martes, 25 de febrero de 2014

Pilar González Rodríguez la hermana de Toto Eladio González Alicia Viscayno balsera en Valencia Duperial José Leónidas Ardiles héroe de Malvinas La Guerra Inaudita Jorge Luis Borges tío Toto

Viernes, 04 de Marzo de 2011

a Pilar la Pocha mi hermana para cuando tenga casilla de correo electrónico.

Querida hermana mía Pilar:  fuiste la primera en nacer y yo el último.    Solo nos separan doce años.   Y fui hasta tu hogar en la calle Winiberg de la ciudad de Olivos en la Provincia de Buenos Aires para desearte FELICES OCHENTA VERANOS. 
Marzo es un mes de mierda, caluroso, a más que hace 50 años era cuando rendíamos materias, que adeudábamos por no habernos eximido gracias a nuestras calificaciones, ó porque no aprobamos exámenes en Diciembre.  Con las bolas sobre la madre tierra y una liviana capa de césped refrescante el blanco perro a quien llaman Brandy,  perteneciente a tu hijo Juan Erico,  Johnny para los antiguos como nosotros) recuperaba energías para luego intentar una fuga cavando túneles hacia lo del antiguo vecino Buchanan, que hoy ya no está.  He aprendido en este tu octogésimo aniversario cuan equilibrado era el hombre extranjero, que mientras vos ibas y venías ante esos muros de Jericó (la medianera que se desplomó un día sola) derrumbados de tu propio jardín, vociferando tu miedo, sostuvo con parsimonia inglesa ó flema (que a Irene le daría un poquito de asco el término)
“ mi parece que necesitaremous un albañil ”.  Parece una frase shakespeariana, pero fue pronunciada siglos después.  En este tu cumpleaños te obsequiaron una laptop, fueron tus descendientes, tus hijos que se aunaron en una minga para honrarte y sentirse grupo económico y no solo “hermanos de sangre”.    Fue “una vaquita”,  es que estamos en una Argentina que nos vio nacer, nos acunó, nos vió crecer, a vos laburar en Duperial, con paseos en yates por el río de la Plata color de León, “asaltos” en el sótano de Montevideo 353 no punibles legalmente, pero si moralmente donde vos y tu amigota Alicia Viscayno atraparon con malas artes a dos ingenuos jóvenes machos, rubios, delgados descendientes ambos de europeos, que no se defendieron mucho y terminaron como maridos de ambas.  Esther y Angélica eran nuestras hermanas solteras, ojo que no dije solteronas porque siempre las cosas van cambiando y hasta pudiera ser que un “Comité de Honor de las Familias de Gallegos Balseros radicados en las Playas Secas de Mauricio Macri”  fogoneé una ley que declare a algunas damas reacias como “casadas por mortem”.   Claro las casarían con un ente virtual Municipal que pudiera bautizarse “el marido de todas”   ó “ dejad que las solteras vengan a mí”  y así serían transferidos los valores del pecunio de nuestras hermanas (menores para vos y mayores para mí) a las arcas municipales .    Vos mirás de una forma diferente a la mía.  Y es natural.  Nunca votaría a Macri, mucho menos a un Menem.  Tu querida hija, que es mi querida sobrina Gloria estrena el flamante y doloroso título de “separada” ó “divorciada”. ¡ Que cagada !  ¡Cuánto dolor!, para ella pero también para vos, Marina, Juan y Diego.   ¡ Cómo me duele a mí !  Tu nena, esa Gloria viva metáfora al nacer y crecer de nuestra alegría familiar nos hará felices, hay que darle tiempo, para que encuentre su “camino en la vida”.   Me ocurrió a mí, y ahora puedo no solo reir sino que hasta puedo llorar, pero esta vez ES DE VERDAD.    De las “turritas” del hotel Marina, bautizadas seguramente por Rosa, Esther y Angélica, hasta los espacios vacíos que dejaron dos  mujeres argentinas, en ese lar que supo trajinar tu suegro escocés que creyó haber seducido a una paragüaya llamada Winnie.
Pares femeninos que tus hijos varones optaron por elegir.    Juan y Diego las sometieron a la prueba de fuego.  Así se endurecían los aceros  en la antigüedad y hasta hoy.  Calor y golpes, golpes y calor.  Es el secreto.   Pero luego los aprovechados que te utilizaron como fiel de balanza crecieron y se transformaron en Jueces y señores eligiendo.   Hoy sos vos mujer con tres hombres en la casa.  Parece la serie los Ingalls.  No es que yo la haya pasado mejor, pero esto es mi crónica sobre vos.  Tu nieta Gaby no quiere “hoy” descendencia, si le creyéramos.  Se me ocurre ahora que ella así como Demián que tiene esposa y perra, no ofendo a mi nuera, es que tienen un can hembra, no quieren tener hijos, dicen.    Dicen, porque tal vez no tienen conciente el que viven como muy doloroso el traer hijos a este mundo actual.  Tal vez porque recuerdan haber sufrido de chiquitos  (por culpa de nosotros las madres y los padres), y también porque la actualidad en Argentina es desconsoladora, aunque hagamos  mucha fuerza para mentirnos y creérnosla.

Te quiero,  tu hermano el último                  Eladio González   Toto  


foto:  José Leónidas Ardiles, caído en combate
                                                    aéreo 1 Mayo 1982 sobre Islas Malvinas.

Página 180 del libro cuya portada reza:  “ La Guerra Inaudita ” autor Rubén O. Moro, de Editorial Pleamar (Historia del Conflicto del Atlántico Sur).

…la FAS  ordenó el despegue de varias escuadrillas y secciones para repeler el     
    segundo intento de desembarco de la Task Force.

   A las 15.23 hs.
                       Dos A4C los “Pampas” (para cobertura y dispersión).
   A las 15.30 
                      Dos M-V los “Dardos” (para igual tarea)
   A las 15.33
                     Tres bombarderos “Canberra” para atacar blancos navales.

Se ordenó salidas de:
                     Cuatro A4C   “ Los Lanas “    
           Y de   Dos M-V  “ Los Fierros “  para cobertura

Luego en apretada sucesión siguieron:
                     Tres M-V los “ Tornos ”
                     Dos M-V los “ Fortines “  (para cobertura)

a las 15.55 hs.

      el “ Rubio “  UN (solo)  M-V de dos inicialmente previstos, CUYO PILOTO (José Leónidas Ardiles) NO QUISO REGRESAR A PESAR DE QUE PODÍA HACERLO AL QUEDAR ABSOLUTAMENTE SOLO PARA LA MISIÓN, LO CUAL ESTABA OPERATIVAMENTE JUSTIFICADO,  YA QUE SU NUMERAL TUVO DESPERFECTOS MECÁNICOS QUE LE IMPIDIERON ACOMPAÑARLO).   

Vamos a la página 182:

El solitario “ Rubio “ entraba en un combate desigual.  El Primer Teniente José Leónidas Ardiles con su M-V se encontraría frente a frente con dos “ Sea Harrier ” de la PAC  británica, situada al Sur de Puerto Argentino.

En el cruce, los dos “Sea Harrier” se abrieron en direcciones opuestas, y el avión del Primer Teniente Bertie Penfold se colocó en posición favorable para disparar su mortífero misil, que dio en el blanco y lo desintegró, sobre la isla Bouganville, sin que su piloto lograra eyectarse.  Fue el 1º de Mayo de 1982.

En el CIC se oyó el grito de  José Leónidas Ardiles  desapareciendo de la frecuencia, mientras que su avión desaparecía de las pantallas de radar, ante los operadores que, mudos y atónitos, asistían impotentes a ese pequeño gran drama de la guerra.

                        Juan López  y   John  Ward

Les tocó en suerte una época extraña.
El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos.

Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras.

López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil;  Ward, en las afueras de la ciudad por la que camino Father Brown.    Había estudiado castellano para leer el Quijote.

El otro profesaba el amor de Conrad, que le había sido revelado en un aula de la calle Viamonte.

Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel.

Los enterraron juntos.   La nieve y la corrupción los conocen.

El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender.
                                                                                                                                                                              Jorge  Luis  Borges

Para 1982 trabajaba con un camión haciendo mudanzas. 

La familia del piloto argentino caído en combate me pidió me encargara de mudar los muebles y enseres de la viuda de José Leónidas Ardiles desde la provincia de Córdoba a la Capital de Buenos Aires.
Mi tarea de embalar en canastos los enseres, adornos, discos, libros y objetos que la pareja compartió durante su breve matrimonio, la cumplí con especial dedicación y en mi camión trasladé ese nido deshecho.
Pasado un mes largo de esta mudanza, la viuda me reclamó telefónicamente que le faltaban varios casettes de audio que llevaban grabada la voz de su marido.
No pude explicar esa falta y el dolor que la mujer expresó por esta nueva pérdida,  fue un agregado muy feo al sentimiento que vivencié, con mi ingrata tarea de trasladar las pertenencias del héroe muerto.
Cargué por un par de años con un sentimiento de culpabilidad difuso, con respecto a la pérdida, pues no entendía como pudieran haberse extraviado esos casettes, si yo había tenido especial cuidado en revisar los canastos, para que nada quedara en ellos por minúsculo que fuera.
Todo se me aclaró años después en una fiesta familiar, cuando estando sentado de espaldas a una mesa ocupada por mujeres, entre las que se hallaba la abuela de la viuda del Héroe Jose Leónidas Ardiles, oí con incredulidad como ella comentaba a las demás que se había encargado de borrar en su joven nieta, lo más pronto posible, el recuerdo del ausente, aclarando que hizo desaparecer unos casettes con la voz del muchacho.

El enterarme me libró de un gran peso, el de mi supuesta culpabilidad pero al mismo tiempo me endosó otro tremendo peso,  que es la certeza de la manipulación de la realidad y de la memoria familiar y en este caso histórica argentina, por aquellos que “nos quieren”.

Con la verdad no ofendo ni temo”.  José Gervasio Artigas.

Sirva esta confesión-homenaje a todos los héroes de la guerra de Malvinas, que no tengan un testigo que blanquee situaciones

                                     Primer Teniente   JOSÉ   LEÓNIDAS   ARDILES

                                                 Por  Eladio González  Rodríguez     (toto)    director
                                                    Primer Museo Histórico “Ernesto Che Guevara”

difunden: 1er. Museo Histórico Suramericano " Ernesto Che Guevara "  la  Escuela de  Solidaridad con  Cuba " Chaubloqueo " y el  Centro de  Registro de  Donantes  Voluntarios de  Células Madre -  Irene Perpiñal y Eladio González - directores   calle Rojas 129  local  Capital - AAC 1405 - Buenos Aires - República Argentina  telefax:  4- 903- 3285 Caballito
email:                    museocheguevara@fibertel.com.ar                  museocheguevara@yahoo.com.ar
http://museocheguevaraargentina.blogspot.com/
doná sangre, doná órganos, doná células madre, sé solidario, SÉ VOS.
Aquí están mis emoticones personalizados. El sentado a la derecha de Luna (la perra) es un niño amigo que
a diario viene y toma su vaso de leche. Ese día la mitad se la ofreció a Luna (miren la lengua del animal).
El viejo dueño del blog y autor de esta nota te está mirando y “te pregunta” ¿Qué vas a hacer para que las
Cosas vayan cambiando, en vos, en tu familia, en tu barrio, en tu ciudad, en tu país, en el mundo?

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