lunes, 19 de mayo de 2014

periodista cubano Lazaro David Najarro camagüeyano Padura medios extranjeros Ramonet Radio Cadena Agramonte Vientos del sur Surgidero Batabanó. Canarreos

“LOS MEDIOS EXTRANJEROS NO ESCRIBEN LO QUE OCURRE EN CUBA, SINO LO QUE ELLOS QUIEREN QUE OCURRA” 
Entrevista a Lázaro David Najarro Pujol, periodista cubano especialista en radio, docente y escritor.  
Por: Jimena Riveros, miembro del Club Argentino de Periodistas Amigos de Cuba (CAPAC) 
Jimena Riveros: ¿Cuántos años llevas vinculado a los medios de comunicación? 
Lázaro David Najarro Pujol: Casi he perdido la cuenta del tiempo que llevo en los medios de comunicación. Pero existe una fecha que jamás la olvidaré: una mañana de septiembre de 1971, José del Risco Martínez, entonces administrador del frigorífico del Combinado Pesquero santacruceño, me pidió que me incorporara al movimiento de corresponsales. De una forma empírica desempeñaba el oficio de reportero que combinaba con el de la refrigeración y los estudios en la Facultad Obrera, pero sin una noción de lo que era la radio y muchos menos el periodismo.
Desde esa fecha, jamás dejé de escribir noticias, tanto para la radio, como para los periódicos. Yo había leído en la prensa, en mi etapa de estudiante de marinería, de la inauguración (el 1 de mayo de 1968) de la emisora Radio Poblado y allí me acerqué. Escribía para la radio local, los Periódicos Adelante, Juventud Rebelde y Trabajadores. Quizás por intuición tuve esa facilidad de darle a las “noticias”, a la información, un carácter humano. Me desempeñé en la década del 70, tras cumplir mi deber en el Servicio  Militar, como asesor de literatura, pero le dedicaba más al periodismo que a la asesoría y por esto decidí dejar el trabajo de la literatura para ir detrás de la noticia, ya como profesional. Me enrolaba en los barcos pesqueros y escribía sobre los hombres del mar o dedicaba horas inmerso en los campos de caña escribiendo sobre los operadores de las combinadas; los visitaba en su casa, en el campo, compartía sus triunfos y también sus fracasos. Tenía pocas horas para el descanso, pero jamás me agotaba. Imagínate que la mayoría de las veces dormía en la redacción de la emisora porque realizaba en un día varias coberturas a la vez, que ahora no puedo explicar cómo lo lograba. 
JR: ¿Cómo ves que se maneja la información en Cuba? 
LDNP: El periodista cubano debe tener un alto nivel de preparación, profesionalidad, responsabilidad con su país y estar muy comprometido con el proceso revolucionario. La prensa cubana tiene un carácter informativo, recreativo y educativo. Los medios de comunicación tienen en sus manos el papel de  como dijo Fidel, “sembrar valores en el alma de los hombres, en la inteligencia y en el corazón de los seres humanos”.  Nos toca en los tiempos actuales la misión de lograr un nuevo discurso periodístico que responda a las expectativas de una radio más culta, más entretenida, más representativa y más rica en temas de interés. 
JR: Como docente ¿opinas que alcanza la formación que reciben los futuros periodistas? 
LDNP: En Cuba los egresados de periodismo, en la actualidad, tienen un mayor nivel de preparación que cuando nos graduamos nosotros en 1983. Se  ha transitado por varios programas educativos y ya en Cuba se aplica el llamado Plan D. Nosotros no contábamos ni con profesores de tan altísimo nivel, ni siquiera con la bibliografía y las nuevas tecnologías. El estudiante de periodismo en la actualidad tiene mucha más preparación cultural y técnica. Están logrando, como apunta Raúl Garcés, «...una transformación radical en los discursos narrativos del medio...» Muchos defienden que el ejercicio diario del periodismo es lo más  importante. En parte tienen razón, pero es necesario un equilibrio entre la teoría y la práctica, respondiendo a la concepción de que la primera no puede estar separada de la segunda y viceversa. Tengo plena confianza en los nuevos egresados de Periodismo. Para Cuba se abre en esta profesión un hermoso camino. Ya lo están demostrando. 
JR: ¿Cómo se aborda el manejo de la información en un país que está bloqueado por los EEUU? 
LDNP: A veces leo algunas revistas para constatar lo que se hace por ahí (en el extranjero) y no para informarme. Yo leo mucho. Especialmente mucho veneno y ¿sabes qué me pasa? ¡Me quedo anonadado con lo que se escribe! Por eso que el trabajo del periodista de Cuba es muy complejo. Cuba es posiblemente el país más atacado en el mundo: se tergiversa la realidad y lo que es común en el resto del planeta, si ocurre en la Isla, los medios de información extranjeros lo convierten en gran noticia. Cuando tu lees los cables te das cuenta que sus campañas están dirigidas contra Cuba.  Escriben no lo que ocurre, sino lo que ellos quieren que ocurran. Por ejemplo a los mercenarios al servicios de la SINA (Oficina de Intereses de los EEUU en La Habana) los llaman disientes. No son objetivos en sus despachos noticiosos, aunque considero, parafraseando a alguien, que la objetividad es privilegio de la naturaleza y apelaría a la alternativa del catedrático español Martínez Albertos que hace equivalente la objetividad a la honestidad intelectual del periodista, cosa difícil para la Gran Prensa, que recurre a lo contrario: la tergiversación de los hechos. Es decir pretende repetir la mentira para convertirla en verdad. Antes se decía que una mentira dicha cien veces se acaba convirtiendo en verdad para los lectores, oyentes y televidentes, pero ahora ya no es cien veces. Una noticia tergiversada, según Ramonet en su libro “Propaganda Silenciosa”, se repite 10 mil veces y quizás mucho más, tergiversando o manipulando los hechos a favor de la cultura dominante. Pero tú que visitas a Cuba con frecuencia tuviste la oportunidad de constatar de que el pueblo cubano es uno de los más informados del mundo. Si no fuera así ya la campaña enemiga habría terminado con la principal  fortaleza de esta nación: la unidad del pueblo y su apoyo a la Revolución, al Partido, a Fidel y a Raúl.
Toda esa campaña contra Cuba ha quedado demostrada y denunciada con pruebas en los programas que ha transmitido la televisión Las Razones de Cuba. A veces acá lo que hace la SINA  no es FORMAR periodistas, porque para ser periodista es necesario llevar la profesión en el alma, lo que hacen es FABRICAR periodistas. El arte de la desinformación ha sido un elemento clave y es el arma de las transnacionales de la información. Sustenta Howard Frederick, que nueve de cada diez noticias que transmiten las emisoras latinoamericanas provienen de agencias de noticias primermundistas.  Nos enteramos de lo que pasa en nuestros países a través de cables redactados en escritorios norteamericanos. ¿Qué estamos rebotando a través de nuestros micrófonos?  Están utilizando un instrumento muy efectivo para la manipulación y el lavado de cerebro en nuestra región. 
JR: En materia de comunicación ¿qué implicancias tiene el bloqueo? 
LDNP: El bloqueo económico, comercial y financiero afecta todas las esferas  de la sociedad. Los medios de Comunicación no escapan a ese fenómeno. 
JR: ¿Por qué te abordaste a la investigación? 
LDNP: A veces escucho a muchas personas hablando del tema de la investigación periodística. Existen muchas opiniones de investigación periodística. Una vez escuché: “…lo que hizo tal reportero eso si es investigación”. Se trataba de un reportaje en varias partes sobre el problema del pan. Es verdad que es una investigación. Pero no es para exagerar: para lograr ese material solo es necesario ir a la cola del pan y entrevistar a las personas. Yo sólo creo que para hacer periodismo es necesario investigar.
Ahora me entero contigo que lo que hago es un periodismo de investigación. Creo que eres de las pocas personas que me lo ha dicho. Me entero ahora. No obstante gracias. Pues seguiré investigando. Pero si, de mis trabajos de periodismo radial han salido mis tres libros impresos que lleva una labor de investigación. A uno de ellos le dediqué 15 años. Claro, lo dejaba y lo tomaba, hasta que lo terminé. 
JR: En Cuba todavía existe el radioteatro ¿por qué crees que en el resto del mundo está en extinción? 
LDNP: En el resto del mundo no es la costumbre ni el radio teatro, ni la radio novela. Eso se perdió hace mucho tiempo. En Cuba la radio desde que se fundó en 1920 ha tenido una gran audiencia. La radionovela forma parte de la programación de la Isla desde que Félix B. Caignet  estrenó, en 1948, célebre radio-novela. Ocurrió un primero de Abril cuando las ondas de la CMQ trasladan el suceso dramático radial más importante de la década, “El derecho de nacer”, con María Valero-Minín Bujones y Carlos Badías, secundados por un elenco envidiable, donde sobresalen Nenita Viera, Lupe Suárez, Xiomara Fernández, José Goula, Enrique Santisteban, Carlos Paulín, y el estilo de narración de Luis López Puente, presente también en todas las obras de Caignet, o sea, hablar en metáfora como asegura el autor, que se impone también en el hacer radial de América Latina.
En Radio Cadena Agramonte, donde laboro, existe uno de los elencos dramáticos de la radio más distinguidos de Cuba. En enero de 2011, el grupo cumplió 42 años de fundado. Ahora, con el nombre de Nino Moncada, el grupo es también uno de los más antiguos y estable de la radio en el país. Sus integrantes sienten el orgullo de que artistas tan distinguidos de la pequeña pantalla como Héctor Echemendía y Norma Reina hayan salido del elenco devenido escuela de actores y actrices. La transmisión de la serie “Un nuevo amanecer” (1969), dedicada a José Martí, se asumió como la fecha de fundación del conjunto.  
JR:¿Cómo es el oyente de radio en Cuba? 
LDNP: La radio es para el oyente cubano el ritmo de la vida. Es incalculable el nivel de audiencia que tiene la radio. Según los últimos datos que he recopilado existe una red de 1 emisora internacional, 6 nacionales, 18 provinciales, 71 plantas municipales, estás últimas representan el 74 por ciento del total de estos medios en la Mayor de las Antillas. 
JR: ¿De dónde surgió la idea y/o necesidad de hacer un Manual*? 
LDNP: No quería que a otros le faltará lo que siempre quería para mí, un libro de texto o un manual de periodismo. Cuando estudiaba periodismo en la Universidad de Oriente, en la Ciudad Héroe de Santiago de Cuba, a finales de los años 70, nos tuvimos que enfrentar al fenómeno de la falta de bibliografía sobre el periodismo. Por suerte teníamos el libro de Benítez: “Técnica Periodística”, pero no era suficiente. Aquella fue una época muy difícil, con muy limitada bibliografía sobre periodismo y ninguna sobre radio.
Radio Caribe (Isla de la Juventud) me dio la oportunidad de experimentar en los géneros periodísticos: el documental, la crónica... aunque a veces confundía la entrevista, con el reportaje. Hasta los propios analistas de la información radial andaban por rumbos equivocados en los conceptos de géneros radiofónicos e imponían sus criterios en las visitas de análisis de la programación informativa. Entonces me decidí a escribir sobre periodismo radial y la editorial Pablo de la Torriente de La Habana, publicó,  años más tarde, el Manual Nuevo Periodismo Radial, el que se complementó con el editado recientemente en tu país: Periodismo y realización radiofónicos. Recibo muchas llamadas y los estudiantes lo consultan mucho para sus tesis. No solo de aquí de Camagüey, sino de varios lugares de la Isla. Tanto estudiantes de periodismo como del Instituto Superior de Arte. Así que mi esfuerzo de tantos años de investigación y búsqueda para crear ese manual ha servido de algo.  
JR: Acabas de escribir un nuevo libro ¿De qué se trata? 
LDNP: “Vientos del sur” es un testimonio que evoca una etapa de mi vida como estudiante de marinería en La Habana del Este, Cuba. Allí nos preparamos como especialistas para el cultivo de la esponja en los mares del Surgidero de Batabanó. Narro los recorridos, en medio del embrujo, por los parajes prácticamente vírgenes, elegantes y espectaculares que forman parte del Archipiélago de los Canarreos que se distingue por mantener los mismos atributos que les concedió la naturaleza hace miles de años. Rememoro los encuentros la convivencia con los pescadores y los tiempos en que los jóvenes, además de soñar, nos dábamos a la tarea de revolucionar la naturaleza y desafiábamos los peligros del mar. La historia transcurre durante los últimos años de la década del 60 del siglo XX.  Yo se lo he enviado por correos electrónico a muchas personas conocidas y me han dicho que le ha fascinado pero aún no se qué les pareció a los editores.  De todas formas sé que lograré publicarlo. Lo presenté al concurso nacional Luis Suardíaz y obtuve el Primer premio en Testimonio.  Ya fue adaptado para la radio y transmitido en un programa juvenil. 
*Periodismo y realización radiofónicos, un manual teórico-práctico. 
*Lázaro David Najarro Pujol (Santa Cruz del Sur, Cuba, 1954) Licenciado en periodismo, es autor de los libros Emboscada (Editorial Ácana 2000), Tiro de Gracia (Editorial Ácana 2003); Nuevo Periodismo Radiofónico (Editorial Pablo de la Torriente, 2007);  Sueños y turbonadas, (Editorial Adeuno.com, Argentina, 2008); y Periodismo y realización radiofónicos, (Editorial Adeuno.com, Argentina, 2010). Ha obtenido alrededor de 40 premios y menciones en concursos periodísticos, literarios y festivales nacionales de la radio, entre ellos se incluyen Premio Sol de Cuba (1986), Premio Primero de Mayo (1988), Primer Premio en Documental en el Festival Nacional de la Radio (1991), Mención Especial en el concurso literario 26 de Julio de las FAR (1999), Gran Premio Nacional de la Radio (2000), Premio Extraordinario Nacional 25 aniversario de la ANIR 2002, Premio “Jorge Betancourt” por la trayectoria de excelencia como miembro de la  UNEAC, 2008, Primer Premio de Testimonio, 2011 del Concurso Nacional Luis Suardíaz y Primer Premio en prosa reflexiva del concurso nacional “Con la vida y por la vida,  la  naturaleza convida”. 
¿Conoce usted que hay Cinco luchadores antiterroristas cubanos presos injustamente en cárceles de Estados Unidos? Visite el sitio www.antiterroristas.cu

difunden: 1er. Museo Histórico Suramericano " Ernesto Che Guevara "  la  Escuela de  Solidaridad con  Cuba " Chaubloqueo " y el  Centro de  Registro de  Donantes  Voluntarios de  Células Madre -  Irene Perpiñal y Eladio González - directores   calle Rojas 129  local  Capital - AAC 1405 - Buenos Aires - República Argentina  telefax:  4- 903- 3285 Caballito

 sonrisa total de frente sin boina
email: museocheguevara@fibertel.com.ar   http://museocheguevaraargentina.blogspot.com/
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¡Salven a los argentinos! "las ballenas"  Cinco Héroes Cubanos llevan 12 años presos en
Estados Unidos enterate ingresando a



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 Año






Título: Tony; leyenda y ejemplo

Sumario: Este 16 de Octubre cumple 55 años de edad Antonio Guerrero Rodríguez, (Tony) para millones de amigos que brindan hoy por su hidalguía y entereza

Por Ricardo R. Gómez Rodríguez

“Al renacer el nuevo día
el roce en el recuerdo
imprime un aliento que persiste
como fantasía
de forja añorada y convincente
del reencuentro esperado en la batalla.”

Así concluye sus versos la colega Natasha Santiago, quien confesó sentirse conmovida por palabras escuchadas en un programa dedicado a Los Cinco en Radio Rebelde.
Seguramente Tony también lo oyó luego de buscar aquel diminuto rincón de su celda, único lugar donde llega la señal de la emisora.
Lo imagino excitado y entre sus manos el pequeño radio que le dejara como trofeo de guerra su hermano René González, antes de  regresar a Cuba y abrir el sendero de la libertad.
Hay instantes cuando las emociones se te agolpan y casi tratan de reventarte el pecho, sobre todo, si falta alguien con quien compartir el momento.
Innumerables minutos como ése debe haber vivido Antonio Guerrero Rodríguez durante los 15 años de encierro. Así debe sentirse también hoy 16 de octubre, cuando cumple 55 años de edad.
En una carta que circuló por las redes sociales en septiembre último, a propósito de cumplirse el aniversario del injusto confinamiento de Los Cinco, decía Tony:…”Recuerdo hoy cuando llegué a la penitenciaria de Florence. Iba con una sentencia de vida a cuestas. Ingresaba en lo que algunos reclusos llamaban ‘el cementerio de hombres vivos’. Muchos de los que allí conocí estaban destinados a morir en esa u otra prisión”.
Y continuaba más adelante:…”Recuerdo, en algunas conversaciones con los más veteranos entre las rejas, que varios decían que cuando se llegaba a los 15 años ya comenzaban a aflorar los trastornos psicológicos y físicos, que nadie podía aguantar tanto tiempo, que era cuando ‘la prisión es prisión’.
Y, bueno, hoy cumplimos nuestros 15 sin el menor síntoma de locura ni el menor vestigio de pesimismo, todo lo contrario, cada día más claros y creativos, cada día más optimistas y serenos”, aseguró.
Es la fuerza de la moral, es el valor de los pequeños momentos, de las huellas que dejan en el recuerdo y en el alma mensajes de familiares y amigos, a algunos de los cuales ni le conoces el rostro, pero igual, son amigos, de esos que marchan junto a ti en los minutos más duros, aquellos que sirven para probar realmente el afecto.
Es el epitafio de agonías que enaltecen, de  martirios que devienen leyenda y ejemplo para el mundo.
Así lo define Tony en la misiva a propósito de los 15 años de encarcelamiento, cuando reseña:…”Me atrevo a decir que recluso alguno jamás ha recibido la cantidad de cartas que hemos recibido en este prolongado e injusto encierro, cartas llenas de hermandad y de amor, cartas de personas de todas las edades desde todas las latitudes y en especial cartas de muchos niños, con su peculiar manera de expresar su sincero cariño y su amor a la Patria.
La ruda vida en prisión me demostró que un hombre inocente, con convicciones puras, querido por su pueblo y por muchos amigos, jamás perderá su cordura ni dejará se quebranten su integridad y su moral, así esté en la celda más aislada”…
Recibe, Tony, el abrazo de tu gente, el verso eterno y un soplo de esperanza, de quienes hoy brindamos por ti, en la distancia.

Palabras claves: Los Cinco, antiterroristas, injusticia, La Habana, Cuba

Relacionar con: Crónicas para el regreso

Inacayal cacique patagónico Marcelo Valko Carolina Wajnerman Taberna Internacionalista Vasca de Buenos Aires Osvaldo Bayer Julio A. Roca Sayhueque San Martín de los Andes



FUERTE DENUNCIA SOBRE LA HISTORIA DEL MAL TRATO 
A LOS PUEBLOS ORIGINARIOS EN ARGENTINA
Exhibición del documental "Inacayal", una charla apasionante de Marcelo Valko y la actuación de la trovadora Carolina Wajnerman

En una nueva actividad de las Cátedras Bolivarianas de Resumen Latinoamericano, realizada en la Taberna Internacionalista Vasca de Buenos Aires, el viernes pasado se proyectó el documental (recién estrenado) "Inacayal", de los cineastas argentinos Miriam Angueira y Guillermo Glass, que encara una investigación sobre la detención y muerte de un cacique patagónico tehuelche (Modesto Inacayal) y su gente, durante lo que se conoció como Campaña del Desierto, y que en realidad fue uno de los tantos genocidios llevados a cabo en el territorio argentino.
Sobre esta problemática habló el investigador y escritor Marcelo Valko, uno de los más incisivos (junto con Osvaldo Bayer) en la denuncia de las barbaridades cometidas contra los pueblos originarios en nombre de la "sacrosanta civilización". Utilizando un lenguaje coloquial que se agradece, Valko fue sumamente pedagógico para denunciar el papel siniestro jugado no sólo por el general Julio Argentino Roca en esa campaña de exterminio, sino también por el Coronel Conrado Villegas, quien expulsó hacia el sur las tolderías de Inacayal que acampaba cerca de la naciente del río Limay en el lago Nahuel Huapi. Junto con otro cacique, Sayhueque, se marcharon hacia Chubut y alli resistieron durante tres largos años la ofensiva militar argentina. En 1884, Inacayal y varios de sus lanceros fueron hechos prisioneros y trasladados primero a San Martín de los Andes, y luego a otros cuarteles. Allí es cuando lo "rescata" un personaje siniestro, que pasó a la historia casi como un prócer, Francisco P.Moreno, más conocido como el Perito Moreno. Éste, que en su tiempo había recibido alojamiento por parte de Inacayal, lo traslada al Museo de Ciencias Naturales de La Plata, donde tanto a él como a cientos de indígenas los utilizó para hacer pruebas científicas humillantes. Inacayal finalmente se dejó morir en septiembre de 1988.
Autor de "Pedagogía de la desmemoria..." (2010) , "Los indios invisibles del Malón de la Paz..." (2008) y un reciente "Desmonumentando a Roca", Valko describió esa época como uno de los tantos puntos de inflexión que marcaron la historia argentina, a nivel de mal trato, robo de tierras y persecuciones de todo tipo, que lamentablemente llegan hasta nuestros días. 

Luego del debate suscitado por la charla y tan impactante documental, durante la cena popular habitual, se pudo escuchar a la trovadora argentina Carolina Wajnerman, quien a través de la música estableció una perfecta continuidad con el motivo del encuentro, entonando entre otros, un tema del Ecuador, de raíces indígenas.


Fotos: Verónica Canino (de Resumen Latinoamericano)

Marcelo Valko, en dos momentos de la charla en la Taberna Vasca.


Trovadora argentina Carolina Wajnerman


Inocente pero apresado por la maquina norteamericana de mentir, ocultar, fraguar, engañar y extorsionar Gerardo Hernández heroe cubano Ricardo Alarcon de Quesada




La inocencia de Gerardo
Ricardo Alarcón de Quesada

La reunión en Londres de la Comisión Investigadora del caso de los Cinco examinó a fondo la situación específica de Gerardo Hernández Nordelo y la acusación infame (el Cargo 3 “conspiración para cometer asesinato”) presentada sólo contra él y que fundamenta su condena a morir dos veces en prisión. Se le atribuye, calumniosamente, haber participado en el derribo el 24 de febrero de 1996 de dos aeronaves del grupo terrorista autotitulado “Hermanos al Rescate”.
Desde el punto de vista legal para que un Tribunal de Estados Unidos pudiera actuar, el hecho en cuestión tenía que haber sucedido en el espacio aéreo internacional, fuera de la jurisdicción cubana. Caso contrario ninguna Corte norteamericana habría podido abordarlo.

Por eso en el juicio de Miami se discutió bastante la cuestión de la ubicación exacta del incidente, repitiendo lo que antes pasó en el Consejo de Seguridad de la ONU y en la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI). En esas discusiones surgieron siempre las contradicciones entre los radares cubanos y los de Estados Unidos. Sobre los datos norteamericanos, por cierto, habría mucho que escribir, por ejemplo, la demora en entregarlos, varios meses, que obligó a dilatar el trabajo de la OACI y la sospechosa destrucción de algunos registros, todo lo cual consta en el informe de la OACI.
Para tratar de resolver la discrepancia en lo que mostraban los radares, la OACI pidió a Estados Unidos que entregase las imágenes tomadas por sus satélites espaciales, petición que fue rechazada en 1996. Tampoco Washington permitió que las viera el Tribunal de Miami y lleva mucho tiempo oponiéndose a las repetidas solicitudes del Centro para el Derecho Constitucional y los Derechos Humanos de California y litiga ante las Cortes de ese Estado en su afán de mantener ocultas las imágenes. Pronto se cumplirán veinte años de obstinada censura.
Sólo Estados Unidos ha podido examinar lo que filmaron sus satélites, pero no permite que lo haga nadie más. Ni el Consejo de Seguridad de la ONU, ni la OACI, ni los tribunales norteamericanos. ¿Por qué?

Sólo puede haber una respuesta. Washington sabe que el incidente ocurrió dentro del mar territorial cubano, muy cerca del litoral habanero y en consecuencia, jurídicamente, nunca tuvo jurisdicción alguna sobre él. Porque las imágenes satelitales son prueba irrefutable de la mentira yanqui nadie más que las autoridades estadounidenses podrá verlas nunca.
Pero no se trata de que las imágenes exculpen a Gerardo. No eran necesarias porque para condenarlo la Fiscalía tenía que demostrar que él, personalmente, había participado en el incidente, algo totalmente absurdo, imposible de sostener, independientemente del lugar donde hubiera ocurrido el derribo de las aeronaves invasoras. El problema era y es para Washington.
Porque las imágenes prueban que Estados Unidos, sus autoridades y sus tribunales no tenían derecho alguno para juzgar un acontecimiento ocurrido más allá de su jurisdicción territorial. Debe destacarse que, según los radares norteamericanos, los aviones volaban, siempre juntos, rumbo sur y uno de ellos, al menos, conforme a su propia versión, había penetrado el territorio cubano. Incluso, si se aceptase la teoría estadounidense sobre la ubicación de los aviones, estos se hallaban en las inmediaciones de la capital cubana, muy cerca de su parte central y más poblada y en pocos minutos la habrían sobrevolado y hubieran podido atravesar la isla hasta la costa meridional.
No fue algo acontecido en la cercanía del espacio norteamericano, sino mucho más abajo del paralelo 24 que marca la separación entre las zonas de supervisión aérea de ambos países. Fue ahí, dentro del área bajo control cubano, que transcurrió buena parte del vuelo, siempre rumbo sur, hacia La Habana y desoyendo las indicaciones y advertencias emitidas por el centro de control de tráfico aéreo de nuestro país.


Pero, en todo caso, Gerardo no tuvo absolutamente nada que ver con el hecho, en cualquier lugar en que este ocurriese. Y eso lo sabían perfectamente las autoridades norteamericanas.
Según el Acta Acusatoria de septiembre de 1998, el FBI había identificado a Gerardo, conocía la misión que desempeñaba y revisaba sus comunicaciones con Cuba desde 1994, más de dos años antes de aquel suceso que agravó sensiblemente la situación entre ambos países. Las turbas de la mafia batistiano-terrorista llamaban entonces a la guerra en las calles de Miami, mientras, según escribió el Presidente Clinton en sus Memorias, en la Casa Blanca discutían un posible bombardeo a Cuba y él optó por promulgar la Ley Helms-Burton acompañada de amenazas belicosas. ¿Puede alguien imaginar que no habrían hecho nada contra Gerardo si él hubiese sido culpable? Nada hicieron, precisamente, porque les constaba su inocencia.
Por eso tampoco lo inculparon cuando fue detenido, junto a sus compañeros en septiembre de 1998. En la acusación inicial no se dice una palabra sobre lo ocurrido el 24 de febrero del 96, ni se habla de derribo de aeronaves o algo parecido. No lo hicieron porque el FBI, que poseía y había leído los mensajes entre Gerardo y La Habana, sabía que era inocente.
El Cargo 3 (“conspiración para cometer asesinato”) fue formulado, sólo contra Gerardo, más de siete meses después del arresto de los Cinco cuando ellos permanecían en confinamiento solitario –el infame “Hueco”- aislados del mundo, imposibilitados de defenderse. Para hacerlo la Fiscalía presentó una Segunda Acta Acusatoria que, y así lo registró la prensa de Miami, fue elaborada en reuniones que abiertamente celebraron el FBI, la Fiscalía y jefes de grupos terroristas.

Era una acusación arbitraria, fabricada de pies a cabeza, con el único propósito de complacer a los criminales, inflamar el odio contra Gerardo y sus compañeros y garantizar de antemano las peores, ilegales y más irracionales condenas. El Cargo 3 fue el centro de la desaforada y vulgar campaña mediática promovida y financiada por el Gobierno Federal, con su presupuesto, que cayó como un tsunami de mentiras, sobre una comunidad inerme y paralizada por el terror –cinco artículos por día en los periódicos impresos, incesantes comentarios, día y noche, en la radio y la televisión locales –conformando lo que justamente el panel de jueces de la Corte de Apelaciones, en 2005, calificó como una “tormenta perfecta” de odio, prejuicios y hostilidad.
Gran parte del juicio giró alrededor del Cargo 3. Dentro y fuera de la sala del tribunal, individuos vinculados a “Hermanos al Rescate” alborotaban y hacían declaraciones estridentes que amplificaban los medios locales. Ellos y los “periodistas” pagados por el Gobierno perseguían y asediaban a los miembros del jurado quienes se quejaron a la jueza y ella, por su parte, varias veces también se quejó al Gobierno, por supuesto, sin resultado alguno.
En la sala del Tribunal, pese a todo, el infundio de la Fiscalía fue derrotado. Los acusadores, tan eficaces insuflando odio y prejuicios contra él, no pudieron presentar una sola prueba para vincular a Gerardo con los sucesos del 24 de febrero. Nada.
Tan contundente y obvia fue la derrota que el Gobierno hizo algo totalmente inusitado. Al final de las discusiones, cuando la jueza iba a dictar las instrucciones para guiar al jurado a la hora de emitir su veredicto, los fiscales se opusieron sorpresivamente al texto que, ajustado palabra por palabra al Acta Acusatoria, ella había preparado. Propusieron cambiarlo radicalmente. La Magistrada, con buenas razones, no aceptó la petición alegando que habían empleado siete meses discutiendo esa acusación fiscal y era ya demasiado tarde para modificarla. Ese mismo día la Fiscalía se precipitó a hacer algo aun más insólito: en una acción que reconoció “carecía de precedentes” recurrió ante la Corte de Apelaciones con una “moción de emergencia” buscando paralizar la decisión del tribunal inferior e incluso la posposición del proceso.
En el extraño documento la Fiscalía sostuvo que “a la luz de las evidencias presentadas en el juicio las instrucciones presentadas por la jueza constituyen un obstáculo insuperable para esta Fiscalía y pueden conducir al fracaso de la acusación en este Cargo”.

Debe subrayarse que, según un principio universal de Derecho, toda persona es inocente salvo que se demuestre lo contrario y que es obligación del acusador presentar las pruebas o evidencias necesarias para demostrar la culpabilidad del acusado. La Fiscalía encaraba ciertamente “un obstáculo insuperable” por la sencilla razón de que no podía mostrar prueba alguna contra Gerardo, simplemente porque estas no existen, ni pueden existir. Carecían de cualquier prueba contra él y peor aún, sabían, pues poseían todos sus intercambios con La Habana desde hacía varios años –incluso años antes del incidente de las avionetas-, que él no había tenido relación alguna con ese hecho. En otras palabras, cuando presentó su Segunda Acta Acusatoria la Fiscalía conocía cabalmente que estaba acusando a un inocente y en consecuencia, prevaricaba imperdonable y groseramente.
El Cargo 3 fue una grave violación a la Constitución y las leyes y también a la obligación legal y hasta profesional de los fiscales. Actuaron, mano a mano con el FBI de Miami, como agentes y cómplices de una mafia terrorista que ellos debían combatir y en realidad la sirvieron con docilidad escandalosa.
La Corte de Apelaciones tampoco aceptó la tardía solicitud fiscal y a partir de ahí se produjeron acontecimientos que serían sorprendentes si no se tratase de un caso que, de principio a fin, ha sido y es un escarnio mayúsculo a la justicia.
Rápidamente, sin expresar duda alguna, sin hacer preguntas, en unas pocas horas, el Jurado declaró culpables a los Cinco de todos y cada uno de los Cargos formulados contra ellos, incluyendo el Cargo 3, sin importarle a nadie que respecto al mismo la Fiscalía había admitido su fracaso y se había empeñado por retirarlo.
Al concluir el juicio, en la primera semana de junio de 2001, la jueza anunció que dictaría las sentencias a mediados de septiembre. El abominable acto terrorista del día 11 de ese mismo mes y año al parecer la hizo cambiar de opinión. Ni ella ni el Gobierno se sentirían cómodos penalizando brutalmente a unos héroes antiterroristas mientras W. Bush se lanzaba, gozoso y con gran fanfarria, a hacerle la “guerra al terrorismo” a todo lo largo y ancho del planeta. Esperaron tres meses más.
Finalmente, el 14 de diciembre de 2001, Gerardo fue sentenciado a dos cadenas perpetuas más 15 años.
Todos, en la sala del Tribunal, sabían que castigaban a un inocente.

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