lunes, 15 de septiembre de 2008

David Alfaro Siqueiros muralista mexicano Diego Rivera Julio Antonio Mella cubano Nicolás Guillén













Crecer como hace el río

Por Adys Cupull y Froilán González

“Fue México, primero, antes de la llegada de los arcabuces, tierra como de oro y plumas”. Con las palabras de José Martí, expresadas en el discurso pronunciado en honor a México en una velada de la Sociedad Literaria Hispano – americana, en el año 1891, se abre este comentario a propósito del aniversario 198 del Grito de su independencia.

Él, también se refirió al otro invasor, el del norte, que no llegó con arcabuces, sino con rifles y otras armas poderosas. En escritos y discursos, habló de lo voracidad de los Estados Unidos por apoderarse de las tierras de América. En 1892 escribió en el periódico Patria, que cuando los Estados Unidos cayeron sobre México, había dos opiniones entre los políticos de ese país. Una, la de agredir, y otra, la de dejar podrir.

Resulta imposible no evocar a José Martí, y más en fecha en que se conmemora El Grito de Dolores. Hecho que es necesario recordar en toda América. Martí habló sobre el héroe que inició el levantamiento Miguel Hidalgo para que los niños de América no olvidaran su heroicidad. La independencia de un pueblo se conquista y mantiene con la vida, por eso explica como murió relata que le quitaron uno a uno, como para ofenderlo, los vestidos de sacerdote. Lo sacaron detrás de una tapia, y le dispararon los tiros de muerte a la cabeza. Dice que cayó vivo, revuelto en la sangre, y que en el suelo, lo acabaron de matar. Es parte de lo que escribió en su obra La edad de Oro.

Ni el padre Miguel Hidalgo, ni los que pelearon con él por la independencia de México, podrán ser borrados de la memoria de los pueblos de América.

Más valiosas que el oro y las bellas y codiciadas plumas de sus aves, México dio desde los inicios de su lucha, y posterior a esa importante gesta, hombres y mujeres de la política y de la cultura que enaltecen con su aporte, y sus ideas, el Universo; hombres y mujeres que contribuyeron al desarrollo cultural y educacional de nuestro continente.

Es nuestro Poeta Nacional, Nicolás Guillén quien pide en uno de sus poemas que no sean olvidados. Específicamente se refiere a un hombre de la cultura y la política, muralista mexicano: David Alfaro Siqueiros permanente defensor de la identidad y soberanía de su pueblo. Un combatiente en el arte y en la vida. En el libro dedicado a su obra, cuyo autor es el escritor mexicano Rafael Carrillo, explica que fueron Diego Rivera, José Clemente Orozco y sobre todo David Alfaro Siqueiros, quienes nos rebelaron la estatura auténtica del soldado, el obrero, el labriego, artesano, el indio, de las mujeres humildes, de los niños nacidos en estas tierras; y agrega que ellos estuvieron en contacto con el hombre del pueblo “sujetos a las pruebas más rigurosas del valor”. Afirma que Siqueiros logró como valiosa enseñanza la convicción en la grandeza del pueblo.

En el libro citado aparecen las fotografías de varias de sus obras, en su mayoría murales, expuestos en diferentes sitios de México y otras ciudades del mundo, son comentados: “La marcha de la humanidad en la tierra y hacia el cosmos Miseria y ciencia”, "Madre Proletaria", "El eco del llanto", "El Sollozo", "Retrato de la burguesía", "Muerte al invasor", "Aurora de México", "Víctimas del fascismo", "Víctimas de la guerra", "Pedregal", ·El diablo en la iglesia", "Nuestra imagen actual", "Tormento de Cuauhtémoc", "Por una seguridad social", "El pueblo a la Universidad", "Apología de la futura victoria de la Ciencia médica sobre el cáncer", "La historia del teatro en México", "Del porfirismo a la Revolución". Entre otras obras.

No sorprende que Siqueiros haya escrito sobre Julio Antonio Mella, porque fue su compañero durante los años 1926 a 1928 y precisamente, de su escrito publicado en Cuba en Cuadernos Marxistas en 1960 es la valoración que hace sobre el joven cubano:

“Muchas fueron las actividades de Julio Antonio Mella en todos los campos, pero no menos trascendente fue su participación en lo que pudiéramos llamar La Reforma Cultural de la Revolución Mexicana. Artista militante y no artista diletante en la política, puesto que Julio Antonio Mella fue un gran escritor y un gran poeta, a la vez que un dirigente directo del movimiento obrero, tuvo una participación determinante en el desarrollo teórico y la evolución del muralismo mexicano, dada su amistad con Juan Clemente Orozco, con Diego Rivera, con Javier Guerrero, Fermín Revueltas, Fernando Leal, los más jóvenes, y yo.

Naturalmente su participación no se limitaba al campo de las artes plásticas - una recopilación de documentos demostraría la enorme cantidad de artículos que escribió Julio Antonio Mella sobre crítica literaria, como lo hizo también en defensa, ya desde entonces, de la pintura mexicana como exteriorización de arte ideológico”.

Para su hija Adriana Siqueiros, quien manifestó su amor por Cuba, en la visita que le hicimos en enero del 2008, dedicamos el poema de Nicolás Guillén a su padre.


NO OLVIDES A SIQUEIROS

AUTOR: Nicolás Guillén


I

No olvides a Siqueiros. Su pintura,

oh pueblo amigo, pecho mexicano,

hecha está por tu mano

y es como tú: violenta, enorme, y pura.



El resplandor que hay en su celda oscura

viene de ti para arder en su mano:

oh pecho amigo, pueblo mexicano,

no olvides a Siqueiros, su pintura.



Ni su vida, que advierte

con luz de estrella gritando en la altura,

que no hay muerte,

y menos muerte si la vida es pura.

Oh pueblo mexicano, amigo fuerte,

no olvides a Siqueiros, su pintura.


II

Tú puedes, tú bien puedes

crecer como hace el río,

pujar hasta que caigan esas cuatro paredes,

oh pueblo mexicano, amigo mío.



Tú no pides mercedes,

Tú creces simplemente como un río.

Pujas, caen las paredes.

Oh pueblo mexicano, amigo mío.



Ya es tiempo. ¿Cuánto tiempo no ha pasado

desde que tú naciste? Tu pasado

fulgor alumbre tu presente…Pura



truene tu voz como el agua de un río.

Oh pueblo mexicano, amigo mío,

no olvides a Siqueiros, su pintura.


Fuentes:

1.Pensamiento martiano, diccionario Ramiro Valdés Galarraga.

2.-Siqueiros , textos de Rafael Carrillo México. 1974

3. Cuadernos Marxistas, enero de 1960 Habana

4.'Obra Poética de Nicolás Guillén Tomo II. 1973

Simulacro ante Embajada de EEUU por Antonio, Fernando, Gerardo, Ramón y René mis hermanos cubanos presos hace 10 años injustamente Eladio González












¿Buenos Aires? 12 Setiembre 2008. República Argentina.(dedicado a Celia Hart)

Queridos hermanos cubanos Antonio, Fernando, Gerardo, Ramón y René:

Fue un día hermoso e hice un SIMULACRO en la Embajada Norteamericana.

Organizaciones de solidaridad con Cuba convocaron a las 17 hs. a reunirse en Plaza Italia, para luego marchar hacia la Embajada y reclamar la libertad de uds. No era mediodía todavía y desembarqué allí frente a la Embajada, sentado en un banco de plaza, al tibio sol un joven leía un libro sobre historia. Saludé, me senté junto a él y conecté cables a mi batería y megáfono.

Su comentario sobre mi rojo poncho salteño ante la ausencia del frío, me dio pié a aleccionarlo sobre las bondades de la estética en el militante, cuando quiere llamar la atención.

Recién se enteró que ocurría cuando mi altavoz atronó la tranquila mañana rebotando contra los muros de la embajada, mientras yo cruzaba la angosta calle hacia el predio yanqui. Sin impedimentos de rejas altísimas ó decenas de policías de asalto del Cuerpo de Infantería.

Solo custodios privados que cada 20 metros cubrían la reja perimetral y se vieron conmovidos y pronto multiplicados.

Tras los cristales blindados de la casamata de ingreso, el personal fluctuaba entre la curiosidad y la razonabilidad. Imagino la cuenta regresiva en sus mentes esperando ver aparecer a la Policía Federal, que demoró mucho y equivocadamente.

Tras mi primera andanada de verdades sobre la injusticia perversa, de extorsionar a todo un pueblo como el cubano, al martirizar a 5 de sus miembros durante diez años pasé a recorrer la reja para encontrarme con unas 40 personas de ambos sexos (¿y los gay?) que aguardaban turno de trámite al aire libre frente a un pequeño edificio.

Contra, ó para ellos fueron las advertencias sobre la zoologización de las leyes en EEUU que comencé a propalar. Repudié la infranimal actitud de los Senadores que a pesar de su edad y supuesta sabiduría habían aprobado dos meses atrás una ley, que autorizó la utilización en los prisioneros de la tortura llamada “el submarino seco”.

Les dije “Balseros argentinos tengan cuidado de no caer presos allá pues el oxígeno es lo que más alimenta al ser humano y con una bolsa de nylon que cubra la cabeza y esté atada al cuello pasarán “mucha hambre”. Además tiemblen pues junto a uds. caminará por Miami el terrorista que no trepidó en asesinar a 76 civiles en un vuelo que despegó de Barbados hacia Cuba en 1976. El está libre y se podrán tropezar con él, no sonrían porque Posada Carriles no es Dios - aunque es socio de la CIA - y no ama a nadie.

Arrojando puñados de papel picado al aire gritaba: “Happy hour se aprobó la tortura legal”.

Al girar ví en problemas enfrente al pobre joven lector solitario. Tres policías lo rodeaban e interrogaban sin dejarlo pararse. Desandé mi camino y aseguré a los uniformados que el muchacho no tenía nada que ver conmigo.

Mi nombre, apellido y calidad de director del Museo Ernesto Che Guevara los semi convenció y no detuvieron al joven, que pasito a pasito había ido tratando de apartarse del ojo del huracán.

Ahí el que llevaba la voz cantante me interrogó sesudamente sobre el contenido de los dos bultos, que yo había colocado bajo el banco de plaza.

Expliqué sobre los 2 carteles pasacalles pidiendo uno la libertad de uds. y el otro nuestro compromiso con Fidel y la revolución. Aclaré que no los colgaría en ese momento pues solo iba a estar 3 horas allí. Luego me iría a juntarme con las organizaciones.

Extraje de la gran bolsa, una de las bolsas de papel picado (llevé diez) y tomando un puñadito lo lanzé al aire, explicando que venía a celebrar la expulsión de los Embajadores yanquis de Bolivia y Venezuela.

El pidió que abriera mi “maletín negro” cosa que me preocupó. Debí mostrar todo. Mis volantes con la dirección de las 5 prisiones y vuestros curriculums, otros con la Decisión de la Corte de Apelaciones del Onceno Circuito editados en Habana, hojas que obtuve en la Iglesia de la Santa Cruz con fotos de franceses secuestrados y asesinados en Argentina. “Estos son desaparecidos y entre ellos dos monjas francesas” aclaré. Una decena de folletos (en letra azul) titulados “Sembramos ideales para cosechar esperanzas”; “¡Ni un paso atrás! En defensa de la democracia”, “II Encuentro Nacional “Economía Política y Derechos Humanos” ; “ I nostri figli vivono” (todo en italiano) editado por Madres de Plaza de Mayo (Hebe de Bonafini). Varios volantes de “TURQUIA ESTADO GENOCIDA DE 1.500.000 ARMENIOS” 24 Abril Aniversario del genocidio perpetrado por el Estado Turco contra el pueblo Armenio entre 1915 -1923; una estampita de San Cayetano que mira arrobado al niño Jesús que tiene a upa; una banderita cubana pintada sobre tela (origen Holguín) con mástil telescópico extensible cromado (en realidad fue la antena de un radiograbador); volantes de “y JULIO LÓPEZ? Marcha de la Asamblea del Cid Campeador pidiendo No Olvidar a este desaparecido hace 2 años”; un libro “Cuba Existe” con el autor Arq. Rodolfo Livingston envidiablemente flanqueado en la tapa, por 2 hermosas negras cubanas; una vieja hoja de agenda Citanova (empresa que nunca osó incluir entre las fechas patrias de los países americanos el nombre de CUBA y el 1º de Enero de 1959) en donde mi amiga Alicia Molinari manuscribió una bella poesía cuya estrofa final dice “Si deshecha en menudos pedazos, llega a ser mi bandera algún día, ¡ nuestros muertos alzando los brazos, la sabrán defender, todavía !”; 7 metros de hilo de polipropileno blanco; la Partitura del Himno Nacional Argentino (para voces infantiles) con las 9 estrofas completas, 8 de las cuales nunca se cantan, ni conocemos; mi enorme matraca de madera que descubrí en ése momento y comencé a hacer sonar; un cartel letras azules sobre hoja oficio leyenda “BUSH TARRÚ” (extrañamente el policía no preguntó que quería decir) y otro igual que dice “¡¡ VIVA FIDEL !!.
El policía preguntó por la batería eléctrica y me levanté el rojo poncho salteño para mostrársela, comentándole: “una vez casi me incendio”.

Rechacé amable pero firmemente la sugerencia de que me fuera y volviera con todos los manifestantes a las 6 de la tarde (adujo que ellos tenían que almorzar).

Expliqué que lo mío hoy 12 de Setiembre era en coincidencia con militantes de todo el planeta ante las Embajadas, saludé y me crucé llevando la bolsa de papel picado, que fui sabiamente dosificando a lo largo de la interminable reja perimetral de la guarida de norteños, imaginando las murallas de Jericó.

El viento es pícaro y algunos uniformes azules quedaron moteados de blanco papel picado como mi rojo poncho. En la ochava de la sede que apunta al gran parque rodeado de edificios de 15 pisos, me encontré con un partido de futbol, imaginé la CIA y el FBI dirimiendo por penales, a cual de los dos organismos le tocaría socavar más intensamente, a nuestro gobierno constitucional y democrático.

Hicieron como que no me oían ni veían, a 3 metros mío, tras las rejas (no es metafórico) un grupo de 30 personas los contemplaba alentándolos y ellos corrían afanosos tras la pelota que un puntapié hizo estrellar contra la reja a 2 metros mio.

Reclamé a los gritos el atentado y proseguí denunciando la pérfida e ilegal violación de las leyes carcelarias al impedir a vuestras familias contacto con uds.

Reiteré la profunda indignación que sentía por la actitud de sus senadores al aprobar la tortura y sugerí por si alguno de ellos viajara a la Argentina, alojarlos en la vereda de enfrente de la Embajada, donde funciona el Jardín Zoológico de la Ciudad, no sin cierto temor a que contagien de bestialidad a nuestros animales vernáculos.

El altavoz magnificó repetidamente mi exhortación al Embajador (estaba dentro de la sede) pidiéndole 10 minutos de su tiempo para transmitirle mis reclamos a su pérfido gobierno.

Aclaré que portaba mi documento de identidad y cortaría el sonido comportándome como un caballero. Las horas fueron transcurriendo matizadas por los reproches de algunas damas histéricas vecinas del lugar, no toleraban verme agitar la bandera cubana.

Enfrente unas 80 personas en diferentes grupos y posiciones, descansaban al sol con o sin mascotas caninas, no se olvidarán fácilmente de lo que tuvieron que oir.

Un grupo de personas jóvenes de origen oriental sonrieron saludando al pasar junto a mí, pensarían que celebraba atrasado el final cubano de Beijing con el papel picado. En el otro extremo de la reja sobre la Avda. Sarmiento frente al Zoológico, una entrada con 4 camiones que eran requisados con aparatos portátiles sofisticados atrajo mi atención. Había allí una garita de control con 8 guardias y una cola de 15 civiles, que aguardaban autorización para entrar.

Llegué arrojando papel picado y extraje la partitura de nuestro Himno Nacional la que leí completa y apasionadamente. Iba por la quinta estrofa y los guardias curiosos se fueron acercando y al terminar la octava levanté la vista y el mandamás me dijo “ La Embajada es a la vuelta”.

El ridículo, el desánimo casi me gana. ¡¡Había gastado pólvora con los chimangos de la Sociedad Rural!! Riendo con ganas les pedí perdón.

Aclaré “No le vayan a contar a De Angelis” que protesté aquí, lo va a tomar como cosa personal y no quiero que se caiga otra vez con su avión.” (Este tipo es un golpista). Dije Chau y fui donde tenía que ir.

Allí frente a un marine yanqui de uniforme de combate (como las películas de Oliver Stone, tipo enorme equivalente a 2 patos vicas locales) declamé completo nuevamente mi Himno.

Pato Vica
llamamos aquí en Argentina hoy a los forzudos jóvenes custodios, que patean el bazo de nuestros nietos adolescentes y los matan a la puerta de los dancings. No muy convencido de lo que iba a hacer pasé a gritar enumerándolas (en inglés) las genocidas masacres yanquis en Hiroshima, Nagasaki, Vietnam, Grenada, el Plan Cóndor, Afganistán, Irak dejándo para el final al decepcionado y luego asesinado Presidente John Fitzerald Kennedy y su fracaso en Playa Girón.

El rotwailer rubio no me atacó. (menos mal). Será que Dios me envió al Comisario de la zona (creo que si se sube a hombros mío no le llegabamos a los ojos al marine) que conversó conmigo intentando obtener información sobre que grupos vendrían por la tarde.

Le confié que ojalá fueran muchos pero que yo era uno solo y no pertenecía a ningún partido. Ya nos conocíamos del pasado 14 de Junio en el mismo lugar y por el mismo motivo: “ustedes” mis queridos hermanos cubanos.

Tras eso seguí arrojando papel picado aclarando que no tenía antrax y vociferando verdades en inglés y castellano.

A las tres horas saludé a los guardias y me fui a Plaza Italia. En el camino algunos vehículos estacionados estaban cargados con largos mástiles y banderas. Algunos militantes esperaban sentados.

Inventé un semáforo mecánico, impensable para estos tiempos pero efectivo desde el punto de vista de propaganda. Consistió en añadir uno de los pasacalles al otro sumando 18 metros de convocatoria en letras rojas, que decían: uno…

POR EL REGRESO DE LOS CINCO HÉROES
ANTONIO - RENE - FERNANDO - RAMÓN Y GERARDO
MUSEO ERNESTO CHE GUEVARA Y CHAU BLOQUEO

Y el otro……..

CON CUBA JUNTO A LA DIGNIDAD DE FIDEL
LA REVOLUCION Y EL PUEBLO
¡ HASTA LA VICTORIA SIEMPRE !
CHAUBLOQUEO - MUSEO CHE GUEVARA

Claro, yo estaba solo así que uno de los extremos lo até a un poste de luz que encabeza el refugio en la mitad de la Avda. Sarmiento que oficia como descanso a peatones que cruzan mientras el semáforo está en rojo.

Tirando a lo loco lo mantenía tenso paralelo a la blanca senda peatonal pintada en el pavimento y perpendicular a los micros, camiones, autos, motos y bicicletas que se habían detenido.

Luego al cambiar las luces manteniendo tenso el gran cartel corría por la calle desde la esquina de la Rural hacia la Plaza central con la estatua de Garibaldi habilitando el paso de los autos que habían estado detenidos y cerrándoseló a los que habían frenado por la luz roja en la avenida que unifica a Las Heras con quienes circundan la plaza viniendo por Santa Fé.

Solo dos policías con motos vinieron pero al ver mi sistema lo vieron aceptable se ve, porque allí estuve de tres a seis de la tarde luchando con el viento que trataba de vencerme.

Decir que algunos taximetreros me gritaron “andá a laburar vago”, ó “boludo (comemierda en cubano básico) andate a Cuba” y me gritaban ofendiendo la memoria de mi madre (que cuando vivía extrañamente coincidía bastante en opinión política con ellos) no me hace generalizar al gremio. Y rescato al príncipe consorte de Marta Speroni (motor en la lucha por vuestra liberación y amiga mía). El hombre es altísimo chofer de taxi y solidario y comprometido.

Ya a las 5 se comenzaron a ver muchas gentes, que llegaban con banderas y pancartas y la Plaza Italia se adornó de pasión.

Varios movimientos populares se sumaron y llegaron con su humilde y envidiable pureza solidaria. Y cuando ya la avenida Sarmiento quedó chica para tanto ser humano dobló la esquina por avda. Las Heras un hermoso y multitudinario torrente de residentes bolivianos, cuya determinación combativa no solo la daban no solo sus cantos pro Evo Morales y sus multiples banderas, sino el paso rápido que mantuvieron desde Plaza del Congreso hasta allí.

Quise ponerle un cierre distinguido a semejante columna y desaté del caño los dos pasacalles pidiéndole a un argentino de unos 50 años que oficiara de tensor y marchar por la avda. cerrando la marcha. Aceptó afortunadamente y fue muy lindo hacerlo, delante nuestra iba una murga encantadora de chicas y chicos jóvenes cuya rítimica musicalidad me renovó las fuerzas.

Algunos niñitos que marchaban junto con sus padres aceptaron abrir sus manitas y sumarse, así que me gané una corte de enanitos kinéticos que se divertían felices tirando papel picado. Aproveché y entregué la matraca estruendosa de madera a una que tendría nueve años y entusiasmada atronó el ambiente.

La calle de la Embajada no dio abasto para los miles que se metieron allí y frenaron ante las altas rejas policiales y el vallado humano de cien efectivos de uniforme y civil sin contar la docena de oficiales que trataban de tener bajo control todo.

Pues hubo dos frentes (ó Vietnams) uno allí ante la policía y otro ante el portón de entrada principal a 150 metros de allí hacia donde fueron los miles de bolivianos jóvenes, dejando a sus mujeres y bebés más seguros, a un costado del grupo de la Multisectorial y solidaridad con Cuba y que en ese momento leían proclamas de denuncia por altavoz y exigían vuestra libertad y el final del bloqueo.

Hablaron dirigentes de partidos políticos varios y ví multitud de personas que no tengo el gusto de conocer. Entregaron una petición escrita a la Embajada. Afortunadamente varios camiones de los medios de comunicación se hicieron presentes esta vez y las cámaras abundaron.

Terminé atando el largo cartel en otro poste (desertó mi ayudante) y lo extendí a 10 metros de la barrera de policías con chalecos naranja (son los más light) pues los “heavy” están más atrás con casco, escudo y un “palito (muy grande) para abollar ideologías” (como decía Quino el autor de Mafalda).

Solo Telesur se acercó y me entrevistó, los demás no comen vidrio. Grité “a capella” mis denuncias desgañitándome pues el micrófono saturado de humedad de tanto gritar no funcionaba. Igual yo grito fuerte.

Ví pasar a miles de bolivianos de regreso de su vecina protesta. No pude evitar gritarles ¡ grácias Bolivia ! a cada uno de los grandes grupos que pasaron delante de mi cartel. Llamativamente “todos” respondieron con un aplauso y sonrisas fraternales.

Ah, yo ya tenía puesto mi gorro boliviano con orejas, pues el frío y la oscuridad se habían hecho dueños del lugar.

Con Pablo Kilberg volvimos hacia Plaza Italia y entre los dos caminaba el espíritu de Celia Hart. En casa Todo Noticias canal 13 mostró a un mentiroso y joven locutor afirmando que TRESCIENTOS bolivianos habían marchado hasta la Embajada de EEUU.

¡ Que grado de engaño sufre la sociedad argentina, en mano de estos siniestros IN-comunicadores sociales a sueldo de Miami!.

Solo el sábado a la tarde pude llorar a Celia Hart, cuando la ví purificando con su soplo revolucionario, un programa que reiteraron en canal 7. ¡ Qué pérdida significa su muerte !

Y me emocionó verlos a ustedes en el mismo programa, a su historia, sus patrióticos desvelos, su entrega y sacrificio. Al fin la TV argentina lo dijo. Desde agosto 2006 cuando Mauro Viale pretendió junto con el Dr. Quiñones (“el nene” de la Dra. Hilda Molina) avasallarme en vivo y en directo y denuncié el silencio sobre uds. mostrando vuestra gran fotografía en colores, no había visto sobre uds nada en TV. Esto es un hito y lo atribuyo a que Tristán Bauer el autor del documental sobre Ernesto Che Guevara, que todavía no se estrenó aquí, es director ahora del canal 7 y de varias radios oficiales y comienza la información a tener visos de realidad. Hermanos míos no me dá el tiempo para poder escribir esto y a la vez reproducir las reflexiones del gigante compañero Fidel.

También invitar a miles de personas a que colaboren aportando dinero a una cuenta que se ha abierto aquí para restañar las heridas que los huracanes dejaron en vuestra querida Patria.

Los admiro y quiero, durante el simulacro sentí presentes junto a mí a vuestros amigos Alicia Jrapko y Bill Hackwell .

¡Hasta la victoria siempre! Un abrazo enorme.

Eladio González (toto) director

difunden: el 1er. Museo Histórico Suramericano "Ernesto Che Guevara", la Escuela de Solidaridad con Cuba "Chaubloqueo" y el Centro de Registro de Donantes Voluntarios de Células Madre
Irene Perpiñal y Eladio González - directores calle Rojas 129 local (Caballito) Capital -AAC1405-Buenos Aires-República Argentina telefax: 4-903-3285 email: museocheguevara@fibertel.com.ar
http://museocheguevaraargentina.blogspot.com/
colectivos 1 - 2 - 25 - 26 - 32 - 42 - 53 - 55 - 85 - 86 - 103 - 180
doná sangre, doná órganos, doná células madre, sé solidario, SÉ VOS.
¡Salven a los argentinos! "las ballenas"

Julio López desaparecido en Argentina testigo juicio a comisario policial genocida dónde está dos años de incógnita social Alfredo Grande






Sus ojos se cerraron

Por Alfredo Grande *

Y el mundo sigue andando. El mundo del deporte, de los negocios, del turismo, del arte, del espectáculo, de las noticias, de los parlamentos, de los tribunales, de las familias. Y el mundo sigue andando.

Pero sólo una parte de ese mundo, el que no hace mucho fue caracterizado como izquierda siniestra no se conforma con seguir andando, sino que marcha. Con la marcha de la bronca y de la justicia, de la memoria y de la verdad.

Pero sus ojos se cerraron. Y los nuestros, arrasados de estupor, irritados de tristeza, no pueden ver. ¿Quién dijo que ojos que no ven, corazón que no siente? Nosotros, los de antes y los de ahora, seguimos sintiendo.

La desaparición de Julio Jorge López primero y su no aparición después han disparado terrores con y sin nombre, pánicos que no se resuelven con psicofármacos, valentías y cobardías que parecían superadas. Para la gobernabilidad, que es un reinado que tiene que parecer gobierno, Jorge Julio López, desaparecido no aparecido, es un analizador insoportable. Porque dice que vendrán caras extrañas a decir que hay otro Estado dentro del Estado y que es difícil decidir cuál se escribe con mayúscula y cuál con minúscula.

Y que el mundo, el pequeño gran mundo de las castocracias (políticas, económicas, religiosas) sigue andando, pero con una marcha zigzagueante y confusa. Que obliga, confesión de parte, a transformar a Julio en una mercancía más, cotizada en 400 mil pesos para el que lo encuentre, y tenga tiempo de avisarlo. Como la mujer del César, quizá no se trate de ser democrático, pero sí de parecerlo.

Desde la desaparición del querellante testigo, cada vez parece menos. No ha sido tropezón: es una caída de un discurso que no supo o quiso destruir los muros de silencio y los muros de servicios, cuidadosamente vigilados.

Y el mundo seguirá andando más preocupado por los barrabravas, aunque todavía no haya desaparecido ningún jugador o técnico. Pero todos los luchadores sabemos que hoy no está solo nuestro corazón.

Y que siempre habrá una historia oficial y que algunos tendremos que contar otra historia. Algunos seguirán andando y otros solamente marcharán.

¿Tus ojos se cerraron, Julio? Los nuestros seguirán abiertos. Es otro derecho humano al que no pensamos renunciar.

La mirada de nosotros para que las imágenes de este presente nunca más se pierdan en ningún futuro.

* Médico psiquiatra. Integrante de la Dirección Nacional de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre.