miércoles, 24 de febrero de 2021

Brigadista alfabetizador de Oficiales y soldados a los 15 años

CRÓNICA DE MAURICIO. Por: Joaquín Sosa. Foto del autor
.Historia inédita.. Una distinción al Mérito de valor histórico. Siendo un adolescente me inscribí en las Brigadas de Alfabetización
Conrado Benítez; para contribuir a cumplir la promesa de Fidel de
convertir a Cuba en 1961 territorio libre de analfabetos. Estuve en el
campamento de Varadero preparándome, tenía unos 16 años, era la
primera vez que me separaba de mis padres y que salía de La Habana.
Junto a unos 30 compañeros nos designaron para la provincia de Pinar
del Río. Viajamos en ómnibus por la Carretera Central hasta esa ciudad,
atrás iban quedando las poblaciones de Matanzas, Cotorro, Bauta,
Caimito, San Cristóbal, Los Palacios, Consolación del Sur y San Juan y
Martínez hasta llegar casi de noche a ISABEL RUBIO a varios
kilómetros de Varadero y casi llegando al Cabo de San Antonio, donde
por Occidente, se acaba la Isla de Cuba.
Nos ubicaron en la Base Aérea Militar de "SAN JULIÁN" en el Municipio
de Guane para alfabetizar a soldados y reclutas y comenzamos nuestro
trabajo. La Base, además de la defensa, fungía como escuela para
milicianos, con numerosos oficiales del Ejército y alumnos que requerían
también ser alfabetizados.
Era a mediados de Diciembre de 1961, no recuerdo con exactitud, pero
el 12 o el 13 llegó en un helicóptero el Comandante Ernesto "Che"
Guevara, ya habíamos terminado la campaña y todos nos
encontrábamos preparando el Acto para declarar la Base como
Territorio Libre de Analfabetismo;.
El compañero Francisco Xene como Comisario Político había mandado
a confeccionar y ya tenía consigo unas Medallas para reconocer a cada
uno de los Brigadistas. El día siguiente de la llegada del Che el Sargento
del Ejército Rebelde Edilberto Girón, nuestro Jefe en la Base, me dice:
"Ponte el mejor uniforme que tengas y ven conmigo".
Llegamos a la oficina donde estaba el Comandante Guevara y el
Sargento me dice: "Entra y pídele que sea él quien presida el acto y
haga la Declaración de Territorio Libre de Analfabetos". No me dio
tiempo a pensar, pues prácticamente me empujó e introdujo a la oficina.
El Che estaba sentado detrás del Buró, me miró, no pareció
sorprendido, tampoco dijo nada, yo muy nervioso y asustado empecé:
Comandante, nosotros quisiéramos que usted NOS HICIERA EL
HONOR…;, no me dejó terminar, me interrumpió y me dijo algo así:;Un
momento muchacho, de lo que me vas a pedir seguramente EL HONOR
VA A SER MIO, ahora dime;.
Le expliqué y de inmediato me dijo:;VES QUE EL HONOR ERA PARA
MI, PERO PREPAREN RÁPIDO EL ACTO PUES YA ME TENGO QUE
MARCHAR;.
Seguramente fui escogido para hacer la propuesta al CHE pues además
de fungir como Jefe de los Brigadistas, había integralmente cumplido
bien la tarea y por ello poseía los méritos suficientes.
El 15 de diciembre de 1961 se celebró el Acto y los Brigadistas allí
destacados recibimos de manos del Guerrillero Heroico la Medalla.
Para mí en lo personal, aún hoy y después de casi 60 años, todavía es
un alto honor, imborrable de mis recuerdos personales;.
Esta Crónica surgió cuando el inexorable paso de los años me
indujeron a sentarme y escribir "Mis Memorias" y a la vez con
tiempo para ello por estar en casa para evitar la Covid-19, pero
sucedió que al tratar de insertar en ellas lo antes narrado, no
recordaba ni tenía la fecha exacta ni sabía dónde obtener el dato lo
cual logré gracias al compañero Froilán González, lo escueto de lo
encontrado fue lo que me motivó a compartirlo ante la posibilidad
de lo inédito.

Libre de virus. www.avast.com

Fwd: Che Guevara: Industrias, economía y desarrollo a 60 años de fundado el MININD



---------- Forwarded message ---------
De: JuanM Pantaleon <juanmpantaleon@gmail.com>
Date: mié, 24 feb 2021 a las 17:09
Subject: Fwd: Che Guevara: Industrias, economía y desarrollo a 60 años de fundado el MININD
To: Anita María Suárez <amisa@cim.uh.cu>, Arenita Fernández <fernandezarenas54@gmail.com>, Argelio Santiesteban CEL <argelio@cubarte.cult.cu>, Alexis Canetti <alexiscanetti1@gmail.com>, Alain Vicens <avalain80@gmail.com>, Abel Pérez <lebapg@nauta.cu>, Jorge Luis Aneiro <jlaneiro@enet.cu>, Arnaldo Silva <asf@cubarte.cult.cu>, Adela Lorente <adela@cnpc.cult.cu>


UN DIA COMO HOY,
24 de febrero, __y en conmemoración  de la GUERRA NECESARIA, organizada, pensada, y dirigida por JOSÉ  MARTI, estas meditaciones de la doctora Ma. del Carmen Ariet nos estimulan e impulsan sin reposo, a ^^seguir la búsqueda de soluciones a aquellos problemas que Fidel y en Che enfrentaron con sin par consagración^^, __y que hoy en condiciones de pandemia y bloqueo recrudecido, tienen en su complejisima versión, a todo el país en alarma de combate, junto a la nueva gobernanza que implementa la Tarea Ordenaniento como garantía de que Cuba saldrá adelante, y por fin, vencerá problemas viejos y nuevos junto a nuestro heroico pueblo espartano y mambí.

Panta
24.2.21.


○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
 
Che Guevara: Industrias, economía y desarrollo a 60 años de fundado el MININD
Por: María del Carmen Ariet García

23 febrero 2021 | + |

Para muchos estudiosos e interesados en el pensamiento y actuar del
Che, la carta enviada a Fidel, fechada el 26 de marzo de 1965, a
escasos días de su partida en misión internacionalista para África y
que fuera publicada en 2019, causó muchas interrogantes, pero sobre
todo admiración ante su lucidez y valentía de expresar opiniones
polémicas y consideraciones reflexivas acerca de las variaciones y
correcciones que debían acometerse para establecer líneas de
desarrollo imprescindibles, con el objetivo de cambiar la dependencia
del país, la histórica y la avizorada de nuevo tipo, manifestada a
partir de las relaciones estructurales e ideológicas que se
proyectaban para avanzar en el camino hacia el socialismo, pero
también con limitaciones respecto a determinadas conceptualizaciones
imperantes en esos años.

El cambio producido en la Cuba revolucionaria desde 1959 para dar
cumplimiento al proyecto político esbozado por Fidel en su alegato "La
Historia me absolverá
" hasta la declaración del carácter socialista de
la Revolución, no solo conmocionó a toda una nación, sino que obligó a
una transformación estructural impensada en la política tradicional
del país, generada desde el poder imperial que nos mantuvo sujetos y
cautivos mediante los modelos dependientes impuestos para las naciones
ubicadas bajo su égida de dominación y que subsisten hasta el presente
en nuestra región.
Así transcurrieron casi 60 años de República, con vaivenes de cierta
bonanza, pero siempre con una especie de dogal que limitaba
ostensiblemente las aspiraciones de soberanía y plena independencia,
por el solo hecho de pertenecer estratégicamente al radio de acción de
la potencia imperial norteamericana. Es por ello, que la declaración
del carácter socialista de la Revolución no es y no ha sido nunca
admitida, ni mucho menos aceptada. Las figuras principales siempre
fueron atacadas y vilipendiadas, incluso con intentos múltiples de
eliminarlos, por ser los portadores de la nueva herejía. Dentro de
ellos, dos fueron los más impugnados y agredidos, Fidel, por ser el
líder natural y de alta estatura de estadista de nuevo tipo y el Che,
por representar la vanguardia de la lucha continental y de todo el
mundo dependiente; comunista de nuevo tipo y, emprendedor de un
pensamiento y acción coherente, y promotor de una nueva alternativa de
cambio para alcanzar la verdadera emancipación de los pueblos.
En el caso particular del Che, lo realizado por contribuir al proceso
de transformación emprendido en Cuba, ha sido analizado y bien
fundamentado a lo largo de todos estos años, con diferentes posiciones
y visiones, desde las nacionales hasta en el plano internacional,
antes y después de su partida en 1965.
De modo específico, una demostración donde se integran lo teórico y lo
práctico se manifiesta en la creación del Ministerio de Industrias,
creado el 23 febrero de 1961, con un antecedente en el Departamento de
Industrialización del INRA, concebido desde 1959 y para muchos el
gobierno paralelo a la tradicional estructura de poder, el que fuera
encabezado por el propio Fidel.

Solo un hombre de la capacidad y convicciones políticas del Che podía
emprender la tamaña empresa de asumir la dirección de un Ministerio
inexistente en el país, con una visión totalizadora y con un encargo
de desarrollo y cambio de las obsoletas concepciones y limitaciones de
la industria cubana. No se trata de que otros no pudieran hacerlo, de
lo que se trataba era de dar forma y poner en funcionamiento una
concepción integral necesaria para propulsar un engranaje con el
desarrollo que se intentaba emprender, por eso es que desde un
principio devino una tarea compleja, contradictoria y de una voluntad
política que rebasaba lo esperado.

Describir la estructura y funcionamiento del Ministerio de Industrias
teniendo en cuenta el nivel de las industrias existentes en el país y
las innovaciones requeridas para adecuarlas a las nuevas estructuras,
resultaba una labor por encima de las capacidades existentes,
conscientes de las dificultades y lo mucho a gestionar y organizar
para situarlas en el lugar exigido.
Esos elementos nos acercan a una adecuada interpretación de algunos
avances y resultados obtenidos, sin dejar de analizar los errores
cometidos y lo novedoso de las políticas económicas introducidas para
tratar de cambiar el peso e influencia de su propia evolución.  De ese
modo se proyectan, entre múltiples acciones, un nuevo tipo de
dirección, un cambio de funcionamiento, una política moderna en la
composición de los cuadros y la agilidad de sus decisiones, un
propósito de prioridad en la modernización de los procesos
tecnológicos y la asunción de incorporar nuevas tecnologías de
avanzadas para esos momentos, son ejemplos que pueden ayudar a
entender la concepción y la evolución paulatina de algunos de esos
presupuestos, aunque faltó tiempo en la concreción y ejecución de
acciones contrapuestas a las políticas económicas impulsadas por los
países socialistas.

Aun cuando no se logró alcanzar un pleno funcionamiento de las
proyecciones trazadas, las directrices establecidas permiten entender
el propósito y el contenido que se trató de imprimir al Ministerio de
Industrias. La existencia de errores y la falta de algunos
procedimientos adecuados para poner en práctica todo a lo que se
aspiraba, quizás sean las razones de muchas de las críticas que se
hicieron y aun se hacen, a lo que habría que sumar las polémicas
posturas del Che respecto a los problemas innegables en el socialismo
de orden filosófico y económico, analizados en diversos escritos,
reuniones y discursos. Ante todo, por simple percepción, como lo
manifestó desde sus primeros contactos con los países socialistas,
respaldadas luego por reflexiones conceptuales y elaboraciones propias
dadas las experiencias prácticas asumidas —como advierte a Fidel en la
carta citada―, pero necesarias para corregir los errores y medir las
posibilidades de no cometerlos de nuevo, al tener en cuenta la
realidad de Cuba como país en vías de desarrollo.
El tratar de establecer un sistema económico diferente al empleado por
el resto de los países socialistas en el sector industrial y
monitorear sus resultados, mediante el empleo de métodos de gestión
económica diferentes, basada en la puesta en marcha el Sistema
Presupuestario de Financiamiento, fue el enorme reto que se impuso.
La polémica generada por esas posturas rebasó los límites internos al
generar un sismo excepcional cuando, por primera vez, desde un país
socialista, se propuso como desafío enfrentar un debate internacional
sobre la economía en la construcción socialista, que aún hoy deja una
reflexión de valentía extrema e inusual para ese contexto, con el
objetivo real —y no por la distorsión con que fue juzgado―, de luchar
por hacer del socialismo un sistema superior.

El espíritu del debate, aun cuando fue limitado e incomprendido por
muchos de pensamiento dogmático y estatizado, tuvo lamentablemente su
verdadera prueba de fuego, pasados los años, con la desaparición del
llamado sistema socialista y la pérdida de conquistas difícilmente
alcanzables desde otra óptica de poder. Sigue siendo el mayor
compromiso para el futuro de la humanidad en su intento de tratar de
emprender la verdadera justicia para todos.

De esa misma forma, el desempeño del Ministerio, su funcionamiento y
cambios estuvo en constante escrutinio al igual que su Ministro, nunca
faltaron las críticas y las incomprensiones, muchas veces desde
nosotros mismos, a las posiciones esgrimidas por el Che. No obstante,
el espíritu de cohesión, el permanente debate en todos los niveles del
Ministerio y la solidez de sus bases estuvieron siempre presentes con
el nivel y la mesura requeridos. Pasado el tiempo y por razones
emanadas del paulatino desarrollo alcanzado, se tomaron decisiones
lógicas de dividir el ministerio en lo que actualmente conforman
varios ministerios, con el objetivo de alcanzar mayor eficiencia y
especialización; otro de los temas pendientes a estudiar para medir la
dimensión de lo realizado en esos primeros años, sin disminuir el
ejemplo y el legado trasmitido por el Cher y su equipo de dirección.

Si se ilustra la composición de su estructura y funcionamiento con el
empleo del Sistema Presupuestario como modelo de dirección en el
Sector industrial, pueden resumirse   algunos de sus componentes más
sobresalientes, con la constitución de un Consejo de Dirección marcado
por la participación activa de Consejos especializados y las
Subsecretarías, sumándoles el actuar y permanente información y
análisis de las Delegaciones provinciales, encargados de atender a las
Empresas ramales, al igual que  a los Consolidados, obligados a rendir
cuentas en los Consejos e integrados mediante un estricto control
económico y de inspección, dirigidos a impulsar las tareas y cambios
acorde con las necesidades propias.
En el último período de la presencia del Che en el Ministerio, se
intensificó un verdadero trabajo de reflexión y debate para tratar de
aprovechar experiencias, contradicciones y resultados obtenidos, con
el objetivo de hacer efectivo y eficiente el desarrollo industrial del
país bajo una concepción económica y política que permitiera emprender
las modificaciones requeridas para hacerlo vital dentro de nuestra
concepción socialista.
Desde la creación de Ministerio hasta la partida del Che, como se ha
expresado, se acumularon un conjunto de experiencias y logros, donde,
como es lógico, no faltaron deficiencias, no solo por ser
incompatibles con el Sistema de Dirección generalizado en los países
socialistas, sino también por errores de apreciación y de proyección
sobre cómo debía operar el desarrollo industrial del país, derivadas
de los objetivos definidos. A juicio del Che, faltaron decisiones y
acometividad para modificar prácticas obsoletas y luchar con
tecnologías deficientes y atrasadas, en especial las llegadas de la
URSS, sin que eso implique negar la colaboración incondicional de
apoyo a Cuba, pero que condujo, dada nuestra inexperiencia y
desconocimiento, a una inadecuada selectividad respecto a su recepción
y empleo, factores imputables a ambas partes, en el afán de
materializar logros y resultados.

Como explicara el Che en los balances y juicios emitidos sobre los
errores del Ministerio, faltó un organismo regulador y suficientemente
crítico para frenar ímpetus negativos, surgidos muchos de la buena
voluntad y propósitos encomiables, pero que el tiempo, desde su puesta
en práctica hasta la evolución de apenas cinco años, no fueron
suficientes para entender ni la dimensión de los problemas, ni la
asunción de una estrategia de modificación ante la realidad por la que
se transitaba.

De modo particular, el personal directivo y las estructuras de
dirección, específicamente en el Sector económico, con la asesoría de
colaboradores de los países socialistas, debatieron y plasmaron en
documentos las ideas y proyecciones de los planes, a partir de las
experiencias resultantes de esos breves años de trabajo.
En los documentos, conservados en el Archivo Documental del Centro
Che Guevara, existen un conjunto de ellos que ameritan un análisis
riguroso, no solo como Memoria histórica viva, sino sobre todo como
referentes comparativos de los cambios que se están emprendiendo en la
actualidad y comprender la dimensión de los avances obtenidos por la
Revolución bajo la presencia permanente de Fidel, pero también de los
errores, mucho de los cuales fueron analizados en Congresos del
Partido y en sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular.[1]
Claros ejemplos de los documentos iniciáticos se encuentran en las
"Tareas anuales del Ministerio", verdaderas demostraciones de las
experiencias acumuladas, de igual modo en "las famosas" Reuniones
bimestrales, en los informes presentados por el Che al Consejo de
Ministros y recogidos en sus "Memorias Anuales". Todos en su conjunto
abarcan aspectos que van desde las tareas y los fines, valoraciones
sobre la calificación del personal dirigente, los problemas
fundamentales y uno muy sugerente y educativo, la autocrítica y
proposiciones críticas muy propias del actuar del Che, hasta las
redactadas a modo de Conclusiones.

En uno de los acápites perteneciente al documento "Autocrítica y
sugerencias críticas
", el Che sintetiza las fallas de tipo personal
expresadas en forma de contradicciones y que, a su juicio, señalarlas
no implicarían subsanarlas de forma inmediata, porque forman parte de
una tarea educativa y, sobre todo, de educación colectiva, donde la
labor de todos ayudaría a corregirlas. Son, sin dudas, importantes
observaciones porque ilustran y hacen coherente sus propias
definiciones, cuando en su ensayo mayor "El socialismo y el hombre en
Cuba
" analiza el verdadero papel de la ética y el desarrollo pleno de
la conciencia apoyadas en una verdadera educación política e
ideológica.

Esa valoraciones de sus propios "defectos", permiten entender no solo
las acciones, sino el modo en que siempre las enfrentó, por eso en
este año de recordación, a 60 de haber asumido la responsabilidad de
dirigir el Ministerio de Industrias, la provocación a estudiar esas
posiciones como un soporte resistente para contribuir al estado actual
de reflexión en el que se está enfrascado, útil para esclarecer y
esclarecernos sobre cómo actuar, basados no solo desde el presente,
sino desde un pasado repleto de pautas defendidas y puestas en
práctica por la alta dirección de la Revolución, especialmente por
Fidel, y pendientes aún por cobrar vida plena.
Cuando el Che precisa lo sustantivo de las tareas y el modo de
ejecutarlas, al resaltar los métodos de trabajo personales, queda
claro que no significa una falsa modestia, sino el propósito de marcar
los errores fundamentales que entendía se habían cometido, razón que
explica, entre otros valores, la lealtad e incondicionalidad de su
equipo de dirección, a pesar de la enorme fuerza y la exigencia que le
imprimía a la crítica y la disciplina establecidas.
Destaca, dentro de los métodos que empleara, un defecto sustancial sin
una posible solución, denominado "la política de tracción paralela",
al tener que empujar el carro de costado por las múltiples tareas que
había tenido que enfrentar y haber llegado a la conclusión de que "el
peso de mi autoridad fuera superior al de las limitaciones del cargo
de ministro
", sin poder establecer discusiones apropiadas en el
momento oportuno, resolver los problemas y tomar decisiones
colectivas. Así, a modo resumen, expone el cúmulo de tareas bajo su
dirección, llevándolo a acometer "solo tareas de trascendencia
nacional…
", afirmación cierta en su caso, pero sin dejar de considerar
la importancia de las responsabilidades asumidas, quizás desbordadas,
pero nunca ineficientes.

Al final, en las Conclusiones, destaca la importancia de los Planes
Perspectivos como acción permanente, los que permitirían eliminar
distorsiones graves que habían estado presentes en los cinco años
transcurridos, provocadas por la improvisación constante y el fracaso
repetido demasiadas veces por los que han transitado los organismos y
la jerarquización, no solo establecidas dentro del Ministerio, sino
también por las responsabilidades asumidas en la JUCEPLAN.
Sin dudas, dentro de los documentos históricos importantes, por sus
reflexiones y actualidad, se  encuentran los concernientes a los
"Planes perspectivos" elaborados por el Sector de la economía del
Ministerio bajo permanente escrutinio del Che y, también, las memorias
y análisis realizados por especialistas de países socialistas, entre
ellos el redactado, en 1965, por el checo Valter Pomarek, con el
título de "Problemas y perspectivas de la economía cubana" cuyos
presupuestos fueron debatidos con el Che y expuestos algunos de sus
fundamentos en los Consejos de Dirección, permitiéndonos valorar los
resultados sin excluir los errores y poder entender las tareas a
acometer desde la industria en Cuba y su desarrollo a mediano y largo
plazo.

A modo de síntesis, por su valor expositivo y validez en el
acercamiento a las nuevas propuestas, miradas desde el presente, se
han seleccionado del Proyecto del Plan Perspectivo 1966-1970 (1ª
parte)
, algunas consideraciones y recomendaciones de los acápites 1, 2
y 3, en los que se exponen los múltiples logros obtenidos, pero
también para comprender los problemas, algunos de los cuales se han
resuelto pero que otros, pasado los años, subsisten en su
comportamiento, sobre todo para modificar mentalidades obsoletas y
métodos errados:
1. Situación de la economía cubana, analizada por la necesidad de
elaborar un Proyecto perspectivo de desarrollo industrial, dado el
estado de insatisfacción en el sector de la ejecución de las
inversiones para la industria y el resto de la economía, la
existencia, también, de problemas en el abastecimiento
técnico-material, el que depende considerablemente de las
importaciones. Se señala como muy negativo, la ausencia de un plan en
el sector del desarrollo técnico, así como en la construcción de la
base investigativa, la preparación de los cuadros en la dirección de
las investigaciones, entre otros y, por consiguiente, la necesidad de
realizar un análisis del estado global de la economía nacional,
midiendo sus problemas, necesidades y tendencias del desarrollo; parte
de esos resultados han sido eficientemente cumplidos, avalados por el
alto nivel de los científicos y especialistas formados en la
Revolución.
Se precisan como causas fundamentales de las dificultades las de: a)
carácter externo, provenientes de la profunda deformación estructural
de la economía nacional y, la más actual, provocada por el Bloqueo
impuesto por el gobierno norteamericano; b) las internas de carácter
subjetivo, cuyas causas se derivan de los errores en la Planificación
y en la de Dirección Económica y, por consiguiente, en las decisiones
tomadas; la elaboración de Planes grandiosos, sobre todo en
inversiones irrealizables e inefectivas, sin producir nuevos fondos
exportables o sustitución de importaciones, provenientes, entre otros,
de la distribución incorrecta de los medios entre las nuevas
construcciones, la reposición de los medios y su modernización, como
parte de sus principales causas
.

Una manifestación esencial se presenta en el descenso de la Producción
y Distribución y, por consiguiente, en un Estancamiento de la Economía
Nacional, razones que explican: c) la tercera de las causas de
carácter objetivo, derivadas de las severas deformaciones y
contradicciones internas de la economía, unas heredadas de los
monopolios norteamericanos y, otras, de las adquiridas en las nuevas
políticas adoptadas.
Las dos primeras causas son esencialmente políticas e ideológicas y
requerían de un análisis de los máximos organismos nacionales, es por
ello que se pone énfasis en las causas objetivas y las contradicciones
heredadas de las políticas impuestas por Estados Unidos a Cuba, con el
fin de analizar posibles soluciones a partir de las deformaciones e
insuficiencias presentes, como la necesaria producción y reproducción
de la fuerza de trabajo, lo que permitiría frenar su exceso y una
estructura desfavorable, el éxodo de la agricultura, las deficiencias
de los cuadros y una desmesurada burocracia, como fenómeno acrecentado.

2. Perspectivas de desarrollo: se enmarca a Cuba como país
perteneciente al grupo de países de relativo desarrollo desde el punto
de vista de su economía, siendo una potente fuerza de la futura
expansión económica, pero con dificultades a enfrentar, como son el
grado elevado del no aprovechamiento de la fuerza de trabajo, un bajo
aprovechamiento del fondo de tiempo de la jornada laboral, una
participación desproporcionada de trabajadores en la esfera
administrativa, entre otros.
A lo señalado, se agrega, como objetivo de la expansión económica, la
riqueza natural relativa de Cuba y sobre todo el apoyo popular a la
Revolución.
Se plantean, dentro de las de mayor relieve, algunas tareas objetivas
a resolver:
• Crear nuevos sectores de exportación y bases de producción para
sustituir importaciones o la producción de bienes.
• Alcanzar un decoroso aumento del nivel de vida de la población no
como meta final, sino para liberarlos gradualmente de la presión
diaria de las preocupaciones materiales.
• Consolidar la independencia económica y dentro de los sectores más
importantes, priorizar el sector industrial con la incorporación de
las técnicas modernas y los niveles específicos de la producción para
alcanzar capacidades óptimas.
Se destaca, a modo de resumen, que en toda esa concepción se hace
énfasis en el rápido desarrollo de la industria como un factor
decisivo, acompañado de argumentos sociológicos y económicos de
importancia principal:
1. Asegurar la ocupación de un gran número de población no incorporada
al proceso laboral y frenar la migración, la que requiere medidas de
maduración perspectiva para proyectar la fuerza de trabajo urbana y
rural.
2. Estudiar la tendencia a largo plazo de la fluctuación de los
precios mundiales debido a la diferencia cada vez más abierta entre el
nivel de los precios de los productos de la industria procesadora y el
nivel de los precios de las materias primas y productos agrícolas.
3. La presencia de la revolución técnica en ramas de la química,
electrónica, automatización, entre otros, los que se imponen, sobre
todo, en la industria como un elemento dinámico en el desarrollo de la
economía.
Son pautas definidas como proyección de ese análisis y como medidor
para nuestro presente, las que contribuyen a  enaltecer el arduo
trabajo desplegado por un Ministerio empeñado en lograr un desarrollo
de avanzada y demostrar, desde nuestra realidad, la justeza de un
socialismo más humano y sostenible, bajo la mirada escrutadora de su
perdurable Ministro, defensor de la necesidad de la expansión
económica por la vía de la movilización de las reservas existentes en
el proceso productivo, el uso racional del ingreso nacional con una
segura distribución del mismo y, sobre todo, la capacitación masiva de
los cuadros y la preparación de los nuevos. Premisas todas y razón
esencial del ejemplo dejado por el Che en su enorme contribución para
alcanzar nuestro pleno desarrollo económico y que a 60 años de creado
el Ministerio de Industrias continúa siendo un modelo en el actuar de
nuestro socialismo.
[1] Para una guía y contenidos esenciales de la labor del Ministerio y
de su Ministro, es imprescindible consultar los tomos ordenados bajo
la Coordinación de su Vice-Ministro primero, Orlando Borrego en
colaboración con otros directivos, en particular de Enrique Oltuski, y
que fueron revisados por el Che antes de su partida a Bolivia. Ver la
edición de la Editora José Martí, Publicaciones en Lenguas
Extranjeras, La Habana, Cuba, 7 Tomos, 2016.
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