martes, 26 de noviembre de 2013

Nyls Ponce Seoane Obama y la historia Kaos en la red Chaubloqueo Museo Che Guevara libertad a los cinco héroes prisioneros del imperio






Al inicio de su mandato muchas esperanzas fueron cifradas en Obama por “los de debajo” de su país que lo eligieron y por los del orbe que confiaron en sus promesas de cambio y sobre todo por la evidencia física harta conocida que condujo a muchos a identificarse con él pensando que era uno de ello 

I.Obama y La Historia

 Como cualquier Presidente de EEUU Barack Obama ha pasado a La Historia de su país y del mundo. 

Sin embargo, las esperanzas se esfumaron y la identificación se convirtió en desilusión y la simpatía de que gozaba en rechazo al constatarse que Obama actuaba como cualquier otro Presidente de los EEUU.
Se hace necesario preguntarse, a partir  de sus hechos, actitudes y acciones, ya en su segundo mandato, que ¿cómo y por qué  Obama va a pasar tan contradicho a  La Historia?
La Historia, de manera general, es el testimonio de una sucesión confirmada de hechos acaecidos los cuales se entrelazan y son interpretados y  clasificados por el hombre  de acuerdo a su ideología.
En una cosa parecen haberse puesto de acuerdo los hombres y es que  en cualquiera de estas explicaciones que habitualmente se vinculan, el cambio de una edad, época o período histórico a otro se determina por un conjunto de acontecimientos significativos que la determinan  provocando  que la sociedad comience a tener una forma de vida y de pensar distinta a la anterior. Así lo atestiguan las Edades Antigua, Media, Moderna y Contemporánea clásicas que estudiamos y conocimos en la enseñanza media.
 Aunque el paso de una a otra es gradual, pueden existir momentos bruscos y abruptos y pueden quedar, y de hecho quedan, “islas” de los períodos  anteriores dentro del nuevo.
Aplicando todo lo dicho hasta aquí a la época en que vivimos se puede considerar que La Humanidad a partir y durante la segunda mitad del siglo XX, en el lapso conocido como Guerra Fría (aunque tuvo puntos calientes), transitó hacia  una nueva etapa de su Historia cuyo inicio coincide  con el fin de dicha Guerra que, en correspondencia con el vocablo más usado en comentarios, artículos y libros, perfectamente se le puede denominar Edad o Era de la Globalización y a la cual han conducido los siguientes sucesos:
$1-         La explosión de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki en 1945.
$1-         La guerra “local” de Corea en 1952,  que dio inicio a la llamada guerra infinita, continua o eterna, de sucesivas guerras imperiales “locales” ( Viet Nam, Irak, Afganistán, Libia, Siria y otras, como las llevadas a cabo en el continente africano).
$1-         1ro de Enero1959. Triunfo de La Revolución Cubana que demostró la posibilidad de la introducción en la práctica social de la idea socialista en las tierras de Nuestra América.
$1-         12 de Abril de 1961. Salida, por primera vez,  al espacio exterior del hombre, realizada por el soviético Yuri A. Gagarin.
$1-         La Crisis de Octubre o de los Misiles en 1962, donde la Humanidad, estuvo en peligro de  una verdadera catástrofe apocalíptica mundial.
$1-         Informe Gruntland (1972), Estocolmo, Suecia en reunión del PNUMA. Al inicio de la década del 70 La Humanidad comienza a tener conciencia de diferentes impactos ambiéntales provocados por el propio hombre (contaminación, desertificación, agujero de la capa de ozono, desertificación, calentamiento global y cambio climático), que ponen en peligro su propia existencia.
$1-         11 de Septiembre de 1973. Artero golpe de Estado a Salvador Allende en Chile que, posteriormente, da inicio en este país al ensayo de la doctrina económica neoliberal de los Chicago´s boys, y que conduce al mundo al inicio del siglo XXI a una crisis económica global al generalizarse su puesta en práctica a los todos los países desarrollados y otros.
$1-         En las décadas de los 70-90, ulterior Desarrollo de la Gran Revolución Científico Técnica Mundial con la implementación e implantación  de las Nuevas Tecnologías de la Informática y la Comunicación(TIC), que han originado un verdadero cambio en la vida común diaria de los hombres, siendo la base y eje central de la Globalización.
$1-         25 de Diciembre de 1991. Extinción de la URSS, previa disolución del campo socialista este-europeo. Verdadero fin de la etapa transitoria a un nuevo período de La Historia donde comienza  a revelarse y desarrollarse el dominio  megaimperial casi sin obstáculos algunos.
$1-         11 de septiembre de 2001. Derribo de las Torres Gemelas de New York,  que da pié, ya en la nueva época de la Historia, al completo establecimiento de la política neonazi megaimperial de la guerra  eterna  promovida por la élite mundial, basada en la economía de guerra de la que obtiene grandes beneficios...
$1-         Todos estos hechos llevan al pensamiento de una  época de transición histórica, señalada  por los dos últimos acontecimientos como los que marcan respectivamente el paso definitivo por el uno, y el establecimiento ya, por el otro, de una nueva  edad de La Historia de la Humanidad: la de La Globalización.
Sin embargo, es necesario señalar que este periodo se caracterizó (y caracteriza a la nueva Era), en su conjunto, a diferencia de los anteriores de la Historia humana, por la gestión hegemónica económico-política de la élite bancaria financiera comercial empresarial e industrial internacional (grupo de poder real tras bambalinas del poder político de los EEUU y de Europa Occidental principalmente), para ejercer de esa forma el dominio del mundo. Así tenemos que:
$1-         Desde 1954 hasta la fecha, año tras año, continuamente durante 60 años (y evidentemente continuará), este Grupo conocido como Grupo, Foro o Club de Bilderberg por el nombre del hotel donde se reunió por primera vez en Oosterbeckl, Países Bajos, en mayo del 54, no ha cesado de reunirse. Reuniones estas donde se establecen las directrices de la economía y políticas mundiales a seguir.
Es en este contexto histórico mundial donde y cuando surge  Obama.
                                          II
El Megaimperialismo y el fin de La Historia
Sí es verdad que  V.I. Lenin en su  libro “El Imperialismo, fase superior del capitalismo”, escrito a principios del pasado siglo en 1916 describió este fenómeno político-económico, dando a entender con ello, quizás, que era o pudiera ser el fin de esa  Formación económica social, más aún, cuando el mismo proyectaba y se disponía a dar inicio a la construcción de una nueva sociedad,  esta tesis ni se verificó ni se justificó por la Historia.
El devenir histórico social posterior ha demostrado que no ha sido así y que tanto ese sistema  como su fase imperialista han evolucionado y transitado hacia  a una nueva fase : la del Imperialismo Global, Imperialismo Mundial o Megaimperialismo por los factores que en el intervienen que dan origen a un imperialismo mayor y más abarcador (verdadero superimperialismo) por ser ya de carácter global y que esperemos sea su última etapa para poder pasar a una sociedad  más justa, equitativa, solidaria y humana respetando las diferencias.
Aunque esta transición ha sido gradual, condicionando y determinando el paso al nuevo período de la Historia, la misma  se encuentra imbricada  con elementos económico sociales, que al mismo tiempo hereda y desarrolla de su etapa inicial anterior, así como de etapas anteriores.
 Este Megaimperialismo se puede caracterizar, grosso modo, en base  a los siguientes elementos fundamentales que sucintamente se exponen a continuación:
- Es territorialmente indefinido, no coincide con el de ningún Estado porque su poder real se encuentra diseminado por todos los países del mundo, principalmente los desarrollados.
- Su poder está conformado por el diverso grupo de la élite y familias superpoderosas de este Planeta (Los Rotshilds, Rockfeller, Orange-Nasau, Botín y otras);
- Sus componentes, numéricamente, oscilan entre 80 y 130 personas (invitados inclusive), con diversas nacionalidades formales, presentando los mismos hábitos e intereses,
- A este Grupo no se accede democráticamente mediante elecciones. Es el centro y son los representantes de los grupos económicos, financieros de megacompañías y bancos, de organizaciones gubernamentales y supranacionales como el FMI y el Banco Mundial, del sistema mediático (directores de grandes medios de comunicación), centros de poder militar y de los servicios secretos. Todo mezclado.
- Es un Poder entrelazado con su cohorte de asesores, enlaces y colaboradores que reciben salarios astronómicos, funcionarios adjuntos todos al poder megaimperial real y sin los cuales este no puede ser ejercido.
Como se dijo en la primera parte, la verdadera fecha del cambio histórico a la Edad de la Globalización y que marcó el nacimiento del Imperio Global o Megaimperio, hasta entonces en estado de embrión, fue el día de la Navidad de 1991 cuando la Unión Soviética dejó de existir A partir de ese momento los procesos políticos y económicos iniciados en las décadas anteriores ya descritos tomaron un rumbo cada vez más definido e impetuoso.
El Imperio Global emergió  cuando el indiscutible contrincante del mundo capitalista desarrollado occidental, La Unión Soviética, dejó de existir.
Inmediatamente después de ese acontecimiento fue a William Jefferson Clinton al que se le encargó la tarea de hacer los trámites para oficializar y bautizar a la recién nacida criatura imperial.
¿Cómo sucedió esto?.
Antes de llegar a ser Presidente de los EE UU, el exgobernador de Arkanzas fue convocado, primero para hacer lobby, por un grupo de capitalistas y banqueros demócratas a un conocido restaurante de Manhattan cercano a las Torres Gemelas. Le explicaron que si quería ser elegido Presidente tendría que esforzarse y promover inmediatamente la total difusión del capital libre por todas partes, sin fronteras, sin límites ni condiciones. No había tiempo que perder: era el momento de comerse al mundo. El capital y el potencial estadounidense de gestión de los recursos financieros habían aumentado de tal forma y eran ya tan globales que podían y debían dominar absolutamente al mundo. EEUU se convertía así, por ahora, en la  piedra angular del grupo hegemónico mundial.
 Previo acuerdo, Clinton fue invitado a la reunión del Grupo de Bilderberg celebrada en junio de 1991 en Baden-Baden, Alemania.  El desafortunado aceptó  las condiciones que le  propusieron para ser el nuevo Presidente de los EEUU en las nuevas  circunstancias y fue elegido.
Fue así como surgió el llamado mundo unipolar de la Era Globalizada, donde el pensamiento neoliberal único comenzó a reinar sin  espacio posible para cualquier crítica. Era la única idea fuerte al servicio del Megaimperio para sus fines, ya sin la presencia soviética, amenazante hasta antes de su extinción que habría obligado al capitalismo imperial a moderar sus pretensiones.
Entonces, no por casualidad, junto con estos hechos surge o intenta surgir su fundamentación teórica, primero con el artículo de Francis Fukuyama en 1989 que tituló “¿El fin de La Historia?”, y posteriormente, en 1992,  con su libro que hicieron célebre con título afirmativo de “El fin de La Historia y El último hombre”, definiendo los sucesos de la llamada “Caída del Muro de Berlín” como el final de los grandes cambios de la Historia  en el sentido que más allá no habría nada mejor  pues la Historia como sucesión de formaciones económico sociales y de  luchas de Ideologías había terminado  con un mundo final basado en la democracia neoliberal que se había impuesto tras el fin de la Guerra Fría, concluyendo que la democracia liberal ya no tendrá más barreras y que las guerras y las revoluciones serán cada vez más imposibles.
Después de Clinton acto seguido el comisionado de imponer la nueva criatura imperial al mundo sin tapujos fue George Washington Bush que con sus burdas declaraciones y acciones dio fe de ello.
                                                  III
¿Qué será lo que quiere… Obama
Así es como llega a la escena histórica Barack Hussein Obama, que se reúne también con el Grupo de Bilderberg (Virginia, EEUU; 2008), antes de ser elegido  a su primer mandato como Presidente  y que con su indiscutible carisma, dones, cualidades y habilidades oratorias, vino a intentar, al menos, suavizar diplomáticamente las tosquedades y mediocridad de su predecesor y tratar de  dar, aunque sea, una nueva cara e imagen virtual de la sociedad norteamericana. Imagen que necesitan para poder llevar a cabo más fácilmente sus fines de dominio mundial como lo muestran los casos de Irak, Afganistán, Libia y Siria.
Lo interesante  de la cuestión es que Obama aceptó a priori, sin objeción alguna, el Premio Nobel de La Paz otorgado al inicio de su primer mandato. Sin embargo, los hechos y sus declaraciones posteriores contradicen esa conformidad, por lo que perfectamente cabe preguntarse, parodiando una pregunta de una conocida canción folklórica caribeña, muy popular en Cuba: ¿qué será lo que quiere… Obama?.
- En primer lugar Obama necesita y por lo tanto quiere, conforme a sus propios interese e ideología, que la Historia finiquite, acorde con Fukuyama.
explica de hecho su conducta prometedora de cambio durante su primera campaña electoral y de su posterior proceder, ya asegurado la silla presidencial.
- En segundo lugar Obama  sirvió muy bien a los intereses de la oligarquía, siendo consecuente con sus intereses e ideología.
Ahora esta, como recompensa y pago a los favores y servicios prestados que les hizo, logró que volviese a salir Presidente de los Estados Unidos. Amén de que le convenía que continuara sirviendo y apuntalando a dichos intereses en su país y en el mundo.
- En tercer lugar, habiéndole servido sin condiciones a la élite mundial, acomodándose a sus mentores ¿qué otra cosa puede desear Obama sino pasar a formar parte de ella, respondiendo a su ego y ambiciones?.
Sí, porque ya desde sus años estudiantiles Obama había sido detectado por Martha Minow, profesora de la Escuela de Derecho de Harvard, como un muchacho inteligente, prometedor y políticamente ambicioso para su conversión y promoción; trabajo este que se realizó con un preciosismo exquisito, detallado y preciso por el lobby más poderoso de los EE.UU., dejándolo comprometido y completamente empotrado con la configuración del Poder Mundial. Es debido a esto por lo que B. H. Obama ha puesto su inteligencia y habilidades al servicio de esos intereses.
Entonces, teniendo en cuenta estos y otros detalles de su vida personal, es lógico que eso es lo que desea Obama: ser miembro del  Grupo de Bilderberg; así pasaría doblemente a La Historia, por haber llegado, además, al non plus ultra de su carrera personal.
Mejor que eso, por todo lo que acompaña a esa condición, no podría querer ni obtener más, según su filosofía de vida,
IV. Obama y la continuidad de La Historia
No obstante, explicaciones incluidas o aparte, los  acontecimientos históricos ocurridos durante los dos mandatos de Obama obstaculizan y contradicen tanto su posible y deseado  objetivo personal, como el objetivo planteado por la tesis de  Fukuyama para  adormecer a la sociedad, ya que:
- se desató la crisis económica mundial del neoliberalismo .
- han surgido nuevas formas e ideas  tendientes hacia el socialismo en América Latina.
- el desarrollo de otros países  como Brasil, Rusia, Indias, China y Sudáfrica (Los BRICS), apuntando hacia un nuevo modelo de economía desarrollada.
- la aparición del movimiento Occupy en los propios EEUU y de las protestas en la vieja Europa
- la revelación por Bradley Manning, Julian Assange (wikileaks) y Edward Snowden de la labor de información y espionaje por parte del gobierno norteamericano hasta contra sus propios socios
- las recientes “bravuconadas” de Obama amenazando con un ataque limitado a Siria que fueran neutralizadas por el Presidente ruso Vladimir Putin.
- las declaraciones que al parecer se vio obligado a realizar después de su fallido intento de atacar a Siria, diciendo que “los EE.UU. es una nación especial”, para subrayar y mantener el papel hegemónico de su país, ahora en crisis, dentro del Megaimperio mundial y reflejando también, quizás, su impotencia por alcanzar lo deseado.
Todas estas son razones para que la Historia continúe porque, en definitiva, ninguna nación tiene derechos especiales o superiores respecto a las demás. Recordémosle que así empezaron los nazis y como terminaron.
Continúa además, porque estos hechos demuestran que mientras haya tamaños egoísmos  y desigualdades en el mundo no habrá ningún fin de la Historia en el sentido dado por Fukuyama. Habrá y continuarán las protestas, revoluciones y ajustes sociales.
La Historia continúa y continuará mientras haya injusticias en el mundo, independientemente de los deseos y voluntades de un individuo o de un grupo de ellos, porque siempre el ser humano irá en busca de una sociedad más justa, solidaria, altruista,  humanista y de ayuda mutua.
Ha sido así, es y será a lo largo de la Historia Mundial que solo concluirá, de una u otra forma, cuando no haya hombres sobre la faz de la Tierra.
Nyls
La Habana, 4/11/2013





 


 POR LA LIBERTAD DE LOS 5 HÉROES CUBANOS PRESOS EN CÁRCELES DEL IMPERIO
MSc. Ing. Nyls Gustavo Ponce Seoane
Instituto de Geología y Paleontología. MINEM

Che Guevara su pensamiento en Cuba actual Fernando Martinez Heredia Chaubloqueo Asociación Hermanos Saiz Museo Che Buenos Aires


El pensamiento del Che en la Cuba actual, Fernando Martínez Heredia


tomado de Cubadebate

El pensamiento del Che en la Cuba actual
25 noviembre 2013 


Les agradezco mucho a los organizadores de Dialogar, dialogar esta oportunidad de conversar acerca de un tema tan importante, a tan pocos días del II Congreso de la Asociación Hermanos Saíz. Esa reunión de jóvenes, precedida de amplios debates y acciones a lo largo del país, constituyó un evento ejemplar, porque trató los reales problemas del sector y de las prácticas culturales y sus implicaciones en la Cuba actual, con profundidad, claridad, proposiciones y espíritu revolucionario; sin autocensura y con valentía política. Fue un verdadero congreso, y una promesa necesaria.
El regreso del Che en Cuba comenzó en 1987, durante la campaña de rectificación, cuando Fidel lo contrapuso a la gran deformación que había sufrido el proceso revolucionario. Su pensamiento había desaparecido de la enseñanza y de los medios de comunicación desde inicios de los setenta, pero al fin comenzó a rescatarse y a ser conocido por nuevos cubanos durante aquellos años. Estaba claro que el Che hacía mucha falta. Sin embargo, después de la coyuntura compleja de la detención de la rectificación, de la gran crisis económica y de la calidad de la vida en Cuba, y de la pérdida de prestigio del socialismo a escala mundial, que sobrevinieron en la primera mitad de los años noventa, cuando el Che volvió físicamente, en 1997, la situación ya era otra.
Fidel y los revolucionarios consecuentes lo esgrimieron como un refuerzo para el enfrentamiento a una tercera pregunta general sobre el país, que ya comenzaba a percibirse. La primera, perentoria, había sido la de la sobrevivencia, que ocupó prácticamente todo el terreno en la angustiosa primera mitad de la década; la segunda pregunta era si la reproducción material de la existencia del país que se había ido logrando sería viable o no. El repertorio de variables favorables que poseía Cuba permitió que las políticas y las tácticas adoptadas aseguraran esa viabilidad a inicios de este siglo. La tercera interrogante no tenía carácter urgente, pero sí implicaciones trascendentales: cuál sería la naturaleza del régimen que emergería a partir del proceso de solución de las dos primeras. El Che reforzaba la posición de los queríamos que la respuesta fuera un socialismo más profundo, capaz de asumir su propia crítica y renovarse.
Pero ya estaban en marcha transformaciones sociales y de las conciencias dentro de la transición socialista cubana, paulatinas durante un largo período, que continúan hasta hoy. La ofensiva de Fidel al inicio del siglo XXI pretendió frenar desigualdades y reforzar al socialismo. Una insuficiencia grave, sin embargo, era el abandono, prácticamente, de la apelación a una divulgación que relacionara las medidas y las características socialistas de la mayor parte de la vida social con la necesidad del socialismo y con sus ideales, y de las prácticas y las discusiones de un pensamiento estructurado que operara como fundamentación del socialismo. En 2008 se publicaron los Apuntes críticos a la Economía Política del Che casi en secreto. Se ha ido nucleando un sector de estudiosos, incluidos jóvenes, y se ha avanzado en la publicación de su obra, pero sin que las ideas del Che se volvieran polémicas y participaran en los debates, que en realidad no eran alentados.
En estos últimos años se ha producido un positivo aumento de la politización, y también de la expresión de criterios diferentes dentro del cauce del socialismo, pero la socialización de un pensamiento que trate las cuestiones esenciales sigue sin ponerse a la orden del día. Mientras, se han emprendido transformaciones que pueden ser decisivas respecto a la existencia misma del socialismo cubano, al mismo tiempo que continúan tendencias que vienen del curso de las últimas dos décadas. Se han tomado y se toman medidas económicas muy importantes sin que haya discusión desde una u otra posición en economía política, porque no se invoca ninguna. Un pragmatismo descarnado es la regla, salpicado por algunas palabras que reiteran que lo que se hace es para el socialismo o en nombre de él. Existe un divorcio total entre las reflexiones críticas y las preocupaciones que expresan revolucionarios socialistas –entre los cuales hay cierto número de dirigentes– y numerosas informaciones y trabajos de opinión que aparecen en medios que pertenecen al Estado, ciegos ante lo que les parece negativo o inconveniente, y aferrados a tópicos que ya no son y a otros que nunca fueron.
¿Por qué los compañeros que convocan esta mesa escogen entonces al pensamiento del Che en la Cuba actual como tema? Porque tienen conciencia política del momento histórico en que vivimos y lo que se juega en él, y del papel que puede tener el Che si lo hacemos participar en la tremenda y ya abierta lucha cultural entre el capitalismo y el socialismo que caracteriza a la situación.
Del ejemplo que utilicé podría inferirse que la posición y la propuesta del Che que se han calificado como económicas serían su contribución lógica y mayor. Pero no creo que esa idea sea acertada, por dos razones. Ante todo, porque la concepción socialista del Che está opuesta a la separación abstracta de la dimensión económica de la sociedad que está en transición socialista, una operación que permitiría tratar a la “economía” en general como un campo separado y autónomo de la política, la ideología y la cultura, e incluso “ponerla a trabajar” para el socialismo. Esa separación es un recurso de comprensión y de argumentación de lo esencial del capitalismo, su funcionamiento y sus normas y valores. Che afirma que la economía debe ser gobernada por el poder popular revolucionario durante todo el proceso de transición socialista.
La segunda razón es consecuencia de la primera: las ideas y las propuestas del Che acerca de la dimensión económica son corolarios de su concepción teórica y política de la actividad revolucionaria creadora de socialismo. Trataré de sintetizar varios rasgos principales suyos:
a) la Economía, la Economía política y las políticas económicas sin apellidos son siempre formas de la economía del capitalismo, corresponden al complejo de teorías e ideologías de ese sistema;
b) la transición socialista es un poder político e ideológico revolucionario de orientación socialista-comunista, que tiende a unificar las dimensiones diferentes de la sociedad en cuanto a objetivos y voluntades, aunque todas ellas siguen teniendo sus características y sus especifidades, y se trabaja concretamente con cada una de ellas;
c) por consiguiente, el poder revolucionario es un puesto de mando sobre la economía, y es el conductor, de diferentes maneras, del conjunto de la sociedad;
d) precisamente por serlo, y para que ese poder no degenere en el poder de un grupo que termine cerrándole el paso al socialismo, está obligado a avanzar hacia su conversión en un verdadero poder popular, en el que los trabajadores y las mayorías conozcan las cuestiones fundamentales y participen de manera creciente en su control y su fiscalización, y en la elaboración misma de las decisiones y las políticas;
e) para todo el período de transición que va desde el triunfo revolucionario hasta el fin de las dominaciones y la creación de una sociedad nueva, muy diferente y muy superior a la capitalista, tienen que regir los despliegues y los productos de los factores subjetivos de la sociedad, y no las determinaciones llamadas objetivas. Guiarse por el predominio de los llamados “factores objetivos” conduce a la detención del proceso y su retroceso, en dos sentidos: el que procede de la reproducción “normal” de las condiciones de la vida social, que siempre consiste en la reproducción del orden de dominación vigente; y el que dimana del poder de un grupo que convierte su poder, sus intereses y su voluntad de dominio en cosas “objetivas” que no pueden cambiarse.
Ante el desafío crucial que se está configurando en Cuba entre el socialismo y el capitalismo, el Che puede ofrecernos su específica posición dentro de la revolución socialista, expresada y desarrollada en el conjunto de su pensamiento y en la batalla intelectual que libró para ganar a ella a los cubanos y que predominara frente a otra concepción diferente del socialismo que existe, y frente a las profundas insuficiencias de nuestra sociedad para consumar ese cambio. La centralidad de la política, sus férreas relaciones con la ética y el papel impulsor de esta cuando los factores subjetivos predominan, la conversión de la sociedad en una gigantesca escuela, son aspectos esenciales en la concepción del Che, que me limito a mencionar aquí.
Ernesto Che Guevara es el máximo pensador teórico de la posición dirigida por Fidel durante la primera etapa de la Revolución en el poder –la que va de 1959 a inicios de los años setenta–, y sigue siendo a mi juicio el máximo representante de la corriente socialista que puede hacer viable que Cuba siga siendo socialista.
Che tiene un lugar en la historia del pensamiento revolucionario cubano. No intentaré exponer mis criterios acerca de ese pensamiento, pero quiero al menos llamar la atención sobre la necesidad de no verlo como un bloque igual a sí mismo, sino en su realidad de producciones diversas, y en algunos casos enfrentadas entre si e influidas por condicionamientos que se iban modificando en el decursar histórico del país. Desde ese punto de partida, entiendo que el Che pertenece a la corriente radical, que ha tenido puntos en común y ha marcado una trayectoria que es preciso heredar.
Esos radicales se fueron por encima de las respuestas políticas que parecían posibles frente a los conflictos de su tiempo y su circunstancia, y las propuestas que hicieron también se fueron por encima de la reproducción esperable de la vida social.
Carlos Manuel de Céspedes forzó la aparición de la guerra como recurso revolucionario, fijó como condición para su cese la independencia y la soberanía completas del país, y abrió paso al abolicionismo revolucionario de la esclavitud como la solución necesaria de la mayor contradicción social de su siglo en Cuba. Echó así las bases políticas de una nación que tenía muy inciertas bases sociales, entre una rica y poderosa clase dominante que no aspiraba a ella y la explotación masiva de la esclavitud, las opresiones brutales y las divisiones de castas en que vivían las mayorías.
José Martí preconizó y desató una política revolucionaria muy superior a la que había conocido el país y la enfrentó sin vacilación a las variantes evolucionistas, que parecían más razonables para Cuba a fines del siglo XIX. Su guerra revolucionaria sería el único vehículo eficaz para eliminar el colonialismo español, pero al mismo tiempo la vía de una educación de masas que formara ciudadanos, capacitados mediante la actuación y unificados ideológicamente, para fundar y desarrollar una república democrática con justicia social, apta para aunar verdaderamente a los elementos tan disímiles del país. Esos cubanos de la república nueva martiana se habrían vuelto capaces también de enfrentar con posibilidades de éxito el expansionismo imperialista de Estados Unidos. La propuesta de Martí revolucionaba tanto a la política como a la reproducción esperable de la vida social, al ponerles como objetivos convertir en realidades lo que no había parecido ni siquiera posible.
Julio Antonio Mella partió de la lucha reformadora estudiantil en la primera república burguesa neocolonial, y comprendió pronto que la revolución socialista sería la condición para obtener la satisfacción de las demandas y las identidades de los grupos sociales. Se hizo entonces comunista, en el marco de la universalización política e ideológica que impulsaba la Internacional fundada en la Rusia Soviética. Pero logró entender que en los países colonizados o neocolonizados el anticapitalismo tendría que ser antimperialista. Y que la práctica revolucionaria comunista estaba obligada a ganarse la conducción en el curso de la revolución, y a ser ante todo cubana. Obró en consecuencia en su corta vida, y se convirtió en el iniciador del socialismo cubano. Es difícil encontrar tanto adelanto respecto a sus condicionamientos, y al mismo tiempo planteos políticos tan atinentes para cambiar mediante la praxis los límites de lo posible.
Antonio Guiteras consiguió echar a andar en Cuba la revolución del siglo XX, de la que Mella había sido el pionero, dentro de la lucha contra la dictadura de Machado y la gran rebelión del pueblo en 1933. Creó organizaciones políticas de lucha armada para tomar el poder e implantar el socialismo mediante la dictadura revolucionaria. Intentó que la educación social y política de masas avanzara a saltos mediante la praxis, impulsando una experiencia a escala nacional de una gestión de gobierno revolucionario antimperialista radical, con muchas medidas de justicia social en beneficio de las mayorías explotadas y oprimidas. Pretendió abrir el espacio y las formas para que se formara una conciencia social socialista de liberación nacional, y no tuvo temor de ejercer poder político para que esa conciencia se volviera realidad. El legado de Guiteras es indispensable para entender cómo fue posible pensar el socialismo cubano en la insurrección y el proceso revolucionario que triunfó en 1959.
Si exceptuamos el caso de Martí, las prácticas revolucionarias fueron lo dominante en la historia de las posiciones y propuestas de los radicales entre 1868 y 1959. Pero en su conjunto, ellos elaboraron un cuerpo de pensamiento que constituye una acumulación cultural de un valor inapreciable, que es necesario que rescatemos y asumamos conscientemente. Una de las características de todo orden posrevolucionario es la de devaluar, pasar al olvido o manipular las experiencias y las ideas radicales, con el fin de borrar su singularidad y su influencia.
El triunfo en 1959 de una guerra revolucionaria que constituyó al mismo tiempo una escuela política radical, dirigida por una organización férreamente unida, decidida y con vocación de poder, y a su cabeza Fidel, el líder político más descollante del siglo XX cubano, le permitió al país escoger la opción máxima posible: hacer una revolución socialista de liberación nacional que transformara a fondo las relaciones sociales y humanas y las instituciones. Pronto la nueva época exigió un formidable aumento de las capacidades intelectuales de la mayoría de las personas, y de la calidad del contenido y el papel del pensamiento social. La praxis era el motor, pero ella debía ser organizada y consciente. El aumento de capacidades y la formación política eran imprescindibles, porque, por primera vez en nuestra historia, los objetivos a alcanzar requerían una rigurosa intencionalidad, una conducción política y social cada vez más compleja, una distribución creciente del poder, un planeamiento eficaz, una crítica radical de la modernidad capitalista y del modelo socialista predominante y, al mismo tiempo, pensar la revolución que se hacía y elaborar intelectualmente las características de la nueva sociedad que se pretendía.
Entonces al joven héroe Ernesto Guevara, uno de los más destacados seguidores de Fidel y totalmente identificado con él en cuanto a las ideas, le tocó desempeñar el papel principal en la producción de un pensamiento social de la Revolución cubana y en las relaciones de este con las ideas socialistas del mundo de su tiempo.
El Che había tenido que aprender en muy poco tiempo cómo era Cuba y cómo participar eficazmente en su proceso revolucionario. A la vez, debió utilizar los instrumentos de pensamiento marxista que ya poseía sin someterse a la doctrina. Esa es una entre tantas lecciones que nos ha dejado. Cuando el periodista uruguayo Carlos María Gutiérrez le preguntó, en febrero de 1958, si él era marxista, el Che le respondió que había tenido que olvidar en la guerra todo lo que había aprendido antes. Ganó esa batalla consigo mismo y de inmediato puso su peso personal en ayudarnos a todos a pelear y ganar una batalla de ideas en el seno del proceso revolucionario, a favor de todas las liberaciones y por la creación de nuevas personas y una sociedad socialista.
Les sugiero que estudien aquella contienda de ideas. El Che que puede conocerse de ese modo es más humano y más grande, y a su escala también lo es la Revolución cubana de los años sesenta, esa maravilla enigmática para las nuevas generaciones que han sido privadas de su conocimiento, como si por un tiempo las cubanas y los cubanos en masa hubieran padecido una sublime locura.
Quiero compartir con ustedes una parte de lo que expresé en febrero, en la presentación de los libros del Che Apuntes críticos a la Economía Política y Retos de la transición socialista en Cuba (1961-1965), en la Feria del Libro.
El Che denuncia de manera categórica la apelación a tomar “como arma para luchar contra el capitalismo, las armas del capitalismo”. Las motivaciones de “la sociedad donde la filosofía es la lucha del hombre contra el hombre, de los grupos contra los grupos y la anarquía de la producción” no podrán ser despertadas y utilizadas eficazmente para servir a una sociedad basada en el poder socialista. Esta exige control riguroso y conciente, “la colaboración entre todos los participantes como miembros de una gran empresa (el conjunto de la economía), en vez de ser lobitos entre sí dentro de la construcción del socialismo”.
Opina que en vez de ir al fondo de los problemas, la práctica y el pensamiento de estos socialistas se dejan llevar a la seguridad aparente de acudir a lo ya probado. Las reformas pueden relucir como “descubrimientos” que remediarían la falta de motivaciones suficientes en los actores económicos y lograrían la subordinación de la producción para el consumo a las demandas de sus consumidores, relacionar la rentabilidad con la venta del producto, etcétera. Esos experimentos y ensayos de política económica son, sin embargo, remedos de lo que el capitalismo hace eficazmente, porque lo universaliza y porque corresponde a las relaciones fundamentales de su sistema. Existe una lógica que caracteriza a cada sociedad: si la olvidamos, pagaremos un precio muy caro.
Por otra parte, Che invita a no olvidar nunca la situación concreta de la cual ha partido Cuba en su transición socialista. No somos ilusos, advierte, estamos tratando de edificar efectivamente el socialismo “saliendo de una etapa semicolonial… de todos los vicios, de todas las taras que nos dejó el capitalismo, con la misma gente, con todos nosotros con mentalidad capitalista, hace unos años pensando siempre cuánto íbamos a ganar”. La debilidad que padece Cuba no debe atribuirse a la utilización de un sistema financiero determinado: “son debilidades de una economía que ha cambiado su composición, su característica”.
El Che insiste, incansable, en desbaratar la imputación que se hace a sus ideas de mantener un desprecio “idealista” por el interés material, un simplismo que busca devaluarlas y rehuir la discusión. Nadie en sus cabales desconoce la fuerza y el arraigo del interés material, instalado a lo largo de la historia de las sociedades de dominación y multiplicado y refuncionalizado por el capitalismo. La elección está entre utilizarlo llana y acríticamente –aunque se lamente que sea nocivo–, o utilizarlo como un mal necesario, sin depender de él. Ser creativo desde la situación concreta e inevitable, y organizar un proceso de erradicación paulatina de los comportamientos económicos egoístas e individualistas. Ir forjando otro mundo de actuaciones y valores, que pueda reunir diferentes estímulos, implantar la norma que en nombre del deber social reconoce o reprocha, al mismo tiempo que retribuye o no a partir del grado de cumplimiento, o el estímulo a la capacitación dado por su conversión en requisito para pasar a un nivel superior. Instrumentos como los citados, dice el Che, persiguen la toma de conciencia de tipo mecánico en el individuo; hay que perseguir, a la vez, la toma de conciencia de tipo dinámico, una de cuyas formas fundamentales es el trabajo voluntario.
La creación de otra realidad desde la existente, sin lo cual no hay revolución socialista, tiene que incluir el espíritu crítico, fomentar la independencia de los criterios y la capacidad de pensar y valorar con cabeza propia, y aprender a distinguir los caminos, sus implicaciones y sus resultados. Es impresionante la vitalidad y la hondura alcanzados por aquel análisis teórico que permitía, en medio de la tormenta de la Revolución, señalar los graves peligros de copiar mecánicamente y no ver las deficiencias del socialismo existente, y salirle al paso a la resignación a lo que existe, la rutina y el seguidismo. El Che aprendió –al mismo tiempo– a reflexionar sobre la circunstancia en curso, la actuación inmediata, los métodos y los fines mediatos, y a teorizar acerca de los asuntos fundamentales.
Al salir del Congo y verse obligado a esperar, Che se entrega a una tarea que constituye el inicio de una nueva fase de su obra. Siente la necesidad de llegar a conclusiones sobre el socialismo realmente existente, asunto crucial para todos en el mundo, y también de ofrecer una alternativa desde las ideas de los revolucionarios marxistas de los países que han sufrido o sufren el colonialismo y el neocolonialismo, que ahora quieren pelear por la liberación total de las naciones y de las personas, y por el avance de la revolución mundial. “Es un grito dado desde el subdesarrollo”, escribe en “La necesidad de este libro”, breve introducción a los Apuntes que contiene planteamientos trascendentales. Se refiere en ella a la obra monumental que dio origen al marxismo, las nuevas situaciones de la época imperialista, los aportes extraordinarios de Lenin y la detención ulterior del desarrollo de la teoría marxista. Enseguida expone las razones por las cuales hace la crítica de la Economía Política:
Creemos importante la tarea porque la investigación marxista en el campo de la economía está marchando por peligrosos derroteros. Al dogmatismo intransigente de la época de Stalin ha sucedido un pragmatismo inconsistente. Y, lo que es trágico, esto no se refiere sólo a un campo determinado de la ciencia; sucede en todos los aspectos de la vida de los pueblos socialistas, creando perturbaciones ya enormemente dañinas, pero cuyos resultados finales son incalculables (…) Nuestra tesis es que los cambios producidos a raíz de la NEP han calado tan hondo en la vida de la URSS que han marcado con su signo toda esta etapa. Y sus resultados son desalentadores: la superestructura capitalista fue influenciando cada vez en forma más marcada las relaciones de producción, y los conflictos provocados por la hibridación que significó la NEP se están resolviendo hoy a favor de la superestructura. Se está regresando al capitalismo.
Che espera serenamente el repudio a su posición y la acusación de anticomunismo y oportunismo, el rechazo de los que se sentirán heridos en su cariño y su lealtad, y también el sobresalto sincero de otros “ante este cúmulo de razones nuevas y diferentes”. Pero confía en que muchos podrán sentirse atraídos por este “intento de retomar la buena senda”. A ellos se dirige el libro, “y también a la multitud de estudiantes cubanos que tienen que pasar por el doloroso proceso de aprender ‘verdades eternas’ en las publicaciones que vienen, sobre todo, de la URSS, y observar como nuestra actitud y los repetidos planteamientos de nuestros dirigentes se dan de patadas con lo que leen en los textos.”
Un largo camino había recorrido Ernesto Guevara en una década. La revolución había sido su maestra. En la guerra y desde el poder revolucionario se desarrolló su estatura como combatiente, dirigente y pensador, y ahora él –como reclamara Lenin sesenta años antes– debía, en justo pago, enseñarle algo a la revolución. Y lo logró. La aventura socialista de un pequeño país aislado producía un pensamiento capaz de continuar el trabajo excepcional mediante el cual Carlos Marx había encontrado ideas capaces de subvertir el control de las ideas de la sociedad por la clase dominante.
Hasta aquí el fragmento de febrero, largo pero, según me parece, procedente. Para terminar en la cuerda de la pregunta implícita en el título del tema que nos convoca, ofrezco una síntesis de lo que estimo que puede darnos hoy el Che:
- un referente ético y político socialista sin igual, fortalecido por su consecuencia y su ejemplo imperecederos, y por su caída heroica;
- confianza en lo que sí es posible hacer y lograr para volverse superior a las circunstancias;
- un extraordinario instrumento teórico –conceptos, ideas, hipótesis, principios– y el método dialéctico marxista, que el Che ejerció sobre las realidades, los conflictos y los proyectos de Cuba y de América Latina y el llamado Tercer Mundo;
- una crítica marxista de las sociedades y las teorías del capitalismo y el socialismo;
- un cuerpo de pensamiento idóneo para realizar los análisis concretos que tanto necesitamos;
- una de las líneas principales con que contamos para el trabajo urgente de formación política, ideológica y cultural.

[*] Intervención en el espacio Dialogar, dialogar, de la Asociación Hermanos Saíz, en el Pabellón Cuba, el 23 de octubre de 2013.
(Tomado del blog Dialogar, dialogar)

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El Movimiento de Solidaridad con Cuba pidió fortalecer la unidad entre Argentina y Cuba y contribuir a formar la Patria grande de América latina, la libertad de Los cinco y estar alerta al rebrote del neoliberalismo en la región.

Se desarrolló en Rosario el XIII Encuentro Nacional de Solidaridad con Cuba

Bajo los ejes de la solidaridad con Cuba, la unidad antiimperialista de América latina, el Caribe y la paz mundial, se está desarrollando el XIII Encuentro de Solidaridad con Cuba impulsado por el Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba (MasCuba) y organizado por la Multisectorial de Rosario. El evento realizado el 23 y 24 de noviembre finalizó el domingo con un recital de rock.
El XIII Encuentro de solidaridad con Cuba tuvo como escenario este año a la ciudad que vio nacer al Che Guevara, Rosario. Entre sus principales declaraciones, los participantes llamaron a fortalecer a la “Argentina, a Cuba y a la Patria grande latinoamericana”, planteando un “apoyo argentino para terminar con el bloqueo norteamericano a la isla, la liberación de Los cinco cubanos detenidos en Estados Unidos, ampliar las labores gremiales, sociales y culturales entre ambos países”, según sostiene el documento leído al cierre de las jornadas.
La “alerta sobre los peligros de la restauración del neoliberalismo en América latina, en particular la agrupación Alianza del Pacífico comandada desde Washington” fue otra preocupación de los militantes políticos y sociales reunidos en Rosario que también pidieron convocar a “defender los procesos que se vienen gestando para desarrollar una alternativa para los pueblos latinoamericanos”, porque según ellos, “Argentina tampoco es ajena a la movida continental, la campaña de la derecha reaccionaria quiere recuperar el gobierno para arrasar con las conquistas sociales, en el terreno de los derechos humanos y amistad con naciones latinoamericanas conseguidas en esta última década”, es por esto que su llamamiento apunta a “defender la paz” en el mundo.
Además, “la declaración pidió a los gobiernos nacionales y provinciales que apoyen con recursos económicos al programa Operación milagro que ya le devolvió la vista a más de 34 mil argentinos”, subrayando a ésta como otra forma de relación entre los pueblos.
Además de los delegados y militantes de la solidaridad con Cuba de todo el país, participaron del evento dirigentes sociales y políticos, tanto del gobierno municipal, como del provincial y del nacional. Entre ellos estuvieron presentes el senador del Frente Amplio Progresista, Rubén Giustiniani, el secretario Adjunto del PCA, Víctor kot; Juan Carlos Sorbellini, secretario del PC santafesino; el diputado electo del Frente Para la Victoria, Jorge Obeid; el diputado electo del FPV de San Luis, Juan Larrea; el vice decano de la Universidad Nacional de Rosario, Eduardo Seminara. Desde la ciudad de Rosario participaron los concejales Norma López (Frente Para la Victoria), Eduardo Colono (Partido Socialista) y Alberto Cortés (Partido Socialista Auténtico). Estos ediles reconocieron a Kenia Serrano Puig, la titular del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos como visitante ilustre de Rosario, la urbe que vio nacer a Ernesto Che Guevara. Además estuvieron presentes el Embajador de Cuba, Jorge Mascaró Lamadrid y la Embajadora de Nicaragua, Norma Moreno Silva.
Tras la presentación del encuentro que se realizó el día sábado 23 en el Espacio Cultural Universitario, se realizaron mesas de debate en la Facultad de Humanidades y Artes. Durante la jornada de ayer domingo, en el cierre se debatieron los informes de las relatorías de las  comisiones, emitiéndose luego una declaración final donde se delinean los objetivos futuros de la Solidaridad con Cuba y en la cual se convoca al III Encuentro Internacional de solidaridad con Cuba a realizarse en octubre del 2014 en La Habana. Por la tarde, se realizó un concierto de rock y música popular en la plaza del Che. Tras las palabras del compañero dirigente teléfonico Alfredo Di Pato, actúo el conjunto La Cigarra (una mixtura de chicos argentinos y cubanos), y se culminó la jornada con un multitudinario festival de rock.
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Entre los discursos más relevantes que dejó el encuentro, el senador Giustiniani expresó: “Yo quiero dejar un testimonio que es el trabajo que venimos realizando desde la Comisión de Amistad con Cuba desde el Senado de la Nación. Año por año sacamos resoluciones de repudio a este bloqueo anacrónico, injusto, absurdo de los Estados Unidos. Este orden mundial sólo propone guerras e injusticias”, destacó el legislador por la provincia de Santa Fe quien agregó: “Por eso, vivimos este nuevo tiempo de integración latinoamericana y caribeña”.
Por su parte el electo diputado Jorge Obeid resaltó la acertada política del gobierno peronista de 1973 y del actual, por acercarse a Cuba y señaló “Gracias a Dios existe Cuba y la Revolución cubana porque a más de 50 años de su triunfo siguen siendo un ejemplo. Ese país logró avances cuando tenía un fuerte apoyo de la Unión Soviética pero después, cuando cayó el Muro de Berlín y el bloque socialista, cuando todos los criticólogos anunciaban que se caía Cuba, ese pueblo demostró que podía seguir adelante. Ni hablar de los feroces huracanes que resiste la isla, que les destruye gran parte de su infraestructura y que, sin embargo, se vuelven a reconstruir”, agregó el electo legislador del FPV.
Por último, Kenia Serrano Puig, la titular del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) agradeció a la Argentina el apoyo solidario y reclamó por la libertad de Los cinco cubanos prisioneros en Estados Unidos.
“El movimiento internacional de solidaridad con Los cinco estamos pidiendo que ese gobierno se pronuncie, y en particular acerca de una pregunta que se hizo y que no respondió nada. La pregunta es si el gobierno de Estados Unidos pagó o no a periodistas para que mintieran en el caso de nuestros compañeros”, sostuvo Serrano Puig.
“El hecho de que el pueblo argentino tenga símbolos tan importantes por la lucha por los derechos humanos, eso para nosotros fue también una bandera. Sumado a todo esto, Argentina ha votado y lo sigue haciendo, contra el bloqueo de Estados Unidos a Cuba. Y votar contra el bloqueo a cuarenta años del restablecimiento de relaciones diplomáticas, porque hay que recordar lo que pasó en el año 1973 cuando el presidente Perón decidió restablecer relaciones con Cuba fue realmente un acto valiente porque en ese entonces estábamos realmente aislados. Por suerte ahora ya mantenemos relaciones diplomáticas con varios países. Hace 40 años, Cuba estaba francamente aislada por una orden de Washington de perseguir a cualquier persona que en su pasaporte tuviera una estampa de haber pasado por Cuba. Con estas condiciones, Argentina fue capaz de restablecer relaciones con Cuba y eso queda en la memoria y en los tiempos de hoy, cada uno desde sus propias perspectivas avancemos juntos”, afirmó la representante cubana.
Sumado a todo, el embajador cubano Jorge Mascaró Lamadrid agradeció la muestra de solidaridad de los argentinos con su pueblo.