sábado, 26 de noviembre de 2011

Justicia boliviana condenó y encarceló a ex paramilitar

De: OMAR ZM [mailto:ozam_a@hotmail.com]

MINISTERIO DE JUSTICIA ENVIA A EX PARAMILITAR A LA CARCEL A CUMPLIR CONDENA

Viernes, 23 de Noviembre de 2012 22:35 Unidad de comunicacion

El Ministerio de Justicia a través del Consejo Interinstitucional para el Esclarecimiento de Desapariciones Forzadas (CIEDEF) gano un Amparo Constitucional en contra de Justo Sarmiento Alanes involucrado en el asesinato y posterior desaparición forzada de José Carlos Trujillo Oroza y José Luís Ibsen Peña en 1972 durante la dictadura de Banzer Suárez.

El Amparo Constitucional se origino en función de que el sentenciado Sarmiento Alanes, consiguió por parte de la Sala Penal Primera de la ciudad de Santa Cruz  el beneficio de arresto domiciliario, arguyendo delicado estado de salud, situación que llamó la atención del equipo técnico del CIEDEF, la cual es informada a las autoridades del Ministerio de Justicia para constituirse como parte demandante ante esta irregularidad tomando en cuenta que los delitos de lesa humanidad y genocidio no reciben preferencias y que las condenas deben cumplirse a cabalidad según sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos reconocidas por el Estado Plurinacional de Bolivia.

La audiencia se realizo este 21 de noviembre en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra a partir de la hora 16:00 en la Sala Civil Primera contando con la presencia de la defensa de Justo Sarmiento Alanes (no se presento el imputado), los abogados del equipo técnico del CIEDEF; La resolución del amparo constitucional restablece que el condenado cumpla los 20 años de presidio en la Cárcel de Palmasola  por los delitos ya señalados.

De esta forma el Consejo Interinstitucional para el Esclarecimiento de Desapariciones Forzadas (CIEDEF), dependiente del Viceministerio de Justicia y Derechos Fundamentales realiza el seguimiento pormenorizado de los procesos y cumplimiento de condenas de los involucrados de forma directa e indirecta en las desapariciones forzadas de periodos dictatoriales de 1964 a 1982, además de realizar la investigación y recuperación de restos de personas desaparecidas como parte del mandato del nuevo Estado Plurinacional de luchar contra la impunidad.  

 

 



Buscada Marta de Sousa vivio en Capital calle Rosetti 811 conocia a Tamara Bunke Che Guevara

A quien tenga datos de Marta de Sousa le pido por favor me avise a

museocheguevara@fibertel.com.ar    ó   a  Marta Speroni    martasperoni@yahoo.com.ar

quien la busca es una dama creo que alemana   Elisabeth Elli Dietze Bigeschke pues

conocieron a Tamara Bunke Bider, compañera del Che asesinada en Bolivia.

Muchas gracias Eladio González  toto

 

De: marta speroni [mailto:martasperoni@yahoo.com.ar]
Enviado el: Viernes, 25 de Noviembre de 2011 07:49 p.m.
Para: Museo Che Guevara; CHE
Asunto: TOTO---PESQUISAJE PARA VOS

 

  • Querida Marta, tengo un problema: buscaran una Marta de Sousa Buenos Aires, fue con su 2000 en la Habana para el Congreso Mundial. Vivió en el Rozeti 811-CP = 1427; Capital Federal. Ella y su amiga sabían a mi amiga Tamara Bunke, que fue filmado en 1967 con el Che en Bolivia. ¿Me puedes ayudar? Gracias, gracias, gracias.

·  [ ]

  • trataré de averiguar compañera. besos te aviso

·  [ ]

  • Muchas gracias Marta.

 QUERIDO TOTO

Cuando le dije que iba a averiguar pensé en vos, obviamente. La señora es AMIGA en facebook con muchos amigos en común.  Sos el único con esa capacidad de BÚSQUEDA jaja besos

Marta    --

RENÉ A CUBA DE INMEDIATO!

LIBERTAD EFECTIVA A LOS 5 YA!!!

 

 

 

 

Bussi Domingo siniestro represor argentino murio condenado Kansas Vietnam por Osvaldo Bayer

Bussi, el siniestro - Por Osvaldo Bayer

El 25 de noviembre de 2011

Murió Domingo Bussi, el general. Una de las más siniestras figuras de nuestra historia. Sí, no se cometería ninguna exageración si cuando se haga referencia a él se diga: “El general Bussi, el siniestro”. Sólo basta recorrer su biografía para constatarlo. La perfidia de sus crímenes llega a lo inimaginable. Y ahí está la pregunta que todavía no nos hemos contestado: ¿dónde aprendió Bussi su oficio de matar con total impunidad?

¿En el Colegio Militar, en la Escuela Superior de Guerra o en sus estadías en Kansas con el ejército yanki o en Vietnam durante su gira? Sea como fuere, fue un criminal de la mayor cobardía y crueldad. Sus crímenes comprobados y por eso condenado son todos de lesa humanidad. Su hazaña máxima como criminal es el haber exhibido el cadáver congelado de Santucho en el Museo de la Represión, en Campo de Mayo.

Murió Domingo Bussi, el general. Una de las más siniestras figuras de nuestra historia. Sí, no se cometería ninguna exageración si cuando se haga referencia a él se diga: “El general Bussi, el siniestro”. Sólo basta recorrer su biografía para constatarlo. La perfidia de sus crímenes llega a lo inimaginable. Y ahí está la pregunta que todavía no nos hemos contestado: ¿dónde aprendió Bussi su oficio de matar con total impunidad?

¿En el Colegio Militar, en la Escuela Superior de Guerra o en sus estadías en Kansas con el ejército yanki o en Vietnam durante su gira? Sea como fuere, fue un criminal de la mayor cobardía y crueldad. Sus crímenes comprobados y por eso condenado son todos de lesa humanidad. Su hazaña máxima como criminal es el haber exhibido el cadáver congelado de Santucho en el Museo de la Represión, en Campo de Mayo.

Se le caía la saliva de la boca de puro placer. Pero, además, los mil casos de torturas, de “desaparición”, de asesinatos. El mismo ejecutaba a los presos políticos de un solo tiro. Está declarado por testigos. ¡Ah, general! La degradación. La absoluta validez de la ley del más fuerte.

Y ese episodio tan perverso, donde la vileza ya no tiene palabras para describirlo: cuando ordenó apresar a los vagabundos y los pordioseros de la capital tucumana y los transportó en camiones que los arrojaron por las sierras catamarqueñas, donde murieron de hambre y de frío. Occidental y cristiano el general. Eso ocurrió en tierras tucumanas donde en 1816, en aquel increíble 9 de julio, se cantó nuestro Himno Nacional con aquello tan sabio de “Ved en trono a la noble Igualdad, Libertad, Libertad, Libertad”.

Pero uno, como argentino, sintió aún mucho más vergüenza cuando el pueblo tucumano, ya en democracia, votó a ese abyecto personaje como gobernador de Tucumán. ¿Qué hubieran pensado los congresales de 1816 al saber que en esa misma tierra libertaria se había votado al abyecto supremo? Ahora, esos que lo votaron de los barrios bien y de los barrios que exigían “más seguridad” tendrían que tener el coraje civil de marchar frente a la Casa de Tucumán y pedir perdón por tamaña acción de burlar para siempre a la democracia.

Lo mismo que tendrían que hacer los diputados del radicalismo y de otros partidos conservadores que votaron el “Punto Final” de Alfonsín por el cual quedó en total libertad la jauría uniformada de la desaparición como método.

El “general” Bussi. Cuando trasladó el centro clandestino de detención de Famaillá al Ingenio Nueva Baviera, ahí sí que se sintió dueño de la vida y de la muerte. Dueño y señor de la picana y el submarino y de toda clase de torturas aprendidas en el General Staff College de Fort Leavenworth, en Kansas. Claro, siguieron las huellas de aquel general Julio Argentino Roca cuando mandó comprar diez mil remington, el invento estadounidense con que se había eliminado a los pieles rojas y a los sioux. Y con ellos Roca demostró que los argentinos somos los mejores europeos y americanos del norte. Videla, Menéndez, Bussi... la lista es larga. Pero por fin muchos de ellos ya están en cárceles comunes y retratados para siempre en el diccionario de la infamia.

Murió Bussi. El espectro de la infamia. General de la Nación. ¿De qué Nación? No aquella del 25 de Mayo ni de 1813 y del 9 de julio tucumano. No, la fiera sanguinaria salida de claustros castrenses argentinos y entidades “educadoras” norteamericanas. En su entierro, los argentinos que salieron a la calle para gritar “dónde están los desaparecidos” gritarán: “Nunca más”. Nunca más un general Bussi. El siniestro.