domingo, 25 de noviembre de 2018

Fascistas cristianos y sistema estadounidense podrido Donald Trump devuelvan Guantanamo a Cuba museo Che Guevara de Buenos Aires


Rebelión   20-11-2018    Entrevista a Chris Hedges
Las elecciones, los “fascistas cristianos” y la podredumbre del sistema estadounidense
The Intercept/Intercepted Podcast

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Imagen: Elise Swain/The Intercept; Fotos: Getty Images (1)

A los políticos les encanta decirnos que cada elección es la “más importante de nuestra vida”. Con Donald Trump en el poder, a muchos votantes esa frase les parece muy cierta. Esta semana en Intercepted tenemos a Chris Hedges, que se ha pasado los últimos quince años tratando de hacer sonar las alarmas sobre los peligros del sistema político estadounidense y el impacto del golpe de Estado corporativo y financiero llevado a cabo hace tiempo. Está denunciando, asimismo, el creciente poder de los “fascistas cristianos”, previendo una gran crisis financiera y ofreciendo ideas sobre cómo enfrentar todas estas realidades.
Don’t Be a Sucker” (1947): Estados Unidos, mucho espacio, mucha gente. Todo tipo de gente. Gente de diferentes países, con religiones diferentes y piel de color diferente . Pueden vivir juntos y trabajar juntos y construir juntos E stados Unidos . Porque son libres. Libres para votar, aunque hay a tipos que se pasan la noche despiertos pensando en cómo quitarles todo eso.
Donald J. Trump (DT): Mientras estamos aquí hablando, los demócratas están abiertamente animando a millones de extranjeros ilegales a que violen nuestras leyes y asalten nuestro país, y además quieren registrarlos para que reciban asistencia social gratuita, atención médica gratuita y educación gratuita. Y, por supuesto, el derecho al voto, ¡ el derecho al voto!
[“Don’t Be a Sucker”] Hombre 1: He escuchado este tipo de conversación antes, pero nunca esperé escucharla en Estados Unidos.
Hombre 2: ¿Qué pasa con el resto de la gente en este país?
Hombre 3: No tenemos otra gente, todos somos estadounidenses, todos nosotros.
DT: Algo está sucediendo, algo nuevo. Creo que está sucediendo algo. Y hay algo ahí afuera y creo que saben a qué me refiero. Algo está pasando. Está sucediendo algo muy interesante. Hay algo que está pasando, estoy seguro. Hay algo que está pasando. Hay algo que está pasando. Hay algo que está pasando, Phil. Hay algo que está pasando aquí. Algo está sucediendo que es realmente increíble en este país.
[Interludio musical: Frida canta I Know There's Something Going On  ( “Sé que algo está sucediendo” )
Estamos en Intercepted. Soy Jeremy Scahill trasmitiendo desde la sede de The Intercept en la ciudad de Nueva York y este es el episodio 73 de Intercepted.
Barack Obama (BO) : Van a votar en la que creo es la elección más importante de nuestra vida.
DT: Esta es una de las elecciones más importantes de nuestra vida.
Jeremy Scahill (JS): A los políticos les encanta decirnos que cualquier próxima elección será la más importante de nuestras vidas. Pero con Donald Trump como presidente, esa línea discursiva de su campaña electoral tiene realmente enjundia. Sobre todo si tienes ataques neonazis y fascistas contra judíos porque son judíos o contra afroamericanos porque son afroamericanos. Cuando se envían bombas caseras por correo a algunos de los líderes del Partido Demócrata y a sus percibidos financiadores. Cuando te confirman a Brett Kavanaugh para un puesto vitalicio en el tribunal más importante de los Estados Unidos. Cuando el presidente alienta abiertamente la violencia y emite propaganda racista seguida de intentos de legalizar ese odio violento. La presidencia de Trump agrega urgencia a todas las batallas que la gente ha estado emprendiendo durante décadas contra demócratas y contra republicanos. Se empieza a sentir como algo inmediato. Seamos honestos, para las personas más vulnerables de nuestra sociedad, el peligro está aquí ya.
Pero votar a los demócratas no soluciona nada. En el mejor de los casos, es tan solo un esfuerzo importante para mantener las cosas como están, de luchar para que no vayan a peor. Pero el acto de “Yo voté por los demócratas” solo nos lleva hasta el momento actual. La podredumbre en el sistema político estadounidense no la creó Donald Trump. Él es un producto de ese sistema, un beneficiario del mismo. Si siempre nos colocamos en la rueda del hámster de la política electoral estadounidense, nada va a cambiar de manera fundamental en este sistema.
El periodista Chris Hedges se ha pasado los últimos quince años intentando hacer sonar las alarmas sobre los peligros del sistema político estadounidense y el impacto del golpe de Estado corporativo y financiero llevado a cabo h ace tiempo en este país.
Antes de que Hedges se embarcara en esta misión, fue corresponsal de guerra del New York Times. Formó parte del equipo ganador del Premio Pulitzer que cubrió los ataques del 11- S y su s consecuencias. El libro de Hedges “ War is a Force that Gives Us Meaning ” [“ La guerra es una fuerza que nos da sentido” ] sigue siendo una obra clásica para estudiar el periodismo de guerra. Chris Hedges renunció al New York Times tras ser reprendido por denunciar públicamente la invasión de Iraq por parte de la administración Bush. Y eso puso fin en gran medida a la relación de Chris Hedges con las organizaciones grandes y poderosas de los medios.
En la actualidad es columnista de Truthdig, presenta un programa sobre la televisión rusa en RT America e imparte clases universitarias en una prisión estatal de New Jersey. En 2012, Hedges demandó al presidente Barack Obama en un caso conocido como Hedges versus Obama motivado por la Sección 1021 de la Ley de Autorización de Defensa Nacional. Hedges dijo que ese acto permitiría la detención o entrega de ciudadanos estadounidenses. Hedges ganó el requerimiento en ese caso, pero la decisión fue finalmente revocada tras una apelación presentada por el gobierno de Obama.
El último libro de Chris Hedges es “ America: The Farewell Tour ” [“Estados Unidos: La gira del adiós”] . En estos momentos se reúne conmigo. Chris, bienvenido a Intercepted.
Chris Hedges (CH): Gracias, Jeremy.
JS: En tu opinión ¿hay alguna diferencia entre los Partidos Demócrata y Republicano teniendo en cuenta lo que estamos viendo ahora en la etapa de Trump?
CH: Desde luego que hay diferencias. Se trata de cómo quieres que te hagan llegar el fascismo corporativo. ¿Quieres que te lo haga llegar un licenciado por Princeton, un criminal de Goldman Sachs o un racista, nativista y fascista cristiano? Porque esta es esencialmente la ideología que la administración Trump ha aceptado de buena gana porque Trump no tiene ideología. Por eso tratan de llenar su vacío ideológico.
Pero sabes bien, y has expuesto ya esta cuestión, que ambos partidos están haciendo avanzar los motores fundamentales del poder corporativo oligárquico global y uno de ellos intenta presentar es t o de forma multicultural e inclusiva. El otro es, ya sabes, algo así como verse abrazado por un hato de trogloditas. Pero no hay forma alguna dentro del sistema político estadounidense que pueda domesticar o desafiar a la maquinaria de la guerra o a Goldman Sachs o ExxonMobil.
El asalto de los demócratas contra las libertades civiles, de nuevo bajo Barack Obama y como bien sabes, fue peor que bajo George W. Bush. La expansión de la guerra con aviones no tripulados, sobre la que también has informado, se produjo con la administración de Obama. La reinterpretación de la Ley de 2002 para Autorizar el Uso de la Fuerza Militar fue interpretada por la Casa Blanca de Obama para otorgarles el derecho a asesinar a los ciudadanos estadounidenses Anwar al-Awlaki y su hijo de 16 años. También asesinaron a su hija ¿verdad? Es ese viejo libro escrito hace 30 años, ya sabes, el fascismo amistoso. Depende de cómo quieres que se sirva.
Y la prensa, por supuesto que la prensa comercial tiene intereses creados para hacer esto, pero hemos personalizado el problema en Trump sin darnos cuenta de que Trump es el producto de una democracia fallida. Trump es lo que brota desde las entrañas de un sistema descompuesto y degenerado. Y puedes deshacerte de Trump, pero no vas a deshacerte de lo que el sociólogo Émile Durkheim llamó la anomia, que es lo que impulsa a las sociedades a participar en conductas profundamente autodestructivas.
Aunque mi último libro se llame “America, the Farewell Tour”, examino estas patologías. Lo que los sociólogos llaman enfermedades de la desesperación, sosteniendo que hasta que esos lazos sociales no se recuperen, hasta que no se enfrente la anomia, no solo las cosas no van a mejorar, sino que van a empeorar ahora que estamos en el umbral de otra crisis financiera.
JS: Noam Chomsky ha venido diciendo de forma constante y abierta, elección tras elección, que la única opción es apoyar a los demócratas. Y más recientemente, ha declarado que el GOP -Partido Republicano- es la mayor amenaza para la estabilidad global o la paz en el mundo.
Noam Chomsky: El Partido Republicano es, de forma abrumadora, la mayor amenaza existente no solo para el país sino para la supervivencia humana. Creo haber dicho ya en el pasado que son la organización más peligrosa en la historia humana.
CH: No estoy de acuerdo con Noam en ese tema. Creo que el problema es que… me involucré mucho en la campaña de Nader cuando se postulaba para presidente. Redacté algunos de sus discursos y nadie luchó contra el poder corporativo con más integridad, coraje y visión que Nader. Pero quedó excluido del proceso legislativo cuando se produjo el golpe de Estado corporativo que hemos padecido y que expulsó al ala liberal del Partido Demócrata. Porque Ralph redactó un cuerpo de legislación, creo que escribió 24 leyes: la Ley de Minas y Seguridad, la Ley de Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés), la Ley del Agua Limpia... todo esto fue escrito por Nader, leyes que se aprobaron gracias a los liberales. Y creo que el problema es que nosotros, en la izquierda, no adoptamos una posición. La política juega con el miedo, y el argumento de Ralph fue que si cinco, diez, quince millones de personas abandonan a los demócratas, estos acabarán sintiendo esa presión y cambiarán.
De la misma manera que los demócratas con Roosevelt, a causa del colapso del capitalismo en la década de 1930, sintieron la presión no solo del Partido Progresista y del antiguo CIO [siglas en inglés de Congreso de Organizaciones Industriales], sino también del Partido Comunista. No soy comunista, pero quiero decir que el Partido Comunista jugó un papel muy importante a la hora de ejercer presión sobre los centros de poder.
Hay algo ahora en lo que Noam es particularmente prudente, que es en cómo entiende el papel de la clase liberal en una democracia capitalista. La clase liberal funciona como un tipo de válvula de seguridad que mejora el sistema al abordar las quejas y las injusticias, de forma especial cuando devienen particularmente pronunciadas entre la clase trabajadora.
E n la correspondencia privada de Roosevelt , publicada después de su muerte, utiliza en realidad la palabra revolución. D ice: “Si no respondemos a nte esta crisis, como el sector privado no puede poner a la gente a trabajar, debe ser el gobierno quien lo haga porque si no tendremos que experimentar una revolución”. Esa s son las palabra s de Roosevelt. Y también dijo que su mayor logro fue salvar el capitalismo. Ese es el papel de la clase liberal.
En estos momentos, los movimientos radicales han sido eviscerados y destruidos en Estados Unidos. Y tuvimos, como saben, movimientos radicales muy militantes, especialmente en vísperas de la I Guerra Mundial: los antiguos movimientos anarquistas, los Wobblies, las grandes figuras como Mother Jones y Big Bill Haywood.
Así pues, los movimientos radicales quedaron destruidos y todo esto se aceleró después en la década de 1950. Ellen Schrecker ha escrito un par de buenos libros sobre esto y no entendí su alcance hasta que la leí. Entonces tenías al FBI entrando en las escuelas secundarias con listas de maestros sin presentar pruebas. La mayoría de aquellas personas ni siquiera eran comunistas, pero eran progresistas. Y se les despidió y luego se les incluyó en una lista negra. Nunca pudieron enseñar de nuevo.
Presentador: Si una persona defiende las actividades de las naciones comunistas mientras ataca sistemáticamente la política interior y exterior de EE. UU., entonces es que es comunista. Pero hay otros comunistas que no muestran sus rostros verdaderos, que trabajan más silenciosamente.
CH: La purga en la sociedad estadounidense de cualquier persona con conciencia social fue bastante profunda. Luego llegó la década de 1960, pero durante ella el trabajo se divorció de los movimientos radicales, algo que resultó fatal. Entonces el corporativismo dio realmente un gran impulso, con el memorando de 1971 de Powell. Y así, en su miopía, la clase capitalista destruyó no solo los movimientos radicales sino que evisceró las instituciones liberales que creaban una especie de equilibrio dentro del sistema capitalista al ofrecer capacidad para abordar los problemas más graves.
Y ahí es donde hemos terminado, con la mayor desigualdad de ingresos en la historia de Estados Unidos, la toma del poder por los especuladores, ni siquiera son capitalistas tradicionales, que ya no hacen nada, son especuladores globales. Eso es lo que hace Goldman Sachs. Se han apropiado del control de nuestra economía y de la mayoría de las economías. La descomposición que estamos experimentando es bipartidista. Por supuesto, Clinton fue el símbolo de todo esto. Clinton entendió que si ofrecía una licitación corporativa, obtendría dinero corporativo. Y en la década de 1990, la paridad en la recaudación de fondos con los republicanos fue igual. Y cuando Barack Obama se presentó por primera vez en 2008, consiguió más. Por tanto, lo que tenemos que considerar son problemas estructurales. Quiero decir, encuentro a Trump tan repugnante y repulsivo como todo el mundo. Pero nuestro problema no se encarna en la personalidad de Donald Trump.
JS: Humm, creo que hay dos debates distintos que están relacionados, pero hay que abordarlos de forma separada. Por una parte, pienso que tú y yo compartimos el punto de vista de que no va a cambiar nada fundamentalmente en este país, ningún cambio que merezca la pena, hasta que se destruya el monopolio bipartidista sobre la vida de nuestra política. Pero luego nos topamos con esta otra realidad que aparece en todas las elecciones y esto fue lo que Obama dijo esta semana, que era la más importante de nuestra vida.
BO: Las elecciones más importantes de nuestra vida. Sé que los políticos siempre decimos esto pero esta vez es realmente así porque Estados Unidos está en una encrucijada.
JS: No hay duda de que Hillary Clinton no habría colocado a Brett Kavanaugh en su tribunal ni tampoco a Neil Gorsuch. Es probable que hubiera podido meterse en más guerras que Trump en este momento, habría tenido una postura mucho más militarista en una variedad de temas. Pero, ¿cómo reconcilias esas dos discusiones? Por un lado, la necesidad de dar finalmente un golpe significativo contra el sistema bipartidista y, por otro, mantener las cosas como están para que no se agraven. Es difícil imaginar un escenario peor que tener a Donald Trump y creo que la gente debe recordar siempre esto, y que Mike Pence es un ideólogo radical cristiano de derechas que tiene sus propias formas de corrupción. ¿Pero cómo reconcilias esas dos cosas?
CH: La relación de causalidad. ¿Qué fue lo que ha causado esta situación? Y lo que ha causado este estado de cosas fue la decisión del Partido Demócrata de traicionar a los hombres y mujeres trabajadores. Por eso es que el Partido Demócrata corre cerca de los márgenes en cada elección. Es decir, que Trump no debería ser una figura política que suponga un desafío creíble para un partido que realmente represente los intereses de los trabajadores y trabajadoras. Pero Pelosi, Schumer, están todos vinculados con Wall Street y no abordarán el problema fundamental, que es la desigualdad social.
Y como no lo abordarán, actúan en los márgenes y es e es un juego muy peligroso. Sobre todo teniendo en cuenta como somos; incluso The New York Times publicó un editorial hace un par de semanas diciendo que vamos de cabeza hacia... el término amable sería hacia un ajuste. Pero, lo más probable es que nos dirijamos hacia un crack que será tan grande como el de 2008, es cuanto puedo decir.
Y entonces ¿ qué pasa? Que los monstruos aparecen realmente. Lo vi en Yugoslavia.
Barrie Dunsmore: No ha sido una Pascua feliz en Sarajevo. Esta capital de Bosnia Herzegovina sigue siendo el foco del último capítulo de la guerra civil en Yugoslavia. En los últimos días, el pueblo de Sarajevo ha sido sometido a ataques de artillería y mortero por parte de milicianos serbios y el ejército regular yugoslavo, sobre todo del ejército serbio.
CH: Y eso es un beneficio a corto plazo. El problema es que aquellos de nosotros que nos preocupamos por una sociedad abierta y por promover los intereses de los pobres y de la clase trabajadora e incluso de la clase media, nos sometemos al Partido Demócrata en cada ciclo electoral, y así somos totalmente ineficaces. Y deberíamos haber apoyado a Nader cuando se presentó en el 2000, pero se retiró y por eso es cada vez peor. Es solitario. Es difícil. Tienes razón sobre Kavanaugh. Pero si realmente queremos detenerlo, tendremos que enfrentarnos a la maquinaria y esos primeros pasos tentativos serán muy difíciles.
No vamos a poder sanear todo esto en un ciclo electoral, y ni siquiera hemos hablado del cambio climático... Quiero decir que estamos observando una forma de ecocidio porque el último informe sobre el clima reveló que los océanos han almacenado mucho más calor aún. Eso significa que si hoy detuviéramos todas las emisiones de carbono, sufriríamos igualmente efectos catastróficos. Me refiero a los casquetes polares, hay un iceberg que se ha desprendido que es más o menos el doble del tamaño de Manhattan.
Quiero decir que el planeta se está desintegrando ante nuestros ojos y que el Partido Demócrata no está haciendo nada al respecto, nada significativo. Sí, a nivel retórico reconocen esta realidad, pero es una forma de pensamiento mágico creer que vamos a adaptarnos, o que la tecnología va a salvarnos.
Por lo tanto, nuestros problemas son mucho más graves, y aunque el liderazgo demócrata no es tan extremista como los cleptócratas y el Partido Republicano, se mueve en la misma dirección. Solo que se van a un ritmo más lento. Pero ya no tenemos tiempo para jugar a este juego.
JS: Creo que una de las líneas legítimas de preocupación que escucho en la gente de color y en las mujeres respecto a la idea de no votar a los demócratas es que no podemos permitirnos involucrarnos en el tipo de pensamiento que Chris Hedges está componiendo aquí, o que Jill Stein est uvo exponiendo , o que Ralph Nader está postuland o, porque la amenaza es inmediata para nosotros . En el caso de las mujeres y el derecho al aborto, es algo inmediato. En los casos de la brutalidad policial y los asesinatos extrajudiciales de personas negras, es inmediato. Por tanto , escuchará s este nivel de preocupación o enojo muy intenso ante la idea de que está s utilizando esta s elecci ones sobre todo para decir algo así como: “La revolución comienza ahora y debemos desmantelar este sistema a toda costa”.
Pero, ¿qué le dirías a la gente que declara : “Sí, lo entiendo. Pero no puedo permitirme hacer todo eso porque estoy preocupada por el hecho de perder el acceso al aborto el próximo mes” .
CH: Bien, comencemos con el sistema de encarcelamientos en masa y el terror policial. Enseño en una prisión y la mitad de mis estudiantes no estarían allí si no fuera por Bill Clinton. Biden y Clinton se apoderaron de todo lo relativo a “la Ley y el Orden" mientras transformaban al Partido Demócrata en Partido Republicano y empujaban tanto al Partido Republicano hacia la derecha que ha sido una locura. Así que, en relación con las personas de color, los responsables fueron los autoidentificados liberales del Partido Demócrata y estos fueron los tres golpes que dieron: endurecer la política penal, triplicar y cuadruplicar sentencias, Proyecto de Ley Omnibus del Delito de 1994, que vertió 300 mil millones en el sistema penitenciario. Todo eso fue fruto de la labor de los demócratas.
Bill Clinton: Las peleas se han terminado hoy. La era de las excusas se ha acabado. Los ciudadanos respetuosos de la ley de nuestro país han hecho oír su voz. Nunca más Washington debería poner a la política y al partido por encima de la Ley y el Orden.
C H: Respecto al aborto, esa es una preocupación legítima.
JS: Quiero decir que vamos a tener a esos tipos en este tribunal durante un par de generaciones.
CH: Está claro. Quiero decir, Kavanaugh fue empujado por la derecha cristiana porque va a abolir claramente el contenido de   Roe versus Wade . Quiero decir, que es por eso por lo que está ahí y la ultra derecha cristiana se lo dejó muy claro a la administración Trump: “ Tienes que ponerlo a él”. Pero, ¿vamos a rectificar esta disidencia política, económica y social que se rinde en cada ciclo electoral ante el Partido Demócrata? Creo que si nos fijamos en lo sucedido en las últimas décadas, la prueba está ahí: cada vez es peor, y peor, y peor; tenemos que derrocar al Estado corporativo. Tenemos que conseguir que el poder vuelva a nuestras manos.
Si realmente el Partido Demócrata abordara la desigualdad social de una manera real, de la forma en que Bernie Sanders... quiero decir el tema de Sanders y Trump, aunque Trump sea un estafador, es que ambos han hablado de la  realidad que la mayoría de los estadounidenses experimentan. Y sin embargo, si enciendes la CNN , te contarán que hay un boom económico. Bueno, ¿boom para quién? Me refiero a que un mercado de valores sobrecalentado no es una señal de salud financiera. Hay que volver y leer el libro de John Kenneth Galbraith El Crack de 1929.
Me refiero a que los valores en bolsa ya no están relacionados de ninguna manera con los valores de las empresas. Hemos bombeado 26 billones de dólares en dinero fabricado y se lo hemos entregado a los bancos. Con eso podríamos haber pagado las matrículas universitarias , brindado atención sanitaria universal para todos, creado unos cuantos millones de puestos de trabajo y proyectos de infraestructura, que es, por supuesto, lo que Roosevelt hizo con la Depresión. Por lo tanto, estos problemas estructurales, que los medios corporativos comerciales no abordan nunca porque son propiedad y están completamente controlados por corporaciones como General Electric, son los problemas reales.
Y no pretendo minimizar el problema de quitarle a las mujeres el control de su propio cuerpo. No quiero minimizar eso de ninguna manera, pero no se puede continuar reaccionando a través del miedo, y eso es lo que realmente hacen ambas partes. Lo único que tienen para vendernos es miedo, pero mi argumento, especialmente después de haber cubierto Yugoslavia y haber visto aquello , es que con una élite gobernante irresponsable y el inminente colapso financiero -ahora mismo vivimos en un período de relativa estabilidad-, entonces nosotros, que nos preocupamos por el imperio de la ley y nos oponemos a los actos de violencia y disparos en masa anárquicos y nihilistas, estamos acabados . Y eso es exactamente lo que sucedió en Yugoslavia porque no nos levantamos realmente ni luchamos por nada. Quiero decir, ¿cuál es el mantra del Partido Demócrata? Es básicamente “No somos Trump” y Hillary Clinton lo intentó y no funcionó muy bien. Y dada la inestabilidad que está a punto de envolvernos, es hora ya de que salgamos y luchemos, y va a ser difícil, y va a haber mucha gente que no se una a nosotros , pero creo que es nuestra única esperanza.
JS: Cuando hablas de salir afuera, de contraatacar o de confrontar esa toma del poder corporativa, o este golpe de Estado que dieron hace mucho tiempo las corporaciones, ¿qué quieres decir?
CH: Me refiero a lo que vi en la Europa del Este: actos sostenidos de desobediencia civil masiva, de no cooperación, en palabras del Congreso Nacional Africano respecto al apartheid en Sudáfrica.
Nelson Mandela: El ideal de una sociedad democrática y libre en la que todas las personas puedan vivir juntas de forma armónica y con igualdad de oportunidades. Es un ideal para el que confío vivir y ver realizado. Pero, Dios mio, si fuera necesario, es un ideal por el que estoy preparado a morir.
CH: Se trata de hacer todo lo posible para interrumpir los mecanismos de la maquinaria. Y eso funciona. Quiero decir, cubrí la caída del Estado de la Stasi en Alemania del Este. Y cuando había 500.000 personas que acudían día tras día a la Alexanderplatz y de forma no violenta... Quiero decir que esta ha sido mi batalla persistente con Bloque Negro y Antifa, que son un regalo para el Estado de seguridad y vigilancia. Porque como han escrito los teóricos de la revolución -y esto es lo que estoy pidiendo, revolución- Crane Brinton, Geoffrey Davies y otros, ninguna revolución tiene éxito a menos que una parte significativa de los aparatos gobernantes deserte. Estás apelando a las conciencias.
Así, en Leipzig, en septiembre de 1989, Erich Honecker, el dictador comunista, envió una división de paracaidistas de élite con la intención de disparar contra los manifestantes. Y cuando llegaron allí, las autoridades comunistas locales se negaron a permitir que se desplegaran en las calles. Y Honecker estuvo fuera del poder en una semana. Lo mismo en la revolución rusa. Quiero decir, lee a Lenin sobre la violencia anarquista. Quiero decir que el tipo no tenía corazón y, estoy con Chomsky, era un contrarrevolucionario, destruyó a los soviéticos y todo eso. Pero comprendía sin duda la mecánica de la revolución. Y vio cómo esos actos de violencia le daban ventaja al Estado zarista.
Así pues, tenemos que construir ese tipo de movimientos que vi en Standing Rock, sería un buen ejemplo. Y no va a pasar como en la Marcha de las Mujeres en Washington. Cuando realmente desafías sus intereses, como lo hicieron los protectores del agua en Standing Rock, entonces se vuelven rabiosos. Llevaron a cabo setecientos arrestos, se infiltraron de forma constante, con drones volando sobre el campamento, perros de ataque, cañones de agua con gas pimienta, pero eso fue todo. Y si reducimos todo solo al cambio climático, no nos queda tiempo.
JS: Cuando Obama era presidente, presentaste una demanda en un proceso contra Barack Obama.
Amy Goodman: Hay que presentar una querella en el Tribunal de Distrito del Sur de EE. UU. contra Barack Obama y el Secretario de Defensa Leon Panetta por desafiar la legalidad del Acta de Autorización de la Defensa Nacional [NDAA, por sus siglas en inglés]. Su demandante no es otro que el veterano corresponsal de guerra y ganador del Premio Pulitzer Chris Hedges.
JS: Se refiere a la Ley de Autorización de Defensa Nacional y creo que es una historia especialmente importante como para que la expliques, dado que Trump y su administración parecen indicar que van a acabar con la Posse Comitatus.
CH: Ya está destruida. Eso es lo que Obama hizo.
JS: Eso es algo que está ahora en la mente de la gente, pero en el contexto de Donald Trump. Explica por qué presentaste esa demanda, a la que se unieron Dan Ellsberg, Noam Chomsky, la periodista Alexa O’Brien... Había toda lista de personas que eran figuras públicas, periodistas, intelectuales y otros. ¿Por qué demandasteis a Obama por la Ley de Autorización de Defensa Nacional?
CH: Porque anuló la Ley de Posse Comitatus de 1878 que prohibía a los militares actuar como fuerza policial interna. Aprobó la ley alrededor de la medianoche del 2011. La Sección 1021 le permite al gobierno federal, o al poder ejecutivo en particular, llevar a cabo una entrega extraordinaria para capturar a un ciudadano estadounidense que apoye a los talibanes, a Al Qaida o algo llamado “fuerzas asociadas” -sea lo que sea esto- y mantenerlo indefinidamente en detención sin el proceso debido hasta “el fin de las hostilidades” que, como hemos visto en 17 años de guerra, es para siempre. Se trataba de una sección que era parte de la Ley de Autorización de Defensa Nacional, que se renueva cada año porque las élites comprenden lo precaria que es la situación. Está diseñada como último recurso para utilizar a los militares para aplastar cualquier tipo de agitación interna y creo que eso se debe a que, en última instancia, no confían en que la policía los proteja.
Solo a nivel de anécdota, cuando hace unos años hubo una huelga de maestros en Chicago, cuando los maestros marchaban por sus calles entraban en el recinto de la policía para utilizar los aseos y la policía les ovacionaba. Algo así aterroriza a la élite. O cuando hace unos años fui arrestado frente a la Casa Blanca junto a 133 veteranos de Vietnam, Iraq y Afganistán -resultó que la mayor parte de la policía de Washington está en la Guardia Nacional-, mientras nos esposaban nos decían “sigue protestando”. Por este tipo de cosas tenemos la sección 1021.
Ganamos en el Tribunal del Distrito Sur en Nueva York. Y entonces la administración de Obama solicitó de inmediato que se levantara la orden judicial provisional, y hay que decir en favor de la jueza Katherine B. Forrest que se negó. Después pasaron a la apelación o 2º Circuito, el siguiente tribunal, y levantaron la orden judicial en nombre de la seguridad nacional. Resultó fascinante porque, después de eso, hubo un proceso legal de dos años y fue fascinante observarlo porque se trataba de una cuestión de o blanco o negro, al igual que la privacidad. Quiero decir, una vez que tuvimos las revelaciones de Snowden, cada vez que quieras mostrarte muy cálido e impreciso respecto a los demócratas, recuerda lo que hicieron para restaurar nuestro derecho a la privacidad: nada de nada.
Y lo que terminaron haciendo es lo que siempre hacen: encontrar una forma de negar mi derecho, mi posición, mi capacidad de presentar el caso porque yo también era demandante en Clapper versus Amnistía Internacional antes de las revelaciones de Snowden en las que cuestionamos la vigilancia gubernamental general, donde los abogados del gobierno se incorporaron a la Corte Suprema y no solo negaron que se estaba llevando a cabo, sino que le dijeron también a la Corte que si alguno de nosotros estuviera siendo vigilado, seríamos informados. Y esperamos meses para el 2º Circuito. Ese fallo se vino abajo. Fue rechazado. El Tribunal Supremo lo desechó, negando en esencia nuestra posición. Y después el 2º Circuito dijo: “Bien, no tiene capacidad procesal en Clapper versus Amnistía Internacional. Por lo tanto, tampoco la tiene en Hedges versus Obama y por eso lo denegamos”.
Presentamos un certiorari o petición ante el Tribunal Supremo y no lo aceptaron. Pero durante ese proceso de dos años, los abogados contactaron con los líderes demócratas y Pelosi dijo que como se renovaba cada año, todo lo que había que hacer era agregar allí que esto no se aplica a los ciudadanos estadounidenses, y perdimos el caso. Bien, no agregaron eso porque eso es lo que está anotado.
JS: ¿Y eso ha quedado aprobado en la Ley de Autorización de Defensa Nacional bajo Trump?
CH: Sí.
JS: Explica claramente lo que significa.
CH: Lo que estoy viendo es todo ese ridículo despliegue, ya sabes, ¿cuál es la última cifra? ¿15.000?
JS: 15.000 soldados enviados a la frontera entre México y EE. UU.
CH: Así es.
JS: Los alambres de púas pueden ser muy hermosos si se colocan correctamente, eso es lo que Trump estaba diciendo.
DT: Nosotros somos diferentes. Tenemos a nuestro ejército ahora en la frontera [el público aplaude]. Y vi cómo iba subiendo todo ese hermoso alambre de púas. Un alambre de púas usado correctamente puede constituir una hermosa vista.
CH: Todo lo que tienes que hacer es declarar que esas personas son terroristas. Ya sabes, hablando de fascistas cristianos. Las únicas veces que veo televisión es en el gimnasio o en el aeropuerto, pero la encendí en el Club 700 con Pat Robertson.
JS: Igual que nosotros.
CH : Correcto; sentía algo de curiosidad de ver cómo estaban abordando el tema. Y, por supuesto, fue justo lo que esperaba cuando vi que iban empalmando fotografías de un jihadista vestido de negro marchando y sosteniendo armas automáticas con la caravana que se encuentra a mil millas de Texas. Vamos a ver, y ya estamos viendo, a activistas por los derechos de los animales, a activistas del medio ambiente, todos enjuiciados por las leyes de terrorismo. Y esta sección de la Ley de Autorización de Defensa Nacional realmente en ese momento le da al poder ejecutivo la capacidad de militarizar completamente nuestra sociedad de manera muy formal. Quiero decir que ya tenemos a la policía militarizada en las comunidades marginadas. Casi son paramilitares que no están vinculados en modo alguno al imperio de la ley. Creo que el 3,1 de nuestros ciudadanos, casi todos personas pobres de color, mueren asesinados cada día en las calles de las ciudades estadounidenses. Casi todos ellos desarmados. Pero esto lleva el problema a un nivel completamente nuevo y es solo una herramienta más que los totalitarios corporativos pueden utilizar.
JS: Encuentro apasionante que cuando Bush era presidente se escuchara hablar tanto del tipo de naturaleza teocrática de su administración. Creo que se podría argumentar de manera muy efectiva que estos momentos son la época dorada de los fascistas cristianos teocráticos de derechas.
Jeff Sessions: Les citaría al apóstol Pablo y su clara y sabia orden en Romanos 13, de obedecer las leyes del gobierno porque Dios ha estatuido el gobierno para sus propósitos.
JS: Con alguien como Trump, ya sabes, que ha estado casado equis veces, que representa gran parte de lo que dicen estar en contra en términos de moralidad personal, pero el simple hecho de que de alguna manera pronuncie el discurso: “Acepto a Jesús”, consigue que todo se le perdone y resulta que Trump fue enviado por Dios. Creo que la gente está cometiendo un error al no considerar también la deriva teocrática de Mike Pence, al que la gente aupó con Trump, y a l hecho de que Trump ganó una elección que probablemente nunca hubieran podido ganar por su cuent a sin la derecha cristiana radical y las élites del partido republicano. Creo que Allan Nairn lo dijo mejor.
Allan Nairn: Trump arrastró al poder a los oligarcas de la ultraderecha pataleando y gritando. Nunca hubieran podido ganar una elección por su cuenta.
JS: Mike Pence no iba a salir elegido presidente en 2016 más de lo que saldría en 2020.
CH: Como saben, hace diez años escribí un libro sobre la derecha cristiana titulado “ American fascist: The Christian Right and the War in America ”. Vengo de una tradición religiosa. Mi padre era pastor. Mi madre se graduó en el Seminario y fue profesora, y yo me gradué en la Harvard Divinity School. Estoy empapado en esa tradición. Y no usé la palabra fascista a la ligera.
De hecho, cuando terminé el libro, pasé varias horas con Fritz Stern, uno de los grandes eruditos del fascismo, que escribió “ The Politics of Cultural Despair” y huyó de la Alemania nazi cuando era un adolescente. Además de Robert Paxton, el gran erudito de Vichy en Colombia, que escribió “ Anatomy of Fascism ”. Antes que nada son herejes cristianos. Quiero decir, no necesitas pasar tres años en la Harvard Divinity School, como hice yo, para darme cuenta de que Jesús no vino al mundo para hacernos ricos, ni para bañarnos en productos de consumo, ni para bendecir el lanzamiento de bombas de fragmentación por todo Oriente Medio.
Y dentro de estas megaiglesias, que funcionan como cultos y con todos esos pastores blancos varones que se apoderan de la desesperación de sus congregantes para hacerse ricos . Ya sabes, personas como Joel Osteen , multimillonarios.
Joel Osteen: Y aquí está la clave de todo, después de todo lo que Dios ha hecho por nosotros, liberarnos de la esclavitud, derrotar a nuestros enemigos, si no eres capaz de ver por ti mismo el camino justo, te mantendrá a salvo de tu destino.
CH: De la misma manera que Trump se aprovechó de la desesperación de las personas dentro de sus casinos. La gente plantea bien el tema, ¿cómo puede la derecha cristiana construir una alianza con Trump? Yo diría que, en realidad, son completamente iguales. Son estafadores. Manipulan la miseria y la desesperación de los otros . Perpetúan una forma de pensamiento mágico, un Jesús mágico. Atacan la ciencia basada en la realidad y las noticias basadas en la realidad. Todo esto sale de... los que precedieron a Trump. Constituyen un fascismo, como escribe Paxton en “ Anatomy of Fascism” , que siempre viene envuelto en una iconografía y lenguaje familiares, incluso reconfortantes.
Así que el fascismo italiano rememora la antigua Roma y la gloria del Imperio romano. El fascismo alemán se remonta a los mitos teutónicos. Y retomamos la iconografía y el lenguaje del cristianismo, la fusión, la sacralización del Estado. Mi gran mentor en la Harvard Divinity School , James Luther Adams, estuvo en Alemania en 1936 y 1937 en la Universidad de Heidelberg
Vio a Martin Heidegger comenzar sus conferencias con el saludo nazi. Y abandonó todo eso. Se unió a la Iglesia de la Confesión con Niemöller, Bonhoeffer, Schweitzer, Karl Barth y otros. E hizo un montón de películas con un video casero hasta que fue descubierto por la Gestapo y le expulsaron de Alemania un año después. V i esa película mientras la narraba en su apartamento en Cambridge, Massachusetts, pero gran parte de ella era de la llamada Iglesia Cristiana Alemana, que tenía en un lado del altar la cruz cristiana y en el otro la esvástica nazi. Y Adams me dijo -y esto fue a principios de los 80- o nos dijo, cuando tengáis mi edad, él tenía 80 años, estaréis todos luchando contra los fascistas cristianos. Porque comprendió que cuando desposees a la clase trabajadora, como hemos hecho, y esto era evidente cuando escribí el libro sobre la ultra derecha cristiana, el mundo real se vuelve muy opresivo.
Hice docenas de entrevistas a sus seguidores, tendrías que tener un corazón de piedra para no sentirte conmovido ante sus luchas contra la adicción, el subempleo, el abuso sexual y el abuso doméstico. Y así, ese Jesús mágico, ese pensamiento mágico es la última protección que tienen. Estuve en Detroit haciendo un End Times Weekend con Tim LaHaye, quien escribió la serie “ The End Times ” y lujuria es la única palabra que pued e describir eso , lujuria por la violencia apocalíptica. Y creo que finalmente entendí que eso pro cedía del deseo eufórico de destruir el mundo que casi los destruyó a ellos . Y al final del libro, me dije que no iba romper este movimiento intentando discutir con estas personas fuera del creacionismo. E ste movimiento solo puede romperse reintegrando a estas personas en la economía y reconstru yendo los lazos sociales que han sido destruidos para que tengan la posibilidad de encontrar un trabajo significativo, de una autorrealización. Ya sabes que Juan Pablo II escribió una muy buena encíclica sobre el trabajo.
Y el libro de Emile Durkheim sobre el suicidio habla de cómo las sociedades e individuos que tienen una propensión a la autoaniquilación son aquellos para quienes estos vínculos sociales ya no funcionan. Y claro, diez años después, todo está mucho peor.
Por tanto, tenemos que ir a la raíz de la situación. Tenemos que reconstruir esos lazos sociales si vamos a salvarnos y, en última instancia, capitulando ante el Partido Demócrata en cada ciclo electoral, aseguramos nuestra propia esclavitud y, sin ser melodramáticos debido al cambio climático, finalmente, la extinción de la especie humana.
JS: Ha sido interesante y me parece extremadamente inquietante observar a Trump, Pence, y ciertamente Jeff Sessions, su audiencia preferida, aunque en el caso de Trump no son precisamente las tropas . Todavía tiene que poner un pie en una zona de guerra extranjera, lo cual es bastante inaudito, sobre todo después del 11- S, para el comandante en jefe. Pero él siempre está hablando con los alguaciles o con los oficiales de policía en algún lugar. Y tú y yo sabemos por nuestros reportajes de décadas atrás, que hay un gran contingente de supremacistas blancos en el ejército estadounidense. Y, ciertamente, entre los oficiales de policía, los alguaciles y otros. Pero lo que Trump y compañía están haciendo es mostrando realmente que... , Trump lo dijo el otro día donde ya sabes: ¿dónde están mis motociclistas, mis policías? Tienes la sensación de que saben que tienen a sus “ camisas pardas ”, que en realidad están dentro de los uniformes oficiales, que cuando llegue el día estarán a su lado sin que importe lo que el afroamericano haya aportado mientras su capitán les diga qué hacer o qué no hacer.
CH: Sí, eso es cierto, la retórica es importante. Estamos viendo que Trump incita a la violencia porque ninguna de sus políticas cuenta con apoyos. Sus recortes de impuestos no tienen apoyo, su asalto al Obamacare, su negativa a aumentar el salario mínimo. Nada de esto tiene ningún apoyo. Todo lo que tiene es odio y esa es la única arma que utilizará. Y veo que este intento de decapitar, en esencia, de asesinar a los líderes demócratas a través de estas bombas caseras es algo muy, muy siniestro, porque ya lo vi en Yugoslavia. Y esto no solo va a continuar y a expandirse , el problema es que finalmente tenga éxito.
Y ese es el único lenguaje que tienen porque no son un movimiento mayoritario. Incluso los nazis no fueron nunca un movimiento mayoritario. Creo que el porcentaje más alto de votos que obtuvieron fue de alrededor del 43% y después fue disminuyendo.
JS: ¿Por qué dices que va a tener éxito?
CH: Porque pueden reunir las fuerzas de la violencia y pueden decapitar movimientos de oposición extremadamente debilitados ya. Ya sabes, el único movimiento de oposición real que tuvieron los nazis fue el partido comunista, pero ni siquiera tenemos un partido comunista. No tenemos una reacción militante. Somos mucho más débiles y mucho más vulnerables. Nuestros sindicatos están desgastados. Me refiero a huelgas laborales, incluso los nazis, que eran muy antisindicales, tuvieron que apoyar las huelgas en Berlín porque sabían que si no lo hacían, todos se irían a los brazos de los comunistas. Pero aquí ni siquiera tenemos eso.
Estamos en una situación mucho más frágil y debilitada porque los movimientos populares que ofrecen resistencia son casi inexistentes. Prácticamente tenemos que empezar desde cero. Entonces, me temo que somos muy fáciles de controlar.
Los medios de comunicación son una caricatura. Son ridículos y ciertamente incluyo a la MSNBC. Y toda la idea de que Trump fue elegido con robots rusos es absurda. Fue elegido porque la clase obrera estaba agotada. Y mientras más se niegue el Partido Demócrata a abordar ese tema, tanto más apoyo veremos, o al menos aceptación, hacia estos fascistas cristianos de derechas. Quiero decir que definitivamente habrá una reacción violenta, pero lo que temo es que sea una reacción protofascista y de ultraderecha, y veamos, como ya hemos visto, la demonización de los trabajadores vulnerables e indocumentados. Como pasó con el ataque en Pittsburgh, los judíos están en la lista, también las feministas, los intelectuales, los afroamericanos.
JS: Te conocí justo cuando estabas rompiendo con el New York Times y quería preguntarte, especialmente porque te vengo observando el último par de años hablando por todo el país, organizando y comprometiéndote también en la acción directa, debatiendo tácticas con Antifa o Black Bloc, ¿qué lecciones has aprendido que crees podrían ayudar a otras personas en la transición de elaborar la información de guerra para el New York Times a estar básicamente todo el tiempo en carretera, ya sea hablando sobre las ideas que has presentado en tus libros, o compartiendo la historia o el análisis que hayas encontrado, o asistiendo a manifestaciones, o en comunidades asediadas a nivel económico político? ¿Cuáles son algunas de las lecciones que has aprendido que podrían ser útiles para las personas que tratan de dar sentido a sus propias vidas en el contexto del momento político-histórico en el que nos hallamos?
CH: La lección más importante que se desprende de las sociedades en dificultades, de sociedades en proceso de desintegración, es que todas las sociedades son extremadamente frágiles. Y que es posible que la fachada de esa sociedad parezca a menudo monolítica y poderosa, pero se derrumbará desde dentro y ahí es donde estamos nosotros. Y creo que las personas tienen dificultades emocionales para comprender que lo que parece tan sólido y permanente es, de hecho, efímero, especialmente entre las élites educadas. No estuve en Sarajevo al inicio de la guerra, sino en Pristina, la capital de Kosovo, de donde salí hacia el campo y el Ejército de Liberación de Kosovo me paró y me hizo volver atrás. Regresé y les conté a mis amigos en Pristina que eran multilingües, muy educados, que me habían detenido y me dijeron: “No, no existe el Ejército de Liberación de Kosovo. Es algo creado por los serbios para justificar la opresión. No tenían ni idea de lo que estaba sucediendo hasta que, literalmente, los paramilitares serbios los sacaron de sus apartamentos y los metieron en vagones hacia Macedonia. Y creo que esa es la lección más importante.
Al salir de lugares como Sarajevo, puedo entrar enun supermercado, y no lo llamaría un flashback, y ver todas las ventanas rotas y nada en los estantes y basura por todo el piso; no somos inmunes a eso. Vi a aquellos personajes ridículos y bufonescos como Radovan Karadzic, que era tan bufón como Donald Trump. Recuerda que los nazis también eran bufonescos.
JS: ¿El líder serbobosnio?
CH: En efecto, el líder serbobosnio. A menudo resultaba divertido. Quiero decir que eran divertidos. Milosevic, por cierto, era bastante divertido, algo que mucha gente no sabía.
Creo que estamos en una situación que es mucho más peligrosa de lo que la gente capta y creo también que las élites son particularmente incapaces de ver cuán peligrosa es. Toda esa idea de que el Partido Demócrata va a ser un instrumento que va a protegernos es una especie de ceguera voluntaria. En primer lugar, no saben quiénes son y, en segundo lugar, tampoco son conscientes de cuán precario es este momento en la historia de Estados Unidos.
JS: Chris Hedges, muchas gracias por tus aportaciones.
CH: Gracias a ti, Jeremy.
JS: Acabamos aquí.
Chris Hedges es un periodista de Truthdig . Es también profesor y escritor. Ha escrito doce libros, entre los que destacan: “Days of Destruction, Days of Revolt”, “American Fascists: The Christian Right and The War on America y “War Is a Force That Gives Us Meaning”. Su libro más reciente, publicado este año, es “America: The Farewell Tour”.
Jeremy Scahill es un periodista de investigación estadounidense. Es autor del bestseller “Blackwater: The Rise of the World's Most Powerful Mercenary Army”, sobre el auge de la empresa militar privada más poderosa del mundo, con el que ganó el premio George Polk. The Intercept es una publicación de First Look Media que se puso en marcha el 10 de febrero de 2014.

Fidel Castro Ruz VIVE en Buenos Aires Argentina Chaubloqueo y el Primer Museo Suramericano Ernesto Che Guevara devuelvan Guantanamo a Cuba diario Clarín

Entrevista a Fidel Castro Ruz (diario Clarin en Bs As  26 Mayo 2003. Periodistas: Ricardo Kirschbaum, Julio Blanck, Oscar Cardoso y Eduardo van der Kooy,

 

Periodista.-  Señor Presidente, podemos entrar en tema, si a usted le parece.

Fidel Castro.-  Sí, parece que el tiempo nos obliga.

Periodista.-  Claro.  Me parece que un buen lugar para arrancar es:  Estamos en una etapa de rediseño del sistema internacional, no necesariamente por la ley, sino por la fuerza, como acabamos de ver.  Cuba —usted lo recuerda siempre, en todo momento— lleva varias décadas de un sistema de bloqueo que constituye un impedimento mayor para establecer un sistema de seguridad para la experiencia política en la isla, para la vida de la isla.  ¿Usted cree que esta situación, a partir de este rediseño que encarna George Bush, este intento de rediseño es más precario, es más grave?  ¿Cómo lo ve usted?

Fidel Castro.-  Depende de las posibilidades que ese rediseño tenga, pero a tu pregunta puedo responder que sí, que esta situación es más peligrosa y más grave.  Pero no solo para Cuba, sino para quién sabe cuántos, porque habría que despejar aquella ecuación cuando él se refiere a que 60 o más países pueden ser atacados; para ese concepto “o más” hay que inventar una ecuación.  Cuando unos días después de aquello hubo una iniciativa en Estados Unidos proponiendo atacar a Holanda, si el Tribunal Penal Internacional sancionaba a algún norteamericano, se vio que parece que la equis esa es bastante amplia.  No sé si alguien se escapa de ese “o más”.

Periodista.-  Presidente, pero este rediseño en particular, depende más del empleo de la fuerza que de la vigencia de la ley.  Cuando usted dice —y yo creo que es así— que hay mayor precariedad para toda la región, uno tiene que pensar que en la región, a diferencia de la década anterior, están surgiendo gobiernos, y cuando no son gobiernos, propuestas políticas, que hablan de un cansancio latinoamericano con la injusticia, cierta fatiga —llámelo con el modelo neoliberal, el consenso de Washington, el nombre que se le ponga importa poco—; hay una fatiga de injusticia en la región.  Y esto lo que naturalmente nos lleva a pensar —la historia lo enseña— es que, cuando hay estos procesos, hay mayor posibilidad de una confrontación con Estados Unidos.   ¿Cómo ve el futuro, no ya de Cuba sino de la región?  Estoy hablando de Chávez, en Venezuela; Lula, en Brasil, lo que significa.

Fidel Castro.-  Hay peligro no solo en la región, es mundial; pero veo que tú quieres referirte a la región.

Periodista.-  Sí.

Fidel Castro.-  Sí hay un peligro para la región.  Los peligros son a partir de riesgos de agresión o riesgos de que la región sea devorada: riesgos de sometimiento, de apoderamiento de los recursos, de la imposición de un sistema que está realmente en crisis; es la globalización neoliberal, de lo cual todo lo que viene sucediendo no son más que expresiones de su crisis.  Cuba ocupa un primer lugar, tiene el honor de correr el mayor riesgo.

Periodista.-  Quizás, Presidente, aunque el riesgo de Cuba es grande, el riesgo mayor para la región es Colombia.  En Colombia uno puede pensar ahora en una invitación, hecha a partir del propio gobierno colombiano, para militarizar hemisféricamente la larga lucha de décadas, y va a ser muy difícil para los países,  si se produce esa convocatoria, si Estados Unidos la alienta, de militarizar en términos del hemisferio; para ponerlo en términos claros, de una intervención militar hemisférica en Colombia.

Fidel Castro.-  Sí, pero viene desde antes de esta administración.  Como también antes de esta administración se produjo un hecho como el de Kosovo.

Periodista.-  Claro, la intervención de la OTAN.

Fidel Castro.-  Y se hablaba del nuevo concepto estratégico de la OTAN.  Un día en Brasil, el 28 de junio de 1999, cuando se reunieron los jefes de Estado europeos con los de Latinoamérica y el Caribe, hice algunas preguntas sobre ese nuevo concepto estratégico.  Una de ellas:  Desearíamos que se nos aclarara si América Latina y el Caribe están o no comprendidos dentro de la periferia euroatlántica definida por la OTAN. Otra pregunta que viene muy al caso fue:  La Unión Europea, después de muchos debates, ha dado su apoyo a una declaración de esta Cumbre que dice:  esta asociación estratégica se sustenta en el pleno respeto al derecho internacional y en los propósitos y principios contenidos en la Carta de las Naciones Unidas, los principios de no intervención, el respeto a la soberanía, la igualdad entre Estados y la autodeterminación.  ¿Significa esto que Estados Unidos se compromete también a respetar los principios contenidos en este acuerdo de sus aliados?  ¿Cuál será la actitud de Europa si Estados Unidos decide por su propia cuenta lanzar bombas y misiles con cualquier pretexto contra cualquiera de los países de América Latina y el Caribe aquí reunidos?  La pregunta no voy a decir que era provocativa, pero sí muy franca. El Jefe de Estado de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, que estaba presidiendo la sesión, dijo que esas preguntas eran muy importantes y sugería que en la reunión privada que venía de inmediato se les diera respuesta.  El canciller alemán, Schroeder, y demás líderes europeos estuvieron de acuerdo. La reunión privada se produjo y yo esperaba que llegara el turno de la discusión del tema, y hablaban de una cosa, de otra, de otra, se fue el tiempo y nadie mencionó el tema.  Yo no quise ponerme impertinente, exigiendo respuesta.  Lo importante no era la respuesta sino la pregunta que allí quedó planteada.  Sabía que ninguno de los europeos podía decir una sola palabra.  Lo ocurrido en los años subsiguientes lo explica todo.   Y hoy la correlación de fuerzas a favor de Estados Unidos es mucho mayor.  Yo mismo planteé recientemente una pregunta al señor jefe del gobierno español con relación a determinadas recomendaciones que hizo en medio de la guerra de Kosovo, algo muy serio; pero no hay respuesta, y tal vez porque no puede haberla.  Llegué a una conclusión, y bromeando un poco dije:  “Yo acuso, luego no existo.”  Porque soy importante para algunas cosas, sobre todo cuando hay que echar culpas, y entonces cuando hago una pregunta que hay que responder, la respuesta es el silencio total. En esto que tú dices en concreto, ha habido cambios; es decir, en aquella política que se insinuaba como una concepción de dominio en el que participan la superpotencia y sus aliados viejos y algunos nuevos, que son más peligrosos, porque los nuevos quieren hacer méritos rápidamente.  Entonces la situación es distinta de cuando hice la pregunta sobre la nueva política estratégica de la OTAN.  Son ideas que vienen detrás, pero antes eran respaldadas con determinados argumentos o pretextos. Esta vez el gobierno de Estados Unidos no necesita ya argumentos ni pretextos.  Aquella, más o menos, se enmarcaba dentro de las Naciones Unidas y de los privilegios del Consejo de Seguridad; esta ya ignora a Naciones Unidas, ignora al Consejo de Seguridad, ignora a Europa, ignora a la OTAN, ignora a todo el mundo.  Es absolutamente unilateral su nueva concepción.

Periodista.-  Presidente, déjeme poner esto en términos gráficos. Desde la crisis de los misiles hasta el presente, hasta esta administración, todo esto que usted dijo pudo haberse estado gestando; pero desde esa crisis de los misiles hasta el presente era cada vez más difícil pensar en una acción militar norteamericana directa sobre Cuba, como ocurrió en la época con los bloqueos navales.  ¿Hoy se ha vuelto más posible?

Fidel Castro.-  Sí, se ha vuelto más posible el error.  La lógica indicaría que no hicieran eso; pero nosotros no tenemos que atenernos a la lógica, porque la lógica no existe mucho, ni la ley internacional existe tampoco.  En aquello hubo un riesgo muy inminente en un tiempo determinado, en un número de días; ahora el riesgo es prolongado.

Periodista.-  Si me permite:  hace 30 años la fatiga de injusticia que mencionaba Oscar también estaba en América del Sur; la teníamos en gobiernos, Argentina, Chile, Uruguay.  Esas experiencias terminaron trágicamente para nuestro país.  ¿Por qué hoy podría ser distinto?

Fidel Castro.-  ¿A qué experiencia te refieres?

Periodista.-  A los años setenta.  El caso de Salvador Allende en Chile, Cámpora-Perón en Argentina.  Había toda una ola contestataria latinoamericana, que terminó en dictaduras (Voces superpuestas).

Fidel - En tiranías sangrientas; fueron cosas terribles las que ocurrieron; no sé, me parecen de fantasía insólita.

Periodista.-  Y hoy tenemos un reverdecer de Argentina.

Fidel Castro.-  Bien, bien, pero es distinta la época. Yo diría que este es el mejor momento de América Latina, a diferencia de aquel.

 Periodista.-  ¿Este es el mejor momento?

 Fidel Castro.-  Sí, a mi juicio, el mejor momento.

 Periodista.-  ¿Por qué?

 Fidel Castro.-  Le explicaré. Antes eran países aislados.  En Chile ganó la izquierda.  Lo primero fue un plan golpista para evitar que tomara posesión.  El plan fracasó.  Allende tomó posesión.  Actuó con discreción. Yo lo conocí a él muy bien; no era un extremista.  Todo, sin embargo, se organizó desde el primer momento para derrocarlo: preparación, creación de condiciones.  A esto se añadían problemas económicos reales y los provocados.  Cualquier gobierno en esas circunstancias se topa con grandes dilemas:  uno, viejas demandas y ansiedades de la gente por mejorar lo antes posible, y, por otro lado, viejos y poderosos intereses que no resultan fáciles de vencer,  algo que requiere un proceso cauteloso y tiempo.  Los que más han sufrido se impacientan; y los que no quieren tales cambios trabajan para producir el rápido desgaste y el derrocamiento de los gobiernos.  No es un secreto que resultaba una tarea difícil. Aquel momento argentino mencionado fue también muy importante, pero con riesgos inherentes de carácter interno; desde luego, en un país de muchos recursos —hay que decirlo, ustedes no se pondrán bravos si lo decidimos—, enormes recursos de todo tipo, alimenticios, energéticos e incluso industriales.

Periodista.-  Usted nos lo ha recordado otras veces en público, Comandante, que éramos un país rico y más eficiente. 

Fidel Castro.-  Eso es lo que digo.  Usted sabe lo que usted dice.  Usted tiene que responder a la crítica con la crítica. Pero bien, las condiciones eran mejores, en ese sentido, que en Chile.  Chile tenía una dependencia muy grande del cobre; ahora ha desarrollado otros renglones, aunque sigue siendo agrícola, muchos renglones;  por ejemplo, la pesca se ha convertido en una fuente de ingreso importante; se han vuelto productores hasta de leche.  Ha sido importante la agricultura.  El vino —sin disminuir a los demás— tiene calidad, hay productividad y variedad.  Pero principalmente han desarrollado los productos forestales y los productos marítimos, que constituyen importantes fuentes de ingresos.  Continuaron desarrollando también los minerales. Allende no disponía de esos recursos: necesidades muchas, demandas grandes y bloqueos directos o indirectos, suspensión de créditos. La vulnerabilidad de nuestros países...  Bueno, de todos menos el nuestro.  Me da pena decirlo así, pero es que tienen que depender de lo que está establecido, del Fondo Monetario, de los créditos y condiciones que este impone sumamente difíciles. No quiere decir que no tengamos problemas económicos, digo que no tenemos las trabas insalvables que tiene el resto de América Latina.

Periodista.-  No son los mismos.

Fidel Castro.-  Entonces, aquella rebelión que ustedes mencionaron era más aislada.  Aunque estaba la deuda, que era ya de 300 000 millones en aquella época, casi un tercio de la actual, Allende gana las elecciones en 1970.

Periodista.-  Sí, Allende asumió a fines de 1970.

Fidel Castro.-  La deuda latinoamericana era todavía menor, pero de ahí va creciendo, sigue ascendiendo, y ya en 1985 se elevaba aproximadamente a 300 000 millones. Los factores que hoy determinan la intranquilidad y la inconformidad están mucho más generalizados en el hemisferio.  Ya no hay oasis en el hemisferio sur, en el Caribe, en Centroamérica, en México. Esta asume un carácter mundial para nuestros países.  Es mucho más generalizada la rebelión.  No había surgido todavía la etapa actual de globalización neoliberal que es terrible, de privatización forzosa —podríamos decir— de todos los recursos, medidas muy rigurosas que condenan a las monedas de los países latinoamericanos a escapar a toda costa.  El deber del dinero es huir.  Resulta lógico, porque, bien habido o mal habido, ninguna moneda latinoamericana garantiza la estabilidad de su valor; no la garantiza en absoluto.  Hasta en un país que mantuvo su moneda con un valor paritario con relación al dólar durante breves años, como, por ejemplo, el real —y no sé cuál de los dos vimos primero, si el peso argentino o el real brasileño, ¿ustedes se acuerdan?  Pongamos el peso por delante del real.  Entró en crisis primero el real que el peso.  Ambos habían creado ilusiones en un momento en que la gente estaba hastiada de inflación y quería una moneda estable, porque la inflación colosal e incontrolable que tuvo lugar era una verdadera pesadilla. Inflación progresiva ha habido siempre, es la tendencia histórica.  Un dólar de hoy debe valer más o menos diez centavos de un dólar de hace 40 años.

Periodista.-  Sí, en 1971 cuando Nixon lo declaró inconvertible.

Fidel Castro.-  Antes, con dos centavos se podían comprar cosas, hasta con un centavo de dólar, ¿verdad?  Ahora sirve solo para la propaganda:  $10,99 en vez de $11, ó $99,99 en vez de $100, para crear el efecto psicológico de algo más barato. ¿Cuál moneda es estable?  El oro fue moneda, como el cacao fue moneda para los aztecas; pero tenían un valor per se, un valor en sí el oro y el cacao.  Y vaya usted a saber el dinero que se ha gastado el mundo produciendo ese instrumento de cambio que era el oro. Yo creo que la idea de otros instrumentos de cambio, de un símbolo del dinero, es buena; lo que pasa es que el símbolo se ha vuelto algo que se imprime a discreción, un símbolo del cual se ha abusado extraordinariamente, incluidos los norteamericanos, porque son de los que más papel moneda han impreso, suprimiendo su conversión en oro como usted señaló. Bien, ahora me estoy extendiendo tal vez demasiado, pero quería responderle que las circunstancias son muy diferentes, y por todos estos factores, y porque el dinero se fuga y se tiene que fugar, no hay escapatoria; si a usted le imponen que no puede haber control de cambio, tal mecanismo es mortífero.  Cualquier inestabilidad, cualquier problema interno, cualquier problema económico, bajada de los precios, déficit en las exportaciones, déficit en el presupuesto, va creando todas las condiciones y el dinero tiende más rápidamente a escapar.  Medidas para contrarrestarlo aconsejadas, o más bien impuestas por el actual orden económico:  suba los intereses, para que no se escape; lo suben a 40%, a 50%, y luego lo tienen que prestar a 52%, a 55%, y no hay país que se pueda sostener con un préstamo que tiene que pagar el 50% de intereses para capital de trabajo, inversión, ampliación. No hay. Cuando se produce la crisis en el Sudeste Asiático, por ejemplo, Mahathir, que estableció un control de cambio, en ese momento tenían el 14% de interés los préstamos, los bajó a 7%, para salir de la contracción, para que la gente trabajara, crear empleos y pudiera funcionar la economía.  En estas condiciones, América Latina tiene una situación terrible. Fíjense, cuando yo vine la otra vez —si me perdonan me tomo un minuto más...

 Periodista.-  Todo lo que necesite.

 Fidel Castro.-  Sí, lo que no quiero es pelearme con los que me esperan.

 Periodista.-  No corren de afuera, no somos nosotros...

 Fidel Castro.-  Por mí, con muchísimo gusto, yo estaría tres horas.  Cuando vine a Argentina la primera vez, hace 44 años, la deuda de Latinoamérica era de 5 000 millones, y se me ocurrió —siempre a uno está ocurriéndosele alguna cosa mejor o peor— lo que planteé:  América Latina tiene que desarrollarse, la pobreza es muy grande.  Se hablaba del Plan Marshall como ejemplo de ayuda de un país que tiene más recursos, al resto, y yo dije:  “América Latina necesita un Plan Marshall”, y menciono la cifra de 20 000 millones de dólares para el desarrollo económico y social de América Latina.  No sé si hice bien o hice mal, podría sentir remordimiento; pero creo que fue correcto el planteamiento.  Estaba Rubotton, si mal no recuerdo el nombre, como representante norteamericano.  Y quién iba a decir que fue lo mismo que hizo Kennedy después.

Periodista.-  Después, en la Alianza para el Progreso.

Fidel Castro.-  Hasta reforma agraria.  La primera la hicimos nosotros en mayo de 1959.  A Jacobo Arbenz, por hacer una reforma agraria, le enviaron una expedición, lo que vino después fueron 200 000 muertos, es lo que quedó de aquello; entre ellos, 100 000 desaparecidos, sin exageración.  Esto, de acuerdo con informes y estudios que han hecho gente muy seria, algunas de las cuales han muerto por escribir sobre esas cifras espantosas.  La deuda en 1985 fue de 300 000 millones.  Nosotros dimos una batalla contra esa deuda, porque veíamos lo que venía.  Se logró algo siempre, porque ellos se asustaron un poco e inventaron alguna formulita, los bonos Brady, etcétera, etcétera; pero los bonos Brady ahora hay que estarlos pagando.  La deuda ahora es de 800 000 millones.  El Banco Mundial ya no hace préstamos blandos, sino que se dedica a operaciones de salvamento, y el Fondo Monetario es cada vez más rígido y no admite nada.  Y los primeros que pagan el precio, cada vez que hay una reducción de presupuesto, son las escuelas, los hospitales, la asistencia social.  Eso crea mucho descontento. Hemos tenido muchas reuniones con maestros.  Van miles de maestros y educadores a Cuba, un poco para ver la experiencia, y por lo que sangran es por la falta de presupuesto: que no hay presupuesto para lápices, para esto y para lo otro.  Y los médicos igual, todos los sectores.  Siempre los platos rotos los pagan en primer lugar los servicios sociales.  Además, cuando la Revolución triunfa, en 1959, yo estoy planteando    los 20 000 millones, 20 000 millones que valían mucho más; posiblemente sean el equivalente hoy de haber pedido 80 000 millones, calculando con extrema cautela. La deuda actual es de 800 000 millones por lo menos.  La parte del presupuesto que se usa para el pago de la deuda en algunos lugares rebasa el 50%.  No hay país que resista eso. En estas circunstancias la fuga de capitales es obligatoria, porque si usted tiene 100 000 dólares en oro los puede enterrar, guardar; pero si los tiene en papel moneda nacional los cambia en dólares y se los lleva.  Como existe obligadamente el libre cambio, es el “Abrete, Sésamo”, están abiertas las puertas y la gente se lleva el dinero, porque hay una moneda regularmente estable que es el dólar, por el poderío de su economía, por los privilegios de Bretton Woods, donde se comprometieron, además, a que esa moneda tendría un respaldo en oro.  Cuando la guerra de Viet Nam, que costó 500 000 millones sin impuestos, se crearon problemas tremendos y Nixon decide unilateralmente suspender la convertibilidad del dólar, lo cual ha dado lugar a un problema terrible con la especulación monetaria, de modo que se realizan cada día operaciones especulativas por millones de millones de dólares en esta actividad.  Ya no hay moneda segura. nglaterra, que fue la reina de las finanzas, tenía la libra esterlina y se la devaluaron en una operación especulativa.  

Periodista.-  Presidente, por todo esto que usted describe, que son condiciones adversas, ¿por qué cree que es un buen momento para América Latina?  

Fidel Castro.-  Por esa protesta de la que ustedes hablaron, que yo decía que tuvo lugar en condiciones diferentes y era relativamente aislada, y hoy se observa una protesta generalizada, que comprende a todos los países de América Latina. Se ha creado una situación que yo la califico de insostenible y es, además, insoportable.  Ha creado las condiciones objetivas que explican una serie de acontecimientos políticos. Dondequiera usted lo puede observar.

Periodista.-  Ahora, Presidente, ¿usted cree que estas condiciones de rebelión o de impaciencia, como usted dice, son sustentables en el tiempo, o América Latina corre el riesgo —y hay ejemplos, Colombia— de democracias menos democráticas, o democracias tuteladas, o giros autoritarios?  ¿No corre ese riesgo América Latina?

Fidel Castro.-  Mire, esa es una pregunta compleja.  Pero yo pienso que la violencia no parece ser el curso inevitable.  Ha cambiado mucho todo, hay fenómenos absolutamente nuevos. En Colombia concretamente existe un viejo problema de violencia. Hay dos o tres fenómenos nuevos en el hemisferio, uno de ellos:  a ningún militar en su pleno juicio se le ocurre hoy un golpe de Estado tradicional, para resolver  los problemas.  Fue la fórmula a la que acudió siempre el imperialismo.  Hay un cambio también en las conciencias.  Los militares saben que hay una situación social tremendamente explosiva.  Yo no dije que en aquella época de los 20 000 millones solicitados en Buenos Aires como necesidad del desarrollo económico y social, la población era menos de 250 millones de habitantes; hoy alcanza 524 millones, ha crecido tremendamente.  El empleo que crece no es el empleo formal; crece,  fundamentalmente, el empleo informal, cada cual buscándose la vida como pueda.  Eso se conoce bien. Una señora hoy, a la entrada de un parque muy bello, estaba reclamándole a la autoridad que me acompañaba un puesto, es decir, un lugar allí, y lo decía casi con dolor, “para vender algo”. Solo el 20% de los nuevos empleos es de carácter formal.  La propia industria moderna con las nuevas la tecnologías, lejos de incrementar el número de trabajadores, lo reduce. Nosotros en Cuba tenemos casos como el de una fábrica donde había 300 trabajadores y hoy hay 50, para producir, por ejemplo, tela de mosquitero, que la usamos para tapar el tabaco; doble de producción con la sexta parte de los trabajadores.  Hoy usted va a una termoeléctrica de ciclo combinado, que trabaja con gas y en lugar de cientos de trabajadores laborando con carbón o petróleo en las termoeléctricas tradicionales, usted no ve el obrero, usted lo que ve son unos ingenieros, 15 ó 20 ingenieros trabajando en aire acondicionado apretando unos botones. Muchas veces me he puesto a pensar.  Vamos a suponer que el ALCA trajera para cualquier país latinoamericano un enorme desarrollo industrial.  Supongamos que trae el desarrollo de Alemania.  No me gusta nombrar países, porque siempre se corre el riesgo de que te acusen de injerencia, de modo tal que casi no se puede abordar ningún tema desde el punto de vista práctico o  teórico.  No me queda más remedio en este caso que usar un ejemplo: Supongamos que un país grande y con recursos, como Argentina, llegue a alcanzar el desarrollo actual de Alemania, no habría resuelto el problema del desempleo que fue uno de los ingredientes de la crisis.  Siendo el país más industrializado de Europa, la tragedia alemana es el desempleo que alcanza el 10% de la población activa.  En nuestro país estamos a punto de alcanzar el pleno empleo.  Partiendo del criterio de que el crecimiento del empleo estará en los servicios, hemos llegado a la idea de convertir el estudio en una forma de empleo, que avanza con gran satisfacción de la población.  Hay seguramente otras fórmulas que no son necesariamente fórmulas cubanas.  Nosotros, ante la necesidad, nos hemos visto obligados a inventar. Bueno, soy anti-ALCA, eso es bien conocido.  Y habría que tener una fantasía similar a la locura para pensar que el ALCA trajera la industrialización y no la ruina a América Latina.  

Periodista.-  Presidente, usted dice que el camino no parece ser la violencia.     

Fidel Castro.-  Digo que no veo la violencia como el gran fantasma.  Me refiero a la violencia armada.  Veo las masas, y las masas están empezando a hacer cosas que antes no hacían. Puedo citar un ejemplo: Irán, unos años atrás.  El Sha de Irán era el gendarme de Estados Unidos en la región y era el país más poderoso, poseía las armas más modernas, además un país riquísimo; sin embargo, el pueblo  chiita, bajo la dirección de Khomeini, sin un arma, ni un disparo, derrocó al poderoso Sha. Cuando vino la crisis económica en el Sudeste Asiático, había otro señor poderoso con un enorme y bien armado ejército, que se llamaba Suharto.  Entonces era muy tolerado porque había matado a cientos de miles de gente de izquierda.  Eso lo sabe todo el mundo, fueron 800 000,  un millón o 1 200 000, y de un pestañazo las masas lo derrocaron. No quiero irme muy lejos pero tampoco quiero estar demasiado cerca. Tal vez si ustedes piensan un poco, ha habido cambios en este mismo país, sin que se hayan originado en la violencia armada, y ya no se trata de Indonesia ni de Irán.  Importantes avances políticos sin violencia armada, lo digo con el mayor respeto por este país; lo veo como un ejemplo, si es que no me prohiben pensar y alguien se pone bravo y dice que estoy haciendo injerencia en los asuntos internos; yo lo analizo simplemente desde un punto de vista histórico y teórico, para responder la pregunta. También lo ocurrido en Ecuador —no hay que ir más lejos— un día la población indígena penetró en el Palacio y determinó un cambio de gobierno, y los indígenas no tenían ni un arma, igual que los militares que se sumaron.  El que se ponga a pensar que en la actual situación los problemas de este hemisferio podrían ser resueltos mediante el empleo de las armas, estaría razonando en términos prehistóricos.  

Periodista.-  ¿Usted habla de izquierda y de derecha?  

Fidel Castro.-  Estoy pensando en todos e incluyo a las capas medias ante una situación que es ya insostenible.  Las capas medias están desempeñando un papel muy importante cuando se crean determinadas situaciones nacionales e internacionales.  Las capas medias son peligrosas para el actual orden dominante, porque poseen conocimientos. Muchas veces he visto que la gente más pobre está acostumbrada al sufrimiento, el engaño y la opresión; pero cuando a un hombre de las capas medias le confiscan los fondos, el problema es muy serio.  Yo no tengo que hablarles a ustedes de eso (Risas).  No quiero mencionar nombres, pero hay fenómenos nuevos y además son mundiales, no son solo locales.  También hay otras cosas nuevas, hay conocimientos nuevos.  Hay mucha incultura por un lado, pero también de las universidades ha salido mucha gente, es lo que más ha salido, que poseen conocimientos.  Es terrible no poseer los conocimientos, algo que es clave.  Nosotros lo vemos en nuestra propia Revolución: la población nuestra hoy es otra, porque antes se trataba de un país de analfabetos, un 30%, pero si usted suma los funcionales y los totales, era un 90%; porque en Cuba había solo 400 000 personas, en una población de casi 7 millones, que tenían sexto grado, ¡y qué sexto grado!  Es terrible cuando las masas ignoran.  Ahora las masas, en número creciente, disponen de medios para poder informarse.  Es verdad que siguen existiendo 860 millones de analfabetos en el mundo porque les ha dado la gana a las Naciones Unidas, a la UNESCO y a los gobiernos, porque era realmente fácil y posible liquidar el analfabetismo. 

Periodista.-  El conocimiento es otra forma de opresión. 

Fidel Castro.-  El conocimiento está hoy fundamentalmente en manos de las capas medias, que son las que en Cuba  llamamos los trabajadores intelectuales, estrechamente unidos a la Revolución, y que en el resto del mundo toman cada vez más conciencia de que el orden establecido conduce al mundo a la catástrofe. Otra cosa:  Internet.  Ha aparecido Internet y el valor de las grandes cadenas ha ido disminuyendo.  Los grandes órganos que antes estaban monopolizados han ido disminuyendo su influencia monopólica, porque al surgir y masificarse Internet, que está en manos de muchas personas de las capas medias, en realidad las posibilidades de trasmitir otros mensajes son hoy enormes. Seattle, ¿quiénes lo organizaron?  Lo organizaron gente de capas medias: canadienses, norteamericanos, latinoamericanos, se organizaron y dieron allí una batalla impresionante.  No fue bélica.  Lo que parecía bélico eran las protecciones, los gases, los métodos represivos contra ellos.  ¿Y en Quebec?  Bueno, los líderes políticos estuvieron encerrados en una fortaleza, pero los gases lacrimógenos cayeron dentro, más allá de las alambradas bélicas que los protegían. Si ustedes recuerdan la última reunión de Davos y ustedes han visto algunas fotos de la Primera Guerra Mundial, ambas líneas de fortificaciones se parecían:  las trincheras se parecían a las de los campos de batalla de Verdún y de Marne, trasladados a la pacífica Suiza.  Bueno, se mudaron para Nueva York y el pasado año, después del 11 de septiembre, se sentían más seguros en Nueva York que en Suiza; pero tampoco en Nueva York estarían seguros de encontrar paz, porque los organizadores de las manifestaciones las han realizado tanto en Washington contra el Banco Mundial, contra el Fondo Monetario, como en Génova contra la Reunión de los Ocho.  Deben estar al borde —y creo que eso tiene relación con el crecimiento de la agresividad imperialista— de construir en el nuevo laboratorio espacial un localcito para que se reúna el Grupo de los Ocho, o de los Nueve, o unos cuantos otros jefes, porque ya  Canadá se había visto organizando reuniones en altísimas montañas.  

Periodista.-  Es cierto.  

Fidel Castro.-  Terminarán en el Himalaya (Risas).  ¡Eso va a ser carísimo! El mundo está cayendo, por tanto, en una situación en que ya no pueden ni reunirse los amos del planeta.  Por eso digo que es mundial la crisis.  Y por eso dije antes que son de otras características. Mire lo de Kosovo, le puedo asegurar algo que conozco muy bien.  La ofensiva bélica se planificó para siete días, y se resuelve el día número 79, cuando ya había que entrar por tierra, y el ejército yugoslavo estaba intacto a pesar de los miles de bombas lanzadas.  Ellos tienen vieja experiencia en lucha irregular, se enfrentaron a los hitlerianos, le prestaron un enorme favor a la Unión Soviética; retrasaron el ataque algunas semanas que pudieron ser decisivas, y resistieron.  Los nazis tenían 30 ó 40 divisiones alemanas ocupadas en Yugoslavia cuando las estaban necesitando allá en Stalingrado o frente a la contraofensiva.  Tienen toda esa experiencia desarrollada, modernizada.  ¿Y cómo se las arreglaron que el ejército estaba prácticamente intacto?, ya la invasión tenía que ser por tierra, y por tierra es harina de otro costal cuando se quieren hacer guerras sin bajas. Recuerdo que estuvimos luchando contra los sudafricanos, me refiero al régimen del apartheid.  Para ellos, si moría la población indígena, que la reclutaban en Namibia o en Angola, no había problemas; pero cuando moría un blanco, dos o tres, aquello era el caos.  Entonces se va desarrollando la mentalidad de hacer la guerra sin bajas, y eso en una guerra irregular es muy difícil. 

Periodista.-  Si me permite, volver a nuestros países. 

Fidel Castro.-  Correcto.  Perdónenme, pero como hablábamos de esto. 

Periodista.-  No, lo que quería es decir esto. 

Fidel Castro.-  Es decir, como dijeron Colombia, si iba a pasar lo mismo. En Brasil no va a  pasar como en Colombia, los movimientos hoy son de huelgas, de masas, de movilizaciones.  Y a nadie se le ocurriría acudir a la violencia armada para tomar el poder; los militares tienen suficiente conciencia.  Es una época nueva y de una gran crisis, y quién va a querer que le regalen una gran crisis, tendrían que ser cada vez peores los procedimientos para mantener el orden.  Y se sabe que lo peor llegó en cuanto a represión y ya no es posible.  Ya hay muchas formas en que la gente sabe de ciertas prerrogativas; ya Internet está por todas partes y las posibilidades que tienen de trasmitir un mensaje, es algo real.  Se lo digo por Cuba. Las posibilidades que hoy tenemos nosotros de trasmitir mensajes, ideas, argumentos, no existían hace algunos años. 

Periodista.-  Sr, le quiero hacer una pregunta, para q no tenga el riesgo d entrar en asuntos internos d otro país. 

Fidel Castro.-  En el mío.  

Periodista.-  El Primero de Enero del año próximo ustedes van a cumplir 45 años del triunfo de la Revolución. 

Fidel Castro.-  Sí. De lo que parecía un triunfo de la Revolución, pero había que organizar aquello. 

Periodista.-  Pero resultó que era un triunfo de la Revolución. 

Fidel- El derrocamiento d régimen aquel y el inicio d un gbrno por parte d gente bastante inexperta q estaba en eso. 

Periodista.-  De toda la explicación que usted dio sobre la nueva perspectiva latinoamericana, ¿cómo se imagina la transición en Cuba? 

Fidel Castro.-  ¿A cuál te refieres, a la que hicimos o a una nueva? 

Periodista.-  A la nueva. 

Fidel Castro.-  ¿Y hacia dónde?  ¿Díganme hacia dónde?  Búsquenme un mejor modelo, y yo les juro que haría todo lo posible, empezaría otra vez a luchar otros 50 años  por el nuevo modelo (Risas). 

Periodista.-  Había una persona acá que dice... 

Periodista.-  Señor, si me permite aclarar.  Cuando se trata de una figura histórica como usted, los que piensan en una etapa posterior a esa figura histórica son los otros. Nosotros le traemos esto:  ¿Cómo imagina el futuro de Cuba cuando Castro no esté en el escenario? 

 Fidel Castro.-  Esa pregunta se la hacen muchos y yo también me la hago.

 Periodista.-  Por eso.

 Fidel Castro.-  Sí, pero el error es creer que Castro es todo, porque usted dice:  Castro hace esto... Castro ha ideado.  Por ejemplo, puedo atribuirme, con vergüenza —quiero decir, porque no quiero estar exaltando cosas personales ni mucho menos—, la idea de cómo resolver el problema de Batista cuando se da el golpe de Estado el 10 de marzo, y no teníamos ni un centavo ni un arma y había una fuerza tremenda frente a nosotros, y, además, nadie nos hacía mucho caso, porque el gobierno derrocado sí tenía muchos recursos y el apoyo de algunos oficiales del ejército.  Decidimos que, a pesar de todo, el problema podía resolverse. No hay mucho mérito, donde también hay mucho azar. Porque usted me puede preguntar:  ¿Por qué usted está ahí?  Bueno, pues digo:  por cuestión de suerte, cuestión de azar, entre otras cosas. Ahora bien, hay algunas ideas.  Cómo resolver ese problema era bien difícil y también se corrieron grandes riesgos personales; pero se pudo resolver. Después vinieron otros, como lo del bloqueo económico durante     30 años.  Después vino el período especial, que fue otro bloqueo dentro del riguroso bloqueo que veníamos sufriendo, el cual fue endurecido.  Por la supervivencia de la Revolución en esas condiciones, nadie apostaba un centavo. Si se conociera bien una información real y verídica, se nos podrían hacer todas las críticas que se quisieran hacer; pero podrían entender de verdad que, si nosotros fuéramos la gente que pintan, no tendríamos el apoyo del pueblo, que ha sido clave, en niveles que yo creo que no tienen precedentes; y no sobre una base de fanatismo, porque no somos chovinistas, no somos fundamentalistas, y más bien hemos educado a nuestra población en un concepto de solidaridad interna y externa.  Si es externa, la llamamos internacionalismo. Cientos de miles de cubanos han cumplido misiones internacionalistas.  Mencioné la lucha aquella contra Sudáfrica en Angola.  Este país de Africa está a más distancia de Cuba que Moscú de La Habana, lo que pasa es que la ruta va por el ecuador, si usted mira un mapa, parece que aquello está cerca.  Hay 14 horas de La Habana a Luanda, una distancia de vuelo superior, en más de una hora, que la distancia entre La Habana y Moscú. Hemos librado una dura lucha a más de 14 horas, y hubo algunos combates en la frontera con Namibia, más distante aún.  Cuba es un país pequeño, y quiero que sepa que eso lo hicimos con nuestros recursos.  Fueron los barcos mercantes nuestros, que ya disponíamos de una flota mercante; no vayan a creer que un barco soviético llevó un solo batallón hasta allí. Es decir que cientos de miles, más de medio millón de compatriotas nuestros, han cumplido de una forma o de otra una misión internacionalista, porque los médicos han sido decenas de miles; también constructores y maestros donde podían ir.  En Nicaragua estuvieron 2 000 maestros en las montañas; y mataron a algunos.  Se habían ofrecido 30 000 para escoger 1 000 maestros.  Hubo que enviar 2 000 y cuando algunos fueron asesinados, se ofrecieron 100 000. Si la gente no está imbuida de una idea, a veces en vez de ideas lo que le inculcan es fanatismo, sentimientos chovinistas, racismo, lo que quieran; nuestro país se mantiene sobre la base de ideas, de lo contrario, no habríamos podido luchar contra ese monstruo.  Nos habría corroído con sus medios de divulgación, su bloqueo, su exhibición de riquezas. Nada más digo esto:   Se nos pueden hacer todas las críticas que se quieran y opinar sobre cualquier cosa; pero el problema es que lo que se conoce de Cuba es una información que ha sido deformada durante mucho tiempo, aplicando toda una técnica para deformar la verdad y vender mentiras. Antes nosotros recibíamos los golpes y no teníamos las municiones con qué replicar; dentro se mantuvo la cohesión y el apoyo sobre la base de ideas, verdades y conceptos, por lo cual pudimos tener resultados.  Un cambio, por eso, yo le estaba preguntando hacia dónde.  ¿Hacia lo que vemos a alrededor, hacia lo que vemos en el mundo?  No quiero hacer enumeración de las cosas que tenemos, por las cuales hay razones éticas profundas y confianza.  Saben que nunca se les dice una mentira, porque ese es un principio sagrado; en nuestro país la gente conoce las normas. Por ahí escriben libros afirmando que en Cuba se tortura y se hacen veinte cosas.  Sabemos, incluso, quiénes los escriben y hasta quiénes los han mandado a escribir. Sin embargo, nosotros hemos dicho:  “Le damos todo, lo poco que tenemos, se lo damos todo al que pueda demostrar que en nuestro país hubo un solo caso de tortura.”  Libros de esos hay a montones, pero nosotros hemos resistido.  Ya tenemos una coraza para la defensa.

Periodista.-  Presidente, ud hizo mención a la situación interna de su país, hizo mención a la formación a través de las ideas, del conocimiento, de la libertad; pero, bueno, también ha ocurrido recientemente un episodio q tuvo gran repercusión internacional, acerca de las ejecuciones de disidentes. ¿Cómo se explicaría esta decisión de uds?  

Fidel Castro.- Nosotros tuvimos que aplicar medidas q eran legales y a través de juicios, no ejecuciones extrajudiciales, y lo hicimos con mucho dolor. Y sabíamos incluso el costo, pero ud tenía que escoger entre permitir la maniobra que están realizando para crear un conflicto o adoptar las medidas para evitarlo, porque hay gente allí que quieren provocar un conflicto entre EEUU Cuba, y que el diferendo con Cuba se resuelva de la misma forma q como tuvo lugar en Bagdad, y decenas d  miles de bombas, de aviones, de misiles, caigan sobre Cuba. 

Periodista.-  ¿Dónde se estaba gestando ese conflicto?

Fidel Castro.-  Allá en Estados Unidos.

Felipe Pérez.-  El ha dicho las noticias sobre “ejecución de disidentes” en Cuba.

Fidel Castro.-  ¡Ah!, no me di cuenta de q usó esa palabra. Esa es una de las mayores confusiones intencionalmente creadas:  se trata d cosas totalmente diferentes:  los q comenzaron a asaltar aviones y barcos son delincuentes comunes, no tienen absolutamente nada que ver con el problema de los llamados “disidentes”, y pongo dos grandes comillas, no quiero añadir mucho más. Bien, otro elemento importante que estaba señalando:  hay la provocación planeada.  Nombraron en receso del Congreso, como vicesecretario para América Latina, a un señor que es un gángster completo, que tiene su historia.  Es de los principales socios de la mafia cubano-americana extremista, que fue, además, para mala suerte de todo el mundo, incluidos ustedes y nosotros,  autora de un gran fraude electoral. Yo no me explico cómo allí en EEUU se puede hablar de democracia.  Todo el mundo sabe exactamente los votos que quitaron al candidato opuesto, el truco de cambiar el orden de los candidatos para inducir al error, los afroamericanos que no votaron sencillamente porque no los dejaron ir a los colegios electorales, robando así decenas d miles de votos q le permitieron a Bush ganar la fraudulenta elección por varios cientos de ellos, aparte dq la población negra sufre allí restricciones tales q una multa, a veces, puede llegar a ser causa de q ud pierda el derecho al voto.

Periodista.-  Usted no se mete en las cuestiones de otros países, menos de uno. 

Fidel Castro.-  Ah, sí, sí.   

Periodista.-  De ese habla. 

Fidel Castro.-  No, no es de un país, es de un gobierno; yo tengo mucho respeto por el pueblo norteamericano, sincero respeto. 

Periodista.-  ¿Me deja seguir la pregunta que le estaba haciendo? 

Fidel Castro.-  Sí, yo estoy dispuesto a contestarles lo que ustedes deseen sobre este tema. Les decía que se mezclaron temas diferentes —hasta es importante, quizás, para ustedes mismos, seguir el hilo—; se mezcló el problema de los llamados disidentes con el hecho extraño, muy extraño, de que habiendo transcurrido 10 años sin que se produjera un secuestro de aviones con pasajeros a bordo tomados como rehenes, tuviera lugar un asalto utilizando cuchillos en la garganta de los pilotos, como aquel que hicieron con los aviones que fueron lanzados contra las torres de Nueva York y contra el Pentágono.  Si usted percibe una belicosidad tremenda por parte de la superpotencia, un jefe diplomático enviado con la misión específica de provocar incidentes cuyos fines son desbaratar un movimiento dentro de Estados Unidos, cada vez más fuerte, contra el bloqueo y contra la prohibición de los viajes a Cuba y crear condiciones para una agresión armada, no tiene otra alternativa que cortar de raíz esos planes.  Antes los jefes de la Oficina de Intereses se mezclaban en los problemas internos, pero este vino con instrucciones deliberadas de crear una gran provocación. 

Periodista.-  Estamos hablando del Jefe de la Sección de Intereses norteamericanos, ¿verdad? 

Fidel Castro.-  El último, que llegó en septiembre, más o menos, del pasado año 2002.  Es increíble.  Yo critico a nuestra propia gente de que no hubiese informado antes a qué nivel había llegado el hombre;  este recorría la isla, en virtud de la supuesta necesidad de monitorear la situación de los que ellos, al ser capturados en el mar intentando viajar ilegalmente a Estados Unidos, devolvían a Cuba, según lo establecido en el acuerdo migratorio.  Se acordó que con los que enviasen de regreso no se tomaría represalia alguna.  Durante años de vigencia del acuerdo no tuvo lugar una sola violación.  A veces no vaya a creer que fue muy fácil.  Usted podía ver una universidad casi sublevada, porque no aceptaban que el empleado tal o más cual volviera allí.  Hemos tenido a veces que buscar una solución alternativa, porque no vamos a entrar en guerra con una universidad que está defendiendo su honor.  Bueno, había que buscarle otro trabajo equivalente.  Pero el cumplimiento estricto se llevó a cabo, a pesar de que muchos de los que  viajan ilegales son aquellos a los que no les dan visas en Estados Unidos; nunca les darían visas por sus antecedentes penales.  Se trata, por lo general, de personas con antecedentes penales comunes.  Se mezclaron de mala fe, por la  propaganda imperialista, dos hechos totalmente diferentes. El día 14 de marzo se toma la decisión de arrestar a un grupo de los mercenarios a sueldo de la Oficina de Intereses de Estados Unidos:  de los llamados “disidentes”.  Ya este hombre —el Jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana— había estado recorriendo sistemáticamente la isla, conspirando.  Hablaba de un nuevo programa de 6 000 millas de recorrido, reclutando, creando y organizando abiertamente grupos contrarrevolucionarios, llevando de contrabando valijas llenas de radios y de implementos necesarios para la audiencia de su emisora subversiva, creando las llamadas bibliotecas independientes, donde incluían dos o tres autores buenos, y todo lo demás era veneno puro, de la peor literatura, o de la peor propaganda. Es como si nosotros le dijéramos a la Embajada nuestra: Mira, organiza bibliotecas en Argentina o en Brasil, o en cualquier otro lugar.  Ya el hombre quería de hecho actuar como procónsul legalizado.  Hace unas declaraciones públicas desafiantes que eran inadmisibles.  Las hizo creo que el día 24 de febrero, en un apartamento de La Habana donde se reunió con un grupo de contrarrevolucionarios; eran las declaraciones de un jefe político. Informado de los hechos, hablo en la Asamblea Nacional el 6 de marzo y le respondo al individuo que no se imaginara que le íbamos a tolerar eso, que si querían llevarse la Oficina o querían acabar con los acuerdos migratorios, nada de eso nos quitaba el sueño.  Fue una crítica dura. En ella expliqué que el monitoreo no estaba en el Acuerdo.  Se trataba simplemente de un gesto temporal por parte de Cuba.  Por ahora, nada.  Normas que había para ellos y para nosotros con relación al movimiento del personal diplomático:  ellos no pedían autorización para moverse sino avisaban tres días antes.  Les dijimos en nota diplomática: “Esa norma no va a continuar por ahora, hay que pedir permiso con 3 días de anticipación, y solo si reciben el permiso se pueden mover fuera de la capital.”  ¿Qué hizo?  Como ya no podía salir de La Habana, prestó la sede para centro de reunión de los mercenarios. Entonces su instalación se convirtió en sede de reunión, puesto de mando y jefatura de los llamados “disidentes”, con fuerte suministro de materiales y servicios gastronómicos. Fíjense bien, disponemos de todas las pruebas habidas y por haber: el dinero q reciben, cómo lo reciben; porque también entre esos “disidentes”, como es natural, había varios como es d suponer que eran revolucionarios, q  alcanzaron alto nivel de confianza entre ellos; para  los conspiradores yankis la decepción fue terrible.  Con todas las pruebas de todo tipo en nuestras manos no había desmentido posible.Quiero añadir q nuestra acción fue limitada. Son todos los q están y no están todos los que son. Muchos amigos d Norte nos recomendaban: “No expulsen al Jefe de la Sección de Intereses, es lo que quieren”. Nosotros tampoco lo íbamos a expulsar, porque no hemos expulsado nunca a ningún diplomático de esa sección en todos estos años, como suelen hacer ellos  en Naciones Unidas y en Washington.  

Periodista.-  Presidente, eso no hace que la carga haya sido vista como inequitativa por parte del Estado cubano, si castiga a quienes participan, los propios cubanos, del esfuerzo insurreccional, y no se hace nada con quien instiga, como dice usted, con la prueba, que es la Sección de Intereses norteamericana.  ¿No parece un poco inequitativo castigar con pena de muerte a tres ciudadanos cubanos y que no se quiera expulsar...?  

Fidel Castro.-  Veo que no he podido explicarme bien y persiste todavía una confusión.  Ninguno de esos llamados disidentes ha sido castigado a la pena de muerte, ni a cadena perpetua, ni a 30 años; son sanciones, de acuerdo con la gravedad de su conducta, que oscilan entre 28 y 5 años.  La traición a la patria al servicio de una potencia extranjera incluye sanciones mucho más graves.  Los diplomáticos de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba prestaban servicios para su gobierno, violaban normas diplomáticas elementales, pero no traicionaban a su país, ni están bajo nuestra jurisdicción.  No hay comparación posible. La pena de muerte impuesta por los tribunales se relaciona con  actos de secuestros y toma de rehenes, que pusieron en peligro   inminente de muerte a decenas de personas inocentes ajenas al conflicto.  Su acción delictiva de carácter común era incitada por las autoridades de Estados Unidos, para provocar un conflicto.  Sus móviles eran otros, pero su peligrosidad para el país era cuestión de vida o muerte, aunque  desde el punto de vista moral la traición consciente y pagada por el gobierno de Estados Unidos sea más grave. 

Periodista.-  Los que tomaron el buque, los que secuestraron el buque. 

Fidel Castro.-  Sí, pero ellos toman el buque el día 1º de abril.  Desde el 19 de marzo, casualmente, el mismo día que estalla la guerra se realiza el primer secuestro.  Una hora antes de que estallara la guerra, alrededor de las 4:30 de la mañana, hora de Iraq, 9:30 hora de Cuba       —porque hay siete horas de diferencia—, un avión cubano que viajaba de la Isla de la Juventud a la capital, con 39 ó 40 pasajeros a bordo, el último viaje del día, es secuestrado por individuos que colocan afilados cuchillos en el cuello de los pilotos. 

Periodista.-  Sí, sí, conozco la historia. 

Fidel Castro.-  Desvían el avión hacia la Florida, y al llegar allí es donde está el problema.  Era la primera vez que ocurría desde los acuerdos migratorios:  allí arrestan a los tipos de los cuchillos, a los cómplices les dan residencia y a los cuatro días un juez decide que los secuestradores directos tenían derecho a libertad condicional, unos individuos que hicieron lo mismo que los que originaron la catástrofe en Nueva York; libertad condicional.  ¡Figúrese si eso era o no un problema!  Porque se trataba de gente con antecedentes comunes; ya expliqué que la gente que en general se va ilegal es porque no le darían jamás visa para entrar legalmente a Estados Unidos.  Ellos cuidan y seleccionan:  visa de residencia, yo no sé cómo será con Argentina, pero seguramente que a alguien con antecedentes penales comunes no se la dan. Esta era una gente con antecedentes criminales comunes; cuando llegaron a Cuba las noticias de libertad bajo fianza, un segundo avión, el 31 de marzo, procedente del mismo lugar, con 46 pasajeros, fue secuestrado por alguien que, con una supuesta granada en la mano, al final de la nave dice: “Hay que desviar.”  El piloto aterrizó rápido el avión en medio de la pista y el secuestrador con la granada.  Hubo negociaciones.  Había algunas autoridades en Estados Unidos que comprendía que eso era una locura y no estaban muy de acuerdo; porque ahí se vio francamente el criterio opuesto de unos que querían el máximo de provocación y otros más moderados.  Eso se discutió.  Los del Departamento de Estado dijeron con mucha energía que iban a castigar a los secuestradores, hasta nos pidieron que publicáramos esa posición.  Hicimos todo eso, y ellos mismos no querían  —algunos— que aterrizara en la Florida, preferían otro estado próximo.  Entonces, ¿qué hicimos?  Se logró que el secuestrador permitiera bajar un número de personas, se añadió el combustible necesario para ir a otro estado.  Lo que hicieron realmente fue aterrizarlo en Cayo Hueso y allí las autoridades correspondientes son las que deciden si hay investigación o no.  Maltrataron a los  pasajeros, los humillaron, confiscaron el avión y retuvieron a parte de la tripulación.  Para los cómplices del secuestro, impunidad. En la Florida hay un estado semindependiente; se hace allí lo que les da la gana a los mafiosos y amiguitos de Bush, tienen un control total de la policía, autoridades, jueces, fiscales.  Esto proporcionaba un gran estímulo a los secuestros de aviones y barcos de pasajeros. Mire, hemos tenido que investigar decenas de casos de intentos de secuestros.  Investigamos más de 35 intentos en unos días, organizados por delincuentes comunes.  Pero hay algo importante:  la ola de asaltos y secuestros de aviones era inadmisible por varias poderosas razones —si quieren no las enumero ahora, algunas las he insinuado.  De los tres que se produjeron, uno fue directo a Estados Unidos; al otro se le dio combustible en aras de seguridad y promesas que hicieron las autoridades norteamericanas, que no cumplieron en absoluto:  maltrataron de nuevo a los pasajeros igual que en el primer secuestro y se quedaron con el avión allá; el último fue un barco de pasajeros que presta servicios en aguas interiores de la bahía de La Habana, y suele llevar hasta 100 personas.   En ese momento iban 40.  Lo secuestran también con armas de fuego y armas blancas.  En nuestro país, para evitar incidentes, cuando alguien está con un barco en el mar y lleva personas dentro, muchas veces mujeres y niños, lo que se hace es darle seguimiento, no se le intercepta.

Ya una vez se creó el único desorden que ha habido en Cuba, en más de 40 años, fue el 5 de agosto de 1994.  No sé si ustedes conocen la historia de cómo aquello se resolvió sin ejército, sin policía, sin un solo disparo, sencillamente; ya estaban tirando piedras; y era que los habían engañado, desde la radio subversiva les dijeron que venía un grupo de barcos a buscarlos.  Entonces, ese elemento se acumuló por la orilla del mar;  al no venir, comenzaron a tirar piedras y crearon un desorden.  Eso fue el 5 de agosto de 1994, en los momentos más difíciles del período especial. Aquello dio lugar a lo que se llamó una emigración ilegal masiva, porque dijimos:  “Nosotros no les vamos a cuidar las costas a Estados Unidos”, y entonces, sencillamente, huelga; lo que hicimos fue una huelga.  Aquella gente que emigró conoce bien a la Revolución, tiene una confianza ciega en su palabra.  Si se dice:  Miren, envíen unos barcos a buscar a sus familiares, es más cómodo que correr el peligro de viajar en otros medios.  No albergan duda en enviar los barcos.  ¿Y por qué corren riesgos de viajar sin visa?  Porque hay una ley que se llama Ley de Ajuste Cubano, que se aplica a un solo país del mundo, Cuba, que está cerquita, y es el derecho a todo el que llegue ilegal allá a recibir entrada y darle residencia legal.  No importa cuáles sean sus antecedentes penales.

Imagínese que a los mexicanos les otorgaran una ley de ajuste; no la pedimos, porque nosotros la llamamos ley asesina.  Nosotros lo que decimos es que en virtud del Tratado de Libre Comercio, el intercambio sea no solo de mercancías y dinero, sino de seres humanos como en Europa, en las dos direcciones. Allí tratando de cruzar la frontera con Estados Unidos mueren alrededor de 500 mexicanos cada año, de eso casi no se habla.  Se habla terriblemente de Cuba porque tiene que aplicar una sentencia de acuerdo con leyes previas y procedimiento judicial estricto.  Aunque yo comprendo, y le doy la razón a la inmensa mayoría de los que se oponen a la pena de muerte, porque a nosotros nos desagrada tremendamente.  Y si teníamos de facto una moratoria de casi tres años, que nos hemos visto obligados a romper, es porque ellos con lo que hicieron —y fue deliberado, lo tenían pensado, eso lo sabíamos—  intentaban crear una especie de ola migratoria que sirviera de argumento, como peligro para la seguridad de Estados Unidos para agredir a Cuba. Esa palabra la usan para todo.  Si ustedes producen demasiada carne y amenazan con bajar el precio de la carne, pueden ser conceptuados como peligro para la seguridad de Estados Unidos —se lo advierto—, o si venden mucho trigo más barato. La idea de que se produjera un éxodo masivo está incluso expresada por escrito. Usted no puede permitir que se desate una ola de secuestros.  Basta que un individuo diga:  “Tengo una granada aquí en el bolsillo.”  Los del barco, con hombres, mujeres y niños, se lo llevaron hasta 20 millas, mar fuerza cuatro, hasta que se agotó el combustible.  ¡De milagro no se hundieron!  Les dimos auxilio allí con nuestros barcos.  Vinieron a tierra, pero sin deponer la actitud, a exigir combustible, y entonces allí es donde se realiza toda la tarea para lograr liberar a los rehenes, no fue necesario usar la violencia, pero no porque ellos colaboraran, sino porque los mismos pasajeros se sublevaron gracias al conjunto de medidas psicológicas adoptadas por las autoridades cubanas en coordinación con los rehenes, se lanzaron al agua y todos fueron rescatados.  Nosotros ya conocemos el potencial migratorio.  Si decimos:  “Los que quieran irse, estamos en huelga, o vengan a buscarlos”, ninguno vacilaría en hacerlo.  El 90% de los que emigran y se acogen a esa ley de ajuste son ciudadanos que los vienen a buscar de la Florida en lanchas rápidas enviadas por familiares; pero también entre ellos se mueve el otro tipo de gente que proviene del delito común.  Parte importante de los que vienen a buscar proviene igualmente del sector que no recibe visas.  En conjunto, más del 50% de los que viajan ilegales en virtud de ciertas familias con ciertos recursos que pagan hasta 8 000 dólares por persona, lo hacen en una lancha rápida de 12 pasajeros en las que montan 15, 20, 25, 30, y no son pocos los casos de barcos que se han hundido dando lugar a muchas muertes. Ese es el problema.  Lo resumo así.  El 14 de marzo se toma la decisión de arrestar a un grupo de mercenarios; comienzan los arrestos   el 18, el 19 se produce el secuestro del primer avión por delincuentes comunes —algo que no ocurría, como se explicó, hacía 10 años—, vaya usted a ver quiénes son aquellos que fueron estimulados a llevarse ese avión, a los que se concede inmunidad.  Cuando supieron de la inmunidad, corre la noticia entre delincuentes comunes, estos creen que la mafia cubano-americana es dueña de todo y se multiplican los proyectos de asaltos a barcos y aviones.  Los que secuestraron el barco de pasajeros el 1º de abril dicen:  “Llevamos cuatro extranjeros y tantos niños”, amenazaron, si no les daban otra nave o combustible, con ir tirando rehenes al agua.  Esa es la característica.  Si se accede a tales demandas, el problema se vuelve insoluble. En una situación como esta hay un ejemplo y un precedente:  Nosotros, a los que se robaban los aviones norteamericanos, los sancionábamos, devolvíamos el avión en el acto a Estados Unidos, después de atender óptimamente a los pasajeros.  No fueron pocos los aviones norteamericanos de gran porte secuestrados en Estados Unidos y desviados a Cuba.  Ellos inventaron ese procedimiento contra Cuba, pero después se convirtió en un bumerán, porque hay mucha gente desequilibrada en ese país.  Hasta con una botella de agua decían:  “Mira, aquí tengo un coctel molotov” y los pilotos suelen tener instrucciones de que no corran el menor riesgo. A veces la policía allá les disparó a las gomas y nosotros hemos tenido que llenar de espuma la pista para que un avión cargado de pasajeros aterrice sobre las ruedas de hierro sin goma. A fines de 1980 estaba Carter en la presidencia.  El problema venía de atrás, porque lo habían inventado contra Cuba anteriores gobiernos.  ¿Cómo lo resolvimos?  Devolvimos dos secuestradores.  Antes eran sancionados hasta cinco años de cárcel.  Tuvimos que elevar y elevar las sanciones, pero, sencillamente, no paraban los secuestros. Adoptamos entonces la otra fórmula:  les devolvimos dos secuestradores y resolvimos definitivamente el problema.  No habría necesidad de fusilar a nadie si a los secuestradores los devolvieran, como los devolvimos nosotros y les resolvimos el problema de tal modo que en más de 20 años, a pesar de los desequilibrados, no se han vuelto a producir. Ahora les decimos: “Devuélvannoslo.”  Era obvio que Cuba tenía que cortar de raíz el problema del secuestro de sus aviones y barcos de pasajeros. El Consejo de Estado no ejerció clemencia y esos delitos están sancionados hace rato con la pena capital.  Incluso algunas de esas leyes no se aplicaban.  ¿Por qué?  Porque no había interés, no había una situación de peligro de guerra, que tenemos ahora; peligro de una ola de secuestro de aviones y barcos.  Cualquier día no les faltaba nada más que asaltar un ómnibus de turismo, tres tipos con un cuchillo y decir:  “Mato a tres turistas si no me llevan para el aeropuerto y me dan un avión para que me vaya.”  Así son las cosas ajustadas a la estricta realidad.  El Consejo de Estado tiene la facultad de ejercer clemencia, pero no tiene la obligación de hacerlo. Si usted sabe que existe un peligro serio para la vida de mucha gente, un peligro serio de un conflicto, qué puede hacerse si ellos siguen dándoles residencia a los secuestradores, si no los devuelven, con lo cual resolverían todos los problemas.  En el caso del barco, cuando eran advertidos de un grupo que viajaba ilegalmente, enviaban guardacostas hasta cerca de Cuba para recogerlos y devolverlos antes de llegar a las costas de Estados Unidos. ¿Saben lo que hicieron?  Enviaron como siempre unos guardacostas, por el mediodía avisaron que no, que eso era asunto nuestro en virtud de un acuerdo internacional, que el país de la bandera del buque era el que tenía que resolver el problema en aguas internacionales.  Ellos podían haberlo resuelto como era habitual y no lo hicieron.  No querían buscarse el problema, vaya usted a saber por qué, y dicen:  “Resuélvanlo ustedes.” Hubo que hacer una declaración ulterior y afirmar categóricamente:  “No volverá a recibir una gota de combustible de ningún tipo, el avión o barco secuestrado que aterrice o llegue a puerto de Cuba.”  La gente sabe, y ellos también, que cuando esto se afirma, es así. Dijimos adicionalmente:  “Los que cometan tales hechos serán enviados a los tribunales, juzgados de forma sumarísima, y el Consejo de Estado no ejercerá clemencia.”  Inevitablemente los pasajeros corren riesgos con acciones criminales de este tipo.  Yo preguntaba:  “Y si en estas aventuras irresponsables vuela un avión en el aire, con todos los pasajeros, ¿quién tiene la responsabilidad de esos muertos, nosotros o los que los están provocando desde EEUU?  Tendrán culpa no solo los que incitan a cometerlos o cometen el hecho, sino también aquellos q nos condenaron sin piedad porque tuvimos que aplicar medidas en defensa de Cuba y de sus hijos.  ¿Y cuánto le costaría una guerra a Cuba con EEUU?  No bajan de millones, porque Cuba es un país q tiene ya una cultura de lucha. 

Periodista.-  De defensa. 

Fidel Castro.-  Tiene la decisión de hacerlo, y allí la guerra no se acaba en tres días, ni en 100 días, ni en 100 años, porque hemos estudiado todas las guerras que han hecho en los últimos 40 años, sus técnicas, sus tácticas, y sabemos cómo defendernos.  De nada valdría lo que usted dijera, si usted no pudiera contar con millones de personas, millones de armas, y con el conocimiento necesario de cómo defenderse.  Es una guerra que no queremos, una sangrienta victoria que no deseamos en absoluto; pero, desde luego, no entregaremos jamás el país.  Les estoy hablando así, con toda franqueza.  Hay confusión, a pesar de que lo hemos dicho y lo que hemos explicado.  Usted sabe que después vienen los cables y hacen una caricatura de lo que se dice.  Ninguno de los mercenarios llamados “disidentes” ha sido fusilado.  Gracias a Felipe me di cuenta de ese detalle en la pregunta.  Le doy las gracias para poderlo explicar bien.  Yo simplemente iba a explicar las causas del arresto y las sanciones.

 Periodista.-  Presidente, acá se ha leído...

 Felipe Pérez.-  Tiene que ser esta la última, porque son las 12:50.

 Fidel Castro.-  Bueno, vamos a ver, yo voy a ser más corto, más rápido.

 Periodista.-  Acá se ha leído su presencia en Buenos Aires como una retribución de gentileza por la posición argentina de abstenerse en la votación sobre Cuba en Naciones Unidas, ¿es una lectura correcta?

 Fidel Castro.-  Entre otras causas, sí.

 Periodista.-  ¿Y las otras?

 Fidel Castro.-  Las otras las estuvimos hablando.  Veo un movimiento interesante, y tenemos unos cuantos amigos entre los que venían aquí, que son personas de prestigio, tenía esa oportunidad de saludarlos.  Segundo, porque nos alegramos mucho, por Argentina, de la evolución que van llevando los acontecimientos.  Nos alegramos.  Veíamos la importancia que tenía, no solo para el pueblo argentino —enviando mucha gente, muchos mensajes—, sino incluso para el proceso en su conjunto, en la búsqueda de soluciones en momentos difíciles, porque se sabe, uno puede hacer el inventario de las dificultades.  Solidaridad con Argentina, con el pueblo y con la actual administración, el gobierno argentino.  Sí, todo eso.  Y lo pensé muy bien.  Pensaba, ¿cuál era la única preocupación?  Estábamos allá con el 20 de mayo y una serie de medidas de respuestas  posibles a las amenazas, y yo no sabía si estaríamos allí movilizando 2 millones de personas en una protesta o estaría aquí, lo que  me aguantaba casi hasta el final; tuvimos que esperar el 20 de mayo, en que el gobierno norteamericano y la mafia terrorista de Miami hicieron cosas insólitas:  engaño, introdujeron un avión de la Fuerza Aérea, lo pusieron a 6 000 metros para interferir nuestra televisión con nuestros avanzados programas educacionales. Por suerte, se equivocan constantemente, son erráticos, son campeones olímpicos del error, lo cual no resulta difícil cuando se es campeón olímpico de la fuerza y del poder, de un poder superior a todo el resto del mundo junto, y la capacidad de destruir este mundo; porque ellos han dicho, incluso, no solo eso, sino que cualquier oscuro rincón del mundo podía ser atacado.  No sé si ustedes tendrán algún oscuro rinconcito por aquí; si lo tienen, pónganle luz eléctrica, por lo menos (Risas), para no ser víctimas.  

Periodista.-  Perdone que lo interrumpa. Usted habló de estas circunstancias, ¿y cómo fue un poco su relación con la década pasada, con el gobierno pasado, con Ménem? 

Fidel Castro.-  Te explico enseguida, me tomo un minuto más, pero déjame terminar lo que te estaba diciendo. 

Y otra cosa muy importante, si venir le ocasionaba algún daño al gobierno, porque soy un tipo que, ya sabe, desgraciadamente, cuando llego, a veces me reciben con un poco de ruido.  Bueno así me recibieron en México cuando la toma de posesión, aquí no hubo peligro de que se cayera todo un edificio de cristales; porque los periodistas, fotógrafos y los que manejan las cámaras son una tropa, a ellos solos no hay quien los aguante.  Hoy fui a poner una corona a San Martín y a Martí, cuando me miro en el espejo, veo una rayita aquí; salí con una pequeña lesión. Y hasta el Presidente de la República, que fue escoltado por los caballos, algún camarógrafo le ha dado un golpe, pero no acusen a nadie (Risas).  El día de su toma de posesión le han hecho una herida. Pude percatarme de que no sería visto con malos ojos que yo aceptara la invitación, así que hasta última hora no estuve seguro de venir.  Llegué a la convicción de que no le haría ningún daño, porque usted no debe ir porque lo inviten; a veces invitan, pero señalan un nombre:  que venga fulano.  Y aquí nadie señaló ningún nombre o algo parecido, y tenemos muchos amigos.  Al contrario, finalmente hubo satisfacción cuando se habló de que yo tenía una posibilidad de llegar.  También los viajes para mí no son muy fáciles.  Yo viajo en un viejo IL-62.  Hablaron de Allende.  La primera vez que lo utilicé fue en 1971, más o menos, cuando visité a Chile.  Ese es el que he usado toda mi vida, le he dado dos veces la vuelta al mundo en él; hace ruido y además al llegar ayer había unas nubes bajísimas, densas, y yo veo que vuela por debajo de las nubes, y no sabía si iba a aterrizar en la pista o en un parque de ese lugar.  La cuestión es que siempre que parte, llega. Me alegré muchísimo de haber venido, porque he visto algo que no se puede trasmitir por cables:  estado anímico.  Vi a la gente, en general, en todas partes, en el Parlamento, en un estado anímico como de esperanza, de satisfacción, una esperanza de encontrar la solución.  Eso vi, y un buen clima, un excelente clima.  Es lo que te puedo decir. 

Periodista- Pero Menem fue una relación d 10 años y donde ud mismo comentó cosas muy llamativas en la época...  

Fidel Castro.-  Pero primero que todo quiero aclarar que en la entrevista que me hizo Bonasso, cuando yo dije refresco, quería decir gaseosa —y no quiero hacer propaganda contra su cosecha, ¿para qué?— refiriéndome al champán que me obsequiaba Menem.  No hablé muy mal; dije del champán que, como refresco —que ustedes dirían como gaseosa—, era excelente.  Bueno, nos llevábamos, ustedes lo conocen a él bien.  Me invitaba a La Rioja cada vez que venía.  ¡Amiguísimo!  Conversábamos de lo más bien, hasta el momento en que iba para la conferencia de prensa y cuando llegaba allí estaba:  ra, ra, ra, ra  contra mí (Risas).  Pero usted no puede tomar en serio esas cosas, y seguíamos hablando amistosamente.  La antítesis del pensamiento de él es el mío, son antitéticos; pero la cortesía obliga.  ¿Qué yo voy a hacer?  No le puedo poner cara de malo. Mire, ayer mismo hubo un almuerzo de jefes de Estado, y estaban todos —algunos han dicho ni se sabe cuántas cosas de mí—, pero muy educaditos, todos sentados allí y yo calladito, porque estaban discutiendo problemas de ellos. Mire, pude ver un espíritu.  ¿Qué espíritu vi?  Casi casi un espíritu de unidad con relación a los problemas económicos.  Nunca había visto nada parecido en ningún lugar, a pesar de que los criterios no son iguales.  En Cuzco estuvieron discutiendo otros temas; pero allí yo presencié, y no creo que cometa una indiscreción —no voy a decir nada en concreto—, pero sí vi un espíritu, un raro y extraño espíritu de coincidencia en todos sin excepción, incluidas las esposas, en cosas económicas de las más importantes (Risas). 

Periodista.-  Para mí, hay una coincidencia, entre otras, que es la elección y la expresión de que la elección es el capitalismo.  ¿Eso no es una derrota de las ideas socialistas después de 45 años de revolución? 

Fidel Castro.-  ¿De que la única alternativa es capitalista? 

Periodista.-  Es lo que dicen los gobiernos de esta región, incluido Lula, por ejemplo. 

Fidel Castro.-  Sí.  Permíteme hablar, y hablo no por temor a nada.  Yo creo que cada país en concreto necesita su solución en concreto.  Digo que Cuba no tendría lo que tiene hoy bajo el capitalismo, especialmente lo que va teniendo a un ritmo impresionante en los últimos años, porque también el aprendizaje y la experiencia tienen un inmenso valor. Mira, el derrumbe del campo socialista enriqueció nuestra experiencia.  Fue una desgracia, una tragedia, porque nos regaló a todos la superpotencia hegemónica.  Cuando había dos superpotencias, Nyerere afirmaba que cuando los elefantes se pelean, la hierba es la que paga los platos rotos... Sí, pero, créame, más vale dos elefantes más o menos con ciertos límites, que un elefante dueño de la pradera y dueño de todo, dueño de correr y pisotear las 24 horas; eso es lo que ha pasado, y su poder es inmenso.  Nosotros hemos tenido que enfrentarnos a ese poder, tenemos un entrenamiento excelente. Cuando el bloqueo fue endurecido, y surgió el período especial en tiempo de paz, nadie daba un centavo por la Revolución Cubana. Y, además, cuando las leyes arreciaron, las medidas se hicieron más duras con la Ley Torricelli y la Ley Helms-Burton, casi no hallan ya qué encontrar, todas las pruebas las hemos tenido que soportar.  Somos un pueblo de curtidos veteranos.  

Periodista.-  Presidente, yo tengo la última pregunta, y lo remito     —seguramente usted se acuerda— a la Primera Cumbre Iberoamericana en Guadalajara.  Yo estaba allí cubriendo esa cumbre, y de su discurso central recuerdo, hasta el día de hoy, con nitidez, casi puedo escuchársela diciendo, una frase a los otros presidentes... 

Fidel Castro.-  ¿Te recuerdas que elogié a  Endara, el de Panamá, a pesar de que salió de un cuartel norteamericano?  Ante mi asombro utilizó un lenguaje francamente nacionalista. 

Periodista.-  Pero hubo una frase que usted les dijo:  “Pudimos haber sido todo y no somos nada”.  Esa era una... 

Fidel Castro.-  Me refería al hemisferio. 

Periodista.-  Sí, claro.  Por eso digo.  Ese diagnóstico, o esa sentencia, me pareció —por eso la recuerdo hasta el día de hoy— final, terminal.  ¿Modificó esa visión? 

Fidel Castro.-  No. 

Periodista.-  ¿No? 

Fidel Castro.-  Hoy al parecer estamos comenzando a ser algo. 

Periodista.-  Ah, eso, eso. 

Fidel Castro.-  ¿Cuánto pasó desde la independencia, hace casi 200 años, y qué hemos sido?  Los británicos dueños por acá en el sur, y los del norte invadiendo a México, le arrebataron más de la mitad del territorio de las regiones más ricas en petróleo y en todo; a Panamá le quitaron un pedazo de tierra.  Se apoderaron de Puerto Rico.  Nos han gobernado de una forma o de otra, directa o indirectamente, o derrocando gobiernos.  Es decir, si este hemisferio se hubiera unido —y hubo más de uno que proclamó la unidad; Bolívar fue de los que más habló—, hoy seríamos algo en el mundo, no inferiores a nadie.  En todo el trato que recibimos también hay bastante de racismo.  Recuerdo que siendo todavía estudiante visité a Estados Unidos, estaba ya bastante coloreado de rojo.  Pude ver que se discriminaba a la gente por ser latina.  

Periodista.-  ¿Sí?  

Fidel Castro.-  Sí, sí, por ser latina.  ¿Y las minorías?  Se sabe lo que pasa allí, no hay que andarlo repitiendo.

Tengo una sincera admiración por los latinoamericanos, por su talento, su valentía.  No vaya a creer, en El Salvador mismo, país bien pequeño, vimos —porque estaban bastante cerca— cómo se enfrentaron allí a fuerzas muy superiores que contaban con un río de suministros militares, de helicópteros y de todo. No debe haber guerras.  Debemos luchar, incluso, por buscar soluciones de paz en cualquier parte; también en Colombia.  No debe haber guerra, porque por la guerra, en este minuto de la historia de América, no se resuelve ningún problema. Pienso en que el gran error cometido por Estados Unidos, y ahí está en el discurso que pronuncié el mismo día 11 de septiembre alertando ese peligro, fue utilizar la vía de la guerra para resolver el problema del terrorismo.  Pensaba que había que unir a toda la opinión mundial, había que unir a todos los partidos, a todas las corrientes de opinión, a todas las iglesias, en esa lucha contra tales métodos.  No creo que haya ninguna iglesia partidaria del terrorismo, como lo veo yo, que son aquellas acciones que cuestan vidas de personas que son ajenas al conflicto.  Nosotros nunca en nuestra lucha de liberación practicamos esos procedimientos. Desgraciadamente, como hay tantos caracteres diferentes, países diferentes, formas de lucha y problemas diferentes, la tarea de encontrar formas justas de paz no es nada fácil.  Incluso los problemas de Colombia hoy, no son los problemas de hace 40 años.  Allí había guerrilla antes que en Cuba. 

Periodista.-  Que en Cuba, sí, sí. 

Fidel Castro.-  Ya Marulanda estaba alzado antes de que en Cuba naciera la guerrilla, y en la época de nuestro triunfo estaba bastante tranquilo.  La verdad es que lo provocaron en un momento dado.  La República de Marquetalia, famosa, es testigo de ello.  Cuando fue a reunirse con el presidente Pastrana, en la zona de San Vicente de Caguán, se quedó vacía la silla de Marulanda, porque tenía una desconfianza tremenda por cosas que le habían ocurrido con anterioridad.  En el proyecto de discurso leído por otro, está la lista completa de lo que tenían en aquella comunidad.  Yo vi una copia de los discursos, eso se conoció, cada chivo, cada vaca, cada gallina, cada mulo de la República de Marquetalia, y que estando en paz se la invadieron.  Otras veces, en negociaciones, le pusieron unos equipos de localización y lo bombardearon; es terriblemente desconfiado por eso. Ahora, el problema de Colombia solo se puede resolver por la paz, y en la paz, pienso, todos deben poner su parte.  Paz verdadera, porque unas cuantas paces allí han terminado en el cementerio.  Los mismos comunistas, que fueron a varios procesos electorales, perdieron más de 3.000 hombres, era un matadero de cuadros.  A otras organizaciones les pasó lo mismo.  Todos esos antecedentes han complicado allí mucho las cosas, y ahora se une un ingrediente externo. Yo creo, de la misma forma en que los latinoamericanos piensan que hay que unirse para buscar soluciones a la gravísima crisis económica, hay que unirse para buscar solución al problema de la paz y la unidad de las naciones latinoamericanas sin injerencia alguna de Estados Unidos.  No le conviene a este hemisferio ninguna intervención, por el destrozo que causaría a nuestros pueblos y sus riquezas.   Por lo demás, no conduciría a nada ni liquidaría la violencia, todo lo contrario. En esto, como en la lucha contra el terrorismo, las drogas, la destrucción del medio ambiente, el analfabetismo, el hambre y las graves enfermedades que azotan y diezman al mundo, nuestras posiciones son bien claras y conocidas. Y en cuanto a las guerras de conquista, un país puede ser conquistado y jamás gobernado después de la conquista, porque usted dentro de un tanque no puede gobernar a un país, ni siquiera ocuparlo.  Hay misterios que todavía no se conocen, como qué pasó, qué ocurrió con la dirección iraquí, si murió o no murió.  El misterio.  A mí me parece extraño, porque conozco a los vecinos del Norte, y cuando no dicen una palabra de nada, se vuelven sospechosos.  He visto en Iraq imágenes de muchedumbres imponentes, cuando son masas como el millón o más ese de chiitas que no querían a Saddam, pero no estaban peleados con la patria iraquí y los musulmanes sunnitas, de igual cultura y religión, me persuado más de cuán insensata fue la línea seguida por el gobierno de Estados Unidos después de los dramáticos sucesos del 11 de septiembre. El camino para enfrentar el terrorismo era político y no militar.  Había que crear una cultura contra el terrorismo y no el intento de usarlo como pretexto para aplicar doctrinas preconcebidas para atacar, invadir países, aplastar las luchas justas por la liberación nacional y dominar al mundo sobre la base del terror y la fuerza. Respondiendo a su pregunta le hablo con mucho realismo y en virtud de la experiencia que he tenido el privilegio de adquirir durante muchos años de lucha.  Si estuviéramos en aquella época, habría hecho lo que hice; no he cambiado absolutamente mis sueños y esperanzas.  Ahora vivimos otra época, y las tácticas de lucha las están desarrollando los propios pueblos y sus propios líderes, ajustadas a las condiciones de cada país.  Los hombres de más prestigio tienen el deber de ser ejemplo y luchar por la honradez, la firmeza y la integridad de los que combaten por preservar el mundo y hacerlo mejor.  Hay cambios tremendos de tipo tecnológico y en las comunicaciones, que no existieron nunca.  Hay además problemas en el mundo y riesgos mucho más serios que los que hubo nunca. Cuando triunfa la Revolución Cubana, nadie mencionaba la palabra medio ambiente.  Ese concepto nace a lo largo de estos años.  Nadie hablaba de capa de ozono, de calentamiento, de cambios de clima, que se vuelven problemas vitales para toda la humanidad y unen a toda la humanidad.  Nadie hablaba de invasión cultural, que se produce a través del monopolio de esos medios de difusión masiva que se extienden por todo el planeta.  Hay muchos problemas nuevos que preocupan a la humanidad, intelectuales y no intelectuales, a los que trabajan con sus manos y los que trabajan con el pensamiento.  Las diferencias se reducen.  Hay que universalizar los conocimientos. Nuestro país se va convirtiendo en un país de intelectuales, que son ya cientos de miles.  Hemos extendido a todos los municipios del país la educación universitaria, con fórmulas incluso de cómo combatir el desempleo.  Muchachos que se han apartado de los estudios, entre 17 y 30 años, tenemos más de 100 000, a los que les damos una remuneración por estudiar.  Hay que ver, usted les está quitando materia prima a las prisiones; porque nosotros hemos estado estudiando muchos aspectos sociales, nunca bien estudiados todavía. Hasta con relación a la pena de muerte, hemos dicho que aspiramos a que se erradique; pero en las condiciones en que actuamos, asumimos la responsabilidad, con una conciencia absolutamente tranquila, porque uno tiene una idea de lo que pasa en el mundo, de lo que están pensando los otros y de lo que puede costar a Cuba una guerra, mucho más que a ningún otro país; porque el costo es mayor en la medida en que sea capaz de defenderse, cuando hay toda una conciencia necesaria para defenderse hasta la muerte. Créanme que si no continúo hablando con ustedes, no es porque me falten deseos de explicar, sino porque saben que tengo no se sabe a cuántos allí esperando, y tengo que ver al Presidente a las 3:00 de la tarde.

Periodista.-  ¿Hasta cuándo se queda?

Fidel Castro.-  Hasta hoy después de las 12:00.  Sí, será después de las 12:00, tengo todavía algunas obligaciones. Ha sido de gran satisfacción poder conversar con ustedes.

Periodista.-  Para mí, señor.

Fidel Castro.-  He apreciado mucha seriedad en las preguntas y en la conversación. 

Periodista.-  Muchas gracias.

Fidel Castro.-  Yo, encantado, me alegro.

Periodista.-  Me dicen que quieren hacerle una fotografía a usted allá... 

Fidel Castro.-  Correcto.

 


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