lunes, 8 de octubre de 2012

Che Guevara expuesto en La Habana expo colectiva INVITACION Casa del ALBA Cultural cu1

INVITACIÓN

 




Como parte del homenaje al Comandante Ernesto Che Guevara en el 45 aniversario de su paso a la inmortalidad, el próximo 5 de octubre a las 6:30 p.m., en la Casa del ALBA Cultural de La Habana, se inaugurará la exposición de pintura que lleva por título Crear dos, tres, muchos Che...

El curador de esta muestra expositiva, Roberto Chile, ha unido a más de 40 creadores de reconocido prestigio en disímiles técnicas de las artes plásticas.


Ania Marín Naranjo

Especialista de Comunicación
Casa del ALBA Cultural de La Habana
Teléfono: 8332151 al 53 Ext. 113

 

NESTOR Kirchner VIVE!!! Argentina creativa

 

De: gustavo manquez [mailto:gmanquez@yahoo.com]
Enviado el: viernes, 05 de octubre de 2012 11:22 a.m.
Para: Carmen Baez
Asunto: Rv: NESTOR VIVE!!!

!!!Vive de verdad y estará para todos !!!!!!!!!grande
Toma mate

 

 

Néstor no se murió, vive en la tapa de mi termo,  . !  

 

 

 jajajajajajaaaaaaaaaaaaaa !! qué creatividad !

 

 

 

 

 

 

 

TERRORISMO DE ESTADO en Cuba día de las víctimas

De: Radio Habana Cuba [mailto:radiohc@rhc.icrt.cu]
Enviado el: viernes, 05 de octubre de 2012

 

“DIA DE LAS VICTIMAS DEL TERRORISMO DE ESTADO”. (6 de octubre)

 

Instituido en el 2010. Recuerda a los 3478 cubanos muertos y a los 2099 incapacitados para siempre a consecuencia de los actos terroristas contra Cuba organizados y financiados por Estados Unidos.

 

“Cualesquiera que fuesen las causas profundas, los factores de orden económico y político y los grandes culpables que lo trajeron al mundo, nadie podría negar que el terrorismo constituye hoy un peligroso fenómeno, indefendible desde el punto de vista ético, que debe ser erradicado” (fragmento del discurso del 22 de septiembre del 2001)

 

“Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla” (fragmento del discurso del 15 de octubre de 1976)

 

                                                                       Fidel Castro Ruz

 

 

Rosario Lafita Fernández

J'Dpto. de Correspondencia Internacional

Radio Habana Cuba

 

 

Ernesto Che Guevara sigue peleando a diario Argentina ca1

Hermanos y hermanas de trinchera,

 

El 9 de octubre próximo es el 45 aniversario de la inmortalidad del Che en un punto de la selva boliviana...!

 

Honor y gloria al Che y a su guerrilla bolivariana y martiana...!

 

Hasta la victoria siempre...!

 

Por el regreso ya de los 5 Héroes cubanos prisioneros en el Imperio yanki que asesinó al Che...! 

 

JMPF 

Ricardo Alarcón cinco presos cubanos en EEUU y cinco artículos reveladores ca4

Cinco artículos de Ricardo Alarcón que revelan cómo fabricaron el Cargo 3 por el cual la jueza Joan Lenard, le impuso a Gerardo Hernández la doble cadena perpetua. Tomate el tiempo para leerlos y comprenderás la magnitud de esta injusticia por la que  EEUU pretende que nuestro querido hermano Gerardo termine sus días en prisión. ¡¡¡ NO LO PERMITIREMOS !!!

Información extraída de www.thecuban5.org

 

Visitá nuestro blog. http://www.argentinaporlos5.blogspot.com/

 

Comité Argentino por la Libertad de los Cinco

 

Nos reunimos los miércoles a las 19 hs en la Liga Argentina por los Derechos del Hombre. LLamanos al 4371 3939

Preguntá por Edith

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Visitá nuestro blog. http://www.argentinaporlos5.blogspot.com/

 

Comité Argentino por la Libertad de los Cinco

 

Nos reunimos los jueves a las 19 hs en la Liga Argentina por los Derechos del Hombre. LLamanos al 4371 3939

Preguntá por Edith

 

Che Guevara asesinado en la Higuera Adys Cupull Froilan González cubanos historiadores habaneros

 

 

Por Cuba con emisiones periódicas le lleva la información del acontecer internacional relacionado con nuestro país y las batallas que libra por su pueblo y su soberanía; contiene espacios noticiosos y de opinión, seleccionados de medios de prensa internacional o generados desde nuestro país.  ISSN 1819-4044

 

 

 

Año 10 Número 83 | Fecha 2012-10-05

TITULARES

Opinión

SIN OLVIDO. CRÍMENES EN LA HIGUERA. (FINAL) por Adys Cupull y Froilán González

UN PASO A FAVOR DE LA LIBERTAD DE LOS CINCO DE CUBA por Danny Glover y Saul Landau

JUICIO A CARROMERO Y DETENCIÓN DE YOANI SÁNCHEZ por Yohandry Fontana

EL CASO CARROMERO Y #YOANIFRAUDE: ¡CUIDADO CON LA HISTORIETA! por Iroel Sánchez

Opinión

SIN OLVIDO. CRÍMENES EN LA HIGUERA. (FINAL)

por Adys Cupull y Froilán González

Alrededor de las 14 horas del 9 de octubre de 1967, aterrizó el helicóptero en Vallegrande, del cual descendió Zenteno Anaya, lo estaban esperando los agentes de la CIA de origen cubano, Gustavo Villoldo Sampera, que se hacía llamar Eduardo González y Julio Gabriel García, y los bolivianos Roberto Toto Quintanilla y Arnaldo Saucedo Parada. Zenteno se dirigió hacia donde se encontraba Ovando con el resto de la comitiva que había llegado de La Paz. Los agentes de la CIA recogieron los documentos de los guerrilleros para efectuar un inventario.

 

El helicóptero regresó a La Higuera para trasladar a los muertos, pero con órdenes expresas de que el Che fuera el último.

 

En el humilde caserío de La Higuera, testigo del asesinato del Comandante Ernesto Che Guevara, del peruano Juan Pablo Chang Navarro y del boliviano Simeón Cuba, y de resultar ciertas las confesiones del General Juan José Torres también la de Aniceto Reynaga, narraron que los acontecimientos conmocionaron a los pobladores. Algunos soldados, arrastraron el cadáver antes de ponerlo en la camilla, para trasladarlo hasta el sitio en que lo recogería el helicóptero llegado desde Vallegrande.


Los vecinos de La Higuera y algunos militares reaccionaron indignados cuando un soldado con un palo trató de golpear el cuerpo del Che, entonces cubrieron el cadáver con una frazada; el sacerdote Roger Shiller rezó una oración y se dirigió a la escuelita, lavó la sangre y guardó los casquillos de balas con que lo asesinaron.

 

A las 4 de la tarde partió el helicóptero piloteado por el mayor Jaime Niño de Guzmán, transportaba, en una camilla de lona, el cuerpo del Guerrillero Heroico. Media hora más tarde aterrizaba en Vallegrande. A través de varios reportajes de los corresponsales de prensa, se conoce la repercusión que provocó en Vallegrande la llegada del cadáver.

 

Daniel Rodríguez, corresponsal del periódico El Diario de la ciudad de La Paz, escribió que la noticia del arribo de los restos del Che Guevara conmovió a la población, que en número crecido se trasladó hasta la pista y luego al hospital. La multitud trató de arrebatar el cadáver, pero efectivos del ejército tuvieron que esforzarse para evitar el asalto. El pueblo se volcó a la pista y estaba decidido a no permitir el traslado del cuerpo para ninguna parte, los militares desamarraron el cuerpo, sujeto a la plataforma externa del helicóptero y rápidamente lo introdujeron en una ambulancia que a toda velocidad lo condujo al hospital "Señor de Malta".

 

Christopher Rooper, corresponsal de la agencia de noticias Reuter, desde Vallegrande trasmitió: "El cadáver fue retirado del helicóptero e introducido en un furgón Chevrolet que, perseguido por ansiosos periodistas que se habían trepado al primer jeep que encontraron a mano, se dirigió hacia un pequeño local que hace las veces de morgue en esta localidad. Se hicieron esfuerzos por impedir que espectadores y periodistas penetraran al recinto. En la puja se destacó particularmente un individuo rollizo y calvo, de unos 30 años, quien, aunque no llevaba insignia militar alguna sobre su uniforme verde oliva, parecía haberse hecho cargo de la situación desde el momento que el helicóptero aterrizó. Esta persona viajó, asimismo, con el cadáver, en el furgón Chevrolet. Ninguno de los jefes militares reveló el nombre de dicha persona, pero versiones locales aducen que se trata de un exiliado cubano que trabaja para la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA)."

 

El periodista inglés Richard Gott, del periódico The Guardian de Londres, en su información relató acerca de la presencia de la CIA en esa población, al manifestar que desde el momento en que el helicóptero aterrizó, la operación fue dejada en manos de un hombre en traje de campaña, quien - y todos los puntos convergen - era incuestionablemente uno de los representantes del servicio de inteligencia de Estados Unidos y, probablemente, un cubano. Y añadió:

"El helicóptero aterrizó a propósito lejos de donde se había reunido un grupo de personas y el cuerpo del guerrillero muerto fue trasladado a un camión...."

 

"Nosotros comandábamos un jeep para seguirlos y el chofer se las arregló para atravesar las verjas del hospital, donde el cadáver fue llevado a un cobertizo descolorido que servía de morgue.

 

"Las puertas del camión se abrieron de repente y el agente americano saltó, emitiendo un grito de guerra: ¡Vamos a llevárnoslo para el demonio o para el carajo, lejos de aquí!”

 

"Uno de los corresponsales le preguntó de dónde venía él. ¡De ninguna parte!, fue la respuesta insolente.

 

"El cuerpo vestido de verde olivo con un jacket de zipper fue llevado al cobertizo. Era indudablemente el Che Guevara.

 

"Soy quizás una de las pocas gentes que lo ha visto vivo. Lo vi en Cuba en una recepción de la embajada en 1963, y no tengo duda de que era el cuerpo del Che Guevara.

 

"Tan pronto como el cuerpo llegó a la morgue, los médicos comenzaron a inyectarle profilácticos. El agente americano hacía esfuerzos desesperados para aguantar a las masas. Era un hombre muy nervioso y miraba iracundo cada vez que una cámara era dirigida hacia él. Él conocía que yo sabía lo que él era, y sabía también que yo creía que él no debía estar allí, ya que esa es una guerra en la cual los Estados Unidos no debían tomar parte.

 

"Sin embargo, estaba aquí este hombre, que ha estado con las tropas en Vallegrande, hablando con los oficiales de mayor graduación en términos familiares."

 

El periodista Richard Gott afirmó que el comandante Ernesto Che Guevara irá a la historia como la figura más grande desde Bolívar, para luego añadir: "Él fue quizás la única persona que tratase de encaminar las fuerzas radicales en todo el mundo en una campaña concentrada contra Estados Unidos. Ahora está muerto pero es difícil imaginar que sus ideas mueran con él."

 

El agente de la CIA Gustavo Villoldo en compañía de Toto Quintanilla llevaron el cadáver hasta la lavandería del hospital "Señor de Malta", al depositarlo en el piso, el agente demostrando su condición moral le dio una patada; después, cuando lo subieron al lavadero, le golpeó el rostro. Por su parte, Toto Quintanilla tomaba las huellas dactilares y ordenaba que fuera llamada una enfermera.

 

Esa noche estaba de guardia Susana Osinaga, quien, con ayuda de Graciela Rodríguez, lavandera del hospital, procedió a lavar el cuerpo del Guerrillero Heroico.

 

Los médicos José Martínez Caso y Moisés Abraham Baptista extendieron el certificado de defunción. Por disposición de los militares, le suprimieron la hora del fallecimiento. De igual manera obligaron a los médicos a realizar la autopsia y a inyectarle formol, para esperar el arribo de un equipo de peritos argentinos.

 

En el hotel Santa Teresita de Vallegrande, los agentes de la CIA y los militares bolivianos festejaron la muerte del Che. Félix Rodríguez abrió una botella de whisky y brindó a los presentes.

 

Mientras en el caserío de La Higuera, el sacerdote Roger Shiller convocó a los pobladores para oficiar una misa por el Che Guevara y sus compañeros asesinados. Todos asistieron llevando velas. El silencio fue absoluto y muy impresionante, nadie entendió por qué fueron asesinados. El sacerdote pronunció las siguientes palabras: "Este crimen nunca será perdonado. Los culpables serán castigados por Dios."

Fuente: Bandera Roja

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UN PASO A FAVOR DE LA LIBERTAD DE LOS CINCO DE CUBA

por Danny Glover y Saul Landau

La gente se detiene en Victorville, California, a unos 140 kilómetros al nordeste de Los Angeles, porque tiene que ver a alguien a una de las distintas prisiones (federal, estatal, condal y de la ciudad) o tiene asuntos relacionados con las prisiones o porque tiene calor y está cansada al regreso de Las Vegas hacia Los Angeles y la idea de una piscina y una habitación con aire acondicionado parece irresistible.

Alquilamos habitaciones de manera de llegar temprano a la prisión y pasar un tiempo mayor con Gerardo Hernández. Conocemos el camino desde la Carretera 15 hacia el oeste, pasando por colinas que se pierden en el desierto, desde donde se ve una enorme estructura de concreto gris: el complejo penitenciario federal.

Llenamos los formularios, pasamos por la máquina de rayos X, nos registra una guardia, nos colocan en la muñeca un cuño con tinta indeleble que se ve bajo un escáner en la habitación siguiente, y a las 8:45 estamos sentados en la sala de visitas, con esposas e hijos negros y latinos que visitan a esposos y padres.

Gerardo emerge, nos abrazamos y comenzamos a conversar. Nos dice que Martin Garbus, su abogado, había presentado un nuevo recurso (disponible en www.thecuban5.org) que declara que el juicio de Gerardo es violatorio de la ley fundamental y de la Constitución y debiera declararse nulo, por lo que él y sus compañeros deben ser puestos en libertad.

Según el recurso de la defensa, hay documentos que muestran que el gobierno de EE.UU. pagó a una gran cantidad de periodistas para que publicaran artículos negativos acerca de Gerardo y sus coacusados (los Cinco de Cuba). Las noticias pagadas por el gobierno de EE.UU. aparecieron en periódicos, revistas, y emisoras de radio y TV e influyó en la opinión pública y la comunidad, incluidos miembros del jurado y sus familiares, argumenta el recurso de la defensa, y por tanto cuestiona de manera contundente si era posible celebrar un juicio justo a los cinco acusados en Miami.

El documento legal declara que la “secreta subversión por parte del gobierno (de EE.UU.) de los medios impresos, radiales y televisivos con el fin de obtener una condena no tiene precedentes”, y “violó la integridad del juicio y la cláusula de Debido Proceso de la Constitución”.

Garbus argumenta además que “el Gobierno, por medio de millones de dólares en pagos ilegales y al menos mil artículos publicados durante un período de seis años, se inmiscuyó en el juicio y convenció al jurado para que declarara culpables a los acusados. La respuesta del Gobierno a esta moción es estéril en cuanto a los hechos e incorrecta desde el punto de vista legal. La condena debe ser anulada”.

En el largo documento, Garbus muestra cómo los periodistas escribieron y hablaron en medios noticiosos con el único propósito de presentar un cuadro distorsionado de lo que hacían los acusados -evitar que en Cuba se produjeran acciones terroristas con base en Miami- y en su lugar, como demuestra el recurso presentado por Garbus mostrarlos como espías militares que trataban de preparar el terreno en la Florida para una invasión militar desde Cuba.

The Miami Herald despidió a los periodistas aludiendo que estos habían violado un código fundamental -aceptar dinero del gobierno para difundir noticias. El documento señala que “Thomas Fiedler, el editor ejecutivo y vicepresidente de The Miami Herald, al hablar acerca del dinero pagado por el Gobierno a miembros de su personal y de otros medios, dijo que era improcedente porque había sido “para llevar a cabo la misión del gobierno de EE.UU., una misión de propaganda. Era incorrecto incluso si no hubiera sido un secreto”. Fue secreto porque los funcionarios gubernamentales sabían que era impropio e ilegal.

Gerardo y sus cuatro compañeros han cumplido casi 14 años de encarcelamiento federal por tratar de impedir que los matones derechistas de Miami hagan estallar bombas en La Habana. En 1997, una serie de bombas hicieron explosión en hoteles, restaurantes, bares y clubes. Un turista murió y muchos trabajadores cubanos de estos establecimientos fueron heridos. Los atentados con bombas fueron orquestados por Luis Posada Carriles, actualmente residente en Miami, y financiados con el dinero de exiliados derechistas.

Mientras estábamos sentados en la sala de visita, rodeados de gente casi todos de color, con cuatro guardias que nos vigilaban a todos, mordisqueábamos tentempiés salados de los comprados en la máquina (”gourmet carcelario”)

Gerardo nos contó de su estancia en el “hueco”, no por mal comportamiento de su parte, sino para su propia “protección”. Habló de privaciones de la monotonía rutinaria. “Miren a su alrededor”, dijo, “no se ve a mucha gente de clase media aquí”. No había ninguna. La mayoría de los reclusos eran negros o latinos, además de uno que Gerardo creía que era descendiente de obreros pobres de Oklahoma. Todos tienen en común que no poseen dinero para contratar a buenos abogados.

Me trasladaron aquí desde Lompoc en 2004 porque Lompoc iba a dejar de ser prisión de máxima seguridad”, nos dijo Gerardo. Como si este hombre culto y disciplinado necesitara la máxima seguridad. Nos preguntamos cómo soportaríamos nosotros el castigo de la prisión en una institución supuestamente correccional y de rehabilitación, donde nadie se corrige ni rehabilita.

Salimos de la prisión para el aeropuerto de Ontario y nos preguntamos: ¿Qué hacía en este lugar un cubano bien educado? El gobierno de EE.UU. sabía que los agentes cubanos se habían infiltrado en grupos de cubanos exiliados que tenían la intención de causar daño a la economía turística de Cuba. Los cinco estaban luchando contra el terrorismo y compartiendo información con el FBI. Nunca debieron acusarlos y ahora, después de casi 14 años de encarcelamiento, debieran ser libres por fin.

El presidente Obama puede y debe amnistiarlos y enviarlos a casa. Cuba ha dado indicios de que respondería liberando a Alan Gross, quien trabajó para una compañía contratada por la USAID con el propósito de desestabilizar al gobierno cubano y que fue sentenciado en Cuba. Es hora de que el presidente Obama ponga este asunto en su plan de trabajo.

Fuente: Cubadebate

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JUICIO A CARROMERO Y DETENCIÓN DE YOANI SÁNCHEZ

por Yohandry Fontana

Más de tres horas han transcurrido del inicio del juicio a Ángel Carromero en Bayamo. Todo ha marchado como estaba previsto, tranquilidad en la ciudad y cada una de las partes han realizado su labor sin contratiempos.

La sesión comenzó con la exposición del  presidente del tribunal, Milson Piña Hidalgo, seguidas de declaraciones del  propio Carromero,  quien reiteró su pena por el accidente del pasado 22 de agosto y sobre todo, por la muerte de los dos cubanos fallecidos en él, y el sufrimiento causado a sus familiares.

El acusado –ciudadano español de 27 años- ratificó también las declaraciones realizadas durante la fase de instrucción, en las que afirmaba que perdió el control del vehículo en una zona de baches u ondulaciones, mientras circulaba a una velocidad entre 80 y 90 kilómetros por horas.

Ángel Carromero, dirigente de Nuevas Generaciones del Partido Popular (PP) de Madrid, en España, fue interrogado por la fiscalía y el abogado defensor, confirmando la versión oficial ofrecida sobre las causas del accidente: exceso de velocidad y errores del conductor del vehículo al circular por una carretera en obras que estaba sin pavimentar pero señalizada según corresponde.

 

Según informaciones ofrecidas por la defensa, se estima que el juicio concluya y quede listo para sentencia este viernes, después de las intervenciones de  ocho testigos y trece peritos.


Detención de Yoani Sánchez

El periodista García Ginarte confirmó hace unos minutos en su cuenta de Twitter que Yoani Sánchez y su esposo son trasladados a La Habana.

En el día de ayer, las autoridades de Bayamo detuvieron al matrimonio que intentaba realizar una provocación y show mediático para  perjudicar el buen desarrollo del juicio que sigue aquí contra el ciudadano español Ángel Francisco Carromero Barrios.

El periodista García Ginarte, en su cuenta de Twitter (@Garciaginarte), informó que la ciudadana tenía previsto acciones violatorias de la Ley para entorpecer el desarrollo del juicio.

Reinaldo Escobar visitó la semana pasada a funcionarios de la Sección de Intereses Norteamericanos en La Habana para recibir instrucciones precisas de las acciones a realizar en Bayamo.

 

Algo similar realizó Marta Beatriz Roque antes de iniciar su huelga de hambre, fraude que se conoce ahora como la huelga del aguacate.

 

No es la primera vez que Yoani Sánchez y Escobar intenta provocaciones similares. Sus últimas maniobras en la red han estado, precisamente, vinculadas a manipular la verdad de ese accidente.

Fuente: Yohandry´s weblog

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EL CASO CARROMERO Y #YOANIFRAUDE: ¡CUIDADO CON LA HISTORIETA!

por Iroel Sánchez

El periodista de Radio Bayamo Yunior García Ginarte, reportaba la noche de este 4 de octubre desde su cuenta en la red social Twitter la detención en esa ciudad de la bloguera Yoani Sánchez y su esposo Reinaldo Escobar. Afirma que el matrimonio viajaba con ”orientaciones de la SINA (Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba) recibidas la semana pasada para crear show mediático y dañar juicio” al político español del Partido Popular Ángel Carromero, acusado de ser el responsable de la muerte de dos ciudadanos cubanos mientras conducía un vehículo como parte de un viaje a la Isla para asesorar y financiar actividades políticas. Carromero ha reconocido su responsabilidad en el accidente.

 

García Ginarte plantea que “Yoani Sánchez viajó a Bayamo para show provocativo y dañar juicio al (político español Ángel) Carromero” y que fue detenida por autoridades locales. Según informa, las autoridades “disponen de pruebas que indican la reposición de la gastada historieta de supuesta golpiza”, en referencia a una feroz campaña mediática orquestada sin pruebas en noviembre de 2009 que terminó en una falsa entrevista al presidente norteamericano Barack Obama.

 

Sánchez ejerce una corresponsalía para el diario español El País por miles de euros sin estar acreditada ante las autoridades cubanas y, además de la entrevista fraudulenta con el presidente norteamericano, ha difundido un importante volumen de informaciones falsas como un asalto policial a una iglesia en La Habana que nunca ocurrió, o un tiroteo a un auto diplomático venezolano que “no pasó de ser una piedra lanzada por una podadora”. En particular sobre el caso Carromero, Yoani Sánchez hilvanó una cadena de mentiras que hasta llevó a El País a retirarla temporalmente de esa cobertura y reactivar a su excorresponsal en Cuba Mauricio Vicent.

 

Son elementos que en cualquier país del mundo documentarían un caso de difamación, pero -como dice García Ginarte- es previsible que la industria mediática que ha construido este personaje y amplificado sus mentiras, intente repetir esta vez una farsa similar a la de 2009, ignorando su historial fraudulento. Este 29 de septiembre la policía española retiró a los periodistas de la plaza Neptuno frente al Congreso de ese país para cargar contra los manifestantes y sólo el Secretario General de Izquierda Unida Cayo Lara protestó. Es muy posible que ahora veamos a los que entonces callaron rasgarse las vestiduras por una corresponsal fraudulenta.

 

Los corresponsales extranjeros en Cuba acaban de vivir una amarga experiencia con su complicidad en una “huelga de hambre” que resultó ser un festín alimentario. Esperemos que esta vez cuiden mejor su profesionalidad.

Fuente: La pupila insomne

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Cubarte, 2008.

 

Osvaldo Bayer Armenia le homenajea escultura mujer originaria Patagonia Trágica

 

 

 

Gacetilla de prensa

Se agradece su difusión

 

Homenaje a Osvaldo Bayer

 

 

 

El pasado 3 de octubre, en el Auditorio de la Asociación Cultural Armenia, el Consejo Nacional Armenio de Sudamérica homenajeó al periodista e historiador Osvaldo Bayer por su trayectoria en la defensa de los Derechos Humanos y su invalorable aporte a la solución de la Causa Armenia.

 

Primeramente se proyectó fragmentos del documental “Awka Liwen” (film de Osvaldo Bayer, Mariano Aiello y Kristina Hille) para más de 250 alumnos de las escuelas: Colegio del Centro, Colegio Jacarandá, Instituto Filii Dei, Colegio San Isidro, Instituto Saint Exupéry, Colegio San Gregorio El Iluminador, Colegio Mekhitarista de Buenos Aires, Colegio Armenio Arzruni y Colegio Armenio Jrimian. A continuación, se generó un fructífero diálogo de Bayer con los alumnos sobre las diversas problemáticas tratadas en el documental y sobre las enriquecedoras vivencias personales del homenajeado.

 

El objetivo de la actividad fue darle su merecido homenaje y agradecimiento a uno de los grandes intelectuales y luchadores por los derechos de los pueblos de la historia argentina reciente y, a su vez, brindarles la posibilidad a los estudiantes secundarios de conocer la historia de vida y trayectoria de Osvaldo, entendiéndola como de referencia e inspiración para toda la sociedad.

 

Una vez finalizado el intercambio con los alumnos, y como parte del homenaje, representantes de instituciones de la Comunidad Armenia, integrantes de diversas organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, periodistas, intelectuales, artistas, y amigos, almorzaron junto con Osvaldo en un entrañable ambiente marcado por los sabores orientales tan característicos del pueblo armenio.

 

 

 

 

 

Consejo Nacional Armenio de Sudamérica 
Oficina Central: Armenia 1366
C1414 DKD Buenos Aires  -República  Argentina-
TELFAX (5411) 4775-7595 / 7494     Interno 15 
EMAIL: 
consejonacionalarmenio@cna.org.ar      cna@cna.org.ar
www.cna.org.ar

 

 

CHE GUEVARA el Socialismo y el hombre en Cuba ca3

AGRADECEREMOS DIFUNDIR

45 AÑOS DEL ASESINATO DEL CHE GUEVARA. EL MEJOR HOMENAJE ES DIFUNDIR SU PENSAMIENTO Y SU INCLAUDICABLE LUCHA POR EL SOCIALISMO.

 

Che Guevara

                                 El socialismo y el hombre en Cuba

(1965)

Estimado compañero*:

Acabo estas notas en viaje por África, animado del deseo de cumplir, aunque tardíamente, mi promesa. Quisiera hacerlo tratando el tema del título. Creo que pudiera ser interesante para los lectores uruguayos.

Es común escuchar de boca de los voceros capitalistas, como un argumento en la lucha ideológica contra el socialismo, la afirmación de que este sistema social o el período de construcción del socialismo al que estamos nosotros abocados, se caracteriza por la abolición del individuo en aras del Estado. No pretenderé refutar esta afirmación sobre una base meramente teórica, sino establecer los hechos tal cual se viven en Cuba y agregar comentarios de índole general. Primero esbozaré a grandes rasgos la historia de nuestra lucha revolucionaria antes y después de la toma del poder.

Como es sabido, la fecha precisa en que se iniciaron las acciones revolucionarias que culminaron el primero de enero de 1959, fue el 26 de julio de 1953. Un grupo de hombres dirigidos por Fidel Castro atacó la madrugada de ese día el cuartel Moncada, en la provincia de Oriente. El ataque fue un fracaso, el fracaso se transformó en desastre y los sobrevivientes fueron a parar a la cárcel, para reiniciar, luego de ser amnistiados, la lucha revolucionaria.

Durante este proceso, en el cual solamente existían gérmenes de socialismo, el hombre era un factor fundamental. En él se confiaba, individualizado, específico, con nombre y apellido, y de su capacidad de acción dependía el triunfo o el fracaso del hecho encomendado.

Llego la etapa de la lucha guerrillera. Esta se desarrolló en dos ambientes distintos: el pueblo, masa todavía dormida a quien había que movilizar y su vanguardia, la guerrilla, motor impulsor de la movilización, generador de conciencia revolucionaria y de entusiasmo combativo. Fue esta vanguardia el agente catalizador, el que creó las condiciones subjetivas necesarias para la victoria. También en ella, en el marco del proceso de proletarización de nuestro pensamiento, de la revolución que se operaba en nuestros hábitos, en nuestras mentes, el individuo fue el factor fundamental. Cada uno de los combatientes de la Sierra Maestra que alcanzara algún grado superior en las fuerzas revolucionarias, tiene una historia de hechos notables en su haber. En base a estos lograba sus grados.

Fue la primera época heroica, en la cual se disputaban por lograr un cargo de mayor responsabilidad, de mayor peligro, sin otra satisfacción que el cumplimiento del deber. En nuestro trabajo de educación revolucionaria, volvemos a menudo sobre este tema aleccionador. En la actitud de nuestros combatientes se vislumbra al hombre del futuro.

En otras oportunidades de nuestra historia se repitió el hecho de la entrega total a la causa revolucionaria. Durante la Crisis de Octubre o en los días del ciclón Flora, vimos actos de valor y sacrificio excepcionales realizados por todo un pueblo. Encontrar la fórmula para perpetuar en la vida cotidiana esa actitud heroica, es una de nuestras tareas fundamentales desde el punto de vista ideológico.

En enero de 1959 se estableció el gobierno revolucionario con la participación en él de varios miembros de la burguesía entreguista. La presencia del Ejército Rebelde constituía la garantía de poder, como factor fundamental de fuerza.

Se produjeron enseguida contradicciones seria, resueltas, en primera instancia, en febrero del 59, cuando Fidel Castro asumió la jefatura de gobierno con el cargo de primer ministro. Culminaba el proceso en julio del mismo año, al renunciar el presidente Urrutia ante la presión de las masas.

Aparecía en la historia de la Revolución Cubana, ahora con caracteres nítidos, un personaje que se repetirá sistemáticamente: la masa.

Este ente multifacético no es, como se pretende, la suma de elementos de la misma categoría (reducidos a la misma categoría, además, por el sistema impuesto), que actúa como un manso rebaño. Es verdad que sigue sin vacilar a sus dirigentes, fundamentalmente a Fidel Castro, pero el grado en que él ha ganado esa confianza responde precisamente a la interpretación cabal de los deseos del pueblo, de sus aspiraciones, y a la lucha sincera por el cumplimiento de las promesas hechas.

La masa participó en la reforma agraria y en el difícil empeño de la administración de las empresas estatales; pasó por la experiencia heroica de Playa Girón; se forjó en las luchas contra las distintas bandas de bandidos armadas por la CIA; vivió una de las definiciones más importantes de los tiempos modernos en la Crisis de Octubre y sigue hoy trabajando en la construcción del socialismo.

Vistas las cosas desde un punto de vista superficial, pudiera parecer que tienen razón aquellos que hablan de supeditación del individuo al Estado, la masa realiza con entusiasmo y disciplina sin iguales las tareas que el gobierno fija, ya sean de índole económica, cultural, de defensa, deportiva, etcétera. La iniciativa parte en general de Fidel o del alto mando de la revolución y es explicada al pueblo que la toma como suya. Otras veces, experiencias locales se toman por el partido y el gobierno para hacerlas generales, siguiendo el mismo procedimiento.

Sin embargo, el Estado se equivoca a veces. Cuando una de esas equivocaciones se produce, se nota una disminución del entusiasmo colectivo por efectos de una disminución cuantitativa de cada uno de los elementos que la forman, y el trabajo se paraliza hasta quedar reducido a magnitudes insignificantes; es el instante de rectificar. Así sucedió en marzo de 1962 ante una política sectaria impuesta al partido por Aníbal Escalante.

Es evidente que el mecanismo no basta para asegurar una sucesión de medidas sensatas y que falta una conexión más estructurada con las masas. Debemos mejorarla durante el curso de los próximos años pero, en el caso de las iniciativas surgidas de estratos superiores del gobierno utilizamos por ahora el método casi intuitivo de auscultar las reacciones generales frente a los problemas planteados.

Maestro en ello es Fidel, cuyo particular modo de integración con el pueblo solo puede apreciarse viéndolo actuar. En las grandes concentraciones públicas se observa algo así como el diálogo de dos diapasones cuyas vibraciones provocan otras nuevas en el interlocutor. Fidel y la masa comienzan a vibrar en un diálogo de intensidad creciente hasta alcanzar el clímax en un final abrupto, coronado por nuestro grito de lucha y victoria.

Lo difícil de entender, para quien no viva la experiencia de la revolución, es esa estrecha unidad dialéctica existente entre el individuo y la masa, donde ambos se interrelacionan y, a su vez, la masa, como conjunto de individuos, se interrelaciona con los dirigentes.

En el capitalismo se pueden ver algunos fenómenos de este tipo cuando aparecen políticos capaces de lograr la movilización popular, pero si no se trata de un auténtico movimiento social, en cuyo caso no es plenamente lícito hablar de capitalismo, el movimiento vivirá lo que la vida de quien lo impulse o hasta el fin de las ilusiones populares, impuesto por el rigor de la sociedad capitalista. En esta, el hombre está dirigido por un frío ordenamiento que, habitualmente, escapa al dominio de la comprensión. El ejemplar humano, enajenado, tiene un invisible cordón umbilical que le liga a la sociedad en su conjunto: la ley del valor. Ella actúa en todos los aspectos de la vida, va modelando su camino y su destino.

Las leyes del capitalismo, invisibles para el común de las gentes y ciegas, actúan sobre el individuo sin que este se percate. Solo ve la amplitud de un horizonte que aparece infinito. Así lo presenta la propaganda capitalista que pretende extraer del caso Rockefeller —verídico o no—, una lección sobre las posibilidades de éxito. La miseria que es necesario acumular para que surja un ejemplo así y la suma de ruindades que conlleva una fortuna de esa magnitud, no aparecen en el cuadro y no siempre es posible a las fuerzas populares aclarar estos conceptos. (Cabría aquí la disquisición sobre cómo en los países imperialistas los obreros van perdiendo su espíritu internacional de clase al influjo de una cierta complicidad en la explotación de los países dependientes y cómo este hecho, al mismo tiempo, lima el espíritu de lucha de las masas en el propio país, pero ese es un tema que sale de la intención de estas notas.)

De todos modos, se muestra el camino con escollos que aparentemente, un individuo con las cualidades necesarias puede superar para llegar a la meta. El premio se avizora en la lejanía; el camino es solitario. Además, es una carrera de lobos: solamente se puede llegar sobre el fracaso de otros.

Intentaré, ahora, definir al individuo, actor de ese extraño y apasionante drama que es la construcción del socialismo, en su doble existencia de ser único y miembro de la comunidad.

Creo que lo más sencillo es reconocer su cualidad de no hecho, de producto no acabado. Las taras del pasado se trasladan al presente en la conciencia individual y hay que hacer un trabajo continuo para erradicarlas.

El proceso es doble, por un lado actúa la sociedad con su educación directa e indirecta, por otro, el individuo se somete a un proceso consciente de autoeducación.

La nueva sociedad en formación tiene que competir muy duramente con el pasado. Esto se hace sentir no solo en la conciencia individual en la que pesan los residuos de una educación sistemáticamente orientada al aislamiento del individuo, sino también por el carácter mismo de este período de transición con persistencia de las relaciones mercantiles. La mercancía es la célula económica de la sociedad capitalista; mientras exista, sus efectos se harán sentir en la organización de la producción y, por ende, en la conciencia.

En el esquema de Marx se concebía el período de transición como resultado de la transformación explosiva del sistema capitalista destrozado por sus contradicciones; en la realidad posterior se ha visto cómo se desgajan del árbol imperialista algunos países que constituyen ramas débiles, fenómeno previsto por Lenin. En estos, el capitalismo se ha desarrollado lo suficiente como para hacer sentir sus efectos, de un modo u otro, sobre el pueblo, pero no son sus propias contradicciones las que, agotadas todas las posibilidades, hacen saltar el sistema. La lucha de liberación contra un opresor externo, la miseria provocada por accidentes extraños, como la guerra, cuyas consecuencias hacen recaer las clases privilegiadas sobre los explotados, los movimientos de liberación destinados a derrocar regímenes neocoloniales, son los factores habituales de desencadenamiento. La acción consciente hace el resto.

En estos países no se ha producido todavía una educación completa para el trabajo social y la riqueza dista de estar al alcance de las masas mediante el simple proceso de apropiación. El subdesarrollo por un lado y la habitual fuga de capitales hacia países «civilizados» por otro, hacen imposible un cambio rápido y sin sacrificios. Resta un gran tramo a recorrer en la construcción de la base económica y la tentación de seguir los caminos trillados del interés material, como palanca impulsora de un desarrollo acelerado, es muy grande.

Se corre el peligro de que los árboles impidan ver el bosque. Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la mercancía como célula económica, la rentabilidad, el interés material individual como palanca, etcétera), se puede llegar a un callejón sin salida. Y se arriba allí tras de recorrer una larga distancia en la que los caminos se entrecruzan muchas veces y donde es difícil percibir el momento en que se equivocó la ruta. Entre tanto, la base económica adaptada ha hecho su trabajo de zapa sobre el desarrollo de la conciencia. Para construir el comunismo, simultáneamente con la base material hay que hacer al hombre nuevo.

De allí que sea tan importante elegir correctamente el instrumento de movilización de las masas. Este instrumento debe ser de índole moral, fundamentalmente, sin olvidar una correcta utilización del estímulo material, sobre todo de naturaleza social.

Como ya dije, en momentos de peligro extremo es fácil potenciar los estímulos morales; para mantener su vigencia, es necesario el desarrollo de una conciencia en la que los valores adquieran categorías nuevas. La sociedad en su conjunto debe convertirse en una gigantesca escuela.

Las grandes líneas del fenómeno son similares al proceso de formación de la conciencia capitalista en su primera época. El capitalismo recurre a la fuerza, pero, además, educa a la gente en el sistema. La propaganda directa se realiza por los encargados de explicar la ineluctabilidad de un régimen de clase, ya sea de origen divino o por imposición de la naturaleza como ente mecánico. Esto aplaca a las masas que se ven oprimidas por un mal contra el cual no es posible la lucha.

A continuación viene la esperanza, y en esto se diferencia de los anteriores regímenes de casta que no daban salida posible.

Para algunos continuará vigente todavía la fórmula de casta: el premio a los obedientes consiste en el arribo, después de la muerte, a otros mundos maravillosos donde los buenos son los premiados, con lo que se sigue la vieja tradición. Para otros, la innovación; la separación en clases es fatal, pero los individuos pueden salir de aquella a que pertenecen mediante el trabajo, la iniciativa, etcétera. Este proceso, y el de autoeducación para el triunfo, deben ser profundamente hipócritas: es la demostración interesada de que una mentira es verdad.

En nuestro caso, la educación directa adquiere una importancia mucho mayor. La explicación es convincente porque es verdadera; no precisa de subterfugios. Se ejerce a través del aparato educativo del Estado en función de la cultura general, técnica e ideológica, por medio de organismos tales como el Ministerio de Educación y el aparto de divulgación del partido. La educación prende en las masas y la nueva actitud preconizada tiende a convertirse en hábito; la masa la va haciendo suya y presiona a quienes no se han educado todavía. Esta es la forma indirecta de educar a las masas, tan poderosa como aquella otra.

Pero el proceso es consciente; el individuo recibe continuamente el impacto del nuevo poder social y percibe que no está completamente adecuado a él. Bajo el influjo de la presión que supone la educación indirecta, trata de acomodarse a una situación que siente justa y cuya propia falta de desarrollo le ha impedido hacerlo hasta ahora. Se autoeduca.

En este período de construcción del socialismo podemos ver el hombre nuevo que va naciendo. Su imagen no está todavía acabada; no podría estarlo nunca ya que el proceso marcha paralelo al desarrollo de formas económicas nuevas. Descontando aquellos cuya falta de educación los hace tender al camino solitario, a la autosatisfacción de sus ambiciones, los hay que aun dentro de este nuevo panorama de marcha conjunta, tienen tendencia a caminar aislados de la masa que acompañan. Lo importante es que los hombres van adquiriendo cada día más conciencia de la necesidad de su incorporación a la sociedad y, al mismo tiempo, de su importancia como motores de la misma.

Ya no marchan completamente solos, por veredas extraviadas, hacia lejanos anhelos. Siguen a su vanguardia, constituida por el partido, por los obreros de avanzada, por los hombres de avanzada que caminan ligados a las masas y en estrecha comunión con ellas. Las vanguardias tienen su vista puesta en el futuro y en su recompensa, pero esta no se vislumbra como algo individual; el premio es la nueva sociedad donde los hombres tendrán características distintas: la sociedad del hombre comunista.

El camino es largo y lleno de dificultades. A veces, por extraviar la ruta, hay que retroceder; otras, por caminar demasiado aprisa, nos separamos de las masas; en ocasiones por hacerlo lentamente, sentimos el aliento cercano de los que nos pisan los talones. En nuestra ambición de revolucionarios, tratamos de caminar tan aprisa como sea posible, abriendo caminos, pero sabemos que tenemos que nutrirnos de la masa y que ésta solo podrá avanzar más rápido si la alentamos con nuestro ejemplo.

A pesar de la importancia dada a los estímulos morales, el hecho de que exista la división en dos grupos principales (excluyendo, claro está, a la fracción minoritaria de los que no participan, por una razón u otra en la construcción del socialismo), indica la relativa falta de desarrollo de la conciencia social. El grupo de vanguardia es ideológicamente más avanzado que la masa; esta conoce los valores nuevos, pero insuficientemente. Mientras en los primeros se produce un cambio cualitativo que le permite ir al sacrificio en su función de avanzada, los segundos sólo ven a medias y deben ser sometidos a estímulos y presiones de cierta intensidad; es la dictadura del proletariado ejerciéndose no sólo sobre la clase derrotada, sino también individualmente, sobre la clase vencedora.

Todo esto entraña, para su éxito total, la necesidad de una serie de mecanismos, las instituciones revolucionarias. En la imagen de las multitudes marchando hacia el futuro, encaja el concepto de institucionalización como el de un conjunto armónico de canales, escalones, represas, aparatos bien aceitados que permitan esa marcha, que permitan la selección natural de los destinados a caminar en la vanguardia y que adjudiquen el premio y el castigo a los que cumplen o atenten contra la sociedad en construcción.

Esta institucionalidad de la Revolución todavía no se ha logrado. Buscamos algo nuevo que permita la perfecta identificación entre el Gobierno y la comunidad en su conjunto, ajustada a las condiciones peculiares de la construcción del socialismo y huyendo al máximo de los lugares comunes de la democracia burguesa, trasplantados a la sociedad en formación (como las cámaras legislativas, por ejemplo). Se han hecho algunas experiencias dedicadas a crear paulatinamente la institucionalización de la Revolución, pero sin demasiada prisa. El freno mayor que hemos tenido ha sido el miedo a que cualquier aspecto formal nos separe de las masas y del individuo, nos haga perder de vista la última y más importante ambición revolucionaria que es ver al hombre liberado de su enajenación.

No obstante la carencia de instituciones, lo que debe superarse gradualmente, ahora las masas hacen la historia como el conjunto consciente de individuos que luchan por una misma causa. El hombre, en el socialismo, a pesar de su aparente estandarización, es más completo; a pesar de la falta del mecanismo perfecto para ello, su posibilidad de expresarse y hacerse sentir en el aparato social es infinitamente mayor.

Todavía es preciso acentuar su participación consciente, individual y colectiva, en todos los mecanismos de dirección y de producción y ligarla a la idea de la necesidad de la educación técnica e ideológica, de manera que sienta cómo estos procesos son estrechamente interdependientes y sus avances son paralelos. Así logrará la total consciencia de su ser social, lo que equivale a su realización plena como criatura humana, rotas todas las cadenas de la enajenación.

Esto se traducirá concretamente en la reapropiación de su naturaleza a través del trabajo liberado y la expresión de su propia condición humana a través de la cultura y el arte.

Para que se desarrolle en la primera, el trabajo debe adquirir una condición nueva; la mercancía-hombre cesa de existir y se instala un sistema que otorga una cuota por el cumplimiento del deber social. Los medios de producción pertenecen a la sociedad y la máquina es sólo la trinchera donde se cumple el deber. El hombre comienza a liberar su pensamiento del hecho enojoso que suponía la necesidad de satisfacer sus necesidades animales mediante el trabajo. Empieza a verse retratado en su obra y a comprender su magnitud humana a través del objeto creado, del trabajo realizado. Esto ya no entraña dejar una parte de su ser en forma de fuerza de trabajo vendida, que no le pertenece más, sino que significa una emanación de sí mismo, un aporte a la vida común en que se refleja; el cumplimiento de su deber social.

Hacemos todo lo posible por darle al trabajo esta nueva categoría de deber social y unirlo al desarrollo de la técnica, por un lado, lo que dará condiciones para una mayor libertad, y al trabajo voluntario por otro, basados en la apreciación marxista de que el hombre realmente alcanza su plena condición humana cuando produce sin la compulsión de la necesidad física de venderse como mercancía.

Claro que todavía hay aspectos coactivos en el trabajo, aún cuando sea necesario; el hombre no ha transformado toda la coerción que lo rodea en reflejo condicionado de naturaleza social y todavía produce, en muchos casos, bajo la presión del medio (compulsión moral, la llama Fidel). Todavía le falta el lograr la completa recreación espiritual ante su propia obra, sin la presión directa del medio social, pero ligado a él por los nuevos hábitos. Esto será el comunismo.

El cambio no se produce automáticamente en la conciencia, como no se produce tampoco en la economía. Las variaciones son lentas y no son rítmicas; hay períodos de aceleración, otros pausados e incluso, de retroceso.

Debemos considerar, además como apuntáramos antes, que no estamos frente al período de transición puro, tal como lo viera Marx en la Crítica del Programa de Gotha, sino de una nueva fase no prevista por él; primer período de transición del comunismo o de la construcción del socialismo. Este transcurre en medio de violentas luchas de clase y con elementos de capitalismo en su seno que oscurecen la comprensión cabal de su esencia.

Si a esto de agrega el escolasticismo que ha frenado el desarrollo de la filosofía marxista e impedido el tratamiento sistemático del período, cuya economía política no se ha desarrollado, debemos convenir en que todavía estamos en pañales y es preciso dedicarse a investigar todas las características primordiales del mismo antes de elaborar una teoría económica y política de mayor alcance.

La teoría que resulte dará indefectiblemente preeminencia a los dos pilares de la construcción: la formación del hombre nuevo y el desarrollo de la técnica. En ambos aspectos nos falta mucho por hacer, pero es menos excusable el atraso en cuanto a la concepción de la técnica como base fundamental, ya que aquí no se trata de avanzar a ciegas sino de seguir durante un buen tramo el camino abierto por los países más adelantados del mundo. Por ello Fidel machaca con tanta insistencia sobre la necesidad de la formación tecnológica y científica de todo nuestro pueblo y más aún, de su vanguardia.

En el campo de las ideas que conducen a actividades no productivas, es más fácil ver la división entre la necesidad material y espiritual. Desde hace mucho tiempo el hombre trata de liberarse de la enajenación mediante la cultura y el arte. Muere diariamente las ocho y más horas en que actúa como mercancía para resucitar en su creación espiritual. pero este remedio porta los gérmenes de la misma enfermedad.: es un ser solitario el que busca comunión con la naturaleza. Defiende su individualidad oprimida por el medio y reacciona ante las ideas estéticas como un ser único cuya aspiración es permanecer inmaculado.

Se trata sólo de un intento de fuga. La ley del valor no es ya un mero reflejo de las relaciones de producción; los capitalistas monopolistas la rodean de un complicado andamiaje que la convierte en una sierva dócil, aún cuando los métodos que emplean sean puramente empíricos. La superestructura impone un tipo de arte en el cual hay que educar a los artistas. Los rebeldes son dominados por la maquinaria y sólo los talentos excepcionales podrán crear su propia obra. Los restantes devienen asalariados vergonzantes o son triturados.

Se inventa la investigación artística a la que se da como definitoria de la libertad, pero esta «investigación» tiene sus límites imperceptibles hasta el momento de chocar con ellos, vale decir, de plantearse los reales problemas del hombre y su enajenación. La angustia sin sentido o el pasatiempo vulgar constituyen válvulas cómodas a la inquietud humana; se combate la idea de hacer del arte un arma de denuncia.

Si se respetan las leyes del juego se consiguen todos los honores; los que podría tener un mono al inventar piruetas. La condición es no tratar de escapar de la jaula invisible.

Cuando la Revolución tomó el poder se produjo el éxodo de los domesticados totales; los demás, revolucionarios o no, vieron un camino nuevo. La investigación artística cobró nuevo impulso. Sin embargo, las rutas estaban más o menos trazadas y el sentido del concepto fuga se escondió tras la palabra libertad. En los propios revolucionarios se mantuvo muchas veces esta actitud, reflejo del idealismo burgués en la conciencia.

En países que pasaron por un proceso similar se pretendió combatir estas tendencias con un dogmatismo exagerado. La cultura general se convirtió casi en un tabú y se proclamó el summum de la aspiración cultural, una representación formalmente exacta de la naturaleza, convirtiéndose ésta, luego, en una representación mecánica de la realidad social que se quería hacer ver; la sociedad ideal, casi sin conflictos ni contradicciones, que se buscaba crear.

El socialismo es joven y tiene errores.

Los revolucionarios carecemos, muchas veces, de los conocimientos y la audacia intelectual necesarias para encarar la tarea del desarrollo de un hombre nuevo por métodos distintos a los convencionales y los métodos convencionales sufren de la influencia de la sociedad que los creó. (Otra vez se plantea el tema de la relación entre forma y contenido.) La desorientación es grande y los problemas de la construcción material nos absorben. No hay artistas de gran autoridad que, a su vez, tengan gran autoridad revolucionaria. Los hombres del Partido deben tomar esa tarea entre las manos y buscar el logro del objetivo principal: educar al pueblo.

Se busca entonces la simplificación, lo que entiende todo el mundo, que es lo que entienden los funcionarios. Se anula la auténtica investigación artística y se reduce al problema de la cultura general a una apropiación del presente socialista y del pasado muerto (por tanto, no peligroso). Así nace el realismo socialista sobre las bases del arte del siglo pasado.

Pero el arte realista del siglo XIX, también es de clase, más puramente capitalista, quizás, que este arte decadente del siglo XX, donde se transparenta la angustia del hombre enajenado. El capitalismo en cultura ha dado todo de sí y no queda de él sino el anuncio de un cadáver maloliente en arte, su decadencia de hoy. Pero, ¿por qué pretender buscar en las formas congeladas del realismo socialista la única receta válida? No se puede oponer al realismo socialista «la libertad», porque ésta no existe todavía, no existirá hasta el completo desarrollo de la sociedad nueva; pero no se pretenda condenar a todas la formas de arte posteriores a la primer mitad del siglo XIX desde el trono pontificio del realismo a ultranza, pues se caería en un error proudhoniano de retorno al pasado, poniéndole camisa de fuerza a la expresión artística del hombre que nace y se construye hoy.

Falta el desarrollo de un mecanismo ideológico cultural que permita la investigación y desbroce la mala hierba, tan fácilmente multiplicable en el terreno abonado de la subvención estatal.

En nuestro país, el error del mecanicismo realista no se ha dado, pero sí otro signo de contrario. Y ha sido por no comprender la necesidad de la creación del hombre nuevo, que no sea el que represente las ideas del siglo XIX, pero tampoco las de nuestro siglo decadente y morboso. El hombre del siglo XXI es el que debemos crear, aunque todavía es una aspiración subjetiva y no sistematizada. Precisamente éste es uno de los puntos fundamentales de nuestro estudio y de nuestro trabajo y en la medida en que logremos éxitos concretos sobre una base teórica o, viceversa, extraigamos conclusiones teóricas de carácter amplio sobre la base de nuestra investigación concreta, habremos hecho un aporte valioso al marxismo-leninismo, a la causa de la humanidad. La reacción contra el hombre del siglo XIX nos ha traído la reincidencia en el decadentismo del siglo XX; no es un error demasiado grave, pero debemos superarlo, so pena de abrir un ancho cauce al revisionismo.

Las grandes multitudes se van desarrollando, las nuevas ideas van alcanzando adecuado ímpetu en el seno de la sociedad, las posibilidades materiales de desarrollo integral de absolutamente todos sus miembros, hacen mucho más fructífera la labor. El presente es de lucha, el futuro es nuestro.

Resumiendo, la culpabilidad de muchos de nuestros intelectuales y artistas reside en su pecado original; no son auténticamente revolucionarios. Podemos intentar injertar el olmo para que dé peras, pero simultáneamente hay que sembrar perales. Las nuevas generaciones vendrán libres del pecado original. Las posibilidades de que surjan artistas excepcionales serán tanto mayores cuanto más se haya ensanchado el campo de la cultura y la posibilidad de expresión. Nuestra tarea consiste en impedir que la generación actual, dislocada por sus conflictos, se pervierta y pervierta a las nuevas. No debemos crear asalariados dóciles al pensamiento oficial ni «becarios» que vivan al amparo del presupuesto, ejerciendo una libertad entre comillas. Ya vendrán los revolucionarios que entonen el canto del hombre nuevo con la auténtica voz del pueblo. Es un proceso que requiere tiempo.

En nuestra sociedad, juegan un papel la juventud y el Partido.

Particularmente importante es la primera, por ser la arcilla maleable con que se puede construir al hombre nuevo sin ninguna de las taras anteriores.

Ella recibe un trato acorde con nuestras ambiciones. Su educación es cada vez más completa y no olvidamos su integración al trabajo desde los primeros instantes. Nuestros becarios hacen trabajo físico en sus vacaciones o simultáneamente con el estudio. El trabajo es un premio en ciertos casos, un instrumento de educación, en otros, jamás un castigo. Una nueva generación nace.

El Partido es una organización de vanguardia. Los mejores trabajadores son propuestos por sus compañeros para integrarlo. Este es minoritario pero de gran autoridad por la calidad de sus cuadros. Nuestra aspiración es que el Partido sea de masas, pero cuando las masas hayan alcanzado el nivel de desarrollo de la vanguardia, es decir, cuando estén educados para el comunismo. Y a esa educación va encaminado el trabajo. El Partido es el ejemplo vivo; sus cuadros deben dictar cátedras de laboriosidad y sacrificio, deben llevar, con su acción, a las masas, al fin de la tarea revolucionaria, lo que entraña años de duro bregar contra las dificultades de la construcción, los enemigos de clase, las lacras del pasado, el imperialismo…

Quisiera explicar ahora el papel que juega la personalidad, el hombre como individuo de las masas que hacen la historia. Es nuestra experiencia no una receta.

Fidel dio a la Revolución el impulso en los primeros años, la dirección, la tónica siempre, peros hay un buen grupo de revolucionarios que se desarrollan en el mismo sentido que el dirigente máximo y una gran masa que sigue a sus dirigente porque les tiene fe; y les tiene fe, porque ellos han sabido interpretar sus anhelos.

No se trata de cuántos kilogramos de carne se come o de cuántas veces por año se pueda ir alguien a pasearse en la playa, ni de cuántas bellezas que vienen del exterior puedan comprarse con los salarios actuales. Se trata, precisamente, de que el individuo se sienta más pleno, con mucha más riqueza interior y con mucha más responsabilidad. El individuo de nuestro país sabe que la época gloriosa que le toca vivir es de sacrificio; conoce el sacrificio. Los primeros lo conocieron en la Sierra Maestra y dondequiera que se luchó; después lo hemos conocido en toda Cuba. Cuba es la vanguardia de América y debe hacer sacrificios porque ocupa el lugar de avanzada, porque indica a las masas de América Latina el camino de la libertad plena.

Dentro del país, los dirigentes tienen que cumplir su papel de vanguardia; y, hay que decirlo con toda sinceridad, en una revolución verdadera a la que se le da todo, de la cual no se espera ninguna retribución material, la tarea del revolucionario de vanguardia es a la vez magnífica y angustiosa.

Déjeme decirle, a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor. Es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin esta cualidad. Quizás sea uno de los grandes dramas del dirigente; éste debe unir a un espíritu apasionado una mente fría y tomar decisiones dolorosas son que se contraiga un músculo. Nuestros revolucionarios de vanguardia tienen que idealizar ese amor a los pueblos, a las causas más sagradas y hacerlo único, indivisible. No pueden descender con su pequeña dosis de cariño cotidiano hacia los lugares donde el hombre común lo ejercita.

Los dirigentes de la Revolución tienen hijos que en sus primeros balbuceos, no aprenden a nombrar al padre; mujeres que deben ser parte del sacrificio general de su vida para llevar la Revolución a su destino; el marco de los amigos responde estrictamente al marco de los compañeros de Revolución. No hay vida fuera de ella.

En esas condiciones, hay que tener una gran dosis de humanidad, una gran dosis de sentido de la justicia y de la verdad para no caer en extremos dogmáticos, en escolasticismos fríos, en aislamiento de las masas. Todos los días hay que luchar porque ese amor a la humanidad viviente se transforme en hechos concretos, en actos que sirvan de ejemplo, de movilización.

El revolucionario, motor ideológico de la revolución dentro de su partido, se consume en esa actividad ininterrumpida que no tiene más fin que la muerte, a menos que la construcción se logre en escala mundial. Si su afán de revolucionario se embota cuando las tareas más apremiantes se ven realizadas a escala loca y se olvida el internacionalismo proletario, la revolución que dirige deja de ser una fuerza impulsora y se sume en una cómoda modorra, aprovechada por nuestros enemigos irreconciliables, el imperialismo, que gana terreno. El internacionalismo proletario es un deber pero también es una necesidad revolucionaria. Así educamos a nuestro pueblo.

Claro que hay peligros presentes en las actuales circunstancias. No sólo el del dogmatismo, no sólo el de congelar las relaciones con las masas en medio de la gran tarea; también existe el peligro de las debilidades en que se puede caer. Si un hombre piensa que, para dedicar su vida entera a la revolución, no puede distraer su mente por la preocupación de que a un hijo le falte determinado producto, que los zapatos de los niños estén rotos, que su familia carezca de determinado bien necesario, bajo este razonamiento deja infiltrarse los gérmenes de la futura corrupción.

En nuestro caso, hemos mantenido que nuestros hijos deben tener y carecer de lo que tienen y de lo que carecen los hijos del hombre común; y nuestra familia debe comprenderlo y luchar por ello. La revolución se hace a través del hombre, pero el hombre tiene que forjar día a día su espíritu revolucionario.

Así vamos marchando. A la cabeza de la inmensa columna —no nos avergüenza ni nos intimida decirlo— va Fidel, después, los mejores cuadros del Partido, e inmediatamente, tan cerca que se siente su enorme fuerza, va el pueblo en su conjunto sólida armazón de individualidades que caminan hacia un fin común; individuos que han alcanzado la conciencia de lo que es necesario hacer; hombres que luchan por salir del reino de la necesidad y entrar al de la libertad.

Esa inmensa muchedumbre se ordena; su orden responde a la conciencia de la necesidad del mismo ya no es fuerza dispersa, divisible en miles de fracciones disparadas al espacio como fragmentos de granada, tratando de alcanzar por cualquier medio, en lucha reñida con sus iguales, una posición, algo que permita apoyo frente al futuro incierto.

Sabemos que hay sacrificios delante nuestro y que debemos pagar un precio por el hecho heroico de constituir una vanguardia como nación. Nosotros, dirigentes, sabemos que tenemos que pagar un precio por tener derecho a decir que estamos a la cabeza del pueblo que está a la cabeza de América. Todos y cada uno de nosotros paga puntualmente su cuota de sacrificio, conscientes de recibir el premio en la satisfacción del deber cumplido, conscientes de avanzar con todos hacia el hombre nuevo que se vislumbra en el horizonte.

Permítame intentar unas conclusiones:

Nosotros, socialistas, somos más libres porque somos más plenos; somos más plenos por ser más libres.

 

El esqueleto de nuestra libertad completa está formado, falta la sustancia proteica y el ropaje; los crearemos.

 

Nuestra libertad y su sostén cotidiano tienen color de sangre y están henchidos de sacrificio.

 

Nuestro sacrificio es consciente; cuota para pagar la libertad que construimos.

El camino es largo y desconocido en parte; conocemos nuestras limitaciones. Haremos el hombre del siglo XXI: nosotros mismos.

 

Nos forjaremos en la acción cotidiana, creando un hombre nuevo con una nueva técnica.

 

La personalidad juega el papel de movilización y dirección en cuanto que encarna las más altas virtudes y aspiraciones del pueblo y no se separa de la ruta.

 

Quien abre el camino es el grupo de vanguardia, los mejores entre los buenos, el Partido.

 

La arcilla fundamental de nuestra obra es la juventud, en ella depositamos nuestra esperanza y la preparamos para tomar de nuestras manos la bandera.

Si esta carta balbuceante aclara algo, ha cumplido el objetivo con que la mando.

Reciba nuestro saludo ritual, como un apretón de manos o un «Ave María Purísima»:

Patria o muerte.-

 

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 * Carlos Quijano, editor del semanario uruguayo, Marcha, quien publica la carta en la edición del 12 de marzo de 1965.-

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