lunes, 25 de agosto de 2008

Presidenta argentina Cristina Fernández decretó a la ESMA Monumento Histórico Nacional allí se torturó a 5 mil monjas francesas Duquet Domon













Declaran monumento histórico a ex campo de concentración ESMA en Argentina

22 de agosto de 2008, 04:54 PM

Miembros de la Organización de Derechos Humanos, Madres de Plaza de Mayo, sostienen una bandera con fotos de desaparecidos, delante de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), un centro de detención clandestina en Buenos Aires que funcionó durante la dictadura argentina, el 29 de junio de 2008. Foto: ALEJANDRO PAGNI/AFP

BUENOS AIRES (AFP) - El edificio de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde funcionó el más emblemático campo de detención y exterminio de la dictadura (1976-83), transformado Museo de la Memoria en 2004, fue declarado este viernes Monumento Histórico por el gobierno argentino.

La declaración figura en un decreto firmado por la presidenta Cristina Kirchner, publicado el viernes en el Boletín Oficial, e incluye todos los inmuebles del predio ubicado en el barrio porteño de Núñez, al norte de la ciudad.

Por la ESMA (Marina de Guerra), pasaron durante la dictadura unos 5.000 opositores, --entre ellos las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon--, de los cuales apenas sobrevivió un centenar.

El Casino de Oficiales, donde se alojaba a los prisioneros, fue "el escenario de las más aberrantes violaciones a los derechos humanos", señala el decreto que recuerda que funcionaron unos 600 centros clandestinos de detención, tortura y exterminio en todo el país entre 1976 y 1983.

Para declarar al edificio Monumento Histórico, se tomó en cuenta que la ESMA fue "uno de los centros más importantes" del terrorismo de Estado, donde se perpetraron "delitos de lesa humanidad como tortura, desaparición de personas y apropiación de menores".

Funcionó en la ESMA una maternidad clandestina donde dieron a luz decenas de prisioneras que habían sido secuestradas embarazadas, y cuyos bebés les fueron arrebatados y entregados en adopción ilegal a represores o sus cómplices.

Unos 500 bebés nacidos durante el cautiverio de sus madres desaparecidas, fueron robados y apropiados, de los cuales 93 recuperaron su identidad, según el organismo humanitario Abuelas de Plaza de Mayo.

El predio, de unas 17 hectáreas, pertenece a la ciudad de Buenos Aires pero fue utilizado por la Marina durante un siglo, hasta que en 2004 el ex presidente Néstor Kirchner anunció su recuperación para levantar allí un Museo de la Memoria.

El organismo Espacio para la Memoria y la Comisión Nacional de Museos y Monumentos fueron designados para "establecer modalidades de intervención en el predio" sin modificar esencialmente su aspecto.

Desde la anulación en 2004 de las leyes de amnistía, se reabrió una causa judicial por los crímenes cometidos en la ESMA, que tiene entre sus imputados más emblemáticos al ex marino Alfredo Astiz, conocido como "el ángel rubio de la muerte".

Fidel olímpico y Beijing con trampas para Cuba que igual logró la Medalla Dorada para el Honor deportivo y solidario Campeones éticos caribeños Che
















Reflexiones del compañero Fidel

Para el honor, Medalla de Oro

Si se hace una estadística sobre el número de instalaciones, campos deportivos y equipamientos sofisticados por millón de habitantes que acabamos de ver en los últimos Juegos Olímpicos: piscinas de natación, de clavados y de polo acuático; suelos artificiales para competencias de campo y pista, hockey sobre césped; instalaciones para básquet, para voleibol; de aguas rápidas para kayak; velódromos para bicicletas de velocidad, polígonos de tiro, etcétera, etcétera, podría afirmarse que no están al alcance del 80 por ciento de los países representados en Beijing, equivalente a miles de millones de personas que habitan el planeta. China, inmenso y milenario país de más de 1,200 millones de habitantes, invirtió 40 mil millones de dólares en las instalaciones olímpicas y aún requerirá tiempo para satisfacer las necesidades deportivas de una sociedad en pleno desarrollo.

Si se suman las personas que habitan India, Indonesia, Bangladesh, Pakistán, Vietnam, Filipinas y otros, aparte de los casi 900 millones de africanos y más de 550 millones de latinoamericanos, podrá tenerse una idea de las personas que en el mundo carecen de tales instalaciones deportivas.

Es a la luz de estas realidades que debemos analizar las noticias que giraron alrededor de los Juegos Olímpicos de Beijing.

El mundo disfrutaba de la Olimpiada porque la necesitábamos, porque deseábamos ver las sonrisas y las emociones de los atletas participantes, y en especial de los primeros lugares, que recibían el premio a su constancia y disciplina.

¿A cuál de ellos podría culparse de las colosales desigualdades del planeta en que nos tocó vivir? ¡Cómo olvidar, por otro lado, el hambre, la subnutrición, la ausencia de escuelas y maestros, hospitales, médicos, medicamentos y medios elementales de vida que padece el mundo!

Sabemos lo que evidentemente desean aquellos que saquean y explotan el planeta que habitamos. ¿Por qué desataron la violencia y agudizaron los peligros de guerra el mismo día que se iniciaron los Juegos Olímpicos? Estos acaban de transcurrir en apenas 16 días.

Ahora, cuando ya pasó el efecto de la anestesia, el mundo vuelve a sus angustiosos y crecientes problemas.

Días atrás escribí sobre nuestro deporte. Venía denunciando desde hace rato las repugnantes acciones mercenarias contra esa actividad revolucionaria y en defensa del valor y el honor de nuestros atletas.

Mientras transcurrían las competencias, meditaba sobre estas cuestiones. Tal vez no habría tomado tan rápido la decisión de escribir algo sobre el tema si no se hubiese producido el incidente del atleta cubano de taekwondo Ángel Valodia Matos —campeón olímpico hace 8 años en Sydney— cuya madre murió cuando competía y ganaba la medalla de oro a 20 mil kilómetros de su patria. Asombrado por una decisión que le pareció totalmente injusta, protestó y lanzó una patada contra el árbitro. A su propio entrenador lo habían tratado de comprar, estaba predispuesto e indignado. No pudo contenerse.

El atleta acostumbraba enfrentar valientemente las lesiones que suelen ser frecuentes en el taekwondo. El árbitro le suspendió el combate cuando estaba ganando tres a dos. No fue el único caso. Es muy grande el poder del árbitro en ese tipo de competencias y ninguno el de los atletas. A los dos cubanos, taekwondoca y entrenador, les fue prohibida la participación de por vida en competencias internacionales.

Vi cuando los jueces les robaron descaradamente las peleas a dos boxeadores cubanos en la semifinales. Los nuestros combatieron con dignidad y valentía; atacaban constantemente. Tenían esperanzas de ganar, a pesar de los jueces; pero fue inútil: estaban condenados de antemano. No vi la de Correa, al que también se la arrebataron.

No estoy obligado a guardar silencio con la mafia. Esta se las ha arreglado para burlar las reglas del Comité Olímpico. Fue criminal lo que hicieron con los jóvenes de nuestro equipo de boxeo para complementar el trabajo de los que se dedican a robar atletas del Tercer Mundo. En su ensañamiento, dejaron a Cuba sin una sola medalla de oro olímpica en esa disciplina.

Cuba jamás ha comprado a un atleta o a un árbitro. Hay deportes donde el arbitraje está muy corrompido y nuestros atletas luchan contra el adversario y el árbitro. Antes el boxeo cubano, reconocido internacionalmente por su prestigio, ha tenido que enfrentarse a los intentos de soborno y corrupción para arrancarle a dentelladas las medallas de oro al país comprando boxeadores altamente entrenados y curtidos, como tratan de hacer con peloteros u otros destacados deportistas.

Los atletas cubanos que compitieron en Beijing y en vez de oro trajeron plata, bronce o un lugar destacado en las competencias, tienen un enorme mérito como representantes del deporte amateur que dio origen al resurgimiento del movimiento olímpico. Son ejemplos insuperables en el mundo.

¡Con qué dignidad compitieron!

El profesionalismo fue introducido en las Olimpiadas por intereses comerciales, que convirtieron al deporte y a los deportistas, como hemos dicho, en simples mercancías.

Fue ejemplar la conducta del equipo olímpico de Cuba en la pelota. Dos veces derrotaron en Beijing a la selección de Estados Unidos, el país que inventó ese deporte que por intereses de las grandes empresas comerciales fue expulsado de las Olimpiadas. El 2008 fue por ahora su último año de participación olímpica.

El partido final frente a Corea del Sur fue conceptuado como el más tenso y extraordinario que se haya efectuado en una Olimpiada. Se decidió en el último inning con tres cubanos en base y un out.

Los peloteros profesionales adversarios eran como máquinas diseñadas para batear; su pitcher, un zurdo de velocidad, bolas variadas y precisión exacta. Se trataba de un equipo excelente. Los cubanos no practican el deporte como profesión lucrativa; son educados, como todos nuestros atletas, para servir a su país. De no ser así, la Patria, pequeña en tamaño y con limitados recursos, los perdería para siempre. No es posible calcular siquiera el valor de los servicios recreativos y educativos que a lo largo de su vida prestan a la nación, en todas las provincias e Isla de la Juventud.

En el voleibol, el equipo propinó una derrota a la selección norteamericana en la fase eliminatoria, viniendo en ascenso desde lo último de la parte baja de una escalera de más de 50 peldaños. Una hazaña que, aunque regresen sin medallas, pasará a la historia.

Mijaín ganó con orgullo, en difícil prueba con un rival ruso, la primera medalla de oro para Cuba.

Dayron Robles ganó el oro con amplio margen. La lluvia empapó la flamante pista. Sin la humedad que aún restaba, hubiera podido romper fácilmente el récord olímpico, además del mundial que había impuesto semanas antes en el difícil y milimétrico evento de los 110 metros con vallas. Es un atleta disciplinado y tenaz con 21 años y nervios de acero.

Yoanka González ganó la primera medalla cubana de ciclismo en una Olimpiada.

Leonel Suárez, que obtuvo en decatlón medalla de bronce, cumplirá 21 años en septiembre. Los resultados alcanzados en cada uno de los diez eventos de su casi inaccesible deporte impresionan.

Son tantos los atletas con grandes méritos, hombres y mujeres, que no se pueden enumerar aquí, pero que es imposible olvidarlos.

Más de 150 atletas de nuestra pequeña isla participaron en la Olimpiada de 2008 y dieron la batalla en 16 de los 28 deportes en que allí se compitió.

Nuestro país no practica el chovinismo ni comercia con el deporte, que es tan sagrado como la educación y la salud del pueblo; practica, en cambio, la solidaridad. Hace años creó una Escuela Formadora de Profesores de Educación Física y Deportes, con capacidad para más de 1,500 alumnos del Tercer Mundo. Con ese mismo espíritu solidario celebra el triunfo de los velocistas jamaicanos, que obtuvieron 6 medallas de oro; del saltador panameño con oro; del boxeador dominicano con igual título, o el de las voleibolistas brasileñas que vencieron arrolladoramente al equipo de Estados Unidos y ganaron la primacía.

Por otro lado, miles de instructores deportivos cubanos han cooperado con países del Tercer Mundo.

Estos méritos de nuestro deporte no nos eximen en lo más mínimo de responsabilidades presentes y futuras. En las competencias deportivas mundiales, por las causas señaladas, se ha producido un salto de nivel. No vivimos hoy las mismas circunstancias de la época en que llegamos a ocupar relativamente pronto el primer lugar del mundo en medallas de oro por habitante, y por supuesto que eso no volverá a repetirse.

Constituimos alrededor del 0,07% de la población mundial. No podemos ser fuertes en todos los deportes como Estados Unidos, que posee por lo menos 30 veces más población. Nunca podríamos disponer ni del 1% de las instalaciones y equipos de diversa índole, ni de los climas variados de que ellos disponen. Otro tanto ocurre con el resto del mundo rico, que posee por lo menos dos veces el número de habitantes de Estados Unidos. Esos países suman alrededor de mil millones.

El hecho de que participen más naciones y las competencias sean más duras es en parte una victoria del ejemplo de Cuba. Pero nos hemos dormido sobre los laureles. Seamos honestos y reconozcámoslo todos. No importa lo que digan nuestros enemigos. Seamos serios. Revisemos cada disciplina, cada recurso humano y material que dedicamos al deporte. Debemos ser profundos en los análisis, aplicar nuevas ideas, conceptos y conocimientos. Distinguir entre lo que se hace por la salud de los ciudadanos y lo que se hace por la necesidad de competir y divulgar este instrumento de bienestar y de salud. Podemos no competir fuera del país y el mundo no se acabaría por eso. Pienso que lo mejor es competir dentro y fuera, enfrentarnos a todas las dificultades y hacer un uso mejor de todos los recursos humanos y materiales disponibles.

Preparémonos para importantes batallas futuras. No nos dejemos engatusar por las sonrisas de Londres. Allí habrá chovinismo europeo, corrupción arbitral, compra de músculos y cerebros, costo impagable y una fuerte dosis de racismo.

Ni siquiera soñar que Londres alcanzará el grado de seguridad, disciplina y entusiasmo que logró Beijing. Una cosa es segura: habrá un gobierno conservador y tal vez menos belicoso que el actual.

No olvidemos la honradez, honestidad y prestigio profesional de que gozan nuestros árbitros internacionales y los cooperantes deportivos.

Para nuestro atleta de taekwondo y su entrenador, nuestra total solidaridad. Para los que regresan hoy, el aplauso de todo el pueblo.

Recibamos a nuestros deportistas olímpicos en todos los rincones del país. Resaltemos su dignidad y sus méritos. Hagamos por ellos lo que esté a nuestro alcance.

¡Para el honor, Medalla de Oro!

Fidel Castro Ruz
Agosto 24 de 2008
9:05 p.m.

Missing Children Niños desaparecidos ayudemos a buscar son todos hijos ó nietos nuestros todos somos padres y responsables Argentina debe cuidar










Los argentinos miramos el baile del caño mientras nos van robando criaturas, niños, adolescentes y hasta jóvenes que son esclavizados, sodomizados, abusados, sacrificados en haras de la perversión que la televisión nos ofrece como zanahoria para emburrecernos y degradarnos. Eladio González director Museo Che Guevara

Argentina La Matanza ¿QUIEN LA HA VISTO???? . . . . . a MARILIN SOLEDAD CABRERA VILLABA


MARILIN SOLEDAD CABRERA VILLABA
FALTA DESDE:
4 de Abril de 2008


Edad en la foto: 42 días
Edad actual: 4 meses

FECHA DE NACIMIENTO:
25 de Febrero de 2008

LUGAR DE RESIDENCIA:
La Matanza


SI TIENE ALGUNA INFORMACIÓN CONTÁCTENOS:
Teléfono: 011 4797-9006

Desde el Exterior 0054 - 11 4797-9006 E-MAIL: info@missingchildren.org.ar


Missing Children, siempre en alerta
domingo, 24 de agosto de 2008
“Que un chico falte de su casa es muchísimo, pero que 240 falten, es muchísimo más”

Se estima que el 44% de los chicos que se alejan de sus hogares atraviesan conflictos familiares, mientras que el 32% afrontan lo que los especialistas llaman una crisis de identidad

Esteban tiene 15 años, desapareció el 13 de mayo y apareció una semana después. Estuvo con una familia que después de secuestrarlo lo obligaba a trabajar y lo maltrataba. La mamá solicitó a la Justicia el allanamiento del lugar.

Julio, de 13 años, estuvo desaparecido durante cuatro meses. Cartonea con su mamá y su papá trabaja en una verdulería. Se había ido y hablaba a veces con su mamá por teléfono y le contaba que no le gustaba como lo trata el padre, que aparentemente es golpeador. Por un dato que le da una familia descubren que Julio estaba durmiendo en un kiosco. En mayo vuelve a su casa y está viviendo con sus padres y sus diez hermanos.

Jonatan junto con su hermano y su primo salían todos los días del colegio a la misma hora y un remise los pasaba a buscar. El remisero llegó y sólo encuentra a su hermano. Pensando que los primos se habían ido antes, llevó al hermano. Cuando llega a la casa de Jonatan, se dan cuenta que no estaba ahí. Se da aviso a la policía y el niño de 6 años aparece a las horas. Su primo y él se habían subido a otro auto pensando que era el remise y a su vez, el remisero a las tres cuadras se da cuenta que levantó a los pasajeros equivocados.


Anahí, de 15, dijo que iba a hablar con una amiga por teléfono y no volvió. Los padres decían que no tenía problemas familiares, pero estaba haciendo amistad con gente de mal vivir. Gracias a la denuncia y las fotos, la policía la encuentra drogada en la calle al día siguiente.

Araceli fue a clase pero no regresó. La familia sospechaba de un ex novio que la amenazó de muerte. Hicieron la denuncia y la joven de 16 años es rescatada por su propia familia. Contó que su ex novio la tuvo secuestrada y en un descuido puedo hablarle a su familia para avisarle donde estaba.

Estas son algunas de las tantas historias que surgen de una generosa labor que ya lleva nueve años en la Argentina, desde que un grupo de voluntarios creó una organización en la que el esfuerzo no escatima y la solidaridad abunda: Missing Children, una ONG que se dedica a localizar chicos perdidos.

Ellos huyen despavoridos luego de un abuso. Escapan de golpes y palizas. Se alejan de insultos hirientes, constantes e inexplicables. O tal vez, corren tras un amor, una promesa de algo mejor, un sueño lejano. Cualquiera sea la razón, ellos eligen o deciden irse. Se van, se pierden y empiezan a formar parte de las listas de chicos desaparecidos. Nunca esa lista fue tan larga como ahora: hay 240 nombres, 240 caritas.

Cabe mencionar que el mayor porcentaje de los chicos buscados por Missing Children corresponde a la franja etaria que va de los 13 a los 17 años, pero también los hay recién nacidos y arriba de los 21.

Las cifras preocupan a las autoridades de la organización. Desde que se creó Missing Children, el promedio de chicos que se buscan al mes se mantiene entre 100 y 120, casi la mitad de los 240 de hoy. “Que un chico falte de su casa es muchísimo. Que 240 falten de su casa es muchísimo más”, aseguró Lidia Grichener, presidenta de Missing Children, en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO.

“Antes, cuando nos iniciamos, había una denuncia de vez en cuando, ahora el trabajo es mucho más intenso”, reconoció.

“Nuestra función va mucho más allá de la difusión de la imagen del chico perdido en nuestro sitio web (www.missingchildren.org.ar). Se trata de apoyar a la familia, aconsejarlos, hacerles nexos con la Policía y la Justicia. Con nosotros la gente se abre y nos cuenta todo, confían mucho en nosotros”, dijo la vicepresidenta de la ONG que por ahora tiene sede en Mar del Plata, Bahía Blanca y Bariloche, pero el deseo de abarcar muchas más provincias y ciudades de la Argentina, inclusive Córdoba.

La función de Missing Children incluso trasciende la de proveer asistencia a los padres cuyos hijos están perdidos, y busca “concientizar a las familias, personal de seguridad, docentes y a la comunidad en general de esta problemática”.

En total, son 14 voluntarias las que se mueven para que la foto de estos chicos se publique en facturas de servicios, diarios locales, canales de televisión y sitios de internet.

“Por un lado tenemos las denuncias de la familia, de una maestra, de una asistente social, que nos advierte que un chico está perdido. Nos contactamos con los familiares y así, tratamos de colaborar desde todo punto de vista: explicándoles los procedimientos para efectuar la denuncia policial correspondiente, habar con el grupo de amigos, vecinos, es decir, comunicar que el chico está perdido. Los ayudamos en algo muy importante que es la difusión. La imagen del chico perdido es necesaria y resulta útil difundirla, así como también la historia de vida del chico, sobre todo, si se trata de bebés recién nacidos”, comentó Grichener.

Resultados que alientan

Missing Children logró crear un sistema ágil, eficaz y eficiente para la búsqueda de personas perdidas, entendiéndose por tales a los menores de edad según la ley de su domicilio y a los incapaces judicialmente declarados tales.

Los resultados son alentadores: “En los años que llevamos de ardua labor, hemos encontrado más de 3.000 chicos a través de nuestra organización”, afirmó Grichener. Las estadísticas llevadas a cabo por la organización avalan lo dicho por Grichener, ya que arrojan que de los 3.294 chicos perdidos desde enero del 2000, 3062 fueron encontrados, o sea, el 93 por ciento. En su mayoría, oriundos de la provincia de Buenos Aires.

De los números también se desprende que 44 por ciento de los chicos que se alejaron de sus hogares lo hicieron por conflictos familiares, mientras que el 32 por ciento, afrontaba lo que los especialistas de la Psicología llaman una crisis de identidad.

Grichener además recordó que “el Registro Nacional de Menores Extraviados es una base de datos que se creó por ley (25.746) en julio del año pasado. Su objetivo: centralizar, organizar y entrecruzar toda la información sobre chicos perdidos del país. Pero eso todavía no se logró”, se lamentó.

Los primeros tiempos

“En 1998 la Red Solidaria comenzó a recibir llamados de padres cuyos hijos estaban perdidos solicitando ayuda para encontrarlos. A medida que estos pedidos iban aumentando, y viendo la gravedad de esta situación, se decidió formar el departamento de Chicos Perdidos”, relató Grichener.

Así, en abril de 1999 se formó en Estados Unidos el Centro Internacional para Chicos Perdidos y Explotados con el fin de apoyar a todos los países que requirieran asistencia para encarar un proyecto similar.

“A fines del 1999 se contactó con la Red Solidaria el Centro Internacional para proponernos organizar en la Argentina una asociación de características similares, a la cual ellos brindarían todo su apoyo, experiencia y tecnología. Aceptando esta propuesta, la Red Solidaria constituyó con un grupo de sus voluntarios la Asociación Civil sin fines de lucro: Missing Children - Chicos Perdidos de Argentina”.

Para tener en cuenta

Ante la sospecha de que un chico está perdido, Grichener sugiere “comenzar a llamar a los amigos y compañeros de colegio para averiguar cuándo lo vieron por última vez y qué información le pueden brindar; llamar a todos los familiares contándoles la situación y viendo si ellos tienen alguna información; hacer la denuncia en la comisaría más cercana y si se negaran a tomársela con la excusa que hay que esperar 24 o 48 horas, diga que sabe que su hijo está en ‘situación de riesgo’ e insista en que se la tomen y solicite copia de la denuncia”.

También es importante “averiguar en la comisaría qué Juzgado de Menores le corresponde, incluyendo el nombre del juez y/o secretario y domicilio del juzgado. Vaya al Juzgado y, aunque la causa no haya llegado de la comisaría, solicite realizar la exposición del hecho denunciado, brindándole todos los detalles y aportando una foto del menor, lo más actualizada posible”, aconsejó.

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