jueves, 24 de abril de 2008

Paragüay ya es libre, ganó Fernando Lugo, viva el Mercosur progresista, chau colorados, ex Obispo los derrotó


Más que un triunfo de la izquierda, la victoria por amplio margen del ex obispo católico, Fernando Lugo, virtual presidente de Paraguay, es una derrota al neoliberalismo. El clérigo de una pequeña y humilde localidad, San Pedro, y cuyo compromiso es "con los más pobres", al ganar las elecciones presidenciales de este domingo, acabó con 61 años de hegemonía del Partido Colorado, incluida la bárbara dictadura de 7 lustros de Alfredo Stroessner. Con el triunfo de Lugo, todos los gobiernos de los países que integran el MERCOSUR, Mercado Común del Sur, serán de izquierda, contrapeso del neoliberalismo en Latinoamérica.

El Tribunal Superior Electoral, confirmó que Lugo, un obispo suspendido por el Vaticano, ad divinis, por su decisión de participar en política pública y abanderado de Alianza Patriótica para el Cambio, APC, que formaron toda una gama de pequeños partidos y organizaciones sociales, ganó las elecciones cuando menos con un margen de 10 puntos de su más cercana competidora Blanca Ovelar del Partido Colorado.

Este domingo, al cierre de las casillas y cuando se llevaban escrutado el 50 por ciento de las mesas, Ovelar, ex ministra de Educación, reconoció su derrota al expresar que ''estamos aquí para entender que así como están avanzando las proyecciones, el resultado es irreversible y reconocemos el triunfo de Fernando Lugo''.

En la sede central del partido gobernante en la ciudad-capital, Asunción, la primera mujer en postularse a la presidencia en la historia del país, agregó, con toda dignidad ante la derrota: ''Hemos dicho que íbamos a respetar los resultados de la elecciones porque somos demócratas'', es el momento de reconocer el triunfo de Fernando Lugo.

La victoria de Lugo, arroja otro dato sustancial para la historia, al tomar posesión, la totalidad de países que integran en forma plena o asociada el Mercado Común del Sur, MERCOSUR, pasarían a tener gobiernos de izquierda: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, más los países asociados, Chile y Bolivia, así como Venezuela, en proceso de ingreso.

La victoria de Lugo acabó, puso fin a 61 años consecutivos de gobiernos del Partido Colorado, que incluyen los 35 de dictadura de Alfredo Stroessner, quien gobernó el Paraguay en forma absolutista de 1954 a 1989, y más que esto, representa la esperanza de acabar con la pobreza ancestral provocada por una hegemonía de la plutocracia, basada principalmente en la explotación, la corrupción y la injusticia.

El pueblo paraguayo, el más empobrecido de la región, en su mayoría -casi 3 millones concurrieron a los centros de votación-, celebró con fuegos artificiales y bocinas de autos el triunfo de Lugo, apenas se dieron a conocer las primeras encuestas a boca de urna, que desde un principio le favorecieron.

Fue tal el entusiasmo por emitir el voto, seguramente porque era la oportunidad de acabar con la hegemonía partidista y de familias, la segunda más larga de la historia en el mundo -el PRI de México duró 70 años-, que desde temprano los paraguayos colmaron los centros de votación a pesar de las dificultades de movilización ya que las lluvias de los días previos dejaron en estado calamitoso los caminos vecinales no asfaltados. A pie, montados en maquinarias agrícolas, en carros tirados por caballos, motos o bicicletas, la población de zonas suburbanas y rurales se traslado hasta los centros de voto, reportaron las agencias noticias internacionales.

La jefa de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), María Emma Mejía, ex canciller colombiana, declaró que las elecciones se desarrollaron en calma y con denuncias aisladas de irregularidades, al "felicitar a los paraguayos por la lección de civismo que dictaron". En la misma tesitura se manifestó el ex presidente de Colombia, Andrés Pastrana, quien encabeza otro grupo de observadores, de la Fundación Internacional para Sistemas Electorales. IFES, por sus siglas en inglés, y calificó como una "una gran fiesta democrática" las elecciones.

En lo general, Latinoamérica, y en lo particular Paraguay están de plácemes puesto que al ganar las elecciones presidenciales el ex obispo católico, Fernando Lugo, más que un triunfo a la izquierda, representa una derrota más al neoliberalismo.


- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor mexicano.

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