miércoles, 26 de junio de 2013

Desaparecidos cubanos muertos en Argentina secuestrados torturados y asesinados en Orletti hallados en Virreyes, San Fernando Buenos Aires



 Argentina devuelve restos de diplomático cubano asesinado durante la dictadura
25 junio 2013

brIMGr_8667.jpg
brIMG_8669.jpg
brIMG_8698.jpg
brIMG_8682.jpg


El gobierno de Argentina entregará este martes a la Embajada de Cuba los restos del miembro del servicio diplomático de la Isla, quien en 1976 fue secuestrado en Buenos Aires y posteriormente asesinado durante la última dictadura militar.
Con este acto concluye así un largo y meticuloso proceso de búsqueda, hallazgo e identificación, en el cual se evidenció la seriedad, amistad y voluntad solidaria de las autoridades judiciales, especialistas y gobierno argentinos, manifestó el embajador cubano, Jorge Lamadrid.

El jefe de Misión adelantó que los restos serán trasladados a Cuba este fin de semana bajo la custodia del historiador José Luis Méndez, para ser entregados a sus familiares.
En la sede de la Embajada de Cuba en Buenos Aires se rendirá esta noche tributo a Jesús Cejas Arias, en un acto solemne en el que participarán funcionarios y ciudadanos argentinos, así como los cubanos que trabajan en este país.

brIMG_8747.jpg
brIMG_8716.jpg
brIMG_8724.jpg
brIMG_8753.jpg

“Con este homenaje también rendimos merecido honor a los miles de argentinos que fueron secuestrados, asesinados y desaparecidos durante la última dictadura, en especial bajo el siniestro Plan Cóndor, entre ellos 15 valiosos jóvenes, de los dos sexos, que laboraban entonces en la Oficina Comercial de Cuba”, remarcó el embajador Lamadrid.

La Operación o Plan Cóndor es el nombre con que se conoce la maniobra de coordinación entre las cúpulas de los regímenes dictatoriales del Cono Sur de América, Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia –y esporádicamente, Perú, Colombia, Venezuela y Ecuador- con la CIA llevado a cabo en las décadas de 1970 y 1980.
Cejas Arias fue secuestrado el 9 de agosto de 1976 en el barrio porteño de Belgrano, junto con su compatriota Crescencio Galañena Hernández, y ambos fueron mantenidos en cautiverio ilegal y sometidos a tormentos en el centro clandestino de detención y tortura Automotores Orletti.

brIMG_8744.jpg
brIMG_8743.jpg
brIMG_8765_300.jpg
brIMG_8746.jpg

Su cadáver, al igual que el de Galañena Hernández, fue ocultado en un tambor metálico de 200 litros de capacidad y rellenado con cemento.
El hallazgo ocurrió hace más de un mes en un predio de la localidad de Virreyes, en el partido de San Fernando, provincia de Buenos Aires, pero hasta tanto se completó todo el proceso de identificación y tramitación forense y judicial no se decidió la entrega de los restos.

Los de Galañena Hernández habían sido encontrados en junio del año pasado en el mismo predio en el que se halló el de Cejas Arias, junto con los cadáveres de los argentinos María Rosa Clementi de Cancere y Ricardo Manuel González, también secuestrados durante el mes de agosto de 1976 y hasta ese momento aparecían como desaparecidos.
Clementi era empleada entonces de la Embajada de Cuba en el momento en que fue secuestrada.

En ese predio se vienen realizando excavaciones en búsqueda de víctimas de la última dictadura, en colaboración con Vialidad Nacional, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial y el municipio local.
El centro clandestino de detención y tortura Automotores Orletti fue establecido por la entonces Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE) como sede del Plan Cóndor y que fuera comandado por Aníbal Gordon y otros miembros de la Triple A, como se conoce aquí a la Alianza Anticomunista Argentina.

La Triple A fue un grupo paramilitar y terrorista de extrema derecha que asesinó a artistas, intelectuales, guerrilleros, políticos de izquierda, estudiantes, historiadores y sindicalistas, además de utilizar como métodos las amenazas, las ejecuciones sumarias y la desaparición forzada de personas.


Hurto al héroe asesinado en Bolivia Che Guevara Jeep de Tamara Tania Bunke Bider Tuma Carlos Coello guerrilla La Higuera


 


CUBA.= HISTORIA.= Bolivia: Las pertenencias del Che fueron repartidas entre militares
LA-RAZON.COM – 18-06-2013 –
Horas después de que Ernesto Guevara de la Serna dejara de respirar, aquella tarde del 9 de octubre de 1967, sus pertenencias fueron a parar a distintas manos. Incluso desde que estaba prisionero, sus objetos personales eran motivo de disputa entre militares. Todavía ahora sus prendas más valiosas tienen un destino desconocido.

 
















Juan Carlos Gutiérrez (sonidista) argentino finge filmar el cadáver 
del Che Guevara en el lavadero del hospital en Valle Grande, Bolivia.

Una de ellas era un auténtico tesoro. Se trata de un reloj suizo Rólex, que allá por los años 50 era símbolo de estatus y poderío económico. No cualquiera podía lucir uno de estos brazaletes elegantes y cómodos, pero había revolucionarios cubanos que sí llevaban aquellas pulseras a sitios lejanos.
El militar boliviano retirado Gary Prado Salmón, quien era la cabeza visible de la lucha antiinsurgente durante el gobierno del general René Barrientos Ortuño, en 1967, charló con Informe La Razón sobre este asunto en el salón de estudios de su casa en Urbarí, en la ciudad de Santa Cruz.

 
la orden de asesinar al prisionero está cumplida.


Confesiones. Sentado en su silla de ruedas, recuerda que el Che le entregó su Rólex y el de Tuma, uno de sus camaradas cubanos cuyo nombre real era Carlos Coello, lugarteniente del líder argentino-cubano en su travesía por el país. El comandante Guevara rescató el reloj cuando su compañero fue asesinado por el Ejército en Ñancahuazú, el 26 de junio de 1967. Lo tenía guardado en uno de los bolsillos de su pantalón y su plan era devolverlo a su familia, en Cuba. Era un rito sagrado y silencioso entre los guerrilleros.









Otra versión señala que el Rólex del Che está en manos de particulares, en la ciudad de Cochabamba. El “dueño” sería el allegado político de un oficial importante que luchó contra la guerrilla de Ñancahuazú. Mientras que la pieza de Tuma tuvo otro destino; tras el asesinato de Guevara, de acuerdo con Prado, el reloj quedó en poder del mayor Miguel Ayoroa y no se sabe su paradero. No obstante, el coronel en retiro Diego Martínez Estévez postula que el Comandante poseía cuatro relojes y que todos se encuentran en manos de civiles.
Eso no es todo. Prado confiesa que apenas el Che fue detenido, el  8 de octubre de 1967, dos soldados fueron los encargados de quitarle sus otras pertenencias: dos mochilas y dos armas. Más aún, resalta que la noche de la captura, él pudo leer con detenimiento el diario de campaña de Guevara y, además, le preguntaba a éste el significado de algunas frases ilegibles porque el insurgente tenía una “letra del infierno”.


 

Entre sus objetos, el Comandante llevaba una pistola sin cargador que el teniente Huerta le rogó a Prado tenerla; el entonces capitán dice que accedió. La carabina fue presentada por el coronel Joaquín Zenteno Anaya en la conferencia de prensa que se dio tras la detención del Che. El arma se encuentra en el Museo Militar de la zona de Irpavi, en La Paz, en la sala denominada Che Guevara.Allí hay material quirúrgico, recortes de periódicos, una brújula, mapas, una cámara fotográfica y otras prendas del guerrillero. También está el jeep de Tania, la combatiente argentina Tamara Bunke que fue parte de la milicia.


 
invitación a la inauguración del local del museo.



La boina negra, la pipa y las mochilas con unos 20 rollos de fotos sin revelar fueron enviadas en un helicóptero, junto al oficial Andrés Selich. Por entonces, él era quien guiaba al piloto de la aeronave. Según dos fuentes confidenciales, Selich no entregó todas las reliquias del Che y se quedó con algunas, especialmente fotografías.
‘Pacho’. Loyola Guzmán, quien también fue parte de la organización de la milicia bajo el pseudónimo de Toyota Frías —porque su nombre rimaba con la marca de coches y era una mujer estricta—, rememora que ella tuvo en sus manos un repelente de mosquitos del Che. Pero devolvió el frasco a la familia del líder en Cuba. “No tengo nada más”, cuenta.
 

Hay más historias sobre piezas perdidas de la guerrilla. En 1984, un tesoro apareció prácticamente de la nada. Prado comenta que él estaba en su trabajo y recibió a un benemérito de la Guerra del Chaco que le dijo: “Mi general, lo busqué porque mi sobrino fue su soldado en la guerrilla y ahora se ha ido a Estados Unidos; él me dejó esta agendita para usted”. El militar tomó la libreta y vio la letra minúscula, “para leer con lupa”. Ordenó a su secretaria y a un soldado que lean y transcriban el texto. Descubrió que se trataba del diario de Pacho.
Alberto Fernández Montes de Oca, alias Pacho, participó en la insurgencia cubana de fines de los años 50 y obtuvo el grado de capitán. Fue director de Minas en el Ministerio de Industrias y ocupó cargos importantes en Cuba. Estuvo en el grupo de avanzada del Che y se encargó de los operativos 
previos a su incursión. Igualmente fue abatido el 9 de octubre de 1967.

el doctor Alberto Granado, argentino, padrino del museo en homenaje a su amigo Ernesto Che Guevara de visita en el Museo.

La agenda cabe en la palma de una mano y hasta hace 29 años no se sabía de su existencia ni de su contenido. Después Prado la publicó íntegramente con un prólogo de su autoría. No obstante, la célebre libreta se encuentra en alguna parte de la vivienda del militar retirado en la capital oriental. “Mucho tiempo ha pasado desde entonces y no sé en qué depósito estará aquel diario”, remata.

 
Eladio González (Toto) fundador y director del primer museo suramericano "Comandante Ernesto Che Guevara"  fotografiado por Reginaldo Ustariz Arce médico boliviano residente en San Pablo, Brasil.  Ustariz Arce cuando joven estuvo con el cadáver del Che en el lavadero y como médico denunció que no había sido muerto en combate cosa que lo obligó a exhilarse en Brasil. Allí escribió un hermoso libro "Vida Morte e Resurreciao do Che Guevara". La foto muestra el gran salón del museo con el gran busto del Che pintado por el plástico argentino Carlos Terribili. Sobre el piano que se ve al fondo bajo la bandera del 26 de Julio se distingue parada la hermosa escultura del Che realizada por el artesano argentino Carlos Baños, para el museo y la Escuela de Solidaridad Chau Bloqueo.