miércoles, 10 de diciembre de 2008

Zapatista encuentro Festival Digna Rabia 26 al 29 diciembre 2008 Subcomandante Marcos represion desaparecidos Selva Lacandona anarquistas punks libert




















COMUNICADO DEL COMITÉ CLANDESTINO REVOLUCIONARIO INDÍGENA-COMANDANCIA GENERAL DEL EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
MÉXICO.


Comisión Sexta y Comisión Intergaláctica del EZLN.

26 de Noviembre del 2008.

A l@s adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona en México y el Mundo:
A l@s invitad@s al Primer Festival Mundial de la Digna Rabia:
Al pueblo de México:
A los pueblos del Mundo:

COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS:
HERMANOS Y HERMANAS:

EN ESTA OCASIÓN LES DECIMOS NUESTRA PALABRA SOBRE LOS AVANCES PARA LA CELEBRACIÓN DEL PRIMER FESTIVAL MUNDIAL DE LA DIGNA RABIA.

PRIMERO.- HASTA EL DÍA DE HOY TENEMOS LA CONFIRMACIÓN DE LA ASISTENCIA DE PERSONAS, GRUPOS, COLECTIVOS Y ORGANIZACIONES DE, ADEMÁS DE MÉXICO, LOS SIGUIENTES PAÍSES:

IRÁN.
PAÍS VASCO.

ARGENTINA.
CUBA.

ITALIA.
CHILE.

FRANCIA.
INGLATERRA.

UNIÓN AMERICANA.
AUSTRIA.

BRASIL.
VENEZUELA.

SUECIA.
BÉLGICA.

COSTA RICA.
ALEMANIA.

ESTADO ESPAÑOL.
NORUEGA.

SUIZA.
GRECIA.


SEGUNDO.- DE NUESTRO PAÍS, MÉXICO, ASISTIRÁN COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS DE LA OTRA COMPAÑA DE LOS DIFERENTES ESTADOS DE LA REPÚBLICA Y QUE HACEN SUS LUCHAS EN MEDIOS DE COMUNICACIÓN ALTERNATIVOS, EN LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS, EN LAS ESCUELAS Y UNIVERSIDADES, EN CONTRA DE LA REPRESIÓN, POR LA PRESENTACIÓN DE LOS DESAPARECIDOS Y LA LIBERACIÓN DE L@S PRES@S POLÍTIC@S, EN ORGANIZACIONES SOCIALES Y POLÍTICAS, EN EL ARTE Y LA CULTURA, EN SINDICATOS, EN LA LUCHA DE LAS MUJERES, CON L@S TRABAJADOR@S DE LA MAQUILA EN LOS RINCONES DEL NORTE DE MÉXICO, EN LA LUCHA AMBIENTALISTA, EN LA DIVERSIDAD SEXUAL, EN EL MOVIMIENTO MAGISTERIAL, EN EL CAMPO, CON L@S TRABAJADOR@S SEXUALES, Y LA SOBRESALIENTE LUCHA DEL CONGRESO NACIONAL INDÍGENA.

TERCERO.- PARA LOS DÍAS 26, 27, 28 Y 29 DE DICIEMBRE DEL 2008, EN QUE EL FESTIVAL SE CELEBRARÁ EN LA CIUDAD DE MÉXICO, ALGUNAS DE LAS ACTIVIDADES PROGRAMADAS SON:

26 de Diciembre del 2008.

1000 hrs. INAUGURACIÓN.

1100 hrs. Las Cuatro Ruedas del Capitalismo: EXPLOTACIÓN. Foro Abierto con la participación de trabajador@s de la industria maquiladora en Baja California y en Tamaulipas, la Confederación General de Trabajadores (Estado Español), obreros de Solano (Argentina) y trabajadores de Oriente Medio (Irán), así como aquell@s trabajador@s que quieran participar y lo avisen con anticipación.
Modera: Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM (México).

1700 hrs. Los Otros Caminos: OTRA CIUDAD. Foro Abierto con la participación de la Unión Nacional de Organizaciones Populares de Izquierda Independiente UNOPII (México), la Unidad Obrero y Socialista UNÍOS (México), Jóven@s de colectivos anarquistas, punks y libertarios (México). Brigada Callejera (México), así como quienes luchen en las ciudades, que quieran participar y lo avisen con anticipación.
Modera: UNOPII (México).

27 diciembre del 2008.

1100 hrs. Las Cuatro Ruedas del Capitalismo: DESPOJO. Foro Abierto con la participación del Congreso Nacional Indígena (México), Colonos y Colonas de Lomas de Poleo (Ciudad Juárez) (México), Asociación de Cabildos Indígenas del norte del Cauca (Colombia), así como quienes tengan palabra sobre el despojo capitalista, que quieran participar y lo avisen con anticipación.
Modera: Bárbara Zamora (México).

1700. Los Otros Caminos: OTROS MOVIMIENTOS SOCIALES. Foro Abierto con la CNUC-Tlaxcala (México), Fuerza Indígena Chinanteca (México), Frente del Pueblo (México), Colonia Blanca Navidad, de Nuevo Laredo (México), Frente Popular Francisco Villa Independiente (México), CACTO-Oaxaca (México).
Modera: CNI (México).

28 diciembre del 2008

1100 hrs. Las Cuatro Ruedas del Capitalismo: REPRESIÓN. Foro Abierto con las Doñas de Sinaloa y Chihuahua (México), mensaje de los presos políticos de Atenco (México), mensaje grabado de Gloria Arenas, presa política (México), Colectivo Tod@s somos Pres@s (México), Red Nacional contra la Represión y por la Solidaridad (México), y Bárbara Zamora (México).
Modera: UNÍOS (México).

1700 hrs. Los Otros Caminos: OTRA HISTORIA, OTRA POLÍTICA. Mesa redonda con la participación de John Holloway, Felipe Echenique (México), Francisco Pineda (México, Raúl Zibechi (Uruguay), Olivier Besacenot (Francia), Mónica Baltodano (Nicaragua), Sergio Rodríguez Lascano (México).
Modera: Revista Rebeldía (México).

29 diciembre del 2008.

1100 hrs. Las Cuatro Ruedas del Capitalismo: DESPRECIO. Foro Abierto con el Colectivo Anarko Punk La KURVA (México), Congreso Nacional Indígena (México), Asamblea Nacional de Braceros (México), Mercedes Oliveira (México).
Modera: CNI (México).

CUARTO.- PARA LA SERIE DE CONFERENCIAS MAGISTRALES QUE SE CELEBRARÁN EN SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS, DEL 2 AL 5 DE ENERO DEL 2009, HAN CONFIRMADO SU PARTICIPACIÓN LAS SIGUIENTES PERSONAS:

Adolfo Gilly (México).
Arundhati Roy (India)
(enviará su participación)

Pablo González Casanova (México)
Bárbara Zamora (México)

Mónica Baltodano (Nicaragua)
Carlos Aguirre Rojas (México)

Villoro (México)
Raúl Zibechi (Uruguay)

Oscar Olivera (Bolivia)
Carlos González –CNI- (México)

Michael Hardt (USA)
Juan Chávez –CNI- (México)

Walter Mignolo (Argentina)
John Berger (Inglaterra)
(enviará su participación)

Pier Luigi Sullo (Italia)
Olivier Bensacenot (Francia)

Sylvia Marcos (México)
Jaime Pastor (Estado Español)

Jotxe Iriarte (País Vasco).
Movimiento de los Sin Tierra (Brasil)

Paulina Fernández (México)
Sergio Rodríguez Lazcano (México)

Marcos Roitman (Chile-Estado Español)
Vía Campesina (Internacional).

Gustavo Esteva (México)
Jean Robert (Suiza)


QUINTO.- POR PARTE DEL EZLN, HAN CONFIRMADO SU PARTICIPACIÓN COMO MODERADOR@S O PARTICIPANTES (o para dar lata -si saben a quienes me refiero-) EN LAS CONFERENCIAS EN CHIAPAS, L@S SIGUIENTES COMPAÑER@S:

COMANDANTA SUSANA.
COMANDANTE TACHO.

COMANDANTA MIRIAM.
COMANDANTE GUILLERMO

COMANDANTA HORTENSIA.
TENIENTE CORONEL INSURGENTE MOISÉS.

COMANDANTA FLORENCIA.
CAPITANA INSURGENTE ELENA.

COMANDANTA EVERILDA.
NIÑA LUPITA.

COMANDANTE DAVID.
NIÑA TOÑITA.

COMANDANTE ZEBEDEO.



SEXTO.- PARA LAS INVITACIONES HEMOS PROCEDIDO CON LOS DATOS QUE TENEMOS DE LAS ADHERENCIAS A LA SEXTA DECLARACIÓN, CONTACTOS REALIZADOS EN LA GIRA DE LA OTRA CAMPAÑA Y LOS DIRECTORIOS DE ASISTENCIA A LAS DISTINTAS ACTIVIDADES PÚBLICAS DEL EZLN. SI ALGUNA PERSONA, GRUPO, COLECTIVO U ORGANIZACIÓN, DE MÉXICO Y EL MUNDO, NO HA SIDO INVITAD@ SEGURAMENTE ES PORQUE NO TENEMOS SUS DATOS. ASÍ QUE LES PEDIMOS RESPETUOSAMENTE QUE DISCULPEN ESTA INCAPACIDAD NUESTRA Y SE PONGAN EN CONTACTO CON LA PAGINA DE INTERNET DE ENLACE ZAPATISTA, EN LA SECCIÓN CORRESPONDIENTE AL FESTIVAL MUNDIAL DE LA DIGNA RABIA.

SÉPTIMO.- ACLARAMOS QUE LAS INVITACIONES SON PARA PARTICIPAR COMO EXPOSITORES. LA ENTRADA A TODAS LAS ACTIVIDADES DEL FESTIVAL SON LIBRES Y ABIERTAS PARA TODA PERSONA QUE QUIERA ASISTIR Y CONOCER DE LA DIGNA RABIA QUE SE ORGANIZA EN MÉXICO Y EL MUNDO.

ALGUNOS DETALLES TÉCNICOS Y DE PROCEDIMIENTO SERÁN DADOS A CONOCER POR EL EQUIPO DE APOYO ORGANIZATIVO DEL FESTIVAL, EN LA PÁGINA ELECTRÓNICA DE ENLACE ZAPATISTA, EN LA SECCION CORRSPONDIENTE AL FESTIVAL MUNDIAL DE LA DIGNA RABIA.

ES TODO POR AHORA, SEGUIREMOS INFORMANDO.

¡LIBERTAD Y JUSTICIA PARA ATENCO!


Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Subcomandante Insurgente Marcos.
Teniente Coronel Insurgente Moisés.

Comisión Sexta del EZLN
Comisión Intergalactica del EZLN

México, Noviembre del 2008.

héroe yanqui dió la vida por Cuba luchando contra España Henry Reeve hoy la Brigada Médica Internacionalista lleva su nombre Chaubloqueo Fidel

















Cuba:
A corazón abierto (IIª Parte y final)

Por: Roberto del Valle Menéndez


Cuando se está a punto de festejar el aniversario 50 del Triunfo de la Revolución Cubana, solo en el 2008 se han inaugurado en el país más de 200 obras de beneficio social dentro del Programa de la Batalla de Ideas, no pocas de ellas de nueva inversión o de reconstrucción en el sector de la Salud.

El balance de estas cinco décadas suman, a su vez, la formación de 78 000 médicos, de los que no pocos han laborado en 100 países de todas las latitudes salvando miles de vida. Se comenzó por Argel, en mayo de 1963 y en el 2005, al paso del huracán Katrina por los Estados de Lousiana y Misisssipi, al sur de los Estados Unidos, nacía la propuesta del Comandante en Jefe Fidel Castro de que 1 586 galenos integrados al contingente Henry Reeve, oficial norteamericano muerto en combate por la independencia de Cuba, partieran a socorrer a los damnificados por ese desastre. La propuesta humanitaria no fue aceptada por el Gobierno de esa nación.

Hoy más de 35 000 médicos y técnicos de la salud prestan sus servicios en 74 países.

Pero pasemos de lo particular a lo general. A 461 kilómetros al este de Ciudad de la Habana se encuentra la Ciudad de Ciego de Ávila, provincia de igual nombre, ubicada entre Sancti Spíritus y Camagüey, con una población de 419 810 habitantes, el 3.7 del país y una extensión de 6 783 kilómetros cuadrados, el 6.2 de la superficie territorial de Cuba.

Uno de sus atractivos mayores es el Polo Turístico Jardines del Rey, que acaba de cumplir 15 años de existencia y que posee más de 30 kilómetros de hermosas playas, no pocas de ellas vírgenes y donde el respeto a los valores de la naturaleza es una constante. Es hoy el turismo, el principal renglón económico de los avileños.

Pero los avileños, que formaron su identidad como provincia con la división política-administrativa en 1976, cuentan con 19 556 trabajadores de la salud, de ellos 2 648 galenos y 1 881 especialistas, 4067 enfermeros y 5 846 técnicos.


No están ajenos al apoyo desinteresado y humanitario con otros pueblos, y hoy 1 588 son los colaboradores en el extranjero, de ellos 930 médicos, 149 estomatólogos y 182 técnicos.

Una muestra de la prioridad particular de la salud en esta central provincia, es que durante el 2008 su presupuesto ascendió a 148 891.3 millones de pesos contra 51 134.1 en el 2000, recibiéndose, e instalándose, 549 dispositivos de alta tecnología por un valor superior a los dos millones de pesos con un alto componente en divisas.

De esos equipos,171 fueron de diagnóstico,142 de oftalmología, 92 de terapia, 52 de fisioterapia, 42 de podología y 26 de estomatología para el beneficio de los Hospitales docentes Antonio Luaces Iraola y Roberto Rodríguez, este último en la ciudad de Morón, y para las policlínicas docentes ubicadas en cada uno de los 10 municipios.

Hoy al potencial de estudiantes, incluyendo los de naciones amigas, se suman los profesionales para garantizar el bienestar de los avileños, y uno de sus indicadores de eficiencia es de 6 por cada mil nacidos vivos de mortalidad infantil, que aunque es un índice por encima d e la media nacional está a la altura de naciones desarrolladas.

Los profesionales y técnicos de la Salud en Ciego de Ávila están a corazón abierto ante la realidad, y el reto, de ofrecer un servicio de alta calidad humana y ética ante sus coterráneos, y en sus nobles misiones que dignifican a la Patria en todo el mundo.

A corazón abierto, no solo es una compleja operación quirúrgica que en Cuba, como todos sus servicios médicos, son gratuitos, es una actitud consciente ante el paciente, cubano o de otras latitudes.

Médico Oscar Fernández Mel luchó y curó junto al Che Guevara Sierra Maestra Congo Africa Cuba Asma estoico adrenalina Guevarista Chaubloqueo Granma




















ENTREVISTA A OSCAR FERNÁNDEZ MEL, MÉDICO Y COMPAÑERO DEL CHE
por Gustavo Veiga

“Aprendí a ser revolucionario Che”



–Usted es médico como lo era el Che y compartió con él las experiencias guerrilleras en la Sierra Maestra y el Congo, ¿de qué modo explica cómo se sobreponía a su enemigo íntimo, el asma, en esos ambientes hostiles?

–El Che tenía un diapasón de comportamiento y para tolerar el dolor y el sufrimiento era admirable. El soportaba los ataques de asma con estoicismo. Imagínese que en aquella época lo que él usaba era la adrenalina. No había los remedios que hay ahora. Y por supuesto, le aceleraba el corazón y de tanto darle alguna vez se intoxicaba. También tenía dolores de abdomen. Después que triunfó la revolución yo le ponía su suero con cortisona, cuando él ya no podía más, y eso lo mejoraba, le hacia eliminar la adrenalina. Sus ataques eran los más profundos que yo he visto en mi vida.

–¿Llegó a peligrar su vida por la enfermedad?

–Cuando él, en otras etapas, tenía problemas con el aparatico, ahí sí perdía un poco la calma. Sabía lo que le podía pasar en cualquier momento. Hay algunas anécdotas, como por ejemplo un momento después del desembarco del “Granma”. Un hombre que se llamaba Luis Crespo, del que el Che hablaba con verdadera fruición, lo había ayudado en los primeros días cuando le daban los ataques de asma y no había nada. Luis le decía: tómate de ese fusil y él le respondía, no, déjame aquí. Su asma era muy profundo, demasiado y le venía desde muy pequeño. Usted sabe que había una discusión entre el padre y la madre; se echaban la culpa del problema. Lo cual no tiene sentido porque el asma es una enfermedad alérgica y no creo que ninguno de ellos la haya provocado, y menos la madre, a la cual él adoraba: Celia Serna, una mujer admirable.

–¿Guevara tomaba en cuenta las sugerencias sobre su salud?

–No, si yo le decía algo, no aceptaba nada. Cuando triunfa la revolución, pues, teníamos al doctor Adolfo Rodríguez de la Vega, que era un profesor famoso y perteneció también a nuestra columna y lo llevábamos como hacíamos con médicos importantes del hospital Calixto García para que lo trataran. Yo había pasado a un plano distinto, porque mis especialidades son la traumatología y ortopedia. Y si le ponía los sueros con cortisona, era porque se los imponía. No crea que a él le caía muy bien estar acostado con un suero.

–¿Desconfió alguna vez de que el Che pudiera sobreponerse en la selva a esos ataques de asma?

–El tenía mucha disciplina. Cuando nosotros veníamos desde la Sierra Maestra al Escambray, en el centro de la selva, marchábamos metidos en los pantanos con el agua hasta la cintura. Agua sucia. Pero era tal la confianza que tenía la columna en el Che, que si estábamos perdidos dando vueltas en el mismo lugar, todo el mundo sabía que él nos iba a sacar hacia adelante con una brujulita y un mapita de propaganda de la isla de Cuba.

–¿Qué experiencias compartieron en la campaña de la Sierra Maestra?

–Hubo una parte en la que estuvimos muy alejados. El se encontraba mucho más al oeste y yo más al este. Nos volvimos a encontrar cuando se lanzó la ofensiva del ejército de verano, porque como yo era un médico joven, de veintitantos años, me mandaban para todos los frentes, de un lado para el otro... Y volví a caer con él en el combate de Las Vegas de Jibacoa y sobre todo, en el de las Mercedes, que fueron los últimos para que el ejército de Batista saliera derrotado de la Sierra Maestra. Inmediatamente se formaron las columnas para venir hacia el centro de la isla y aprovechar la ofensiva hacia occidente para partir la isla en dos, y ya me quedé con él y vine en su columna. Ahí sí tuvimos mucho trato, conversábamos mucho, yo no era un hombre de la política y me fui haciendo con él.

–¿Cómo que no era un hombre de la política?

–La gente quería tumbar a Batista y entre ellos estaba yo. Fue con el Che que aprendí a ser revolucionario, si es que llegué a serlo, tanto desde el punto de vista teórico como desde el práctico. Digo teórico, porque como yo llegué a tener tanta admiración por él, hicimos una amistad muy estrecha. Y eso influía mucho. Yo pensaba: si este hombre es comunista, es porque esto es bueno. Después yo realicé mis estudios aparte, pero si me hice revolucionario fue por él. Y cuando le pedía explicación sobre algunas cosas, él las daba. Porque hay otra cosa del Che de la que tampoco se habla mucho: le encantaba enseñarles a escribir y a leer a los soldados, que muchos de ellos eran totalmente analfabetos. En el Congo enseñó a hablar francés. O sea, eso siempre estaba presente.

–Después de que triunfara la revolución, ¿de qué modo continuó la relación entre los dos?

–Ah, hombre, yo seguí con él. Viví en todas sus casas. En la única oportunidad en que no lo acompañé, fue cuando se retiró a la playa porque estaba enfermo de neumonía. Pero después estuvimos en cuatro o cinco casas. En la de Miramar, en la calle 18; después, donde ahora está la última casa en que él vivió, y cuando llegamos a Columbia, que era el cuartel principal de Batista, ahí también. O sea, seguí con él hasta que me casé. Y no era que yo me impusiera: voy a vivir en la casa del Che porque es un gran dirigente, ¡no! El decía: cuál es el cuarto de Oscarito, porque Oscarito me decían a mí. Había satisfacción en él de que yo participara. Disfruté mucho de su amistad y no lo traicioné nunca. Conmigo estaba seguro.

–¿El Che fue su padrino de bodas?

–Sí, por supuesto. Para mí fue una gran satisfacción, porque él no era un hombre de actos protocolares. La boda del Che también fue una boda muy sencilla. Un día se reunieron con Aleida en la casa de uno de los escoltas de él. Y allí, en una mesita, se casaron. El ya estaba un tanto enfermo de neumonía. No se cuidaba la salud. La impresión que yo tengo es que sabía que iba a morir. Imagínese usted un hombre con ese asma y fumaba tabacos hasta que se quemaba los dedos. Cogió el vicio de fumar para combatir un poco los mosquitos en los primeros tiempos de la Sierra Maestra, en la parte más baja. Y lo disfrutaba como usted no es capaz de imaginar. Después del triunfo, en el llano, le recomendaron dejar de fumar. Y él no tenía interés alguno en hacerlo.

–¿Es cierto que usted le presentó a Aleida March, su segunda esposa?

–(Se ríe.) Bueno, cuando nosotros estábamos en el Escambray, tenía siempre armado mi hospital, que era un bohío, con una mesa donde hacía lo que podía. Y entonces llegó Aleida que ya estaba en el movimiento 26 de Julio y venía un poco quemada de la ciudad. Subió con dinero, y el Che me la mandó a mí primero para que le quitara los esparadrapos y que fuera a vivir al bohío donde se supone que estaba el hospital. Un ambiente un poco más lindo para ella, mejor que el de un campamento. No es que yo se la había presentado; sí la conocía un poco más. Era atrevida, agresiva, y empezó a ir con él a los combates. Así se fueron uniendo sin saber que serían marido y mujer, que iban a constituir un matrimonio. Por eso, Aleida guarda un grato recuerdo hacia mí y yo también hacia ella.

–¿También conocía a los pequeños hijos de la pareja?

–Cuando ellos se enfermaban, el Che me decía: “Inyéctalos tú, porque figúrate, me ven muy poco y cuando me ven, si me ven con una jeringuilla van a odiarme”. Cosas cotidianas como éstas se producían. Y ésa fue la amistad que tuvimos y que cultivamos. Yo me imagino que para él también debió ser una satisfacción similar a la que yo siento. Pero claro, él siempre en el papel de jefe, aunque no lo quisiera.

–¿Se frecuentaban en reuniones familiares o resultaba imposible por las múltiples actividades del Che?

–Pudo haberse dado, aunque no lo recuerdo. Sí en una oportunidad fuimos a Colón, mi pueblo natal, y él conoció a mi padre, mi hermano, mi familia... No me acuerdo de más encuentros semejantes, aunque por supuesto, tampoco las evitábamos. El Che trabajaba extraordinariamente y los fines de semana tenía las sesiones de trabajo voluntario. No era un hombre que descansara. Y no disfrutaba de muchos días libres. Yo, a pesar de estar trabajando en otras cosas, salía con él a distintos lados. Fuimos en su avioneta a Cayo Largo, porque se construía un motel ahí, donde estaba la columna 8. Pero no recuerdo relaciones de familia a familia, muy amplias.

–Usted compartió con Guevara la experiencia guerrillera del ex Congo Belga que concluyó en un fracaso, ¿cómo nació esa idea?

–Yo me lo pregunto también. Usted sabe que él tiene un libro que se llama La guerra de guerrillas. Era un hombre que conocía teoría y práctica de la lucha. Pero, ¿cómo fue que se metió allí? Intervinieron algunos factores: la información inadecuada que le llevaron fue uno de ellos. Hubo gente que estuvo viendo el frente guerrillero del Congo Belga y entonces le informó que había miles de efectivos armados, que estaba todo muy bien organizado. Pero el Che, antes de irse para el Congo, hizo dos viajes por todo el continente africano y ahí surgió esa idea. Hay algunas cosas que avalan esto.

–¿Cuáles?

–En primer lugar, que se creó un ambiente en las visitas que él realizó. Hizo mucha amistad con Ben Bella, de Argelia, que era en aquel momento el centro progresista del continente africano. Entonces se reunió con Kwame Nkrumah, con Sékou Touré, con Leopold Sengor, con Julius Nyerere... y en un momento determinado se habló de crear un ejército de los distintos países. Había una efervescencia progresista y revolucionaria en el continente africano, extraordinaria. Esa es la verdad. Y él se encontró en Tanzania con todos estos dirigentes, inclusive con Kabila, que era el jefe del frente congolés. Pues él creía que podía hacer algo, encaminar aquello. También pensaba que a través de la guerra, los soldados africanos podrían alcanzar un mayor nivel cultural, un mayor nivel ideológico, a través de la lucha, siempre y cuando se prestaran a luchar. Pero aquello no resultó así.

–¿Qué conclusiones sacó de aquel foco guerrillero en el corazón del Africa?

–Yo siempre he dicho que es la etapa más plana del Che, donde no pudo aportar nada desde el punto de vista militar e intelectual. Por supuesto que él era un maestro de la lucha guerrillera y sus aliados se aparecían con la propuesta de atacar a las ciudades y él les respondía: esto no se puede. Primero hay que hacerse fuertes, tener tropas, arreglar el frente antes de lanzarse, y no le hacían caso. En lo personal, creo que nos equivocamos de continente, de país y de dirigentes. Porque ya vimos qué fue lo que pasó con Kabila. El otro era Soumialot, que para mí era un tipo totalmente anodino. Me tocó tratarlo. El se la pasaba viviendo de la revolución (sonríe). También estaba Mulele por el noreste... El que podía hacer algo era Kabila, porque nosotros éramos blancos y eso pesa mucho en el continente africano.

–¿Cuántos cubanos acompañaban al Che?

–Unos cien, en determinado momento un poquito más, en otro un poco menos.

–¿A quiénes recuerda entre los más conocidos?

–Bueno, estaban Emilio Aragonés, Margolles, Pombo, Víctor Dreke, que era el segundo del Che, un hombre negro. Había una cantidad de negros cubanos bien grande. Blancos éramos los menos.

–¿Fue al Congo más como médico o militar?

–Había que hacer de todo. En realidad, yo era como un jefe de estado mayor, por llamarle de alguna manera desde el punto de vista militar, pero también debía actuar como médico, porque era un factor político importante. Había una aldea y usted iba a allí a conseguir dos cosas: tratar de curar un poco y hacer política. El médico cubano, el médico de la guerrilla, era importante. Pero también ahí uno se dio cuenta de que el problema de Africa es mucho más complejo.

–¿Por qué?

–Porque usted llegaba y veía a un joven lleno de parásitos. Si tenía la pastilla algunas veces se la daba, pero él seguía tomando agua en el mismo charco. O sea, era relativamente poco lo que podíamos hacer. Por ejemplo, en Kigoma, Tanzania, había prostíbulos y los soldados de vez en cuando iban para allá. Unas veces se escapaban y otras había que darles el pase. Ellos tenían un concepto de la guerrilla que había que darles el pase y entonces venían llenos de gonorrea. La guerrilla en Cuba no tenía pase. Yo nunca había visto una cosa tan exagerada, porque las denopatías eran del tamaño de un puño. Sin embargo, les poníamos una penicilina rapilenta y al otro día no tenían nada. Porque estaban vírgenes de antibióticos. O sea, que debíamos hacer de médicos.

–¿Cuánto tiempo permanecieron en esa región?

–Fuimos en abril del ’65 y salimos en diciembre del mismo año.

–¿Cómo quedó el Che después de esa experiencia?

–El se fue por su lado hacia Tanzania. Allí, en un cuarto, es donde escribe el famoso diario. Una de las veces que viajé a Dar es Salaam me lo enseñó y me dijo: “Oye, estamos duros”. Se lo veía muy resentido por la ida. El tema es que él, pese al fracaso, planteaba dos o tres salidas. Una era que un grupo pequeño de los que estábamos ahí iría a ver a Mulele. Pero éste se encontraba en el noroeste. Había que atravesar todo el Congo hasta que el Che se dio cuenta de que era imposible. La otra consistía en sacar a todos los que estuvieran enfermos porque Africa es un continente extraño.

Había compañeros que no tenían nada, pero a las siete de la noche les entraban unos escalofríos y se la pasaban sudando, dando vueltas. Y aunque al otro día por la mañana se les quitaba, eso nos iba debilitando mucho. Entonces la idea era que se dejara enfriar la situación en esa zona para después volver a empezar a levantar el frente guerrillero. Pero parece que primó la idea de ir por otros lados, a América Latina, y entonces aceptó con el dolor de su alma salir del Congo. En el diario se nota ese resentimiento que tenía por haber fracasado en el intento. El mismo se echaba la culpa de que no fue lo suficientemente inteligente para estudiar swahili, el dialecto local.

–Se retiran del Congo y desde diciembre del ’65 a la muerte del Che en Bolivia faltan casi dos años. ¿Qué pasó durante ese período?

–Bueno, yo vuelvo a principios de marzo. Traigo todos los documentos, incluyendo el diario. Y a partir de ahí, ya perdí el contacto con él. Me imagino que estaría preparando toda la cuestión de América Latina que, en definitiva, era su objetivo final. Que además lo había planteado desde México: él le pidió a Fidel que le permitieran irse a otro país cuando triunfara la revolución cubana. Tenía alma de conspirador de verdad, pero para las buenas causas.

–¿Usted tuvo una estrecha relación con el periodista Jorge Masetti, que murió mientras intentaba crear un foco guerrillero en Salta?

–Yo lo conocí, fue el fundador de Prensa Latina. Una vez producido el triunfo de la revolución, el Che estaba un poco detrás de él, de esa idea, y Masetti con esa tenacidad, con esa profundidad de trabajo que él tenía, consiguió los mejores corresponsales. García Márquez era el que estaba en Colombia y Rodolfo Walsh en la Argentina. No creo que Cuba le haya entregado mucho dinero para fundarla y, si se lo dio, habrá sido el Che. Fue un trabajo muy fuerte y que es obra exclusiva de Jorge Masetti. Yo tengo mi pedacito también, pero porque el Che me lo pidió. Inclusive, el edificio donde funcionaba se lo di cuando era presidente del colegio médico y les cedí un piso completo para la agencia. Y aún sigue ahí. O sea, que aunque no me lo reconozcan, me siento un poco fundador de Prensa Latina. Pero Masetti fue el corazón, el alma, hasta que murió aquí, en el norte, en Salta.

–Dijo que después de la aventura en el Congo perdió todo contacto con el Che. ¿O sea que no intervino en los preparativos para la incursión en Bolivia?

–Yo llegué hasta el Congo. En la parte de Bolivia no participé en nada. El se precipitó en ir, parece que la zona no era la mejor y no había muchos campesinos tampoco. Luego vino la famosa discusión con Mario Monje, el secretario general del PC boliviano, que no asumió la responsabilidad para la que se había comprometido con Cuba. Pienso que ahí influyó lo que pasó en Africa con Kabila. Y el Che tal vez pensó: no voy a subordinarme de nuevo. Pero la operación podría haberse hecho de otra manera porque Kabila no era secretario general de ningún partido comunista ni mucho menos, y Monje sí.

–¿Qué queda de Guevara hoy? ¿Su ideario? ¿Su mito? ¿Su imagen glorificada?

–No creo que haya previsto que se lo recordara a nivel universal como ahora. Pero él afirmaba: yo tengo que hacer algo para que la gente me recuerde. Eso me lo dijo a mí. En Europa, donde estuve con unos periodistas franceses, me comentaron que hay una locura con el mito. No me gusta la palabra mito porque el Che es una realidad objetiva, sus consignas andan por ahí. Yo lo llamaría icono.

–¿Un icono de qué?

–Un icono de la libertad, de las fuerzas más pobres, del progreso de la humanidad... Tenía muchas virtudes y también defectos. No era un hombre perfecto ni mucho menos, pero estaba bastante cerca. El era consecuente entre lo que hacia en su vida pública y en su vida privada. No aspiraba a grandes lujos a pesar de que los conocía. Sabía de un buen vino o un buen bife, pero era capaz de comer lo que se come en la guerrilla, que es un desastre.

–¿Y la gente qué le transmite?, ¿sus valores o un producto de marketing?

–Yo fui embajador en Londres y los ingleses tenían locura con el Che. Había hasta una cerveza. Y una tienda de chucherías. Era un tipo muy admirado. Hay una explosión con él, quizá porque no existen otros dirigentes u otra personalidad de su nivel. Pero a la gente se le olvida que el Che fue comunista. El nunca hubiera estado de acuerdo, quería que se lo recordara de otra forma, con más contenido político.

–¿Queda algún rastro del hombre nuevo por el que Guevara luchaba?

–El decía que el socialismo económico no le interesaba, que no tenía futuro, que debía ir acompañado con un cambio de conciencia de las masas. Y hablaba mucho de eso. Hacía hincapié en los estímulos morales y decía que así se llegaba a la gente. Tampoco era de los que metían la ideología a martillazos.

–¿Qué le pareció la última película sobre el Che donde lo protagoniza Benicio Del Toro?

–Acá en la Argentina me he encontrado con gente que la vio y que le gustó. Todas las películas que se habían hecho antes eran muy malas. La actuación de Benicio ha sido estupenda. También me gustaron las declaraciones que ha hecho. En España le preguntaron si Fidel se había convertido en un dictador. El respondió: no olvidemos que hace cincuenta años hay un bloqueo sobre ese país chiquito. O sea, no se lanzó a una defensa a ultranza de la revolución, pero a mí me pareció que la respuesta fue formidable.

Fuente: Página 12

Leonidas Proaño ecuatoriano monseñor de los pobres Martin Luther King La Habana religión cristiana indígenas revolución Pacha Mama Chaubloqueo Toto


















Proaño vive entre nosotros.

Idania Trujillo.

La Habana. Cuba.


“Estamos llamados de todos los lados a aportar lo que somos, a quitarnos de la cabeza todo sectarismo entre nosotros mismos, todo aire de superioridad y de manipulación. La visión de fe nos hace pensar que tenemos que buscar la unificación del pueblo y la práctica de un pluralismo comprensivo, amplio, tomando en cuenta las diversas capacidades…”. Así pensaba monseñor Leonidas Proaño, el hombre que supo ponerse del lado de los pequeños, de los “ninguneados” y bebió de las fuentes ancestrales de la cultura indígena ecuatoriana y latinoamericana y a quien se le dedicó un culto para celebrar su vida y su obra de fe al lado de los pobres de la tierra.

En la Iglesia Bautista Ebenezer de Marianao, y como parte del “Encuentro de líderes cristianos comunitarios en procesos de cambio”, organizado por el Centro Memorial Martin Luther King, se reunieron hermanas y hermanos de 12 países de América para recordar a quien vio la necesidad de construir una sociedad diferente a partir de su práctica cristiana y su convivencia con los pueblos y nacionalidades indígenas.

De la cultura y los pueblos indígenas aprendió el obispo Proaño a amar a la Pacha Mama, a la madre naturaleza, a defender la tierra y las semillas, los conocimientos profundos de la convivencia entre los hombres y mujeres, legados no sólo por la historia oral y los testimonios de los Mayores, las abuelas y los abuelos indios, sino también por el sentido primario de lo humano compartido y sentido en comunidad, es decir, en comunión de espíritu y de cuerpo con Dios y con los seres humanos de carne y hueso.

Y así fue recordado esta noche entre cantos, poemas, símbolos y testimonios de quienes lo conocieron y vivieron a su lado la hermosa aventura cristiana de “ver, juzgar y actuar” desde la experiencia primera que es el ser individual con sus defectos y virtudes, hasta el convivir con el otro y la otra y sufrir, amar, celebrar y transformar las injustas realidades a las que están expuestos las y los desposeídos.

“Nosotros habíamos oído hablar, habíamos leído acerca de monseñor Proaño —expresó el pastor Raúl Suárez, director del CMLK y diputado al Parlamento cubano, pero, sin dudas, conocer cómo se le recuerda y se celebra su obra de fe entre los campesinos y el pueblo indígenas de Imbabura en Ecuador, obliga a los movimientos populares de inspiración cristiana, a las iglesias que entienden y viven el Evangelio y tratan de poner al día la reflexión bíblica y teológica, a retomar sus enseñanzas como cristiano y como educador popular”.

“Es tarea urgente —dijo Suárez— la recuperación de nuestra memoria histórica que es la que nos alimenta, sustenta como naciones americanas y nos ayuda a continuar la lucha de mujeres y hombres como Proaño”.

Las hermanas y hermanos ecuatorianos que participan en el encuentro recordaron al obispo Proaño desde su sentir como hombre y cristiano profundamente comprometido. Trajeron algunos símbolos: hojas de parra, maíz, la luz de una vela, el libro que recuerda su testimonio de vida, su poncho y la nueva Constitución Ecuatoriana. Vivo y desde sus lecciones de vida y esperanza fue recordado el que advirtió: “Nosotros tenemos que contribuir para que el pueblo sea realmente pueblo, para que su conciencia sea cada vez más clara y más crítica, para que su solidaridad sea cada vez más fuerte, para que su compromiso sea cada vez más decidido. Por eso es necesario crear conciencia también en las organizaciones populares urbanas acerca de una práctica económica, educativa y política que sea convergente con el caminar del movimiento indígena, de modo que no se produzcan competencias y conflictos, sino más bien colaboraciones complementarias”.

Pero Proaño con su prédica cristiana fue más allá del púlpito. Vio la posibilidad de crear las bases educativas para construir un verdadero compromiso político que condujera al auténtico cambio de las realidades de injusticia. Y así lo comenta: “Dentro de este panorama desolador, he sido testigo, durante más de treinta años, del poder liberador del

Evangelio, vale decir, de la continuidad de realización de los signos con que Cristo acompañaba la proclamación de la Buena Nueva a los pobres. Efectivamente, quienes estuvieron ciegos ahora ven, quienes habían perdido la palabra, por causa de la opresión, y estaban mudos, ahora hablan; quienes se sentían tullidos y paralíticos, porque habían sido maltratados durante siglos, ahora caminan y se organizan como pueblo”.


Su voz, palabra y vida fue celebrada desde un pequeño lugar de América, desde esta Isla que también lucha por la justicia y la esperanza.+ (PE)



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08/12/10 - PreNot 7828

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