sábado, 30 de octubre de 2010

Joaquín Miserable Sola La Nación sin Kirchner

 

A LOS MISERABLES

(Respuesta a un editorial de Joaquín Morales Sola en el Diario La Nación)

 

Con el cuerpo sin vida pero aun caliente del ex presidente Néstor Kirchner, una de las plumas principales del diario La Nación, Joaquín Morales Sola, escribió un editorial, que seguramente quedará en la historia, en la historia negra de la Argentina.  por la bajeza y miserabilidad de su contenido.

 

Néstor Kirchner, como ser humano y como dirigente político, seguramente fue, como todos, una combinación de virtudes y defectos.  Sus actos podrán ser observados, en lo inmediato y en el futuro, con espíritu critico por su contenido positivo o negativo, según quién lo mire, y no hay duda que así será porque su trayectoria como militante, como político y como gobernante no puede ignorarse.

 

Habrá seguramente dos enfoques, uno que provendrá de los sectores de la derecha, de los factores de poder más reaccionarios, de los grupos económicos concentrados, de los dueños de los medios de difusión y de toda la lacra política que históricamente hegemonizaron la vida económica, política y social de la Argentina para ponerla al servicio de los intereses de unos pocos, tanto al interior del país como de quienes nos colonizaron y dominaron por décadas.

 

El otro enfoque provendrá de los sectores democráticos, populares, nacionales y antiimperialistas que observarán la trayectoria, el pensamiento y las acciones del ex presidente, también con un espíritu critico pero no para retroceder al pasado sino para afianzar y defender lo conquistado e impulsar su profundización.

 

En este último sector me ubico, en la comprensión que ese debate, que se concentra en evaluar lo logrado y sumar fuerzas para seguir avanzando, va a ir dándose naturalmente, en la medida que el shock que causó el deceso del ex presidente vaya atenuándose con el tiempo   

 

Morales Sola es expresión cabal del primer grupo, con un nivel deplorable y mentiroso, pero que trasunta el espíritu de clase de esos sectores, alarmados por el camino recorrido por el pueblo pero aún más por la decisión de este de llegar mucho más adelante en la construcción de otro país. Como las fieras, han olido sangre, quizás alguna debilidad y se lanzan sobre su presa para acabarla.

 

Morales Sola vuelve a caracterizar al ex presidente como un dictador, como si a los argentinos nos faltaran ejemplos de dictadores para comparar, para ello lo caracteriza como un ninguneador de ministros, gobernadores, legisladores, a intendentes y hasta del poder judicial para llegar finalmente, porque allí va el tiro final, a la actual Presidenta de la Nación.

Sin reparo alguno Morales Sola trata a Kirchner de mentiroso, de no tener amigos y si los tenía, convertirlos rápidamente en enemigos, de provocador, irascible, oportunista y otros calificativos por el estilo. Su editorial baja al nivel de los programas de chismes que pululan en la TV argentina para opinar sobre las “discusiones y discordias” con su esposa.

 

Recuerda, uno de los hechos más positivos y trascendentes de Kirchner como Presidente: el rechazo a la imposición del ALCA a los países de América Latina que se dio en Mar del Plata. Su alianza con Chávez para lograrlo. El cachetazo no solo a Bush sino a los propios EE.UU., hecho que inauguró una nueva era en nuestro continente, era de mayor independencia del imperio y que diera lugar más tarde a la creación del UNASUR. Pero, por que no puede ignorar la enorme trascendencia del hecho trata de desvalorizarlo calificando esta acción como una mera maniobra oportunista por la “baja en la popularidad” del presidente norteamericano.

 

Para ser objetivos, hay que revisar la historia Argentina con mucho detenimiento para encontrar otra actitud de independencia nacional de esta magnitud de parte de algún otro gobierno nacional, actitud que, además, con luces y sombras, tuvo continuidad en el tiempo. Esto es lo que le duele a los dueños de la pluma de Morales Sola.

“El mundo fue siempre lejano e impenetrable para él” afirma el columnista, queda claro que, el mundo a que se refiere M.S. es al de las relaciones carnales con los EE.UU., con la Europa que gira a la derecha violentamente, el de “si mi amo” a los dictados del FMI, etc.

 

Critica los “amigos arbitrarios” de Kirchner y pone en la lista a Hebe de Bonafini, a Delia, a Moyano que “son rechazados por una inmensa mayoría social”. En realidad lo que quiere decir es que hay que terminar con la política de derechos humanos, con la atención a los reclamos de las organizaciones sociales o del movimiento obrero.

La declaración de M.S. deja claro, como lo hizo un día antes Rosendo Fraga, cual es el programa de gobierno que debe llevar adelante Cristina Fernández si quiere sobrevivir e incluso ser reelegida, explicita todas y cada una de las cuestiones principales que debe reveer para “enderezar” al país, para terminar con la “confrontación”. Amíguese con la gran burguesía rural, con el “empresariado”, con los dueños de los grandes medios de comunicación hegemónicos y sobre todo, no toque uno solo de sus intereses.

Pero al final, M.S. pone la frutilla sobre la crema de esta repugnante torta que fabricó, miente alevosa y descaradamente sobre una supuesta encuesta nacional fantasma y un diálogo entre el encuestador y el ex presidente con “datos” que contrastan con, por lo menos, media docena de encuestas publicadas y una conclusión, que mucho más que eso, es un deseo: “esto está terminado” inevitablemente.

 

Para concluir, el final dramático, el que avecina el futuro, el que desean y para el que trabajan los dueños de la pluma de M.S.: “Una vida sin poder no era vida para Néstor Kirchner, Por eso, quizás, su vida y su poder se apagaron dramáticamente enlazados. El final del poder era para Kirchner, el final de la vida.”

 

Esta claro que en la Argentina se avecinan tiempos, por lo menos, complicados. Juega a favor la masiva movilización popular unitaria de apoyo o valoración al rumbo impreso tanto por Kirchner como por la Presidenta, la convicción de que Cristina Fernández no es una dirigente política fácil de arrear, que hay una inmensa fuerza aun dispersa que proviene de distintas culturas y convicciones políticas dispuestas no solo a cerrarle el camino a la derecha sino a avanzar en el camino de la liberación nacional y social.

 

Pero también hay que ser concientes de las dificultades que se presentarán de manera inmediata. Ya hay un sector, no pequeño, de la derecha del PJ, los herederos del menemismo, que intentarán el “abrazo del oso” y a la par seguirán tejiendo, con el resto del “grupo A”, todas las trabas posibles a cualquier proyecto político popular. Son los mismos que avanzaron un casillero con el asesinato a Mariano Ferreira.

 

Hay un stablishment económico, que a pesar de haber ganado fortunas con el crecimiento económico del país también ve preocupado las perspectivas de ese camino de liberación abiertas para los sectores populares de la Argentina e intentará clausurarlas, hay poderosos intereses económicos, políticos y mediáticos afectados por las políticas en curso y le temen a su profundización y está el imperialismo, el enemigo principal, que ha iniciado una contraofensiva para revivir su dominio en el “patio trasero” que logró un triunfo en Guatemala, que intento terminar con los procesos populares en Bolivia, en Venezuela y el Ecuador.

 

Conviene no subestimar al enemigo.

 

Es la hora del acuerdo amplio de contenido transformador, es la hora de la unidad de acción de las fuerzas verdaderamente democráticas y populares,  es la hora para seguir avanzando concientes que detenernos o retroceder sería fatal.      

                  

                                                         Alberto Rodríguez

                                      Secretario de la Asociación Taxistas de Capital