miércoles, 16 de julio de 2014

Preguntas incómodas para estas horas que siguen lloviendo bombas sobre Gaza por Carlos Aznárez

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Preguntas incómodas para estas horas que siguen lloviendo bombas sobre Gaza

por Carlos Aznárez

 

 



¿Por qué el Papa Francisco no se decide viajar a Gaza y se ofrece como escudo protector de esa población mártir, a fin de intentar detener la mano del monstruo sionista?  Digo, es un decir, porque supongo que Su Santidad no tendrá dudas que allí están asesinando a lo más sagrado de esta humanidad que son los niños y niñas inocentes, esas palomas blancas muy parecidas a la imagen de los ángeles que la Iglesia Católica Apostólica y Romana tanto idolatra. Como diría el trovador venezolano Alí Primera, hay momentos en que “no basta rezar”. Y esta es una de esas ocasiones.

¿Por qué Vladimir Putin y Xi Jinping, los hombres fuertes de Rusia y de China, tan preocupados en los negocios del BRICS, no se deciden a  jugar con todo en el tablero internacional y apuestan a detener los bombardeos del Estado Terrorista de Israel? Todos y todas sabemos que ELLOS sí pueden hacerlo, y que el mundo que quiere la paz en serio, se los agradecería. Digo, es un decir, ya que tienen el poderío suficiente como para señalarle con firmeza a Mister Obama (padre político y militar de Israel) que es necesario detener el genocidio del pueblo palestino.

¿Por qué algunas Cancillerías, entre ellas la de Argentina, siguen en silencio frente al horror provocado por Israel contra Palestina? ¿Qué intereses se mueven para que no se puedan condenar estos hechos criminales, como ya lo han hecho con gran valentía y ética, presidentes como Evo Morales, Raúl Castro, Nicolás Maduro, Rafael Correa, Daniel Ortega, y otros de los países adscriptos al ALBA. O sin ir muy lejos: ¿Por qué los parlamentos que no lo han hecho, imitan al Senado chileno que por unanimidad le pidió a Michelle Bachelet que expulse al embajador israelí?. Repregunto: ¿Por qué de una buena vez no rompemos relaciones a nivel latinoamericano con un gobierno que avala legalmente la tortura y cuyos dirigentes más encumbrados señalan que van a seguir su campaña militar asesina ("hasta que no quede un árabe vivo", les falta decir, aunque lo piensan)

¿Por qué se sigue sosteniendo un organismo tan desprestigiado como  las Naciones Unidas, cuando es archisabido que tanto Estados Unidos como Israel actúan en ese ámbito con total impunidad, no cumplen ninguna de sus recomendaciones y se burlan de sus dictámenes? De esta manera, las mal llamadas Naciones “Unidas" se han convertido en el brazo multinacional de  mayor complicidad, por acción u omisión, con el Holocausto palestino.

¿Por qué cada uno de los jerarcas, reyezuelos, mandamases y demás especies de burócratas y millonarios árabes que componen la Liga del mismo nombre, no se dejan de “dar recomendaciones”, "firmar manifiestos" y organizar reuniones VIPS, y donan un mísero 10 por ciento de sus fortunas para comprar y enviar medicamentos, vendas, suero, quirófanos, para que los heroicos médicos de Gaza puedan seguir luchando -mejor equipados- contra la muerte sionista que viene del cielo?  ¿O por qué, sin ir más lejos, no respaldan militarmente al pueblo palestino que enfrenta desarmado a un gigante bélico? Digo, es un decir, porque por lo demás, todos estos capitostes de la Liga ofenden a la racionalidad y el sentido común, con tanta cháchara sin sentido.

¿Por qué cada uno de estos mismos gobernantes árabes no cumple a rajatabla el boicot político, económico y académicos que se decidiera en anteriores oportunidades contra Israel, de la misma manera que en su momento se realizara -por parte de algunos países del mundo- contra el gobierno racista de Sudáfrica? Es bien sabido que el sionismo ya ha superado con creces las “hazañas”  etnocidas del nazismo y el apartheid de los bóers sudafricanos.

¿Por qué el “Presidente” de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, si realmente siente lo que le está ocurriendo a su pueblo, no se desprende por una vez sus elegantes trajes y corbatas, se deja de coquetear con los poderosos o de congeniar -como lo ha hecho repetidamente- en tiempo de “paz” con los asesinos sionistas, y se suma, humildemente, en Gaza, allí donde las bombas de Netanyahu caen cada 4 minutos, a las brigadas de rescate de los centenares de muertos y heridos? Seguramente, de esa manera, ganaría en coherencia y en prestigio el cargo “vitalicio" que ostenta.

¿Por qué la gran mayoría de las colectividades judías de cada uno de nuestros países apoyan descaradamente el proceder terrorista del Estado sionista y no se animan a cuestionar métodos y acciones que son idénticas a las aplicadas por quienes enviaron a sus padres y abuelos a los campos de exterminio? ¿Cómo es posible, que salvo honrosas excepciones individuales, esos organismos comunitarios incentiven con total impunidad el adoctrinamiento de sus jóvenes en el odio contra el pueblo palestino, de la misma manera que lo hacen sus similares en Israel? ¿Qué diferencia hay entre estos procederes locales y el de aquellos israelíes que todas las noches festejan la caída de las bombas mortíferas en Gaza, desde la colina de Sderot, o el de esas maestras sionistas que llevan a sus alumnos a los cuarteles del ejército para que les entreguen regalos a los pilotos que arrojarán bombas de fósforo a otros niños como ellos? 

¿Por qué los ciudadanos de cada uno de nuestros países no nos movilizamos por cientos de miles para frenar esta tragedia continua provocada por Israel? ¿Cómo podemos permanecer impávidos ante las imágenes de niños y niñas calcinadas por las bombas arrojadas por los aviones israelíes, o las de familias enteras arrasadas por la muerte, o de viviendas una y diez veces destrozadas, de hospitales desbordados y médicos exhaustos e impotentes ante tanto dolor? Es cierto que la parte más consciente de la población no se sumerge en la quietud y se manifiesta contra la criminalidad sionista, pero qué pasa con el resto, esos millones de personas que parecen anestesiadas por el consumismo y la banalidad y no alcanzan a darse cuenta que de esta misma manera empezó el nazismo. Si dejamos que el martirio de Gaza continúe, “porque eso no va conmigo” o “porque Palestina me queda lejos”, estamos abonando en cada uno de los rincones del planeta las bases de sociedades insensibles y despojadas de todo humanismo. ¿Queremos eso para nuestros hijos y nietos? Si no es así, asumamos un compromiso real con la paz y gritemos bien fuerte: ahora más que nunca “todos somos palestinos y palestinas”.




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  MEDIO ORIENTE

JUEVES 10 DE JULIO DE 2014 17:18

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El ex jefe de la fuerza de inteligencia interna y un reconocido escritor e intelectual hicieron oír su voz frente a una sociedad que ha construido un muro de silencio acerca del histórico conflicto con Palestina.

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Por Ezequiel Kopel

Los dos son judíos; el primero pasó casi cuarenta años en las fuerzas de seguridad israelíes, el segundo es hijo de un prestigioso político que  pertenece al laborismo, el mismo partido que creó los asentamientos israelíes en Cisjordania, el Sinaí y Gaza. Uno, fue reclutado desde 1978 por el servicio secreto del Estado de Israel para estudiar y combatir a las organizaciones palestinas. El otro, inició una fructífera carrera en el mundo de las letras y en 2010 recibió, de manos del primer Ministro, el Premio Nacional a la Literatura Hebrea. Uno fue nombrado jefe del Shin Bet en 2005, una suerte de Mossad "interno" para actuar dentro del Estado israelí y los territorios ocupados; el otro fue líder de un grupo de poetas y escritores que le exigió a su país un cese al fuego en la guerra del Líbano de 2006.  Uno decidió quién vivía y moría en los territorios palestinos, quién era detenido y liberado; el otro provocó que el Festival Internacional de Literatura en Jerusalén introdujera un nuevo requisito a todos sus oradores: una copia escrita de sus palabras para someter a revisión, luego de que en 2010 pronunciara un histórico discurso donde sentenció que "bajo el amparo de colocarnos como las mayores víctimas de la historia, justificamos la violación sistemática de los derechos de los no-judíos en el Estado de Israel y los territorios ocupados".

Las siguientes no son las palabras de dos militantes palestinos ni de dos ciudadanos árabes, mucho menos de dos extremistas judíos; éstas son las voces de dos  ciudadanos israelíes: uno que ha dedicado su vida entera a cuidar la seguridad del Estado de Israel y el otro ha puesto su inteligencia al servicio del enriquecimiento de las letras y la cultura hebreas. Son dos personas a las que a muchos propagandistas sin información les gustaría catalogar como anti-israelíes; son dos voces -muy potentes por la estatura política, social e intelectual de sus figuras- de las muchas más que vendrán a romper el muro de negación y silencio que recubre a la sociedad israelí y a las comunidades judías de todo el mundo, en donde, para no convertirse en un traidor a Israel, se debe aplaudir y aceptar las matanzas, las detenciones ilegales, la superioridad moral y la mentira. Un muro de silencio que sólo se abre para afirmar que los israelíes son las únicas e incriticables víctimas; que cataloga el odio de  los palestinos como irracional y se los acusa de ser "nacidos  para matar"; que sostiene que "los palestinos no son seres humanos como nosotros". Un muro de silencio creado por un sociedad sin ningún tipo de dudas morales, sin ningún tipo de signos de interrogación, con apenas un mínimo debate público y que le permite hablar de "alcanzar la paz" mientras mantiene una dictadura militar de mas de cuarenta años en Cisjordania.

Quién quiera oír que oiga.

Esto dijo días atrás Yuval Diskin, jefe del Shin bet entre 2005 y 2011 y uno de los responsables máximos de terminar con la segunda Intifada palestina:

"Queridos amigos: Tómense unos minutos para leer estas palabras y compartirlas con otros. Veo el deterioro grave y rápido de la situación de seguridad en los territorios ocupados, Jerusalén y las ciudades árabes,  y no me sorprende. No se dejen confundir por un momento. Este es el resultado de la política llevada a cabo por el actual Gobierno Israelí cuya esencia es ´Vamos a asustar al pueblo sobre todo lo que está sucediendo a nuestro alrededor en el Medio Oriente, vamos a demostrar que no hay interlocutor palestino, vamos a construir más y más asentamientos y crear una realidad que no se puede cambiar, vamos a continuar no tratando con los graves problemas del sector árabe en Israel, vamos a continuar sin resolver las carencias sociales graves en la sociedad israelí.´ Esta ilusión funcionó de maravilla, siempre y cuando el sistema de seguridad fuera capaz de proporcionar una impresionante calma en los últimos años como resultado de la alta calidad y la dedicación de la gente del Shin Bet, el ejército israelí y la Policía de Israel, así como de los palestinos, cuya significativa contribución a la relativa tranquilidad en Cisjordania no se debe tomar a la ligera.

Sin embargo, el rápido deterioro que estamos experimentando en la situación de seguridad no vino por el asesinato vil de Naftalí, Eyal y Gil-Ad (los tres jóvenes israelíes secuestrados) cuyas memoria sean bendecidas. El deterioro es, ante todo, el resultado de la ilusión de que la inacción del gobierno en todos los frentes puede congelar la situación con los palestinos, la ilusión de que las "etiqueta de precio"(ataques racistas israelíes) no son más que un par de consignas en la pared y no racismo puro. LA ILUSIÓN DE QUE TODO SE PUEDE RESOLVER CON UN POCO MAS DE FUERZA. LA ILUSIÓN DE QUE LOS PALESTINOS VAN A ACEPTAR TODO LO QUE SE HACE EN CISJORDANIA Y QUE NO RESPONDERÁN A PESAR DE LA RABIA, DE LA FRUSTRACIÓN Y DEL DETERIORO DE LA SITUACIÓN ECONÓMICA; la ilusión de que la comunidad internacional no va a imponer sanciones contra nosotros, que los ciudadanos árabes de Israel no saldrán a las calles al final del día debido a la falta de atención a sus problemas, y que el pueblo israelí continuará, sumiso, aceptando la impotencia de su gobierno para hacer frente las brechas sociales que sus políticas han creado y continúan empeorando la situación mientras que la corrupción continúa envenenando todo lo bueno. Y así sucesivamente."

Esto escribió ayer el escritor Nir Baram luego de contemplar la ofensiva israelí en Gaza:

"Mientras hacemos el duelo por el horrible asesinato de los tres niños israelíes en manos de asesinos despreciables, una vez más se escuchan las pronunciaciones en Israel de que´en momentos así no hay izquierda y derecha. Estamos todos juntos´. Si bien no hay 'izquierda y derecha', el parlamentario Yariv Levin llama a hacer frente a los musulmanes israelíes y hacerles entender que ´lo que fue ya no volvera a ser´, el ministro Ysrael Katz llama a hacer temblar las casas en Gaza; el también ministro Naftalí Bennett, como siempre, quiere sangre mientras turbas inflamadas están persiguiendo y golpeando a árabes (algo que siempre sucede en circunstancias similares, incluso en la década de 1980 en Jerusalén); un niño palestino es brutalmente asesinado y su primo es duramente golpeado por la policía israelí; el canciller Liberman sostiene que el castigo de la diputada árabe Haneen Zoabi debe ser el mismo que el de los secuestradores palestinos, y en los asentamientos israelíes están convocando a más construcción como una reacción a los asesinatos cuando en realidad siguen construyendo, como si nada, todos los días.

Y esto es sólo el comienzo. Siempre hay derecha e izquierda. ESTÁN LOS QUE GRITAN Y LOS QUE SE QUEDAN EN SILENCIO. La mayoría de la opinión pública israelí esta convencida de que siempre es la víctima y ha creado un MECANISMO DE NEGACIÓN QUE SE INTERPONE ENTRE ELLOS Y LA REALIDAD:´nuestros hijos son asesinados brutalmente y cada niño palestino que muere viene con una automática justificación´, recitada como una repetición robótica de las noticias de la televisión israelí. Sin embargo, niños que no han hecho nada están siendo asesinados por el fuego directo de soldados isralíes, como en Beitunia (ciudad palestina de Cisjordania), como el bombardeo de una casa de familia en Gaza (borrada por entero), como otros incontables casos de disparos contra niños inocentes. A los ojos de los palestinos, y con toda razón, son todos niños masacrados. Más de 1.300 niños palestinos fueron asesinados en los últimos 14 años. Pero el mantra perezoso continúa: el ejército israelí no mata en vano, nosotros no matamos niños a propósito, nosotros hacemos las cosas bien. SOMOS MORALMENTE SUPERIORES. La recitación robótica y moral de superioridad oculta la realidad y crea un sentimiento falso y peligroso de ser las eternas víctimas del pasado y del presente. UNA SOCIEDAD VIOLENTA Y OCUPADORA SE HA FORMADO EN ISRAEL, UNA SOCIEDAD VIOLENTA QUE ESTÁ EN UNA CONSTANTE POSICIÓN DE VICTIMIZACIÓN: VEMOS LOS RESULTADOS AHORA Y LOS VEREMOS EN LOS TIEMPOS POR VENIR".




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Che Guevara enfermero de YPF a bordo del buque "Presidente Perón"

Los caminos del Che son insondables. 

 

Escrito por Pablo Adrian Vazquez

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Ernesto realizó una apendicetomía con un cuchillo de cocina, porque el único bisturí de abordo había sido utilizado en una pelea a cuchillo quedando como prueba judicial

EL CHE GUEVARA ENFERMERO DE YPF EN EL BUQUE “PRESIDENTE PERÓN”

Por Pablo Vázquez *

 NAC&POP

15/07/2014

Los caminos del Che son insondables.

Cada anécdota muestra facetas desconocidas y actitudes que nos acercan más al hombre sobre el mito.

Corría el año 1950, nos cuenta Pacho O’ Donnell, y el joven Ernesto Guevara de la Serna se enamora de la cordobesa María del Carmen Ferreyra, alias “Chichina”.

Relación a la lejanía que se mantuvo epistolarmente al tiempo que el insiste con su sueño de recorrer nuestro continente. Gracias al padre que mueve algunas influencias consigue un certificado de enfermero.

La matricula profesional, fechada el 22 de diciembre de 1950, le permitió conseguir trabajo en la Flota Argentina de Navegación de Ultramar (FANU), antecedente de la ELMA.

 

Al tiempo tuvo su primera suplencia en el buque carguero Anna G. embarcándose el 9 de febrero de 1951.

En dicho viaje conocerá las costas de Comodoro Rivadavia y puertos del Brasil, como Curacao, Guyana Británica (como se nominaba en aquellos años), Venezuela y Trinidad Tobago.

Según Lois Pérez Leira: “Ernesto se aburría esperando atender a algún tripulante que podía padecer algún trastorno leve.

En la mayoría de los casos se acercaban a la enfermería para solicitar algún analgésico para los dolores de cabeza, también eran comunes alguna que otra descomposturas o mareos sin mayor trascendencia.

Aunque según se cuenta en alta mar realizó una  apendicetomía con un cuchillo de cocina, porque el único bisturí de abordo había sido utilizado en una pelea a cuchillo y embargado luego como prueba judicial”.

De vuelta en Buenos Aires tuvo una nueva suplencia en el buque tanque General San Martín, embarcándose el 9 de mayo de 1951, bajo las órdenes de Yacimiento Petrolíferos Fiscales (YPF).

Viajó entre Buenos Aires, San Lorenzo (Santa Fe), Trinidad y Venezuela (Puerto de Caripito).

El 13 de junio a las 13,25hs, citando nuevamente a Pérez Leira, “vuelve a entrar en Buenos Aires procedente de Trinidad y con carga completa.

El buque, realizaba un “Triángulo” entre Buenos Aires, San Lorenzo (Santa Fé) y el puerto petrolero de Point-a-Pierre, en la Isla de Trinidad.”

Al tiempo se embarcó en otros buques tanques, primero en el San José,  construido para el armador griego Aristóteles Onassis,  y en el Presidente Perón, luego renombrado por la Fusiladora como General Las Heras.

Su incursión como empleado de la marina mercante argentina y de YPF terminó cuando emprendió a fines de 1951, con su amigo Alberto Granados, su legendario viaje en motocicleta por la “Mayúscula América”.

 PV/

N&P: El Correo-e del autor es Pablo Vázquez pabloadrianvazquez@hotmail..com

* Politólogo; Docente de la UCES; Miembro de Número de Los Institutos Nacionales Eva Perón, Rosas y Manuel Dorrego




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