociación Psicológica Usamericana por colaborar en torturas prolongadas cuya simple descripción resulta insoportable.

“Estas torturas, afirma – y documenta- forman parte de “un gigantesco experimento humano”, que incluye la administración de drogas. Cita a Juan Cole, experto en Oriente Próximo, que, tras preguntarse por qué Guantánamo sigue

activo si “saben que muchos de los detenidos son inocentes” Y sostiene que esto sucede porque esto “asegura (al pentágono)una oportunidad importante para someter una población a varias técnicas de control psicológico”.

Por su parte el abogado británico Brent Mickum, defensor de dos presos de Guantánamo ratificó en el periódico británico The Guardian que los torturadores saben que son inocentes, pero intencionadamente se los lleva a la locura.

Shamir hace suya la conclusión y sostiene como Soldz que Guantánamo es un verdadero “infierno terrenal”,

Esto es sólo un trabajo de sistematización sobre una situación que pone al mundo ante la necesidad de demandar a nivel de pueblos, organizaciones, parlamentos, gobiernos, que Estados Unidos y sus socios deben cesar con su política de terrorismo de Estado Mundial, que en lo que va de este siglo ha dejado más de un millón y medio de muertos, miles de torturados y discapacitados, millones de refugiados internos y externos.

Que cese la tortura para siempre y que Guantánamo y sus similares sean desmantelados ya. Si esto se deja andar un tiempo más, el retorno del nazismo, planteado a un nivel aterrorizante, convertirá en un infierno al mundo como un espejo temible de lo que hoy es Guantánamo.

Fidel por el autor de su libro, Nestor Kohan coordinador cátedra Che Guevara colectivo Amauta Argentina



Compañero Fidel, hasta la victoria siempre!

Néstor Kohan
Rebelión


Sentimos un poquito de tristeza, ¿por qué no admitirlo? Sin embargo, como alguna vez dijo Julio Antonio Mella, todo tiempo futuro tiene que ser mejor. Las luchas más profundas, las más radicales, las más decididas, todavía no han empezado. O mejor dicho, recién comienzan.


Fidel está enfermo y renuncia. Decisión lúcida y sabia, como siempre. No huye en helicóptero, como el patético presidente argentino De la Rua, derribado por su pueblo en rebelión en diciembre del 2001.

No se tiene que ir acusado de corrupción, enriquecido y millonario pero escupido por el pueblo, como tantos otros.

No termina escapando en lo oscuro de la noche como los dictadores latinoamericanos, protegidos por el Pentágono y la CIA, con el traje manchado de sangre y los bolsillos llenos de dólares.


Fidel no se rinde. No se arrodilla. No implora clemencia. No se degrada ni se deteriora. Simplemente toma la decisión de renunciar por limitaciones de salud, pero conservando intacto su prestigio político, el cariño y el consenso de su pueblo y la admiración de numerosos pueblos del mundo.

Sin el gigante soviético en la espalda, pero rodeado de muchos pueblos del tercer mundo que lo siguen tomando como guía. No es casual que cada nuevo revolucionario, cada nuevo rebelde o cada nuevo presidente que aspira a enfrentar al gigante monstruoso del norte, el de Washington, Virginia y Wall Street, viaja a La Habana para verlo y pedirle consejo. Fidel, ya canoso y entrado en años, es el viejo maestro de las nuevas generaciones de rebeldes.


Desde ese lugar, ganado en la lucha, aconseja, guía, opina y provoca debates incluso generando opiniones que discuten con el maestro o problematizan algunas de sus decisiones. Esa es, precisamente, la misión pedagógica de un buen revolucionario. No fabricar dócil y sumisa apologética ni repetición burocrática de fórmulas sino discusión, reflexión y elaboración colectiva. Nunca calco ni copia.

Esa es una de las mejores enseñanzas de Fidel como pedagogo popular (¿Qué han sido sus largos discursos de todos estos años sino pedagogía popular?).


Si tuviéramos que sintetizar el núcleo de su pensamiento político creemos no equivocarnos si lo ubicamos en la ética. El marxismo de Fidel —como el de su entrañable hermano argentino, Ernesto Che Guevara— ha sido y es un marxismo eticista y culturalista. La clave de la historia humana no está en el desarrollo de las fuerzas productivas sino en los valores y la cultura.

En todo caso, las principales fuerzas productivas de la historia han sido las fuerzas morales. La Revolución Cubana no se derrumbó, aún sin comida, dinero ni petróleo, debido a los valores, la ética y la cultura.


La "batalla de las ideas" con la que insiste Fidel es otro nombre para lo que Antonio Gramsci ha denominado la lucha por la hegemonía. Todo el pensamiento político de Fidel, su práctica revolucionaria al frente de Cuba durante tanto tiempo, sus discursos y sus escritos, han sido una prolongada y larga marcha por la hegemonía socialista.

En esa batalla de las ideas y los valores, la ética ha jugado un papel fundamental. Ya de jovencito, muchos años antes de iniciar la guerra revolucionaria en Cuba, el joven Fidel lo había resumido con una sentencia fenomenal: "el verdadero ser humano no pregunta de qué lado se vive mejor sino de qué lado está el deber".


Ese es, a nuestro juicio, el núcleo de fuego que ha recorrido como un hilo rojo todo el pensamiento de Fidel a lo largo de décadas, de coyuntura en coyuntura, desde los tiempos de la clandestinidad y la guerrilla hasta los tiempos de estadista, desde la época encendida de la OLAS hasta la alianza coyuntural con la Unión Soviética, desde las guerras de liberación en África y Vietnam hasta la escasez material del período especial.


El deber. No el cálculo mezquino del dinero y el bienestar individual sino el deber. Pero no el deber en abstracto —aquel imperativo categórico de origen protestante, estricto, vacío, ahistórico y genérico, que puede ser llenado con cualquier cosa— sino el deber con un contenido sumamente preciso: la justicia, la rebelión contra el capitalismo, los poderosos y los explotadores, el patriotismo, el internacionalismo, el antiimperialismo, la autoestima popular. ¿Cuál es entonces nuestro deber? Pues..."El deber de todo revolucionario es hacer la revolución", nos aconseja Fidel.


¿Fue distinto el marxismo del Che? ¿Guevara no planteó que la mayor satisfacción posible para una persona revolucionaria no reside jamás en la búsqueda de dinero sino en sentirse pleno y feliz por haber cumplido con el deber social? ¿Quién influyó a quien? ¿El Che a Fidel o Fidel al Che? Probablemente haya habido una influencia mutua y recíproca.

Y en el medio de ambos, la ética de José Martí, el rechazo al "hombre mediocre" de José Ingenieros, el humanismo socialista, todos entretejidos en la perspectiva revolucionaria del viejo barbudo Carlitos Marx y su joven continuador con calva, nuestro amigo Lenin. Eso ha sido Fidel. Ese es Fidel.


Quienes nos hemos considerado y nos continuamos considerando fidelistas ("castristas" nos llaman despectivamente nuestros enemigos), guevaristas y mariateguianos, es decir, marxistas latinoamericanos, vemos a Fidel como un maestro. Aprendemos de su historia y de su ejemplo.

Llegó a lograr lo que logró no por haberse sometido a la geoestrategia diplomática circunstancial de un Estado sino por haber confiado en las fuerzas de su pueblo y en sus propias fuerzas.

Para triunfar en la Revolución Cubana Fidel no sigue las "directivas" de ningún Estado. Privilegia siempre las necesidades de su propio movimiento popular, con una mirada profundamente latinoamericana e internacionalista. Ese es el camino. Esa es la enseñanza de Fidel que nos guía. Ese es nuestro futuro.


La mejor manera de ayudar hoy a la Revolución Cubana es luchar por la revolución antiimperialista y anticapitalista en nuestros propios países.

¡Cuántos le rindieron aplausos una vez que Fidel triunfó pero lo habían insultado cuando sólo era un insurgente y un guerrillero! ¡Cuántos asisten a cócteles y cenas en nombre de Cuba pero en su momento llamaron a Fidel "aventurero", "putchista", "foquista",
"militarista" y muchos otros adjetivos destinados a desprestigiar y combatir las herejías revolucionarias!


No tiene sentido cantar loas apologéticas a las glorias del pasado cuando se visita La Habana (o el sol y la playa de Varadero...) mientras en el país propio se defiende a los empresarios y a los banqueros.

Resulta insostenible y esquizofrénico emocionarse frente a un retrato de Fidel o con las canciones de Silvio Rodríguez cuando se demoniza, se insulta y se desprecia a los jóvenes rebeldes que actualmente enfrentan a la policía y a los militares.

La mejor solidaridad con Cuba, con su pueblo, con el futuro del socialismo y con Fidel, sigue siendo la lucha popular. Una lucha contra el capitalismo y por el socialismo que no tiene fronteras.


El deber de todo revolucionario es hacer la revolución. Esa es la enseñanza que nos deja Fidel con su ejemplo de vida. ¡Una vida entera dedicada a la revolución! Cuánta razón tenía también Fidel cuando nos dijo: "nuestro campo de batalla abarca todo el mundo". ¡Qué impactante actualidad!


Fidel renuncia. Todo el mundo habla y opinará de eso. Los poderosos del imperio continuarán denostándolo desde sus multimedios monopólicos mientras los pueblos seguirán queriéndolo y admirándolo. Aunque su voz no aparezca en los noticieros comprados de la televisión. Pero a la larga, esa noticia dejará de ocupar la atención. Lo que permanecerá, a largo plazo, son las enseñanzas de Fidel.

Las banderas de su pensamiento político rebelde y su ética revolucionaria inquebrantable. Esa misma que le permitió mantenerse de pie, sin trastabillar, durante medio siglo frente a la potencia más poderosa de la tierra y de la historia.


Continuar, hoy y en el futuro, las enseñanzas de Fidel y del Che. Ese es el gran desafío para las nuevas generaciones. Dentro de Cuba, poniendo toda la fuerza en profundizar la perspectiva socialista y en combatir el regreso al capitalismo. ¡Pero también fuera de Cuba, en las nuevas batallas que vendrán por un mundo más justo y solidario, el mundo socialista!

Fidel tenía razón. Nuestro campo de batalla abarca todo el mundo y nuestro deber es hacer la revolución. ¿Sabremos estar a la altura de ese deber?


Querido comandante, compañero, maestro y hermano Fidel


¡Hasta la victoria siempre!


Néstor Kohan
(Coordinador de la «Cátedra Che Guevara – Colectivo Amauta» de Argentina y autor del libro Fidel para principiantes
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=63501