sábado, 6 de abril de 2013

Rodolfo Livingston Arquitecto de almas - propone escuchar disparates y que sean de gente del pueblo por lo creativos que son




Rodolfo Livinston el arquitecto argentino que tiene corazón. Amar es urgente. dice la frase de
Miguel Abuelo que incluyó en su libro CUBA EXISTE ES SOCIALISTA Y NO ESTÁ EN COMA.

 En diálogo con Mañana Sylvestre, el reconocido arquitecto señaló que “el gran desafío ahora es tratar de conciliar la naturaleza con la ciudad, pero manejando otros criterios de base”. Indicó que hay que trabajar en la prevención por un lado, y definir qué hacer en caso de que se presente una catástrofe.
“Comparo nuestra situación con la de Cuba, porque me pasé 10 años yendo y viniendo de ese país. Allá la palabra que predomina es ´cuidar´-. Los privilegiados allá son los enfermos, y la gente más débil; los niños, la gente de la tercera edad. Es central el cuidado de la gente. Cuba es una excepción en el mundo en ese aspecto. Porque la verdad es que se podrían prever muchísimas cosas. El problema es que son tan distantes estas catástrofes, que la gente se olvida muy rápidamente”, señaló Livingston.

 El Arq. Rodolfo Livingston presenta uno de sus libros en el Museo Ernesto Che Guevara de CABA-llito.  Doscientas personas disfrutan de sus anécdotas cubanas. La gran imagen del Che Guevara al fondo pintada sobre madera es obra del maestro Carlos Terribili y hoy (Abril 2013) está exhibida en el ECUNHI de la ex Esma, porque el acervo del museo fué donado a Madres de la Plaza de Mayo puntualmente a la gigantesca representante de ellas Hebe de Bonafini.


En Radio Del Plata, el arquitecto integrante de la ONG ambientalista PropAMBA contextualizó el problema: “Hay varios marcos de la situación. Hay un marco global que es histórico, que es el origen, a todo el mundo le interesa saber cómo empezó la cosa, porque en el origen está la clave… Y uno de los paradigmas (que es aquello que piensa antes de pensar) es que la naturaleza está para ser dominada. La Iglesia Católica formó parte de eso, y todo el mundo creía que había que dominar a la naturaleza. Otro paradigma es que todo debe crecer y seguir creciendo siempre. Desde este punto de vista, mientras más autos, más producción, más consumo, mejor; si se lograra reducir la jornada labor a 5 horas la gente por ahí trabajaría otra vez 9 para poder comprarse el nuevo plasma tridimensional… Hay una cosa de consumo por la cual no podemos culpar sólo al Gobierno, también es la gente… ¿Y cómo se manifiesta la negación de la naturaleza en la ciudad? Hay especulación con terrenos, tierras que se le ganan al río y luego se inundan… No sólo está el ejemplo de Nordelta, ahora sale la “Venecia Argentina”… Es decir: la ciudad va avanzando. Y de pronto se encuentra con un arroyo; ¿y cómo se percibe ese arroyo? Como una molestia. Entonces lo tapamos. Están tapados todos los arroyos. Si uno ve un plano hídrico del CABA, se ve que bajo Blanco Encalada hay un arroyo, por ejemplo…”.
Conciliar naturaleza y ciudad
Interrogado sobre qué podría haberse hecho, Livingston destacó que “el gran desafío ahora es tratar de conciliar la naturaleza con la ciudad. Esto es posible, si trabajamos con otro criterio. Por ejemplo debajo de la Plaza Lavalle me acabo de enterar que había una laguna llamada Zamudio. ¿Qué pasaría si hubiese una laguna en Plaza Lavalle? Sería fantástico”.
“¿Qué pasaría si hubiese un grupo creativo independiente del gobierno? –inquirió Livingston-Porque los funcionarios no suelen ser creativos. No hay un grupo pensante: hay un grupo que está resolviendo la coyuntura. Yo creo que debería haber un grupo creativo, no necesariamente de arquitectos o abogados, ya que hay mucha gente del pueblo que es creativa, diciendo disparates…; porque para inventar algo hay que decir disparates. Y luego el grupo se apoyaría en