En el marco de diferentes encuentros que realizaron dirigentes estudiantiles universitarios de Cuba en la región es que surgió esta charla. La mirada de estos dos jóvenes nos habla de una Cuba que sigue la misma línea revolucionaria de siempre. Con cambios, sí; con matices también pero la esencia sigue intacta pese a quien le pese. La realidad cubana en el día a día, la “frustración profesional” de los egresados, el bloqueo, la unidad latinoamericana, el deseo de superación y hasta la nacionalización de YPF son algunos de los lugares que visitamos durante la nota. Los que en este caso nos acercan esa mirada desde dentro de la Isla son Carlos Rangel, que tiene 25 años, es de La Habana y actualmente Presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) de esa provincia y, Reinier Limonta que tiene 23 años y es, entre otras cosas, el Presidente de la Organización Caribeña y Latinoamericana de Estudiantes (Oclae). Jimena Riveros: Hablemos del acceso a la Universidad en la Isla… Carlos Rangel: En Cuba hay diferentes ofertas para estudiar según los deseos y necesidades de cada uno. Y son para todos aquellos que salen de la escuela media. Después, también tenemos la Universidad del Adulto Mayor, a la que asisten personas con intereses específicos que buscan superarse y que quizás antes, en su juventud, no lo pudieron hacer. En esta modalidad hay más de 500.000 personas. Nuestro proceso educativo es amplio y accesible para todos y forma no sólo en cantidad sino en calidad. J. R: ¿Cómo es la relación entre la matricula de inscripción y la de egresados? C. R.: Siempre hay un nivel de deserción que es contemplado en la misma planificación de ingreso a la universidad. Muchas veces está dado o condicionado por cierta desmotivación, o porque al comenzar la carrera ven que no es lo que buscan. La deserción universitaria se observa más en las carreras técnicas, exactas y naturales. J. R: En los últimos años ¿bajó el nivel de inscripción? C. R: Bajó. En Cuba la economía es planificada y el Consejo obliga al nivel superior de enseñanza a dar las tasas que de aquí a 5 años el país necesitaría para cubrir la necesidad profesional del país. Se ha observado que en muchos egresados universitarios hay un nivel de subempleo e incluso en lugares donde se necesitaban 15 había más de 30. Eso sin duda trajo la consecuencia que el país revea el tema de la ubicación laboral. En las carreras sociales es en donde se observa una reducción en el ingreso, mientras en las carreras técnicas, exactas y naturales ha aumentado. La Universalización de la Educación Superior en Cuba J. R: Una de las cosas que planteó Raúl Castro hace dos años fue que era necesario que por ejemplo aquellos que habían estudiado carreras agropecuarias vuelvan a sus provincias de origen para reactivar la producción ¿Cómo se vive esto? Reinier Limonta: Hay un modelo que antecede al 2010, que Fidel había sido uno de sus principales arquitectos y que tiene como esencia que el propio municipio, que es la unidad territorial mas pequeña en términos de decisión política o gubernamental, sea el responsable de formar sus recursos humanos y no sólo en el tema agropecuario, sino también la cuestión médica y de otras carreras. A ese proceso se lo llamó “Universalización de la Educación Superior”. Esto permitía que la Universidad rompiera sus muros tradicionales y continuara la relación con el alma mater central y que el propio municipio tuviera la posibilidad de desarrollar determinados tipos de carreras en donde el profesional que la estudiara tuviera amplias posibilidades de desarrollarse. La migración interna surge a partir de circunstancias personales, era muy difícil que ese profesional en otro modelo de formación regresara al Municipio, que en definitiva es el que más lo necesita. Nosotros conseguimos el desarrollo del país de abajo hacia arriba, comenzando en la estructura del municipio y como consecuencia llega a la Nación, obteniendo su desarrollo. En ciencias médicas el estudiante se forma en el hospital donde tiene amplias posibilidades de trabajar cuando termine su carrera universitaria y no sólo se forma ahí con un contenido local sino con contenido extremadamente práctico que permite que no sólo sea un médico especializado en cuestiones teóricas sino que conoce los problemas de salud de la futura población que atenderá una vez graduado. J. R: ¿Hubo resistencia, por parte del alumnado que había migrado, al volver a su provincia? R. L: Ha habido una combinación de las principales ideas. La Universalización se mantiene como concepto tremendamente revolucionario en el sentido de cambiar lo que hasta ahora en Educación Superior tuvimos hasta ahí pero también el proceso de disminución de la matricula, reordenamiento de la fuerza laboral calificada en el país cuenta con un amplio consenso popular. En primer lugar porque si bien la revolución rompió todas las barreras que la sociedad le imponía al desarrollo en este caso intelectual universitario, no es posible construir un país sólo de universitarios. Hay cálculos que te dicen que por cada universitario tiene que haber determinado número de técnicos medios, y que por cada número de estos debe haber a su vez una determinada cantidad de obreros calificados. Invertir esa pirámide sin negarle a los obreros el acceso a la Universidad ha sido el principal reto. Todos tienen la posibilidad se superarse, ya como parte de su satisfacción personal. J. R: ¿Cómo se distribuyen las Universidades en Cuba? R. L: La densidad de la Universidad en Cuba es amplísima. Cada provincia tiene, al menos cuatro universidades. La universidad del ministerio de educación superior, la universidad médica, la pedagógica y las facultades de ciencias de la cultura física y el deporte, que se consideran localmente una universidad aunque forman parte de una gran universidad con facultad en todos las provincias. En los municipios hay sedes de estas universidades. De esta manera se rompe la concepción de que la Universidad sólo está en el campus, que no tiene contacto con la sociedad. En Cuba la Universidad es la sociedad. Educación para Todos vs Bloqueo J. R: Se sabe que en Cuba hay carreras tan específicas que no existen en otras partes del mundo ¿cómo convive eso con el bloqueo? C. R: En términos de educación superior hay algo muy claro que tiene que ver con el desarrollo, la producción de conocimientos, de teoría y de investigaciones. Los daños que nos produce el bloqueo en estos términos es muy grande. Nosotros no podemos tener tecnología de punta en las carreras técnicas ni de ciencias exactas y es algo que indiscutiblemente afecta el proceso educativo y el desarrollo del proceso científico más profundo pero aún así nosotros seguimos esquivando cualquier cosa y seguimos buscando que las universidades avancen. Por ejemplo en Cuba se gastó tres veces más en material escolar por culpa del bloqueo. En nuestro país la educación es pública, gratuita y de gran calidad, pese al bloqueo. Por otra parte pero en el mismo sentido, el acceso a internet es muy limitado porque no tenemos cómo acceder y el poco acceso es realmente caro porque es satelital. J. R: ¿Cuál es la realidad de los jóvenes cubanos? ¿Existe realmente un “deseo” de emigración? C. R: La migración universitaria no es algo particular respecto a la migración cubana en general. Hay para mi dos motivos fundamentales que son alicientes a que compañeros graduados universitarios decidan abandonar el país. El principal motivo es económico. En Cuba no hay la abundancia que nos permita una economía más cómoda y afecta en lo cotidiano, así que no se puede culpar a aquel que decide irse de Cuba. Cada cual tiene su idea de cómo superarse. Lo que también es verdad y nadie lo dice en el exterior es que en Cuba hay cientos de miles de graduados universitarios que deciden antes de comer con variedad, o de tener un carro quedarse a seguir construyendo un proceso social por sobre los deseos materiales. De hecho hay que decir que no hay una marcada migración universitaria y de los que se van muchos lo hacen por reunificación familiar. No pasa realmente que nuestros egresados, al tiempo de graduarse se vayan. Quizás si suceda lo que se llama frustración profesional, ligado más a la carreras técnicas que requieren de una tecnología de punta que tenemos ciertamente vedada por el bloqueo. Participación Ciudadana J. R: Pero si hablamos de deseo, más allá de la concreción ¿Qué perciben ustedes que les pasa a los jóvenes cubanos? C. R: El 2011 fue un año para Cuba de mucho compromiso y de mucha reafirmación de querer construir un proyecto social. Hay un proceso muy democrático en el que el Partido Comunista demostró ser más que un partido comunista un partido de la Nación, un Partido que cuando fue a discutir los lineamientos internos para llevarlos al Sexto Congreso dijeron: “No lo vamos a discutir entre nosotros, vamos a discutirlo con el pueblo”. Y allí hubo más de 4 millones de intervenciones que se aportaron, en donde se discutieron los 291 lineamientos y que el 70 % de ellos fueron cambiados antes de llegar al Congreso. Eso habla de la democracia que hay en Cuba que es diferente de lo que cuentan los medios de comunicación que están al servicio del capitalismo. Nosotros invitamos a los que tienen alguna duda que vayan para Cuba y vean. J. R: ¿Cómo se dio esa discusión en la que participó todo el pueblo? C. R: Se discutieron los lineamientos en los CDR (Comité de Defensa de la Revolución), en los barrios, en las aulas, en los sindicatos. Se hacían asambleas de hasta 100 compañeros y se leía el documento y se iba discutiendo punto por punto. Todos. En total participaron cerca de 9 millones de cubanos, somos 11 millones. Hagan la cuenta. Eso generó mucho optimismo en el pueblo porque efectivamente había cierto escepticismo con respecto al futuro de la revolución, debido al recambio generacional de una conducción histórica. Allí se pudo ver el compromiso de la juventud cubana con este proceso revolucionario que lleva más de 50 años. Recambio Generacional J. R: Hablaron de conducción histórica ¿Qué pasará cuando ya no estén? ¿Hay nuevos lideres, nuevos cuadros? R. L: En este tema hay una tergiversación en el exterior, a veces por desconocimiento y otras muchas veces por mala intención para poder justificar que el modelo cubano está agotado o como que ya cumplió un ciclo histórico. La verdad es que el recambio generacional, o la transición generacional se dio mucho antes. La mayoría de los puestos importantes intermedios, y estamos hablando de Consejo de Ministros, Presidentes de las Asambleas Provinciales del Poder Popular, Secretarios del Partido en los territorios, Comité Central de Partido, Asamblea Nacional del Poder Popular ya no tienen mayoría la dirección histórica. Si quedan valiosisimos compañeros al frente de la Dirección máxima del país pero el resto ya son personas que nacieron después del triunfo de la Revolución. De hecho el 70 por ciento de la población nació después, ya con el bloqueo. El país ya está en manos de compañeros que no participaron de aquella revolución. La gente no ha entendido al socialismo como una mera opción histórica, lo ha entendido y lo entiende como la única manera de mantener la soberanía nacional frente a Estados Unidos. El consenso político cubano entiende que en 1959 comenzó a construirse la decisión de construir un proyecto y el resto estará en los cubanos en aprender y seguir desarrollando métodos de de construcción colectiva, de decisión colectiva, que los tenemos pero hemos tenido un líder fantástico, un líder que ha roto todos los esquemas en la historia de Cuba y que es un referente mundial, que es el Comandante Fidel Castro y evidentemente eso deja un vacío. No seria totalmente sincero si no lo dijera. Él ha sido el gran conductor en los momentos más difíciles y eso forma parte de la importancia del sujeto en la historia y de los movimientos de masas pero sí apostamos a que entre todos los cubanos podamos ayudar o conducir el proceso. Raúl decía una frase, no es por citarlo por gusto, pero ahí está la esencia del proceso que estamos construyendo: “Sólo el partido comunista de Cuba será el depositario de la confianza depositada por el pueblo en su lucha”. Por eso el partido discute con todo el pueblo. Raúl ha dicho también que la construcción de esta nueva autoridad tendrá que ser a partir de que el Partido Comunista sea el partido más democrático del mundo. Porque no es un partido electoral, ni postula ni elige. Los cubanos estamos muy esperanzados porque no tenemos otra alternativa: o lo hacemos o perece la soberanía nacional. Los jóvenes de estas tierras J. R: Latinoamérica está viviendo un proceso de transformación donde los jóvenes tienen un rol protagónico ¿Cómo lo ven ustedes? R. L: Los que pensaron que con el neoliberalismo los jóvenes no se iban a movilizar sacaron muy mal las cuentas. Ojala la mayoría de los gobiernos que en este continente se empeñaron por destruir federaciones estudiantiles o limitar el ingreso a la universidad o aplicar políticas que enajenaban a la población estudiantil se dieran cuenta que si bien hicieron todo eso y les funcionó un periodo de tiempo, las causas por las cuales los jóvenes se movilizaban antes y se movilizan hoy permanecen latentes. La universidad con libre ingreso, la educación pública, gratuita y de calidad y el acceso de las amplias mayorías a la universidad… Y si, nosotros vemos que estamos en una obra americana porque hay un resurgir de los pueblos y como consecuencia de ese resurgir de las masas populares, los movimientos sociales, los sindicatos, las agrupaciones progresistas y también el estudiantado latinoamericano ha salido a defender su posición y sus reivindicaciones históricas porque el neoliberalismo no es secreto para nadie. No pudo ni podrá resolver nunca estos asuntos. El neoliberalismo si bien ha creado tituladeros, es decir, universidades con fábricas de títulos cómo decía un prócer cubano, no ha podido resolver los problemas ni ha concebido a la universidad como aquella institución responsable del desarrollo tecnológico auténtico de Latinoamérica. Y no es posible porque la doctrina que impusieron en este continente fue privatizarlo todo. Para ellos no hay industria nacional, la transnacional se quedó con todo e hicieron un festín en los países donde aplicaron esta doctrina. JR: Y ¿Ahora cómo sigue todo? R. L: Ahora estamos en un momento de oportunidades Desde el movimiento estudiantil latinoamericano, la conducción de la Oclae define que estamos en un momento de oportunidades para transformar. Nosotros no vamos a cometer ciertos errores que el movimiento estudiantil mundial en otro momento cometió. Los estudiantes solos no somos agentes de cambio. En primer lugar porque representamos en América Latina a un sector muy privilegiado de la sociedad: no hay una universidad a la que accedan las grandes masas populares por fuera de Cuba y los cambios sociales vendrán de la estrecha unión con los obreros, los campesinos, los movimientos sociales, los movimientos que reivindican a la mujer, a los pueblos originarios, a las comunidades minoritarias, etc. Con toda esa amplia gama de sociedad civil que existe en América Latina estamos dando los pasos principales, pero la realidad es que por ejemplo en Chile no se van a acabar las manifestaciones hasta que no se resuelvan o canalicen las principales demandas que afectan como le afecta a flor la caída de un pétalo; o en Colombia la lucha no se va a acabar porque finalmente obligaron a hundir al gobierno una ley que incluía la educación dentro del tratado de libre comercio con Estados Unidos. Son causas más profundas que van a continuar generando este tipo de actividades. C. R: En este contexto yo creo hay algo más en la demanda estudiantil. Más allá de luchas específicas hay ya una demanda de una asamblea constituyente y muchos buscan reformar la propia constitución. Eso sin duda explica el nivel de la toma de conciencia. Cambios en Argentina, YPF y Aerolíneas J. R: Ustedes, dos jóvenes cubanos ¿cómo ven a la juventud argentina? ¿Consideran que hubo un cambio en el compromiso de los jóvenes a partir del fallecimiento del ex presidente Nestor Kirchner? R. L: La realidad se conoce en el seno del movimiento estudiantil argentino pero yo lo que sí creo es que hay una gran movilización a partir de una mayor profundización de algunas medidas que se han tomado desde el gobierno. No hay estudiante universitario, (y si hay son muy pocos) que no esté de acuerdo – aún cuando difiera diametralmente con este gobierno – con la nacionalización de YPF porque eso forma parte de la soberanía sobre los recursos, de la posibilidad del Estado de intervenir seriamente. El razonamiento es claro: Si lo hicimos con YPF y lo hicimos con Aerolíneas Argentinas obvio que este país empezará a concebir la educación no como un servicio sino como un derecho, porque estamos recuperando lo que es nuestro. Y se “recupera” porque alguna vez se cedió, se vendió y con ello perdió todo el pueblo argentino y Latinoamérica también si pensamos o concebimos a este país como un bloque regional. El movimiento estudiantil argentino, y lo digo desde la posición terrible de un espectador porque uno ve las cosas pero la esencia siempre es mucho más profunda, también ha sido parte de esta realidad de América Latina con la fragmentación, la multiplicidad de fuerzas, etc. De todos modos yo creo que se está trabajando fuertemente en el concepto de la unión en la diversidad y ahí se acercan muchos de los pensamientos de Nestor, que fue como dijo Chavez “el gran director del entierro del ALCA”. A ese entierro le debemos mucho los latinoamericanos en general y los estudiantes en particular. Una cumbre tremenda la de los pueblos y que Nestor haya dirigido eso fue un poco simbólico al igual que su secretaria general frente a la UNASUR, porque los estudiantes también aspiramos a ese tipo de integración donde nuestra América pueda resolver sus problemas fuera del norte revuelto y brutal que nos desprecia, dicho en términos de José Martí. Militancia con ejemplo moral JR: ¿Cómo se administran sus tiempos para cumplir con el estudio y la militancia política? C. R: Hay un sacrificio personal. Nosotros partimos de un principio que establece que antes de tener un cargo hay que estudiar porque si vas a ser dirigente de la FEU nosotros partimos de un trabajo político ideológico basado en el ejemplo moral que dice que si tu vas a ser dirigente de la FEU tenés que ser el mejor estudiante de tu clase y eso nos permite dar ejemplo ante el colectivo estudiantil. Es un tema de compromiso y ya. R. L: A uno le gustaría aportar más, porque no es el hecho de estudiar por estudiar. Es la mejor manera de contribuir a la revolución porque si estamos hablando de ahorrar recursos en Cuba y el Estado te pone determinado recurso para que tu estudies, si no lo haces en cierta manera estás botando un recurso que el Estado como organizador te pone. Recursos donde el pueblo de Cuba se sacrifica para que tu, privilegiado, puedas estudiar. Hay una suerte de confianza depositada en todos los estudiantes entonces no hacerlo es complicado. Esto es una tarea y yo creo que concebirlo así evita cualquier tipo de confusión, cualquier tipo de aspiraciones que a la larga minarían el proceso revolucionario. Hoy es esto, mañana podrá ser en mi caso, ejercer como fiscal en mi provincia o donde la revolución me necesite y donde los compañeros crean que cada uno es más útil. Estas fueron dos voces que representan a cientos de miles de estudiantes cubanos. Ellos son parte de esa Cuba que los medios masivos de comunicación prefieren esconder y distorsionar pero aquí están ávidos de recibir en Cuba a todo aquel que esté dispuesto a abrir bien grandes los ojos, la cabeza y el corazón para ver en primera persona como esta pequeña Isla prepara con excelente nivel académico a jóvenes cubanos y del mundo entero.- CAPAC (Club Argentino de Periodistas Amigos de Cuba) |