lunes, 24 de noviembre de 2014

ALBA cumple diez hermosos años de independencia americana canal de Nicaragua Amazonia Museo Che Guevara Chaubloqueo argentina barrio Caballito Buenos Aires

Miremos lo esperanzador que esta ocurriendo en nuestra américa

 

Por Luis Britto García

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Durante nuestras guerras de independencia todos los próceres formularon proyectos de unidad latinoamericana y caribeña, pero durante los doscientos años consecutivos  todas las iniciativas de integración fueron manejadas por nuestros adversarios. Resumamos una larga historia. En 1826 se van disipando  los dos proyectos claves del Libertador: el Congreso Anfictiónico de Panamá, y el plan de liberación de las Grandes Antillas del Caribe. Hay una vital conexión entre ambos. Bolívar prevé desde mucho antes el trazado de un canal de Panamá, donde, en su concepto "bien podría situarse la capital del mundo". Ese canal habría colocado la llave de la conexión entre los océanos Pacífico y Atlántico, primero, en manos de la Gran Colombia; en definitiva, en poder de la confederación americana que se forjara precisamente en Panamá. El dominio de ese prodigioso paso de comunicación entre las dos mitades del mundo requería un Caribe independiente, una Cuba, un Puerto Rico, un Santo Domingo, un Haití, unas Antillas menores libres, que no sirvieran de instrumento a la Santa Alianza ni a ninguna otra potencia para bloquear la comunicación entre mundos.

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Contra este proyecto latinoamericanista y caribeño opone Estados Unidos desde ese entonces la doctrina del Destino Manifiesto: Cuba y las Antillas deben caer como por gravitación en poder de la potencia norteña. Para ello, la Guerra de Independencia de Cuba ha de ser intervenida en 1898 para colocar a la isla bajo el protectorado de la Enmienda Platt, y a Puerto Rico en la condición de Estado Libre Asociado, vale decir, colonia; y otra intervención estadounidense favorece en 1903 la independencia de Panamá. Poco antes, en 1890, comienza  Estados Unidos el proceso de creación de la Unión Panamericana, una organización para mantener bajo su hegemonía a  los países latinoamericanos y caribeños  cuya sede, significativamente, es instalada en Washington en 1905, y cuyo edificio, más significativamente todavía, es ocupado por la Organización de Estados Americanos desde su creación en 1948. Las Conferencias Interamericanas sirven desde entonces para legitimar las intervenciones estadounidenses, como la que se lanza contra Guatemala en 1954. A partir de allí,  casi todas las organizaciones de integración latinoamericanas están bajo la influencia y el financiamiento, cuando no la directa autoridad estadounidense. Así transcurren dos siglos. Apenas  en 1991 el Mercosur, constituido actualmente por Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Venezuela, Bolivia y Ecuador, plantea algún desafío a la hegemonía económica de la potencia norteña.

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El presidente Hugo Chávez Frías propuso  en la III Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe, realizada en Margarita en 2001, los principios rectores de una integración de América Latina y el Caribe fundamentada en la justicia y la solidaridad entre los pueblos, con el auspicioso nombre de ALBA o Alternativa Bolivariana para las Américas. Según expresó el mandatario venezolano, "Es hora de repensar y reinventar los debilitados y agonizantes procesos de integración subregional y regional, cuya crisis es la más clara manifestación de la carencia de un proyecto político compartido. Afortunadamente, en América Latina y el Caribe sopla viento a favor para lanzar el ALBA como un nuevo esquema integrador que no se limita al mero hecho comercial sino que sobre nuestras bases históricas y culturales comunes, apunta su mirada hacia la integración política, social, cultural, científica, tecnológica y física" (Colussi, Marcelo: "ALBA: Una alternativa real para Latinoamérica: de la integración neoliberal a la integración popular y solidaria"; Rebelión, 30-3-2005).

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El primer paso del ALBA se concreta tres años más tarde con la suscripción de una "Declaración sobre el Alba" y de un "Acuerdo entre el presidente de la República Bolivariana de Venezuela y el presidente del Consejo de Estado de Cuba para la aplicación de la Alternativa Bolivariana para las Américas" en La Habana el 14 de diciembre de 2004. Hace una década, dos hombres se reúnen para asumir los planes de integración latinoamericana y caribeña de nuestros próceres bajo "un proyecto político compartido". Son los mandatarios, significativamente, del primero y del último de nuestros países en obtener su Independencia. De la colaboración entre Fidel Castro Ruz  y Hugo Chávez Frías surge la Alternativa Bolivariana para Nuestra América, hoy Alianza Bolivariana de los pueblos de  América. En ese entonces podría parecer un desafío desesperado, como el de los patriotas que enfrentaron al que había sido el más grande imperio del mundo. Por lo pronto, el ALBA es un amanecer de la esperanza. Bajo su inspiración, es derrotado en 2005 el ALCA, el Área de Libre Comercio para las Américas, que pretendía reservar para Estado Unidos el tráfico con la Cuarta Parte del Mundo. Es la más grande derrota diplomática de la Gran Potencia del Norte, pero no la última.  

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De inmediato, el ALBA parece constituirse en preámbulo de organismos de integración tales como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, (CELAC) constituida en 2010 con todos los países americanos, a excepción de Canadá y Estados Unidos; una Comunidad de 33 países latinoamericanos y del Caribe, con 540 millones de personas sobre 20 millones de kilómetros cuadrados; una unión regional que posee los mayores recursos naturales del mundo y en su conjunto podría ser considerada como la tercera economía del mundo. También el ALBA es prólogo de la Unión de Naciones del Sur, Unasur, constituida en 2011 con 14 países de América del Sur,  El sueño de Bolívar de una América Latina y el Caribe integrados está en vías de cumplimiento.

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Parecería el ALBA sobrepasada por estas uniones colosales a las cuales ha servido de prólogo. Examinemos algunas cifras para contemplar la situación en perspectiva. ALBA es una unión de 9 países, con dos más en proceso de incorporación; casi la tercera parte de los 33 que integran la extensa CELAC. Su territorio cubre en total 2.513.337 kilómetros cuadrados poco más de un décimo de los 22.222.000 que abarcan toda América Latina y el Caribe. Actualmente, la población de la Alianza Bolivariana es de 69.513.221 habitantes; bastante más de la décima parte de los 605.353.428 que pueblan el total de Nuestra América.

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Estas cifras encierran una muestra significativa de la caribeñidad y la latinoamericanidad. En los países de la región distinguió Darcy Ribeiro entre sociedades testimonio, con significativos grupos de la población ligados a los idiomas y los usos precolombinos; sociedades trasplantadas, en las cuales una mayoría descendiente de inmigrantes europeos intenta mimetizar la cultura del Viejo Mundo, y sociedades nuevas, en las cuales el mestizaje étnico y cultural infunde una poderosa dinámica abierta al cambio, a la renovación y por momentos a las revoluciones. En el ALBA hay por lo menos dos sociedades testimonio, Ecuador y Bolivia, con significativos porcentajes de población indígena que conservan sus culturas y formas de vida. El resto, incluidas Cuba, Nicaragua, Venezuela y las naciones caribeñas, son sociedades nuevas, con dinámicos procesos de mestizaje y transformación social. No es raro que por lo menos en cuatro de ellas avancen procesos revolucionarios que han cambiado, no sólo los órdenes internos, sino las orientaciones de la política de la región.

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Igualmente significativa es la geografía de la Alianza. El ALBA incluye por lo menos tres países andinos, Venezuela, Ecuador y Bolivia, con participación en los problemas y oportunidades que plantea la región cordillerana, alguna vez unida bajo la Comunidad Andina de Naciones, hoy desbaratada por los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos. Esos tres países son asimismo amazónicos, con extensos territorios, recursos e intereses en la Amazonia, que acumula parte significativa del bosque tropical, la biodiversidad y los recursos hídricos del planeta. Tres de ellos, Venezuela, Ecuador y Bolivia, poseen el potencial nada despreciable de significativos recursos de energía fósil, gerenciados por empresas de propiedad nacional; Venezuela dispone de las mayores reservas del planeta. Dos países, Ecuador y Nicaragua, pertenecen a la vertiente del Pacífico, nuevo eje de la economía mundial, y otro de ellos, Bolivia, mantiene una justiciera reclamación por la recuperación de la salida a dicho Océano. Nicaragua ostenta una privilegiada situación, con costas en el Atlántico y el Caribe: es la sede prevista para un segundo canal interoceánico, cuya importancia estratégica y económica sería equiparable al de Panamá, y rompería el virtual dominio sobre el paso entre océanos hasta el presente ejercido en forma directa o indirecta por Estados Unidos. Honduras, miembro del ALBA entre 2008 y 2009, también presenta salidas a ambos océanos. Los restantes países del ALBA son caribeños. Sus votos han sido decisivos en varias conflictivas discusiones en los organismos internacionales. Sus puertos pueden ser enormes emporios cuando el segundo canal interoceánico amplíe y potencie el tráfico marítimo con el Pacífico y con las economías dominantes del mundo, ahora con costas en él.

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Esto replantea el gran proyecto geopolítico de Bolívar. Un nuevo paso entre océanos, al servicio de países progresistas y productores de energía fósil situados estratégicamente entre ambos cuerpos de agua constituye un bloque de poder de decisiva  influencia en la nueva configuración del mundo. En estos diez años, prestando oídos a repetidos llamamientos de Hugo Chávez Frías y de los restantes mandatarios de la unión, el ALBA ha integrado casi un país por año. Sus relaciones con las grandes organizaciones regionales, Mercosur, la Celac, Unasur, son más que cordiales. El ALBA es en la actualidad factor decisivo en las relaciones del hemisferio.

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Si son innegables los poderes económicos y estratégicos del ALBA, no es menos significativa su proyección política y cultural. Por lo menos en cuatro de sus países, Cuba, Bolivia, Ecuador y Venezuela, avanzan procesos revolucionarios que han abierto perspectivas para la autonomía y la independencia de Nuestra América. En otro de sus países, Honduras, el avance de un proceso progresista fue interrumpido en 2009 por un brutal golpe de Estado manejado desde la base estadounidense de Palmasola. El ALBA es el patente ejemplo de que se puede promover exitosamente proyectos revolucionarios en democracia, con impresionantes avances en el campo económico y social, y rompiendo el bloqueo que el imperialismo usualmente impone a tales proyectos.

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Puesto que hay una simetría entre los proyectos socialistas comprendidos en el ALBA y la política exterior que éstos proponen en su Alianza. Largo sería detallar sus propósitos, principios y logros. Reiteremos apenas algunos puntos básicos.

Para alcanzar sus objetivos, el Alba se guía por los siguientes principios y bases cardinales:

1.- El comercio y la inversión no deben ser fines en sí mismos, sino instrumentos para alcanzar un desarrollo justo y sustentable, pues la verdadera integración latinoamericana y caribeña no puede ser hija ciega del mercado, ni tampoco una simple estrategia para ampliar los mercados externos o estimular el comercio. Para lograrlo, se requiere  una efectiva participación del Estado como regulador y coordinador de la actividad económica

2.- Trato especial y diferenciado, que tenga en cuenta el nivel de desarrollo de los diversos países y la dimensión de sus economías, y que garantice el acceso de todas las naciones que participen en los beneficios que se deriven del proceso de integración.

3.-La complementariedad económica y la cooperación entre los países participantes y no la competencia entre países y producciones, de tal modo que se promueva una especialización productiva, eficiente y competitiva que sea compatible con el desarrollo económico equilibrado de cada país, con las estrategias de lucha contra la pobreza y con la preservación de la identidad cultural de los pueblos

4.- Cooperación y solidaridad que se exprese en planes especiales para los países menos desarrollados en la región, que incluya un Plan Continental contra el Analfabetismo, utilizando modernas tecnologías que ya fueron probadas en Venezuela; un plan latinoamericano de tratamiento gratuito de salud a ciudadanos que carecen de tales servicios y un plan de becas de carácter regional en las áreas de mayor interés para el desarrollo económico y social.

5.- Creación del Fondo de Emergencia Social, propuesto por el Presidente Hugo Chávez en la Cumbre de los Países Sudamericanos, celebrada recientemente en Ayacucho.

6.- Desarrollo integrador de las comunicaciones y el transporte entre los países latinoamericanos y caribeños, que incluya planes conjuntos de carreteras, ferrocarriles, líneas marítimas y aéreas, telecomunicaciones y otras.

7.- Acciones para propiciar la sostenibilidad del desarrollo mediante normas que protejan el medio ambiente, estimulen un uso racional de los recursos e impidan la proliferación de patrones de consumo derrochadores y ajenos a las realidades de nuestros pueblos.

8.- Integración energética entre los países de la región, que asegure el suministro estable de productos energéticos en beneficio de las sociedades latinoamericanas y caribeñas, como promueve la República Bolivariana de Venezuela con la creación de Petroamérica.

9.- Fomento de las inversiones de capitales latinoamericanos en la propia América Latina y el Caribe, con el objetivo de reducir la dependencia de los países de la región de los inversionistas foráneos. Para ello se crearían, entre otros, un Fondo Latinoamericano de Inversiones, un Banco de Desarrollo del Sur, y la Sociedad de Garantías Recíprocas Latinoamericanas.

10.- Defensa de la cultura latinoamericana y caribeña y de la identidad de los pueblos de la región, con particular respeto y fomento de las culturas autóctonas e indígenas. Creación de la Televisora del Sur (TELESUR) como instrumento alternativo al servicio de la difusión de nuestras realidades.

11.- Medidas para que las normas de propiedad intelectual, al tiempo que protejan el patrimonio de los países latinoamericanos y caribeños frente a la voracidad de las empresas transnacionales, no se conviertan en un freno a la necesaria cooperación en todos los terrenos entre nuestros países.

12.- Concertación de posiciones en la esfera multilateral y en los procesos de negociación de todo tipo con países y bloques de otras regiones, incluida la lucha por la democratización y la transparencia en los organismos internacionales, particularmente en las Naciones Unidas y sus órganos.

En virtud de lo cual, el ALBA se organiza en función de un conjunto de principios rectores, que, citados in extenso, son los siguientes:

1. La integración neoliberal prioriza la liberalización del comercio y las inversiones.

2. La Alternativa Bolivariana para América Latina (ALBA) es una propuesta que centra su atención en la lucha contra la pobreza y la exclusión social.

3. En la propuesta del ALBA se le otorga una importancia crucial a los derechos humanos, laborales y de la mujer, a la defensa del ambiente y a la integración física.

4. En el ALBA, la lucha contra las políticas proteccionistas y los ruinosos subsidios de los países industrializados no puede negar el derecho de los países pobres de proteger a sus campesinos y productores agrícolas.

5. Para los países pobres donde la actividad agrícola es fundamental, las condiciones de vida de millones de campesinos e indígenas se verían irreversiblemente afectados si ocurre una inundación de bienes agrícolas importados, aún en los casos en los cuales no exista subsidio.

6. La producción agrícola es mucho más que la producción de una mercancía. Es la base para preservar opciones culturales, es una forma de ocupación del territorio, define modalidades de relación con la naturaleza, tiene que ver directamente con la seguridad y autosuficiencia alimentaria. En estos países la agricultura es, más bien, un modo de vida y no puede ser tratado como cualquier otra actividad económica.

7. ALBA tiene que atacar los obstáculos a la integración desde su raíz, a saber:

a. La pobreza de la mayoría de la población;

b. Las profundas desigualdades y asimetrías entre países

c. Intercambio desigual y condiciones inequitativas de las relaciones internacionales

d. El peso de una deuda impagable

e. La imposición de las políticas de ajuste estructural del FMI y el BM y de las rígidas reglas de la OMC que socavan las bases de apoyo social y político

f. Los obstáculos para tener acceso a la información, el conocimiento y la tecnología que se derivan de los actuales acuerdos de propiedad intelectual; y,

g. Prestar atención a los problemas que afectan la consolidación de una verdadera democracia, tales como la monopolización de los medios de comunicación social

8. Enfrentar la llamada Reforma del Estado que solo llevó a brutales procesos de desregulación, privatización y desmontaje de las capacidades de gestión pública.

9. Como respuesta a la brutal disolución que éste sufrió durante más de una década de hegemonía neoliberal, se impone ahora el fortalecimiento del Estado con base en la participación del ciudadano en los asuntos públicos,

10. Hay que cuestionar la apología al libre comercio per se, como si sólo esto bastara para garantizar automáticamente el avance hacia mayores niveles de crecimiento y bienestar colectivo.

11. Sin una clara intervención del Estado dirigida a reducir las disparidades entre países, la libre competencia entre desiguales no puede conducir sino al fortalecimiento de los más fuertes en perjuicio de los más débiles.

12. Profundizar la integración latinoamericana requiere una agenda económica definida por los Estados soberanos, fuera de toda influencia nefasta de los organismos internacionales  (http://www.alternativabolivariana.org/).

De lo expuesto se concluye que el ALBA no está planteada en forma alguna como un espacio libre de trabas para la acción de las fuerzas del capital, sino como un ámbito en el cual los Estados de manera deliberada harán valer sus potestades como representantes de los pueblos para garantizar a éstos las mejores condiciones para un desenvolvimiento económico, social y cultural integrado. Y en efecto, hemos visto que la mera integración comercial produce irremisiblemente el avasallamiento de las economías de menor tamaño y grado de desarrollo por las mayores y más desarrolladas. La implantación del TLC significó la subordinación de las economías de Canadá y México a la de Estados Unidos; la creación del Mercosur reportó decisivas ventajas a la economía brasileña en comparación con la de Argentina, y así sucesivamente. Si América Latina y el Caribe quieren unirse, deben  romper este circuito en el cual integración significa subordinación e intensificación de las asimetrías.

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La respuesta estadounidense no se hace esperar. Marcelo Colussi cita la expresión del ex secretario de Estado adjunto para asuntos del Hemisferio Occidental Otto Reich, quien en 2005 califica a Fidel Castro y a Chávez como "los dos terribles de América Latina" en la derechista National Review, y especifica que "Hay una alianza izquierdista y populista en la mayor parte de América del Sur. Esta es una realidad que los políticos de Estados Unidos deben enfrentar, y nuestro mayor desafío es neutralizar el eje Cuba-Venezuela" (Colussi, Marcelo: "ALBA: Una alternativa real para Latinoamérica: de la integración neoliberal a la integración popular y solidaria"; Rebelión, 30-3-2005).

Imposible le ha sido al Imperio durante medio siglo neutralizar a Cuba: podría encontrar más difícil neutralizar una alianza que comprende el decisivo poderío energético venezolano, ecuatoriano y boliviano y las poderosas fuerzas sociales que emergen en el continente,  que en definitiva podrían consolidar las restantes potencialidades latentes de América Latina y el Caribe.

 

  

 

 

Lic. Rosa Cristina Báez Valdés "La Polilla Cubana"
Moderadora Lista Cuba coraje, miembro de Red Social
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Sierra Leona hasta Victorville Gerardo Hernández héroe preso en EEUU Rocteh Rios Molina voluntario contra el Ebola en Africa Felix Baez Almeida Alicia Jrapko Chaubloqueo Museo Che Guevara Buenos Aires

Un puente de amor desde Sierra leona hasta Victorville

 

Por Marlene Caboverde Caballero

Cuando supe que el médico de Jaruco, Rocteh Ríos Molina formaba parte de la Brigada Internacional Henry Reeve que enfrenta la epidemia del Ébola en Sierra Leona tuve la certeza de dos cosas: la primera que era un orgullo para este pueblo que uno de sus hijos estuviera insertado en esa obra de infinito amor, y lo segundo que se trataba de un héroe más de la Patria y como tal era preciso que entre él y Gerardo Hernández, uno de los Cinco surgiera y se consolidara una gran amistad.

Así se lo propuse primero a Rocteh, quien aceptó gustoso, y después a mi suerte de ángel y puente, Alicia Jrapko del Comité Internacional a favor de los Cinco en los Estados Unidos, quien mantiene permanente correspondencia con nuestro Gerardo y además lo visita periódicamente en la prisión de Victorville en California junto a su esposo, el fotógrafo y activista Bill Hacwell.

Alicia se entusiasmó con la idea, que gracias a ella comienza a dar frutos pues en la mañana de este lunes 24 de noviembre recibí el primer mensaje de Gerardo al médico jaruqueño.

Espero que este enlace sirva para fortalecer a los 165 colaboradores cubanos que retan a la muerte segundo a segundo en Sierra Leona y a los restantes que laboran en otros países de África Occidental donde es terrible el alcance del virus del Ébola.

Antes de compartir las palabras de Gerardo, quiero enfatizar que los galenos cubanos en Sierra Leona están pendientes de la evolución de Félix Báez, médico que contrajo el virus del Ébola y que ahora recibe tratamiento en Ginebra. Según un mensaje enviado por el doctor Rocteh Ríos Molina, “los dos compañeros que estaban en funciones de trabajo junto a Félix Báez, Luis Escalona y Felipe Delgado son chequeados constantemente y se vigila el más mínimo síntoma que pueda aparecer de forma constante. Están bien los dos, y si no aparece nada a los 21 días, tiempo máximo de incubación pues se les da de alta y se reincorporan al trabajo.” También expresó en su mensaje más reciente: “COMO DIJO ALMEIDA: AQUI NO SE RINDE NADIE. VINIMOS 165 A SIERRA LEONA Y NOS VAMOS LOS 165 SANOS Y SALVOS. ESA ES NUESTRA CONSIGNA”.

 

 

Mensaje de Gerardo Hernández Nordelo, uno de los Cinco, al doctor de Jaruco Rocteh Ríos Molina, Especialista en Medicina Interna y miembro de la Brigada Internacional Henry Reeve que enfrenta la epidemia del virus del Ébola en Sierra Leona.

 

Querido hermano Rotceh:

 

Pude leer la nota que le escribiste a Marlene. Te agradezco tus palabras, y me alegra mucho tener esta oportunidad de enviarte un saludo. Desde que se dio a conocer la noticia de la partida de brigadas medicas cubanas hacia Africa Occidental para combatir la epidemia de Ebola, hemos tratado de mantenernos informados sobre la extraordinaria labor que nuestros compatriotas han estado realizando. Por estos dias prestamos especial atencion al estado de salud del doctor Felix Baez, cuya evolucion, afortunadamente, parece ser satisfactoria. No creo que pueda contar con una via mas directa, asi que aprovecho estas lineas para tratar de hacer llegar a Felix nuestros mejores deseos por su pronta y total recuperacion.

 

En no pocas oportunidades, a lo largo de estos anos, a Los Cinco nos han preguntado en que nos inspiramos para resistir tanto tiempo de injusta prision, tan lejos de Cuba y de nuestros familiares. Aun antes de presentarse la actual crisis con el Ebola, siempre mencionabamos la actitud los medicos y demas internacionalistas cubanos como fuente importante de aliento, de orgullo, y de inspiracion para nosotros.

 

Ahora, con esa leccion extraordinaria de heroismo que ustedes estan dando al mundo, nos sentimos aun mas orgullosos, y no alcanzarian las palabras para expresarles cuanto nos fortalecen con su ejemplo. Ustedes son hoy nuestros heroes!. A todas las companeras y companeros que integran las brigadas medicas cubanas en Africa Occidental, les expresamos nuestra inmensa admiracion, y les pedimos que se cuiden mucho. Se que algun dia, cuando ustedes hayan ganado esa batalla por el bien de la humanidad, y cuando para Los Cinco se haya hecho justicia, tendremos la oportunidad de abrazarnos en la patria.

 

Exitos, hermanos!

Hasta La Victoria Siempre!

 

Gerardo Hernandez Nordelo

Prision Federal de Victorville

California. Noviembre 21, 2014.

 

 

 

 

 




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James Carter reconciliador Fuga cerebros cubanos ELAM médicos para el mundo Sergio Lapegue Baby Etchecopar Mariano Grondona Chaubloqueo Caballito

 

 

Por Cuba con emisiones periódicas le lleva la información del acontecer internacional relacionado con nuestro país y las batallas que libra por su pueblo y su soberanía; contiene espacios noticiosos y de opinión, seleccionados de medios de prensa internacional o generados desde nuestro país.  ISSN 1819-4044

 

 

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Año 12 Número 94 | Fecha 2014-11-18

TITULARES

 

Opinión

CARTER: “MOVERNOS MÁS RÁPIDAMENTE HACIA UNA RECONCILIACIÓN”  por Elier Ramírez Cañedo

LA FUGA DE CEREBROS EN CUBA, CORTESÍA DE EE.U. 

NEGOCIACIONES SIN CONDICIONES PREVIAS por Manuel E. Yepe

LA ELAM CUMPLE 15 AÑOS FORMANDO MÉDICOS PARA GRAN PARTE DEL MUNDO por Paco Azanza Telletxiki

¡SI FUERA EN CUBA! por José Manzaneda

 

 

Opinión

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CARTER: “MOVERNOS MÁS RÁPIDAMENTE HACIA UNA RECONCILIACIÓN”

por Elier Ramírez Cañedo

Progreso Semanal continúa hoy la segunda parte del artículo cuyo título original es “Fidel, Carter y las misiones secretas de Paul Austin“ y que comenzamos a publicar en el día de ayer. Elier Ramírez Cañedo, su autor, aborda aquí el segundo viaje de Paul Austin a Cuba, enviado por el entonces presidente James Carter para una misión “muy confidencial” de diálogo con Fidel Castro, que buscaba “movernos más rápidamente hacia una reconciliación Estados Unidos-Cuba”, según comentó Carter años después.

Segundo viaje

En febrero de 1978, Carter, exasperado con la presencia militar cubana en África y las implicaciones de la misma en la confrontación global con la URSS, aprovechó el nexo establecido por Paul Austin con Fidel y lo envió a La Habana en una importante misión. Lo acompañaría nuevamente su ayudante Ted Circuit. Austin tenía cierta experiencia en este tipo de misiones extraoficiales, pues Carter le había encomendado a inicios de 1977 reunirse con el presidente de Egipto, Anwar Sadat, para sostener amplias e importantes conversaciones.

El 3 de febrero, el presidente estadounidense escribió en su diario: “Paul Austin me visitó. Nosotros lo estamos enviando de manera muy confidencial a una importante misión en Cuba”.

Años después, recordando aquel hecho y con el objetivo de publicar su diario, Carter añadió el siguiente comentario: “Quería que Paul, como un ciudadano privado, explorara con Castro la posibilidad de movernos más rápidamente hacia una reconciliación Estados Unidos-Cuba. Yo había levantado las restricciones a los viajes, pero Cuba estaba todavía militarmente involucrada en varios países africanos. El embargo económico estaba lastimando al pueblo cubano, no a Castro, y allí había una potencial ventaja estratégica en alejar a Cuba de la Unión Soviética”.

El 25 de febrero el líder cubano recibió el mensaje de Carter de manos de Paul Austin. El documento decía lo siguiente:

“He pedido al Sr. Paul Austin, quien es un amigo de confianza y asesor, que hable con usted acerca de ciertos asuntos que son de gran importancia para mí y la relación entre nuestros dos países. Como usted conoce, he esperado que sea posible para usted y para mí movernos hacia la plena normalización de las relaciones, y me gustaría ver progresos eliminando los obstáculos que impiden el movimiento hacia delante. (claramente se estaba refiriendo a la necesidad del retiro de las tropas cubanas de África) El Sr. Austin tiene toda mi confianza y está completamente familiarizado con mi forma de pensar. Nadie estaría mejor calificado que él para representarme en esta misión, y le pido trasmita a él cualquier idea que pueda tener”.

El líder de la Revolución Cubana respondería cordialmente:

“Con gran aprecio recibí su nota personal. Agradezco mucho el gesto y valoro altamente la forma en que usted decide, a diferencia de anteriores líderes de su país hacer este tipo comunicación constructiva con nosotros. Con el señor Austin sostuve la vez anterior serios y sinceros diálogos que nos permitió profundizar en este complejo y difícil tema de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Su carácter, seriedad y especial calidad personal facilitaron mucho los cambios de impresiones. Me satisface que haya sido escogido por usted para este mensaje.

Hemos conversado brevemente pero con profundidad, seriedad y honestidad sobre los temas abordados por él. Espero sean de interés para usted los criterios expuestos”.


En sus conversaciones con el Comandante en Jefe, Austin señaló que se había reunido con Carter seis días antes y que, además del Presidente, habían estado presentes Brzezinski y Vance. “Carter tenía dos puntos fundamentales –destacó Austin. Primero, él quiere sinceramente el restablecimiento de relaciones normales entre las dos naciones, y él está haciendo planes en esa dirección; usted por su parte, ha hecho varios movimientos que usted mencionó en ocasión de mi visita pasada y que yo le trasmití al señor Carter, y él estuvo complacido. Pero ahora el último problema es la intensificación de tropas en África. Aparentemente ha llegado a una cifra, a un punto, en que Carter está profundamente preocupado. Hasta ese punto él llegó en sus comentarios conmigo…”.

Austin amplió el mensaje trasmitido señalando que Carter le había dicho que el problema de las presencia militar cubana en África afectaba sus posibilidades de obtener un triunfo en la cuestión de los tratados del Canal de Panamá. Que estaba además siendo muy criticado en su país por la política hacia América Latina, al tiempo que la participación militar cubana en el continente africano había empeorado las cosas. Según Austin, el Presidente norteamericano le había expresado: “Espero que el doctor Castro no me obligue a arrinconarme”.

En respuesta, el Comandante en Jefe, explicó al enviado secreto que entendía la difícil situación en que se encontraba Carter, que no había en realidad ninguna relación entre el problema de África y el problema de Panamá, que todo había sido una coincidencia, y que Cuba veía como algo muy positivo los acuerdos sobre el Canal de Panamá.

Además, despejando un poco las preocupaciones de Carter con respecto al Cuerno africano, el líder cubano pidió que, de manera confidencial, Austin trasladara a Carter lo siguiente:

Lo primero: los etíopes lo han declarado públicamente [se refiere a la no intención de penetrar en territorio de Somalia] y se lo han comunicado al gobierno de Estados Unidos a través del subsecretario que viajó a Etiopía, y nosotros sabemos que esa posición de los etíopes es seria, que lo que ellos están diciendo es la verdad, nosotros lo sabemos. Segundo: nosotros sabemos el criterio soviético, y los soviéticos están de acuerdo con esa posición de Etiopía y son contrarios a que se penetre en el territorio somalí. Tercero: nuestras opiniones, que yo se las puedo dividir en tres partes: primero, respetamos y apoyamos la posición de Etiopía en este sentido; segundo, creemos que no se debe pasar al territorio del otro lado de la frontera; tercero, nuestro compromiso con los etíopes se limita a ayudarlos dentro de las fronteras. ¿Está claro? Puedo añadir que no creo que sea necesario cruzar la frontera para resolver el problema militarmente. Ahora, yo digo que esto supone, estos puntos de vista suponen que, una vez rechazada la tropa agresora, Somalia deje en paz a Etiopía y no se convierta en una agresora sistemática de Etiopía, porque de lo contrario Etiopía puede reaccionar de otra forma. (…)

Eso de mi parte se lo puede asegurar a Carter, que yo tengo absoluta seguridad, por los argumentos que les he expuesto, de que no se producirá ninguna violación, no se producirá ningún ataque a través de la frontera de Somalia; que las fronteras de Somalia serán absolutamente respetadas. Yo creo que eso es una gran concesión por parte de Etiopía; porque casi es como si les dijeran a los norteamericanos cuando se produce Pearl Harbor, cuando se produce la agresión, que le prometieran a Japón no tocar sus fronteras. Desde el punto de vista militar es realmente una cosa excepcional eso. Sin embargo, yo les puedo asegurar que en estas circunstancias las promesas que hizo el gobierno etíope son serias, son fundadas, son absolutamente justas desde el punto de vista político, para no crear ninguna complicación. Y los dos países que lo estamos ayudando, que son la Unión Soviética y Cuba, tenemos el mismo criterio sobre eso. Nuestro compromiso llega hasta la frontera.

Como iniciativa personal, Austin preguntó a Fidel si no creía que sería una buena idea que él y Carter tuvieran una reunión cumbre. El líder cubano expresó entonces:

Yo puedo hacer comentarios sobre eso, porque es lo que pienso. Yo creo que no tendría ninguna objeción de mi parte. Cuando se ha planteado este problema, siempre lo he visto desde el punto de vista de Carter, si las circunstancias políticas le permiten a él tener un contacto de este tipo. Pero pienso que por nuestra parte no habría ninguna dificultad. Lo único es que un problema de esta naturaleza yo no debo decidirlo unilateralmente, también tengo que tener en cuenta los criterios de todos los demás compañeros; pero no pienso que haya ninguna dificultad en ese sentido. Desde el punto de vista mío, mi respuesta personal es esa: que nunca habría dificultad. Desde luego, depende del momento, las circunstancias, los factores políticos que le permitan a Carter tener un contacto de esta naturaleza. Eso yo lo entiendo. Él no puede decidir cualquier día a cualquier hora un encuentro sin tomar en cuenta la situación política de Estados Unidos, el momento internacional y estos tipos de problemas. Por eso, si eso no puede hacerse ahora y hay que esperar un año, dos o más, no hay problema en eso. Nosotros entendemos perfectamente. Pero si me pregunta mi posición, por mi parte no tengo objeción, y entiendo que la dirección de nuestro país no tendría objeción.

Carter siguió erróneamente tratando de lograr que Cuba desistiera de su internacionalismo en África o al menos moderara su actuación a cambio de la “normalización” de las relaciones. En todas las conversaciones secretadas desarrolladas en 1978 África fue el punto más álgido de las discusiones y el obstáculo fundamental fijado por el gobierno estadounidense para poder continuar el avance del proceso de “normalización”. En cambio Cuba, sin mostrarlo como un gesto directo hacia los Estados Unidos, decidió liberar a miles de presos contrarrevolucionarios en 1978, lo cual evidenciaba un deseo de la dirección cubana de reanimar el proceso de normalización de las relaciones entre ambos países, congelado a partir de la entrada de tropas cubanas en Etiopía. “En ese momento –recuerda Robert Pastor- llegué a la conclusión de que Castro vio esta iniciativa como una manera de tratar de poner las discusiones sobre la normalización de nuevo en marcha. No tenía la menor intención de negociar el papel de Cuba en África a cambio de la normalización, pero tal vez pensó que gestos positivos en los derechos humanos, prioridad de Carter, serían suficientes . No lo eran ”.

Lo cierto es que la administración Carter jamás entendió la perspectiva cubana, en la que el tema del internacionalismo en África y la normalización de las relaciones con los Estados Unidos eran asuntos a manejar independientemente. Estados Unidos, por el contrario, estableció una conexión funesta entre estos, mezclando los aspectos bilaterales con los multilaterales. El asistente para América Latina en el Consejo de Seguridad Nacional, Rober Pastor, fue de los pocos dentro de la administración que entendió que vincular ambos temas en las negociaciones con los cubanos era el “instrumento equivocado”. “Kissinger unió las dos cuestiones –la retirada de Cuba de Angola a fin de lograr mejores relaciones con los EE.UU– solo para fracasar en ambas”, le advirtió a Brzezinski.

Si el año 1977 había terminado con un balance positivo en cuanto a la mejoría de las relaciones Estados Unidos-Cuba, en el año 1978 la tendencia se había invertido y las esperanzas de que se pudiera continuar avanzando eran casi nulas en ambos lados.

(Continuará …)

Fuente: Progreso Semanal

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LA FUGA DE CEREBROS EN CUBA, CORTESÍA DE EE.U.

El Secretario de Estado John Kerry y la embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Samantha Power, han elogiado la contribución de médicos cubanos que atienden a pacientes con ébola en África occidental. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, una agencia federal norteamericana, recientemente envió a un funcionario a una reunión regional organizada por el Gobierno cubano en La Habana, para coordinar la lucha contra la epidemia. En África, los médicos cubanos están laborando en instalaciones construidas por Estados Unidos. El virus ha tenido el inesperado efecto de inyectarle sentido común a una relación innecesariamente tóxica.

Sin embargo, los médicos que trabajan en África occidental hoy podrían fácilmente abandonar sus obligaciones, tomar un taxi a la embajada estadounidense más cercana y solicitar estatus migratorio, mediante un programa que ha permitido miles de deserciones. De ser aprobados, pueden ingresar a Estados Unidos en cuestión de semanas, a pocos años de convertirse en ciudadanos estadounidenses.

Hay muchos aspectos condenables de las políticas fallidas de Estados Unidos respecto a Cuba y el embargo que impone a la isla desde hace décadas. Pero el programa que incentiva la migración de personal médico durante asignaciones oficiales en el exterior es particularmente difícil de justificar. Durante el recién terminado año fiscal, 1,278 profesionales médicos, un número récord, obtuvieron autorización de inmigrar.

Es incongruente que Estados Unidos valore las contribuciones de los médicos cubanos enviados por el gobierno para asistir en crisis mundiales, como aquella del terremoto en Haití en 2010, mientras procura desestabilizar al estado facilitando las deserciones.

El sistema migratorio estadounidense debe darles prioridad a los refugiados y a las personas perseguidas más vulnerables del mundo. Pero no debe utilizarse para agravar la fuga de cerebros de una nación adversaria, sobre todo, cuando mejorar la relación entre los países es un objetivo viable y sensato.

El programa, diseñado por la rama ejecutiva, comenzó en agosto de 2006, cuando Emilio González, un exiliado cubano, firmemente opuesto al gobierno de la isla, estaba al mando del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos. González describió las condiciones laborales de los médicos como “tráfico de personas sancionado por el Estado”. En esa época, la administración Bush estaba procurando sabotear al Gobierno cubano. Facilitar la defección de médicos que participan en misiones en el exterior representa una oportunidad de atentar contra la principal herramienta diplomática de la isla y humillar al régimen de los Castro.

Cuba lleva varios años usando sus brigadas médicas como su principal fuente de ingresos y poder persuasivo. La isla tiene uno de los índices más altos de médicos per cápita en el mundo, y ofrece becas para cursar estudios de salud a cientos de estudiantes internacionales cada año. Entre ellos, ha habido algunos estadounidenses. Según cifras del Gobierno cubano, más de 440,000 habitantes en la isla de 11 millones están empleados en el sector de la salud.

La Habana obtiene petróleo subsidiado de Venezuela y dinero de varios países como remuneración por la atención médica que brinda. Este año, según el diario estatal Granma, el gobierno espera recibir $8,200 millones de dólares a cambio de la labor médica de su personal en el exterior. La gran mayoría de los que están desplazados actualmente, unos 46,000, trabajan en América Latina y el Caribe. Unos 4,000 están asignados a 32 naciones africanas.

Los profesionales médicos, como la mayoría de cubanos, ganan sueldos bajos. Este año, el gobierno aumentó el salario de los profesionales de la salud. Los médicos ahora ganan aproximadamente $60 dólares por mes y los enfermeros ganan unos $40 dólares por mes. Las asignaciones en el exterior representan una oportunidad de ganar sustancialmente más. Los doctores que trabajan actualmente en Brasil, por ejemplo, reciben aproximadamente $1,200 dólares por mes.

Los 256 profesionales médicos que atienden a pacientes con ébola en África occidental están recibiendo subsidios diarios de aproximadamente $240 dólares por parte de la Organización Mundial de la Salud. José Luis Di Fabio, el jefe de la misión de la OMS en La Habana, dijo que los médicos y enfermeros en África viajaron por voluntad propia. “Son voluntarios”, dijo durante una entrevista. “Hubo algunos que se echaron para atrás y no hubo problema”.

Algunos médicos que han desertado dicen que las asignaciones en el exterior han tenido un elemento implícito de coerción, y se han quejado porque el Gobierno cubano se embolsilla la mayor parte del dinero que genera sus servicios. Sin embargo, el Departamento de Estado dice en su más reciente informe sobre tráfico de personas que la supuesta coerción de profesionales médicos cubanos “no parece reflejar una política uniforme del gobierno”. Aún así, La Habana podría pagarle a su personal en el exterior de manera más generosa si las brigadas médicas van a seguir representando una importante fuente de ingresos.

El año pasado, el gobierno cubano flexibilizó las restricciones migratorias, autorizando que la mayoría de sus ciudadanos, incluso los disidentes, pudieran salir y entrar al país libremente. Los médicos, quienes en el pasado eran sujeto de restricciones más estrictas, también pueden viajar sin mayores problemas actualmente. Estados Unidos reserva 20,000 visas de inmigración para cubanos en la isla cada año. Adicionalmente, quienes logran llegar por vías irregulares, automáticamente adquieren la residencia legal.

El gobierno cubano considera el programa de defección de médicos como un símbolo de duplicidad por parte de Estados Unidos. Inhibe la capacidad de Cuba a la hora de contribuir en crisis internacionales y no ayuda, en lo mínimo, a crear una sociedad más abierta o democrática. Mientras se mantenga esta política incoherente, establecer una relación más saludable entre ambas naciones va a seguir siendo difícil.

Como un creciente número de cubanos, a muchos profesionales médicos seguramente les seguirá interesando la posibilidad de emigrar a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades, y están en su derecho de hacerlo. Pero invitarlos a desertar durante misiones en el exterior es excesivo.

Fuente: The New York Times

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NEGOCIACIONES SIN CONDICIONES PREVIAS

por Manuel E. Yepe

El gobierno cubano siempre ha sido partidario de negociaciones sin condiciones previas como el único proceder adecuado para buscar el camino a la  normalización de las relaciones entre Washington y la Isla.

Ha sido el régimen estadounidense, encabezado por presidentes de los dos partidos que se alternan en su sistema de gobierno, la parte que siempre que ha exigido condiciones antes de sentarse a conversar.

Esas exigencias, que invariablemente han trascendido no solo en el plano oficial sino también -y sobre todo- como parte de la larga e intensa campaña contra Cuba en los medios corporativos estadounidenses, han cubierto un disímil abanico de pretextos, evidentemente destinados a impedir el diálogo.

Inicialmente fueron los procesos judiciales contra los asesinos y torturadores de la tiranía derrocada por la revolución; la promulgación de leyes para la nacionalización de latifundios y negocios estadounidenses que controlaban la economía cubana; el apoyo a las luchas libertarias en varios países latinoamericanos; el apoyo a las luchas contra el apartheid y por la independencia en África, y la alianza con la Unión Soviética para  sobrevivir el bloqueo, las amenazas y las agresiones de Estados Unidos.

Más tarde, comenzaron a acudir a pretextos menos susceptibles de probar, tales como supuestas violaciones de los derechos humanos y de las reglas de la democracia. Finalmente recurrieron a la más absurda de todas las acusaciones: el apoyo al terrorismo, un flagelo del que Cuba ha sido, durante más de medio siglo, una de las víctimas más sufridas a escala global.

En un artículo titulado “Mojigatos argumentos sobre derechos humanos de Obama contra Cuba”, no exento de jocosidad pese a lo serio del asunto, el periodista estadounidense Matt Peppe, recogió en su blog algunos argumentos que Cuba podría poner como requisitos para que los dos países entablaran conversaciones, si fuera su propósito obstaculizar tales perspectivas.

“Raúl Castro, Presidente de Cuba, pudo haber dicho que quiere establecer relaciones con los Estados Unidos, pero primero Washington debe proporcionar seguro médico a los 46 millones de sus ciudadanos que carecen de ella; suprimir los asesinatos extrajudiciales mediante drones en países soberanos; hacer la educación superior accesible para todos; reformar su sistema penitenciario que tiene, por mucho, la más alta tasa de encarcelamiento en el mundo, con una desproporcionada cantidad de prisioneros que pertenecen a las minorías; conceder la soberanía a Puerto Rico como exigen la carta de la ONU, la declaración de la ONU sobre la descolonización y el referéndum popular en Puerto Rico de 2012; poner fin al bloqueo económico contra Cuba, que ha sido consecutivamente condenado por la Asamblea General de Naciones Unidas en los últimos 22 años; cerrar el centro de detención y torturas de Guantánamo y devolver a Cuba ese territorio; hacer justicia a los terroristas cubanos que residen libremente en Miami luego de haber bombardeado aviones civiles, hoteles y barcos de pesca cubanos; y poner en libertad a los tres cubanos que permanecen como presos políticos en Estados Unidos por haber estado investigando a los grupos terroristas en el sur de la Florida para prevenir nuevos ataques.

Pappe aclara que, en verdad, lo que dijo el presidente cubano fue que:

"No les pedimos a Estados Unidos que cambie su sistema político o social, pero no aceptamos negociar el nuestro. Si realmente queremos avanzar en nuestras relaciones bilaterales, tendremos que aprender a respetar nuestras diferencias. Si no es así, estamos listos para continuar otros 55 años en la misma situación."

Según Obama: "Cuba aún no respeta los derechos humanos... El pueblo estadounidense acogerá con gusto el día en que el pueblo cubano pueda vivir sus vidas con libertad…"

Presumiblemente, dice Pappe, Obama significa que eso ocurrirá cuando Cuba renuncie al derecho a la autodeterminación que garantiza la carta de la ONU para unirse al orden neoliberal impuesto por Estados Unidos; cuando Cuba se comprometa a entregar el control estatal sobre sus industrias, su banca y sus telecomunicaciones abriéndolas a la inversión extranjera, para que más dinero pueda ser enviado al exterior en vez de quedarse en la economía nacional para beneficio del pueblo cubano; cuando Cuba se comprometa en acuerdos de "libre comercio", que impidan la protección de la mano de obra y las salvaguardas ambientales mientras obligan a las empresas locales a competir en un desigual juego con las empresas multinacionales que reciben subsidios del gobierno estadounidense que les permiten reducir sus precios de venta. En fin, cuando Cuba decida privilegiar las ganancias privadas sobre el bienestar social.

Los argumentos del presidente estadounidense sobre los “derechos humanos” y la “democracia” no son más –dice Pappe- que una herramienta de propaganda que eleva al acusador a un estatus moral superior para poner al acusado a una posición indefendible, al margen de los hechos reales, la historia y el contexto.

Estados Unidos nunca sugiere que Cuba sea juzgada con arreglo a tantas Convenciones, Pactos y Declaraciones que la comunidad mundial ha elaborado y aprobado en este campo, sino que Cuba se atenga a los criterios que Estados Unidos establece para ellos, que Washington se considera apto para interpretar y juzgar por sí mismo.

Fuente: Moncada, Grupo de Lectores en el Mundo

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LA ELAM CUMPLE 15 AÑOS FORMANDO MÉDICOS PARA GRAN PARTE DEL MUNDO

por Paco Azanza Telletxiki

La solidaridad cubana, para con el mundo más desfavorecido, siempre ha sido ingente desde los primeros días de la Revolución; no hay más que ver el impresionante despliegue de hombres y mujeres de la tierra de Martí que, de manera altruista, han pasado y permanecen en decenas de países necesitados salvando vidas, aliviando dolores, alfabetizando a personas de todas las edades…

Tampoco debemos olvidar la enorme cantidad de personas de otros países que han recibido y reciben atención médica, en unos casos, y formación profesional, en otros, de manera gratuita dentro de la Isla. Ejemplo significativo es la admirable actividad desarrollada en la Escuela Latinoamericana de Medicina —ELAM— que, ideada e inaugurada por Fidel, el pasado día 15 de noviembre cumplió 15 años de hermosa existencia.

Ubicada al noreste de La Habana, ocupa un área de 1.200.000 metros cuadrados y, hasta la fecha, ha formado a más de 24.000 jóvenes de 74 países. Una vez graduados, los nuevos galenos regresan a sus países de origen para, al decir de Fidel, ejercer “el más noble y humano de los oficios”.

La institución cuenta ya con ocho graduaciones, materializándose la primera de ellas en 2005. En el curso actual, los matriculados ascienden a 1.349 estudiantes, pertenecientes a 122 países de América Latina y el Caribe, de Estados Unidos, África, Asia y Oceanía.

En palabras del doctor Rafael González Ponce de León, rector de la ELAM, “la escuela es un ejemplo de solidaridad y cooperación internacional donde conviven respetuosa y armónicamente jóvenes de diferentes orígenes, creencias religiosas, costumbres y culturas”.

La ELAM ofrece sus servicios de manera totalmente gratuita, ya que a la enseñanza —todos los recursos necesarios para la adquisición y práctica de los conocimientos— hay que sumarle la alimentación y el alojamiento de los estudiantes que, incluso, reciben un estipendio asignado por el gobierno cubano.

De elevado prestigio, la institución forma parte de la Unión de Universidades de América, y, a lo largo de todos estos años, ha recibido la visita de más de 54 mil personalidades de todos los continentes, entre ellos 72 jefes de estado y de gobierno.

Podríamos decir, sin caer en la exageración, que Cuba hoy es la “escuela” y el “hospital” de gran parte de los países del mundo, y que además enseña y atiende no sólo dentro, sino también fuera de su hospitalario “recinto”.

Cuba siempre ha demostrado ser vanguardia en cuestiones solidarias. No por gusto, hace ya mucho tiempo Fidel dijo que “los pueblos de un mundo ingobernable, que sufren la pobreza y la miseria, al que explotan y saquean cada vez más, serán nuestros mejores compañeros de lucha. Para cooperar con ellos no disponemos de recursos financieros. Contamos en cambio con un extraordinario y abnegado capital humano, del que no disponen ni dispondrán jamás los países ricos”.

Decía José Martí que “hacer es la mejor manera de decir”. No cabe la menor duda, muy al contrario que los gobiernos que tanto y tan injustamente critican al sistema cubano, Cuba dice haciendo.

Fuente: Rebelión

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¡SI FUERA EN CUBA!

por José Manzaneda

6 noticias de México, EE.UU., Honduras, Sahara y Colombia nos sirven para comprobar cómo los grandes medios aplican un doble rasero en sus informaciones sobre países amigos y países villanos (Cuba o Venezuela). Por ejemplo, son noticia las movilizaciones en México por los 43 estudiantes desaparecidos, hace un mes. Ya hay más de 22.000 personas desaparecidas en México. ¿Se imaginan que en Cuba hubiese no 22.000, sino siquiera una sola persona desaparecida?

22.000 personas desaparecidas en México, 10 millones en extrema pobreza en EE.UU., 200 líderes de izquierda asesinados en Honduras: ¿hablamos de problemas en Cuba?


Son noticia las movilizaciones en México por los 43 estudiantes desaparecidos, hace un mes, en un crimen que apunta a autoridades locales, fuerzas policiales y narcotraficantes. En la búsqueda, se han hallado 9 fosas comunes, con decenas de cadáveres de otras personas asesinadas. Ya hay más de 22.000 personas desaparecidas en México. Pero no hemos leído un solo editorial de la gran prensa internacional que hable del fracaso del modelo político y económico de aquel país. ¿Se imaginan que en Cuba hubiese no 22.000, sino siquiera una sola persona desaparecida?

Leemos un reportaje del diario español El País sobre la violencia en Honduras. Es la nación del mundo con más asesinatos, reconoce. Sin embargo, y a diferencia de cuando aborda el tema de la violencia en Venezuela, el diario analiza fríamente los datos. No habla de que sean “cifras de guerra civil” o de que exista una crisis de gobernabilidad. Y menciona fenómenos de violencia extrema en las propias escuelas de Honduras, que en un país como Cuba serían, sencillamente, ciencia ficción. Pero la solución no es que el sistema educativo hondureño aprenda algo del cubano. La receta que propone El País es un proyecto financiado por el Banco Mundial, llamado “Municipios más seguros”, que podría extenderse –nos dice- a todo el país. Si quedan fondos, claro está.

Por cierto, El País y otros grandes diarios mantienen una férrea cortina de silencio sobre los asesinatos, en los últimos cinco años, de 200 dirigentes campesinos, sindicales y de izquierda en Honduras. El último, en agosto: el de la fundadora del partido Libre Margarita Murillo. ¿Se imaginan no 200, sino que uno solo de los llamados “disidentes”, pagados por EE.UU., hubiera sido asesinado en Cuba?

Hace unas semanas moría, en la cárcel de Dakhla, otro preso político saharaui, Hassana El Wali. Los grupos de solidaridad denuncian que la insalubridad en la prisión y la falta de atención médica a su diabetes serían la causa de su muerte. Ningún gran medio español se ha hecho eco de la noticia. Como tampoco de su detención –y posterior tortura por la policía marroquí- en el año 2012. ¿Recuerdan, por el contrario, cuántas portadas ocupó la muerte de un solo preso cubano, hace unos años?.

Hablando de cárceles: el mes pasado veíamos unas curiosas imágenes grabadas en Colombia. Un grupo de presos era custodiado por la policía en un parque infantil de Bogotá, debido a la falta de espacio en las cárceles, cuyo nivel de hacinamiento es, según el propio Gobierno, del 58%. ¿Se imaginan la carga condenatoria que habrían añadido a esta noticia si la escena hubiera sido grabada en La Habana?
 
“Unos diez millones de personas subsisten en EE.UU. con menos de dos dólares diarios”, leemos en medios europeos. Dos dólares diarios que, en EE.UU, significan la imposibilidad de comprar alimentos, pagar un techo, incluso tener asistencia médica. Y que abocan a la pobreza extrema, a la exclusión social y, en muchos caos, a la muerte. No leemos comentario alguno, sin embargo, que defina esta situación como el fracaso del sistema capitalista en el país más rico del mundo. Curiosamente, esos mismos medios nos recuerdan, a cada rato, que en Cuba los salarios son muy bajos, si los traducimos a dólares. Lo que parece un milagro inexplicable: ¿cómo es posible que en Cuba –con los mismos dólares que en EE.UU. significan hambre y mendicidad- la población esté alimentada y bien vestida, acuda en masa a las universidades, y llene teatros o conciertos? ¿Será realmente un milagro? ¿O habrá algo que los medios ocultan, empeñados en seguir engañando a la gente sobre la realidad de Cuba?

José Manzaneda, coordinador de Cubainformación.

Fuente: martianos.ning.com

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Cubarte, 2008.

 

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