martes, 25 de febrero de 2020

Picheto y Hillary Clinton llaman a Trump " peligro para el futuro de EEUU" Nelson Bullrich y Pato Castro devuelvan Guantanamo a Cuba museo Che guevara de CAballito

Hillary Clinton llama a Trump "un peligro para el futuro de EEUU"


La política demócrata estadounidense Hillary Clinton, al margen del Festival Internacional de Cine de Berlín, Alemania, 24 de febrero de 2020. (Foto: AFP)
La demócrata Hillary Clinton arremete contra las políticas del presidente republicano Donald Trump y lo considera "un peligro para la democracia".
Clinton matizó que apoyará definitivamente al electo candidato demócrata para la Presidencia, prevista para noviembre, sea quien sea, pues Trump es "un peligro para la democracia" estadounidense.
"Apoyaré el candidato de nuestro partido porque pienso que nuestro actual presidente es un peligro claro y presente para la democracia y para nuestro futuro", indicó el lunes la política norteamericana a los periodistas en el Festival Internacional de Cine de Berlín, conocido popularmente como Berlinale, que se celebra en la capital alemana.
La ex primera dama de Estados Unidos entre 1993 y 2001, no obstante, se negó a especificar a qué precandidato o precandidata apoyaría. Dijo que prefería dejar esta elección a los votantes.
Además, "nadie", de acuerdo con Clinton, le quiere a Trump, "nadie" desea trabajar con él, además es "un político de carrera", resaltó.
Clinton justificó este comentario la misma jornada del lunes, diciendo que "la política es un deporte de combate, se dicen muchas cosas. Desde luego, se han dicho muchas cosas sobre mí".
Semejante postura sobre Trump la tiene también la líder de los demócratas y presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, quien aseguró el 5 de febrero que Trump sigue siendo "una constante amenaza a la democracia" estadounidense.
Los diputados y senadores demócratas se oponen a las políticas del presidente republicano a nivel nacional e internacional. Las críticas aumentan aún más mientras se acercan las elecciones, en que los demócratas buscan entrar nuevamente en la Casa Blanca, pues, los intentos de los demócratas para abrir un juicio político (impeachment) contra el presidente no han resultado fructíferos.
ask/rha/fmk/mkh


90 por ciento de los gobiernos del mundo, HAN SIDO por 55 años y SON cómplices
del holocausto espiritual que ha sufrido el pueblo cubano.  Estados Unidos decidió en 1961
aislar a todos los habitantes de la isla.  Con su pecaminosa, inhumana y genocida actitud
separó a once millones de seres humanos del resto de la humanidad.   Repitió multiplicado trescientas veces al ghetto de Varsovia hitleriano, desgajando de la PATRIA HUMANIDAD a esta pequeña hija que es Cuba.    Pequeña pero no por ello menos necesaria, para el saludable equilibrio de la raza humana. Anualmente estos gobiernos cómplices emiten en la ONU un hipócrita voto contra el bloqueo "lavándose como Poncio Pilatos las manos" para luego hacer el juego que dicta el despótico pero "democrático" dueño del mundo.  La UNIÓN EUROPEA obedece la voz del amo también y bloquea a los  hermosos  locos  que  ostentan  la  MENOR
MORTALIDAD INFANTIL  de toda América  (del Norte,  del Centro  y  del Sur).   El gobierno de Israel  no  tolera  que los revolucionarios cubanos tengan  CERO  en Desnutrición Infantil y a pesar de que millones de judíos murieron en el Holocausto ( ¿cómplicidad mundial por no intervenir? ) los israelitas son hoy quienes votan año tras año para que se perpetúe el BLOQUEO – GHETTO a la patria de José Martí.  Y la humanidad se pierde la hermosa y fructífera experiencia de interactuar con el criterio amoroso, la ciencia, la cultura, el arte y la experiencia de vida cubanas.  En Argentina mi patria de cada mil niñitos nacidos vivos  mueren doce antes del año de vida.  La prohibición de vincularnos a ellos y a su experiencia médica hace que no podamos aprender como es que de mil cubanitos nacidos mueran solo CUATRO en el primer año de vida.   Ellos "ahorran" ocho niños, nosotros  vemos morir a nuestros ocho finaditos ("Ay, ay, ayaya, yita pobre, pobre mi guagüita".  Al rincón más apartado del planeta que haya sido tocado por la tragedia llega primero y donado el plasma cubano. No tienen dinero, no tienen transportes ultrasofisticados pero tienen lo que muchos no tienen…. El PLASMA.   Que no es un modelo de televisor chato, es la concreción de un hecho amoroso que los seres humanos deben practicar… la donación de sangre.  Y en Cuba rebosan los bancos de sangre porque jóvenes y adolescentes acuden dos veces por año voluntariamente a aportar amor o "combustible" para los cuerpos de sus semejantes en el mundo.   En Georgia,  Estados Unidos,  de la Escuela Militar han egresado miles de militares extranjeros convertidos en TORTURADORES deshumanizados (hoy siguen egresando).  En La Habana miles de  jóvenes extranjeros del tercer mundo han egresado tras seis años de estudios gratuitos, prácticas  y el Juramento de Hipócrates como MEDICOS y ejercen el amor con los pacientes pobres de sus pueblos.    Hoy siguen egresando de la  Escuela Latinoamericana  de Medicina de La Habana y de la Primera Escuela de Medicina de Santiago de Cuba, fundada por un petizo pícaro, argentino, cordobés que a instancias de su íntimo amigo Ernesto Che Guevara dejó fama y dinero en Venezuela para compartir su suerte con los pobres de la tierra de la Revolución Cubana y fundó dicha Universidad.  ¡ Honor a Alberto Granado Jiménez el dueño de la moto "Poderosa" y fabricante de médicos para el mundo !.   Cuba cuenta solo en el paupérrimo nordeste brasileño con CINCO MIL médicos solidarios.   Estados Unidos envía marines y soldados a matar a cualquier lugar del mundo. El periodismo argentino al servicio de los medios hegemónicos cumple su triste, traidora y miserable misión.   Ocultaron medio siglo y ocultan hoy estas realidades y acompañan el coro de mentiras que fabrican los gobiernos norteamericanos.   Malhaya triste destino periodistas argentinos, traidores a la patria, anexionistas culturales destructores de la memoria histórica nacional para injertar en alma y cerebro de nuestros niñitos y preadolescentes un cóctel de Harry Potter, He Man, Pokemon y el Hombre Araña.  Reiteraría nuestra poetisa María Elena Walsh su…"Argentina es un país Jardín de Infantes".   Ciudadanos y medios  INTACHABLES:  (no entran en un tacho de basura).  ¿ QUÉ TIENEN EN COMUN ?   Ambito Financiero, Ariel Corbat, el diario Clarín, La Nación, Baby Echecopar,  Chiche Gelblung, Ernestina Herrera De Noble, González Oro, Hadad,  Feinman, Lage, Jorge Lanata, Mariano Grondona, Mario Markic, Mirta Legrand, Nelson Castro, Openheimer, Petinato, Rolando Hanglin, Susana Gimenez, Marcos Aguinis, Gerardo Sofovich y Pepe Eliaschev ya fallecidos pero no me olvido, Julio Bárbaro, Leuco (padre) Chiche Duhalde, Jorge Giacobbe, Felipe Solá,  Beatriz Sarlo, Alejandro Fantino,  Joaquín Morales Solá, Juan Sebrelli,  Salvia, Mauro Viale, Tenenbaun, Majul, Pablo Docimo, Santiago del Moro y algunos otros.   Aunque "siniestro" es sinónimo de izquierda, entre estos comunicadores sociales, medios  y personajes políticos hay muchos de derecha (diestra).  Eso sí, todos coinciden siniestramente en denostar con fruicción a las Revoluciónes cubana, venezolana, boliviana, ecuatoriana y es que son soldados del colonialismo.  Trabajan para que "democráticamente" la administración Macri nos esclavize al máximo. 
"El objetivo primo de la guerra psicológica es crear, en el o los adversarios, un clima mental, una serie de sentimientos que, conduciéndolos por las sucesivas etapas del miedo, del pánico, de la desorientación, del pesimismo, de la tristeza, del desaliento, en fin, los lleve a la derrota." Dr. Ramón Carrillo Ministro de Salud de la Nación 1946-1954 - presidencia Perón.



Guaidó Venezuela y la España vergonzosa donde nacio mi padre soy fundador del primer museo suramericano al Comandante Ernesto Che Guevara

España mira tu Gibraltar, mira tus bases yanquis, mira como amenazas de mil sutiles formas a la Cuba que expoliaste durante centurias.  Me avergüenzas, tu cultura es mía, tus maravillas sociales mías pero tu degradación francofascista NO ES MIA y la repudio.   Dejen de atacar a la Venezuela de Bolivar que los expulso de una buena vez del continente americano.   Basta de amenazar a Cuba que expoliaron durante centurias.  Cristobal Colón y los demás adelantados  GO HOME. 

Juan Guaidó, tras un año como "presidente encargado" de Venezuela

Por: Roberto Montoya

25 febrero 2020

 

Juan Guaidó. Foto: Reuters.

 

La derecha española ha vuelto a la carga esta semana en el Parlamento con el tema más acuciante para toda la sociedad: Venezuela.

Aunque decidieron esta vez no dedicar la sesión de control al tema sí han utilizado el Pleno del Congreso del martes para hacerlo. El PP (con apoyo de Cs y Vox) reclamó la dimisión del ministro José Luis Ábalos y la formación de una comisión de investigación para desentrañar por qué se vio con Delcy Rodríguez durante la escala de su avión en Barajas, donde este advirtió a la vicepresidenta venezolana que no podía entrar ni en territorio español ni de ningún otro país europeo. La moción de la derecha no prosperó.

Hace poco recordábamos en estas mismas páginas que la Resolución del Consejo Europeo que impide a Delcy Rodríguez y a otras 24 personas entrar en la UE establece solo que "los Estados miembros adoptarán las medidas necesarias para impedir que entren en su territorio o transiten por él".

En esa resolución, tantas veces invocada en las últimas semanas por la derecha española, se deja a criterio de esos países las vías a utilizar para cumplir con la misma, y el Consejo no ha pedido al Gobierno español ninguna explicación sobre la corta escala técnica de Delcy Rodríguez en Barajas.

Cayetana Álvarez de Toledo ha llegado a decir que la vicepresidenta venezolana era "una torturadora". ¿Presentará pruebas? ¿Algún organismo de derechos humanos la ha acusado de torturar a alguien? ¿EEUU o algún otro país? No, siquiera los más ultras opositores venezolanos lo han hecho. La portavoz parlamentaria del PP sí.

"El Gobierno de España amparó a una torturadora y despreció a un demócrata (Guaidó), las dos cosas en la misma semana", dijo.

Influidos por la artificial tensión creada y por la agresiva campaña política y mediática, en las redes sociales se ha llegado a decir que "la obligación de Pedro Sánchez era ordenar su detención". Y eso sí hubiera sido ilegal, una grave violación del Derecho Internacional y hubiera creado un conflicto diplomático mayúsculo para España.

¿Presidente encargado o líder de la oposición?

 

Juan Guaidó. Foto: Reuters.

 

En el Pleno de esta semana el PP "exigió" también a Pedro Sánchez que confirme que sigue reconociendo a Juan Guaidó como "presidente encargado" y no solo como "líder de la oposición".

En su interpelación al ministro Ábalos del pasado miércoles 12, Álvarez de Toledo calificó a Guaidó  de "héroe de la democracia", de "legítimo presidente de Venezuela".

Tanto para el PP, como para Ciudadanos y Vox este era un tema vital, un pronunciamiento prioritario en la segunda semana de vida de esta nueva legislatura. Las cosas deben quedar claras. De lo contrario, se demostrará que el Gobierno ultraizquierdista y separatista quiere convertir a la España única e indivisible en un régimen bolivariano.

El 23 de enero Guaidó ha cumplido su primer año ostentando el rimbombante título de "presidente encargado". ¿Encargado de qué, si es Nicolás Maduro el que sigue en el Palacio de Miraflores?

"Encargado de convocar elecciones en 30 días". Ese fue el compromiso que asumió Guaidó el 23 de enero de 2019. En un artículo biográfico de Guaidó que la BBC publicó tres días después de esa tan peculiar autoproclamación (elegido como tal por el estado de Vargas en 2015 por 97.492 votos) en el que decía: "Asumió el pasado 5 de enero como presidente de la Asamblea Nacional casi por accidente, porque le tocaba a su partido, Voluntad Popular, y los principales líderes de su formación andaban con problemas legales".

"Ante Dios todopoderoso, Venezuela, juro asumir formalmente las competencias del Ejecutivo Nacional como presidente encargado de Venezuela para lograr el cese de la usurpación, un gobierno de transición y elecciones libres". Ese fue el compromiso que anunció Guaidó en un acto callejero convocado por la oposición.

Muchos de los asistentes, exaltados por los agresivos mensajes lanzados desde la tribuna, se preguntaban entre sí quién era ese joven orador. Hasta el momento Guaidó era un gran desconocido para la mayoría. De presidente "accidental" de la Asamblea Nacional (AN) pasó a "presidente encargado" en solo 18 días.

Pues sí, de diputado elegido por menos de 100.000 votos a presidente de la AN "casi por accidente" y de ahí a autoproclamarse presidente encargado tan sólo 18 días después. La meteórica ascensión de Guaidó es la que según la derecha española lo convierte en "presidente legítimo de Venezuela".

Pedro Sánchez se equivocó con Guaidó, es verdad. Pero no se equivocó en 2020 al no recibirlo en la Moncloa, sino que se equivocó gravemente en febrero de 2019, como decíamos en aquel momento en Público, al atreverse a darle un ultimátum de ocho días a Maduro para que convocara elecciones. Y se volvió a equivocar cuando al terminar ese plazo sucumbió a las presiones de Washington y a la presión de la derecha española, y reconoció oficialmente al entonces desconocido Guaidó como presidente encargado.

El reconocimiento de España encadenó otros reconocimientos de países de la UE y se sumó a muchos otros (presionados por Trump o por intereses propios en Venezuela en muchos casos) y esto dio alas al "fenómeno Guaidó", convirtiéndolo artificialmente en el nuevo líder de la oposición más beligerante y menos dialogante con el Gobierno de Maduro. Los 30 días que se daba el "presidente encargado" para convocar elecciones están por convertirse en estos días en 365. Y nada.

A pesar de que la administración Trump le ha dado al equipo de Guaidó cientos de millones de dólares, y las llaves y la gestión de CITGO (la filial en EEUU de la petrolera venezolana PDVSA cuyos cuantiosos activos congeló ilegalmente), y que Iván Duque hizo otro tanto con  Monómeros, la filial en Colombia, Guaidó ya no moviliza decenas de miles de personas como antes. Ni logra tampoco mantener mínimamente unida a la oposición.

Maduro ha aprovechado las históricas divisiones de la oposición para apoyar con sus parlamentarios en la Asamblea Nacional (AN) a un sector disidente de la oposición liderado por el diputado Luis Parra. Ese grupo de parlamentarios disidentes se hizo así con el control del legislativo el pasado 5 de enero en una tumultuosa sesión de más que dudosa legalidad. De tan dudosa legalidad como la que horas después celebró Guaidó y sus partidarios arrogándose igualmente ser los legítimos dirigentes de la AN.

Ahora la oposición no solo tiene un "presidente encargado", sino que tiene además sectores internos enfrentados entre sí que controlan sendas Asambleas Nacionales, ninguna de ellas reconocida por ahora por el Tribunal Constitucional.

Un año después de su autoproclamación y gracias a los parabienes de Trump y de muchos otros mandatarios, Guaidó sí se ha convertido en el líder indiscutido del sector mayoritario (y más beligerante) de la oposición.

Mientras los partidos del sector más moderado siguen participando en la Mesa del Diálogo con el Gobierno y negocian cómo llevar a cabo la elección de un nuevo Consejo Nacional Electoral y la fecha para convocar unas nuevas elecciones legislativas con garantías durante 2020, Guaidó ya ha anunciado a su vuelta a Caracas tras su gira internacional que no participará de esa "farsa".

No es la primera vez en estos veinte años de chavismo que la oposición boicotea unas elecciones. A pesar de que Maduro ha pedido a España y otros "países amigos" que participen en este proceso y promete elecciones con observadores internacionales, Guaidó no acepta ninguna negociación con el Gobierno. Pide a EEUU y a la Unión Europa sanciones más duras para asfixiarlo política y económicamente.

Con ese estrangulamiento confía en provocar malestar social y protestas masivas como en el pasado, la fractura de las fuerzas armadas y el desmoronamiento del Gobierno. Ese estrangulamiento, esas sanciones pueden afectar también cada vez más a las numerosas grandes empresas españolas que operan en Venezuela.

Repsol es una de las más importantes, y ya ha sido advertida por EEUU que puede ser objeto de sanciones por invertir y operar en la industria petrolera de Venezuela, tal como acaba de hacer con la petrolera rusa Rosneft.

El pragmático presidente de Repsol, Antonio Brufau, quien paseó con Hugo Chávez por la Gran Vía cuando este visitó Madrid en 2009, dijo el pasado lunes 17 en Barcelona que "Repsol lleva 20 años en Venezuela y espero que cumpla otros 20 años más". Repsol participa en el proyecto Perla, en Carlos IV, en el estado Falcón, uno de los mayores campos de gas offshore de América Latina.

En varios digitales de la oposición venezolana se leen artículos con conclusiones coincidentes: es la segunda y última oportunidad de Guaidó, y no son pocos los que vuelven a pedir la intervención militar de EEUU y de "países amigos" latinoamericanos. Léase, Brasil y Colombia.

Guaidó y los narcoparamilitares de "Los Rastrojos"

Ni bien volver en avión a Caracas (siendo recibido en el aeropuerto por partidarios y medios de comunicación, sin ser detenido, como ya viene siendo habitual) Guaidó emitió por su cuenta de Twitter un video haciendo un nuevo (y ya van muchos) llamamiento a los militares para que se plieguen a su causa, prometiéndoles "respeto y garantías".

Pero los miembros de las fuerzas armadas venezolanas no son los únicos a los que corteja Guaidó para una eventual opción militar. La prensa española, salvo muy pocas excepciones, no se ha hecho eco de las numerosas denuncias y pruebas existentes contra Guaidó y su equipo por su relación con narcoparamilitares colombianos. Más específicamente con "Los Rastrojos", con dos de cuyos dirigentes se fotografió Juan Guaidó un mes después de autoproclamarse presidente.

En las fotos aparece con Albeiro Lobo Quintero, alias Brother (armado en la foto), jefe financiero de la banda, y con John Jairo Durán Conreras, alias El menor, quienes lo habrían ayudado a pasar por una 'trocha' en la frontera venezolana a Colombia para asistir en Cúcuta a la operación de la 'caravana humanitaria' y el concierto opositor que se celebró en esa ciudad.

Guaidó lo niega. "Nos tomamos fotos con muchísima gente", dijo cuando varios meses después las dio a conocer la Fundación Progresar, de la ciudad colombiana de Cúcuta. "No podíamos saber la identidad de esa gente, de cada uno que nos pedía un selfie", se justificó.

"Los Rastrojos" es un grupo de narcoparamilitares escindido hace años de las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia), otrora poderoso grupo paramilitar de ultraderecha que hizo muchos trabajos sucios para el Gobierno de Álvaro Uribe y su ministro de Defensa, Juan Manuel Santos (luego elegido presidente de Colombia), ambos de la misma corriente conservadora que el actual presidente Iván Duque.

Este grupo criminal, conocido por sus decapitaciones y descuartizamientos, ha desplazado sus actividades a la zona fronteriza con Venezuela y en numerosas ocasiones opera en territorio venezolano. El Gobierno de Maduro ha denunciado muchas veces a Colombia de utilizarlos para desestabilizar a Venezuela y expandir el narcotráfico a ese país.

Constantemente en la prensa venezolana se da cuenta de enfrentamientos de los militares venezolanos con grupos de "Los Rastrojos" y varios de sus miembros han sido detenidos en territorio venezolano.

Muchos pusieron en duda de que Guaidó realmente no supiera quiénes eran los dos narcoparamilitares con los que se hizo fotos, máxime cuando poco después de conocerse esas imágenes, el 24 de septiembre de 2019, Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López (desde hace meses refugiado en la embajada española en Caracas) cometió un lapsus durante una rueda de prensa televisada, que confirmaría la relación con paramilitares.

Fue en la Cumbre Concordia, en Nueva York, y ella participaba en nombre de la Fundación Rescate Venezuela:

"En 2014, 2015, 2016, pedíamos comida y medicina a todo el mundo y lo introducíamos en cajas, y los grupos irregulares y paramilitares lo secuestraban, secuestraban a los doctores que recibían las cajas. Hemos dejado todo esto. Ahora en Rescate Venezuela, nuestra fundación, tiene la capacidad de tener manos humanitarias en cada estado de nuestro país y la gente que nos ayudó a hacer esto es gente alrededor del Estado, y los grupos irregulares, paramilitares, también, así que todo el mundo quiere un cambio y todo el mundo quiere ayuda, todos en Venezuela, incluso militares cercanos a Maduro quieren democracia".

Después de que los atónitos medios de comunicación difundieran sus palabras y le pidieran más detalles sobre las mismas, Lilian Tintori se vio obligada a emitir un comunicado en el que sostenía: "En esta ocasión, lamentablemente mi manejo imperfecto del inglés hizo que se malinterpretara lo que quería comunicar".

Y añadía: "Aclaro que nunca hemos trabajado con grupos irregulares o paramilitares, ni lo haremos".

Un año atrás el Gobierno de Pedro Sánchez y muchos otros gobiernos se vieron presionados por Washington y poderosas multinacionales para reconocer a Guaidó, y a pesar de ser tan desconocido personalmente como desconocido era -y es- su proyecto de país, no dudaron en avalarlo. Participaron así, de forma consciente, o de forma irresponsable inconsciente, de una operación injerencista de acoso y derribo al Gobierno de Maduro, con un duro bloqueo económico y político cuyas brutales consecuencias están pagando millones de venezolanas y venezolanos.

Ha pasado un año y ya está claro quién es Guaidó, qué es la oposición, qué intereses están en juego. No basta con decir que no se secundará una solución militar. No hace falta ser defensor de Maduro ni de su política económica y social o su forma de gobernar, para entender que hay que rectificar, que hay que tener una política exterior independiente y que un gobierno que se reivindica progresista tiene que dejar de ver a Venezuela solamente de forma interesada, como el país que alberga la mayor reserva de petróleo reconocida del mundo.

(Tomado de Público)

 

http://www.cubadebate.cu/opinion/2020/02/25/juan-guaido-tras-un-ano-como-presidente-encargado-de-venezuela/#.XlV2fzRpnIU

 

 

--
Has recibido este mensaje porque estás suscrito al grupo "Comité Internacional" de Grupos de Google.
Para cancelar la suscripción a este grupo y dejar de recibir sus mensajes, envía un correo electrónico a comite_internacional+unsubscribe@googlegroups.com.
Para ver esta conversación en el sitio web, visita https://groups.google.com/d/msgid/comite_internacional/004001d5ec33%24f90fb0e0%24eb2f12a0%24%40enet.cu.

el Pentágono pulpo expande sus tentaculos en América Latina (Parte III)

23/02/2020

Los tentáculos del Pentágono se expanden en América Latina (Parte III)

Por José Luis Méndez Méndez/ Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano

Al comentado intento disfrazado en el 2012 de instalar en la provincia del Chaco-Argentina, una base militar del Comando Sur, le siguió la inauguración en Chile de una base estadounidense en Fuerte Aguayo, ubicada a unos 20 km al norte de Valparaíso que, según la versión oficial, "se especializaría en el entrenamiento de soldados para las Fuerzas de Paz de Naciones Unidas".

El disfraz fue diferente, pero para encubrir lo mismo en la base chilena, que fue presentada como apoyo a la capacitación de personal encargado de ejecutar operaciones de mantenimiento de la paz o de estabilidad civil. ¿Dónde, quién las convoca, en qué situaciones?

Estados Unidos diseña sus intromisiones y pretende imponerlas a pueblos supuestamente ignorantes de la larga tradición intervencionista que le acompaña, recordar como en el siglo XIX, los marines estadounidenses invadieron Buenos Aires, igualmente invocando nobles propósitos y esta es una historia real para no ser olvidada, está estampada de forma indeleble en la memoria de las generaciones de porteños, que han precedido a las presentes. Por lo general no se enseña en los colegios y muchos lo niegan rotundamente, otros quieren ignorarla.

El 3 de febrero de 2020 se cumplió el 168 aniversario de una de las primeras invasiones directas de Estados Unidos a Argentina, al desembarcar un grupo de marines en igual fecha del año 1852 en Buenos Aires, con el pretexto de "proteger sus intereses". Ese mismo día se había producido la derrota de Juan Manuel de Rosas en la batalla de Caseros.

Argentina, como se conoce hoy, alcanzó su independencia de España en 1816. El 9 de julio proclamaron la independencia de la metrópoli española  y constituyeron las Provincias Unidas de América del Sur, que más tarde se denominarían Provincias Unidas del Río de la Plata. El 6 de noviembre de ese año es izada por primera vez en las Islas Malvinas, la bandera argentina para comenzar a ejercer allí la soberanía nacional.

El 11 de diciembre de ese año, Thomas Lloyd Halsey, agente comercial de Estados Unidos ante las autoridades del Río de la plata, promueve y gestiona un empréstito de dos millones de pesos, destinados a armar un ejército paralelo al que combatirá en Chile y Perú a las órdenes de San Martín. El gobierno de Washington se mueve en las sombras de esta gestión y la cara pública de la misma es un grupo de capitalistas privados encabezados por un coronel norteamericano.

Desde entonces un llamado director supremo fue nombrado para encabezar el nuevo Estado y una Constitución intentó organizarlo, pero no tuvo vigencia. El proceso político regional se movía al influyo de las ideas federalistas en auge enfrentadas a las unitarias, que derivó en enfrentamientos verbales y armados como la llamada primera batalla de Cepeda en 1820.

Las tropas  federales se impusieron a las del gobierno nacional, también conocido como Directorio. Se impuso un federalismo unigénito con la integración de trece provincias, que en 1834 serían catorce al separarse Jujuy de Salta.

Este proceso fue tortuoso, en 1820, se logró una paz débil, pero no se logró consolidar el gobierno. La anarquía y el desorden político erosionaron a las Provincias Unidas durante toda esa década del veinte. El 13 de junio de 1822, Estados Unidos reconoce al gobierno de Buenos Aires y con ello se adjudica el derecho a intervenir en sus asuntos internos según su entender y parecer.

Un factor externo irrumpió en el escenario argentino: la guerra con Brasil, que logró una precaria unidad de acción para enfrentarla y las provincias se reunieron en 1824. Con predominio de los unitarios, se consiguió elegir a Bernardino Rivadavia como presidente.

En 1828 Manuel Dorrego, gobernador federal, quien contaba con el respaldo del resto de los gobernadores  fue depuesto y fusilado por el general unitario Juan Lavalle, dando lugar a una guerra civil. En Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas fue el encargado de resistir a los golpistas y en 1829 fue elegido gobernador, restituyendo la cámara legislativa.

En agosto de 1830, se creó la llamada Liga Unitaria o Liga del Interior, que se enfrentó y derrocó a los gobiernos federales y  desafió al poder de Buenos Aires, dando origen, como respuesta, al Pacto Federal en enero de 1831, integrado por Buenos Aires, Corrientes y Santa Fe. La aspiración máxima fue que se erigiría en el futuro un gobierno federal. Un compromiso colectivo de defensa militar firmado contra posibles ataques unitarios, permitió vencer al general José María Paz y terminar con la etapa anárquica.

De Rosas logró  poner en orden y pacificar la provincia de Buenos Aires, se le negaron facultades omnímodas para continuar su gestión, por ese motivo se sucedieron algunos gobernadores en el cargo.

El 28 de diciembre de 1832, la corbeta de la marina de guerra norteamericana "Lexington", al mando de Silas Duncan, atacó las Islas Malvinas. Como pretexto el agresor esgrimió el apresamiento de tres barcos norteamericanos que depredaban sin autorización del gobierno isleño del gobernador Luis Vernet la fauna local. Se dedicaban,  en la zona, a la caza no controlada de lobos marinos

Esta fue la agresión, que originó el conflicto que dura hasta nuestros días, al ocupar posteriormente Inglaterra las Islas Malvinas, que las retiene hasta hoy contra la voluntad soberana de la Argentina, sin que jamás fuese alegada la "doctrina" Monroe. Inglaterra tenía fundadas dudas sobre los verdaderos objetivos expansionistas de Estados Unidos con relación a las Islas Malvinas, por ello aceleró la ocupación y retención de ese territorio argentino.

El gobierno de Estados Unidos urgió a su par de Inglaterra para que ocupara las Islas, así lo dejó claro el representante de Inglaterra al comunicar que: "Estados Unidos y su representante en Argentina están listos a reconocer los derechos soberanos de S.M. Británica en las Islas Malvinas."  "El gobierno inglés debe notificar al de Estados Unidos sus derechos a la soberanía de las Islas e impedir que una "horda de piratas" moleste al comercio de los Estados Unidos. Así me lo ha prometido."

Cuando hablaba de "hordas" se refería sin dudas a los argentinos con el gobernador Vernet al frente, o al gesto digno posterior del gaucho Antonio Rivero, quien con solo siete argentinos arrió la bandera inglesa y colocó la nacional el 26 de agosto de 1833, como una expresión de rebeldía contra el invasor, que apenas duró unos pocos meses, pero dejó un legado de patriotismo. Rivero fue llevado a Londres y exhibido como trofeo de guerra, tras ser derrotado por medio de la represión de los conquistadores.

El primero de octubre de 1833, se produjo el desembarco de marines norteamericanos en el puerto de Buenos Aires, con el pretexto de proteger intereses de ciudadanos estadounidenses. El contingente permaneció en territorio argentino dos semanas.

En 1834 se produjo una guerra entre las provincias de Tucumán y Salta; Rosas ordenó a Juan Facundo Quiroga, caudillo riojano y delegado de Buenos Aires, mediar en el conflicto, pero fue asesinado en Barranca Yaco, dejando al país bajo la poderosa y única influencia de Rosas, que asumió la gobernación de Buenos Aires entre 1835 y 1852.

El 2 de marzo de 1839, el gobierno argentino renueva sus relaciones con Estados Unidos y pide explicaciones a ese gobierno por el bombardeo de Puerto Soledad por el barco de guerra norteamericano "Lexington". Estados Unidos responde al gobierno argentino, que cualquier decisión está en espera de la solución del conflicto entre Argentina e Inglaterra sobre la soberanía de las Islas Malvinas.

Tiempo después Estados Unidos, además de no dar satisfacción diplomática al gobierno argentino por la agresión, se negó a pagar indemnización por los daños causados. Alegó que esas islas estaban abandonadas.

En 1852, Justo José de Urquiza, caudillo de la provincia de Entre Ríos, quien defendía la opción de una Constitución central, encabezó una revolución en contra de De Rosas, cuyo momento culminante fue la batalla de Caseros el 3 de febrero, en la que las tropas de De Rosas fueron derrotadas, como se mencionó.  Ese mismo día se produce el citado desembarco de marines en Buenos Aires con el pretexto de "proteger intereses  norteamericanos". Permanecen en esa ciudad hasta el doce de ese mes. La presencia indeseada de marines norteamericanos en Buenos Aires, fue breve, empero estableció un precedente. Este no sería un hecho aislado ni único, después se sucederían otros similares.

Así sucedió nuevamente el 17 de septiembre de 1852 cuando los marines desembarcaron en Buenos Aires, esgrimiendo el manido pretexto de defender sus intereses. Esta vez la presencia de tropas norteamericanas en esa ciudad se extendió hasta el 1 de julio de 1853, con un contingente militar mayor.

En 1859 se firmó el Pacto de San José de Flores por el cual el Estado de Buenos Aires pasaba a integrar la Confederación, pero hicieron falta dos batallas, una en Cepeda, en octubre de 1859, y otra en Pavón, en septiembre de 1861, para finalizar con la división que afectaba al territorio argentino. En 1862 se celebraron elecciones mediante las que Mitre fue elegido presidente de la Confederación Argentina, con su capital en Buenos Aires.

La persistencia de un conflicto de poderes entre el gobernador de la provincia de Buenos Aires y el presidente de la Nación, la ciudad de Buenos Aires fue proclamada Capital Federal y Dardo Rocha, gobernador de Buenos Aires, quien fundó en 1882 la ciudad de La Plata con el fin de establecer una capital provincial diferenciada.

A pesar de los adelantos alcanzados en la Argentina, la clase media y los sectores populares quedaron postergados durante muchos años, lo que provocó el estallido de numerosos levantamientos de diversa índole como los que tuvieron lugar en 1890.

Esta situación fue una oportunidad más utilizada por Estados Unidos para intervenir e invadir a la ciudad de Buenos Aires. El 3 de julio de 1890 durante los acontecimientos políticos ocurridos en la República Argentina, tropas del barco de guerra norteamericano "Tallapoosa" desembarcaron en Buenos Aires, con el socorrido pretexto de proteger el Consulado y la Legación de Estados Unidos en esa ciudad. Fue la tercera vez en treinta y ocho años, que Buenos Aires, era invadida por tropas norteamericanas.

Cerraba así el siglo XIX, en el siguiente otras historias de intervenciones de todo tipo se sucederían en las relaciones entre Estados Unidos y Argentina.

 

https://www.cubaenresumen.org/2020/02/los-tentaculos-del-pentagono-se-expanden-en-america-latina-parte-iii/

 

--
Has recibido este mensaje porque estás suscrito al grupo "Comité Internacional" de Grupos de Google.
Para cancelar la suscripción a este grupo y dejar de recibir sus mensajes, envía un correo electrónico a comite_internacional+unsubscribe@googlegroups.com.
Para ver esta conversación en el sitio web, visita https://groups.google.com/d/msgid/comite_internacional/012a01d5eb5f%240f68bb00%242e3a3100%24%40enet.cu.

Radiografía de Cuba por Atilio Borón Fidel Castro Nestor Kirchner Lula Correa Cristina Chaubloqueo museo Che Guevara de Caballito

23/02/2020

Cubanidades

Por Atilio A. Boron.

 

¿Qué es Cuba? ¿Cuál es el misterio de la isla rebelde? Trataré de decirlo en pocas palabras, como lo hacía el gran Eduardo Galeano aunque no tengo sus dones.

Cuba es música y más música. Música por doquier: al comienzo de una ceremonia, cuando se termina, en el intervalo. Con músicos viejos o jóvenes, o inclusive niños. En un teatro, en la calle o puertas adentro en una casa o una institución. Música popular, música clásica, Mozart y Bethoven mezclados con Ernesto Lecuona y el Buena Vista Social Club. Es Chucho Valdés y Daniel Barenboim. Es Omara Portuondo, Polo Montañéz y Benny Moré junto a Pavarotti, Plácido Domingo o John Lennon y Los Beatles. Es Alicia Alonso bailando con Nureyev; es la "Colmenita" y los "Van Van". Cuba es son, es salsa, es Compay Segundo, la Nueva Trova; es Silvio, es reguetón, es cumbia, es jazz, es guaguancó, es rumba, es bolero. Todo, absolutamente todo, en Cuba se vuelve música, se hace con música, se celebra con música, se conmemora con música. Con pianos de cola, saxos, violines, guitarras, oboes y flautas traversas hasta el güiro, el chequeré, el bongó y las tumbadoras. Y a toda hora: a la mañana, a la tarde, a la noche. Cuba es música y es parejas bailando en la calle, en el malecón, en los jardines del excelso Hotel Nacional, en las casas, donde y a la hora que sea. Su gente lleva la música en la sangre y no se cansa de demostrarlo. Y la Revolución se encargó de potenciar como nadie ese gen magnífico de cubanas y cubanos multiplicando a lo largo de la isla infinidad de escuelas y conservatorios en donde, de forma gratuita, el pueblo aprende a tocar los más variados instrumentos y a cantar profesionalmente.

Pero Cuba también es literatura, poesía, novelas, cuentos, historias, revistas, libros, tertulias, mesas redondas. Cuba es ciencia y conciencia, es humanismo y pensamiento crítico. Es Carpentier, Guillén, Lezama Lima, Vitier y también Cortázar, Walsh y el Gabo; y Retamar que hace poco nos abandonó para reunirse con ellos. Es sus dos excepcionales e imprescindibles contribuciones a la cultura y la identidad latinocaribeñas: Casa de las Américas y el ICAIC. También su multitudinaria Feria del Libro, no por casualidad escenificada en el primer territorio libre de analfabetismo en las Américas. Y es La Habana, uno de los principales centros culturales del mundo, y no sólo de Latinoamérica y el Caribe. Su oferta en materia de teatro y espectáculos de todo tipo es increíble, comparable a la de las más grandes ciudades del continente como Buenos Aires, México o San Pablo.

Cuba es resistencia heroica a un criminal bloqueo sin perder el finísimo y mordaz sentido del humor, la capacidad de reírse de sí mismos y de burlarse de la tosquedad de sus descerebrados verdugos. Y también solidaridad militante, práctica, concreta. El país más solidario del mundo, sin duda. Reparte lo que tiene y lo que no tiene también, sin esperar nada a cambio. Mientras el imperio y sus vasallos saquean al resto de los países y mandan al exterior tropas, espías, torturadores y sicarios Cuba envía médicos, alfabetizadores, profesores de música y danza y entrenadores deportivos. La diferencia moral es aplastante.

Cuba es Martí, Mella, Guiteras, el Che, Camilo, Vilma; es Frank País, Armando Hart, Abel y Haydée Santamaría. Y por supuesto Fidel, que está en todas partes aunque no haya una sola plaza, calle, avenida, estadio, hospital, edificio público, puente, puerto o camino que lleve su nombre, cosa que el Comandante prohibió expresamente y se cumple a rajatabla. No hace falta nombrarlo porque su espíritu y su legado impregnan toda la isla. Murió y se convirtió en millones. Hoy todas y todos son Fidel.

Cuba es La Habana y Santiago; Guanabacoa y Trinidad; es Cienfuegos y Holguín; es Birán y Sancti Spiritus; es el Moncada y la Sierra Maestra; Girón y el Segundo Frente; es Santa Clara y el Granma. Es, por increíble que parezca, los siete fusiles con los que Fidel empuñándolos con firmeza le dijo a un atónito Raúl "ya ganamos la guerra", pocos días después del caótico desembarco del Granma y con la mayoría de los expedicionarios dispersos por el monte procurando no ser ametrallados desde el aire por la aviación de Batista. La voluntad revolucionaria en su máxima expresión se combinó, en Fidel, con un formidable realismo a la hora de realizar una correcta lectura de la coyuntura político-militar.

Cuba es una buena mesa con moros y cristianos, frijoles y tostones, cerdo en lonjas, cordero asado, langostas y pescados rellenos de camarones. También tamales en cazuela y la yuca con mojo de ajo, chicharrón y limón. Además, sopas que te vuelven a la vida, helados riquísimos, postres a cual más dulce y un elixir llamado café. Cuba es mojitos, piñas coladas y para rematar el banquete y deleitarse hasta el infinito rones exquisitos y tabacos incomparables, únicos en el mundo.

Cuba es también sus innumerables cayos, sus cientos de kilómetros de playas de blancas arenas y aguas turquesas. Y el mar estrellándose contra ese extenso y magnífico malecón habanero, con sus olas elevándose a los cielos y dibujando por un instante figuras bellísimas y de un blanco inmaculado que hipnotizan al paseante.

Cuba es los hermosos edificios de la Habana Vieja, que un gobierno acosado y bloqueado por décadas se empeña en restaurar y devolverles su esplendor y belleza originales de la mano del historiador de la ciudad, un genial humanista del Renacimiento llamado Eusebio que los rezos de la santería cubana hicieron que renaciera en La Habana con la misión de reconstruirla. Y lo está haciendo. A pesar del bloqueo.

Es el país donde no ves niños de la calle, mendigando descalzos y en harapos, revolviendo en la basura para encontrar algo que comer. Sus niños todos, absolutamente todos, están en la escuela y bien vestidos y calzados. Un país donde no hay hombres y mujeres, o familias enteras, durmiendo en las calles como en tantas ciudades de Nuestra América e inclusive de Estados Unidos. Donde la alimentación está garantizada, como la salud pública para todas y todos. Cuba es educación universal, gratuita y de calidad desde el jardín de infantes hasta el posgrado. Cuba es la seguridad ciudadana, el transitar por sus ciudades sin los temores que atribulan a los citadinos de tantísimos países en todo el mundo.

Estos logros hubieran sido imposibles sin la clarividencia y coraje de Fidel y el liderazgo revolucionario y la asombrosa ingeniosidad del pueblo cubano, uno de cuyos verbos idiosincráticos es "resolver". Resuelven todo, lo que sea; caso contrario el bloqueo los hubiera puesto de rodillas. Son capaces de hacer funcionar eficientemente un Ford, Buick o Chevrolet de los años cincuenta, una verdadera proeza mecánica que provoca la admiración (y la envidia a veces) de los turistas estadounidenses. O transformar un decrépito sedan de aquellas marcas en un resplandeciente convertible, eliminando su techo original y haciendo los arreglos del caso. Carros lustrosos y relucientes que provocan la envidia de Hollywood, que pagaría fortunas por llevárselos a sus estudios. Pero son patrimonio de Cuba y no se irán. ¿Sólo con los automóviles estadounidenses? ¡No! Lo mismo hacen, en una operación ya de ribetes francamente milagrosos, con un Lada soviético del año 1985 capaz de ir de La Habana hasta Santiago sin ningún inconveniente a pesar de sus precarias comodidades. Cuba tiene una sola conexión física por donde transitan los impulsos de la Internet: el cable submarino de fibra óptica que llegó desde Venezuela en enero de 2011 gracias a la ayuda de Chávez para romper el bloqueo informático al que estaba la isla. Pese a la insuficiencia que dicho cable tiene para enfrentar los requerimientos del elevado y creciente número de internautas de la isla cubanas y cubanos "resuelven" las enormes dificultades que erige el acceso vía satelital a la Internet con gran ingenio, lo que les permite acceder a través de programas "made in Cuba" (que no ví en ninguna otro país) a casi todo lo que se encuentra en la red. Me consta que Bill Gates y las empresas de Silicon Valley no saben que más hacer para atraer a los avispados informáticos cubanos.

¿Hay un problema? "Tu vé y resuelve" es la seña de identidad del cubano. ¿Hay que apoyar al gobierno del MPLA en Angola para impedir que la CIA y los racistas sudafricanos arrasaran con ese país? Bien, allí está la ingeniosidad cubana que logró otro milagro: transportar en innumerables viajes de un viejo cuatrimotor a hélice, el Bristol Britannia, a una gran cantidad de personal militar y pertrechos cubanos cubriendo, con una preparación muy especial de esa aeronave (precarios tanques suplementarios de combustible, reduciendo la carga no militar a un mínimo, regulando la velocidad y altura, etcétera) los 10.952 kilómetros que separaban a La Habana de Luanda, lugar al cual esos aviones llegaban casi sin un litro de combustible en sus tanques. Fidel personalmente se involucró en la logística de la operación, supervisando todo, desde las toneladas de carga posibles hasta la velocidad y altura crucero necesarias para garantizar la feliz culminación del vuelo. Ni Washington ni Moscú podían creer que ese puente aéreo funcionara con aquellos armatostes. Pero sucedió, los cubanos "resolvieron" el desafío y Cuba y el MPLA ganaron la guerra.

Por eso la sociedad y la cultura cubanas han resistido sesenta años de bloqueos de todo tipo. Pese a tamaña agresión, que por su escala y duración no tiene precedentes en la historia universal, Cuba logra en materias sensibles como alimentación, salud, educación y seguridad ciudadana lo que casi nadie ha logrado ¡y el bárbaro de la Casa Blanca dice que el socialismo es un fracaso! Imaginemos por un momento lo que sería Cuba si no hubiese tenido que padecer el bloqueo impuesto por Estados Unidos, con toda su secuela de agresiones, sabotajes, atentados y hostigamientos de todo tipo. Un paraíso tropical. De ahí que la isla sea un pésimo ejemplo que Washington combatió y combatirá sin tregua, apelando a los peores métodos y violando todas las normas de la legalidad internacional. Tenía razón Oscar Wilde cuando sentenció que "Estados Unidos es el único país que pasó de la barbarie a la decadencia sin pasar por la civilización".

Cuba es el David de nuestro tiempo que puso fin al apartheid en Sudáfrica; el país que curó a centenares de miles de enfermos en más de cien países y que creó la célebre ELAM, la Escuela Latinoamericana de Medicina preparando médicos para atender a quienes jamás vieron uno en sus vidas. Cuba es haberse hecho cargo de los niños de Chernobil cuando Europa y Estados Unidos, y Ucrania y la propia Unión Soviética, le daban la espalda. Sin pedir nada a cambio.

Es haber colaborado con todas las luchas de liberación nacional libradas en el Tercer Mundo, sin apoderarse de las riquezas de ningún país y traer de regreso a casa otra cosa que no fueran los restos de los cubanos caídos en combate. Sus detractores, con Mario Vargas Llosa en primera fila, acusan a Cuba de estar "aislada del mundo". Los datos contradicen esa mentira no sólo por los millones de visitantes que año a año desafían las prohibiciones y chantajes de Washington y llegan a recorrer la isla y disfrutar de sus bellezas, de su gente, sus sabores, su música, su alegría, su cultura, su gastronomía. También porque como expresión de la extraordinaria gravitación internacional de la Revolución Cubana y de su muy activa integración en el mundo hay radicadas en La Habana nada menos que 114 embajadas contra 86 que están en Buenos Aires, 66 en Santiago, 60 en Bogotá, y 43 en Montevideo. ¿Quién está más aislado?

Cuba es la voluntad férrea de construir el socialismo aún bajo las peores condiciones posibles, de resistirse a arriar las banderas del más noble anhelo de la humanidad. La deuda de nuestros países con Cuba es inmensa por sus décadas de ayuda y por no haber permitido que se extinguiera el faro que nos orientaba en la búsqueda del socialismo. Imaginemos lo que hubiera ocurrido en Latinoamérica y el Caribe si la isla rebelde se rendía ante el acoso de quienes, a comienzos de los noventas, le aconsejaban a Fidel que se olvidara del socialismo, que el capitalismo había triunfado, que se había llegado al fin de la historia. El "ciclo político" progresista y de izquierda iniciado en 1999 con la presidencia de Chávez no habría existido y el ALCA, como gran proyecto anexionista del imperio, se habría concretado en Mar del Plata en el 2005. Si tal cosa no ocurrió se la debemos, antes que a nadie, a Cuba y a Fidel. Por supuesto también al mariscal de campo del genial estratega cubano: Hugo Chávez Frías. Y a Néstor Kirchner y Lula da Silva que se embarcaron en esa homérica batalla. Claro está que sin el virtuoso empecinamiento del Comandante por construir el socialismo no habrían tampoco existido ni Chávez, ni Lula, ni Néstor, ni Evo, Correa, ni Tabaré, ni Lugo, ni Cristina, ni Dilma, ni el Pepe, ni Maduro, ni Daniel. Sin duda, habrían sido políticos importantes, difícilmente gobernantes de sus países, pero habrían carecido del trasfondo histórico que le otorgó la insolente permanencia de la Revolución Cubana y que les habilitó para jugar un papel tan digno y sobresaliente en estos últimos veinte años. Porque, los hombres y las mujeres son hacedores de la historia, sí, pero sólo bajo determinadas circunstancias. Y éstas las creó aquella revolución en la mayor de las Antillas al mantenerse a pie firme mientras se derrumbaba la Unión Soviética, desaparecía el COMECON, se desintegraba el Pacto de Varsovia, las "democracias populares" del Este europeo retornaban en tropel a su reaccionario pasado y se postraban a los pies del emperador allende el Atlántico y los escribas del imperio celebraban el advenimiento del "nuevo siglo americano", que –como lo anticipara Fidel- ni siquiera llegó a ser una década.

En una palabra, Cuba es lo que es porque para millones de personas en todo el mundo encarna en el aquí y ahora de la historia los bellos sueños del Quijote cuando decía que su misión era "soñar el sueño imposible, luchar contra el enemigo imposible, correr donde los valientes no se atrevieron, alcanzar la estrella inalcanzable. Ese es mi destino". Por todo esto, ¡con Cuba siempre!

Tomado de web del autor.

https://www.cubaenresumen.org/2020/02/cubanidades/

 

El bloqueo a Cuba (que abarca mil facetas todas inhumanas y genocidas) ha sido incorporado por los habitantes del planeta como algo normal, malo pero aceptado, tras medio siglo es parte del paisaje de este mundo globalizado por el TERROR que impone Estados Unidos de mil formas.   Brutalmente con invasiones periódicas, crímenes selectivos, torturas permitidas por el Senado Norteamericano, campos de concentración y tortura como Guantánamo, ocupación en cantidad de países mediante bases militares autorizadas, ó directamente impuestas violentamente como Guantánamo.  También a diario y minuto a minuto, influenciando subliminalmente a miles de millones de seres humanos mediante periodistas mercenarios, escritores, poetas  y artistas de todas las ramas que se venden por dólares o por exhibirse entre los "habitantes de primera".  El resultado de este teorema es sencillo SOMOS COMPLICES de un crimen que consiste en haber apartado, aislado, agredido, calumniado y perjudicado a una población de once millones (hoy) de habitantes, por el solo hecho de poseer la menor mortalidad infantil de las tres Américas y la mayor cantidad de médicos por habitante de las tres Américas.  Y se podrían llenar páginas con estadísticas que demuestran cual es el mejor sistema social del mundo y porqué se quiere acabar con el ejemplo cubano.   Eladio González  toto   director fundador del primer museo suramericano Comandante Ernesto Che Guevara de Buenos Aires.  CHAUBLOQUEO.  "El objetivo primo de la guerra psicológica es crear, en el o los adversarios, un clima mental, una serie de sentimientos que, conduciéndolos por las sucesivas etapas del miedo, del pánico, de la desorientación, del pesimismo, de la tristeza, del desaliento, en fin, los lleve a la derrota." Dr. Ramón Carrillo Ministro de Salud de la Nación 1946-1954 - presidencia Perón.

 

 

iMPUNIDAD DE TRUMP, OBAMA, BUSH Y DEMAS TORTURADORES ASESINOS “Como presidente, tengo derecho a hacer lo que quiera” Museo Che Guevara Buenos Aires Chaubloqueo

24/02/2020

"Como presidente, tengo derecho a hacer lo que quiera"

Por Rebecca Gordon

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

 

Fuentes: TomDispatch

 

El 5 de febrero el Senado votó y absolvió al presidente Donald J. Trump de las acusaciones de abuso de poder y obstrucción al Congreso. En otras palabras, la jactancia de Trump previa a las elecciones de que "podría pararse en medio de la Quinta Avenida y dispararle a alguien" y que esa acción no le haría "perder a ningún votante" demostró ser algo más que una hipérbole de altos vuelos. (Aunque, para ser exactos, perdió un "votante" republicano en el Senado, Mitt Romney, pero ese hecho no fue lo suficientemente trascendente).

El hecho de que el Senado no haya condenado al presidente no hace sino confirmar la concepción que tiene de su cargo como un espacio de poder absoluto (algo que, como se nos ha dicho, "corrompe absolutamente"). Este es el hombre, después de todo, que dijo en una convención de activistas estudiantiles: "Cuento con el Artículo II, en función del cual tengo derecho a hacer lo que quiera como presidente. Pero ni siquiera hablaba de eso". Excepto, por supuesto, de que hace lo que quiere.

El día posterior a la votación del Senado, un Trump decididamente irreductible habló en un Desayuno de Oración Nacional, blandiendo una copia del USA Today cuyo titular en portada contenía una sola palabra: "Absuelto". Después de estar en desacuerdo con la sugerencia de oración ofrecida por Arthur Brooks, exjefe del conservador American Enterprise Institute (y un par de milenios antes por un tal Jesús de Nazaret), de que debemos amar a nuestros enemigos, el presidente acusó de inmediato a Mitt Romney y a la portavoz de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, de rezar una oración inadecuada. Identificó a Romney con las personas "que usan su fe como justificación para hacer lo que saben que está mal" y acusó a Pelosi, y no por vez primera, de mentir cuando dice que reza por él.

La irreductible jactancia de Trump acerca de su invulnerabilidad podría atribuirse ciertamente a la deplorable ciénaga de su propia psique, pero hay otra explicación, al menos parcial, para ello, y radica en la incapacidad colectiva del país a la hora de exigir responsabilidades a nadie por los delitos cometidos desde 2001 en la "guerra contra el terror". Si un gobierno puede irse de rositas después de encerrar a detenidos en cajas tipo ataúd y torturarlos de muchas otras maneras, ¿por qué no debería quedar impune otra forma de tortura posterior como la de meter a niños migrantes en jaulas, por poner solo un ejemplo?

Hay que mirar adelante, no hacia atrás

En 2009, Barack Obama se dispuso a entrar en la Oficina Oval prometiendo poner fin a los peores excesos de la guerra contra el terrorismo de la anterior administración. Aunque cerró los centros de detención de la CIA y prohibió la tortura, también se dio prisa en señalar que nadie tendría que rendir cuentas por la práctica ya documentada de torturas promovidas por la administración de George W. Bush y su vicepresidente, Dick Cheney. Aproximadamente una semana antes de la toma de posesión de Obama, el presidente electo ya le estaba asegurando a George Stephanopoulos, de ABC News, que aunque habría enjuiciamientos si "alguien ha violado la ley de manera flagrante", en general creía "que debemos mirar hacia adelante en lugar de ponernos a mirar hacia atrás".

A Obama le preocupaba especialmente que los operativos del gobierno se sintieran frenados en el futuro por temor a ser enjuiciados por actos pasados ​​sancionados por altos funcionarios:

"Y parte de mi trabajo es asegurarme de que en la CIA, por ejemplo, puedas tener a personas con talentos extraordinarios que están trabajando muy duro para mantener a salvo a los estadounidenses. No quiero que de repente sientan que tienen que pasarse todo el tiempo mirando hacia atrás por encima del hombro".

Y así resultó, no tuvieron razón alguna para preocuparse. El 17 de abril de 2009, como informaron Carrie Johnson y Julie Tate en el Washington Post: "El presidente Obama y el fiscal general Eric H. Holder Jr. tranquilizaron ayer a los empleados de la CIA asegurándoles que los interrogadores no se enfrentarían a enjuiciamiento penal si seguían asesoría legal adecuada". Como dijo Holder: "Sería injusto enjuiciar a hombres y mujeres entregados que trabajan para proteger a Estados Unidos por conductas que fueron aprobadas previamente por el Departamento de Justicia".

El asesoramiento legal en cuestión estaba contenido en una serie de infames memorandos escritos por la Oficina para la Asesoría Legal (OLC, por sus siglas en inglés) de ese Departamento entre 2002 y 2005. En ellos, se "esclarecía" la definición legal de tortura para un nervioso fiscal general, Alberto González, y para la CIA. Uno de los memorandos, redactado por el fiscal general adjunto John Yoo y firmado por el fiscal general adjunto para la OLC Jay Bybee, explicaba que para que "constituya tortura", según la ley, el dolor físico "debe ser equivalente en intensidad al dolor que acompaña a una lesión física grave, como un fallo orgánico, deterioro de la función corporal o incluso la muerte". Para cumplir con la definición legal de tortura psicológica, el sufrimiento mental "debe provocar un daño psicológico significativo de duración considerable, por ejemplo, que dure meses o incluso años".

No resulta sorprendente que, a pesar del sello de aprobación de la administración anterior sobre lo que eufemísticamente se denomina "técnicas de interrogatorio mejoradas", una investigación de tres años del Departamento de Justicia de Obama sobre las prácticas de interrogatorio de la CIA llegara a un compungido final en agosto de 2012, cuando Holder anunció que los únicos dos casos de tortura que quedaban, que comportaron muertes bajo custodia estadounidense, iban a ser rechazados.

Un año antes, como Glenn Greenwald informó en The Guardian, Holder había decidido no procesar a nadie en otros 99 casos de "abusos severos a detenidos". Los dos casos restantes se referían a la muerte por tortura e hipotermia de Gul Rahman, en la famosa prisión de Salt Pit de la CIA en Afganistán en 2002, y la de "Manadel al-Yamadi, quien murió bajo custodia de la CIA después de que lo golpearan, lo desnudaran, le vertieran agua fría encima y finalmente lo encadenaran a la pared" en la prisión de Abu Ghraib en Iraq.

Entre los sujetos que Holder decidió no acusar estaban los hombres responsables de diseñar y poner en marcha los protocolos que condujeron a la muerte de Rahman por torturas como el submarino y el "muro" (golpear la parte posterior de la cabeza de un preso repetidamente contra la pared sujetándole por el cuello con una toalla). Así terminó cualquier esperanza de responsabilizar legalmente a los torturadores en los Estados Unidos de América, una prueba anticipada del tipo de impunidad que, en los años de Trump, se ha extendido a otros lugares.

El retorno de los torturadores

Poco antes del reciente triunfo de Donald Trump en el Senado, una de esas "personas de talento extraordinario" aclamadas por el presidente Obama resurgió en la sala del tribunal no como acusado, sino como testigo hostil. James Mitchell fue llamado al estrado por la defensa en audiencias previas al juicio en el centro de detención de Guantánamo en Cuba, la prisión en el exterior para detenidos en la guerra contra el terrorismo lanzada por la administración Bush en 2002. En el banquillo, casi 18 años después, hay cinco hombres que llevan mucho tiempo allí detenidos y que han sido acusados ​​de participar en los ataques terroristas del 11 de septiembre. El más famoso es Khalid Shaikh Mohammed, descrito a menudo como el "cerebro" del 11-S.

Mitchell es uno de los dos psicólogos, el otro es John "Bruce" Jessen, que diseñaron el principal programa de torturas de la CIA. Tiene el honor de ser considerado el inventor del submarino, una serie de técnicas destinadas a producir sufrimiento inducido por el agua que han formado parte del arsenal de los torturadores durante siglos. (Quizás "reinventor" sería el término más exacto). Mitchell fue, de hecho, la primera persona en practicar el submarino en la guerra contra el terror, además de ser el arquitecto del muro, de confinar a las víctimas en cajas pequeñas y de toda una variedad de lúgubres "técnicas de interrogatorio mejoradas" empleadas por vez primera en los "sitios negros" de la CIA establecidos en todo el mundo en esos años.

Llamado por abogados defensores para describir la tortura que sufrieron sus clientes, un "desafiante" Mitchell dijo ante el tribunal: "Me levantaría hoy y lo volvería a hacer".

Como explicó la reportera del New York Times Carol Rosenberg, Mitchell no estaba hablando realmente sobre lo que le hizo a cualquiera de los cinco acusados ​​en el banquillo de Guantánamo, aunque sí torturó a algunos de ellos. Se estaba refiriendo al primer prisionero que fue sometido a simulación de ahogamiento (submarino) bajo el programa de torturas de la CIA, el nacional saudí Abu Zubaydah, quien fue sometido al submarino un total de 83 veces en el transcurso de un mes. El secretario de defensa del presidente George W. Bush, Donald Rumsfeld, afirmó (falsamente, como se vio después) que Zubaydah era "si no el número dos, alguien muy cercano a la persona número dos en al-Qaida" y que había dirigido un campo de entrenamiento de este grupo en Afganistán.

De hecho, como reconoció la administración Obama en 2010, Abu Zubaydah nunca fue miembro de ese grupo, y mucho menos uno de sus lugartenientes clave. Capturado en una operación conjunta de la CIA y el FBI en Pakistán en 2002, sería trasladado de un sitio negro de la CIA a otro durante los cuatro años y medio siguientes, incluido el sitio secreto "Strawberry Fields" en Guantánamo. En parte debido a lo que la CIA hizo con él, Abu Zubaydah sigue encarcelado allí hasta el día de hoy. Según las recomendaciones de la CIA, nunca "debe colocársele en una situación en la que tenga algún contacto significativo con otros y/o tenga la oportunidad de ser liberado".

Sin embargo, Mitchell supervisó las 83 veces que Abu Zubaydah fue sometido a simulacro de ahogamiento en un solo mes en un sitio negro de la CIA en Tailandia, durante el cual estuvo a punto de morir ahogado. En una de esas ocasiones, como reveló el informe de 2014 del Comité de Inteligencia del Senado sobre la tortura de la CIA, se observó que estaba "completamente inconsciente y que de la boca abierta y llena de agua salían burbujas".

A diferencia de nuestro presidente, Mitchell parece sentirse profundamente herido por lo que él percibe como una crítica injusta. "Ustedes han estado diciendo cosas falsas y maliciosas sobre mí y el Dr. Jessen durante años", se quejó a los abogados defensores en la audiencia de Guantánamo. La gente puede haber dicho cosas malas sobre él, pero lejos de rendir cuentas por las torturas, James Mitchell se ha deleitado en su impunidad, obteniendo derechos de autor por su libro Enhanced Interrogation: Inside the Minds and Motives of the Islamic Terrorists Trying to Destroy America y dando charlas organizadas a través del Worldwide Speakers Group (que lo anuncia como "psicólogo, interrogador de la CIA y escritor") a razón de 15.000 a 25.000 dólares cada una.

Tampoco le fue mal a Mitchell mientras estuvo empleado por la CIA. De hecho, la Agencia pagó a la empresa formada por Mitchell y Jessen 81 millones de dólares por sus trabajos. Además, su contrato incluía una cláusula que garantizaba que el gobierno de EE. UU. cubriría los costes legales en los que incurriera como resultado de tales trabajos hasta el año 2021. Esto le resultaría muy útil cuando, en 2015, la American Civil Liberties Union (ACLU) les demandó a los dos en nombre de tres de sus víctimas: Suleiman Abdullah Salim, Mohamed Ahmed bin Soud y la familia de Gul Rahman, el detenido que había muerto por exposición al frío en Salt Pit. Mitchell y Jessen llegaron a un acuerdo en 2017 a cambio de una suma no revelada, también pagada por el gobierno estadounidense.

Nunca es fácil

Pensaba que me resultaría más fácil con el paso del tiempo. Llevo casi dos décadas escribiendo sobre la tortura. A estas alturas, pueden imaginar que al menos me habría insensibilizado un poco ante los detalles y las descripciones. Sin embargo, cada vez que me sumerjo en ese pozo negro, aún me parece más desagradable y aterrador.

Si es difícil para mí, alguien que nunca ha sido torturada ni ha hablado cara a cara con los pocos supervivientes de la tortura, imaginen lo que debe ser para aquellos que sobrevivieron a los programas de tortura de la era Bush y que siguieron siendo torturados durante un número desconocido de años. En realidad no tienen que imaginar demasiado, ya que disponemos de su testimonio sobre cómo dicho abuso afectó a algunos de ellos y la duración de esos efectos. En 2016, los reporteros del New York Times Matt Apuzzo, Sheri Fink y James Risen publicaron una serie de artículos bajo el título "De cómo la tortura estadounidense ha dejado un legado de mentes dañadas".

Una de esas personas fue Suleiman Abdullah Salim, litigante en la demanda de la ACLU contra Mitchell y Jessen. Nacido en Tanzania, Salim fue detenido en Mogadiscio, Somalia, y entregado a agentes estadounidenses por razones que siguen siendo turbias. Es muy probable que fuera víctima de un error de identificación (y no habría sido el único prisionero de esas características en la guerra contra el terrorismo). Sabemos, al menos, que los estadounidenses que le subieron a un avión esperaban a un árabe yemení y alguien con una piel mucho más clara. Terminó en Afganistán en un sitio negro que recuerda como "la Oscuridad", que era, de hecho, Salt Pit. Allí fue golpeado, emparedado, encadenado en la más completa oscuridad, expuesto a una música implacable y ruidosa, confinado en una caja tipo ataúd, colgado repetidamente por las muñecas, una vez durante 48 horas seguidas, y empapado a veces con agua helada hasta sentir que se ahogaba.

Finalmente, la CIA trasladó a Salim a una prisión en la base aérea de Bagram en las afueras de la capital afgana, Kabul. En 2008, fue liberado en Afganistán con tan solo la ropa que llevaba puesta. La Cruz Roja Internacional organizó un vuelo de regreso a Zanzíbar, Tanzania, donde aún vive, obsesionado por la experiencia en la Oscuridad.

En 2010, Risen, del Times, escribió: "Physicians for Human Rights, un grupo con sede en Nueva York, pidió a la Dra. Sondra Crosby, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, médica, reservista de la Marina y experta en tortura, que evaluara al Sr. Salim". Descubrió que estaba consumido "como si fuera un esqueleto" y "hundido en una profunda angustia, incapaz de comer y de dormir". El informe de Risen continúa:

"'Se describe a sí mismo como un fantasma que deambula por la ciudad', agregó. Observó otros síntomas: recuerdos retrospectivos, pérdida de memoria a corto y largo plazo, angustia al ver a alguien con uniforme militar, desesperanza acerca del futuro y un intento desesperado de evitar el ruido. 'Relata que siente un gran vacío en la cabeza, como si fuera una caja vacía', dijo".

La serie del Times relató también el sufrimiento de otro demandante en el caso contra Mitchell y Jessen: Mohamed bin Soud. También estuvo encerrado en Salt Pit, donde su terrible experiencia involucró muchos de los mismos métodos de tortura que Salim había soportado. Hoy tiene un trastorno de estrés postraumático en toda regla. "Está atormentado por las dudas y tiene que esforzarse mucho para poder tomar decisiones sencillas. Su humor cambia continua y drásticamente", informaba el Times.

En primer lugar, ¿no causar daño?

Las audiencias previas al juicio en Guantánamo revelaron también el papel, raramente abordado, que desempeñaron los médicos y otros trabajadores sanitarios en el programa de tortura de EE. UU. Aparentemente, la razón por la que sabemos que Abu Zubaydah fue sometido al submarino 83 veces y Khalid Shaikh Mohammed 183 veces es porque, como testificó James Mitchell en enero, un médico estaba presente dentro de la cámara de tortura y utilizaba un pequeño contador de clics de metal para llevar la cuenta. Según Rosenberg, del Times, sin embargo, los médicos "hicieron algo más que contar las sesiones de submarino. Las investigaciones del gobierno y la evidencia en las audiencias previas al juicio de los detenidos… muestran que los médicos realizaron una "rehidratación rectal", realizaron búsquedas en la cavidad rectal y examinaron los pies y las piernas hinchadas de los cautivos a los que impedían dormir durante días y mantuvieron encadenados en posturas muy dolorosas".

Es indudable que queda mucho más por descubrir sobre el papel del personal médico en los sitios negros de la CIA por todo el mundo. De hecho, queda por desvelar sobre todo las formas en que los detenidos fueron despojados no solo de sus derechos humanos sino, al menos en la mente de sus torturadores, de su propia humanidad. En un momento de su testimonio, por ejemplo, Mitchell recurrió al abogado de Ammar al-Baluchi, uno de los cinco acusados ​​del 11 de septiembre. Hablando de Charlie Wise, el jefe de interrogatorios de la CIA y del resto de su equipo, Mitchell dijo: "Parece que usaron a su cliente para entrenarse". Según Julian Borger, del Guardian, bajo el liderazgo de Wise, "los alumnos tenían de hecho que aplicar cada una de sus técnicas en Baluchi y otros reclusos para conseguir el diploma".

Y el propio Mitchell usó a Abu Zubaydah como objeto de demostración, por lo tanto, los mandamases de la CIA debían estar implicados en lo que estaba haciendo. Borger informa que "sometió a Abu Zubaydah al simulacro de ahogamiento a pesar de que estaba bastante seguro de que el detenido no tenía inteligencia procesable para rendirse". Se hizo exclusivamente como demostración para los VIP de la Agencia.

El precio de la impunidad

Gracias a la cobardía de la administración de Obama, ningún funcionario de la CIA ni ningún alto funcionario de la administración de George W. Bush y Dick Cheney, ningún psicólogo, ningún médico, nadie ha sido considerado responsable de los años de tortura practicados a una escala global en la guerra contra el terror. Por supuesto, el propio Donald Trump salió elegido aunque proclamó públicamente que el submarino "me gusta mucho" y, según consta, consideró que las experiencias de tortura en el sitio negro de Gina Haspel constituían una parte positiva de su currículum cuando consideró su nombramiento como directora de la CIA. Mitchell continúa dando discursos y recaudando sus derechos de autor. George W. Bush ha sido rehabilitado como apacible pintor de retratos.

¿Es realmente tan sorprendente, entonces, que tengamos ahora un hombre en la Oficina Oval que cree que tiene "derecho a hacer lo que quiera como presidente"? La historia de la guerra contra el terrorismo del siglo XXI sugiere que si no tiene tal derecho, ciertamente que parece tener el poder.

Rebecca Gordon es colaboradora habitual de TomDispatch y enseñante en la Universidad de San Francisco. Ha publicado recientemente American Nuremberg: The U.S. Officials Who Should Stand Trial for Post-9/11 War Crimes. Ahora está trabajando en un nuevo libro sobre la historia de la tortura en Estados Unidos.

Fuente: http://www.tomdispatch.com/blog/176664/

 

https://rebelion.org/como-presidente-tengo-derecho-a-hacer-lo-que-quiera/

 

 

 

--
Has recibido este mensaje porque estás suscrito al grupo "Comité Internacional" de Grupos de Google.
Para cancelar la suscripción a este grupo y dejar de recibir sus mensajes, envía un correo electrónico a comite_internacional+unsubscribe@googlegroups.com.
Para ver esta conversación en el sitio web, visita https://groups.google.com/d/msgid/comite_internacional/014201d5eb5f%2492c6cbe0%24b85463a0%24%40enet.cu.