PANORAMA MUNDIAL
No. 48 /Viernes, 23 de diciembre del 2016/Año 58 de la Revolución/RNPS 2442
POLÍTICA
· El redescubrimiento de la clase trabajadora en los países a los dos lados del Atlántico Norte (Público)
· Las promesas rotas de los presidentes de Estados Unidos (Rebelión)
· USA y sus cuentos de caminos (Cubainformación)
· Un partidario de Clinton creó noticias falsas que usó el canal “MSNBC” para desacreditar documentos de WikiLeaks (The Intercept)
· Adónde van los demócratas ahora (The New York Times)
· Trump está llenando sus puestos y posiciones con militares y multimillonarios (CX36 Radio Centenario)
ECONOMÍA
· Macri cumplió un año de gobierno en Argentina (La Haine)
· Muerto el TPP, ¡viva la liberalización! (ALAI)
SOCIEDAD
· Las campañas contra la privatización en el servicio de salud en Inglaterra (Anticapitalistes)
· Tansporte fatal en el campo: ¿Migrantes “desechables”? (The Associated Press)
· Decenas de miles de niños, en peligro de morir por hambre por la guerra en Nigeria (The Guardian)
MEDIO AMBIENTE
· El mundo empieza a tomarse en serio la masacre de elefantes (Rebelión)
POLÍTICA
PUBLICO 19 de diciembre del 2016 ESPAÑA
El redescubrimiento de la clase trabajadora en los países
a los dos lados del Atlántico Norte
Vicenç Navarro*
Independientemente del mérito o demérito que pueda tener la palabra populismo para definir lo que está ocurriendo en gran parte de los países de la Unión Europea y en EEUU (tema para otro artículo), la realidad es que este término se está empleando para ocultar un fenómeno mucho más llamativo e importante, que es la necesidad de recuperar categorías analíticas que ayuden a entender la realidad que nos rodea y que han sido deliberadamente marginadas por los establishments político-mediáticos de tales países desde los años ochenta, tales como los conceptos y términos de clases sociales y conflicto de clases.
En cada uno de los mayores eventos que han supuesto verdaderos tsunamis políticos en los países a los dos lados del Atlántico Norte (los cuales han cogido por sorpresa a sus establishments político-mediáticos), tales como la victoria del candidato republicano Trump en EEUU o el Brexit en el Reino Unido, ha habido un elemento en común: la movilización de la clase trabajadora (clase social que supuestamente había desaparecido en el análisis y la narrativa de tales establishments) en contra de políticas públicas neoliberales impuestas (y digo impuestas pues no estaban en sus ofertas electorales) por partidos gobernantes que han estado aplicando dichas políticas, las cuales han estado dañando enormemente el bienestar y calidad de vida de las clases populares, hasta tal punto que en EEUU, por ejemplo, su esperanza de vida ha ido descendiendo como resultado de la aplicación de dichas políticas.
En estos países, mediante los movimientos que sus establishments político-mediáticos definen como populistas, la clase trabajadora ha jugado un papel clave en el rechazo y movilización contra tales políticas públicas, rechazo que se ha hecho extensivo a dichos establishments, percibidos correctamente como sensibles hacia los intereses de los poderes financieros y económicos, y espectacularmente insensibles hacia el bienestar de las clases populares, que constituyen la mayoría de la población. De ahí que una característica de estos movimientos de rechazo haya sido su profundo malestar con las instituciones llamadas representativas, así como con los instrumentos políticos que históricamente habían estado al servicio de la clase trabajadora (donde se habían originado), los cuales han sido percibidos como parte de aquellos establishments (y que cuando han gobernado han aplicado las mismas políticas que las de sus adversarios políticos, representantes de los partidos próximos -y derivados- de las clases dominantes).
Ni que decir tiene que otras clases han intervenido en estos movimientos también, incluidos sectores de las clases profesionales y amplios sectores de las clases medias que se han ido proletarizando, consecuencia de las políticas públicas neoliberales que han afectado también negativamente su bienestar y calidad de vida. Pero la movilización de la clase trabajadora frente a las políticas llevadas a cabo por los gobiernos e instancias superiores (como las instituciones de gobernanza de la Unión Europea en el caso de Europa, instrumentos de las clases dominantes) ha sido determinante en tales movimientos llamados populistas.
El redescubrimiento de la clase trabajadora por las derechas y ultraderechas
En realidad, la concienciación sobre este hecho explica la respuesta de las estructuras de poder frente al protagonismo de la clase trabajadora, llegando al nivel de que el Partido Conservador británico, dirigido por la nueva primera ministra del Reino Unido, la Sra. Theresa May (uno de los partidos gobernantes en la Unión Europea que ha aplicado con mayor intensidad las políticas neoliberales), se ha erigido en el partido de la clase trabajadora (sí, ha leído bien, así lo definió la Sra. May), recuperando, en su discurso, la narrativa de la lucha de clases (la clase trabajadora frente a los establishments político-mediáticos británicos y europeos) que incluso las izquierdas tradicionales habían abandonado. La utilización de un mensaje soberanista frente a los poderes fácticos extranjeros, con un discurso claramente antiestablishment con marcado acento de conflicto con las estructuras del poder, está caracterizando a esta derecha, convertida en la ultraderecha, en una situación con ribetes parecidos a lo que ocurrió en los años treinta del siglo pasado, cuando aparecieron y se expandieron el nazismo y fascismo, que hay que recordar que se llamaron a sí mismos nacionalsocialistas.
Una situación semejante ha ocurrido en EEUU, donde la movilización de la clase trabajadora blanca (que es la mayoría de la clase trabajadora estadounidense) ha jugado un papel determinante en la victoria de un candidato, Donald Trump, que se presentó como su representante (“I love the little people, forgotten in this country”) frente a un establishment político-mediático altamente impopular, y con un programa que tenía elementos atractivos para dicha clase trabajadora, como la eliminación de los tratados de libre comercio, que han facilitado la pérdida de puestos de trabajo en EEUU.
Esta situación de pujanza de este discurso de clase es un indicador más del enorme coste que ha significado para las izquierdas tradicionales su abandono del discurso de clases, un vacío que han llenado las nuevas derechas que hábilmente lo han recuperado para fines electorales que han sido altamente exitosos. La copia mimética por parte de las izquierdas de los términos utilizados por las derechas, refiriéndose a la mayoría de la población como personas pertenecientes a las “clases medias”, sin hacer referencia a la clase trabajadora (que continúa siendo la gran mayoría de las clases populares) ha tenido sus costes, hábilmente utilizados por las derechas, convertidas en ultraderechas.
Selección en Internet: Raquel Román Gambino
*Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales. Universidad Pompeu Fabra
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REBELIÓN 17 de diciembre del 2016 ESPAÑA
El legado estructural de las democracias capitalistas
Las promesas rotas de los presidentes de Estados Unidos
James Petras*
En los últimos tiempos, y probablemente desde el establecimiento del sufragio universal, los presidentes electos han violado o roto sistemáticamente sus promesas al electorado.
Este artículo empieza recordando las promesas del presidente saliente, Barack Obama y del presidente electo, Donald Trump. Luego examinaremos las razones por las cuales la retórica populista y las promesas de paz y democracia que siempre se escuchan en las campañas se abandonan en cuanto el ganador nombra los miembros de su gabinete, comprometidos con políticas dictadas por las élites, militaristas y autoritarias, muy lejos de las expectativas de los electores.
Obama: Estilo y sustancia
Barack Obama, como todos los demagogos, prometió a los votantes estadounidenses que pondría fin a la ocupación militar de Irak, cerraría el campo de concentración de Guantánamo, acabaría con la tortura y el secretismo, defendería las libertades civiles, protegería a los poseedores de hipotecas estafados por los banqueros de Wall Street, aprobaría una verdadera reforma de la sanidad y elaboraría un procedimiento para que los trabajadores inmigrantes indocumentados y sus familias pudieran acceder a la ciudadanía.
Por encima de todo, Obama promocionó la idea de que era “el histórico presidente afroamericano” encargado de la tarea de cumplir las promesas de la revolución de los derechos civiles. Obama se dirigió a los activistas de los derechos humanos y civiles y les prometió poner fin a la violencia racial y la desigualdad. Prometió acabar con las violaciones de las libertades individuales por parte del Estado.
El “histórico presidente negro”: Una cantidad de promesas rotas sin precedente
Todos los presidentes, en mayor o menor grado, han quebrado sus compromisos electorales. Pero Barack Obama ha roto en sus dos mandatos más promesas y de mayor calado que cualquiera de sus predecesores. Su administración tenía por costumbre realizar promesas a sus seguidores para luego revisarlas inmediatamente y dar marcha atrás. Cada una de sus promesas de reforma social, atención sanitaria y política exterior basada en la diplomacia y el respeto solo sirvieron de preludio a la imposición de nuevas políticas más regresivas y nuevas guerras.
Su récord es evidente: durante los ocho años de su presidencia, Obama rebajó las expectativas de todas las circunscripciones populares a las que cortejó y sedujo durante las campañas. ¡Nueve de cada diez estadounidenses negros votaron por Obama en ambas campañas! A pesar del abrumador apoyo de los afroamericanos, aumentó la desigualdad de ingresos entre trabajadores blancos y negros, aumentó la violencia policial letal contra afroamericanos y se multiplicaron los ataques de paramilitares blancos, incluyendo la quema de iglesias afroamericanas. Los afroamericanos acusados de delitos no violentos relacionados con las drogas (traficantes y consumidores) han sido encarcelados a un ritmo mucho mayor que sus homónimos blancos, mientras las gigantescas élites farmacéuticas y los médicos que prescriben narcóticos que estimulan la adicción a los opiáceos recaudaban unos beneficios cada vez mayores con total impunidad.
Obama continuó o comenzó siete guerras y docenas de operaciones violentas clandestinas, superando a su predecesor, el presidente George Bush hijo. Sus guerras provocaron la mayor cifra conjunta de africanos, árabes, asiáticos meridionales y europeos orientales desposeídos, heridos y asesinados de la historia mundial.
Obama transfirió dos billones de dólares del Tesoro estadounidense para rescatar dos docenas de bancos de Wall Street, que a continuación siguieron ejecutando las hipotecas de tres millones de viviendas de la clase trabajadora, en oposición a su retórica de campaña.
Las principales corporaciones multinacionales consiguieron ocultar más de dos billones de dólares de beneficios en paraísos fiscales del extranjero. El presidente articuló en alguna ocasión una “crítica retórica edulcorada” contra los evasores de impuestos de las grandes corporaciones mientras seguía fiscalizando a los sobrecargados trabajadores, cuyos niveles de vida no paraban de caer.
Los militaristas corrompieron la administración Obama por completo hasta un punto no visto desde que los belicistas Harry Truman y Winston Churchill iniciaron cínicamente la Guerra Fría.
Obama practicó la política de rodear a Rusia de bases militares de EEUU y la OTAN asentadas por doquier, de los nuevos satélites bálticos estadounidenses a los Balcanes, del Mediterráneo al Cáucaso.
El régimen de Obama financió los golpes de Estado violentos y las iniciativas sangrientas de “cambio de régimen” en Ucrania, Siria, Somalia, Libia, Honduras y Yemen, con resultados devastadores para millones de personas desplazadas y destituidas. Ningún otro señor de la guerra, pasado o presente, puede igualar la miseria y el caos sembrados por el régimen de Obama.
El don de lenguas de Obama
Obama, siempre camaleónico, hablaba con diferentes acentos y cadencias a las diferentes audiencias: a los jóvenes les hablaba en la jerga juvenil, se comunicaba con raperos, estrellas del baloncesto y del béisbol y famosos del cine. Con las damas negras que asisten a la iglesia, este graduado de la elitista academia Panahou y la Escuela de Derecho de Harvard, nacido y criado en Honolulu, adoptaba un acento baptista sureño, completamente ajeno a la forma de hablar de su madre y su abuela. Cuando se dirigía a los sofisticados peluqueros de perros de Chicago y a sus seguidores del sector de las finanzas, volvía a hablar con una seriedad profunda bien modulada.
Su lenguaje estaba lleno de eufemismos: el famoso pivote hacia Asia suponía un agresivo y peligroso cerco marítimo y aéreo a China, con la intención de paralizar la mayor economía asiática.
Mientras hablaba de protección al medio ambiente y derechos de los trabajadores, presionaba para lograr el Acuerdo Transpacífico de libre comercio que otorga a las corporaciones multinacionales el poder de devorar los derechos laborales o las regulaciones ambientales.
También había prometido con tono firme proteger el acceso de los nativos americanos a sus tierras tradicionales, sus fuentes de agua y sus lugares culturales, comunitarios y religiosos. En la práctica, protegió los grandes proyectos de gasoductos y oleoductos que invadieron las tierras indígenas con una brutal policía militarizada y guardias de seguridad privados, que golpearon y encarcelaban a los activistas por la justicia social y amenazaron a los periodistas.
Obama ha reforzado los existentes operativos de vigilancia de la policía estatal a pesar de que violaban derechos constitucionales y ha impuesto una ampliación del control policial, especialmente contra los denunciantes de abusos (wistleblowers). Al mando de una de las administraciones más herméticas de la historia, es el presidente que ha perseguido, destruido y encarcelado más funcionarios heroicos, por el “delito” de sacar a la luz delitos del Estado contra la ciudadanía. Ha hecho ostentación de las leyes federales que garantizan la protección de dichos denunciantes mientras aterrorizaba al sector público, desmoralizando a lo mejor de nuestros funcionarios.
Donald Trump: Promesas electorales y traiciones poselectorales
Decidido a superar las promesas rotas del presidente Obama, el presidente electo Trump rápidamente renunció a su campaña retórica de “drenar la ciénaga” de Washington y abrazó a sus “acérrimos enemigos” con el fervor de una cortesana experta. Los políticos republicanos tradicionales, empresarios y ocupantes de Wall Street, inicialmente opuestos a “Donald”, se han subido al carro y se han lanzado a sus brazos.
Trump ya ha roto las principales promesas que realizó en campaña a sus electores. Al tiempo que anunciaba que no “encarcelará” a Hillary Clinton por sus actividades relacionadas con la Fundación Clinton cuando estaba en el poder, ha alabado su valor e integridad. Después de ser elegido, incluso ha condescendido con el antiguo presidente Bill Clinton, el del “escándalo sexual del despacho oval”. Puede que Trump haya cambiado de opinión respecto a la corrupción y los delitos de los Clinton, pero su masa de seguidores no lo ha hecho.
Trump alabó públicamente a Hillary Clinton a cambio de su decisión inicial de no enfrentarse a su victoria y “transición” electoral. Sin embargo, su utilización de la candidata del Partido Verde Jill Stein para oponerse al conteo electoral y las acusaciones de la CIA y el Partido demócrata de la conspiración Rusia-Trump-FBI para influir en la campaña puede forzarle a revisar su decisión cuando de la ciénaga parecen surgir maniobras para dar un golpe de Estado palaciego.
Ha continuado con sus negocios privados, a los que prometió renunciar, para consternación de sus leales activistas de base.
Con la elección de los principales miembros de su gabinete, Trump ha lanzado señales contrapuestas: rompió sus promesas respecto a sus políticas económica, diplomática y exterior al nombrar o considerar el nombramiento de varios políticos representativos del ala republicana más convencional para ocupar puestos importantes, incluyendo a un vocal crítico como representante ante la ONU. El ala mayoritaria de los republicanos despreciaba a la masa electoral que apoyaba a Trump. También se ha rodeado de consejeros delegados del sector empresarial más orientados al mercado y menos militaristas que los típicos políticos del establishment demócrata y republicano.
Igualmente ha mantenido su promesa electoral de proteger el comercio y la industria estadounidenses, favoreciendo una política comercial con Rusia y pretendiendo negociar acuerdos de comercio más ventajosos con el presidente chino. Ha anunciado el nombramiento del consejero delegado de Exxon, Rex Tillerson, como secretario de Estado, una decisión claramente encaminada a finalizar las sanciones contra Rusia, que habrían cerrado las puertas de ese enorme mercado a las empresas y los gigantes de la energía estadounidenses.
Ha apelado directamente a la masa claramente partidaria de Israel, prometiendo “hacer pedazos” el acuerdo nuclear con Irán, muy impopular entre los judíos estadounidenses e israelíes militantes. A pesar de decir que era “el peor acuerdo de la historia de EEUU”, parece haber dado el “visto bueno” a los intereses de las grandes compañías de gas y petróleo, encantadas de firmar contratos multimillonarios con Teherán, y al gigante aeroespacial Boeing para que venda una nueva flota de aviones de pasajeros a Irán.
La demagogia electoral no es solo el triste patrimonio de Obama. La quiebra de las promesas es “la tónica dominante” de todos los presidentes demócratas y republicanos. El engaño y el lenguaje populista falso son moneda corriente porque es lo que exige la democracia capitalista a sus representantes políticos.
Las bases estructurales de la democracia capitalista
En las democracias capitalistas, los presidentes simulan dirigirse al “verdadero pueblo” mientras trabajan hábilmente a favor de los intereses de los grandes capitalistas y banqueros.
Cuando la “democracia capitalista” se ve amenazada y desacreditada, entra en acción la búsqueda de demagogos populistas. Cuando los activistas por la paz y la justicia social organizaban manifestaciones masivas contra los bancos lideradas por el movimiento “Occupy Wall Street”, los banqueros echaron mano del “primer presidente negro de EEUU” para desviar la indignación de los propietarios de viviendas desahuciados, engañar a los estudiantes blancos, tomar el pelo a los votantes latinos, cautivar a las devotas negras y conducir a todos ellos a los brazos corrompidos del partido demócrata.
Cuando la economía obligó a millones de personas a aceptar trabajos mal pagados y sin futuro y a disminuir su nivel de vida, cuando la globalización empobreció a pequeños y medianos empresarios y tenderos locales, apareció en escena un multimillonario bocazas rey de los casinos para ladrar su hipócrita retórica populista denunciando a la Sra. secretaria Hillary Clinton por sus lazos carnales con Wall Street. ¡Y resultó elegido presidente de los Estados Unidos!
En otras palabras, cuando el capitalismo entra en crisis, los demagogos salen de abajo de las piedras.
Extravagantes capitalistas demagogos reemplazan a los típicos mentirosos transmisores de políticas electorales corruptas. La demagogia de Obama y de Trump ganó a los discursos aburridos de Hillary Clinton y Mitt Romney. Independientemente de lo estrafalarias que sean sus mentiras, Hillary y Mitt no fueron capaces de atrapar la imaginación de los votantes. Las democracias capitalistas se han hecho más frágiles cuando las crisis económicas han arraigado y las recuperaciones son breves y débiles. El ascenso creciente de demagogos presidenciales, de Obama a Trump, refleja el rechazo de las élites capitalistas a compartir cualquier ganancia de productividad con los trabajadores o a pagar impuestos sobre los beneficios que les reportan sus empresas en el extranjero para así aliviar la carga fiscal sobre los asalariados, o de invertir en una economía productiva que proporcione empleo a trabajadores bien pagados en lugar de participar en la especulación.
La “democracia capitalista” ya no puede engañar a los votantes. La mitad de ellos se abstienen de un proceso que no refleja sus intereses. Y la mitad de los votantes reales rechazan a los políticos tradicionales. Para retener una mínima apariencia de legitimidad electoral y permitir que los capitalistas continúen su gobierno, los demagogos tienen que reemplazar a los políticos “averiados” que se han prostituido demasiado abiertamente y con demasiada frecuencia.
Más del 80 por ciento de los votantes saben que sus votos no tienen ningún impacto en las decisiones políticas relacionadas con la guerra y la paz, las desigualdades internas y la distribución de la renta: los asuntos que realmente importan.
El capitalismo ya no es capaz de seguir reproduciéndose mediante una maquinaria electoral falsa. Si no fuera por la predecible aparición de novedades, como el “primer presidente negro” Obama o el “famoso presentador” Trump para ocupar la Casa Blanca gracias a un voto de protesta masivo, decenas de millones de abstencionistas y votantes descontentos podrían llenar las calles, echar a patadas a los líderes sindicales impostores que “hablan” solo por el siete por ciento de los asalariados y rechazar de plano a los dos partidos políticos unidos como uña y carne al servicio de la élite del uno por ciento.
Conclusión
Imaginemos que los demagogos capitalistas finalmente pierden su atractivo para las masas por causa de sus repetidas promesas incumplidas. Supongamos que se produce un regreso temporal a los charlatanes políticos insulsos, responsables y cotidianos, cuando se agote este llamado “ciclo de outsiders”. El descontento de las masas no desaparecerá. A medida que crezcan la crisis económica y las desigualdades, será inevitable que se produzcan estallidos públicos extra-parlamentarios. Estas explosiones instalarán el miedo y la incertidumbre entre los banqueros, los especuladores y los fabricantes multimillonarios de dispositivos electrónicos. La tan cacareada “arquitectura de Silicon Valley” se derrumbará como castillos de arena. Puede que la clase capitalista tenga que cambiar las urnas por las balas. ¿Podrán confiar su riqueza y su estatus en las manos de miles de soldados y policías a quienes se les ordene rodear y disparar a millones de sus compatriotas trabajadores? ¿O ya están soñando con robots…?
Selección en Internet: Raquel Román Gambino
*Sociólogo y politólogo estadounidense; especialista en América Latina.
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CUBAINFORMACIÓN 16 de diciembre del 2016 ESPAÑA
USA y sus cuentos de caminos
Lázaro Fariñas*
Desde su independencia de Inglaterra en el siglo XVIII, los Estados Unidos le han metido un cuento al resto del mundo que algunos se lo han creído y otros no. El cuento estadounidense es que en este país impera la democracia y que el presidente de la nación es elegido por la mayoría de los ciudadanos. Ese cuento es sencillamente una gran mentira, como también lo es que los derechos humanos de todos los que aquí residen están garantizados y que en los Estados Unidos se respetan todos los descritos en la Carta Universal de los Derechos Humanos de la Naciones Unidas. Esas dos mentiras han sido repetidas tantas veces que hasta muchos críticos de este país las aceptan como verdades axiomáticas.
Cuando en los Estados Unidos se llevan a cabo las elecciones para elegir al presidente, no necesariamente el que mayor número de votos consiga es el que es nombrado. La suma de todos los votos de los votantes estadounidenses que acuden a las urnas no es la que decide quién es el triunfador, quien lo decide es un colegio electoral compuesto por electores no elegidos por el pueblo. Así lo define el Artículo II, Sección 1 de la Constitución.
Supuestamente, se trataba de prevenir darle todo el poder al pueblo y restarle fuerza al poder ejecutivo. Es más, hasta 1828, es decir, décadas después de la Declaración de Independencia, el Presidente era elegido por una élite política, sin ninguna participación popular. En realidad, en este país no hay una elección presidencial, sino 50 elecciones presidenciales. Como existe un sistema federalista, cada estado tiene su departamento de elecciones y cada cual tiene sus propias regulaciones.
Se puede afirmar que el voto popular sí cuenta en las elecciones municipales, condales o estatales, ya que el voto es directo y el candidato que mayor número de votos saque es el elegido. Es verdad que en muchas de esas elecciones existen algunas irregularidades, pero a pesar de esas irregularidades los votos cuentan. El gobernador de un estado en este país es el candidato que más votos democráticamente sacó. Sin embargo, no es así con el Presidente del país. En estas últimas elecciones, por ejemplo, la candidata demócrata le lleva una ventaja de casi tres millones de votos al candidato republicano y cerca de tres puntos porcentuales, sin embargo, a no ser que se dé un caso sin precedentes en la historia de esta nación, será el republicano el que tome posesión del cargo el mes que viene.
¿Cómo se puede llamar democrático un proceso electoral en el cual el que más votos saque se vaya para su casa, mientras el que menos saque se instale en la presidencia del país más poderoso del planeta? Y es precisamente este país el que tiene la manía de constantemente inmiscuirse en los procesos electorales de otros países.
En cuanto a los derechos humanos, algo similar sucede. Los Estados Unidos critica con regularidad a otros países del mundo por violaciones de los derechos humanos, sin embargo, los departamentos de policía de toda la nación violan y vuelven a violar los derechos de las minorías sin importarles lo que se diga de ellos. Si alguien les pregunta a los funcionarios federales por esas violaciones, se limitan a contestar que esos son casos locales y no una política nacional.
No pasa un día en que algún agente policial no dispare a un ciudadano de la raza negra en plena calle. Cuando se han realizado manifestaciones populares como las ocurridas en Nueva York y San Francisco, los agentes policiales han sido “bien generosos” regando gas pimienta, gases lacrimógenos y palos por las cabezas de los manifestantes. Cuando los ciudadanos negros han protestado por las violaciones de sus derechos, han sido apaleados por las llamadas fuerzas del orden, afirmando que crean el desorden público.
Son numerosos los casos de torturas físicas llevadas a cabo por la Agencia Central de Inteligencia y por los militares en Afganistán e Irak.
La Base Naval de Guantánamo, convertida en prisión, es un tenebroso lugar donde se ha torturado a cientos de prisioneros sin la más mínima misericordia. Miles y miles de civiles indefensos fueron asesinados por los bombardeos a las ciudades de Afganistán e Irak.
¿Donde están los que dicen que los Estados Unidos es el país más respetuoso de la Carta Universal de los Derechos Humanos?
Decía Goebbels que, si una mentira se repetía una y otra vez, se volvía verdad. Únicamente por eso es que los Estados Unidos es el país más democrático del mundo y el que más respeta los Derechos Humanos.
¿Alguien se cree ese cuento?
Selección en Internet: Raquel Román Gambino
*Periodista cubano residente en Miami.
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THE INTERCEPT 16 de diciembre de 2016 EEUU
Un partidario de Clinton creó noticias falsas que usó el canal "MSNBC" para desacreditar documentos de WikiLeaks
Glenn Greenwald*
Desde las elecciones hubo un boom en el uso de la frase “noticias falsas”, pero el término, al igual que otros rótulos políticos como “terrorismo” y “discurso de odio”, carece de una definición clara; es esencialmente inútil, excepto como instrumento de propaganda y censura.
Uno de los ejemplos más ofensivos fue un artículo reciente del Washington Post promocionando un nuevo grupo anónimo y su repulsiva “lista negra” de medios supuestamente pro-Rusia. Fue una nota infame, difundida por varios periodistas de esos a quienes les gusta gritar “noticias falsas” mientras propagan un artículo basado en noticias falsas. (El Post finalmente esta semana agregó una tibia nota del Editor reconociendo estas críticas; los editores del Post absurdamente dijeron que no quisieron “respaldar la validez” de la lista negra, incluso cuando los puntos centrales del artículo hacían exactamente eso.)
Ahora tenemos un ejemplo incluso más contundente. En octubre pasado, cuando WikiLeaks publicó los e-mails del archivo de John Podesta [1], representantes oficiales del equipo de campaña de Clinton, incluido el encargado de medios, adoptaron la estrategia de mentirle al público de manera descarada, diciendo -sin aportar ninguna prueba- en que los e-mails habían sido fabricados y por tanto debían ser ignorados. Esa mentira descarada -y es exactamente lo que era: una denuncia hecha con el conocimiento de que era falsa y con total falta de respeto por la verdad- fue agresivamente amplificada por personalidades de la cadena televisiva MSNBC como Joy Ann Reid y Malcolm Nance, por David Frum de The Atlantic y Kurt Eichenwald de Newsweek.
Al decir que los e-mails del archivo de WikiLeaks eran falsos o manipulados, y que por lo tanto debían ser descartados, se fabricó una clásica “noticia falsa”, difundida no por adolescentes de Macedonia u operativos del Kremlin sino por medios de prensa convencionales como MSNBC, The Atlantic y Newsweek. Y, de manera previsible, esta noticia falsa se propagó como incendio en un bosque por todo el internet, y fue ansiosamente leída y compartida por decenas de miles de personas deseosas de creer que esto era verdad. Como resultado de esta campaña de desinformación deliberada, a cualquiera que intentara reportar sobre el contenido de los mensajes se le respondía que los documentos eran falsos.
El más perjudicial de estos argumentos provino de Malcolm Nance, analista del inteligencia de MSNBC. Este analista, como lo documenté el 11 de octubre, envió un tuit que tenía el extraño rótulo de “Alerta oficial”. Aseguraba: Se ha probado que los #PodestaEmails están llenos de falsificaciones obvias & #blackpropaganda no han sido ni siquiera profesionales” (“ #PodestaEmails are already proving to be riddled with obvious forgeries & #blackpropaganda not even professionally done”). Este tuit fue reenviado por más de cuatro mil personas. Fue respaldado con la credibilidad adicional de dos periodistas pro-Clinton, Reid y Frum (“expertos de seriedad”).
Todo esto, a su vez, fue el material en el que se basó un artículo publicado en algo llamado “The Daily News Bin” con el titular “Experto de inteligencia de MSNBC: WikiLeaks ha publicado e-mails falsos que no son de Hillary Clinton”. Esta clásica noticia falsa -citando a Nance y Reid entre otros- fue compartida más de 40.000 veces en Facebook.
Desde un principio fue obvio que el fraude no eran los documentos de WikiLeaks sino la acusación emitida por los defensores de Clinton, cuyo objetivo era desinformar al público. Respecto a la versión de que los correos de Podesta eran falsos, ahora sabemos que fue difundida por un fanático de Clinton.
Cuando Nance -el “analista de inteligencia” de MSNBC- emitió su “Alerta oficial” lo conectó a un tuit que decía: “Por favor sean escépticos de los supuestos #PodestaEmails. Los trumpistas están ensuciando documentos.” Ese tuit, a su vez, estaba conectado a otro tuit de una cuenta anónima “The Omnivore”, donde había una obviamente falsa transcripción de un supuesto discurso de Hillary Clinton ante Goldman Sachs. Aunque el falso documento nunca ha sido publicado por WikiLeaks, constituía la base de toda la denuncia originada en MSNBC de que los documentos de WikiLeaks eran adulterados.
Sin embargo la persona que había falsificado la transcripción del discurso ante Goldman Sachs era un devoto seguidor de Hillary Clinton, y no un “trumpista”. En el Daily Beast, la persona que usaba la cuenta “The Omnivore” se desenmascaró como “Marco Chacon”, un auto-proclamado creador de “noticias falsas virales”, cuyos blancos de ataque eran los seguidores de Sanders y de Trump (se especializaba en fraudes anti-Clinton, que fueran ostensiblemente falsos con el objetivo de tenderles una trampa a los oponentes de la candidata, para que de esa manera quedaran mal parados). Cuando no posteaba noticias falsas inventadas con el fin de hacer quedar mal a los opositores de Clinton, su cuenta se parecía a cualquier otra cuenta pro-Clinton: numerosos artículos negativos contra Sanders, y luego, contra Trump; y enlaces a artículos favorables a Clinton.
En el artículo de Daily Beast publicado el 21 de noviembre, Chacon describe cómo fabricó el falso discurso de Clinton ante Goldman Sachs. Dice que lo hizo antes de saber que entre los correos electrónicos de Podesta se hallaban fragmentos de los discursos de Clinton ante los banqueros de Wall Street. Pero, una vez que se dio cuenta de que WikiLeaks había publicado las transcripciones, Chacon trató de persuadir a los críticos de Clinton de que creyeran que sus falsificaciones eran reales, para así poder demostrar que estos (los anti-Clinton) eran unos tontos crédulos.
Sin embargo, para desgracia de Chacon, la gente que terminó siendo engañada por sus noticias falsas fueron los más prominentes seguidores de Clinton en la nación, incluyendo supuestos expertos y periodistas de MSNBC que usaron las burdas falsificaciones de Chacon para convencer al mundo de que el archivo de WikiLeaks había sido adulterado y por tanto debía ser ignorado. Que fueran periodistas pro-Clinton los que hayan difundido las noticias falsas como reales ahora le resulta aterrador hasta al mismo Chacon:
“Los tuits se hicieron súper-virales. Casi llegaron a ser trending -y siguen hasta ahora- el hashtag #buckeoflosers. Un tuit que decía que eran una mala falsificación fue reenviado entre otros por Malcolm Nance, un analista de inteligencia de MSNBC, que tuiteó diciendo que había que desconfiar de las publicaciones de WikiLeaks…
Nance, quien tiene una sólida formación en inteligencia, debería haber distinguido rápidamente que esto era falso al ver ‘(chaos)’ escrito en el margen y ‘((makes air quotes))” escrito antes de ‘bucket of losers’ en la cómica supuesta transcripción, y nunca debería haberla usado como referencia diciendo que los documentos revelados por WikiLeaks de Podesta eran una falsificación…
Al final, ¿esto cambió algo? No lo sé. Creo que sin querer perjudiqué a WikiLeaks, no estoy orgulloso de ello, pero tampoco arrepentido. Sospecho que algunos se dieron cuenta que estaba creyendo en noticias falsas.”
La última oración -que como resultado del fraude de Chacon “algunos se dieron cuenta que estaba creyendo en noticias falsas”- no es cierta, al menos para gente como Eichenwald, Frum, Nance y Reid. Incluso cuando estaba en claro desde el principio para cualquier persona racional y honesta que no había ninguna prueba de que los documentos difundidos por WikiLeaks fueran adulterados, e incluso cuando (como lo dice el mismo Chacon) nadie mínimamente informado (mucho menos supuestos “expertos de inteligencia”) debería haber creído en esta noticia falsa tan evidente. Ninguno de los periodistas que le mintieron al público sobre los documentos de WikiLeaks lo reconocieron ni una sola vez.
No retiraron sus tuits de noticias falsas -alertándole a la gente que los documentos de WikiLeaks eran falsificados- ni se retractaron ni reconocieron las falsedades que habían diseminado. Esto incluye los segmentos de MSNBC que difundieron la acusación.
En efecto, no solo era muy obvio que los documentos publicados por Chacon no impugnaban los archivos de WikiLeaks, sino que una mínima investigación hubiera revelado que la persona que adulteró documentos no era ni un agente del Kremlin ni un seguidor de Trump, sino de Clinton. En efecto, esto le quedó muy en claro al periodista de Vice Michael Tracey, que reconoció de inmediato que el fabricante de la noticia falsa era pro- Clinton. Pero, como este hecho no era conveniente para la agenda política de MSNBC/Newsweek, fue ignorado y en cambio, los periodistas de estos medios eligieron creer la mentira de que el archivo de WikiLeaks había sido adulterado.
Me sorprendería enormemente si alguno de ellos lo admitiera incluso confrontados con la confesión de Chacon. Esto se debe a que MSNBC ha demostrado en repetidas oportunidades que acepta las noticias falsas y las mentiras descaradas de sus personalidades siempre y cuando estas mentiras estén al servicio del candidato correcto (cuando los demócratas difamaron a Jill Stein como una “títere del Kremlin”, en el programa de Reid se presentó la mentira de Nance de que Stein había tenido su propio programa en Russia Today: una total fabricación que MSNBC, hasta el día de hoy, no ha corregido y ni siquiera ha reconocido a pesar de los múltiples pedidos de FAIR.
MSNBC, literalmente a diario, presenta diversas personas que lamentan, con actitud de superioridad moral, la difusión de “noticias falsas”. Sin embargo, la misma cadena MSNBC no solo difunde noticias falsas sino que se niega a corregirse cuando se la descubre. ¿Pueden tener siquiera una pizca de credibilidad para denunciar noticias falsas? No, no la tienen.
El hecho de que los periodistas y “expertos” mintieran descaradamente al público para ayudar a su candidata favorita es obviamente peligroso. Esto fue señalado -irónicamente por Marty Baron, editor ejecutivo del Washington Post- quien en conversación con Jim Rutenberg del New York Times dijo: “Si en una sociedad la gente no puede ponerse de acuerdo en hechos básicos, ¿cómo podría haber una democracia que funcione?”
Exactamente: si tienes periodistas destacados que le dicen al público que crea en un grupo anónimo con una lista macartista [2] falsa, o que le dice que ignore documentos informativos argumentando que son falsos cuando no existe ninguna razón para creer que son falsos, esto es una amenaza directa contra la democracia. En el caso de los correos de Podesta, las mentiras fueron fabricadas por los mismos sectores que se autoproclaman a los gritos como víctimas de las noticias falsas.
Pero el problema va más allá de un mero asunto de hipocresía. Las quejas sobre las noticias falsas van típicamente acompañadas de “soluciones”, que involucran censura y supresión, ya sea por parte del gobierno o de las grandes corporaciones tecnológicas, como Facebook. Pero sin una definición clara de “noticias falsas”, y hasta que se reconozca que las noticias falsas son agresivamente propagadas por la misma gente que se queja de ellas, los peligros representados por las soluciones propuestas serán tan, o más, grandes que el problema.
Selección en Internet: Raquel Román Gambino
*Abogado constitucionalista estadounidense, columnista, bloguero, escritor y periodista. Desde agosto de 2012 hasta octubre de 2013 fue columnista de la edición estadounidense de The Guardian.
[1] Nota de la traductora: John Podesta fue el jefe de la campaña electoral de Hillary Clinton a la presidencia de EEUU. El archivo de John Podesta publicado por WikiLeaks contenía cientos de miles de correos internos, al igual que numerosos e-mails intercambiados entre la campaña de Clinton y personalidades de los medios de prensa acordando cómo beneficiar a la candidata, en detrimento del socialista Sanders durante las primarias, y luego de Trump en la elección presidencial.
[2] Nota de la traductora: El término macartismo fue acuñado en la década de 1950, cuando el senador Joseph McCarthy se convirtió en la figura líder de la campaña anticomunista en Estados Unidos. Esta campaña era una cacería de brujas contra cualquier disidente político en todos los ámbitos, desde el cine hasta la administración pública. La acusación de "rojo", "comunista" o "agente de Rusia" se esgrimía sin aportar pruebas, con el propósito de eliminar a los oponentes políticos, encarcelándolos, echándolos de sus trabajos, convirtiéndolos en parias.
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THE NEW YORK TIMES.com 11 de noviembre del 2016 EEUU
Adónde van los demócratas ahora
Bernie Sanders*
Millones de americanos dieron un voto de protesta el martes 8 de noviembre, expresando su feroz oposición a un sistema económico/político que pone los intereses corporativos y de los ricos por sobre los suyos propios. Apoyé con firmeza a Hillary Clinton, con todas mis fuerzas hice campaña en su nombre, y creí que ella era la opción adecuada el Día de Elecciones. Pero Donald J. Trump ganó la Casa Blanca porque su retórica de campaña se aprovechó con éxito de una cólera muy real y justificada, una cólera que sienten muchos demócratas tradicionales.
El resultado me entristeció, pero no estoy sorprendido. No me sorprende que millones de personas que votaron por el señor Trump lo hayan hecho porque están aburridos y cansados del statu quo económico, político y mediático.
Las familias trabajadoras ven que los políticos obtienen apoyo financiero de multimillonarios y de intereses corporativos –y después ignoran las necesidades de los estadounidenses comunes y corrientes. Durante los últimos 30 años, demasiados estadounidenses fueron engañados por sus patronos corporativos. Trabajan más horas por salarios más bajos mientras que ven que empleos con salarios decentes se van a China, México o a algún otro país de bajos salarios. Están cansados de tener como jefes a altos ejecutivos que ganan 300 veces más que ellos, mientras que el 52 por ciento de los nuevos ingresos va a manos del uno por ciento más rico. Muchas de sus ciudades rurales que una vez fueron hermosas se han despoblado, sus tiendas se han cerrado y sus hijos se marchan porque no hay empleo –y mientras tanto las corporaciones le chupan la riqueza a la comunidad y repletan sus cuentas en el extranjero.
Los trabajadores estadounidenses no pueden permitirse un cuidado decente y de calidad para sus hijos. No pueden enviar a sus hijos a la universidad, y no tienen nada en el banco cuando les llega la hora del retiro. En muchas partes del país no pueden encontrar viviendas asequibles y descubren que el costo del seguro médico es demasiado caro. Demasiadas familias viven en la desesperación a medida que las drogas, el alcohol y el suicidio destruyen la vida de un creciente número de personas.
El presidente electo Trump tiene razón: el pueblo estadounidense quiere un cambio. ¿Pero qué clase de cambio él le ofrecerá? ¿Tiene él el valor de hacer frente a la gente más poderosa de este país que es responsable del dolor económico que sienten tantas familias trabajadoras, o redirigirá la cólera de la mayoría contra minorías, inmigrantes, los pobres y los desamparados?
¿Tendrá él el valor de enfrentarse a Wall Street, de trabajar para romper a las instituciones financieras “demasiado grandes para fracasar”, y para exigir que los grandes bancos inviertan en pequeñas empresas y creen empleos en las zonas rurales y las zonas marginales urbanas? ¿O designará a otro banquero de Wall Street para dirigir el Departamento del Tesoro y para que todo quede como de costumbre? Como él prometió durante la campaña, ¿se enfrentará realmente a la industria farmacéutica y bajará el precio de los medicamentos de venta por receta?
Me angustia profundamente al oír historias de los estadounidenses que son intimidados y acosados como consecuencia de la victoria del señor Trump, y oigo el llanto de las familias que viven ante el temor de ser separadas. Hemos avanzado mucho en este país en el combate a la discriminación. No vamos a retroceder. Estén seguros de que no existe ningún compromiso con el racismo, el fanatismo, la xenofobia y el sexismo. Lucharemos contra todas sus formas, donde quiera y cuando quiera que aparezcan.
Mantendré una mente abierta para ver qué ideas ofrece el señor Trump y cuándo y cómo podemos trabajar juntos.
Sin embargo, como perdió el voto popular a escala nacional, él haría bien en prestar atención a las opiniones de los progresistas. Si el presidente electo habla en serio acerca de la implantación de políticas que mejoren la vida de las familias trabajadoras, voy a presentar algunas oportunidades para que él se gane mi apoyo.
Reconstruyamos nuestra infraestructura en ruinas y creemos millones de empleos bien remunerados. Aumentemos el salario mínimo a un salario que permita vivir, ayudemos a los estudiantes para que puedan darse el lujo de ir a la universidad, proporcionemos licencias familiar y médica pagadas y ampliemos la Seguridad Social. Reformemos un sistema económico que permite a multimillonarios como el señor Trump no pagar un centavo en impuestos federales sobre la renta. Y lo más importante, terminemos con la capacidad de comprar elecciones de los ricos donantes a campañas.
En los próximos días, también proporcionaré una serie de reformas para revigorizar al Partido Demócrata. Creo firmemente que el partido debe romper sus lazos con el establishment económico y convertirse, una vez más, en un partido de base de los trabajadores, los ancianos y los pobres. Debemos abrir las puertas del partido para dar la bienvenida al idealismo y a la energía de los jóvenes y de todos los estadounidenses que están luchando por la justicia económica, social, racial y ambiental. Debemos tener el valor de hacer frente a la avaricia y el poder de Wall Street, las empresas farmacéuticas, las compañías de seguros y la industria del combustible fósil.
Cuando terminó mi campaña presidencial, prometí a mis partidarios que la revolución política continuaría. Y ahora, más que nunca, eso debe suceder. Somos la nación más rica en la historia del mundo. Cuando nos unimos y no dejamos que los demagogos nos dividan por la raza, el sexo o el origen nacional, no hay nada que no podamos lograr. Debemos ir adelante, no hacia atrás.
Selección en Internet: Melvis Rojas Soris
*Político estadounidense, senador junior de los EEUU por el estado de Vermont y precandidato del Partido Demócrata para las elecciones presidenciales de 2016 en dicho país.
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CX36 RADIO CENTENARIO 12 de diciembre del 2016 URUGUAY
El análisis de James Petras en CX36, 12 de diciembre de 2016
Trump está llenando sus puestos y posiciones con militares
y multimillonarios
(Fragmentos)
“Trump está respondiendo de una manera específica, está llenando sus puestos y posiciones con militares y multimillonarios como contrapeso a las instituciones que el Sr. Obama ha lanzado. Hay una lucha de élites”-.
“Por primera vez en la historia tenemos una versión del golpismo latinoamericano en los EEUU. Y la prensa burguesa, y la prensa liberal, y la prensa supuestamente de centro izquierda, están implicados y repitiendo todas las acusaciones de traición, de conspiración rusa, sin presentar ninguna prueba definitiva o cuestionable” -dijo el sociólogo norteamericano James Petras en CX36.
Chury: Petras, tú sabes que aquí en el sur estamos como sorprendidos de las informaciones que hablan de una alteración casi de las elecciones norteamericanas a través de la intromisión de Rusia y uno piensa cómo hace alguien o un país para provocar ese hecho en la primera potencia del mundo.
¿Cómo se está viendo allí? ¿Qué opina Trump? ¿Qué dicen los demócratas? ¿Qué dice Clinton?
Petras: Bueno, podríamos empezar enfatizando la importante gravedad de lo que está ocurriendo. No es nada más o menos que un golpe, un golpe institucional que trata de negar la elección de Donald Trump que están organizando las instituciones como la CIA como una manera de ilegitimar el gobierno y tratar de acusarlos de ser traidores.
Es decir, quieren implicar a Trump como un traidor, un cómplice de Rusia y decir que la policía federal está implicada, que no solo engañaron al público sobre las elecciones con datos conseguidos por las instituciones de inteligencia pero quieren penetrar hasta el Estado y los nombrados de Trump.
Y para eso, para el golpe están movilizando al Congreso y a todos los partidos de la derecha, centro, izquierda para negar lo que ocurre en las elecciones.
Es decir que Rusia, si interviene a favor de Trump, Trump es cómplice de Rusia y todos están involucrados en engaño. Nada de eso tiene ninguna prueba, no hay ninguna prueba, están ahora inventando pruebas por parte de la CIA, que la CIA está involucrada dentro de la política doméstica en esta conspiración para negar la decisión constitucional.
Es un modelo que utilizaron en Brasil, en Paraguay, en Honduras donde un sector del gobierno se vale de algún mecanismo falsificado para desplazar, echar que incluso en EEUU es peor porque acusan al presidente electo de traidor implicado con un poder externo que es enemigo de EEUU.
Obama, que se ha metido en todos los problemas mundiales, interviniendo en todos los casos, implicados en Brasil, en Paraguay, en Honduras, ahora quiere repetir el mismo escenario para los EEUU. Y por primera vez en la historia tenemos una versión del golpismo latinoamericano en los EEUU.
La prensa burguesa, la prensa liberal, y la prensa supuestamente de centro izquierda, están implicados y repitiendo todas las acusaciones de traición, de conspiración rusa, sin presentar ninguna prueba definitiva o cuestionable.
Entonces, es una de las cosas más interesantes y más peligrosas en toda la historia.
Trump está respondiendo de una manera específica, está llenando sus puestos y posiciones con militares y multimillonarios como contrapeso a las instituciones que el Sr. Obama ha lanzado. Hay una lucha de élites.
Con los militares nombrados en puestos de seguridad, Trump está creando un poder de militares que podrían resistir el golpe organizado por la CIA. Con los multimillonarios está justificando sus relaciones con Rusia y las otras propuestas que tiene sobre la mesa. Y con los multimillonarios, precisamente el canciller nuevo que viene, es el director de la Exxon, la empresa más importante de petróleo que está muy vinculada al comercio con Rusia, y eso también es una posición fuerte.
Y finalmente Trump ha hecho un viaje por diferentes ciudades llenando el estadio para contrastar las presiones de sectores de izquierda, centro-izquierda que han lanzado como cipayos de los golpistas.
Entonces, estamos en una situación que parece una guerra civil clandestina porque está ocurriendo en una gran parte de la institucionalidad. Son la policía federal contra la CIA. Son los militares contra los congresistas. Son los multimillonarios, un sector contra otro. Y eso no se habla en ninguno de los medios, ni de los críticos ni de los que apoyan del proceso político actual.
Pero nosotros creemos que es la realidad porque estamos acostumbrados a ver lo que ha pasado en América Latina en el último período, y hay una réplica norteamericana que entendemos mejor porque hemos estudiado los últimos golpes institucionales en América Latina.
Chury: Muy bien, Petras, estoy de acuerdo precisamente y particularmente con esta última parte del análisis ¿no? Ahora, no me voy muy lejos, me voy a Turquía y a Siria. Hay una objetivización tenaz contra Bashar al-Assad, eso no lo niega nadie. ¿Por qué esa resistencia o ese propósito de quitar a Bashar al-Assad del medio que llevan adelante inclusive la Unión Europea, los EEUU, Turquía y otros Estados? ¿Es decir, cómo se ve la situación en este momento en Siria?
Petras: Bueno, hay varias razones. Por ejemplo, Turquía quiere conquistar parte de Siria, el norte y tal vez lo mismo en Irak. Entonces, hay una política loca del imperialismo en Turquía tratando de extender algo de la imagen del otomanismo del pasado.
EEUU, como en Libia y en Irak, busca derrocar al gobierno sin tener mucha idea de a quién puede reemplazar. Pero como Israel también quiere una Siria dividida, fragmentada, débil, está ganando influencia.
Arabia Saudita está contra un gobierno secular democrático y popular, y por esta razón tienen enemistad contra el gobierno de Bashar al-Assad.
Entonces, hay una unidad de varios elementos de la reacción mundial entre Israel y Turquía, Arabia Saudita encabezados, dirigidos y financiados tanto por Arabia Saudita como los EEUU que han mandado más de mil soldados de fuerzas especiales a apoyar a los terroristas y mercenarios, mal llamados rebeldes.
Es una de las propagandas que la derecha utiliza para desplazar a los terroristas invasores y mercenarios.
El problema es que la prensa de centro-izquierda como Página 12, como La Jornada en México, utilizan la fraseología y citan los reportajes que vienen de Washington como noticia. Debemos reconocer que la gran victoria de Bashar al-Assad con sus aliados en Irán y Hizbulá en El Líbano, y con Rusia, han ganado la batalla para recapturar Alepo.
Pero mientras están avanzando y ganando la liberación de Alepo, Washington facilitó la salida de los terroristas de Irak a invadir una ofensiva contra Palmira en Siria.
No es casual que los terroristas consigan más de 4.000 militares terroristas para invadir, tomar una gran parte de Palmira y donde hay una guerra feroz actualmente. ¿De dónde vienen, cómo transportarán tantas armas pesadas rápidamente en el país. Obviamente, un porcentaje importante de los combatientes terroristas viene de Irak y de otros lugares donde reciben respaldo de las fuerzas especiales de EEUU.
Chury: Muy bien, estaba escuchándote atentamente y mencionabas algunos medios de centro-izquierda, que en definitiva, ya hay una experiencia de tanto esconderse en la centro-izquierda terminan en la derecha. Petras, quería que lo que tengas en tu agenda, en los minutos que nos quedan, utilicemos el tiempo en describirlo
Petras: Sí, podríamos terminar. Ya hemos discutido los EEUU y Medio Oriente, y para terminar debemos discutir la experiencia en Argentina.
Todos los medios de comunicación en EEUU y Europa, y tal vez un sector importante en América Latina, pensaban que con el gobierno de Macri podrían avanzar la economía, aumentar y cosechar enormes ganancias y al mismo tiempo mantener el apoyo popular.
Ninguno de los casos está funcionando, ahora hay más de 400.000 desocupados nuevos, hay un enorme número de personas, 4 millones, que aumentaran el número de pobres. Y lo peor de todo, desde el ángulo económico podríamos decir que en Argentina las deudas y las entregas y las rebajas de impuestos no han atraído el capital. Incluso en el último período hay una fuga de capitales de 12.000 millones afuera del país que van a Londres, a Washington, algunos están invirtiendo, transfiriendo a Uruguay.
Y las exportaciones han caído 6%, el PBI ha bajado 4.7% y la deuda ha crecido en 87.000 millones. Entonces, la deuda aumenta, la economía está cayendo y naturalmente ningún capitalista racional va a invertir en Argentina, especialmente con una inflación de 4.7%, con deuda fiscal de más del 9%.
No hay ninguna razón para que un capitalista mínimamente inteligente que vaya a meterse en Argentina en este año, el año próximo y más allá de eso.
Entonces, entre el social y el económico, Macri es un desastre total. Es decir, contrario a cualquier otro gobierno que hemos conocido no hay ninguna parte de su pensamiento y prácticas que tenga algo para justificar. Pero la prensa sigue tratando de inventar alguna cosa positiva. Los especuladores en Nueva York cobraron su dinero, llenan el bolsillo y se van.
¿Entonces, qué podemos esperar? Esperamos que amplios sectores estén contra Macri, no hay ninguna posibilidad de que pudiera ganar alguna fuerza en el Parlamento, lo que esperamos es que el gobierno esté desplazado y forzado a dejar el gobierno e ir por donde quiere.
Entonces, la inestabilidad está creciendo. El único que queda en el poder es porque los burócratas corruptos del CGT siguen buscando una salida negociada que es inexistente, sino fuera por los burócratas sindicales, ya el gobierno paralizado internamente podría caer.
Pero lo que mantiene a Macri no es su política, ni su economía, ni simplemente los militares que lo respaldan; es el hecho de que el movimiento popular está buscando una salida política pero faltan los mecanismos del sindicalismo para hacer la tarea.
Selección en Internet: Raquel Román Gambino
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ECONOMÍA
LA HAINE 19 de diciembre del 2016 ESPAÑA
Macri cumplió un año de gobierno en Argentina
Julio C. Gambina*
Los datos económicos y sociales del 2016 son claros y manifiestan una brutal transferencia de ingresos.
Desde la mayoría de la población con bajos ingresos hacia un núcleo muy concentrado del poder económico.
Es el resultado buscado, con pérdida de poder adquisitivo de quienes perciben ingresos fijos, activos y pasivos, trabajadores regulares e irregulares, con o sin seguridad social. En el otro ángulo ganancias acrecidas por efecto de la devaluación, quita o eliminación de retenciones a las exportaciones, cancelaciones de deuda pública y aumento de las tarifas de servicios públicos privatizados.
Son beneficiados de la política económica los grandes productores y exportadores, del agro, la minería y la industria; los acreedores externos, la banca transnacional, la especulación financiera y las transnacionales que dominan la producción y los servicios en la Argentina. Los perjudicados son la inmensa mayoría de la sociedad.
Así se consolida un orden económico sin lugar para el desarrollo de un mercado interno ampliado, con un amplio abanico social condenado a la pobreza y a la subsistencia, incluida la opción que ofrece el delito para la supervivencia, e incluso la incorporación al mercado de consumo.
En este mapa son variadas las economías regionales en problemas, o los sectores económicos sociales pequeños y medianos de la economía que pierden función, textiles, calzado, juguetes, talleres sidero metalúrgicos, entre muchos otros, y que solo sobreviven en la marginalidad y la ilegalidad. La situación irregular de trabajadores y pequeños empresarios se transforma en un hecho estructural.
Déficit fiscal
Todo el combo de política económica derivó en mayor déficit fiscal para el Estado nacional, argumento oficial para incumplir la promesa de campaña electoral de Macri para eliminar el impuesto a las ganancias a los trabajadores, un sinsentido en sus términos: el salario no es ganancia.
Ante la maniobra de la oposición parlamentaria, que dio media sanción a un proyecto de modificación al impuesto a las ganancias (que no agrada al oficialismo y genera menores ingresos para el Estado) puede el macrismo obstaculizar el proyecto cuando se trate en el Senado, o directamente vetarlo.
Lo real es que bajo cualquier opción, el oficialismo cargará con el costo político del veto o el desfinanciamiento estatal con restricción para la negociación con las provincias, especialmente los gobernadores, también afectados por la disminución de ingresos estatales.
El veto presidencial puede disparar el conflicto sindical, de las organizaciones de mayor convocatoria a la hora de un Paro Nacional.
Hasta ahora, la pulseada con el sindicalismo tradicional la venía ganando el gobierno que postergó vía negociaciones el Paro Nacional, invocado por las CTAs y otras organizaciones sindicales y activos de trabajadoras y trabajadores en conflicto.
Desde el punto de vista económico, el déficit se financia con nuevo y mayor endeudamiento público, lo que augura nuevas crisis de la deuda en el mediano plazo y recrea compromisos de cancelación de intereses y capital a costa de otros rubros de los presupuestos y el gasto público social.
Es un problema agravado con la suba internacional de las tasas de interés y la valorización del dólar, todas consecuencias posteriores a la elección de Donald Trump en EEUU.
Los nuevos tiempos de la política mundial potencian la dependencia del capitalismo local a la lógica de la ganancia que imponen las transnacionales y la política económica de las principales potencias del mundo.
Expectativa por el desembarco de los inversores externos
El 2017, año de renovación parcial del Parlamento se pone en juego la capacidad política del gobierno de Macri para hacer posible la finalización del mandato y optar por un nuevo periodo. Se trata de un propósito por el que disputan otros proyectos políticos que se ofrecen como mejores gestores del gobierno de la Argentina.
La clave está en la gestión del conflicto social. Unos en el gobierno esperan contenerlo, aun a costa del mayor gasto público, algo que a los más ortodoxos en el gobierno no les suena nada bien, caso del elenco directivo en el BCRA. Otros, desde la oposición estimulan la amenaza del conflicto y proponen perspectivas de distribución del ingreso de difícil materialización sin cambiar sustancialmente el modelo productivo y de desarrollo.
Macri dijo que iba a cambiar la lógica económica del periodo anterior y solo agravó las consecuencias sociales. Otros reivindican los primeros cuatro años de la experiencia kirchnerista e imaginan la posibilidad de un capitalismo nacional con distribución progresiva del ingreso, por lo que no dudan en hacer alianzas con el macrismo o el kirchnerismo, según sean las circunstancias. Con el macrismo para cancelar deuda, por ejemplo, y con el kirchnerismo para modificar el impuesto a las ganancias, in-modificado en los años previos, incluso con mayoría parlamentaria.
No resultará sencillo cumplir con esas aspiraciones de control del conflicto social, ya que el deterioro de los ingresos populares genera descontento, base de la protesta y organización popular. Pero, al mismo tiempo, el imaginario de un capitalismo con mayor distribución del ingreso sosteniendo la primarización exportadora actual confronta con la posibilidad de un capitalismo redistributivo, amén de no conciliar con la lógica de los inversores. Es lo que ocurrió en estos últimos años, con extensión de la producción de soja para la exportación, ídem la minería y los hidrocarburos.
Bajar el costo laboral como propósito
En este sentido, todos, en el gobierno y en la oposición sistémica, aspiran a una recuperación de la economía vía inversiones externas. Por su parte, los inversores exigen cambios en las reglas del juego económico, es decir, seguridad jurídica para sus inversiones. Eso requiere profundizar el cambio regresivo en la relación entre el capital y el trabajo, con mayor precarización y control de la respuesta y el conflicto sindical y social.
Las inversiones no llegaron aun a la Argentina porque se requiere seguridad de recupero de la inversión, con una rentabilidad adecuada a las condiciones de funcionamiento en crisis del sistema mundial del capitalismo. Hay que bajar el costo salarial pregonan.
Argumentan que solo ocho millones de población económicamente activa del sector privado en la producción y los servicios sostienen una política de empleo público, la seguridad social y la previsión que involucra en su conjunto a 20 millones de personas.
Claman por terminar con esa situación, alivianando impuestos al sector privado para hacer atractiva a la Argentina para los inversores.
Por eso, la llave está en la gestión del conflicto para hacer sustentable el orden capitalista. Pero también, el conflicto puede desatar la disputa por otro modelo productivo y de desarrollo modificando la agenda de la discusión, donde ya no talle la ganancia sino la satisfacción de las necesidades de la sociedad.
Vale discutir quién produce y cómo, pero también cuál es la apropiación de ese producto social, cuáles son las normas de la organización del trabajo, la extensión de la jornada, los beneficios sociales y la inserción de la economía local en el sistema mundial, empezando por nuevas y fraternales relaciones con los países vecinos, algo que suena contradictorio con las recientes sanciones a Venezuela en el Mercosur.
Selección en Internet: Raquel Román Gambino
*Doctor en Ciencias Sociales de la UBA. Profesor titular de Economía Política., Universidad Nacional de Rosario. Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP. Director del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma, IEF-CTA.
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ALAI 15 de diciembre del 2016 ECUADOR
Muerto el TPP, ¡viva la liberalización!
Luciana Ghiotto y Evelin Heidel*
Trump acaba de anunciar su agenda de los primeros 100 días de gobierno. Uno de los puntos que destacan en materia de estrategia comercial es el abandono del Tratado Transpacífico, o TPP. Así, dejaría de lado el legado de Obama para los EEUU en su disputa comercial con China. A raíz de esta nueva situación, nos preguntamos, ¿el TPP está realmente muerto? ¿O hay acaso otros elementos que tenemos que tener en cuenta antes de dar por terminado el gran proyecto de liberalización comercial del Pacífico?
Uno de los ejes fundamentales de la campaña de Donald Trump fue la crítica acérrima a los Tratados de Libre Comercio (TLC) que firmó EEUU en los últimos veinte años, incluido el que firmó con México y Canadá en 1994 (NAFTA por su sigla en inglés). Trump y su equipo identificaron en los TLC al mismísimo diablo, por haber sido los causantes de la pérdida de empleos en el país. De acuerdo con datos oficiales de Washington, entre 1997 y 2013, EEUU perdió 5,4 millones de empleos manufactureros, a la vez que cerraron cerca de 82.000 fábricas. Efectivamente, los TLC avalaron jurídicamente los derechos de las empresas norteamericanas en el exterior. En su forma de Inversión Extranjera Directa, esas empresas fueron protagonistas de la relocalización productiva hacia el sudeste asiático y hacia China, huyendo del caro trabajo norteamericano. Para qué quedarse en casa, si afuera es tan atractivo para la ganancia.
El énfasis puesto por la campaña de Trump en contra de los TLC apunta directamente contra una de las consecuencias más violentas del modo de acumulación capitalista basada en la libre circulación de los capitales: esa gran porción de la población que sobra, aquellos que no se adaptan o insertan en esta lógica. El desempleo creciente en EEUU, no resuelto por las políticas librecambistas de los gobiernos demócratas, fue uno de los factores explicativos de la victoria de Trump.
En ese sentido, uno de los principales puntos de la discordia con el gobierno de Obama es el Tratado Transpacífico (TPP). Obama tomó este tratado como uno de los caballos de batalla de su gobierno, un legado que él quería dejar a EEUU en su puja comercial global con China. Sin embargo, tanto desde el seno del Partido Demócrata con la candidatura de Bernie Sanders, como desde el Republicano se apuntó ferozmente en contra de este tratado. Hoy, pocos días después de las elecciones, todo indica que Obama no podrá forzar la ratificación del TPP en el período de transición hasta enero, y que el proyecto será abandonado por la administración Trump.
Entonces, ganó Trump, ¿murió el TPP? Desde las organizaciones sociales del continente no podemos darnos el lujo de repetir los slogans periodísticos que dan por finiquitado este proyecto por el solo hecho de haber ganado Trump las elecciones. Incluso, nos atrevemos aquí a decir que el TPP no ha muerto, aún si el mismo Trump así lo anuncia. Parece que estamos desafiando la realidad, y sin embargo, la realidad apoya nuestra hipótesis. Veamos por qué.
Un primer argumento se basa en la experiencia acumulada de los últimos diez años. Cuando fracasó el ALCA, se frenó un proyecto de liberalización comercial que incluía a 34 países del continente. Nada más, ni nada menos. El fin de ese proyecto no implicó el fin del libre comercio. Por el contrario, rápidamente proliferaron diversos “alquitas” bilaterales de EEUU con países americanos como Chile, Perú, Colombia, y varios países centroamericanos y caribeños (acuerdo conocido como DR-CAFTA). Esta experiencia reciente nos señala que el fracaso de un acuerdo no implica su deceso como proyecto para garantizar la acumulación capitalista. Mientras tanto, proyectos de liberalización similares al ALCA proliferaron con otros jugadores globales como la Unión Europea, China, Corea del Sur, Japón, Singapur, entre otros. Que el ALCA fracasara no implicó el fin del proyecto librecambista global.
En segundo lugar, cabe aclarar, ¿qué implica el TPP? Con respecto al ALCA, el TPP significaba un avance sustancial de los derechos de las corporaciones, que se ven plasmados en los diversos capítulos, especialmente en el de Propiedad Intelectual, Servicios, Servicios Financieros, Inversiones, Telecomunicaciones y Compras Gubernamentales. El texto del TPP muestra estar directamente influenciado por el lobby de las grandes empresas norteamericanas que tuvieron un rol privilegiado en la negociación del acuerdo. De hecho, el TPP otorga mayores derechos de propiedad a las grandes farmacéuticas, a los estudios cinematográficos de Hollywood, a las empresas de servicios informáticos y el Silicon Valley, a las de correo postal, a las aeronáuticas, a las financieras, etc. Las grandes empresas de estos sectores son un eje fundamental de la “burguesía” norteamericana, mismo si muchas de ellas fabrican sus productos en el exterior. Sin embargo, facturan impuestos en EEUU. Es poco probable que estas grandes empresas se olviden rápidamente de los derechos adquiridos en el TPP, esos que Obama firmó junto con otros 11 presidentes. Si no lo logran vía TPP, será mediante otra vía.
Efectivamente, el TPP se ha consolidado como el “nuevo modelo” de tratado comercial, sentando el piso desde el cual se negocia. Así como la OMC hace veinte años sentaba los pisos mínimos de negociación, y establecía el principio de no-retroceso (una vez liberalizado, no hay vuelta atrás), el TPP se consolida como un nuevo piso. Este tipo de tratados establece la base desde la cual se empieza a conversar, pero nunca fija el techo. Y en ese sentido, la base de negociación que propone el TPP es muy alta.
Un tercer elemento que apoya nuestra hipótesis es que, frente al anuncio de Trump de que se abandonaría el TPP, China acaba de anunciar que redoblará los esfuerzos por cerrar su propio acuerdo mega-regional, también en el Pacífico: la Asociación Económica Regional Integral (RCEP, por su sigla en inglés). Este acuerdo, que competía directamente con el TPP, pasará a ser el acuerdo negociado más grande en términos de cantidad de países y tamaño de mercados incluidos. Comprende el eje China-India (los países más poderosos del bloque BRICS), además de los miembros de la Asociación Económica Asia-Pacífico (APEC) Corea del Sur, Japón y Oceanía. Esencialmente, se trata de los países que han sido los grandes receptores de Inversión Extranjera Directa en los últimos treinta años, es decir, hacia donde han relocalizado gran parte de su producción las empresas norteamericanas y europeas. El RCEP implica cláusulas contractuales similares al TPP, incluyendo un capítulo de inversiones con mecanismo de solución de controversias inversor-Estado, derechos de propiedad intelectual del tipo TRIPS-Plus (impulsadas fuertemente por Japón), alta liberalización en el sector servicios, etc. Esto significa que, aun si se abandona el TPP, la liberalización comercial en la zona Pacífico continúa avanzando a pasos agigantados.
Por último, el abandono del proyecto TPP no implica que EEUU no avance con otros tratados que se encuentran actualmente en negociación, como el TISA (Trade in Services Agreement). Este acuerdo es un GATS-Plus (en referencia al acuerdo de servicios de la Organización Mundial de Comercio) ya que avanza en la liberalización de nuevos sectores que no habían tenido consenso en el ámbito multilateral, y viene siendo negociado tras bambalinas por más de 50 países. El conglomerado de las empresas de servicios norteamericanas tiene un especial interés en este tratado, ya que garantiza su acceso a nuevos países, a la vez que, al igual que el TPP, establecería un nuevo piso de negociaciones en servicios. ¿Qué diferencia al TISA del TPP tras la elección de Trump? Como dijimos, Trump puso el dedo sobre la pérdida de empleos manufactureros en el territorio norteamericano; pero si las empresas de servicios de la misma bandera acaparan mercados en el exterior, en su competencia con las europeas, eso beneficia a EEUU en términos de acceso a mercados e incluso de recaudación impositiva. Desde la óptica de Trump, el problema es el TPP, no el TISA. Entonces, aunque el TPP quede estancado, el TISA seguramente continuará en negociación.
En definitiva, lo fundamental del tratado seguirá intacto y activo, por más de que el texto mismo del TPP quede sepultado. La presión corporativa para convertir al mundo en una enorme factoría global y garantizarse ganancias superlativas en cualquier circunstancia es la esencia que sustancia y mueve las letras del TPP. Ese proyecto está lejos de estar muerto y Trump está lejos de ser uno de sus principales combatientes. La batalla contra el TPP no terminó, solo cambió de forma.
Selección en Internet: Raquel Román Gambino
*Son miembros de ATTAC Argentina y de la Asamblea Argentina mejor sin TLC.
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SOCIEDAD
ANTICAPITALISTES 4 de diciembre del 2016 ESPAÑA
Causas de sus éxitos y fracasos
Las campañas contra la privatización en el servicio de salud en Inglaterra
Sally Ruane*
Hay muy pocas investigaciones sistemáticas en las campañas contra la privatización del sistema de sanidad en Inglaterra. Lo que sigue refleja mis análisis, experiencias y conocimientos del paisaje político durante muchos años de observación como investigadora en las políticas de privatización.
La privatización es principalmente una política de Inglaterra y no de Escocia, País de Gales o Irlanda del Norte. La privatización de los servicios auxiliares como la limpieza empezó en los años ochenta; la privatización de los hospitales como edificios (la Iniciativa de Financiación Privada) empezó en los años noventa y la privatización de los servicios clínicos empezó en el año 2000.
Empezaré describiendo las campañas contra la Iniciativa de Financiación Privada en los años noventa y dos mil; luego las acciones contra la privatización más general y el avance del mercado; luego las acciones contra las reorganizaciones y los recortes de los servicios; y después la campaña contra el proyecto de ley en 2011 y 2012. Finalmente concluiré con algunas observaciones.
LA OPOSICIÓN A LA INICIATIVA DE FINANCIACIÓN PRIVADA
La Iniciativa de Financiación Privada (PFI) es una estrategia para conseguir los hospitales nuevos sin aumentar la deuda pública. Empresas en el sector privado prestan dinero, construyen el hospital y manejan el edificio y el terreno. Es una política controvertida porque es muy cara para el sector público (que tiene que reembolsarlas) y porque implica la transferencia de algunos trabajadores del sector público al sector privado.
La oposición en contra de la PFI fue iniciada por UNISON, el sindicato de trabajadores públicos más grande. La PFI afectaba a sus miembros que tenían que pasar a las empresas privadas con impacto en su sueldo y en sus condiciones de trabajo. Como otros sindicatos, UNISON tenía y tiene una oposición ideológica contra la política de las PFI e intentaba terminarla y eliminarla. Encargó las investigaciones teóricas y empíricas que demostraban el coste, las distorsiones y la inflexibilidad que producían las PFI. Presionaba a ministros y presentaba ponencias a los comités parlamentarios. Dirigía los debates entre los sindicatos y dentro del Partido Laborista, el partido del gobierno en esos años, partido al que está afiliado el sindicato. Propagaba sus investigaciones a sus miembros en las webs, por las jornadas regionales y convenciones nacionales. Esta actividad posibilitaba que mucha gente no experta aprendiese algunos argumentos contra la PFI. La actividad difundía una opinión generalizada de que la PFI es un problema.
Todos estos esfuerzos no lograron eliminar la PFI que fue empleada en casi todos los proyectos mayores de infraestructura en los últimos veinte años en el sector sanitario. UNISON triunfó en conseguir algunas protecciones para los trabajadores y un acuerdo con el gobierno en 2002 que consigue la transferencia de algunos (pero no de todos) los trabajadores como empleados a las empresas privadas. Consiguió concienciar a sus miembros y a muchas personas.
El sindicato dejó de hacer su campaña fuerte contra la PFI después de cinco o seis años, quizás porque concluyó que no podría con ellas aunque había logrado suavizarlas en algunos casos.
La campaña del sindicato no tenía una estrategia ideológica. Creyó que el gobierno de nuevo Laborismo era un gobierno que tenía una filosofía pragmática más que ideológica. Por consiguiente, hizo una campaña en que enfatizaba la evidencia. Pero la evidencia no interesaba al gobierno y en realidad, una estrategia fundamentada en la evidencia casi nunca ha convencido a un gobierno a cambiar una política. En retrospectiva podemos comprender que para el gobierno, la PFI fue una plataforma, una política esencial en su estrategia económica y fiscal. A posteriori es difícil ver cómo la campaña pudiera haber triunfado porque asaltó al corazón de la visión que existía dentro del Ministerio de la Hacienda.
Otros factores contribuyen al fracaso. La mayoría de los trabajadores de los hospitales, los clínicos y profesionales, no estaban afectados directamente por la PFI. De hecho, algunos médicos dieron la bienvenida a las nuevas infraestructuras. Igualmente, los representantes nacionales y locales apoyaron proyectos locales. Incluso representantes del Partido Laborista, anteriormente contra la PFI, decidieron que lo más importante era la construcción de un hospital nuevo aunque fuera PFI. Además, es difícil movilizar a la mayoría de los ciudadanos en una campaña de oposición cuando no comprenden las detalles técnicos de la PFI y de todos modos se beneficiarían de un hospital nuevo.
En el contexto en que la PFI representaba una política fiscal fundamental, el movimiento sindical estaba dividido y una campaña común local pedía a los ciudadanos renunciar un hospital nuevo, podemos ver que las políticas de la lucha no condujeron a victoria en términos de parar los proyectos PFI.
Los debates entre los anti-privatización ahora tratan de qué hacer con relación a los 101 proyectos de grandes PFI que tenemos en el sector sanitario. Dado que parece más caro para la agencia pública comprar el total del contrato, las estrategias que se valoran son las siguientes. Primero, las autoridades locales (que proveen el cuidado social, la vivienda y la sanidad preventiva) prestan del dinero a una tasa de interés soberana y dan un préstamo a la agencia sanitaria con el proyecto PFI. La agencia sanitaria, típicamente un hospital Trust, utiliza la financiación para comprar o terminar el contrato PFI del consorcio privado. La agencia sanitaria, reembolsa el préstamo (recibido por las autoridades locales) a la tasa de interés más baja que la del proyecto PFI y, por consecuencia, se beneficia financieramente.
La segunda propuesta es que el Trust continúa con el contrato PFI pero el gobierno central paga un subsidio a la agencia sanitaria equivalente a todos los costes de la PFI por encima de las tasas soberanas de interés y los precios de mercado. La tasa de soberana de interés es muy baja en este momento y los beneficios para el Trust serían considerables. Centralizaría el coste de pericia legal y contabilidad y evitaría la duplicación de esfuerzo. Sería neutral en términos de los costes fiscales porque no cambia la suma total pero ajusta la carga hacia el gobierno central e iguala todos los hospitales. Algunos Trusts reciben ya subsidios y por consiguiente es improbable que necesite una nueva ley.
El reembolso de las deudas PFI y la terminación del contrato están en debate porque podrían aumentar la deuda pública y potencialmente desencadenaría una modificación a la solvencia crediticia y aún más medidas fiscales de austeridad. Sin embargo, esta es la recomendación del aspirante laborista para la alcaldía de Londres después de la implementación de esta estrategia en un proyecto PFI en el noreste de Inglaterra. Esto representa la única terminación de un contracto PFI en el sector sanitario. El Trust hospitalario prestó £114m de las autoridades locales, terminó el contracto PFI y redujo sus gastos £3.5m cada año durante los diecinueve años restantes (Mandlik, 2015).
LAS CAMPAÑAS CONTRA LA PRIVATIZACIÓN EN GENERAL, LA REESTRUCTURACIÓN Y LOS RECORTES
En los quince años pasados, se pusieron en marcha políticas para una privatización más generalizada. Tenemos un sistema de mercado y hay un número creciente de servicios que son provistos por las empresas privadas, pagados públicamente: en principio, casi todos servicios se pueden proveer por una empresa privada por el sistema de contratos.
En 2005, una campaña nacional se formó para resistir esta privatización. Se llama KONP - Conservar el Carácter Público del Sistema Nacional de Sanidad (en inglés, Keep Our NHS Public). Consiste en grupos locales en las ciudades de Inglaterra que combinan un foco en los desarrollos sanitarios locales con un foco en las políticas nacionales y en un comité nacional que intenta coordinar las acciones de todos los grupos en frente a las amenazas nacionales. Hay casi cuarenta grupos locales afiliados a la campaña nacional.
No hay investigaciones en el asunto de estos grupos y sus actividades. Pero sabemos que los grupos son variados en sus intereses, sus capacidades y la composición de sus miembros. Tienen composiciones diversas, hay bastantes personas jubiladas, en general no hay muchos jóvenes, están los que trabajan en el sector voluntario (es decir instituciones benéficas), hay sindicalistas y activistas políticos; y hay pocos que trabajen en el NHS y pocos académicos. Hay muy pocos académicos. No es inusual que un grupo sea dirigido por una mujer. Hay áreas o aspectos de la actividad política inglesa (como los sindicatos) en que los hombres prevalecen pero en el área de la salud, hay una presencia fuerte de mujeres.
La privatización avanza continuamente y parece que hay muy pocos éxitos. Pero hay éxitos de proceso. Hace una década, no existían estos grupos ni este comité coordinador. Hay problemas de coordinación y de llegar a acuerdo porque hay tendencias políticas que a veces crean división. Pero, en general, la capacidad de colaboración aumenta. Hay un problema que persiste que es la plétora de iniciativas y organizaciones que luchan contra la privatización. Hay varias organizaciones nacionales que continúan trabajando independientemente.
Por ejemplo en 2014, una nueva campaña (que se llama “999 llama para el NHS”), formada por un grupo de mujeres en el norte de Inglaterra, que organizó una marcha de protesta de trescientas millas. Marcharon desde Jarrow en el noreste de Inglaterra hasta Westminster en Londres, repitiendo una marcha famosa de los años treinta sobre Londres para pedir pan y empleo. Los manifestantes pasaron por 23 ciudades de Inglaterra donde había mítines y discursos con la cobertura de los medios locales y regionales. Representó un gesto simbólico impresionante. Sin embargo, “999 llama para el NHS” organizó la marcha independientemente de Keep Our NHS Public y ha conservado una organización independiente.
Al mismo tiempo, aunque hay filiales locales de sindicatos que colaboran con los grupos locales, al nivel nacional hay distancia entre la campaña y los sindicatos generales. Los sindicatos de los médicos, de las enfermeras, las matronas, los terapistas etcétera no tienen relaciones formales con las campañas. Hay otras organizaciones pequeñas que luchan contra la privatización. Hay el desafío de lograr la unidad.
Las campañas locales también luchan contra los recortes de los servicios. Durante algunos años, ha habido una política de recortar el gasto y disminuir en tamaño el sector hospitalario. Reforzando esta política, ahora hay un problema de financiación. El sistema sanitario necesita un incremento de financiación de 4% anual para continuar los servicios en contexto de cambio demográfico, innovación tecnológica e inflación sanitaria. Pero desde 2010 a 2020, el gobierno solamente dará un 1%. Cada año los recortes de los servicios se hacen mayores. Como la diferencia entre la financiación necesaria y la financiación real aumenta, los líderes locales emprenden más recortes. En algunas ciudades, los departamentos grandes como los servicios de Urgencia o los de Maternidad se cierran. En mi ciudad hay una diferencia de 400 millones £ y planifican una reducción de 400 camas. Este proceso ocurre por toda Inglaterra.
Los grupos locales se enfrentan a estas políticas de recortes y de cierres. Hacen campañas en la manera típica –las peticiones, reuniones públicas etcétera. Algunas campañas exitosas han llevado un caso legal. Esta acción ayuda aumentar la publicidad que recibe una causa. Crea un retraso que ayuda a juntar más información y/o más simpatizantes. También, durante un retraso, la situación política puede cambiar – un cambio de gobierno, un cambio de foco o de prioridad entre las autoridades sanitarias. Sin embargo, hay poco margen para los casos legales y el gobierno ha cambiado la ley para asegurarse de que sea más difícil para los activistas lleven los casos ante los tribunales en el futuro.
Hace algunos años yo comparé varias campañas, por medio de sus páginas web, para averiguar si hay diferencias obvias entre las campañas que tuvieron éxito en la prevención del cierre de los departamentos principales de los hospitales y las campañas que fracasaron (Ruane, 2011). La investigación fue limitada pero todas las que triunfaron mostraron los aspectos siguientes. Convencieron al comité especial (que se dedica al examen y evaluación de los servicios sanitarios), dependiente de las autoridades locales, que tenía que detener o bloquear el cambio de servicio. La posibilidad de lograr esto depende en parte en la naturaleza del paisaje de la política local.
Todas las campañas exitosas desarrollaron unas relaciones amplias y profundas con elementos diversos de la población local, lo que mostró que fue una campaña realmente popular que llegó más allá de los empleados del servicio y de los activistas.
Todas las campañas que resultaron exitosas contaron con la colaboración de la profesión médica local. Lo más importante pareció ser la oposición de toda o de una parte de los médicos a los recortes o la reestructuración y como resultado la posibilidad de colaboración. Esta colaboración confería credibilidad a una campaña porque los médicos disfrutan de un nivel alto de confianza de la población. El uso de la evidencia parece importante para asegurar la credibilidad de una campaña pero en sí mismo no es indicador del éxito.
UN EJEMPLO DE ÉXITO: LEWISHAM
Quizás, el triunfo más grande es la campaña hecha en Lewisham (Londres) para defender su hospital. El déficit enorme de un hospital vecino (que quedó en bancarrota, en parte a causa de sus dos proyectos de PFI) condujo al administrador especial a decidir el cierre de los departamentos grandes del hospital de Lewisham para que sus pacientes utilizaran el hospital deficitario con el objetivo de que este superara sus deudas (ya que si atiende más pacientes, recibe más ingresos.) Era una situación claramente injusta. La campaña unió a muchos grupos de la población local con una campaña intensiva de comunicación. La campaña posibilitó una consulta pública formal. Instaló una comisión especial de expertos, con la presidencia de un abogado famoso, que llevó a cabo una gran reunión popular y publicó un informe importante. La campaña utilizó los tribunales con éxito. Por fin, consiguieron mantener su hospital. Los líderes de la campaña creen que todo esto fue posible solamente con un frente amplio y unido. La campana se benefició también de la cobertura de los medios nacionales al ser la amenaza al hospital la primera de su tipo.
EL PROYECTO DE LEY - LA SALUD Y LA ASISTENCIA SOCIAL 2011-12
Si ha habido una gran confrontación entre el gobierno y los activistas contra la privatización, fue el proceso de la adopción de un proyecto de ley de 2011 a 2012. Consistió en la creación de muchas nuevas organizaciones en una re-estructuración del mercado, conducente a más privatización. Incluyó la revocación del deber legal del Ministro de Salud de proveer un sistema sanitario integral, un deber que formaba la base de la existencia del sistema de sanidad desde 1946. Fue una gran confrontación, quizás la batalla más importante, y retrasó la ley en un proceso parlamentario prolongado.
Para los activistas, el objetivo fue bloquear el proyecto de ley, es decir, fue una campaña defensiva como la mayoría de nuestras campañas. Teníamos un gobierno de la coalición de dos partidos y estratégicamente, los activistas buscaron crear una división entre los Conservadores y los Demócratas Liberales; buscaron convencer al Partido Laborista para hacer una campaña vigorosa; elevar la conciencia del público y convencer a las organizaciones profesionales sanitarias para declarar su oposición.
Las actividades de los grupos locales fueron coordinadas por el comité nacional (Conservar el Carácter Público del Sistema de Sanidad Nacional) y la mayoría de los esfuerzos se gastaron en hacer presión a los parlamentarios, sobre todo los Demócratas Liberales en las cámaras baja y alta y los no independientes la cámara alta, Así, la campaña hizo un foco intensivo en los procesos parlamentarios. El comité nacional intentó colaborar con todas las organizaciones y sobre todo con los médicos. Intentó convencer a las asociaciones profesionales de médicos para resistirse al proyecto de ley. Pero había otros activistas con otras ideas, a veces más imaginativas y más creativas. Una red de activistas en contra de los recortes fiscales y en contra de la desigualdad económica planificó las entradas organizadas en los bancos para poner una escena de hospital; había bailes y canciones cerca del puerto del Departamento de Salud: especialmente había canciones de protesta incluso las baladas y el rap; había dos hombres que hicieron jogging de la estatua de Aneurin Bevan desde el País de Gales hasta Westminster en Londres. Casi todas las actividades fueron ignoradas en los reportajes de los medios nacionales. Una excepción fue el bloqueo del puente sobre el Rio Támesis cerca del Palacio de Westminster. Durante algunas horas 2.000 personas ocuparon el puente con teatro, canciones, carteles, consignas y discursos. La acción se llamó ¡Bloquead El Puente! y la consigna principal fue Bloquead ¡El Proyecto de Ley!
La campaña de resistencia –o quizá sería más preciso decir el movimiento de resistencia– fracasó. Porque? Es una cuestión compleja pero había factores contribuyentes: el Partido Laborista había introducido muchas políticas similares y le faltaba credibilidad para luchar contra la ley en el parlamento y no hizo una campaña popular; las asociaciones profesionales tardaron en declarar su oposición; los sindicatos generales mantenían distancia con la campaña nacional y de todos modos luchaban contra muchas amenazas en contexto de políticas económicas de austeridad y no priorizaron esta campaña – la apoyaron pero no la lideraron. Quizás había demasiado foco en el proceso parlamento a expensas de las campañas locales diseñadas para subir la conciencia pública y para desarrollar una red más extensa de simpatizantes. O quizás el gobierno había decidido a triunfar a cualquier precio.
Para destripar toda la legislación que forma la base del sistema de mercado sanitario, un grupo de expertos ha elaborado un proyecto de ley. Este proyecto recupera el NHS, después de los cambios legales realizados por el Ministro de Salud, y recrea un sistema sanitario integrado y planificado. Se presenta en el parlamento bajo el patrocinio de un representante el Partido Verde. El proyecto se utiliza por los activistas como un instrumento para aumentar el conocimiento del público y descubrir que parlamentarios apoyaran el final del sistema de mercado.
CONCLUSIÓN: OBSERVACIONES Y REFLEXIONES
Quiero concluir considerando algunas dificultades del frente de activistas contra la privatización.
Hay en Inglaterra un problema de capacidad: hay un problema de financiación pero hay también una falta de personas con participación activa. Hay mucho trabajo para los activistas locales. El sistema se ha fragmentado y hay muchas organizaciones locales que se deben monitorizar y leer muchos papeles y documentos oficiales. Estos papeles y documentos muchas veces se escriben de una manera esotérica, técnica y que oculta su contenido. A causa del mito de que las políticas se llevan a cabo localmente, no hay información, datos y estadísticas recogidas nacionalmente y por consiguiente es difícil para los investigadores y las investigadoras monitorizar lo que está ocurriendo a lo largo del país.
Al mismo tiempo, algunas activistas han establecido un partido político nuevo dedicado a la salud para elevar la conciencia de los problemas sanitarios durante las elecciones. Otros han creado un think-tank (centro de investigación) para recoger los hallazgos de investigación que apoyan a los valores tradicionales del NHS. Así, se necesitan personas que participen de forma activa en acciones muy diversas.
Es difícil organizar a los usuarios de los servicios sanitarios. Muchas veces tienen una mentalidad consumidora en lugar de mentalidad ciudadana. La sociedad civil del Reino Unido se caracteriza por una multitud de instituciones de beneficencia, incluso en el área de salud, sobre todo organizaciones dedicadas a apoyar a las víctimas de problemas y enfermedades específicas. Muchas tienen un enfoque consumidor y caritativo en lugar de una filosofía política. Estas organizaciones emplean la energía y los talentos de muchas personas que, debido ello, no pueden estar disponibles para las actividades políticas.
Hay una actitud desdeñosa y de antipatía con relación a la actividad política. No es solamente que a muchos ingleses no les gusta la vida política sino que además hay una denigración de la política como si la vida de las ONG fuera una vida superior. Este aspecto de la cultura influye sobre la disposición de las personas a participar políticamente. Además hay la creencia de que es imposible, por medio de acciones políticas, conseguir objetivos o triunfar, quizás como consecuencia de un mantra que empezó en los años del gobierno Thatcher: no hay alternativa. Culturalmente, también, hay un avance de las visiones mercantilistas del mundo y se hace más difícil imaginar que las instituciones pueden funcionar sin principios y procesos mercantiles. Los activistas se encuentran en una situación paradójica donde la mayoría de los servicios sanitarios son pagados públicamente y son provistos públicamente pero simultáneamente tienen que reclamar una restauración de los principios y valores de ayer. Caigo en la cuenta de que, en algun momento de la década pasada, aquellos que defendían el servicio público se transformaron, ante la opinión pública, de portavoces de la corriente ideológicamente dominante en defensores de ideas anacrónicas.
Una diferencia, quizás, entre el movimiento para la defensa de la salud pública aquí, en el estado español, y en Inglaterra, es que aquí, entre los defensores, hay bastante enfermeras, médicos, etcétera. En Inglaterra es muy difícil conseguir la participación de las trabajadoras sanitarias. Los sindicatos generales han dado apoyo limitado a la campaña nacional y parecen no querer identificarse con ella. Las políticas de privatización del Partido Laborista cuando gobernaba crearon una división dentro del movimiento laborista en relación con la mejor manera de enfrentarse a estas políticas. También, hay muchas políticas que atacan los intereses de los obreros y de los sindicatos, y la ley en el Reino Unido ha debilitado el poder de los sindicatos.
En la vida política, la unidad y la capacidad de aprender de los logros y de los fracasos son importantes. La campaña para defender el sistema nacional de sanidad tiene que estudiar más tanto sus puntos débiles como las causas de sus triunfos, y tiene que crear alianzas más amplias.
Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo
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THE ASSOCIATED PRESS 23 de diciembre del 2016 EEUU
Transporte fatal en el campo: ¿Migrantes "desechables"?
Allen G. Breed
José Rangel Chávez y otros 18 trabajadores mexicanos con permiso de ingreso temporal dormían cuando su autobús recorría la autopista interestatal 40 bajo una lluvia ligera. Después de nueve meses fuera de casa, el joven de 22 años estaba a punto de completar un viaje de ida y vuelta de casi 8.000 kilómetros (5.000 millas).
Los jornaleros estaban justo al norte de Little Rock, Arkansas, luego de haber viajado medio día desde la frontera, cuando el vehículo chocó contra un apoyo de concreto en un puente, pelando el techo como si se tratara de una lata de sardinas. Chávez y otros cinco hombres murieron. Siete trabajadores más resultaron heridos de gravedad.
El choque en noviembre de 2015 fue el resultado de problemas crónicos dentro de la agricultura estadounidense, que depende de un suministro confiable de trabajadores inmigrantes que cobran salarios bajos.
Chávez y los demás jornaleros formaban parte de una migración masiva anual posible gracias en parte a una garantía de transporte diario, gratuito y seguro hacia y desde los campos.
Al final de la temporada, tienen esa misma garantía para poder regresar a sus países con sus seres queridos, pero para muchos, ese transporte no es ni gratuito ni seguro.
Hace más de medio siglo el peor accidente fatal de Estados Unidos mató a casi tres decenas de migrantes, un horror que los defensores de los trabajadores agrícolas esperaban que significaría la adopción de reformas duraderas. Sin embargo, debido a las lagunas en la aplicación de las leyes y a las actitudes a veces insensibles de quienes contratan a los trabajadores, los peones siguen viajando en vehículos sobrecargados, mal mantenidos, sin seguro y conducidos a menudo por un compañero sin una licencia apropiada o sin licencia.
La Associated Press encontró más de una decena de accidentes que dejaron al menos 38 muertos y casi 200 heridos desde enero de 2015. Las bajas incluyeron a dos niños "uno de cuatro años y otro de cinco" que viajaban con sus padres, ambos trabajadores migrantes.
Por si fuera poco, el total obtenido por la AP está casi seguramente incompleto.
"Creo que hay más transportes sin registro, con seguro inadecuado o inseguro para los trabajadores agrícolas que... hace 20 años", estimó el abogado Greg Schell, subdirector de la organización Southern Migrant Legal Services.
Una gran razón para este registro bajo de muertos en accidentes, dicen Schell y otros, es que rara vez se le exige que paguen las consecuencias a quienes más sacan provecho de esta mano de obra barata. En cambio, las familias de personas como José Chávez salen perdiendo.
A cambio de cuidar a los animales de un terrateniente en su remoto pueblo natal en las montañas, la familia Chávez podía usar una choza de madera que tenía goteras. José quería algo más para sus padres y hermanos, así que se inscribió para hacer trabajo agrícola temporal en Estados Unidos.
De los 1,1 millones de trabajadores agrícolas en Estados Unidos, el 71% nacieron en el extranjero, según cifras del Departamento de Trabajo norteamericano. Casi la mitad de ellos reconocen que no tienen papeles para trabajar legalmente en el país.
El empleador de Chávez en Florida, la empresa Vasquez Citrus amp; Hauling, de Lake Placid, es uno de los miles que participan en el programa federal de visas H-2A para trabajadores invitados.
Además de pagar un salario de 11,56 dólares por hora, el contratista Juan Vásquez se comprometió a proporcionarle a Chávez habitación, pensión y, fundamentalmente, una garantía de transporte gratuito desde y hacia México. Cada vez que podía, Chávez transfería dinero electrónicamente a su familia en México. Entonces, ocurrió la tragedia el 6 de noviembre de 2015.
Los investigadores alegan que el autobús no estaba registrado ante el Departamento de Trabajo, lo que significa que la compañía no estaba autorizada para usarlo como transporte de trabajadores. El conductor tampoco tenía una licencia de operador comercial.
Schell, que ha estado trabajando en la defensa de las familias de las víctimas, dice que la empresa Vasquez Citrus debería haber tenido un seguro de responsabilidad civil de alrededor de 5 millones de dólares, pero que solo cubría una quinta parte de esa cantidad. La política de compensación de los trabajadores de la compañía tampoco cubría el viaje de vuelta a casa.
En los dos años previos al accidente, Vasquez Citrus había sido citado 22 veces por presuntas violaciones a las normas, desde conductores menores de edad hasta vehículos con neumáticos desgastados, según la Administración Federal de Seguridad de Autotransportes de Estados Unidos. El Departamento de Trabajo había citado a Juan Vásquez por no proporcionar vehículos seguros en 2007, pero no lo multó.
Lori Flores, profesora de la Universidad Stony Brook, califica al aparato regulador de "sistema bajo palabra de honor".
"Es solo cuando ocurren accidentes... que las agencias llegan a involucrarse", dice, pero entonces es demasiado tarde.
El 17 de septiembre de 1963, un autobús improvisado transportaba a 58 trabajadores migrantes cuando fue embestido por un tren de carga fuera de Chualar, California. Murieron 32 trabajadores.
A raíz de la tragedia en Chualar, el Congreso estadounidense aprobó una ley que obligó a los contratistas a proporcionar una prueba de seguro de responsabilidad civil y a informar a los trabajadores sobre sus condiciones de vivienda, salarios y transporte.
Dos décadas más tarde, los legisladores promulgaron la Ley de Protección de Trabajadores Migrantes y Temporales en la Agricultura (MSPA por sus siglas en inglés) que, entre otros requisitos, exige que los empleadores agrícolas demuestren que su transporte está debidamente asegurado y que cumple con las normas de seguridad.
Más de 10.000 contratistas de mano de obra agrícola están registrados bajo la MSPA, pero la División de Salarios y Horas del Departamento del Trabajo tiene solo 976 investigadores para vigilar a éstos y los millones de otros negocios cubiertos por las leyes que tiene encargado aplicar.
Esa falta de recursos humanos, junto con las penas a menudo menores para los infractores, anima a la gente a tomar atajos fáciles, denuncian los abogados de los trabajadores agrícolas.
"Terminan ahorrando dinero simplemente pagando la multa y tratando a los trabajadores agrícolas como desechables", lamenta Dawson Morton, de la organización California Rural Legal Assistance Foundation (Fundación de Asistencia Legal Rural de California).
Los infractores se ven "ayudados e instigados" por el hecho de que la mayoría de los trabajadores temen ser despedidos o deportados si se quejan, dice Schell. A menudo, solo después de que ocurre un accidente se descubre que una empresa tiene registros de incumplimiento.
El pasado 2 de julio, la policía dijo que un autobús escolar de 1979 que transportaba a decenas de trabajadores agrícolas y familiares de Haití ignoró una luz roja parpadeante cerca de la ciudad de St. Marks, Florida, y fue embestido por un camión con remolque. El conductor del camión y tres personas en el autobús murieron.
Los asientos sin cinturón de seguridad fue una de las 25 violaciones citadas en las inspecciones posteriores al accidente de la flota de transportes del contratista agrícola Billy R. Evans.
La Administración Federal de Seguridad de Autotransportes describió al contratista, con sede en Belle Glade, Florida, como "un riesgo inminente de lesiones graves o muerte" y lo expulsó de las carreteras.
El caso sigue bajo investigación. Ni Evans ni el conductor respondieron a las llamadas de la AP en busca de comentarios.
La mayoría de los productores agrícolas no proporcionan transporte hacia sus campos lejanos, así que muchos jornaleros caen presas de los llamados "raiteros", quienes cobran ilegalmente a menudo cuotas exorbitantes a los trabajadores desesperados a cambio de un transporte no regulado.
Dos casos recientes en California muestran los desafíos que enfrentan los reguladores cuando tratan de asignar responsabilidad después de un accidente.
El 9 de enero de 2015, cuatro hombres que regresaban de los campos murieron cuando su camioneta sobrecargada chocó contra un camión remolque en el condado de Fresno. Los investigadores concluyeron que el conductor era un capataz para la empresa C.A.T. Labor Services, por lo que el Departamento del Trabajo buscó revocar la certificación de la empresa.
Un abogado de la compañía, Anthony Raimondo, insiste en que el conductor "quien en marzo se declaró inocente de homicidio involuntario" fue el único responsable de esta "horrible tragedia" y que las acusaciones contra su cliente eran "infracciones de papeleo".
En otro caso, cuatro trabajadores agrícolas "entre ellos una menor de 16 años" murieron cuando la furgoneta en la que viajaban se estrelló el 20 de junio de 2015 en el condado de Merced. La policía dice que el conductor sin licencia se quedó dormido al volante.
En agosto, la oficina del Trabajo de San Francisco presentó una demanda contra el cultivador Valley Garlic Inc. y el contratista X-Treme Ag Labor Inc., citando una decisión de un tribunal federal de 1997 que rechazó la opinión de que los productores que recurren a contratistas de mano de obra no tienen la responsabilidad de asegurarse de que los trabajadores viajen de forma segura.
Ambas compañías han negado haber actuado de mala fe. Janet Herold, procuradora regional del Departamento del Trabajo para la región occidental, dijo que estas acciones legales son un mensaje para la comunidad agrícola de que "vamos a cambiar los mecanismos hasta que ustedes cambien sus prácticas".
En el choque que mató a José Chávez, los inspectores del Departamento del Trabajo recomendaron que se apliquen penas civiles por más de medio millón de dólares, según un borrador de acuerdo obtenido por la AP. Una revisión modificó la recomendación y la dejó en 2.000 dólares.
Las investigaciones federales continúan. A pesar de eso, Vasquez Citrus recibió autorización para aceptar casi 350 trabajadores con visas de trabajador temporal en el año que pasó. La empresa no respondió a las solicitudes de comentarios de la AP.
Mientras tanto, los abogados también discuten cómo dividir los beneficios limitados de los seguros.
Los salarios de José ayudaron a sus padres a construir una pequeña pero robusta casa de hormigón de dos habitaciones. Tuvieron que pedir dinero prestado para enterrarlo.
Sentada ante un retrato de su hijo mayor, María Felix Chávez Martínez llora. "Él era nuestra única opción", afirmó. "La única esperanza que teníamos".
Selección en Internet: Omar Segura Montoro
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THE GUARDIAN 13 de diciembre de 2016 GRAN BRETAÑA
Decenas de miles de niños, en peligro de morir por hambre por la guerra en Nigeria
Patrick Kingsley y Sarah Boseley
La ONU alerta de que más de 120.000 personas, la mayoría niños, corren peligro de morir de inanición el año que viene en las regiones de Nigeria afectadas por el conflicto con Boko Haram.
Los intensos combates en parte de Nigeria, Chad, Níger y Camerún han obligado a más de dos millones de personas a desplazarse, los granjeros no pueden cosechar sus cultivos y los grupos de ayuda humanitaria no llegan a las comunidades aisladas. Un pequeño Estado de Nigeria tiene más población desplazada que toda la ola de refugiados que llegó a Europa el año pasado.
Un corresponsal de The Guardian vio docenas de bebés esqueléticos en un campo improvisado en la región central de Maiduguri. Muchos tenían nódulos de plástico pegados al cráneo para que las enfermeras pudieran aplicarles un goteo. Están tan delgados que solo les encuentran venas visibles en el cuero cabelludo.
Sin embargo, a pesar de estas escenas escalofriantes, Maiduguri es uno de los sitios con mejor suministro en una región del tamaño de Bélgica. Gran parte de la zona todavía es insegura a causa de la guerra con Boko Haram y miles de personas no pueden llegar a los centros de población donde al menos existe algún tipo de asistencia.
Orla Fagan, portavoz en Nigeria de la oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), afirma: “Si no logramos que llegue ayuda, estamos hablando de unas 120.000 muertes solo el año que viene, mayormente niños. Si no les hacemos llegar comida y asistencia nutricional, van a morir.”
Kevin Watkins, director ejecutivo de Save the Children, dijo al regresar de una visita reciente a la zona que toda la región está “al borde del abismo”.
“Sabemos que en áreas a las que tenemos acceso hay índices de desnutrición graves y severos,” aseguró Watkins. Pero advirtió de que “hay zonas que probablemente estén mucho peor que las regiones con las que trabajamos. Y las estimaciones indican que probablemente haya unos 400.000 niños que están en un estado de desnutrición muy severo”, explica Kevin.
El director ejecutivo de Save the Children asegura que, a menos que se tomen medidas de emergencia, morirán 200 niños cada día del año que viene. El próximo viernes 2 de diciembre habrá una reunión muy importante en la cual las agencias de ayuda humanitaria intentarán acordar un plan de acción común.
“Y a pesar de este panorama, ésta es una emergencia completamente oculta”, insiste Watkins. “La comunidad internacional no ha tenido ningún tipo de respuesta”, añade.
El grupo terrorista Boko Haram ha ido perdiendo terreno a lo largo del año, pero los combates han dejado grandes extensiones de tierras de cultivo inaccesibles y muchas carreteras son intransitables para los convoyes de ayuda humanitaria. El panorama se completa con la falta de apoyo internacional: los fondos que aporta la ONU –280 millones de euros– para la crisis nigeriana están un 61% por debajo de las necesidades fijadas.
El 80% no tiene acceso a sus tierras
Kashim Shettima, gobernador de Borno, el Estado nigeriano que más ha sufrido el embate de la insurgencia, afirma que la agricultura que normalmente sostiene a la población local ha colapsado. “La mayor parte de nuestras comunidades no ha podido arar sus tierras en los últimos cuatro años”, afirma Shettima a The Guardian. “Es inimaginable. El 80% de la población de Borno no tiene acceso a sus tierras por culpa de Boko Haram”, añade.
Como resultado, al menos 55.000 personas en el noreste de Nigeria están muriendo de hambre, advierte Fagan. Según la ONU, estas personas están en el quinto estado de inseguridad alimenticia, el peor de todos.
Otras 1,8 millones de personas están en la cuarta fase, que se define como en crisis, mientras que 6,1 millones están en la tercera fase, que constituye una emergencia. La OCHA estima que ambas cifras aumentarán a 2 millones y 8,3 millones respectivamente el próximo año.
“Es la mayor crisis del continente y se está ignorando”, alerta Fagan. “Lo que está sucediendo en Alepo es horroroso, pero lo del noreste de Nigeria es igual de terrible, solo que en un contexto diferente”, añade. El desempleo masivo entre la población desplazada ha hecho que las personas pasen hambre incluso en zonas donde llega la ayuda humanitaria.
En Maiduguri, donde llegó una ola de 600.000 desplazados, The Guardian visitó clínicas contra la desnutrición que dirige Médicos sin Fronteras. La mayoría de los pacientes son los hijos de padres desplazados y desempleados que no pueden darles la comida suficiente.
Bulama Modusalim, director de un campo de refugiados cercano donde viven 3.000 desplazados, señala que ha perdido la cuenta del número de personas que ha muerto de inanición. “Nos estamos muriendo de hambre”, afirma mientras sostiene a un niño pequeño extremadamente delgado. “La gente se muere de hambre cada día”.
La madre del niño, Hauwa Nana, de 35 años, cuenta que uno de sus cinco hijos ha muerto de hambre desde que tuvieron que huir hacia Maiduguri y teme que el siguiente sea el pequeño. “Solo puedo darle de comer una vez al día”, asegura.
En Monguno, un pueblo aislado al que solo pueden llegar los periodistas en helicóptero, grupos de ayuda advirtieron que la situación era igual de grave.
“La gente de aquí depende completamente de la ayuda”, indica Mathieu Kinde, director del proyecto de Alima, la primera ONG que llega al pueblo desde que fue liberado del control de Boko Haram. “La comunidad local no puede trabajar la tierra porque, si lo hacen, pueden terminar asesinados”, añade.
Funcionarios y trabajadores sociales advierten de que si la situación continúa por este camino, pueden surgir movimientos extremistas o flujos migratorios. “Un hombre joven hambriento es vulnerable al discurso demagogo de fanáticos religiosos como Mohammed Yusuf [fundador de Boko Haram] y Abubakar Shekau [líder de los insurgentes],” señala Shettima.
La insurgencia ha provocado importantes flujos migratorios dentro de Nigeria y Toby Lanzer, representante adjunto de la ONU y coordinador de la ayuda humanitaria para el Sahel, advierte que mucha de la población desplazada puede eventualmente intentar llegar a Europa.
“Habéis estado totalmente enfocados en la gente que llega a Europa por los conflictos en Siria y Afganistán”, dice. “Pero puedo predecir que en los próximos cinco años, y estoy dispuesto a apostar hasta un salario mensual, la proporción de gente que llegará a Europa desde Nigeria, Chad, Camerún y Níger va a aumentar considerablemente”.
Selección en Internet: Raquel Román Gambino
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MEDIO AMBIENTE
REBELIÓN 20 de diciembre del 2016 ESPAÑA
El mundo empieza a tomarse en serio la masacre de elefantes
Con la sabana keniana de fondo y ante las cámaras, 11 pirámides de marfil ardieron un domingo de abril de 2016 en el parque nacional de Nairobi. Más de un centenar de toneladas de colmillos de elefantes quedaron reducidas a ceniza, en un acto simbólico contra la caza furtiva.
Al realizar la mayor incineración en la historia de este material, Kenia lanzaba un mensaje firme a los cazadores furtivos: “el marfil solo tiene valor en un elefante”. Como estrategia comunicativa fue brillante, permitiendo a Kenia promover un enfoque que combina la militarización creciente de la lucha contra la caza furtiva y una persecución firme en el plano judicial.
“Aún nos queda un inmenso camino a recorrer, pero el nivel de toma de conciencia política es notable respecto al pasado”, asegura a la AFP John Scanlon, secretario de la Convención Internacional sobre el Comercio de Especies Salvajes Amenazadas (Cites).
La toma real de conciencia comenzó hacia el año 2010, cuando el recrudecimiento de las masacres de elefantes y rinocerontes, celebridades como el príncipe Guillermo de Inglaterra hicieron de este tema una causa personal. También por esa época, gobiernos y ONG entendieron que había que caminar hacia la prohibición total comercio de marfil.
En 2016 abundó en signos positivos la lucha contra el tráfico de especies salvajes, una cuestión que figura desde este año en el informe de la Oficina de la ONU contra la droga y el crimen.
China, considerada como el primer mercado de demanda mundial de marfil, ha endurecido su legislación sobre las importaciones de este “oro blanco”.
Incluso si el debate sobre los medios para luchar contra la caza furtiva de elefantes no ha terminado, las ONG celebraron la negativa de la Cites a conceder a Namibia y Zimbabue una autorización especial para vender “su” marfil al extranjero para financiar programas de protección de estos animales, estimando que ello podría alimentar el tráfico.
Aunque la atención mediática recaiga en especies emblemáticas como los elefantes, hay que recordar que al proteger al paquidermo, “todas las especies que viven en ese hábitat salen beneficiadas”, recuerda Kelvin Alie, alto responsable del Fondo Internacional para la Protección de los Animales (Ifaw).
USD 60 000 dólares el kilo
Según el Banco Mundial, las donaciones internacionales destinadas a combatir el tráfico de especies salvajes oscilaron entre USD 200 y 300 millones entre 2013 y 2016, frente a los 25 millones de 2010.
Pero “que se hayan logrado algunas victorias en algunos lugares no significa que todo vaya bien”, matiza Mark Gately, de la ONG Wildlife Conservation Society. “Si no redoblamos los esfuerzos, vamos hacia la catástrofe”.
Las poblaciones de elefantes son relativamente estables, e incluso van en aumento, en países como Sudáfrica, Botsuana, Uganda, y en ciertas partes de Kenia, Zambia o Zimbabue, pero el continente africano perdió en la última década 111 000 especímenes, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que calcula la población total actual en 415 000 ejemplares.
Mientras, la masacre continúa al vertiginoso ritmo de 30 000 elefantes por año. El kilo de marfil puede alcanzar los USD 60 000.
La Cites estima que el tráfico de especies supone USD 20 000 millones anuales, lo que lo convierte en el cuarto tipo de comercio ilegal del planeta, solo por detrás de las armas, las imitaciones y los seres humanos.
Drones y cámaras térmicas
En esa lucha a contrarreloj por salvar a las especies amenazadas, los observadores celebran el desarrollo de redes de inteligencia dignas de servicios secretos, la implicación en aumento de los servicios de aduanas y de la policía y de la adopción de leyes cada vez más duras o el incremento de acuerdos fronterizos.
“Hay que hacer un enfoque holístico. Esto significa que si desplegamos militares armados en el terreno, también debemos reducir la demanda de marfil y explicar a las comunidades locales que hay un interés económico (el turismo) para proteger la fauna”, explica Andrew McVey, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Mientras, en África la guerra total contra la caza furtiva se apoya en el desarrollo del equipamiento de alta tecnología, que va de drones y cámaras térmicas a equipos de intervención aéreos y formación de soldados por las fuerzas especiales.
Selección en Internet: Raquel Román Gambino
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