miércoles, 24 de junio de 2009

Sensibilidad alma University of Pune India Argentina Ecupres Uruguay Sociología Ecuménica Todo cambiará y será mejor todo es perfectible debe mejorar

el médico Ernesto Che Guevara jugando con pequeños asiáticos




La potencia creadora de lo sensible

Con ese título y el subtítulo “Una propuesta para trascender el método científico en sociología”, Alicia Montesdeoca socióloga., del Departamento de Sociología de la University of Pune, India, desarrolla su concepto sobre la sensibilidad en una extensa nota, publicada por Tendencia XXI, de la que PE/Ecupres extrae algunos párrafos que mantienen la idea original.

“Mirar la realidad desde la perspectiva de lo sensible supone proponernos conocer desde lo vital, no sólo desde lo racional, porque no es una mirada que se orienta hacia un ángulo más o menos amplio, sino una conciencia de ser. Es un estado de conciencia en el que la estructura y la vida emergentes se perciben integralmente, sin divisiones.

“Los modelos que hoy se construyen para interpretar el pasado, para entender el presente o para conocer lo que va a pasar en el futuro inmediato o a largo plazo, siguen adoleciendo de una visión clásica: se prevén comportamientos de la población, del tiempo, de la enfermedad, de las tropas enemigas, etc., sin tener en cuenta que hay factores presentes en todo proceso que generan incertidumbre, como la voluntad o la creatividad, porque no hay un patrón de medida para ellos.

Se plantea, detrás de este esquema clásico causal, que la libertad no existe, que la creatividad tiene sus límites, que todo está creado y que no se puede producir nada nuevo en la vida, ni en su comportamiento. Trasladado esto a la sociedad, ya todo está dicho, ahora sólo cabe decir amén.

Cuando las ideas se institucionalizan como verdades alcanzadas y perennes, aprisionan a quienes las adoptan porque se toman como dogmas. Aunque la verdad es que ellas nacen de la experiencia vivida, en un espacio y en un tiempo, y que iluminan el camino que se traza para seguir, el proceso “institucionalizador” termina por convertirlas en una enorme losa que impide continuar andando.

“La nueva enseñanza para esta nueva andadura es que las ideas, los pensamientos, las teorías, han de ser como candiles que se agotan cumpliendo un papel, y que, tras esta tarea, nos queda el recuerdo de que su luz permitió que nuestros pasos fueran más firmes, hasta alcanzar el objetivo que fijaron, pero que no nos obligan a guardar su sombra.

Hay que aprender a no apegarnos a nada. Para esta aventura hay que estar ligeros de equipaje y, así, poder sobrevolar las dificultades de lo establecido como normal.

“Nada se puede convertir en dogma: los modelos de vida no han de esclavizarnos. Esto no puede suponer caer en el relativismo: supone el amor a la vida; la aceptación de todas sus manifestaciones, todas perfectas, todas con sentido.

Lo que queremos añadir, y ahí queda para que reflexionemos mejor en otra ocasión, es que la sociología, como toda ciencia humana, está llena de intuiciones, llena de sentimientos y emociones, llena de deseos de plasmación de un modelo interno que vive en cada uno de los que se interesan, profundamente, por su sociedad. También, que más que “observador” de la realidad, todo teórico es un “participador” de la misma

Por ello, un cuadro, una novela, una sinfonía, una canción, están llenos de contenido sociológico: son documentos básicos para comprender la realidad social. Resulta paradójico, pues, que desliguemos a la sociología de los ingredientes intuitivos, aquellos que nos hacen comprender la realidad antes de categorizarla.

“Mirar la realidad desde la perspectiva de lo sensible supone proponernos conocer desde lo vital, no sólo desde lo racional. Porque no es una mirada que se orienta hacia un ángulo más o menos amplio, más o menos de primero, de segundo, de tercero... o de cuarto orden, es una conciencia de ser.

Es un estado de conciencia abarcable, donde la estructura y la vida emergentes se perciben integralmente, sin divisiones. Es dar con la mirada que nos permita encontrar la unidad que se expresa de diferente manera, proyectando de ese modo su complejidad.

El método científico establece una única perspectiva, la que nace a partir de “lo real”, de lo cuantificable, de lo tangible, de lo contrastable. Para ello necesita de un código y de un consenso: una única perspectiva, una única expresión simbólica, una aceptación o sometimiento universal, una racionalidad. La ciencia ha hecho tal reducción de la realidad, con ese intento de explicarla sin contaminarse, que el resultado es el esperpento.

“Lo que denominamos “lo real” parecen ser patrones de expresión de la realidad, no manifestación de ésta, es una percepción de nuestros sentidos, que nuestro cerebro interpreta a través de categorías que él mismo crea. A esa realidad percibida David Bohm la denomina el orden desplegado, a diferencia del orden implicado, o no desplegado, por no manifiesto.

“Pero lo sensible aporta una mirada abarcadora; no se plantea la forma de conocimiento desde la confrontación, sino desde la comprensión natural de lo complejo como el principio de la existencia; la apreciación de lo real desde el goce de cómo la realidad se manifiesta, entendiendo que sólo gozando de ella nos podemos aproximar, algo, a su comprensión.

No ha de interesarnos tener una salida teórica para siempre, una explicación “coherente” que nos deje tranquilos con su respuesta, y sin preguntas. Nos interesa estar vivos, y así poder percibir las limitaciones para comprender, sentirnos cómodos y sin complejos en la ignorancia. No es poder lo que necesitamos, sí el sentimiento de estar participando de la vida, mientras ésta nos haga partícipe de su devenir.

Para poder ser creativos en esta perspectiva que se propone, hemos de empezar por acabar con ese tirano interiorizado que censura todos nuestros actos y que fomenta la inseguridad y el miedo: ese dios que lo ve todo, fiscalizador, controlador, juez que condena a los que se salen fuera de lo previsible y lo correcto, que promete castigos, menosprecio y marginación a los que no reconocen la autoridad eternamente establecida, y que se atreven a mirar, observar, pensar, reflexionar, analizar, interpretar, concluir y expresarse por su cuenta, y sin su beneplácito.

No se pretende conocer la vieja perspectiva para rechazarla o combatirla, lo que se persigue es integrarla. Tratar de usar la herramienta de la “forma” para que nos ayude a descubrir la esencia del contenido.

Asimismo, partir del sujeto, del sujeto como vida, del sujeto que actúa con intenciones, y del otro (ambos son simultáneos) que al socializarse renuncia porque ha asumido los códigos, y se ha confundido en ellos, pareciendo estar desconectado de la vida, porque ha olvidado “quién es” y lo ha sustituido por “lo que es”. + (PE)

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09/06/24 - PreNot 8228

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