los cinco hermanos cubanos de Hilda Molina, llevan diez años presos en EEUU y ella no se enteró. Jorge Lanata tampoco.
Se apagaron las luces, Jorge Maipo Lanata evaluó mientras le quitaban el micrófono corbatero, si su aporte a la Campaña contra Cuba y la mortalidad infantil de 5 por mil habría sido fructifera.
Despidió aliviado a la doctora cubana Hilda Tropicana Molina, detractora cuyos dichos resultaron incoherentes para los argentinos que conviven con la tragedia propia, y no entienden bien de que se queja la balsera, cuyo pueblo disfruta de logros que Argentina todavía sueña.
La catarata de mensajes a la producción con interrogantes que hubieran arrinconado vergonzozamente a la cubana, no verán nunca la luz. Claro llegaron el día anterior pero Lanata postergó presentar a la cubana y tuvo tiempo de evaluar la que se le venía si leía al aire las preguntas. Les echaron DDT, no se atrevieron a propalarlos y verla en obligación de responder tan puntuales interrogantes.
La excusa del conductor del programa disfrazada de temor al ridículo, de no leer los mensajes y acusando al Arquitecto Livingston (experto en temas cubanos de toda índole) de intentar lo que Jorge Lanata hace subliminalmente desde hace décadas y hoy blanqueó mintiendo a dúo con Hilda Molina, muestra su bajeza moral.
Como en Volver al Futuro la fecha de uno de los mensajes se alteró apenas Lanata dejó el estudio, y un empleado de limpieza rescató del cesto de basura esta información que quiso ser ocultada y destruye las mentiras de Hilda Molina, y enloda a DDT el programa con nombre de insecticida pero que alimenta gusanos, en vez de combatirlos.
Ratifican logro de alfabetización en Nicaragua
Por Luis Beaton
Managua, 20 jun (PL) Nicaragua será declarada territorio libre de analfabetismo el próximo 19 de julio y se convertirá en el cuarto país de la Alternativa Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA) en alcanzar tal condición.
En declaraciones a Prensa Latina, el ministro de Educación, Miguel de Castilla, elogió los resultados de la campaña "De Martí a Fidel" que se desarrolla en la nación con el apoyo de asesores cubanos y jóvenes venezolanos.
Explicó que la frase del fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Carlos Fonseca Amador, "y también enséñenles a leer", se hace realidad a diario en su país.
"Es un mandato del ideario del Sandinismo en Nicaragua porque la actual Campaña Nacional de Alfabetización que está finalizando, no es más que la continuidad de una tarea que comenzó el 23 de marzo de 1980", señaló.
Aseveró que no han dejado de alfabetizar ni un solo momento desde esa fecha, y aún, en los 16 años de gobiernos neoliberales.
La hombrada de Nicaragua, como muchos describen el actual proceso de enseñanza, se inició en 1980 con 53 por ciento de personas analfabetas.
Con una evidente muestra de satisfacción, De Castilla señala que hoy "estamos declarando a nuestro país territorio libre de analfabetos con menos del 4,5 por ciento de analfabetos".
Paralelo a la alfabetización iniciamos las tareas de la postalfabetización, pues la meta no era sólo alfabetizar, sino llevar a esa gigantesca cantidad de personas hasta el sexto grado en 2015.
El funcionario nicaragüense destacó los buenos resultados en la aplicación del método cubano "Yo, si puedo", precedido de demostrada eficiencia en Venezuela y Bolivia.
"En ocho semanas una personas sabía leer y escribir", ejemplificó.
De Castilla anunció que el próximo lunes serán informados los resultados de la Comisión de Verificación creada para certificar el resultado de la campaña por iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Esta comisión nos pareció una gran idea, pues sabíamos que Venezuela y Bolivia, después de declararse libre del flagelo, fueron cuestionadas por grupos oligárquicos de afuera y de adentro, indicó.
Nosotros para crear un escudo protector vimos como muy buena idea cuando nos propusieron una comisión independiente, de composición nacional e internacional.
El ministro nicaragüense adelantó otra tarea que calificó de importantísima y que emprenderán en breve los educadores del país.
Estamos ya organizando una gran campaña nacional de alfabetización para la infancia, pues en el país hay cerca de 500 mil niños y jóvenes, menores de 15 años de edad, que no saben leer ni escribir o tienen bajísimo niveles escolares.
ocs/lb
difunden: el 1er. Museo Histórico Suramericano "Ernesto Che Guevara", la Escuela de Solidaridad con Cuba "Chaubloqueo" y el Centro de Registro de Donantes Voluntarios de Células Madre
Irene Perpiñal y Eladio González - directores calle Rojas 129 local (Caballito) Capital -AAC1405-Buenos Aires-República Argentina telefax: 4-903-3285 email: museocheguevara@fibertel.com.ar
http://museocheguevaraargentina.blogspot.com/
colectivos 1 - 2 - 25 - 26 - 32 - 42 - 53 - 55 - 85 - 86 - 103 - 180
doná sangre, doná órganos, doná células madre, sé solidario, SÉ VOS.
¡Salven a los argentinos! "las ballenas"
sábado, 20 de junio de 2009
Emilio Zola Yo acuso a Obama Wilkie Delgado 5 héroes cubanos antiterroristas Le Figaro Granma Juventud Rebelde EEUU Chaubloqueo Argentina Museo Che
los cinco cubanos que dieron diez años de su vida presos hasta hoy en la EEUu de Barack Obama que tiene pesadillas con Emilo Zola por su Yo acuso
19.06.09 - AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Se alza Emilio Zola con su renovado yo acuso para Obama por el caso de los Cinco
Wilkie Delgado Correa *
Adital -
"Mientras la justicia no esté conseguida, se pelea".
"Atienda lo justo en tiempo el que no quiera que lo justo lo devore"
(José Martí)
Es conocido que Emilio Zola (1824-1902), como hombre íntegro de su tiempo, se convirtió en un hombre de todos los tiempos, y a pesar de que murió misteriosamente en la noche del 28 al 29 de septiembre de 1902, aún vive, por la grandeza de su obra y la valentía de su conducta, en la conciencia de la humanidad.
El gesto de defensa de la justicia en medio de todas las circunstancias adversas y en contra de los poderes prevalecientes e involucrados en su época, lo inmortalizó con su Yo acuso, alegato en favor del capitán Alfred Dreyfus, en forma de carta abierta al presidente de Francia M. Félix Faure.
En 1894, el Caso Dreyfus salió a la luz, pues se acusó de espionaje al capitán Alfred Dreyfus de alta traición. Pese a las declaraciones de inocencia del acusado, se lo condenó a cumplir cadena perpetua en la isla del Diablo, en la Guayana francesa.
No obstante las nuevas evidencias reveladas en 1896, que demostraban su inocencia, los tribunales militares se negaron a revisar el caso Dreyfus y trataron de acallar el escándalo, pero no lograron evitar que algunos rumores alertaran a personalidades de la izquierda.
En 1897 se promovió una campaña de prensa en Le Figaro para exigir que se revisara el juicio de 1894 y se rompió la conspiración de silencio.
Zola, consciente de los riesgos que corría, planteó la cuestión ante la opinión pública en su célebre carta al presidente de la República, titulada «Yo acuso» publicada el 13 de enero de 1998 en L'Aurore. La polémica se generalizó en el país.
Por esta carta Zola debió enfrentar juicio, condena y el exilio. Semanas después se confirmó que el documento que se utilizó para comprometer a Dreyfus en el juicio era falso. El Tribunal Supremo, que había empezado a revisar el expediente Dreyfus en junio, ordenó la revisión del caso.
Gerardo Hernández Nordelo cubano honesto defensor de la humanidad contra el terrorismo encarcelado en EEUU
Dreyfus fue trasladado a Francia, se sometió a un segundo juicio y de nuevo le condenan los tribunales militares, que no accedieron a reconocer el error judicial que se cometió antes. Hasta el 12 de julio de 1906 no obtuvo Dreyfus la rehabilitación en el ejército.
Habían transcurridos doce años desde la acusación falsa de espionaje, la condena de cadena perpetua y la prisión, injustas todas, de Alfred Dreyfus, el defendido de Zola.
Hoy el mundo vive una experiencia parecida que aún no tiene desenlace. Se trata del caso de los cinco Héroes cubanos acusados injustamente de conspiración para espionaje, en cuyo expediente no aparece la más mínima prueba para sostener la acusación y por otra parte en el mismo fallo del Tribunal de Apelaciones de Atlanta eso quedó explícito. No obstante, como en el caso Dreyfus, el tribunal, por segunda vez, si bien recomendó modificaciones de condenas en el caso de tres de los acusados, convalidó las acusaciones y las condenas de los cinco cubanos acusados y presos injustamente desde hace más de diez años.
Antonio Guerrero cubano preso en EE desde hace diez años no abraza a los suyos ¡Basta Obama libérelo !
Sin embargo, hay una cuestión agravante. En el caso Dreyfus el Tribunal Supremo de Francia acogió la revisión del caso. En el caso de René, Gerardo, Antonio, Ramón y Fernando, los conocidos mundialmente como los Cinco Héroes, la Corte Suprema de los Estados Unidos, a pesar de todas las razones que llegaron a sus manos para justificar la revisión, como nunca quizás en la historia de esa institución, se negó a conocer las verdades evidentes que fundamentaban la justa petición. Con ello cometió un crimen imperdonable contra la ética más elemental y los principios de justicia.
Por eso no nos extrañemos, si hoy, más de un siglo después de su muerte, la voz, el espíritu y las ideas de Emilio Zola se levantan indignados, con la misma, convicción y fuerza de su época, de su tumba gloriosa para defender esta vez con indignación agigantada por el sufrimiento infligido por el sistema penal y el gobierno de los Estados Unidos a cinco hombres inocentes.
Hoy el Yo acuso de Zola, vigente como nunca, recogiendo circunstancias, realidades políticas y sociales, personajes involucrados y hechos reales relacionados con la causa de los cinco Héroes, expresa al Presidente actual de los Estados Unidos, Barack Obama, lo que por derecho le corresponde escuchar y lo que por justicia le corresponde decidir. Oigamos en la voz de Emilio Zola los argumentos que aún constituyen verdades en nuestro tiempo.
el cubano Fernando Llort héroe en lucha contra el terrorismo debe ser liberado Mr. Obama
J'ACCUSE…!
LETTRE AU PRESIDENT BARACK OBAMA
Monsieur le Président, Barack Obama
Mr. President, Barack Obama
Señor Presidente, Barack Obama
¿Me permitís que, complacido por las promesas hechas al pueblo norteamericano y al mundo de cambios presididas por su consigna de yes we can, que despertaron la simpatía de muchos o de todos, según el asunto prometido, me preocupe de vuestra gloria y os diga que vuestra estrella, tan feliz hasta hoy, está amenazada por la más vergonzosa e imborrable mancha?
Habéis salido sano y salvo de bajas calumnias, habéis conquistado los corazones, habéis alcanzado el alto sitial de la presidencia de los Estados Unidos a pesar de su procedencia étnica afro-norteamericana, habéis hecho realidad un sueño quizás mayor que lo soñado por su raza y su líder Martin Luther King. Aparecisteis radiante en la apoteosis de la fiesta patriótica que inauguraba su victoria electoral y luego a la asunción a la presidencia, y os preparáis para llevar a cabo sus promesas de gobierno en medio de una crítica situación de su país y del mundo, que debe coronar esta gran etapa de trabajo, de verdad y de libertad, si es que está dispuesto a llevar a cabo los muchos cambios que necesita su nación y este mundo que nos pertenece a todos, corriendo los riesgos que eso entraña necesariamente.
¡Pero qué mancha de cieno sobre vuestro nombre -debo decir sobre vuestro mandato de gobierno- puede imprimir este abominable proceso de los cinco Héroes cubanos! Por lo pronto, la Corte Suprema de los Estados Unidos, coincidiendo con el pedido de la fiscalía, de su gobierno y, por lo tanto, de Ud. mismo, se atrevió a rechazar la solicitud de revisión de esta causa que ha sido la más acompañada y la más respaldada por amicus de la Corte en toda su historia.
Este acto ha representado una bofetada suprema a toda verdad, a toda justicia. Y no hay remedio. Estados Unidos conservará esa mancha y la historia consignará que semejante crimen social se cometió al amparo de vuestra presidencia, si Ud. que tiene las facultades constitucionales y las virtudes humanas para hacerlo, no se decide a revertir, de un plumazo presidencial, en forma valiente y justa, este proceso que hoy ofende a la humanidad.
Puesto que se ha obrado tan sin razón, hablaré. Prometo decir toda la verdad y la diré a pesar de que el sistema judicial ha actuado con una oscuridad infame como para que no encontremos las verdades que son tan evidentes para quienes actúen en forma desprejuiciada apegados a la ley, a la razón y a la ética. Es mi deber: no quiero ser cómplice.
Todas las noches me desvelaría el espectro de los inocentes que expían a lo lejos cruelmente torturados, un crimen que no han cometido.
Por eso me dirijo a vos gritando la verdad con toda la fuerza de mi rebelión de hombre honrado. Estoy convencido de que ignoráis lo que ocurre en todos los detalles, aunque algo debe saber por su condición de presidente y hombre inteligente.
¿Y a quién denunciar las infamias de esa mafia cubano-americana, coligada con personajes policíacos, administrativos, judiciales, políticos y mediáticos, que son los verdaderos culpables, sino al primer magistrado del país? Ante todo, la verdad acerca del proceso y de la condena de los cinco Héroes cubanos.
He aquí, señor Presidente, los hechos que demuestran cómo pudo cometerse, más que un error, una infamia judicial. Y las pruebas morales, como la actitud digna, el carácter excepcionalmente virtuoso, la misión noble de preservar vidas frente a actividades terroristas conocidas contra su patria, el continuo clamor de inocencia de esos cinco hombres.
Sin causa justificada para ello, la mafia y los agentes policíacos corruptos de Miami, acabaron de ofrecerlos como víctimas de las extraordinarias maquinaciones del medio terrorista y mafioso en que se movían, y del odio a los cubanos de la Isla, a los cuales les han tratado de hacer la vida imposible a fuerza de agresiones miles que se han mantenido en la impunidad durante cincuenta años.
Han pasado más de diez años y muchas conciencias permanecen turbadas profundamente, se inquietan, buscan, y acaban por convencerse de la inocencia de los cinco cubanos. No es extraño, por lo tanto, que diez Premios Nobel, parlamentos enteros o grupos de parlamentarios de distintos países, personalidades y organizaciones de los más variados credos, incluyendo prominentes personalidades sociales y del sector de la jurisprudencia, hayan conformado amicus a favor de esta causa en un número y una calidad sin precedente en la historia de la Corte Suprema.
No historiaré las primeras dudas y la final convicción de que en el caso de los Cinco no existe la menor prueba de espionaje, y esto fue reafirmado por testigos de alto nivel pertenecientes a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. En ese expediente no existe constancia de pruebas que estuvieran relacionadas con la seguridad del país, y sí informaciones que estaban vinculadas con grupos criminales y terroristas asentados de Miami, y los cuales eran el objetivo de las misiones de los cinco acusados.
Inmediatamente de la detención de los cinco cubanos, a cargo de una Operación dirigida por Héctor Pesquera, jefe del FBI en Miami, éste ni corto ni perezoso, como ilustre miembro corrupto de ese cuerpo, antes de imponer a sus jefes en Washington, llamó e informó a los congresistas Lincoln Díaz-Balart e Ileana Ros-Lehtiner para informarles del asunto. Comenzaron así las novelerías folletinescas, en la que reconozco los medios ya usados por la fértil imaginación de los vocingleros órganos de comunicación de Miami, proclamando a los cuatro vientos la acusación infame de espías para los cinco cubanos, campaña que aún continúan, pues nunca se cansarán de inventar, decir y propalar mentiras contra Cuba.
Por tanto, el primer juicio llevado a cabo en Miami contra toda lógica y fundamento legal, por ser un medio fundamentalmente hostil para los acusados, condujo a la condena injusta, más allá de la carencia de pruebas. Las sanciones fueron criminalmente severas.
La revisión del caso por el panel de tres jueces ante la apelación en el Tribunal de Atlanta, concluyó con un fallo coherente en que se cuestionó la celebración del juicio en Miami, se anularon las sentencias y se ordenó un nuevo juicio en otro territorio neutral. Parecía, por lo tanto, que la revisión del proceso era el desquiciamiento de una novela folletinesca, tan extravagante como trágica, cuyo espantoso desenlace mantenía en prisión injusta a los cinco acusados.
Así comenzó el duelo entre los abogados de la defensa y la fiscalía. Esta recurrió el fallo y otro panel de tres jueces, ésta vez con un nuevo miembro, ponente y reaccionario para mayor desgracia, se encargó de analizar la esencia del caso y finalmente introdujo variantes al fallo del tribunal de Miami y entró en contradicción con el fallo primero del panel de tres jueces. La apelación ante la Corte de Atlanta en pleno fue adversa para los acusados. La última esperanza legal dependía de que la Corte Suprema de los Estados Unidos acogiera la revisión del caso, y para lo cual contó con razones más que suficientes para hacerlo en forma honorable. Sin embargo, cometiendo un crimen contra la justicia, rechazó el caso tal como se lo pidiera la fiscalía, en nombre del gobierno.
En el fondo no hay más que una cosa: el sistema judicial defendiéndose y evitando confesar su crimen, cuya abominación aumenta de hora en hora. ¡No, eso no! Por lo demás queda demostrado que el proceso de los Cinco Héroes no es más que un asunto político relacionado con Cuba. Por lo tanto, lo repito, no pueden aparecer inocentes sin que todo el Gobierno de los Estados Unidos aparezca como culpable. Por esto todos los medios que les ha sugerido su imaginación y que les permiten sus influencias, tratan de hundir a los cinco Héroes.
¡Ah!, qué gran barrido debe hacer el Gobierno que Ud. preside en esas cuevas policíacas y jurídicas corruptas. ¿Cuándo vendrá la decisión gubernamental verdaderamente fuerte y patriota, que se atreva de una vez a refundarlo y renovarlo todo? Conozco a muchas gentes que ante las decisiones judiciales que le comento, tiemblan de angustia, ¡porque saben en qué manos esta la justicia nacional! ¡En qué albergue de intrigas y compromisos creados se ha convertido el sagrado asilo donde se supone reine la plena legalidad y la justicia! Espanta la terrible claridad que arroja sobre aquel antro el asunto de los Cinco; el sacrificio humano de cinco hombres despreciados por su condición de cubanos leales. ¡Ah! se han agitado allí la demencia y la estupidez, maquinaciones locas, prácticas de baja policía, costumbres inquisitoriales; el placer de algunos políticos venales que viven escandalosamente de la nación, ahogando en su garganta el grito de verdad y de justicia bajo el pretexto, falso y sacrílego, de razón de estado. ¡Esa verdad, esa justicia que nosotros buscamos apasionadamente, las vemos ahora humilladas y desconocidas!
Yo Acuso a Héctor Pesquera, jefe del FBI en Miami, cuyos intereses y relaciones corruptas con la mafia de mafia lo condujo a una actuación ingloriosa, en la que no faltaron maquinaciones descabelladas y culpables.
Yo Acuso a la jefatura nacional del FBI por su actuación débil y cómplice al aceptar la actuación inconsulta de Héctor Pesquera, a pesar de contar de antemano, tres meses antes, con informaciones recogidas por esa institución en la Habana, Cuba, relacionadas con los planes terroristas que se planeaban desde Miami contra Cuba, y cuya misión fue cumplida por orden expresa del presidente William Clinton y sus asesores de Seguridad Nacional, ante un mensaje directo de Fidel Castro que fue transmitido por el escritor Gabriel García Márquez. El compromiso comunicado por el FBI a las autoridades cubanas de reciprocar información en una semana se convirtió en la detención de los cinco cubanos, fuente de muchas de las informaciones, y de un largo silencio que dura hasta la actualidad.
Yo Acuso a los fiscales actuantes en la causa durante el juicio en Miami, por su falta de ética y legalidad durante su desempeño profesional y por haberse hecho cómplices de las maquinaciones de la mafia cubano-norteamericana, con los cuales mantuvieron y mantienen lazos estrechos.
Yo Acuso a la jueza Joan Lenar por haber actuado con una parcialidad monstruosa durante el juicio, lo cual permitió un fácil resultado de culpabilidad de todos los cargos y las sanciones desproporcionadamente severas e injustas.
Yo Acuso a los miembros del jurado que actuaron en el tribunal de Miami por plegarse a la campaña de miedo reinante en Miami y decidirse en un santiamén a brindar su fallo de culpabilidad en uno de los juicios más complejos, largos e importantes celebrados en los Estados Unidos.
Gerardo Hernández autor de estas caricaturas luchador contra el terrorismo preso desde hace diez años actúe Mr. Obama, el mundo pide su libertad!
Yo Acuso Tribunal de Miami por haber condenado a los acusados fundándose en falsedades y al Tribunal de Apelaciones de Atlanta por haber cubierto esta ilegalidad, cometiendo el crimen jurídico de condenar conscientemente a unos inocentes, si bien introdujo posibilidad de modificaciones de penas en tres casos y aportó elementos de juicios válidos para una posible rectificación legal que no llegó a producirse dentro del sistema judicial norteamericano.
Yo Acuso a la Corte Suprema.de los Estados Unidos por cometer un crimen contra la justicia al rechazar la solicitad de revisión del caso de los Cinco, con suficientes méritos jurídicos, éticos y políticos para su aceptación.
Yo Acuso a la mafia cubano-norteamericana que ha vivido durante cincuenta años a expensas de las campañas de difamación y de las agresiones terroristas contra Cuba, por orquestar en su condición de turba exaltada las viles calumnias y crear el clima intolerante necesarios para provocar la condena de los cinco cubanos presos..
Yo Acuso a la prensa radial, escrita y digital de Miami por actuar como mastines azuzados por las mafias miamenses y haber hecho una campaña abominable para manchar la imagen de los Cinco, extraviando a la opinión pública
Yo Acuso a los grandes medios nacionales de prensa por el manto de silencio tendido para impedir que la verdad de la causa de los Cinco se ventilara ante opinión del pueblo norteamericano y se desmitificara la conjura de espionaje montada tan vilmente en su contra.
Yo Acuso al presidente William Clinton por su deshonrosa actuación en el caso de los Cinco, porque es conocido que por iniciativa de Fidel Castro, y ante informaciones de planes macabros de terrorismo que se planificaban contra la aviación e instalaciones fuera y dentro de Cuba, se pidió a Gabriel García Márquez, amigo del presidente, transmitirle un mensaje que éste se aprendió con el método repetitivo de un escolar y transmitió a sus asesores de Seguridad Nacional con una fidelidad de genial Premio Nobel de Literatura. La respuesta fue el envío rápido a Cuba de una delegación del FBI, de alto nivel, para conocer de primera mano las informaciones, las cuales fueron suministradas oralmente y con profusión de detalles en pruebas de diverso formato. Esta delegación se comprometió en brindar una respuesta que nunca llegó.
A pesar de todos estos hechos, ante la detención del FBI de los Cinco cubanos, el presidente Clinton no movió ni un dedo para imponer el orden que merecían las conversaciones y acuerdos sobre este sensible asunto. ¡Cuánta cobardía y deshonra entraña la inacción en una materia que comprometía la honra y credibilidad de las instituciones de un país como Estados Unidos!
Y por último: Yo Acuso al presidente George W. Bush por haber sostenido durante su mandato, a través de la Fiscalía y otros órganos gubernamentales, una política de venganza contra los Cinco, tratando de descargar su odio directamente contra ellos, ya que no pudo hacerlo en forma directa sobre su pueblo, rabioso por su impotencia de entregarle Cuba, en bandeja de plata, a la mafia, tal como le prometiera en su campaña electoral y después de ocupar la presidencia.
En cuanto a las personas a quienes acuso, debo decir que ni las conozco ni las he visto nunca, ni siento particularmente por ellas rencor ni odio. Las considero como entidades, como espíritus de maleficencia social. Y el acto que realizo aquí, no es más que un medio revolucionario de activar la explosión de la verdad y de la justicia. Sólo un sentimiento me mueve, sólo deseo que la luz se haga, y lo imploro en nombre de la humanidad, que ha sufrido tanto y que tiene derecho a ser feliz. Mi ardiente protesta no es más que un grito de mi alma. Que se atrevan a llevarme a los Tribunales y que me juzguen públicamente. Así lo espero.
Sepa Ud., Monsieur le Président Obama, que espero que Ud. honre con su actuación el prestigio que merece el pueblo norteamericano, pues cómo dijera el Maestro de los cubanos, "de la justicia no tienen nada que temer los pueblos, sino los que se resisten a ejercerla:" "Se pelea mientras hay por qué, ya que puso la Naturaleza la necesidad de justicia en unas almas, y en otras la de desconocerla y ofenderla".
Finalmente espero, junto a millones de personas que respaldan la liberación de estos cinco hombres extraordinarios, que nunca fueron espías, que Ud. sepa escuchar el clamor que llega desde todas partes del mundo, incluyendo los Estados Unidos, y actúe con la alteza suficiente para lavar el honor de la nación norteamericana. Por favor, no guarde silencio en este caso, no permanezca inmóvil e insensible como una piedra. Le recuerdo y alerto que "ver en calma un crimen es cometerlo".
(Nota: El autor ha respetado el espíritu del alegato y ha tratado de respetar, en todo lo posible, los elementos argumentales y textuales del documento original de Zola, cuya vigencia y atenencia son innegables para el caso de los cinco Héroes cubanos. Se autoriza la libre reproducción de este material en función de la lucha por su liberación.
* Doctor em Ciências Médicas. Profesor de Mérito
Al publicar en medio impreso, haga el favor de citar la fuente y enviar copia para: Caixa Postal 131 - CEP 60.001-970 - Fortaleza - Ceará – Brasil
http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=39331
"...los asuntos que estamos presentando, nos dan en este momento la más grande de nuestras oportunidades para liberar a los Cinco. Este es un momento crítico y es muy importante que la red de apoyo esté al tanto e involucrados activamente en el caso." Leonard Weinglass, abogado estadounidense del equipo de la Defensa. www.amigosdecuba.com.ar/5patriotas (Argentina); www.thecuban5.org (Comité Internacional por la Libertad de los Cinco)
19.06.09 - AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Se alza Emilio Zola con su renovado yo acuso para Obama por el caso de los Cinco
Wilkie Delgado Correa *
Adital -
"Mientras la justicia no esté conseguida, se pelea".
"Atienda lo justo en tiempo el que no quiera que lo justo lo devore"
(José Martí)
Es conocido que Emilio Zola (1824-1902), como hombre íntegro de su tiempo, se convirtió en un hombre de todos los tiempos, y a pesar de que murió misteriosamente en la noche del 28 al 29 de septiembre de 1902, aún vive, por la grandeza de su obra y la valentía de su conducta, en la conciencia de la humanidad.
El gesto de defensa de la justicia en medio de todas las circunstancias adversas y en contra de los poderes prevalecientes e involucrados en su época, lo inmortalizó con su Yo acuso, alegato en favor del capitán Alfred Dreyfus, en forma de carta abierta al presidente de Francia M. Félix Faure.
En 1894, el Caso Dreyfus salió a la luz, pues se acusó de espionaje al capitán Alfred Dreyfus de alta traición. Pese a las declaraciones de inocencia del acusado, se lo condenó a cumplir cadena perpetua en la isla del Diablo, en la Guayana francesa.
No obstante las nuevas evidencias reveladas en 1896, que demostraban su inocencia, los tribunales militares se negaron a revisar el caso Dreyfus y trataron de acallar el escándalo, pero no lograron evitar que algunos rumores alertaran a personalidades de la izquierda.
En 1897 se promovió una campaña de prensa en Le Figaro para exigir que se revisara el juicio de 1894 y se rompió la conspiración de silencio.
Zola, consciente de los riesgos que corría, planteó la cuestión ante la opinión pública en su célebre carta al presidente de la República, titulada «Yo acuso» publicada el 13 de enero de 1998 en L'Aurore. La polémica se generalizó en el país.
Por esta carta Zola debió enfrentar juicio, condena y el exilio. Semanas después se confirmó que el documento que se utilizó para comprometer a Dreyfus en el juicio era falso. El Tribunal Supremo, que había empezado a revisar el expediente Dreyfus en junio, ordenó la revisión del caso.
Gerardo Hernández Nordelo cubano honesto defensor de la humanidad contra el terrorismo encarcelado en EEUU
Dreyfus fue trasladado a Francia, se sometió a un segundo juicio y de nuevo le condenan los tribunales militares, que no accedieron a reconocer el error judicial que se cometió antes. Hasta el 12 de julio de 1906 no obtuvo Dreyfus la rehabilitación en el ejército.
Habían transcurridos doce años desde la acusación falsa de espionaje, la condena de cadena perpetua y la prisión, injustas todas, de Alfred Dreyfus, el defendido de Zola.
Hoy el mundo vive una experiencia parecida que aún no tiene desenlace. Se trata del caso de los cinco Héroes cubanos acusados injustamente de conspiración para espionaje, en cuyo expediente no aparece la más mínima prueba para sostener la acusación y por otra parte en el mismo fallo del Tribunal de Apelaciones de Atlanta eso quedó explícito. No obstante, como en el caso Dreyfus, el tribunal, por segunda vez, si bien recomendó modificaciones de condenas en el caso de tres de los acusados, convalidó las acusaciones y las condenas de los cinco cubanos acusados y presos injustamente desde hace más de diez años.
Antonio Guerrero cubano preso en EE desde hace diez años no abraza a los suyos ¡Basta Obama libérelo !
Sin embargo, hay una cuestión agravante. En el caso Dreyfus el Tribunal Supremo de Francia acogió la revisión del caso. En el caso de René, Gerardo, Antonio, Ramón y Fernando, los conocidos mundialmente como los Cinco Héroes, la Corte Suprema de los Estados Unidos, a pesar de todas las razones que llegaron a sus manos para justificar la revisión, como nunca quizás en la historia de esa institución, se negó a conocer las verdades evidentes que fundamentaban la justa petición. Con ello cometió un crimen imperdonable contra la ética más elemental y los principios de justicia.
Por eso no nos extrañemos, si hoy, más de un siglo después de su muerte, la voz, el espíritu y las ideas de Emilio Zola se levantan indignados, con la misma, convicción y fuerza de su época, de su tumba gloriosa para defender esta vez con indignación agigantada por el sufrimiento infligido por el sistema penal y el gobierno de los Estados Unidos a cinco hombres inocentes.
Hoy el Yo acuso de Zola, vigente como nunca, recogiendo circunstancias, realidades políticas y sociales, personajes involucrados y hechos reales relacionados con la causa de los cinco Héroes, expresa al Presidente actual de los Estados Unidos, Barack Obama, lo que por derecho le corresponde escuchar y lo que por justicia le corresponde decidir. Oigamos en la voz de Emilio Zola los argumentos que aún constituyen verdades en nuestro tiempo.
el cubano Fernando Llort héroe en lucha contra el terrorismo debe ser liberado Mr. Obama
J'ACCUSE…!
LETTRE AU PRESIDENT BARACK OBAMA
Monsieur le Président, Barack Obama
Mr. President, Barack Obama
Señor Presidente, Barack Obama
¿Me permitís que, complacido por las promesas hechas al pueblo norteamericano y al mundo de cambios presididas por su consigna de yes we can, que despertaron la simpatía de muchos o de todos, según el asunto prometido, me preocupe de vuestra gloria y os diga que vuestra estrella, tan feliz hasta hoy, está amenazada por la más vergonzosa e imborrable mancha?
Habéis salido sano y salvo de bajas calumnias, habéis conquistado los corazones, habéis alcanzado el alto sitial de la presidencia de los Estados Unidos a pesar de su procedencia étnica afro-norteamericana, habéis hecho realidad un sueño quizás mayor que lo soñado por su raza y su líder Martin Luther King. Aparecisteis radiante en la apoteosis de la fiesta patriótica que inauguraba su victoria electoral y luego a la asunción a la presidencia, y os preparáis para llevar a cabo sus promesas de gobierno en medio de una crítica situación de su país y del mundo, que debe coronar esta gran etapa de trabajo, de verdad y de libertad, si es que está dispuesto a llevar a cabo los muchos cambios que necesita su nación y este mundo que nos pertenece a todos, corriendo los riesgos que eso entraña necesariamente.
¡Pero qué mancha de cieno sobre vuestro nombre -debo decir sobre vuestro mandato de gobierno- puede imprimir este abominable proceso de los cinco Héroes cubanos! Por lo pronto, la Corte Suprema de los Estados Unidos, coincidiendo con el pedido de la fiscalía, de su gobierno y, por lo tanto, de Ud. mismo, se atrevió a rechazar la solicitud de revisión de esta causa que ha sido la más acompañada y la más respaldada por amicus de la Corte en toda su historia.
Este acto ha representado una bofetada suprema a toda verdad, a toda justicia. Y no hay remedio. Estados Unidos conservará esa mancha y la historia consignará que semejante crimen social se cometió al amparo de vuestra presidencia, si Ud. que tiene las facultades constitucionales y las virtudes humanas para hacerlo, no se decide a revertir, de un plumazo presidencial, en forma valiente y justa, este proceso que hoy ofende a la humanidad.
Puesto que se ha obrado tan sin razón, hablaré. Prometo decir toda la verdad y la diré a pesar de que el sistema judicial ha actuado con una oscuridad infame como para que no encontremos las verdades que son tan evidentes para quienes actúen en forma desprejuiciada apegados a la ley, a la razón y a la ética. Es mi deber: no quiero ser cómplice.
Todas las noches me desvelaría el espectro de los inocentes que expían a lo lejos cruelmente torturados, un crimen que no han cometido.
Por eso me dirijo a vos gritando la verdad con toda la fuerza de mi rebelión de hombre honrado. Estoy convencido de que ignoráis lo que ocurre en todos los detalles, aunque algo debe saber por su condición de presidente y hombre inteligente.
¿Y a quién denunciar las infamias de esa mafia cubano-americana, coligada con personajes policíacos, administrativos, judiciales, políticos y mediáticos, que son los verdaderos culpables, sino al primer magistrado del país? Ante todo, la verdad acerca del proceso y de la condena de los cinco Héroes cubanos.
He aquí, señor Presidente, los hechos que demuestran cómo pudo cometerse, más que un error, una infamia judicial. Y las pruebas morales, como la actitud digna, el carácter excepcionalmente virtuoso, la misión noble de preservar vidas frente a actividades terroristas conocidas contra su patria, el continuo clamor de inocencia de esos cinco hombres.
Sin causa justificada para ello, la mafia y los agentes policíacos corruptos de Miami, acabaron de ofrecerlos como víctimas de las extraordinarias maquinaciones del medio terrorista y mafioso en que se movían, y del odio a los cubanos de la Isla, a los cuales les han tratado de hacer la vida imposible a fuerza de agresiones miles que se han mantenido en la impunidad durante cincuenta años.
Han pasado más de diez años y muchas conciencias permanecen turbadas profundamente, se inquietan, buscan, y acaban por convencerse de la inocencia de los cinco cubanos. No es extraño, por lo tanto, que diez Premios Nobel, parlamentos enteros o grupos de parlamentarios de distintos países, personalidades y organizaciones de los más variados credos, incluyendo prominentes personalidades sociales y del sector de la jurisprudencia, hayan conformado amicus a favor de esta causa en un número y una calidad sin precedente en la historia de la Corte Suprema.
No historiaré las primeras dudas y la final convicción de que en el caso de los Cinco no existe la menor prueba de espionaje, y esto fue reafirmado por testigos de alto nivel pertenecientes a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. En ese expediente no existe constancia de pruebas que estuvieran relacionadas con la seguridad del país, y sí informaciones que estaban vinculadas con grupos criminales y terroristas asentados de Miami, y los cuales eran el objetivo de las misiones de los cinco acusados.
Inmediatamente de la detención de los cinco cubanos, a cargo de una Operación dirigida por Héctor Pesquera, jefe del FBI en Miami, éste ni corto ni perezoso, como ilustre miembro corrupto de ese cuerpo, antes de imponer a sus jefes en Washington, llamó e informó a los congresistas Lincoln Díaz-Balart e Ileana Ros-Lehtiner para informarles del asunto. Comenzaron así las novelerías folletinescas, en la que reconozco los medios ya usados por la fértil imaginación de los vocingleros órganos de comunicación de Miami, proclamando a los cuatro vientos la acusación infame de espías para los cinco cubanos, campaña que aún continúan, pues nunca se cansarán de inventar, decir y propalar mentiras contra Cuba.
Por tanto, el primer juicio llevado a cabo en Miami contra toda lógica y fundamento legal, por ser un medio fundamentalmente hostil para los acusados, condujo a la condena injusta, más allá de la carencia de pruebas. Las sanciones fueron criminalmente severas.
La revisión del caso por el panel de tres jueces ante la apelación en el Tribunal de Atlanta, concluyó con un fallo coherente en que se cuestionó la celebración del juicio en Miami, se anularon las sentencias y se ordenó un nuevo juicio en otro territorio neutral. Parecía, por lo tanto, que la revisión del proceso era el desquiciamiento de una novela folletinesca, tan extravagante como trágica, cuyo espantoso desenlace mantenía en prisión injusta a los cinco acusados.
Así comenzó el duelo entre los abogados de la defensa y la fiscalía. Esta recurrió el fallo y otro panel de tres jueces, ésta vez con un nuevo miembro, ponente y reaccionario para mayor desgracia, se encargó de analizar la esencia del caso y finalmente introdujo variantes al fallo del tribunal de Miami y entró en contradicción con el fallo primero del panel de tres jueces. La apelación ante la Corte de Atlanta en pleno fue adversa para los acusados. La última esperanza legal dependía de que la Corte Suprema de los Estados Unidos acogiera la revisión del caso, y para lo cual contó con razones más que suficientes para hacerlo en forma honorable. Sin embargo, cometiendo un crimen contra la justicia, rechazó el caso tal como se lo pidiera la fiscalía, en nombre del gobierno.
En el fondo no hay más que una cosa: el sistema judicial defendiéndose y evitando confesar su crimen, cuya abominación aumenta de hora en hora. ¡No, eso no! Por lo demás queda demostrado que el proceso de los Cinco Héroes no es más que un asunto político relacionado con Cuba. Por lo tanto, lo repito, no pueden aparecer inocentes sin que todo el Gobierno de los Estados Unidos aparezca como culpable. Por esto todos los medios que les ha sugerido su imaginación y que les permiten sus influencias, tratan de hundir a los cinco Héroes.
¡Ah!, qué gran barrido debe hacer el Gobierno que Ud. preside en esas cuevas policíacas y jurídicas corruptas. ¿Cuándo vendrá la decisión gubernamental verdaderamente fuerte y patriota, que se atreva de una vez a refundarlo y renovarlo todo? Conozco a muchas gentes que ante las decisiones judiciales que le comento, tiemblan de angustia, ¡porque saben en qué manos esta la justicia nacional! ¡En qué albergue de intrigas y compromisos creados se ha convertido el sagrado asilo donde se supone reine la plena legalidad y la justicia! Espanta la terrible claridad que arroja sobre aquel antro el asunto de los Cinco; el sacrificio humano de cinco hombres despreciados por su condición de cubanos leales. ¡Ah! se han agitado allí la demencia y la estupidez, maquinaciones locas, prácticas de baja policía, costumbres inquisitoriales; el placer de algunos políticos venales que viven escandalosamente de la nación, ahogando en su garganta el grito de verdad y de justicia bajo el pretexto, falso y sacrílego, de razón de estado. ¡Esa verdad, esa justicia que nosotros buscamos apasionadamente, las vemos ahora humilladas y desconocidas!
Yo Acuso a Héctor Pesquera, jefe del FBI en Miami, cuyos intereses y relaciones corruptas con la mafia de mafia lo condujo a una actuación ingloriosa, en la que no faltaron maquinaciones descabelladas y culpables.
Yo Acuso a la jefatura nacional del FBI por su actuación débil y cómplice al aceptar la actuación inconsulta de Héctor Pesquera, a pesar de contar de antemano, tres meses antes, con informaciones recogidas por esa institución en la Habana, Cuba, relacionadas con los planes terroristas que se planeaban desde Miami contra Cuba, y cuya misión fue cumplida por orden expresa del presidente William Clinton y sus asesores de Seguridad Nacional, ante un mensaje directo de Fidel Castro que fue transmitido por el escritor Gabriel García Márquez. El compromiso comunicado por el FBI a las autoridades cubanas de reciprocar información en una semana se convirtió en la detención de los cinco cubanos, fuente de muchas de las informaciones, y de un largo silencio que dura hasta la actualidad.
Yo Acuso a los fiscales actuantes en la causa durante el juicio en Miami, por su falta de ética y legalidad durante su desempeño profesional y por haberse hecho cómplices de las maquinaciones de la mafia cubano-norteamericana, con los cuales mantuvieron y mantienen lazos estrechos.
Yo Acuso a la jueza Joan Lenar por haber actuado con una parcialidad monstruosa durante el juicio, lo cual permitió un fácil resultado de culpabilidad de todos los cargos y las sanciones desproporcionadamente severas e injustas.
Yo Acuso a los miembros del jurado que actuaron en el tribunal de Miami por plegarse a la campaña de miedo reinante en Miami y decidirse en un santiamén a brindar su fallo de culpabilidad en uno de los juicios más complejos, largos e importantes celebrados en los Estados Unidos.
Gerardo Hernández autor de estas caricaturas luchador contra el terrorismo preso desde hace diez años actúe Mr. Obama, el mundo pide su libertad!
Yo Acuso Tribunal de Miami por haber condenado a los acusados fundándose en falsedades y al Tribunal de Apelaciones de Atlanta por haber cubierto esta ilegalidad, cometiendo el crimen jurídico de condenar conscientemente a unos inocentes, si bien introdujo posibilidad de modificaciones de penas en tres casos y aportó elementos de juicios válidos para una posible rectificación legal que no llegó a producirse dentro del sistema judicial norteamericano.
Yo Acuso a la Corte Suprema.de los Estados Unidos por cometer un crimen contra la justicia al rechazar la solicitad de revisión del caso de los Cinco, con suficientes méritos jurídicos, éticos y políticos para su aceptación.
Yo Acuso a la mafia cubano-norteamericana que ha vivido durante cincuenta años a expensas de las campañas de difamación y de las agresiones terroristas contra Cuba, por orquestar en su condición de turba exaltada las viles calumnias y crear el clima intolerante necesarios para provocar la condena de los cinco cubanos presos..
Yo Acuso a la prensa radial, escrita y digital de Miami por actuar como mastines azuzados por las mafias miamenses y haber hecho una campaña abominable para manchar la imagen de los Cinco, extraviando a la opinión pública
Yo Acuso a los grandes medios nacionales de prensa por el manto de silencio tendido para impedir que la verdad de la causa de los Cinco se ventilara ante opinión del pueblo norteamericano y se desmitificara la conjura de espionaje montada tan vilmente en su contra.
Yo Acuso al presidente William Clinton por su deshonrosa actuación en el caso de los Cinco, porque es conocido que por iniciativa de Fidel Castro, y ante informaciones de planes macabros de terrorismo que se planificaban contra la aviación e instalaciones fuera y dentro de Cuba, se pidió a Gabriel García Márquez, amigo del presidente, transmitirle un mensaje que éste se aprendió con el método repetitivo de un escolar y transmitió a sus asesores de Seguridad Nacional con una fidelidad de genial Premio Nobel de Literatura. La respuesta fue el envío rápido a Cuba de una delegación del FBI, de alto nivel, para conocer de primera mano las informaciones, las cuales fueron suministradas oralmente y con profusión de detalles en pruebas de diverso formato. Esta delegación se comprometió en brindar una respuesta que nunca llegó.
A pesar de todos estos hechos, ante la detención del FBI de los Cinco cubanos, el presidente Clinton no movió ni un dedo para imponer el orden que merecían las conversaciones y acuerdos sobre este sensible asunto. ¡Cuánta cobardía y deshonra entraña la inacción en una materia que comprometía la honra y credibilidad de las instituciones de un país como Estados Unidos!
Y por último: Yo Acuso al presidente George W. Bush por haber sostenido durante su mandato, a través de la Fiscalía y otros órganos gubernamentales, una política de venganza contra los Cinco, tratando de descargar su odio directamente contra ellos, ya que no pudo hacerlo en forma directa sobre su pueblo, rabioso por su impotencia de entregarle Cuba, en bandeja de plata, a la mafia, tal como le prometiera en su campaña electoral y después de ocupar la presidencia.
En cuanto a las personas a quienes acuso, debo decir que ni las conozco ni las he visto nunca, ni siento particularmente por ellas rencor ni odio. Las considero como entidades, como espíritus de maleficencia social. Y el acto que realizo aquí, no es más que un medio revolucionario de activar la explosión de la verdad y de la justicia. Sólo un sentimiento me mueve, sólo deseo que la luz se haga, y lo imploro en nombre de la humanidad, que ha sufrido tanto y que tiene derecho a ser feliz. Mi ardiente protesta no es más que un grito de mi alma. Que se atrevan a llevarme a los Tribunales y que me juzguen públicamente. Así lo espero.
Sepa Ud., Monsieur le Président Obama, que espero que Ud. honre con su actuación el prestigio que merece el pueblo norteamericano, pues cómo dijera el Maestro de los cubanos, "de la justicia no tienen nada que temer los pueblos, sino los que se resisten a ejercerla:" "Se pelea mientras hay por qué, ya que puso la Naturaleza la necesidad de justicia en unas almas, y en otras la de desconocerla y ofenderla".
Finalmente espero, junto a millones de personas que respaldan la liberación de estos cinco hombres extraordinarios, que nunca fueron espías, que Ud. sepa escuchar el clamor que llega desde todas partes del mundo, incluyendo los Estados Unidos, y actúe con la alteza suficiente para lavar el honor de la nación norteamericana. Por favor, no guarde silencio en este caso, no permanezca inmóvil e insensible como una piedra. Le recuerdo y alerto que "ver en calma un crimen es cometerlo".
(Nota: El autor ha respetado el espíritu del alegato y ha tratado de respetar, en todo lo posible, los elementos argumentales y textuales del documento original de Zola, cuya vigencia y atenencia son innegables para el caso de los cinco Héroes cubanos. Se autoriza la libre reproducción de este material en función de la lucha por su liberación.
* Doctor em Ciências Médicas. Profesor de Mérito
Al publicar en medio impreso, haga el favor de citar la fuente y enviar copia para: Caixa Postal 131 - CEP 60.001-970 - Fortaleza - Ceará – Brasil
http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=39331
"...los asuntos que estamos presentando, nos dan en este momento la más grande de nuestras oportunidades para liberar a los Cinco. Este es un momento crítico y es muy importante que la red de apoyo esté al tanto e involucrados activamente en el caso." Leonard Weinglass, abogado estadounidense del equipo de la Defensa. www.amigosdecuba.com.ar/5patriotas (Argentina); www.thecuban5.org (Comité Internacional por la Libertad de los Cinco)
Eladio González Rodríguez Toto director Museo Ernesto Che Guevara Buenos Aires Argentina adhiere manifiesto de 50 sacerdotes y laicos antipedofilos
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-126954-2009-06-20.html
CINCUENTA SACERDOTES Y OTROS TANTOS LAICOS CRITICARON A LA JERARQUIA CATOLICA POR NO DEFINIRSE SOBRE GRASSI
“Este silencio tiene la apariencia de otorgar”
En un documento, los sacerdotes se solidarizaron con las víctimas del cura condenado por pedofilia y que permanece libre hasta que el fallo quede firme. En el texto lamentan que la cúpula de la Iglesia no se pronunciara sobre el tema, como tampoco en el caso Von Wernich.
Por Carlos Rodríguez
En un comunicado, cerca de un centenar de sacerdotes y laicos de la Iglesia Católica de todo el país expresaron ayer su “saludo solidario” a los tres jóvenes que denunciaron al cura Julio César Grassi y expresaron que “el peligro” de que el condenado siga en libertad “no es el procesal”, es decir que se presente o no ante los llamados de la Justicia, sino “la posibilidad de que reincida en aquello por lo que se lo ha condenado en primera instancia”, en referencia a la pena de 15 años de prisión que se le aplicó por “pederastia y pedofilia”.
Al mismo tiempo, los firmantes de la declaración pública, a la que tuvo acceso Página/12, lamentaron “el silencio de las cúpulas eclesiásticas ante este caso, y otros como el de (Christian) Von Wernich”, condenado a prisión perpetua por siete homicidios y 34 casos de tortura ocurridos durante la dictadura militar. Los firmantes resaltaron que no entienden “este silencio que tiene la apariencia de callar y otorgar”.
Entre los curas y religiosos que suscriben el documento figuran Eduardo de la Serna, párroco de la Iglesia Jesús, el buen pastor, de San Francisco Solano y miembro del Grupo de Curas en Opción Preferencial por los Pobres; el sacerdote neuquino Rubén Capitanio, que fue colaborador del fallecido obispo de Neuquén Jaime de Nevares, uno de los pocos miembros de la Iglesia que se manifestaron públicamente en contra de la dictadura militar, y el presbítero Ernesto Narcisi, que ahora desempeña su tarea sacerdotal en Añatuya, Santiago del Estero, de recordada actuación en la parroquia de la villa del Bajo Flores. Entre los laicos que adhirieron al texto del documento figuran docentes, psicólogos, trabajadores sociales, catequistas, periodistas y estudiantes.
En diálogo con Página/12, De la Serna comentó que la declaración es el resultado “de una serie de manifestaciones aisladas y reiteradas que se vienen produciendo en los últimos tiempos, desde el comienzo del juicio contra Grassi y que decidimos aunar para expresar la opinión de un sector importante de personas relacionadas con la Iglesia”.
Según De la Serna, después de la difusión de la carta “han aparecido nuevas adhesiones y seguramente seguirán apareciendo, pero creíamos necesario darla a conocer ahora y no esperar más tiempo”. La declaración dice en forma textual:
“Ante el fallo que encuentra culpable al presbítero Julio César Grassi por pederastia y pedofilia, pero que a su vez le concede libertad e incluso la posibilidad de ir, con alguien por él elegido, a la Fundación Felices los Niños, queremos señalar:
“1. Nuestra mirada pretende ser –como lo hemos dicho muchas veces– desde las ‘víctimas’, que son, en este caso, evidentemente, los menores abusados;
“2. Creemos que la fuerza de los curas no puede ni debe estar dada por su cercanía al poder sino por la credibilidad, y –por lo tanto– no entendemos la negativa a someterse a pericias, ni su presencia coercitiva en la Fundación;
“3. Nos parece que ‘el peligro’ principal no es el procesal (esto es, que Grassi comparezca o no a los llamados de la Justicia), sino la posibilidad de que reincida en aquello por lo que se lo ha condenado en primera instancia. Eso sería gravísimo y responsabilidad directa de quienes le conceden la libertad;
“4. Lamentamos el silencio de las cúpulas eclesiásticas ante este caso, y otros como el de von Wernich. Vemos que otros episcopados como el colombiano han hecha pública su voz en casos semejantes y no entendemos este silencio, que tiene la apariencia de ‘callar’ y ‘otorgar’.
“Desde nuestro lugar de curas, religiosos, religiosas y laicos/as hacemos llegar nuestro saludo solidario a los menores víctimas y a otros que eventualmente existieran, y como miembros de la comunidad eclesial les pedimos perdón por la violencia que surgió contra ellos desde nuestra ‘casa’.”
Luego siguen las firmas de 49 curas y religiosos, y las de 50 laicos que trabajan en parroquias e iglesias de Córdoba, Neuquén, Chascomús, Rosario, San Isidro, Quilmes, Formosa, Santiago del Estero, Avellaneda, San Nicolás, La Rioja, Mendoza, San Justo, San Miguel, Merlo, Moreno, Rafaela, Lomas de Zamora, Morón, La Plata y en la ciudad de Buenos Aires.
De la Serna, a título personal, consideró que “un pedófilo es una persona enferma, como lo es un torturador, pero no es un enfermo cualquiera. Es un enfermo peligroso, porque hay enfermos que no le hacen mal a nadie. Grassi es una persona enferma, pero hay que tener en cuenta que el único lugar en el que puede curarse es la cárcel”. Sobre el rol de la cúpula de la Iglesia, el religioso sostuvo que los firmantes se consideran “parte de la institución y por eso salimos a disculparnos”.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/126954-40634-2009-06-20.html
Apelación con freno de mano
Por Carlos Rodríguez
Las apelaciones presentadas por la Fiscalía y por dos de los querellantes, Juan Pablo Gallego y Sergio Piris, para que se ordene la inmediata detención del cura Julio César Grassi, están frenadas en razón de las vacaciones que se tomaron, por 30 días, los miembros del Tribunal Oral Nº 1 de Morón, Luis María Andueza, Jorge Carrera y Mario Gómez. Por una cuestión formal, el tribunal es el que tiene que recepcionar el pedido y luego trasladarlo a la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías de Morón, que es la que tiene que resolver en definitiva si corresponde o no modificar el fallo y ordenar la detención del cura que fue condenado a 15 años de cárcel.
Ayer se hizo el sorteo, entre los jueces de ese fuero, para nombrar a los jueces interinos del Tribunal Oral Nº 1 para suplantar a los que están de licencia. Ellos serán Angélica Parera, Leticia de Carlo y Osvaldo Cedarri. Recién el viernes de la semana próxima, la apelación llegaría a la Cámara, que tiene diez días para resolver. Como se ve, la causa Grassi tiene el ritmo frenético de una tortuga renga.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/1-40633-2009-06-20.html
LA POSIBLE ESTRATEGIA DE LA DEFENSA SI EL CURA QUEDA DETENIDO
De cómo Grassi ya estuvo 14 años en prisión
Por Carlos Rodríguez
Se trata apenas de una especulación, pero con el tiempo puede convertirse en una posibilidad que nadie descarta. Como se sabe, a Julio César Grassi lo condenaron a 15 años de prisión, pero sigue libre hasta que la sentencia quede firme, aunque la Fiscalía y los querellantes quieren que vaya preso de inmediato (ver recuadro). En el caso de que se produzca la detención, a la defensa le quedaría una alternativa que, con seguridad, despertará una nueva polémica si es que finalmente se concreta. Podría argumentar, se dice, que lo que cumple Grassi desde noviembre de 2002 es un régimen de “prisión morigerada”, pero “prisión” al fin. Esto significaría que estarían en condiciones de decir que Grassi, por aplicación de la ley del dos por uno, ya cumplió 14 de los 15 años que tendría que cumplir.
“Eso no es más que una especulación, algo que nosotros no estamos planteando en estos momentos”, le dijo a Página/12 Daniel Cavo, uno de los abogados del sacerdote. “Los querellantes quieren poner el tema sobre el tapete, pero es algo que no está planteado ahora. En el futuro se verá”, completó Cavo. Otras fuentes, aunque no abiertamente, vienen señalando, desde antes de que se conociera el fallo, que los defensores de Grassi van a pedir que se aplique el dos por uno. La ley 23.490, llamada del dos por uno porque computaba dobles los días en prisión de los detenidos sin condena firme, fue derogada para todos los delitos cometidos a partir del 2 de junio de 2001.
Los delitos por los que se condenó a Grassi ocurrieron antes del año 2000, de manera que, en su caso, el beneficio sigue teniendo vigencia. El caso Grassi se hizo público recién hacia fines de 2002, pero los hechos arrancaron unos dos años antes. El rumor sobre las intenciones de la defensa de Grassi viene de lejos. El 7 de abril, cuando la Fiscalía pidió una pena de 30 años para el cura, los fiscales, en conferencia de prensa, dijeron ante una pregunta que lo que cumple Grassi “no es una prisión morigerada” sino una “libertad vigilada”.
El que amplió la idea fue el fiscal general de Morón, Federico Nieva Woodgate, en diálogo con Página/12. “Nunca tuvo un régimen de prisión morigerada. El está con una libertad vigilada, de manera que, si se le dicta una condena efectiva, no puede solicitar que se le descuente el tiempo que estuvo bajo proceso, porque no fue una prisión preventiva ni una prisión morigerada. No fue prisión”, insistió Nieva Woodgate. Desde este punto de vista, a Grassi sólo podrían computarle dobles los 29 días que estuvo efectivamente preso, en una comisaría de Morón, entre octubre y noviembre de 2002.
Sin embargo, el querellante Juan Pablo Gallego, que representa al Comité de Seguimiento y Aplicación del Convenio sobre los Derechos del Niño, cree que la defensa de Grassi “es capaz de apelar a todos los caminos posibles para que su representado nunca vaya a la prisión”. Por su parte, una fuente judicial que pidió mantener su nombre en reserva dijo que tenía “la certeza de que la cuestión del dos por uno va a ser planteada en algún momento por la defensa de Grassi y hay que estar atentos sobre el tema”. Otro de los querellantes, Sergio Piris, quien en el juicio representó al chico conocido como “Gabriel”, estimó que es “seguro” que los defensores de Grassi van a realizar el pedido del doble cómputo. Según Piris, el fallo dejó abierta esa posibilidad.
Este diario volvió a pedir ayer la opinión de uno de los fiscales del juicio, Alejandro Varela, quien fue terminante, como lo había sido antes el fiscal general. “Lo que nosotros entendemos es que no corresponde aplicar la ley del dos por uno. Lo que cumple Grassi no es una prisión morigerada ni una prisión vigilada. No estuvo ni está preso. Lo que se aplicó, en su caso, fue una libertad ‘alternativa’, una figura incorporada hace poco al Código, que ni siquiera es una ‘prisión vigilada’, como dijo erróneamente el tribunal (Oral Nº 1 de Morón, que condenó a Grassi). El estuvo libre en todo momento. Su única obligación, durante todo el proceso, fue la de presentarse una vez por mes ante el tribunal y nada más. Si la defensa plantea que se aplique el dos por uno, nosotros nos vamos a oponer porque no corresponde.”
Sociedad / Edición Impresa
cuestionaron su libertad porque temen que reincida
Los curas no perdonan los pecados de Grassi
Un grupo de cuarenta y nueve sacerdotes y cincuenta laicos lamentaron, además, el silencio de la cúpula eclesiástica ante el caso. “Tiene la apariencia de callar y otorgar”, dijeron. Pidieron perdón a las víctimas de los abusos sexuales.
20.06.2009 http://www.criticadigital.com.ar/impresa/index.php?secc=nota&nid=26260
Grassi. Otros sacerdotes se manifestaron en contra del fallo: “Si reincide, sería responsabilidad directa de la Justicia”.
Cuarenta y nueve sacerdotes y cincuenta laicos se pronunciaron en contra de la libertad de Julio César Grassi ante “la posibilidad de que reincida en aquello por lo que ha sido condenado” –el delito de pedofilia– y lamentaron “el silencio de las cúpulas eclesiásticas ante el caso”.
El pronunciamiento público se conoció una semana después de que el titular de la Fundación Felices Los Niños fuera condenado a 15 años de prisión por pedofilia contra el denunciante “Gabriel” en 1996. Sin embargo, el cura fue absuelto por otras 15 denuncias realizadas por los entonces menores “Luis” y “Ezequiel”. La polémica se despertó a partir de la decisión del Tribunal de dejar en libertad a Grassi mientras la sentencia no quede firme y permitirle presentarse en las sedes de la fundación acompañado por una persona que él designe.
Por esto, curas y religiosos de todo el país, apoyados por docentes, letrados, teólogos y estudiantes, firmaron un documento para sentar su oposición a la decisión judicial.
“Nos parece que el peligro principal no es el procesal (es decir que Grassi comparezca o no a los llamados de la Justicia), sino la posibilidad de que reincida en aquello por lo que se lo ha condenado en primera instancia. Eso sería gravísimo y responsabilidad directa de quienes le conceden la libertad”, acusa el texto que suscriben eclesiásticos de las provincias de Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe y La Rioja.
“Lamentamos el silencio de las cúpulas eclesiásticas ante este caso y otros como el de (el sacerdote Christian) Von Wernich. Vemos que otros episcopados como el colombiano han hecha pública su voz en casos semejantes y no entendemos este silencio que tiene la apariencia de ‘callar’ y ‘otorgar’”, continúa.
En el documento, los firmantes aclaran además: “Nuestra mirada pretende ser –como lo hemos dicho muchas veces– desde las víctimas, que son, en este caso, evidentemente, los menores abusados. Creemos que la fuerza de los curas no puede ni debe estar dada por su cercanía al poder sino por la credibilidad, y –por lo tanto– no entendemos la negativa a someterse a pericias, ni su presencia coercitiva en la fundación”.
LA DECISIÓN FINAL. Antes de las firmas, el escrito señala: “Desde nuestro lugar de curas, religiosos, religiosas y laicos/as hacemos llegar nuestro saludo solidario a los menores víctimas y a otros que eventualmente existieran, y como miembros de la comunidad eclesial les pedimos perdón por la violencia que surgió contra ellos desde nuestra ‘casa’”.
Los presbíteros de Córdoba Víctor Acha, Julio Aguirre, José Alessio y Miguel Berrotarán son algunos de los religiosos firmantes, mientras que la docente bonaerense Carmen Adaro, la trabajadora social quilmeña Gladys Alcaraz y el diseñador gráfico Gustavo Balbi son algunos de los laicos que suscriben el documento.
El martes último, la Subsecretaría de Niñez y Adolescencia de la provincia de Buenos Aires resolvió impedir al sacerdote entrar en la fundación y tomar contacto con los menores internados, aunque la decisión final correrá por cuenta de la Justicia.
“Creemos que la libertad de ese delincuente sexual y su ingreso al escenario de los crímenes derivará en la reiteración de los abusos de menores”, argumentaron los abogados Sergio Piris y Juan Pablo Gallego en el escrito que presentaron ante la Sala I de la Cámara Penal de Morón.
Enrique Stola
Buenos Aires, Argentina
"El silencio es complicidad" José Adán Castelar, poeta de Honduras. América Central
Educación sexual para decidir. Anticonceptivos para no abortar. Aborto legal para no morir.
Pedofilia el Che Guevara y jueces argentinos que están en pañales Militar pedófilo norteamericano Garner Enrique Stola vs. Grassi niñez indefensa
Viernes, 19 de Junio de 2009 Por Sonia Tessa
Coartada para pedofilos
El Sindrome de Alienación Parental (SAP) es el invento de un oficial del ejército estadounidense, Richard Garner, que a la vez sostiene y defiende que los niños y niñas pueden ser iniciados sexualmente por sus padres o madres.
Sin embargo, este conjunto de síntomas que indicarían que los menores mienten “alienados” por sus madres es una herramienta de uso común en los juzgados argentinos tanto en casos de abuso sexual como en divorcios contenciosos. Sus principales defensores son los mismos que reivindican la figura tradicional de la familia –aun a costa del maltrato– y las asociaciones de padres autodenominados “alejados de sus hijos” que reaccionan de la manera más retrógrada frente a los avances en el conocimiento y las sanciones del abuso sexual Por Sonia Tessa
“Nosotros tenemos cuidado con las denuncias de abuso sexual, porque muchas veces son inducidas por la madre. Y, además, la nena tenía un noviecito.” Con estas palabras, la secretaria del juzgado de instrucción de Rosario desnudó los prejuicios de los operadores judiciales cuando se trata de escuchar a niñas y niños.
Este descreimiento cuenta con una herramienta fundamental: el supuesto Síndrome de Alienación Parental (SAP) que se da por cierto en informes periciales y dictámenes judiciales, aunque no tiene ninguna validación científica.
El diálogo se produjo en 2007, y la niña en cuestión –de 13 años– había podido denunciar a su padre por reiteradas violaciones, pero la jueza Raquel Cosgaya dictó la falta de mérito sin pedir la intervención de ningún especialista en la problemática. La víctima fue interrogada también sin contemplar la ley 25.852, que impide hacerlo en cualquier instancia judicial, y establece la cámara Gesell como método para escuchar el relato de los niños.
Al contrario de la indefensión de la denunciante, el padre –pese a estar desocupado– contó con la asistencia legal de un costoso abogado que brinda servicios a la asociación de “padres alejados de sus hijos” de Rosario, Gapadeshi.
Es que el SAP es una manifestación del Backlash, el contramovimiento nacido para contrarrestar los avances en el conocimiento y las sanciones sobre el abuso sexual infantil.
El recurso al SAP –cuya formulación indica que las denuncias de abuso se originan en el “lavado de cerebro” del progenitor conviviente hacia el niño– se extiende por los Tribunales de todo el país impulsado por organizaciones autodenominadas de padres alejados de sus hijos, como Apadeshi, Afamse y Anupa.
En especial, la primera organiza cursos de manera permanente. Siempre hay alguna publicidad de jornadas de este tipo colgada con chinches en los distintos pasillos de los Tribunales. Y en las páginas web de estas organizaciones se leen infamias contra profesionales especialistas en abuso sexual infantil, ya sea del campo de la salud mental como del derecho.
Además, esta construcción teórica forma parte del sentido común de muchos jueces y operadores judiciales, tal como fue expresado brutalmente por la funcionaria del principio.
EL ORIGEN
El SAP fue creado en 1985 por el oficial del ejército estadounidense Richard Garner.
Ese supuesto síndrome jamás fue reconocido por ninguna asociación profesional y fue rechazado tanto por la Asociación Americana de Psiquiatría como por la Organización Mundial de la Salud. De hecho, Gardner publicó por sí mismo sus libros, en su propia editorial, Creative Therapeutics, y en las universidades estadounidenses lo desconocen. Gardner se suicidó en 2003, pero sus teorías no murieron con él.
Su prédica tuvo una amplia aceptación en los Tribunales, primero en Estados Unidos y ahora en Argentina. De hecho, muchos psicólogos lo dan por cierto. En 2007, en España, el fallo de una jueza de la localidad catalana de Manresa aplicó este supuesto síndrome y levantó la polémica.
El debate llevó a la Asociación Española de Neuropsiquiatría a presentar un informe, elaborado entonces por el psiquiatra Antonio Escudero Nafs, la pediatra Lola Aguilar Redorta y la cirujana general Julia de la Cruz Leiva. Allí se lee: “Se trataría de un ‘síndrome médico’ (y por tanto psiquiátrico).
El sustento teórico de ello ha sido la equiparación por analogía, fundamentalmente con el síndrome de Down y la neumonía por causa neumococica. Sin embargo, esta construcción teórica pertenece al campo de la argumentación.
El uso de las analogías o el pensamiento circular como bases principales de la estructura del AP no corresponden a la metodología científica en medicina, sino al campo de las inferencias lógicas inválidas”.
¿Qué dice el SAP? Que las niñas y niños que denuncian a sus padres han sido alienadas por su madre (habla del progenitor conviviente, pero siempre se trata de la madre) y tras ese lavado de cerebro, inventan situaciones que jamás vivieron. Esta propuesta no sólo se toma para los casos de abuso, sino también en muchos divorcios contenciosos.
Pero los impulsores del SAP esconden que Gardner fue un pedófilo, y que sus teorías apuntan a justificar la pedofilia. Patricia Gordon, coordinadora de la comisión de Abuso Sexual del Colegio de Psicólogos de Mar del Plata, plantea: “No nos olvidemos que Gardner alienta en sus escritos la iniciación sexual de niños y adolescentes.
Es importante leerlo a la letra y darnos cuenta de seguir aferrándose al SAP y las pseudos teorías de la coconstrucción de memoria, y muy particularmente plantear la revinculación (de niños y niñas con su padre abusador), son parte de una teoría perversa y pedófila. Gardner sostiene y dice que los niños y los adolescentes pueden ser iniciados sexualmente por sus padres. Esto es muy grave”.
Entonces, el supuesto síndrome sería, sobre todo, una defensa del derecho del padre a irrumpir en la sexualidad de su prole. Y se lo defiende, justamente, porque está en peligro. El SAP es la herramienta teórica del backlash.
“En Estados Unidos empezó hace 15 años, cuando la Justicia comenzó a condenar a los abusadores sistemáticamente, y se destapó el tema. Las primeras asociaciones que se armaron en Estados Unidos surgieron en los años 80. En 1984 se creó Ocal, que unía a “las víctimas de las leyes de abuso infantil”, rememora María Inés Bringiotti, presidenta de la Asociación Argentina de Prevención del Maltrato Infanto Juvenil. Un video llamado “Rompiendo el silencio”, difundido en 2005 en Estados Unidos, muestra testimonios estremecedores de víctimas de la aplicación del SAP.
Ese documental forma parte de la demanda que interpuso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos un grupo de madres y sus hijos e hijas víctimas de violencia y abuso sexual, damnificados por la admisión del Síndrome de Alienación Parental en los Tribunales de Estados Unidos.
UNA VERSION VERNACULA
A estas tierras, la formulación llegó de la mano del ex juez Esteban Cárdenas, a partir del artículo “El abuso de las denuncias de abuso”, publicado el 15 de septiembre de 2000 en la revista La Ley. Aquel artículo planteaba, por ejemplo, que “existen otras formas de pensar el abuso sexual intrafamiliar y de operar con las denuncias, que no sólo se ajustan más al derecho, sino que también impiden que un buen número de niños y niñas se queden sin padres”.
Así, Cárdenas desnuda su ideología patriarcal. Porque uno de los objetivos, según apunta el psiquiatra y psicodramatista Enrique Stola, es preservar al padre. “Realmente resulta terrible que haya jueces y juezas que tomen este llamado síndrome como algo científico.
Esto lo utilizan psicólogos, psiquiatras, jueces y juezas, para los cuales es importante que el padre siempre esté ahí, no importa que se coja a los chicos, es importante que esté ahí, porque tiene que ver con la figura del hombre, tiene que ver con el patriarcado, con el machismo, con la dominación masculina”, dice sin eufemismos.
Para el juez Carlos Rozansky, autor del libro Abuso sexual infantil, ¿denunciar o silenciar? y de la ley 25.852, no hay dudas. “Más allá de si alguien pudiera tomarlo como teoría científica, lo importante es que no lo es. Simplemente es una parte más de la reacción contra el avance que hubo en abuso sexual infantil.
Durante siglos se dijo que los chicos mienten, y así se resolvía. Cuando se supo que los chicos no mienten sobre esto y que hasta cierta edad ni siquiera tienen posibilidad de fabular sobre situaciones sexuales no vividas, ahí empezaron a avanzar teorías como la de la coconstrucción.
Ahí se empezó a decir que los chicos creen que dicen la verdad y había un adulto, generalmente la madre, que coconstruía con los chicos. Después vino este síndrome, importado de un autor americano que ni siquiera está convalidado en su país. Ya no se decía que los chicos mentían, sino que directamente se les había lavado el cerebro para que dijeran que habían sido abusados.
En algunos casos hay jueces o funcionarios que compran esta historia y le dan valor”, subrayó el juez, que durante nueve años estuvo en la Cámara del Crimen de Río Negro y también formó parte del Tribunal que condenó al represor Miguel Etchecolatz.
En este punto, Stola es contundente: “El SAP está ganando terreno entre cómplices, ignorantes y perversos. Es un instrumento de violencia contra las mujeres. Juezas, jueces, psicólogos y psicólogas, psiquiatras que lo aplican están ejerciendo violencia contra las mujeres”.
GUERRA A LAS MUJERES
El SAP considera que las madres manipulan a niños y niñas absolutamente maleables, e incapaces de hablar de su propia experiencia. “Es un instrumento contra la mujer. Se trata de descalificarla como loca, como manipuladora. Sabemos que en algunas separaciones, cuando el padre y la madre están muy mal entre ellos, hay manipulaciones.
Pero eso no significa que los chicos sean alienados. Por el contrario, cuando hay obstrucción del vínculo, hay que darse estrategias para preservar a los niños, que tienen que ver con su cuidado, pero jamás tratando de destruir a la otra parte”, indica Stola. Es que Gardner, en sus libros, plantea directamente la separación de los niños y la madre, en los que denomina “casos graves”.
Así, muchos jueces definen que sus hijos vayan a vivir con el padre abusador. Y en uno de esos juicios, ante la decisión de la jueza de darle la tenencia al acusado, la psicóloga rosarina Liliana Pauluzzi, directora de Casa de la Mujer, de larga trayectoria en el tema, presentó un informe para argumentar las consecuencias del fallo sobre la salud mental de la niña. Hoy enfrenta un juicio por daños y perjuicios de parte del abusador.
Para Rozanski está claro que es un problema de género. El magistrado recuerda que el interrogatorio judicial a una niña de 15 años, discapacitada, que había sido violada por un vecino, a quien el juez le terminó preguntando si a ella le gustaba el hombre, fue para él una bisagra. “De golpe vi una realidad, y entendí que hay una práctica judicial inveterada, de siempre, que no sirve para nada.
Esas prácticas están arraigadas en el prejuicio histórico de género y de edad”, relata el magistrado, quien inició allí el camino que lo llevó a elaborar la actual ley sobre abuso sexual infantil.
“Ese fue el caso concreto en el cual yo me di cuenta de lo que no podía seguir sucediendo es que una criatura abusada vaya a un lugar con gente de traje y corbata que les pregunte cosas que no están en condiciones de contestar. Hay que sacar a los chicos de los juicios para que el especialista les haga las preguntas.”
EL VALOR DE LA PALABRA
Durante siglos, la palabra de niñas y niños no significaba nada. A nadie se le ocurría escucharlos. Pero ha pasado agua debajo del puente, aunque en algunos casos, esa agua no haya llegado a la Justicia. “Lo complejo acá es que este supuesto síndrome, que no está convalidado científicamente, apunta al descreimiento, la descalificación y la desmentida de la palabra de los niños, las niñas y las madres, que son las que muchas veces escuchan los primeros relatos de los chicos abusados”, puntualiza Gordon.
“Mediante este supuesto síndrome se intenta barrer con todo el conocimiento que hemos acumulado durante muchísimos años sobre la constitución del psiquismo infantil. Así, se deja a los chicos en un lugar donde no interesan sus procesos cognitivos, no se toman en cuenta las manifestaciones de su inconsciente, no se da validación al conjunto de síntomas que presentan los chicos. Marca un retroceso importantísimo.”
Los especialistas en abuso sexual infantil saben que “el indicador más importante para distinguir una situación de abuso sexual es el relato de la víctima, porque hay criterios de validación científica que pueden dar cuenta de una situación de abuso, pero siempre teniendo en cuenta el relato. Después hay un conjunto de síntomas inespecíficos.
Pero es importante contar con el relato, lo que sucede, hay que tener en cuenta que estamos hablando de una devastación psíquica, de una situación traumática, y muchos chicos pasan mucho tiempo sin poder hablar de eso”, puntualiza Gordon. Y recuerda que “uno de los componentes de una situación de abuso es el silencio y el secreto”.
Para esta psicóloga, lo más grave es que la Justicia –con excepciones– “no está preparada ni quiere” escuchar a las víctimas en un marco adecuado.
Para cambiar esa práctica, Rozanski elaboró una ley que apunta a generar el marco adecuado. Pero eso no cambió la cabeza de los operadores. La mayor parte de las veces, a las víctimas se las escucha desde el prejuicio. Se considera que los chicos mienten, inventan, fantasean. “El Poder Judicial no se caracteriza por escuchar a niños y niñas, por darle crédito a su palabra.
Todavía sigue la cultura del patronato, que significa decidir por ellos, al suponer que siempre un adulto sabrá lo que es mejor para los niños. El SAP entra en esa cultura”, considera Stola.
Y allí aparece el gran caballito de batalla de los impulsores del supuesto síndrome. Para ellos, el lavado de cerebro de las madres hacia sus hijos las llevaría a inventar denuncias. “El índice de denuncias falsas es bajísimo. Se estima que no supera el 5 por ciento”, indica Pauluzzi.
Por su parte, Bringiotti afirma que “hay mucho material investigado. En un análisis de las denuncias en la Dirección de la Mujer, se estableció que en el 40 por ciento de las denuncias se valida el abuso, en cambio, en un 20 por ciento no se pueden validar. Pero eso no significa que no hayan ocurrido. Puede haber cerca de un 30 por ciento que no se puede decir si ocurrió o no ocurrió. Pero siempre hay que tomar medidas de protección de niños”, indicó la presidenta de Asapmi. En Estados Unidos establecieron que las denuncias falsas en este tema alcanzan, como máximo, el 15 por ciento.
Y reconoce que en esos “poquísimos casos” se puede plantear el error, por temor de la madre o la mala intención. “En el caso de que hubiera una falsa denuncia malintencionada, lo correcto es hablar de maltrato emocional.” Para ella, darle la categoría de síndrome a la supuesta alienación parental significa sistematizar “algo que ocurre mucho, y las estadísticas demuestran que no es así”.
Gordon diferencia entre “falsa denuncia, que es un término que no está bien empleado, y lo que sería una denuncia no sustanciada. Estas son aquellas en las que las pruebas aportadas a la Justicia no son suficientes para comprobar una situación de abuso”.
Desde su vasta experiencia judicial, Rozanski también echa luz sobre el mito de las falsas denuncias. “Puede ocurrir, como en cualquier otro delito. Pero está demostrado en el mundo que el índice es bajísimo.” Lo que deja en claro es que “todo depende de qué ritmo se le da a la investigación. Si uno parte de la base de que se está frente a un invento, como el SAP, obviamente la subjetividad del investigador lo llevará a concluir que es una falsa denuncia”, plantea el juez, quien convoca a los operadores judiciales a “tomar conciencia de que los niños sobre esto no mienten, que se los debe entrevistar en condiciones adecuadas para expresarse sobre lo que ocurrió”.
Es que las niñas y los niños no pueden hablar sobre sensaciones que no han vivido. “Los que estamos en el campo de la salud mental tenemos la obligación de conocer que niños y niñas no pueden fantasear sobre experiencias eróticas que no vivieron. Una niña dijo que a su papá le salía chocolate blanco del pito. Eso no pudo expresarlo si no lo hubiera vivido”, establece Stola.
En la misma línea, Pauluzzi recuerda que “los adultos no pueden inculcarles sensaciones a los chicos. Cuando hablan del gusto, de la transpiración, eso no pudieron verlo en una película como muchas veces se dice. Por otro lado, cuando se trata de una mentira, a partir del relato se descubre de inmediato”.
De eso se trata el trabajo de los especialistas. “Muchas veces a los psicólogos nos piden pruebas. Pero nosotros no somos juntadores de pruebas. Trabajamos con el psiquismo, que no se pesa, que no se mide, pero se ve en sus síntomas, se puede analizar en el relato, que permite llegar a la verdad subjetiva para dar cuenta de una verdad material.”
MECANISMO DE DEFENSA
Para muchos operadores judiciales, cerrar el caso con un síndrome de alienación parental, creer que hubo una mentira, es muy tranquilizador. “Hay veces que creer que se trata de una mentira, o una fantasía, tranquiliza conciencias, y estoy hablando de mis propios colegas –enfatiza Gordon–. Por eso, en el abordaje de estas problemáticas hay un ida y vuelta, hay que pensar qué le pasa al profesional, a la operadora que está escuchando esto. Así como culturalmente y socialmente se desmiente y se niega, muchas veces ocurre que los profesionales no están preparados ni teóricamente ni emocionalmente para recibir ese tipo de casos y para escuchar el sufrimiento de un niño o una niña abusada.
Entonces, el mecanismo defensivo que aparece inmediatamente es la negación. Es más tranquilizador decir que es una fantasía a tolerar el incesto. Y esto es gravísimo.” Para ella, el abordaje del abuso “requiere de una preparación teórica, práctica y emocional. Fundamentalmente, del trabajo en equipo, con una mirada trandisciplinaria”.
Porque pensar que una niña o un niño pueden inventar el abuso, también significa cerrar el expediente sin hacerse demasiadas preguntas. “El SAP prende también porque muchos de los operadores que intervienen vienen con prejuicios y además porque es emocionalmente más cómodo pensar que es mentira.
El operador se va a dormir más tranquilo si piensa que no ocurrió”, considera Rozanski. Pero él, como juez, nunca perdió de vista que “el aprendizaje es poner la mirada en la víctima. Esa es la obligación que tenemos todos”.
Enrique Stola
Buenos Aires, Argentina
"El silencio es complicidad" José Adán Castelar, poeta de Honduras. América Central
Educación sexual para decidir. Anticonceptivos para no abortar. Aborto legal para no morir.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)