martes, 17 de agosto de 2010

REPORTEROS SIN CARETAS la censura paga La Polilla Museo Che Guevara España

En nombre de La Polilla
Enviado el: Martes, 17 de Agosto de 2010

 

Buen artículo del compañero Hugo Martínez Abarca hoy en Rebelión, sobre Reporteros Sin Fronteras (y con frecuencia sin vergüenza): 

 

 

Reporteros sin caretas

 

Tercera Información

 

La batalla por la libertad de expresión se librará en Internet

Dolores Masana, presidenta de Reporteros Sin Fronteras-España, mayo de 2010

Hace unas semanas se publicó un ingente dossier que desmontaba la versión idílica de la guerra de Afganistán. Fue justo cuando nos enteramos de que los buenos (nuestros ejércitos allí presentes) habían matado una vez más a 39 mujeres y niños. Ni el dossier ni la matanza fueron dados a conocer por los gobiernos occidentales como sería su obligación si consideraran que la transparencia es una condición sine qua non para la democracia. Tampoco por la prensa ordinaria de nuestros países, como se esperaría si efectivamente funcionara como vigilante del poder. La matanza fue anunciada por Karzai (por alguna razón que desconocemos entre las que podemos descartar la transparencia y algún sentimiento humanitario). El dossier fue publicado por Wikileaks, un portal que aprovecha la legislación sueca para permitir la difusión de aquellos materiales que los gobiernos quieren ocultar a sus poblaciones.

El Pentágono, casi nada, se puso a trabajar en la presión contra el portal de internet. Le exigió que borrara de su web toda la documentación y entregara los papeles a EEUU, le amenazó para que no se atreviera a publicar el resto de la información que tuviera y persiguió a quien dicen que ha filtrado el dossier (mientras encarcelaba a un soldado por difundir un vídeo en el que se mostraba al ejército estadounidense matando civiles en Bagdad).

Era de esperar que una organización autodenominada Reporteros sin fronteras se pusiera del lado de quienes dan a conocer una información que demuestra las mentiras que han contado nuestros gobiernos sobre un asunto tan relevante como la ocupación militar de un país durante casi una década. Sin embargo, no ha sido así. El presidente de Reporteros sin fronteras ha escrito una carta a Wikileaks haciendo suyo el reproche del Pentágono: han puesto en riesgo la vida de los colaboracionistas con los ejércitos ocupantes, han cometido una increíble irresponsabilidad, y la publicación supone un mal precedente para el futuro de Internet (ver cita supra de lo que decía hace un par de meses sobre Internet la presidenta de RSF España: era para criticar a otros gobiernos malos, no para defender al buen gobierno estadounidense). El lema de Reporteros sin fronteras es Si no lo contamos, no existe y regañaban a Wikileaks por contar algo que hasta entonces parecía no existir.

Cuando una organización quiere vigilar al poder lo primero que intenta es ser independiente de él. Veo en la página de Reporteros sin fronteras- España la lista de socios institucionales y patrocinadores de la organización. Están casi todas las grandes empresas de comunicación (desde Sogecable a Antena 3 pasando por los grupos Godó y Zeta), canales públicos tan limpios como Telemadrid y Radio Televisió Valenciana, organismos gubernamentales como el gobierno (Ministerio de Exteriores y Ministerio de Fomento -¡?-), la Comunidad de Madrid, el gobierno Vasco y empresas como El Corte Inglés. ¿Se imagina alguien que con semejantes dependencias económicas, Reporteros sin fronteras denunciara que El Corte Inglés impida la difusión de libros sobre El Corte Inglés o que esta empresa tenga silenciados a todos los medios que necesiten publicidad para su supervivencia financiera? ¿O que criticara el reparto de licencias uniformemente ultraderechistas de la TDT en la Comunidad de Madrid?

Ya tuvimos un ejemplo sobre el rendimiento que obtiene el gobierno valenciano al financiar a través de RTVV a Reporteros sin fronteras. Hace unos meses Reporteros sin fronteras publicaba un dossier titulado Depredadores de la libertad en el que denunciaba que todos los malos del mundo eran malos de verdad, mientras que los buenos (Berlusconi, Uribe) no existen (si no lo contamos…); en Afganistan el malo es el Mulá Omar, único depredador de la libertad que aparece en el dossier, pese a que no sabemos siquiera si está vivo, mientras en Irak no hay peligro alguno: ese agradable país no tiene depredadores de la libertad (desde que sacamos de ahí a Saddam, se entiende). El mismo día que presentaban tan imparcial dossier en Madrid, se inauguraba en la misma ciudad la exposición que el gobierno valenciano había prohíbido en su territorio: una exposición de reporteros fotográficos que incluía incómodas fotos del clan Gurtel. Ni una palabra sobre esa exposición: quien encuentre un sólo reproche de RSF por la prohibición de la exposición se ganará un azucarillo.

Reporteros sin fronteras ha tomado un nombre extremadamente amable para disfrazarse de algo que no es: pasaría por ser una organización de defensa de la libertad de expresión frente al control de los poderosos pero vemos que es precisamente una organización controlada por aquellos que deberían ser vigilados por ella. No tendrán fronteras, pero las dependencias son evidentes. Es, sin más, un instrumento de quienes ponen vigas en los ojos de todo el mundo para señalar la paja en los ojos de sus enemigos.

Fuente: http://blogs.tercerainformacion.es/iiirepublica/2010/08/14/reporteros-sin-caretas/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Lic. Rosa Cristina Báez Valdés "La Polilla Cubana"
Moderadora Lista e-mail Cuba coraje

“Es necesario escalar montañas para gritar a los cuatro vientos la verdad de los Cinco. Habrá que superar cordilleras, físicas y morales, vencer empinadas cuestas donde golpean el viento y la nieve, para que otros descubran una historia silenciada, prohibida. Habrá que emprender otra vez la hazaña del Libertador, volver de nuevo desde el valle de Caracas hasta el Altiplano con el reclamo de libertad y de justicia” / Ricardo Alarcón de Quesada

“La derecha avanza -como la maleza en la selva- por las grietas que deja la izquierda en sus hermosos proyectos” / Fernando Báez

"Los malos no triunfan si no donde los buenos son indiferentes” / José Martí_._,_.___

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Murieron por amor al enfermo sesenta y nueve cubanos internacionalistas

(EL UNIVERSAL), VENEZUELA 

Caracas.- El viceministro de Salud de Cuba, Joaquín García, admitió hoy que 69 médicos cubanos han muerto en siete años en Venezuela en "cumplimiento de su misión" de atender a los sectores más pobres, dentro de un programa de cooperación conjunto, aparentemente en asaltos y otros hechos delictuales.

 

En un acto de conmemoración del séptimo aniversario del comienzo de la misión Barrio Adentro en Caracas, García comparó el programa con la gesta revolucionara del líder cubano Fidel Castro en la Sierra Maestra, reseñó DPA.

 

Dijo que 69 médicos han muerto en el "cumplimiento de su misión" en Venezuela por diversas causas en las zonas del país en las que fueron repartidos.

 

Según el gobierno, a Venezuela han llegado más de 35.000 médicos, enfermeros y maestros cubanos dentro del acuerdo de cooperación entre Caracas y La Habana, que Venezuela compensa con envíos de 100.000 barriles diarios de petróleo y productos refinados.

 

Versiones de prensa dijeron recientemente que alrededor de 1.500 médicos han desertado utilizando las fronteras venezolanas, tres de los cuales intentaron en Estados Unidos una demanda contra Cuba y Venezuela por presunta esclavitud.

 

En el acto aniversario, que fue encabezado por el presidente Hugo Chávez, quien realizó el jueves una visita a La Habana, el viceministro cubano de Salud dijo que los médicos cubanos fueron acogidos como hijos por el pueblo venezolano, tras ser recibidos en las casas en los sectores más pobres del país, según fue diseñado el programa.

 

"En los primeros consultorios, en estrecha relación con el pueblo, los médicos ganaron su confianza, se hicieron fuertes, resistieron y derrotaron las agresiones mediáticas de los opositores, llegando así a su etapa de consolidación", dijo.

 

Por su lado, Chávez reconoció la cifra de médicos caídos en Venezuela, aunque no explicó en que condiciones. Algunas versiones señalaron que los médicos han muerto víctimas de delincuentes, en asaltos u otros hechos violentos.

 

"Han muerto cumpliendo su misión en siete años", indicó el mandatario.

 

Chávez dijo que los médicos que atienden a los pobres tienen rango de "santos" entre el pueblo, así como en Venezuela se considera a José Gregorio Hernández, cuyo caso de beatificación está en el Vaticano.

 

 

 

Abraham Isaías Kohan Hemoterapia Inmunohematologia Hospital Clínicas Hashomer Hatzair

Ojalá algún compañero tenga el correo electrónico de Nestor Kohan y me lo envíe para yo poder saludarlo y acompañarlo en el sentimiento.  Eladio González   toto  

 

Un recuerdo para Abraham Isaías Kohan  

 

Y un día el fuego devoró su fuego.

Ahora sus cenizas igual que las de Shelley

discurrirán en los sitios remotos

donde no está el olvido

Raúl González Tuñón:

Demanda contra el olvido 

Otras veces, cuando han fallecido amigos y compañeros (José Luis Mangieri, Celia Hart, Antonio Alac, Pablo Kilberg, Kiva Maidanik, etc) traté de despedirlos y recordarlos mediante la escritura. (Quizás la escritura sea otra manera de combatir la muerte, de espantar el olvido, de ir tejiendo día a día la memoria que nos mantiene vivos y consolida nuestra identidad). Sus vidas fueron significativas no sólo para ellos o para su pequeño entorno familiar sino para mucha gente.

 

¿Por qué no hacerlo ahora con mi viejo?

 

Después de un cáncer de pulmón que se transformó en metástasis, enfermedad contra la que luchó y que lo consumió en un año y cuatro meses desde que se la detectaron, falleció Abraham Isaías Kohan (1933-2010). Traté de condensar pasajes de su historia de vida política en el documental Sangre Roja. Memorias de un médico comunista, un video de «La Rosa Blindada». Allí él mismo recorre y recuerda medio siglo de militancia acompañado por testimonios de algunos compañeros y compañeras de lucha (PC, PRT). Y de materiales históricos de archivo. Para quienes no hayan visto ese video documental, estas breves líneas.

 

Mi viejo nació en una familia de humildes inmigrantes judíos. Su papá (Wolf) austríaco, su mamá (Sofía) ucraniana. Gran parte de su (mi) familia fue torturada, vejada y asesinada en Austria por los genocidas nazis.

 

A despecho de la tan difundida y nefasta leyenda que siempre habla de que supuestamente, por definición, “todos los judíos son ricos” (mito antisemita machacado por los mismos sectores reaccionarios que desprecian a los negros, a los homosexuales, a los inmigrantes latinoamericanos pobres, etc. y erróneamente asumido como si fuera un punto de vista “progre” por algún que otro lumpen despolitizado e ignorante), Abraham Kohan tuvo una niñez judía con muchas carencias, necesidades y padecimientos materiales. Habitó pensiones y no tuvo vivienda fija. Para decirlo de manera simple: de niño pasó hambre. Literalmente hambre. (Siempre recordaba su infancia diciendo: “nunca tuve un juguete, ni una radio ni nada. Mi hermano Enrique me llevaba comida al colegio nocturno, muchas veces me pasaba todo el día sin comer”). Resabios y tristes recuerdos que nunca terminó de superar. Hasta sus últimos días se abalanzaba sobre la comida con desesperación a la hora de almorzar o cenar. Sus hijos le hacíamos bromas cariñosas diciéndole “Así Mirta Legrand nunca te va a invitar a sus distinguidos almuerzos”. Trabajó desde la escuela primaria y cursó toda la secundaria en Montevideo estudiando de noche, dedicando las principales horas del día a trabajar como repartidor de mercaderías en tiendas. En los tiempos universitarios, ya de regreso en Buenos Aires, estudiaba con libros prestados. Siempre recordaba que no los podía comprar. Rendía materias de medicina después que sus amigos para así poder usar la bibliografía y los apuntes que ellos le pasaban y prestaban.

 

A pesar de esos obstáculos de clase y origen terminó el doctorado en medicina (habitualmente afirmaba con sonrisa burlona que muchos se llaman “doctores” para darse importancia social sin haber realizado ninguna tesis científica). Llegó a presidir la Asociación Argentina de Hemoterapia e Inmunohematología y a dirigir el Servicio de Hemoterapia del Hospital de Clínicas, dependiente de la UBA. Nunca estuvo en la dirección del hospital por decisión propia, para no tener que transigir y agachar la cabeza con el poder ni tener que administrar de manera miserable la falta de insumos y el ahogo presupuestario que por lo menos desde 1966 viene aplastando a ese hospital-escuela. Fue uno de los especialistas que redactó en 1992 los protocolos y normas generales de medicina transfusional que habitualmente se utilizan en Argentina.

 

Sin embargo, aun habiendo llegado a ese nivel científico, vivió hasta su último día vendiendo su fuerza de trabajo y su capacidad científica a cambio de un salario. Otros científicos de su nivel en la especialidad se dedicaron a amasar fortunas, gestionar sus clínicas privadas y, en definitiva, a hacer dinero sin importarles las personas. Abraham Kohan, por el contrario, le dedicó casi medio siglo al Hospital de Clínicas, institución pública y gratuita dependiente de la universidad pública y estatal. Quiso tanto y amó tanto al hospital y a la medicina que a veces tenía actos fallidos y decía “voy a casa” para referirse al hospital. Ayudó y sanó a tanta gente que muchos chicos de Buenos Aires y del interior, fueron bautizados al nacer como “Abraham” o “Isaías” (¡pobres pibes con esos nombres bíblicos...!) en agradecimiento a quien los salvó. Los papás les mandaban después las fotos de sus hijos a medida que iban creciendo. Tenía una carpeta que guardaba con mucho cariño con todas esas fotografías dedicadas y cartas.

 

En política comenzó militando de adolescente en Montevideo, Uruguay (donde vivió casi hasta los 20 años) en el grupo judío socialista Hashomer Hatzair (que significa «La joven guardia»). El mismo grupo  uruguayo donde se formó uno de los comandantes del MLN-Tupamaros Jorge Zabalza. Ese nucleamiento intentaba sintetizar de manera internacionalista judaísmo y comunismo, defendiendo la idea de los Kibbutzim (cooperativas colectivistas con distribución rotativa del trabajo e igualdad completa entre hombres y mujeres). Lejos de Uruguay y Argentina, allá en Europa, Leopold Trepper (conocido por los nazis como “el gran jefe” según relata el libro La orquesta roja de Gilles Perrault) y otros entrañables compañeros comunistas que dirigieron la inteligencia clandestina que derrotó a la elite de la GESTAPO e hirió de muerte durante la segunda guerra mundial a 200.000 soldados nazis, también se iniciaron... en Hashomer Hatzair.

 

Al regresar a la Argentina, Abraham Kohan se incorporó a las juventudes comunistas. Militó en el PC más de cuatro décadas. En el video documental Sangre roja él mismo rememora sus vínculos y relaciones con diversos militantes del campo popular, desde trabajadores anónimos (albañiles, linotipistas, ferroviarios, cocineros, empleados de obras sanitarias, etc) que compartieron la militancia en célula en el barrio de Retiro hasta dirigentes políticos más conocidos como Ernesto Giudici (pensador que escribió numerosos libros de teoría marxista) o sindicalistas clasistas como Agustín Tosco (máximo dirigente del cordobazo) y Antonio Alac (principal dirigente del choconazo), entre otros y otras.

 

Sin dejar de ser un afiliado y un militante del Partido Comunista, durante los años del lopezrreguismo y la dictadura militar de Videla y Massera, Abraham Kohan colaboró y ayudó al PRT-ERP a través de médicos amigos suyos que militaban en la insurgencia. Nunca tuvo pose de «héroe» de las películas, su estilo era ejercer y practicar la solidaridad cotidiana, hablando bajito y sin hacer grandes alardes. Casi como «distraído», mientras sonreía y conversaba de cualquier tema. Y si de películas se tratara, se parecía más a un personaje charleta de Woody Allen que a los musculosos agentes de la CIA, la trilogía Born o MISIÓN IMPOSIBLE.

 

Una compañera del PRT amiga suya me contó, fuera de cámara mientras la filmaba, que cuando le pidió ayuda y colaboración para heridos del ERP... “tu viejo no se hizo el poderoso ni el valiente, simplemente me dijo «quedate tranquila, yo los voy a ayudar»”. Y cumplió de manera sistemática y continuada. Hizo lo que le pidieron no un fin de semana aislado, sino durante dos años aproximadamente. Así de sencillo. Ese gesto aparentemente microscópico pero de enorme significación política que tuvo con la insurgencia guevarista sintetiza, me parece, su visión del mundo y su posición ante la vida, ante los amigos, ante los compañeros. Por eso lo quería y lo quiere tanta gente. Dudó mucho en contar esa colaboración con el PRT-ERP, según me confesó ya internado para morir, “para no perjudicar” (palabras textuales) a los médicos que lo sucederían en el hospital. “Lo que pasa”, me explicaba desde la cama en la que estaba postrado, “es que los que dirigen la medicina son muy gorilas, muy fachos... no lo van a perdonar y se lo van a intentar cobrar con alguien”. Ya cerca de cruzar el límite seguía preocupado por los demás... ¡por hechos que sucedieron hace cuatro décadas!

 

Durante aquellos tiempos agitados y crueles de los años ’70 también alojó y dio refugio en su vivienda de la provincia de Buenos Aires, donde vivía, a militantes clandestinos de la resistencia chilena que venían huyendo del golpe fascista de la CIA y Pinochet.

 

En 1976 comenzaron las amenazas de muerte (si no tengo mal entendido, incluso antes del golpe). Lo llamaban a todos sus trabajos, a su casa. Lo tenían fichado. Tuvo que salir huyendo de su casa y esconderse. Hasta el final, ya cerca de la muerte, cuando lo filmé ocultó donde se refugió cuatro décadas atrás... ¡para no comprometer a sus amigos! Si hay que decirlo con tres palabras, era un buen tipo. Con sus aciertos y sus errores, era fundamentalmente un buen tipo.

 

En esa época tuvo conflictos con su organización, el Partido Comunista (lo amenazaron con expulsarlo dos veces) porque Abraham Kohan cuestionaba la dictadura feroz de Videla, Harguindeguy y otros matarifes de cuarta categoría, perros guardianes de los grandes empresarios. En el video él mismo lo recuerda. A pesar de esos conflictos, él siguió siendo hasta el final un comunista. Nunca renegó. Despreciaba profundamente a los conversos, a los renegados, a los arrepentidos. Tuvo muchas decepciones pero hasta el último día creyó que el capitalismo y el mercado —absolutamente irracionales, egoístas y deshumanizados— no eran la solución para la gente. Siempre daba ejemplos cotidianos de la medicina, su propio campo. Había que apostar más allá del capitalismo. De viejo repetía la frase “es muy difícil cambiar la sociedad, y sobre todo cambiar a la gente, yo no lo voy a ver”. Estaba un poco triste. Pero nunca renegó. “Lo importante es reivindicar”, repetía hasta el cansancio...

 

Terminada la dictadura militar, viajó años más tarde a conocer la medicina socializada de la Revolución Cubana. Se solidarizó también con varios representantes de la izquierda latinoamericana que siempre atendía en forma gratuita (sin preguntar nombres ni documentos...).

 

El último libro donde escribió, ya a finales de la enfermedad, fue una compilación-homenaje al médico Luis Agote que descubrió el uso del citrato de sodio como anticoagulante por primera vez en el mundo permitiendo la transfusión de sangre extracorpórea. Abraham hizo la compilación y redactó la presentación editorial. Le llevaron el libro ya salido de imprenta cuando estaba internado pero no llegó a verlo. Se lo mostramos para que se ponga contento pero ya no podía hablar ni leer.

 

Uno de los últimos libros que llegó a leer antes de morir fue sobre el conflicto israelí-palestino de Pedro Brieger, a quien siempre miraba en la televisión junto con Hinde Pomeraniec.

 

Aun siendo un lector voraz (de medicina, de política) lo que más le agradaba era la oralidad, la conversación y el contacto directo con la gente. Era un conversador incansable, desordenado (a veces caótico) y muy querible.

 

El maestro Hegel escribía hace mucho tiempo que el deseo específicamente humano que define a nuestra especie es el de reconocimiento por parte de los iguales. Es muy probable que mi viejo haya alcanzado esa satisfacción al percibir todo el cariño y el afecto que lo rodeó hasta su último día (hoy, viernes 13 de agosto de 2010). Por suerte lo pudimos acompañar juntos con mi hermano Gustavo (de quien siempre estaba muy orgulloso, ya que siguió sus mismos pasos, también en la medicina) y su novia Mariana. Hasta el último minuto. Esos afectos no sólo fueron nuestros, familiares, del círculo más íntimo. Permanentemente lo llamaban (incluso cuando él ya no podía hablar), lo querían ver o directamente desfilaban los personajes más disímiles (desde médicos y trabajadores de diversos hospitales, hasta viejos militantes, antiguos pacientes, amigos de todos lados, etc), siempre intentando llevarle y mostrarle el reconocimiento por la generosidad y la solidaridad que él tantas veces brindó a los demás a lo largo de toda su vida.

 

Los restos de mi viejo serán cremados mañana en el cementerio de la Chacarita, sábado 14 de agosto, a las 9.30 hs. Pero la verdad es que el ser humano vivo, el sujeto, la persona que nosotros queremos, no está ahí, sino en los recuerdos, el cariño, el amor, las sonrisas, los afectos, el ejemplo, la ética, la historia y fundamentalmente la continuidad de una manera de pensar, de vivir y de actuar todos los días que ojalá se prolongue en las generaciones posteriores.

 

PD: Mientras estaba vivo, le dediqué tres de los libros que escribí. En el último puse la siguiente dedicatoria: “Dedico esta investigación a mi padre, Abraham Isaías Kohan, porque me enseñó y me inculcó desde muy chico, en la vida cotidiana, a “tener conducta” (según sus palabras), a ser coherente entre lo que se dice y lo que se hace, a no transar, a no negociar con los principios, a priorizar siempre los valores de la ética comunista (la solidaridad, la generosidad, la amistad, la lealtad, el compañerismo, el estímulo moral, el hacer lo que se debe sin medir ni calcular)  por sobre la mugre del dinero, el interés mezquino y material, “lo que conviene”, el respeto a lo establecido, el cálculo egoísta, el acomodo personal. ¿Esa ética no es acaso el corazón del marxismo y el antídoto frente a tanta mediocridad?

 

difunden: 1er. Museo Histórico Suramericano " Ernesto Che Guevara "  la  Escuela de  Solidaridad con  Cuba " Chaubloqueo " y el  Centro de  Registro de  Donantes  Voluntarios de  Células Madre -  Irene Perpiñal y Eladio González - directores   calle Rojas 129  local  Capital - AAC 1405 - Buenos Aires - República Argentina  telefax:  4- 903- 3285 Caballito

 

 sonrisa total de frente sin boina

email: museocheguevara@fibertel.com.ar
http://museocheguevaraargentina.blogspot.com/
doná sangre, doná órganos, doná células madre, sé solidario, SÉ VOS.
¡Salven a los argentinos! "las ballenas"

 

viernes 13 de agosto de 2010

Néstor

 

 

Muerte y vida en Argentina pastor de almas

 

Dos Tiempos.

Por Aldo Etchegoyen.

Buenos Aires.

Aproximadamente en 1977 comencé a visitar semanalmente tres presas en la Cárcel de Villa Devoto donde la dictadura militar tenía cautivas unas 300 mujeres condenadas por el régimen sin ley ni derecho, solo por disposición del poder ejecutivo.

Larga espera para entrar, estricta requisa, audiencia limitada en primitivos locutorios, dificultades una y otra vez para ejercer mi derecho de acompañamiento pastoral.

Las dificultades se hicieron muy duras en 1980 donde en una oportunidad tuve que sufrir una indigna requisa por los carceleros.

De regreso a casa, frustrado y  enfurecido escribí un texto apocalíptico que quedó archivado entre mis documentos; nadie publicaría ese año semejante cosa.

Hoy a la luz de los juicios contra los responsables de aquel tiempo de dolor y muerte vuelvo a leerlo:

Visión.

"Y vi un monstruo de muchas cabezas,

Nadie sabe cuántas, porque mandan al monstruo desde la oscuridad.

Nadie las conoce pero el monstruo obedece sus órdenes.

Vi también en el centro de su pecho

el corazón  hecho de oro y su sangre

era dinero que recorría todo su cuerpo.

Mucho dinero  nutría, sus músculos, sus huesos, sus tendones.

 todo se nutría de dinero y el corazón latía con fuerza.

Vi yo que en una mano tenía muchas armas, de todo calibre,

fusiles, revólveres, cohetes, misiles, tanques, aviones, barcos, helicópteros.

 

En otra mano aferraba elementos de tortura

cadenas, picanas, cuerdas, gomas para castigar

cubos de agua para ahogar y mucho más.

 

Con otra mano, porque tenía más de dos,

escribía órdenes de prisión

Para él no vale el tiempo de prisión, un año son cinco,

y cinco pueden ser diez.

 

Con otra escondía los desaparecidos para que nadie supiera de ellos.

Muchos habían sido torturados, otros habían muerto en la tortura,

otros habían sido fusilados o tirados al mar.

 

Con  otra mano distribuía niños nacidos en cautiverio

 o que habían sido robados de sus madres y padres y, al hacerlo,

creía que estaba haciendo bien.

 

Con otra preparaba propaganda, muy bien elaborada,

para esconder toda su maldad y defender su propia seguridad.

 

Luego oí que el monstruo hablaba con voz prepotente y poderosa;

como un general a su tropa, usaba el nombre de Dios y,

parecía que Dios también estaba a sus órdenes.

Decía que él defendía la fe y que Dios lo bendecía.

 

Pero vi también que una cosa no resistía el monstruo:

La Verdad.

La verdad le irritaba y, cuando la verdad era dicha, todo su ser se sacudía.

Sólo la verdad le aterraba, ninguna otra cosa temía,

Porque la mentira era su escudo.

 

Vi todo esto y desperté...y fue mi oración  Que la Verdad; Oh Dios !

resuene como impetuoso río....Entonces el monstruo caerá

desintegrado.

 Y habrá libertad."

 La Verdad ha llegado y de su mano también la justicia sin venda en sus ojos.

Ha llegado con ojos bien abiertos

Justicia imparcial que respeta la ley y el derecho, que mira de frente los hechos aberrantes y los condena, no con rencor sino con justa vara igualitaria.

Justicia que es fruto de la Memoria que no petrificó el pasado en olvido.

Memoria que grita en las voces valientes y conmovidas de hombres y mujeres que dan testimonio del horror hecho tortura, desaparición forzada, muerte y dolor.

Esas voces gritan la verdad del horror que recorrió el país con total impunidad al amparo del poder que sembró sufrimiento y lágrimas.

Llegó la Verdad de la mano de la Justicia, es posible seguir andando con esperanza porque sin verdad ni justicia la esperanza desaparece.

La Verdad y la Justicia hoy se dan  la mano en nuestro país para juntas vencer la impunidad.

Lo  celebramos!+ (PE)

(*) Aldo M. Etchegoyen, Obispo (E)  Iglesia Evangélica Metodista Argentina. Co-Presidente de la APDH. Vice- Presidente de la Com. Provincial por la Memoria.

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100817

 

 

 

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