martes, 10 de mayo de 2011

Milonga derecho de piso Manuel González Tango argentino

DERECHO  DE  PISO   en   LA  MILONGA ...                                              por  Manuel  González  Perpiñal

 

Nunca lo voy a entender. Una amiga, siempre me lo contaba. Mucha gente habla de eso, y hace añares que no me ocurría.

Pero el otro día visitando por primera vez a cierta milonga de barrio; sentí algo de eso ante las notables negativas de las

féminas habitué del lugar. Y claro; me reí de tal actitud apedreando con bailes a todas las otras muchachas del lugar que eran

la enorme mayoría y luego de hora y media a las que antes no me habían mirado. Pero quiero comentar el hecho, no como

algo personal, sino como algo que desgraciadamente, parece ser aceptado y generado por algunos que bailan hace tiempo, o

los/as que tienen un grupito “cerrado” de amigos en la milonga, que sentados desde su mesa “juzgan” colectivamente y

dictaminan quienes pueden bailar o no con ellos. Son los creadores de estos males quienes crean y creen en las jerarquías de

la milonga, tratando de formarse una imagen bailarín famoso/a o reconocido/a como símbolo de status y fama. Estos escalafones

son tan bajos y codiciosos, que conozco casos verídicos de gente que ha cambiado sexo por fama. El derecho de piso es una

actitud esquiva y huraña, que se ve en algunas milongas, cuando los habitué, conforman pequeñas sectas donde solo bailan entre

ellos o en algunos raros casos con “amigos de amigos” otorgando esto como extraño favor; o solo aceptando a otros si “califican”

luego de extensos ritos y méritos; como por ejemplo bailar con otro/as conocidos antes. Recuerdo la anécdota de una amiga, donde

contaba que una vez en una milonga, tuvo que pedirle al Disc-Jockey, que bailara un tango con ella para que la vieran bailar,

explicándole: Es que si no ven que bailo bien, nadie se arriesga a sacarme y plancho toda la noche!.

 

 

Otra que recuerdo muy bien es cuando escuché a una dama decirle a otra en una milonga del centro: ¡Ah, mirá a fulanito de tal,

bailando con esa tronca! ¡Ahora guay de que me saque a bailar!; u otra en donde un conocido, luego de verme bailar con una mujer

en la milonga, y de sacarla él luego a su vez, me dijo: ¡Che, pero esa mina baila desastroso!, ¿cómo es que la sacaste? ¡ Me clavé

porque te vi bailar con ella !.

Este pensamiento - a mi entender estúpido - que dice:  Si tal mina baila con tal tipo, entonces sí puede o no puede bailar conmigo,

o “Yo quiero bailar con aquel que baila con aquella” que “baila bien” ; genera distancias que perjudican el ambiente social de la

milonga . Además decir “tal baila bien” (*) Puede ser muy subjetivo, por tanto la mujer que para mí baile bárbaro, quizá para un

amigo sea insulsa, tronca, etc.

El derecho de piso existe en muchas milongas, pero solo en muy pocas se ve como algo fuerte y notable y aunque podría,

no nombraré en cuales estoy pensando...

Me siento un entusiasta del baile, y alguien que pone todo de su sentir en la pista a cada tango sin importar el nivel de baile, o si

conozco a mi próxima pareja, y alguien que aprecia y busca el que una dama haga lo mismo. Por eso creo en gran valor del tango

social, porque allí se baila, comunicándose y entregándose constantemente con gente desconocida y de tal vez diferentes estilos,

barrios, culturas, solo por el hecho de disfrutar y compartir música, baile y cuerpo; porque para bailar siempre con los mismos

amigos o parejas, basta con juntarnos en nuestras casas y así ¡Chau milonga!.

El tango nos iguala: Lo maravilloso del Tango social, es que nos iguala, elimina diferencias de escalas sociales y nos permite

tener una comunicación directa, sincera y muy diferente en donde lo que realmente importa es el idioma del cuerpo: Podemos

estar bailando con una Empleada doméstica y a la siguiente tanda con una Jueza de la nación sin que esto le importe un rábano

al baile, la música y la pasión. Por eso me parece que juzgar antes de bailar o pensar que el otro tiene que tener un nivel probado

para bailar con nosotros es perderse algo importante de esta magia (*2) y por eso, me parece muy mediocre el “derecho de piso”.

Por otro lado, no entiendo la desconfianza de los que lo crean. Creo que si tanto se consideran expertos, debieran perder el miedo y

bailar libremente con todo el mundo ya que se supone que cuando uno mas sabe, menos se equivoca y mejor puede manejar

cualquier situación. Pero ¿es que está mal equivocarse? Los que tenemos años de experiencia ¿ no tenemos derecho a equivocarnos?

¿Está mal que los bailarines o maestros conocidos puedan errar?  ¿O es que tienen temor a que los vean bailar mal? Seguramente

quien crea que no puede ni debe equivocarse, ha llegado al  techo de su aprendizaje  (hay profesores/as que no quieren mostrarse

bailando con sus alumnos).  A estos supuestos expertos habitué, parece horrorizarles que alguien que baile con ellos pueda hacerlos

quedar mal delante de su circulo de amigos, profesores, o compañeros bailarines de escenario.  Pues bien,,, que tontería!. Yo siempre

impulso a mis alumnos/as y amigos/as a bailar con desconocidos, gente de otros lados, otros estilos, otras milongas y por sobre todo

a equivocarse mucho y aprender de ello.(*3)  Porque creo que esta facultad del querer y poder bailar con cualquiera, es la esencia

fundamental del buen bailarín o bailarina, también creo que el lograrlo otorga un estatus “interno” mucho mayor y real, que el de ser

campeón Mundial en un festival de tango, ya que el verdadero jurado son las bailarinas y los bailarines con quienes bailemos, y no

gente que nos mire bailar. Opino que quienes quieran sorprender con su baile, debieran hacerlo “bailando” a la gente y no “mostrando”.

 

Poder bailar con todos:

Para lograr esta destreza, hace falta bailar por el gusto de bailar y perder absolutamente el miedo a equivocarse.  También mucho estudio

y práctica pero mas que nada, se logra equivocándose mucho, explorando, teniendo sinfines de errores, y pifias. Tirarse a la pileta todo

el tiempo, salir al ruedo; díganlo como quieran, pero del error se aprende MUCHO, y tal vez mas que de cualquier cosa si estudiamos

bien sus soluciones y correcciones. Y en esto, no podrán mentir los que bailan hace mucho, y los que alguna vez han inventado pasos:

siempre los mejores descubrimientos e inventos de pasos en el tango, nacen de un Equivoco:  Pifiarla, equivocar el camino, a veces nos

muestra un lugar que nunca habíamos pisado ni pensado, y sin embargo cuando lo descubrimos, puede ser increíblemente bueno, y hasta

a veces, mejor que lo que deseábamos lograr inicialmente.

 

Ahora, luego de toda esta explicación, de seguro que vendrá alguna/no que baila hace tiempo y dirá:  ¡ Ah, yo puedo bailar con todos!,

¡pero no quiero!... Porque bla, bla, bla...   Pues bien; sea cierto o no, allí quedará para quienes tengan ese pensamiento; “muerta” u “estancada”

la aventura, la pasión y la adrenalina.  Quien solo baila con su gente amiga o conocida no sabrá de maravillosos descubrimientos indescriptibles,

ni lo que es el “ Amor a primer baile” . O me van a decir que cuando van a una fiesta, un boliche, reunión, asado, casamiento, etc.  No les dan

ganas de hablar, bailar (o seducir) a otra gente “desconocida” ?   O es que rehúsan comunicarse con alguien porque no lo conocen y solo se

relacionan con amigos o amigos de amigos?.  No lo creo;  la vida es aventura, la vida es misterio y riesgo, la vida debe tener adrenalina, y

justamente por todo eso es que “La vida es una Milonga”.   Así lo veo yo al entrar en una milonga: No busco el resguardo de encontrar conocidos;

sino la posibilidad de sorprenderme con nueva gente, nuevas bailarinas, nuevos amigos, nuevas orquestas, nuevos músicos y nuevos vinos.

El que no corre riesgos, seguramente no perderá; pero tampoco ganará demasiado y eso es perder también. (#)   Además, el que no se

arriesga a bailar con alguien que no conoce, siempre correrá el riesgo perderse el mejor baile de su vida que anda esperándonos secretamente

por algún lado. (me lo contó una pitonisa milonguera (*4).    Y bueno, si después de todo esto, no hice reflexionar a alguna gente; antes de dejar

que sigan en su triste pensar y camino, apuesto todas mis fichas evocando al genial Woody Allen; que lo dijo mucho mejor que yo :

 

:_“Si no te equivocas de vez en cuando, quiere decir que no estas aprovechando todas tus oportunidades”.

 

(*) Tener en cuenta que “La milonga”, está pensada para gente que baila de un nivel intermedio para arriba.

(*2) A no ser de que uno ya tenga referencias de que la persona es grosera, maloliente, maltratadora, etc.

(*3) Luego los errores se pulen o corrigen en clases o prácticas.

(*4) O Valkiria para los entendidos.

(#) Ver Anécdota de “Yapa” abajo de todo.

Manuel González

zozedurden@yahoo.com.ar

www.elamague.blogspot.com

 

ANÉCDOTA  de  “YAPA” (*5)

 

Érase una rara noche en donde aparecí en la viruta (digo rara porque es muy raro que yo vaya a la viruta, cosa que solo suele ocurrir

con mucha suerte dos o tres veces al año).  Andaba yo sentado con algunos amigos y amigas “visitantes” (usado en el sentido futbolero),

en la parte superior de la entrada del lugar, antes de bajar las escaleras. Había ya bailado dos o tres tandas, y seguía buscando chicas que

me parecieran relajadas, sueltas o simpáticas (cosa bastante difícil en este lugar) y así me pasé buscando un rato hasta que tuve que

decidirme por alguna otra opción, así que a la lejana distancia (tengo muy buena vista), vi dos damas, una morocha y una rubia sentadas

una junto a otra. Y creí suponer a lo lejos que al menos si no relajada, suelta o simpática la morena era bonita… asi que antes de seguir

dejando pasar tangos, o de marcar los tiempos con mi pié debajo de la mesa, me paré y atravesé media pista (estaba yo muy lejos) en

busca de un baile.   Aquí tengo que aclarar una de mis particularidades: cuando me acerco a proponer el baile a una dama, yo no miro a

nada ni a nadie que esté alrededor y nada mas que a la dama elegida, ya que siempre busco en el camino la atención de sus ojos antes de

estar su lado.   Entonces como decía, iba yo en mi travesía hasta que luego de esquivar mesas, mozos y gente  llegué a su lado. La chica

morena era medianamente joven, demasiado producida para mi gusto y si bien era bonita, no lo era escandalosamente; claro que como

eso poco me importaba, me puse en un lateral cercano como suelo hacer, y con mis ganas de bailar la invité verbal, visual y gentilmente.

La morena en cuestión me miró un segundo a los ojos, y me examinó otro segundo de arriba hacia abajo en lo que pareció ser “físicamente”

–supongo-, y tras medio segundo mas de silencio me dijo –“No gracias”-.  Entonces sin demorarme mucho mas, le sonreí y mas gentilmente

aun le respondí un suave “de nada” inclinando mi cabeza, y me dispuse a retornar a mi asiento muy tranquilamente.

Pero… aquí viene lo interesante:  Luego de girarme y dar mi primer paso de regreso, escucho a mis espaldas un susurro bastante audible que

apurado decía: _ “nooooo!,,,  ¡¡ decile que siii, que baila bien!!!...  Deduje que la voz del susurro pertenecía a la rubia que estaba junto a la

morena anteriormente invitada en la cual no reparé.  Así que sin mostrar sorpresa y causándome mucha gracia  además de una sonrisa en mis

labios, seguí mi camino de retorno sin girarme ni un milímetro.  Pero para mi sorpresa, luego de dar dos pasos más… siento que me llaman ya

¡no con susurros!, si no en voz muy alta,,, y POR MI NOMBRE!!!!: _ Manueeeeel !!!, Manueeel !!!!.  Grande era mi sorpresa y me paralicé

sabiendo que quien me llamaba por mi nombre era la Rubia del susurro, a la cual yo nunca había mirado por mas que la había tenido pegada a

la morena. ¡ Y no sabía quien era !. ¿ Quién sería esta dama que yo evidentemente conocía y no la miré teniéndola sobre mis narices ?

Ya mi curiosidad era demasiada… asi que giré sobre mí y escruté a la rubia detenidamente.  En ella reconocí a una dama con la que había

bailado bastante en mis lejanas épocas de “ La Catedral” (*6).  Y como me llevaba bien con ella, me acerqué y saludándola le dije: ¡¡ Héy,

como estás!!, como si me la hubiera encontrado en cualquier situación normal.   Ella un poco nerviosa me dice: ¡ Bien !, bien…ejem… y …

Ché,,!  Escuchá !, disculpa a mi amiga!   He, he,… ¡ ella no sabía!,,dale ! ¡ bailá con ella !

Allí mi razonamiento tomó las riendas y saltó al galope. Me tomé un segundo muy calculado; luego miré a la morena expectante un segundo

a los ojos y volví a dirigirme a la Rubia que esperaba una respuesta y no hasta después de dejar pasar otro largo segundo, fue que con el inmenso

placer del que siente vengar a muchos caídos; con el placer del que se siente justiciero, le dije a la Rubia mientras miraba a las dos damas…:

¿ Sabés qué ?, es muy bueno que ella aprenda que “ La que no arriesga, No gana ”, y luego de medio segundo, les dije “Gracias” y esta vez

girándome, si hice mi regreso sin susurros ni llamados a mis espaldas, pero llevando como estandarte una nueva, fresca, renovada, divertida

y triunfal sonrisa en mis labios. Que se transformó en pirotécnicas carcajadas sobre la mesa de mis amigos, al narrarles la historia sucedida

hacía instantes con lujo de detalles.

                                                                          Fin

(*5): Yapa es algo extra o un bonus, como un agregado que, generalmente es gratis, .

(*6) Milonga que en la época de Omar Viola “era” de las mejores.

SIP en Argentina lobos informáticos

http://www.laarena.com.ar/opinion

EVIDENTES PROGRESOS EN LIBERTAD DE PRENSA EN ARGENTINA
La SIP no pudo cosechar en Buenos Aires y se volvió a Miami

La Sociedad Interamericana estuvo en Argentina, con ánimo de criticar
al gobierno y defender a Clarín. Se volvió a Miami con las alforjas
casi vacías. Hay aquí más conciencia cultural, política y mediática.
EMILIO MARÍN

En la Asamblea semestral realizada en abril en San Diego, California,
la SIP puso su lupa empresarial sobre Argentina. No fue la única
examinada con un bochazo predeterminado; Venezuela, Cuba y Ecuador
también fueron aplazados por ese tribunal.
Argentina se llevó buena parte de esa reunión y el documento final.
Hasta allí habían viajado directivos de diarios asociados, caso de
Fernán Saguier, de "La Nación", para alimentar el fuego
antikirchnerista. Hacía poco los gráficos habían bloqueado durante
horas una puerta de la planta impresora de Clarín, demorando su salida
por un conflicto laboral. Y eso, ya se sabe, es un crimen de lesa
humanidad para estos periódicos que fueron aliados de la dictadura
militar-cívica y recibieron como premio Papel Prensa.
En San Diego se sentó a Cristina Fernández en el banquillo de los
acusados y se la condenó en estos términos: "Argentina merece especial
destaque. Un conjunto de violaciones a la libertad de expresión se
abatió contra medios y periodistas. Además de las campañas de
desprestigio y del continuo favorecimiento a los medios ´amigos´ con
publicidad del Estado, hubo bloqueos a la libre distribución de
periódicos protagonizados por sectores afines al gobierno,
incumpliendo órdenes judiciales con argumentos pueriles del Poder
Ejecutivo, seguimientos callejeros a periodistas, interceptaciones
ilegales de conversaciones telefónicas por parte de servicios
estatales de inteligencia y convocatorias del liderazgo sindical
oficialista a boicotear a la prensa".
Argentina parecía el III Reich. La libertad de prensa estaba
gravemente amenazada en Argentina. Y esto ameritaba una urgente
inspección del presidente de la SIP, Gonzalo Marroquín, ex director de
"Prensa Libre" de Guatemala, y actual presidente de la Corporación de
Noticias, S.A., de los matutinos Al Día y Siglo Veintiuno. Lo
acompañarían a la misión punitiva casi toda la plana mayor de su
Comisión de Libertad de Prensa: su titular, Robert Rivard, del San
Antonio Express-News, de Texas, y Claudio Paolillo, del semanario
Búsqueda, de Montevideo.
En los días previos, "La Nación" y toda la escudería mediática de
Clarín, sus radio y cables, amplificaron la llegada de la SIP. Héctor
Magnetto envió a Marcela Noble Herrera (hasta ahora se llama así) y
Saturnino Mitjans a Santiago de Chile, para compartir con Marroquín un
acto y cena con Sebastián Piñera, quien firmaba el Compromiso de
Chapultepec (México, 1994). Pese a las buenas intenciones genéricas de
esa declaración, México es -según la propia SIP- donde resulta más
peligroso desempeñar el oficio de periodista.
Desde Santiago de Chile la delegación voló y aterrizó en Ezeiza. El 4
de mayo fue recibida por el secretario de Comunicación Pública, Juan
M. Abal Medina.

Hay libertad
Las vestales de la libertad de prensa vinieron con un libreto escrito
por los directivos de los dos diarios argentinos. Bartolo Mitre es
secretario de la Directiva que encabeza Marroquín y completan como
1er. Vicepresidente Milton Coleman, de The Washington Post,
Washington; 2do. Vicepresidente Jaime Mantilla, Diario Hoy, Quito; y
Tesorera Elizabeth Ballantine, The Durango Herald, Colorado. Saguier
es miembro de la Comisión Chapultepec, la agasajada por Piñera.
Con esos jugadores, el "team" es la colateral mediática de la OEA,
sólo que tiene su sede en Miami en vez de Washington.
Con esos propietarios periodísticos y la línea pronorteamericana, más
la resolución anti-argentina de San Diego de abril, el plan de la
delegación estaba cantado. Venía a cuestionar al gobierno, la ley de
medios, el intento de declarar el papel de diarios como de interés
público. Y venía a defender a la dueña de Clarín en sus chanchullos
empresarios y en su negativa a hacer el ADN de sus dos hijos tan
irregularmente adoptados, etc.
Pero el "Huracán SIP" se convirtió en una suave brisa sobre el Plata.
Es que desde el primer día chocó con límites políticos y la realidad.
Le fue denegada la entrevista con la presidenta de la Nación. La cita
la tuvieron con Abal Medina y su equipo, que recibieron a Marroquín y
Cía. con un documento y dos anexos donde se detallaba lo mucho que el
gobierno y la ciudadanía han hecho por la libertad de expresión.
La primera carta fuerte del secretario de Comunicación Pública fue la
ley de medios basada en el impulso de entidades sociales, culturales y
muchos periodistas democráticos. Su fin es desconcentrar la propiedad
monopolista de los medios (léase que Cablevisión no tenga el 80 por
ciento del cable en Capital).
La segunda, la despenalización de la figura de calumnias e injurias en
causas de interés público, delitos que eran imputados a periodistas
con afán de persecución política y pecuniaria.
La tercera, el proyecto enviado al Congreso para que la producción y
comercialización del papel para diarios sea un insumo de interés
público. Esto pone en tela de juicio al hasta ahora negocio cautivo de
Papel Prensa.
Abal Medina apeló al sentido común para desairar el libreto
prejuicioso de sus visitantes. Dijo que bastaba hojear los diarios o
ver unos minutos la tele para darse cuenta de que aquí existe la mayor
libertad de prensa, incluso para calumniar al gobierno sin pagar
ninguna consecuencia.
En rigor pagan una dura consecuencia con la opinión pública, que ha
elevado su conciencia política. Tiene más idea de qué intereses
empresarios y políticos defienden Clarinete, Gaceta Ganadera, Todo
Negativo, Noticias Falsas, Desde el llano y la cima del poder, A una
sola voz de Ernestina, etc. Es que el debate de la ley de medios no
pasó en vano.

Son incorregibles
El oficio de periodista requiere de una mentalidad abierta a la
información, los hechos objetivos y la realidad. Sobre esa base
después es inevitable que cada periodista y cada medio elaboren sus
posiciones.
La SIP ha demostrado que carece de ese piso mínimo para ejercer el
periodismo. Por algo son propietarios de medios gráficos afines al
neoliberalismo y las posiciones más oligárquicas y
pro-estadounidenses. De The Washington Post, The Miami Herald y otras
publicaciones de USA, eso es obvio, pero también lo es para Clarín, La
Nación y La Nueva Provincia, el Mercurio de Chile, El Comercio de Lima
y Búsqueda de Montevideo (el director de éste, Danilo Arbilla, fue
presidente de la SIP en el año 2000, sin importar que hubiera sido
Director de Prensa de la dictadura en Uruguay, donde se cerraron 14
medios de comunicación en forma definitiva).
En la conferencia de prensa, a modo de despedida de Buenos Aires,
Marroquín y sus acompañantes repitieron su libreto aprendido de
memoria.
"Esta misión concluye con una profunda preocupación por la estrategia
gubernamental que encontramos; en materia de libertad de prensa hay un
deterioro continuo", afirmó el capo de la SIP en la sede de la
clarinista Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA).
El único dato para semejante apreciación es que la pauta de publicidad
oficial beneficiaría a determinados medios, pero eso no rebatió al
secretario de Comunicación pública, quien les informó que esa pauta
significaba sólo el 4 o 5 por ciento de la publicidad en el país.
Para los capitostes de la SIP la aplicación de la ley de medios será
"espantosa" porque sería "la creación de legislación que busca
desarticular a los medios independientes para crear un aparato oficial
de comunicación". No se ruborizaron en defender la mal adquirida Papel
Prensa, torturas mediante, y denostaron "la intervención, que podría
derivar en nacionalización o estatización, de la distribución del
papel".
Marroquín llegó a justificar el peor de los negocios de Ernestina
Herrera: el bloqueo del análisis de ADN a Marcela y Felipe. "Son
asuntos de familia" dijo.
Con esas definiciones preliminares se puede apostar que su informe
definitivo será lapidario para Argentina. No incidió en lo más mínimo
en los viajeros la reunión con periodistas democráticos como Víctor
Hugo Morales ni los papelones que hicieron en los reportajes ante
preguntas de cronistas de Canal 7, Duro de Domar y 678. Tampoco
atendieron las ocho razones de la declaración que les fue entregada
con las firmas de numerosos periodistas. El primer punto sostenía:
"que la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual es
un avance extraordinario para nuestra democracia".
¿A cuántos argentinos habrá convencido la SIP? A poquísimos. En cambio
son muchos los que vieron más claro su jugada con Clarín y La Nación,
y distinguen mejor entre libertad de prensa y libertad de empresa.

Nobel a Nobel carta abierta Pérez Esquivel a Obama

De Nobel a Nobel

Carta abierta a Barack Obama

Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica

Estimado Barack

Al dirigirte esta carta lo hago fraternalmente y a la vez para expresarte la preocupación e indignación por la destrucción y muerte sembrada en varios países, en nombre de la "libertad y la democracia", dos palabras prostituidas y vaciadas de contenido. Termina justificando el asesinato y es festejada como si se tratase de un acontecimiento deportivo. 

Indignación por la actitud de sectores de la población de los EEUU, de jefes de Estado europeos y de otros países que salieron a apoyar el asesinato de Bin Laden, y tu complacencia en nombre de una supuesta justicia. No buscaron detenerlo y juzgarlo por los crímenes supuestamente cometidos, lo que genera mayor duda. El objetivo fue asesinarlo.

Los muertos no hablan y el miedo al ajusticiado que podría decir cosas no convenientes para los EEUU., se convirtió en asesinato para asegurar que "muerto el perro se terminó la rabia", sin tener en cuenta que no hacen otra cosa que incrementarla.

Cuando te otorgaron el Premio Nóbel de la Paz, del cual somos depositarios, te envié una carta que decía:"Barack me sorprendió mucho que te hayan otorgado el Nóbel de la Paz, pero ahora que lo tienes debes ponerlo al servicio de la Paz entre los pueblos, tienes toda la posibilidad de hacerlo, de terminar las guerras y comenzar a revertir la grave situación que vive tu país y el mundo". 

Sin embargo has incrementado el odio y traicionado los principios asumidos en la campaña electoral ante tu pueblo, como poner fin a las guerras en Afganistán e Irak y cerrar las cárceles en Guantánamo y Abu Graib en Irak. Por el contrario, decides comenzar otra guerra contra Libia, apoyada por la OTAN y la vergonzosa resolución de las Naciones Unidas de apoyarla, cuando ese alto organismo, empequeñecido y sin pensamiento propio, ha perdido el rumbo y está sometido a las veleidades e intereses de las potencias dominantes.

La base fundacional de la ONU es la defensa y promoción de la Paz y dignidad entre los pueblos. Su preámbulo dice "Nosotros los pueblos del mundo."hoy ausentes de ese alto organismo.

Quiero recordar a un místico y maestro que tiene en mi vida una gran influencia, el monje trapense de la Abadía de Getsemaní en Kentucky, Tomás Merton que dice" La mayor necesidad de nuestro tiempo es limpiar la enorme masa de basura mental y emocional que atasca nuestras mentes y convierte toda vida política y social en una enfermedad de masas. Sin esa limpieza doméstica no podemos comenzar a ver. Si no vemos no podemos pensar"-

Eras muy joven Barack durante la guerra de Vietnam, tal vez no recuerdes la lucha del pueblo norteamericano por oponerse a la guerra. He compartido y acompañado a los veteranos de guerra de Vietnam, en particular a Brian Wilson y sus compañeros quienes fueron víctimas de esa guerra y de todas las guerras.

Tomás Merton, frente a un matasellos del correo que acababa de llegar "The U.S. Army, key to peace (El ejercito U.S., clave de la paz)"decía: "Ningún ejército es clave de la paz. Ninguna nación tiene la clave de nada que no sea la guerra. El poder no tiene nada que ver con la paz. Cuando más aumentan los hombres el poder militar, más violan la paz y la destruyen".

Debemos proteger la VIDA para dejar a las generaciones futuras una sociedad más justa y fraterna, restableciendo el equilibrio con la Madre Tierra. Si no reaccionamos para cambiar la situación actual de la soberbia suicida a que están arrastrando a los pueblos, será difícil salir y ver la luz. La humanidad merece un destino mejor.

Sabes? la esperanza es como el loto que crece en el fango y florece en todo su esplendor mostrando su belleza. Leopoldo Marechal, un gran escritor argentino, decía que: "del laberinto se sale por arriba".

Y pienso, Barack, que después de seguir tu ruta equivocando caminos, te encuentras en un laberinto sin poder encontrar la salida y te entierras más y más en la violencia, devorado por el poder dominación, y crees tener el poder que todo lo puede y que el mundo está a los píes de los EEUU. Son tan largas las atrocidades cometidas por los diferentes gobiernos de EEUU en el mundo. Es una realidad dolorosa, pero también existe la resistencia de los pueblos que no claudican frente a los poderosos.

A Bin Laden, supuesto autor ideológico del ataque a las torres gemelas, lo identifican como el Satán encarnado que aterrorizaba al mundo, lo señalaban como el "eje del mal", y eso les ha servido para declarar las guerras que el complejo industrial militar necesita para colocar su productos de muerte.

No debes ignorar que investigadores del trágico 11 de septiembre, señalan que el atentado tiene mucho de "autogolpe", como el avión contra el Pentágono y el vaciamiento anterior de las oficinas de las torres; atentado que dio motivo para desatar la guerra contra Irak y Afganistán y ahora contra Libia; argumentando en la mentira que todo lo hacen para salvar al pueblo, en nombre de "la libertad y defensa de la democracia". Y con total cinismo dicen que la muerte de mujeres y niños son "daños colaterales".

La palabra está vaciada de valores y contenido. Al asesinato, lo llamas muerte y por fin EEUU ha "muerto" a Bin Laden. No trato de justificarlo bajo ningún concepto, estoy en contra de todo terrorismo tanto de esos grupos armados, como del terrorismo de Estado que tu país ejerce en diversas partes del mundo apoyando a dictadores, imponiendo bases militares e intervención armada, ejerciendo la violencia para mantenerse por el terror en el eje del poder mundial. ¿Hay un solo "eje del mal"?

La Paz, es una dinámica de vida en las relaciones entre las personas y los pueblos; es un desafío a la conciencia de la humanidad, su camino es trabajoso, cotidiano y esperanzador, donde los pueblos son constructores de su propia vida y de su propia historia. La Paz no se regala, se construye y eso es lo que te falta muchacho, coraje para asumir la responsabilidad histórica con tu pueblo y la humanidad. 

No puedes vivir en el laberinto del miedo y la dominación, desconociendo los Tratados Internacionales, los Pactos y Protocolos, que firman y a la par transgreden una y otra vez. ¿Cómo puedes hablar de la Paz si no quieres cumplir con nada, salvo con los intereses de tu país?

¿Cómo puedes hablar de la libertad cuando tienes en las cárceles a prisioneros inocentes en Guantánamo, en los EEUU, en Irak y en Afganistán?

¿Cómo puedes hablar de los derechos humanos y la dignidad de los pueblos cuando los violas permanentemente y bloqueas a quienes no comparten tu ideología y deben soportar tus abusos?

¿Cómo puedes envías fuerzas militares a Haití después del devastador terremoto y no ayuda humanitaria a ese sufrido pueblo?

¿Cómo puedes hablar de libertad si masacras a los pueblos del Oriente Medio y propagas conflictos interminables que desangra a los palestinos e israelitas?

Barack. mira para arriba de tu laberinto, puedes encontrar la estrella que te guíe, aunque sepas que nunca podrás alcanzarla, como bien lo dice Eduardo Galeano. Busca ser coherente entre lo que dices y haces, es la única forma de no perder el rumbo. Es un desafío de la vida. El Nobel de la Paz es un instrumento al servicio de los pueblos, nunca para la vanidad personal.

Te deseo mucha fuerza y esperanza y esperamos que tengas el coraje de corregir el camino y encontrar la sabiduría de la Paz.

 
                                                                                                         Adolfo   Pérez   Esquivel
Buenos Aires, 5 de mayo del 2011

Un día como hoy, hace 34 años volví a la vida, tuve un vuelo de la muerte durante la dictadura militar argentina apoyada por los EEUU.

Gracias a Dios sobreviví y tuve que salir del laberinto por arriba de la desesperación y descubrir en las estrellas el camino para poder

decir como el profeta: " la hora más oscura es cuando comienza el amanecer ". 

Diálogo 2000

Piedras 730

1070 Buenos Aires, Argentina

+5411-43071867 

 

¡NO AL PAGO DE LA DEUDA! ¡AUDITORÍA YA!               ¡Somos Nosotr@s l@s Acreedores!

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De: Argentinos Por La Paz [mailto:argentinosporlapaz@yahoo.com.ar]

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Asunto: La nueva madre de todas las batallas: SIP

Fecha: lunes, 9 de mayo de 2011, 12:00

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Esto de haber tenido hijos con algunos años de diferencia entre ellos me abrió el panorama respecto de algunos temas.

Hubo quienes alguna vez me dijeron que cuatro eran mucho.  A mí nunca me pareció así ya que jamás se me ocurrió a cuál de ellos podría renunciar o quizá devolver.

Eso sí, me parece mucho tiempo haber transcurrido casi 31 años mirando series y dibujitos , sin contar años anteriores con sobrinos y seguir sintiéndome una persona relativamente cuerda, teniendo en cuenta la subjetividad al hablar de nosotros mismos.

A la que me hizo debutar como padre hace casi 31 años, Naty, la recuerdo frente a la tele embobada con Los Pitufos, El pájaro loco, Sheera, la hermana de He-Man, La Tortuga D'artagnan, Don Gato…. O con series como Daktari ¿te acordás del león bizco?

Nico, el que le sigue con 24, convencido al extremo de que el control remoto era sólo suyo, era un fanático de la tortugas Ninja, pero sin despreciar Dragon Ball Z, Peter Pan, Los Halcones, Galácticos, Los osos Gummy o lo Thundercats.

El tercero –Agus- se copaba con La pantera Rosa (¡quién no!) Tom y Jerry, Elmer, Coyote, Los picapiedras, Los supersónicos y Los Amigos Superhéroes.

Pero con el más chico –Manu, de 8- hubo algo diferente.  Se agregaron más canales de cable dedicados al público infantil y en cada uno de ellos 20 o 30 programas en los que salvo alguno, los canales implementaron hace unos diez años un mensaje distinto, pacífico, conciliador, didáctico y solidario, incluso en los personajes de Disney, en otros tiempos mayormente caracterizados con competencia, trampas, peleas y actitudes egoístas.

De este modo a los famosos Donald, Mickey, Pluto, etc. se les sumaron Dora la exploradora, los Backyardigans, Lizzi Town y muchísimos más.

De más está aclarar que todas las edades atravesadas por El Chavo, Súperman, Batman, El Zorro y otros más.

En este contexto de cambios, así como a National Geografic, Discovery o History Channel le surgió la compañía del canal Encuentro con una programación ilustrativa, docente, apostando a divulgar conocimientos de un modo sencillo y coloquial que hizo un aporte positivo a nuestra formación y a nuestra cultura con una mirada nacional, la aparición de PAKA PAKA replicó con igual intención en el universo infantil desde ese lugar de primer canal público educativo para chicos, orientado a educar y entretener.

Nació con la idea de promover el acceso a información y materiales de forma consecuente con la Convención sobre los Derechos del Niño, encarando una programación que estimule la creatividad y respetuosa de la diversidad y la inclusión.

Por otra parte, aprovechando que forma parte del Ministerio de Educación, acompañando el proceso de aprendizaje con material didáctico y nutriendo a los pibes desde el juego y el entretenimiento.

Salvo Las Aventuras de Hijitus o Carozo y Narizota -recientemente reflotadas-, El Libro gordo de Petete o Patoruzú, no son tantos los personajes nacidos aquí que hayan tenido una gran trascendencia.

Es muy ¿llamativo? No, no es esa la palabra.  Es indignante, vergonzoso, inaceptable, irrespetuoso, que un grupo poderoso en conflicto con el gobierno privilegie esa guerra en lugar de ofrecer en su grilla la oportunidad de que millones de chicos disfruten y se eduquen desde una pantalla siempre criticada por superficial.

Una empresa capaz por su fuerza económica y la altura de sus contenidos de editar un producto de calidad como es la Revista Ñ. que llamativamente hace unos años luego de instalarse en el mercado decidió comenzar a cobrarla en lugar de seguir distribuyéndola gratuitamente con el diario de los sábados, o de invertir mucho dinero en estimular a novelistas desconocidos con un premio importante que incluye la edición de sus libros, descienda al punto de involucrar y negar a millones de chicos la posibilidad de acceder a un espacio inteligente que apoye su formación, sólo reafirma la conmoción que seguramente siente este grupo por la pérdida abrumadora de credibilidad que está padeciendo.

Hace unos días leía una frase que decía: "Los hombres no se perturban por las cosas sino por la visión que tienen de ellas".

Hugo Gulman

Lo Bueno del día se escucha los lunes de 21 a 22 por FM Espacio, 89.7 - www.espaciofm.com.ar

 

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Coordinadora editorial: Patricia Fortino            Coordinación técnica: Gustavo A. Dindurra

 



 

El Golpe y los chicos

Un MENSAJE que nuestros hijos deben conocer y los padres divulgar.

Pablo Wisznienski Arquitecto Urbanista Planificador Urbano Regional.


Enviado: miércoles, 23 de marzo, 2011

El golpe y los chicos. Graciela Montes

 

"El Golpe y los chicos"(*)

Autoras/es: Graciela Montes

 

El golpe

Algunas personas piensan que de las cosas malas y tristes es mejor olvidarse. Otras personas creemos que recordar es bueno; que hay cosas malas y tristes que no van a volver a suceder precisamente por eso, porque nos acordamos de ellas, porque no las echamos fuera de nuestra memoria.

Es el caso de la historia que vamos a contar aquí, algo que pasó en nuestro país hace ya veinticinco años, cuando todos éramos más jóvenes y muchos de los que están leyendo estas páginas ni siquiera habían nacido.

(Fecha original del artículo: Marzo de 2001)

 

 

 

No es una historia fácil de contar justamente por eso, porque nosotros mismos fuimos protagonistas, porque lo que pasó nos pasó a nosotros y no a otras personas, porque son cosas que vimos con nuestros ojos, que vivimos en nuestro cuerpo.

El 24 de marzo de 1976 hubo un golpe de Estado.

Un golpe de Estado es eso: una trompada a la democracia. Un grupo de personas, que tienen el poder de las armas, ocupan por la fuerza el gobierno de un país.

Toman presos a todos: al Presidente, a los diputados, a los senadores, a los gobernadores, a los representantes que el pueblo había elegido con su voto, y ocupan su lugar. Se convierten en dictadores. A los amigos los nombran intendentes, jueces, ministros, secretarios... así todo queda en familia. Se sienten poderosos y gobiernan sin rendirle cuenta a nadie.

Aunque, por supuesto, como no les gusta que los vean como a ogros, siempre explican por qué dieron el golpe. Por lo general dicen que es para "poner orden" en un "país desordenado". Sólo que ponen las cosas donde a ellos les conviene. Como no creen en la democracia, tampoco creen en la opinión de las personas. Son tan soberbios que consideran que los únicos que saben lo que le hace falta al país son ellos y nadie más que ellos. Pero como en realidad no saben, y tampoco tienen costumbre de pensar ni de reflexionar demasiado, terminan haciendo estropicios y siempre pero siempre dejan al país un poco o mucho peor de cómo estaba.

En esos casos, las Fuerzas Armadas, que recibieron las armas para defender a los ciudadanos en caso de ataques extranjeros, las usan para golpear la democracia.

Y ciertos grupos de civiles -los que no tienen ningún interés en los gobiernos democráticos- los incitan, los apoyan y los aplauden.

En la Argentina hubo varios golpes de Estado antes del que vamos a contar aquí. (...) No fueron todos iguales, ni se produjeron en iguales circunstancias, pero todos desconocieron la Constitución, todos fueron un mazazo a la democracia. Y los argentinos, atontados con tanto golpe, terminamos pensando que era más o menos normal que cada tanto llegaran unos tipos con tanques y ametralladoras y se instalaran en la Casa Rosada.

Pero ninguno de esos golpes puede compararse con el que recordamos hoy, (...) Lo de 1976 y lo que sucedió después fue lo peor que nos haya pasado jamás en toda nuestra historia. (...).

Esta vez las Fuerzas Armadas en su conjunto se habían puesto de acuerdo para cortar de un hachazo el sistema constitucional. El "Órgano Supremo" que se hizo cargo del gobierno -a los golpistas les encantan las palabras altisonantes- era una Junta: estaba integrada por un general -Jorge Rafael Videla-, un almirante -Eduardo Emilio Massera y un brigadier -Orlando Ramón Agosti-.

Los tres de perfecto acuerdo, los tres detrás de un único objetivo -o al menos era eso lo que decían en los discursos-: derrotar a la subversión, aniquilar la guerrilla.

 

A río revuelto

Ese asunto de la subversión fue lo que usaron siempre para justificar lo que siguió, todos los horrores a los que vamos a tener que referirnos. Era un buen argumento en esa época porque el último año y medio había sido caótico y violento y la gente andaba bastante desorientada. Los precios habían estado subiendo día a día. Los diarios traían todos los días noticias de enfrentamientos feroces entre distintos grupos, de huelgas, de asesinatos. Isabel Perón -vicepresidente y heredera de la presidencia después de la muerte de su esposo, Juan Domingo Perón- no conseguía tomar las riendas de ese país tan convulsionado, y, más que gobierno, los argentinos sentían que había un desgobierno. Eran días en los que todo parecía estar fuera de control. Eso hizo que una gran parte de la población, los que confían siempre en que las "manos duras" arreglen las cosas, le diera la bienvenida al golpe. Fueron muy pocos los que levantaron la voz de protesta. (...).

Tolerar al que piensa diferente, al que tiene otro modo de vivir o de ver las cosas, siempre es difícil. (...) Pero las sociedades son grupos muy complejos, donde conviven muchas ideas, muchas costumbres y muchas tendencias. Algunos argentinos esperan ciertas cosas de la vida, y otros, otras. Algunos creen que las cosas se arreglarían de este modo, y otros, de este otro. Lo que a algunos beneficia a otros, a veces, los perjudica. Vivir en democracia significa vivir con el otro -a veces con el adversario, con el que está parado en otro lado y tolerarlo. Pelear, discutir, enfrentarse, pero tolerarlo.

Claro que, para discutir y tolerar, es necesaria cierta calma, determinado estado de ánimo, y ésas eran épocas muy agitadas, donde pocos parecían dispuestos a detenerse a pensar o a negociar soluciones. Todas las peleas eran peleas a muerte.

La guerrilla (...) Eran grupos armados clandestinos -secretos- que aspiraban a tomar el poder. Estaban integrados por hombres y mujeres jóvenes por lo general -a veces adolescentes- (...) que se sentían indignados por las injusticias de la sociedad y creían en la posibilidad de dar vuelta las cosas.

No eran los únicos. Por esos años había un gran deseo de cambio en todo el mundo. (...) Muchos hombres y mujeres habían tomado conciencia de vivir en un mundo injusto y lo cuestionaban todo: la distribución de la riqueza, el que hubiera ricos muy ricos y pobres muy pobres, el hecho de que algunos países dominaran a otros y los manejaran a su antojo, y, en general, el autoritarismo de los que manejaban el poder, lo que se llamaba el sistema, el modo en que estaban ordenadas por la fuerza todas las cosas. Había grupos, grandes grupos, que opinaban que había llegado el momento de cambiar. Y que trabajaban para que ese cambio por fin se produjera.

Pero el sistema, por supuesto, resistía. Y algunos se convencieron de que el único modo de cambiar las cosas que funcionaban mal era mediante la fuerza; se hicieron guerrilleros, empuñaron armas. Los guerrilleros ansiaban la revolución y no creían en los políticos. Decían que sólo con la "violencia de abajo" se podía derrotar "la violencia de arriba", la del sistema. (...).

Las organizaciones guerrilleras no duraron mucho, apenas unos diez años. (...) Para comienzos de 1976, la época del golpe, los guerrilleros ya estaban muy debilitados. (...) Y, sin embargo, los golpistas nunca se sacaron la palabra "guerrilla" de la boca, hicieron lo que hicieron hablando siempre de guerra y de guerrilla, como si, del otro lado, hubiese habido un ejército poderoso y equivalente. Pero en realidad no era así. (...) Los golpistas llamaron "guerrillero" y "subversivo" a todo el que no les pareciese dispuesto a plegarse a ese plan oficial y terrible (...) Para aniquilar a los enemigos y "poner en caja" a toda la sociedad los golpistas tenían un estilo, el del cuartel, y un método, el del terror.

Como militares que eran lo militarizaron todo e hicieron que los civiles nos sintiéramos soldados. El país entero se convirtió en un gran cuartel, y en los cuarteles, ya se sabe, hay mucho grito y poca oreja: órdenes, consignas, y la sociedad, calladita, obediente, y sin poder hacerse oír. Más que gobernar mandaban, decretaban, vigilaban, censuraban, acallaban, recortaban, uniformaban todo.

 

En el pozo del terror

El terrorismo siempre es atroz, paraliza, destruye la vida y las esperanzas de las personas; estalla una bomba en un supermercado, vuela por el aire un edificio, matan al hijo de cierto personaje... Los terroristas son el peor modelo de intolerante y de faccioso. Pero lo habitual es que los terroristas lancen sus ataques contra el poder.

En este caso fue al revés: desde el poder, desde el gobierno, se organizó cuidadosamente un plan para dominar por el terror, para paralizar de miedo a la población y obligarla a marcar el paso.

El maldito plan consistió en secuestrar, torturar y asesinar en forma clandestina a más de 30.000 personas.

30.000 argentinos y extranjeros entre los que había médicos, estudiantes, gremialistas, monjas, sacerdotes, obispos, escritores, políticos, jueces, agricultores, obreros, maestros, conscriptos, científicos, artistas, periodistas, bebés, niños y guerrilleros.

Todo se hacía en forma secreta, por lo general durante la noche y de manera muy violenta. Los Grupos de Tareas, como se llamaba a los que se ocupaban del "trabajo sucio", entraban por la fuerza en las casas y se llevaban -"chupaban", decían ellos- a uno, a varios o a todos los miembros de la familia. Y de paso, robaban lo que podían, un televisor, ropa, cuadros, dinero... Iban armados hasta los dientes, aunque sólo fuese para desbaratar una familia que estaba mirando la televisión.

Para asustar, solían anunciarse antes con un gran corte de luz o con una explosión o arrancando una puerta de cuajo.

Golpeaban a los secuestrados, los maniataban y les vendaban los ojos antes de llevárselos (ellos, con esa jerga "de oficio" que tenían, decían que los "tabicaban"). A veces los vecinos los oían entrar y hasta habrá habido muchos que, por la mirilla de la puerta o por entre las tablitas de las persianas, hayan visto meter a los secuestrados a los empujones adentro de un auto -los favoritos eran en esos tiempos los Falcon verdes-, pero por regla general esos vecinos no contaron nada; el terror cumplía con su función y ellos estaban aterrados.

Los secuestrados eran trasladados luego a los centros de tortura, que también eran secretos. Funcionaban en el sector más apartado de un cuartel, en una fábrica abandonada, en el sótano de una comisaría, en los fondos de un hospital, en un viejo casco de estancia, en un chalet apartado... Hasta allí los llevaban y ahí quedaban hundidos. A partir de ese momento esos secuestrados pasaban a ser "desaparecidos". Nadie daba cuenta de ellos, nadie sabía adónde estaban. La familia o los amigos comenzaban a buscarlos desesperadamente. Y, si daban con algún juez no demasiado aterrorizado y dispuesto a hacer justicia -un juez valiente-, presentaban un habeas corpus, que es como se llama la reclamación legal por alguien que se supone detenido y no aparece. Pero nunca conseguían averiguar nada. Recurrían a la Iglesia, a los obispos; trataban de que los recibieran las personas más influyentes de la sociedad... Pero nada. Como si se los hubiese tragado la tierra. La policía decía que no sabía nada. Las Fuerzas Armadas decían que no sabían nada.

Los desdichados habían caído en el pozo del terror, se los había devorado el gobierno del Proceso.

Hoy todos sabemos lo que sucedía en esos lugares y hasta se ha logrado identificar muy bien dónde estaban ubicados y cómo estaban organizados. La CONADEP, una comisión de notables que se reunió en cuanto el país regresó a la democracia, se ocupó de recoger los testimonios en torno a los desaparecidos y de reunirlos en un libro que todos tendríamos que leer, el Nunca más.

Los propios secuestradores hablaban en clave de esos lugares de horror y les ponían terribles nombres de fantasía: El Vesubio, El Olimpo, La Cacha, La Perla, El Atlético, La Escuelita, el Sheraton... En algunos casos, estaban ubicados en medio de la ciudad, y los vecinos de los alrededores podían oír los gritos desgarradores de los torturados, los sollozos y los tiros -y también la música estridente con la que trataban de taparlo todo-, y a veces veían sacar féretros o grandes bolsas de polietileno con restos mutilados.

Algunos secuestrados que fueron luego liberados o que lograron escapar pudieron contar los horrores que allí se vivían. Allí era donde se los torturaba para que diesen los nombres de otros disidentes que, a su vez, serían "chupados" y torturados. Se los colocaba sobre una mesa o "parrilla" y se los golpeaba, se los picaneaba, se los mutilaba, a la vez que se les hacían preguntas que para muchos eran incomprensibles. Nunca estaba claro qué querían de ellos. Primero torturaban y después pensaban; o tal vez ni siquiera hayan llegado a pensar nunca. A un grupo de adolescentes de la ciudad de La Plata los secuestraron en una triste noche que se recuerda como La noche de los lápices, los torturaron y los asesinaron simplemente porque habían tomado parte en una campaña en favor del boleto estudiantil. Muchos murieron nada más que porque sus datos estaban en alguna agenda que a ellos les parecía comprometedora.

La mayor parte de los que soportaron esos tormentos murieron o fueron asesinados. Pero no "aparecieron" jamás. A veces se los guardaba ahí adentro durante un tiempo y después se los fusilaba y se los enterraba secretamente, para que nunca más fuesen encontrados o se los arrojaba desde aviones o helicópteros al río, porque los torturadores estaban ansiosos por deshacerse de esos cuerpos que los molestaban demasiado.

Todavía siguen apareciendo huesos, restos de desaparecidos enterrados como N.N., como desconocidos.

Algunas mujeres que habían sido secuestradas cuando estaban embarazadas tenían sus hijos en esos centros de detención. A veces las llevaban a parir en secreto en un hospital, pero otras veces parían en un pasillo, o en la mesa de torturas, entre las risas y burlas de sus secuestradores, y luego se las obligaba a limpiar el lugar de rodillas. Por lo general no volvían a ver a sus hijos: los torturadores se los robaban, se quedaban con ellos.

Es difícil entender lo que puede pasar por la cabeza de un torturador, de alguien que hace sufrir a otro cuando el otro no puede defenderse, que lo golpea, lo mutila, le aplica descargas eléctricas, lo asfixia, lo viola, le arranca al hijo sin compadecerse, sin que le dé pena y vergüenza el sufrimiento de esa persona que tiene adelante. También es difícil entender cómo pudo haber habido médicos que se hayan ocupado de vigilar "el punto justo", para que los torturados no se muriesen en las mesas de tortura antes de haber entregado la "información" deseada, cómo hubo enfermeras y sacerdotes dispuestos a colaborar con ellos.

Pero lo cierto es que hubo muchos argentinos que hicieron ese trabajo. Tal vez consideraban que esas víctimas eran enemigos y que, por lo tanto, no merecían piedad ni justicia. O tal vez, por atroz que nos parezca a nosotros, lo consideraban sencillamente un deber de subordinados, una tarea, y hasta un modo de ganarse la vida. Porque lo cierto es que obedecían órdenes muy precisas, no eran locos que se ponían a torturar por su cuenta; torturaban porque los habían mandado torturar y porque eran demasiado cobardes para negarse a cometer un crimen. Había horarios de trabajo, formularios, expedientes, jefes, sueldos, burocracia.

(*) Fragmentos del libro "El golpe y los chicos" De Graciela Montes Editorial: Gramón-Colihue