miércoles, 11 de febrero de 2009

Silvio Rodríguez hoy 2009 con la Revolución y cada día mas Necio Chaubloqueo Museo Che Guevara Cuba libérrima e imbatible Irene Perpiñal Livinsgton












Silvio Rodríguez: "Mi compromiso se convirtió en una razón de ser"
Pedro de la Hoz


2009-02-07 http://www.cubadebate.cu/index.php?tpl=design/especiales.tpl.html&newsid_obj_id=13996


Desde que con aspecto de adolescente apareció con una guitarra en un casi olvidado programa de la televisión hasta los conciertos multitudinarios más recientes en diversas plazas del mundo, Silvio Rodríguez (San Antonio de los Baños, 29 de noviembre de 1946) ha sido consecuente en sus cantos y sus actos.



Renovador de la trova hacia el final de la década de los 60 junto a Pablo Milanés y Noel Nicola, su obra ha dejado una huella indeleble en la banda sonora de la vida de muchos cubanos y otros tantos jóvenes y no tan jóvenes en Iberoamérica. Entre sus numerosos reconocimientos se halla el Premio Nacional de Música 2004.

En aras de la precisión, Silvio prefirió acceder a esta entrevista por escrito. He aquí sus respuestas.

¿Guarda entre sus recuerdos el primero de enero de 1959?

En los años 50 mi padre, mi padrino y yo, en la colina universitaria, vimos a la policía de Batista cargar contra los jóvenes que bajaban con una bandera cubana desplegada. El 13 de marzo de 1956 mi abuela Isabel me sacó de mi escuela bajo una recia balacera. Por entonces, junto a mi familia, escuchaba Radio Rebelde en casa de la tía Nena, que vivía frente al Capitolio. Todo nuestro barrio de San Miguel y Gervasio sabía que en la panadería de enfrente se vendían bonos del 26 de julio. Un hijo de mi maestra de primaria, la doctora Josefa Torres, estaba alzado en la Sierra Maestra. Un año antes del primero de enero, los soldaditos de goma con que jugaba con mis amigos estaban divididos en casquitos y en rebeldes. Una de aquellas figuritas tenía una Thompson y era el Che Guevara. ¿Cómo no recordar el primero de enero de 1959?

¿Puede evocar cómo transcurrió ese día para usted y su familia?

Acababa de cumplir 12 años y me es inevitable evocar también el poema del Indio Naborí, que comienza describiendo la mañana del 1º de enero con versos realistas ―porque fue un día de cielo muy azul, especialmente luminoso. Mi madre, mi hermana María y yo habíamos ido a pasar aquel fin de año a casa de mis abuelos, que quedaba en el barrio de La Loma, en la calle Caridad número 12, a unos metros del placer de pelota de San Antonio de los Baños. Aquella mañana, desde temprano, la casa se llenó de trasiegos, porque había empezado a circular la noticia de que Batista se había ido y había una huelga general. Se pedía a los ciudadanos que se mantuvieran en sus casas, pero el júbilo era incontrolable. Los que no se lanzaron a la calle, cosa que para mí estaba vedada por la edad, pasamos el día pegados a la radio. Por la tarde mi abuelo decidió que no regresáramos a La Habana hasta que no se definiera la situación, así que nos quedamos en el pueblo un par de días más de lo previsto. Aquellos días agregados a las vacaciones de fin de año fueron el primer beneficio que me hizo la Revolución, y los empleé en reintegrarme a la pandilla de ripiosos con la que andaba y en seguir explorando el monte y el río de mi pueblo.

¿En qué medida las transformaciones revolucionarias del país tuvieron que ver con su iniciación en la música y con su obra como trovador?


El gusto por la música me llega por mi familia materna, que es especialmente musical; yo desde pequeño mostraba vocación. La guitarra y las canciones sí aparecieron cuando era un adolescente. Como muchos otros jóvenes, participé de los cambios que proponía la Revolución. Así que el origen de algunos de mis temas y enfoques habría que buscarlos en la Historia de Cuba de la década del 60 ―cuando yo hacía el tránsito de niño a hombre. De por entonces tengo mucha memoria de sucesos que concientizaban, incluso a los menores: diferentes tipos de agresiones, tiendas quemadas, bombas, propaganda contrarrevolucionaria, avionetas que pasaban tiroteando. Durante una buena cantidad de años los días y las noches eran un espectáculo encendido, muchas veces estremecedor. El país prácticamente vivía en las trincheras. Cuando la invasión por Girón me integré a las milicias estudiantiles y tocaba puertas, pidiendo latas para los que combatían. Poco después empezó la Campaña de Alfabetización, en la que participé con entusiasmo. Gracias a eso conocí la realidad de nuestros campos ―y que los alzados asesinaban niños alfabetizadores. La madrugada de octubre del 62 en que los aviones norteamericanos sobrevolaron la Isla con cargas nucleares, yo hacía guardia de dos a cuatro en la puerta del semanario Mella (Desagüe 110), con un máuser de la Primera Guerra Mundial. Los dirigentes llegaron de una reunión con Fidel y allí en la puerta dijeron que posiblemente al amanecer sería el ataque. Aquella noche también la recuerdo muy nítidamente, porque había una luna llena idéntica a las de las películas de misterio. Dos años más tarde estuve entre los que inauguraron el Servicio Militar Obligatorio, cuyas primeras experiencias fueron duras. Entre las cosas interesantes que viví por entonces estuvo conocer a Vilo Acuña y a algunos combatientes que estuvieron con el Che en África. También conocí, de lejos, a Raúl Díaz Argüelles ―que caería en Angola―, y a otros militares que iban a ser jefes durante mi experiencia por aquellas tierras, diez años después.

¿Cuándo empezó a componer canciones?


Vivencias así eran mi memoria a corto plazo y mi historia latente cuando en 1965 empecé a hacer canciones con regularidad. En 1967 ya tenía un puñado y tuve la suerte de que Mario Romeu se fijara en mí y me llevara a la televisión. Hasta ese momento mi relación con la sociedad había sido más bien armónica y los problemas que empezaron a surgir entre luces y cámaras me sorprendieron y me deprimieron. Inmediatamente, por dignidad, reaccioné y mis canciones iniciaron una especie de diálogo más complejo con lo que me rodeaba. Creo que aquello consolidó mis características como trovador y que a partir de entonces, y gracias a aquellas contradicciones, se ahondó mi compromiso con lo que hacía, al punto en que se convirtió en una razón de ser. Desde entonces todo lo que me ha pasado, para bien y para regular, ha seguido enriqueciendo mi trabajo-vida. Mucho me han servido mis avatares personales, pero más las venturas y desventuras de esta sociedad en la que he escogido vivir.

¿Cómo cree usted que la hostilidad de Estados Unidos contra la Revolución cubana ha influido en el desarrollo y proyección de nuestra música?

Me parece peregrino calcular en qué medida y en cuántas direcciones fuéramos diferentes si ese país poderoso y vecino nos hubiera tratado ―siquiera― con tolerancia. Creo que de cualquier forma la Revolución hubiera desarrollado la educación y las escuelas de arte, como estaba en sus planes e hizo. Quizá en el terreno de la música hubiéramos alcanzado aún más desarrollo, por la facilidad de intercambio y por no tener restricciones al acceso de nuevas tecnologías. No conozco un estudio ―puede ser interesante que se haga― del impacto de la hostilidad y el bloqueo en la música cubana. Como músico individual, o más bien como aspirante, recuerdo que en los años de mis comienzos era prácticamente imposible conseguir ya no un instrumento sino un humilde jueguito de cuerdas. Cierta vez conté cómo tuvimos que grabar la canción "Cuba va" con un contrabajo que en vez de cuerdas llevaba cables de teléfono. Aquellas limitaciones nos hacían razonar que era más importante tener imaginación para hacer música que buenos instrumentos para ejecutarla. Aunque eso sea cierto, en nuestro caso ese es un razonamiento desesperado, producto de las limitaciones que nos ha impuesto el bloqueo de los gobernantes norteamericanos ―que no es, como ellos dicen, contra el gobierno cubano sino también contra todo el que vive y contra todo lo que sucede en Cuba. Claro que tantas acciones contra nuestro país no solo nos han creado problemas: también nos ha identificado con la mayoría, con nuestros iguales, porque formamos parte del sur de América y del sur del mundo. Un mundo, por cierto, en el que las sonoridades cubanas siempre han corrido buena suerte.

¿Sería oportuno recordar cómo ese sonido cubano había comenzado a expandirse desde mucho antes?

Recordemos que en el siglo XIX, a la vez que comenzaban a cuajar nuestras características como pueblo, la habanera empezó a viajar y a ejercer su fascinación. A principios del siglo XX Miguel Matamoros y su trío divulgaron internacionalmente el son y la canción. Después Lecuona, desde el cine, siguió prestigiando la huella cubana y, poco después, Pérez Prado universalizó el mambo. Por entonces despuntaba Beny Moré, otro gran proyector de nuestra música. En los años 50, Jorrín, el chachachá y las canciones de amor del filin, en forma de boleros, le dieron la vuelta al mundo. O sea que cuando triunfó la Revolución la música cubana ya tenía resonancias incuestionables. Entonces lanzaron el mito de que lo mejor de Cuba se había ido. Pero la verdad fue que la secuencia de nuestra música continuó invitándonos a la creación y una vez más hubo continuidad ―ese fenómeno que a veces es analógico y otras se pelea con la tradición. La gran diferencia con el pasado consistió en que ―gracias a los planes de enseñanza y a la creación de las escuelas de arte―, el traspaso de conocimientos, que antes ocurría por privilegios de clase o por albur, se masificó, se sistematizó y se convirtió en torrente.

¿Entonces pudiera decirse que la nueva realidad favoreció la emergencia de nuevas contribuciones en la música?

Cuba es un país de talento musical congénito, pero hubo un gran salto de excelencia con la proliferación de las escuelas. Aún así algunos medios, prensa y libros del exterior de Cuba, porfiados en no reconocerle logros a la Revolución, tergiversaron ese salto. Ese estigma ha dado lugar a que durante décadas músicos de aquí ―y música hecha aquí― hayan sido segregados de concursos, festivales y otros eventos. En años recientes fue muy obvia la hostilidad, a partir de la manipulación política de eventos internacionales que fueron mudados a la ciudad de Miami. Otro aspecto en que el bloqueo nos ha hecho daño es en el de los derechos autorales. Calculan que en los Estados Unidos hay millones que pertenecen a Cuba, sólo por la Guantanamera de Joseíto Fernández. Tampoco permiten que los músicos cubanos residentes en su propio país reciban honorarios por actuar en los Estados Unidos. La precaria industria musical cubana tiene que hacer malabares para adquirir insumos, gracias al acoso del bloqueo. Pero ya se sabe que esas leyes no nos dejan comprar alimentos ni nada, incluso cuando un huracán nos destroza el país. Lamentablemente, también hay que reconocer que la poca valoración de nuestros progresos a veces la practicamos nosotros mismos. No hace mucho un dirigente latinoamericano me dijo que quería estudiar y poner en práctica en su país la experiencia cubana en enseñanza artística. Me preguntó si teníamos algún manual, algún libro, algún documental, materiales que recogieran esas prácticas y las explicaran. Cuando llegué a Cuba y pregunté, descubrí que eso no existe. Es absurdo que no tengamos registros documentales del beneficio que ha representado para nuestra cultura la enseñanza artística.

Usted cantó El necio en Santiago de Cuba, 1991, en los días del Congreso del Partido, antes de que el país se sumiera en la crisis de esa década. ¿Suscribiría nuevamente aquella declaración de principios? ¿Cree que "la necedad" se ha multiplicado, para bien, entre nosotros?


No es la primera vez que en momentos de crisis (que son a menudo) un periodista me pregunta si mantengo mi postura anterior. Por los días en que escribí El necio también me pasó. Esa canción es de cuando el derrumbe del campo socialista. Muchos habíamos invertido la vida, o buena parte de ella, creyendo y defendiendo que el socialismo es una sociedad más justa y que por lo tanto no debería fracasar. Los que vivíamos aquí confiábamos en que el nuestro era mejor que otros socialismos conocidos, aunque también distaba de ser perfecto. En aquellos días apocalípticos hubo quien entendió que se acababa todo, incluso la Historia. El necio fue como decir: bien, puede que se haya terminado La Historia con mayúsculas, pero esta mía, aunque sea mínima, todavía respira y me da la gana de defenderla. Aún así, ante la debacle del socialismo universal no esperaba que asumiéramos una posición numantina sino una flexibilidad sincera que, a la vez, garantizara nuestros logros sociales. Gracias a lo acontecido posteriormente, hoy por hoy quizá existan varios tipos de "necios". "Necio", a su manera, también pudiera ser el joven que no entiende la pelea histórica de su país, un diferendo que heredó por haber nacido aquí y que desde su perspectiva le ha sido impuesto por la suerte. Ese joven que no asume los puntos de vista de sus padres y abuelos, que dice: esta no es mi bronca y se hace de una balsa y se lanza al mar ―o sencillamente busca la forma de emigrar―, también es una suerte de "necio". Al menos así lo entiendo yo, aunque personalmente, por vivencias y manera de procesar la información, me sienta más cercano al tipo de "necio" que alude la canción. Todo el que se juega la existencia por una forma de pensar es un "necio" ―lo que por supuesto no niega que unas "necedades" parezcan más necesarias que otras, según se mire.


Lic. Rosa Cristina Báez Valdes
"La Polilla Cubana"

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Elisabeth Käsemann secuestrada desaparecida torturada asesinada en Argentina por los militares el profesor Osvaldo Bayer habó en Alemania sobre ella




PARA TOMAR EJEMPLO Y APRENDER
Por Osvaldo Bayer

El martes pasado se recordó en toda Alemania el Día del Holocausto. Fue el aniversario de cuando en 1945 fue liberado de los nazis el campo de concentración de Auschwitz. En una ceremonia profunda, fue el Parlamento alemán, en una sesión especial, el que le puso a esta fecha la emoción impregnada de rabia y de vergüenza de esa realidad tan cruel.

El presidente alemán Köhler habló con un acento que denotaba su búsqueda de las verdaderas expresiones para describir un crimen tan ominoso como el de los campos de concentración nazis, donde fueron asesinados millones de seres humanos, niños, mujeres y hombres, judíos, gitanos, enemigos políticos, homosexuales y personas discapacitadas.

En los palcos había representantes de todas esas víctimas. Pero, además, se hallaban alumnos de colegios secundarios, y universidades, docentes e integrantes de organismos de derechos humanos. Luego del discurso presidencial, ocuparon el centro de la escena cuatro niñas que leyeron trozos de cartas de las víctimas. Y luego un cuarteto musical trajo la música de Bach, que sirvió, tal vez, como búsqueda de consuelo imposible de encontrar. Sirvió para comprobar que los asesinatos no quedan impunes y que siempre hay una luz de esperanza cuando los asesinos son condenados para siempre por la Historia.

Ese mismo día me tocó hablar en la Iglesia Evangélica de Gelsenkirchen, en la cuenca del Ruhr, el núcleo fabril más potente de Alemania. Allí, en esa ciudad, un centro de educación para familias lleva el nombre de Elisabeth Käsemann, la estudiante alemana asesinada por la dictadura militar argentina en 1977.

Elisabeth, luego de terminar sus estudios de sociología en la universidad de Tübingen, quiso hacer sus trabajos prácticos en Latinoamérica. Luego de estar en Perú marchó hacia la Argentina, donde realizó trabajos solidarios en una villa miseria del Gran Buenos Aires.

El 8 de marzo de 1977 fue secuestrada de su domicilio por una patrulla militar y llevada al campo de concentración El Vesubio, donde fue brutalmente torturada, para luego ser asesinada, el 24 de mayo del mismo año. Su padre, Ernst Käsemann, uno de los más brillantes teólogos de Alemania, viajó a la Argentina para recuperar el cuerpo de su hija. Luego de largas negociaciones y mediante el pago de 25.000 dólares, miembros del Ejército Argentino le devolvieron los restos de Elisabeth. El peor delito: además de matar impunemente, hacer negocio con el cuerpo sin vida de la víctima. Ante su tumba, en el cementerio de Tübingen, en aquel 1977, hablé en nombre del exilio argentino.

Y comencé diciendo: "No dejar nunca la última palabra a los verdugos y militares, esto lo escribió Ernst Käsemann sobre su hija Elisabeth. Y por eso estamos aquí, ante su tumba, para no dejar la última palabra a los verdugos y militares argentinos que prosiguen torturando y asesinando en mi tierra, en ese país, que Ernst Käsemann denominó 'fascinante' pero que al mismo tiempo en esa belleza hospeda a un verdadero infierno.

Este hombre de la Palabra y la Fe no quiere que se haga de su hija una figura de mártir. No es nuestra intención, pero sin nuestra influencia, Elisabeth se ha convertido en un símbolo.

En ella se ha corporizado la más hermosa de las palabras, que los pueblos del mundo exclaman en voz bien alta: Solidaridad. Detengámonos aquí y pensemos en la belleza, en la esperanzada poesía de esas sílabas, solidaridad, que con toda fuerza fue pregonada por aquellos seres humanos que con el vocablo pensaron en ayudarse mutuamente, en buscar soluciones comunes a todos, por encima de lenguas y de razas distintas. Elisabeth, como muchos otros seres de lejanos países, ha colaborado para traer una vez más la tradición humanista.

De dar la mano al más débil. De desesperarse ante el dolor de los demás. De la utopía de la justa repartición de los bienes de la tierra. El prójimo. Nuestros semejantes. El compañero. La palabra contra las cámaras de gas, contra el balazo, contra la picana eléctrica, contra la desaparición, contra el robo de niños de las prisioneras".

"Rosa Luxemburgo –proseguí aquella vez– escribía de la prisión: 'Pese a la oscuridad de la celda, de la luz de la muerte que entra por el tragaluz del calabozo, mi corazón late pleno de una incomprensible, desconocida alegría interna como si yo caminara sobre un prado pleno de capullos regado por un triunfante rayo de sol.

Y le sonrío a la vida como si yo supiera un mágico misterio, que castiga a todo lo malo y a las tristes mentiras y las convierte en pura claridad y felicidad'. Es que Rosa sabía que su lucha por los de abajo era la que le daría la razón de ser, de vivir, mientras otros acumulaban cargos o riquezas mediante el poder o la avaricia."

Terminé mis palabras diciéndole a Elisabeth: "Elisabeth, no tengo otra cosa que ofrecerte que mi vergüenza. Pero también tengo un orgullo, angustiado, nacido de puro dolor, pero pleno de energía.

Es el orgullo de poder hablar de nuestras mujeres, de aquellas que como Elisabeth perdieron sus vidas en la misma lucha. Y sé que el mejor homenaje a Elisabeth es nombrar algunas de esas mujeres, hoy desaparecidas y así recordar sus risas, sus sueños, y su fe en un futuro bien claro como las madrugadas de nuestras pampas, amplias, frescas, sin sombras, como el trinar de sus pájaros.

Sí, nombrar a Liliana Isabel, Blanca Haydée, Alicia, Silvia Angélica, María Adelia, María de las Mercedes, Noemí, Raquel, María Victoria..."

Sí, María Victoria, la hija del querido Rodolfo Walsh. Recordaré siempre la alegría de él al nacer su hija: "¡Una hija, una hija...!" me repitió y sus ojos y sus labios rieron.

Y terminé diciendo: "Los vestidos de Rosa llenos de lodo en el fondo del Landwehrkanal en aquel Berlín de 1919, María Victoria Walsh que no se entregó a las bestias, y Elisabeth, Elisabeth Käsemann, la viajera de un lejano país, con su valija llena de utopías. Nuestros verdugos. Militares. No dejarles la última palabra".

El acto del martes pasado, donde repetí aquel discurso, se hizo en la bella iglesia evangélica donde funciona el Centro de Educación Familiar Elisabeth Käsemann. Nada mejor que el nombre de la joven muerta en la Argentina para identificar a un lugar dedicado a las madres y a los niños, es decir, al futuro.

Las consignas de esa institución son estos principios: "Queremos apoyar a los padres para posibilitar un sano desarrollo de sus hijos, para ofrecerles juegos propios de cada edad, para que tengan un movimiento sano, para un trato familiar libre de toda violencia, además de una sana alimentación y la alegría de cocinar para la salud.

Queremos ayudar a los padres para que sientan alegría en la educación de sus hijos, para que puedan cumplir con sus necesidades y para que sepan solucionar todo conflicto familiar".

Una vez más, la ética triunfa finalmente. Los asesinos de Elisabeth, el general Suárez Mason y el teniente coronel Durán Sáenz, han pasado a la historia como miserables asesinos y torturadores.

En cambio, la víctima ha sido homenajeada con este nombre a una institución que mira hacia el futuro, hacia una sociedad de sentimientos y sueños.

Lo mismo ocurrió con Auschwitz. Se recuerda todos los años a sus víctimas y se desprecia con asco a los políticos y a los uniformados que quisieron establecer un régimen basado en el odio y el racismo.

Ojalá que el 24 de marzo, el día en que comenzó la dictadura de la desaparición de personas y del robo de niños, nuestro Congreso nacional y todas las Legislaturas provinciales imiten al Bundestag alemán.

Así como aquí se dedicó el día a rememorar la vergüenza más grande de este pueblo, con sus campos de concentración, sus cámaras de gas y sus seis millones de víctimas, así nuestros cuerpos legislativos deberían seguir este camino, dedicar sus sesiones de ese día a analizar el pérfido sistema de la desaparición de personas y cómo fue posible llegar a esa maldad infinita.

Que hable un representante de cada bloque y luego, escuchar poesías con voz infantil de nuestros poetas desaparecidos y una música dedicada a ellos, una música propia de la tierra que los vio nacer.

Y, además, que una mujer nos hable sobre nuestras mujeres desaparecidas, sobre el dolor de las madres a quienes les quitaron sus hijos en el momento de dar a luz, y de la fuerza de las Madres que salieron a la calle a exigir Vida.

Por supuesto, que en cada colegio secundario se dé una clase especial y en todas las universidades, en el aula magna, se recuerde a los estudiantes y docentes desaparecidos y se haga un análisis de aquel fracaso rotundo y criminal de nuestra sociedad.

Para aprender.

http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-119248-2009-01-31.html

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Lic. Rosa Cristina Báez Valdes
"La Polilla Cubana"

Fidel Castro lúcido reflexiona sobre Emanuel Rahm voluntario civil ejército israelí proyectiles de uranio Chaubloqueo Oriente Medio EEUU Obama Chicago










Reflexiones del compañero Fidel:

RAHM EMANUEL, 2009-02-08


¡Qué apellido tan extraño! Parece español, fácil de pronunciar y no lo es. Nunca en mi vida conocí o leí el nombre de alumno o compatriota entre decenas de miles, que llevara ese nombre.

¿De dónde proviene?, pensé. A mi mente acudía una y otra vez el del más brillante pensador alemán, Inmanuel Kant que junto con Aristóteles y Platón constituían el trío de filósofos que más han influido en el pensamiento humano. No estaba sin duda muy lejos, según supe después, de la filosofía del hombre más cercano al actual presidente de Estados Unidos Barack Obama.

Otra posibilidad reciente me llevaba a reflexionar sobre el extraño apelativo, el libro de Germán Sánchez, el Embajador cubano en la Venezuela bolivariana: "La transparencia de Enmanuel", esta vez sin la I con que se inicia el nombre del filósofo alemán.

Enmanuel es el nombre del niño engendrado y nacido en la tupida selva guerrillera donde cayó prisionera el 23 de febrero de 2002 su dignísima madre Clara Rojas González, candidata a la vicepresidencia de Colombia, junto a Ingrid Betancourt que aspiraba a la presidencia de ese hermano país en las elecciones que tendrían lugar ese mismo año.

Yo había leído con mucho interés el citado libro de Germán Sánchez, nuestro Embajador en la República Bolivariana de Venezuela, que tuvo el privilegio de participar el año 2008 en la liberación de Clara Rojas y Consuelo González, ex diputada de la Asamblea Nacional, por las F.A.R.C., ejército revolucionario de Colombia, que las hizo prisioneras.

Clara había quedado en manos de la guerrilla por solidaridad con Ingrid y la acompañó en su duro cautiverio durante seis años.

El libro de Germán lleva el título de "La transparencia de Enmanuel", casi exactamente el nombre del filósofo alemán. No me extrañó; pensando que la madre era abogada brillante y muy culta, tal vez por ello había puesto ese nombre al niño. Simplemente me llevó a recordar mis años de prisión con aislamiento a que me condujo el intento casi exitoso de tomar la segunda fortaleza militar de Cuba, el 26 de julio de 1953 y ocupar miles de armas con un grupo escogido de 120 combatientes dispuestos a luchar contra la tiranía de Batista impuesta por Estados Unidos a Cuba.

No era desde luego el único objetivo ni la única idea inspiradora, pero lo cierto es que al triunfo de la revolución en nuestra patria el Primero de Enero de 1959 recordaba todavía algunos aforismos del filósofo alemán:

"El sabio puede cambiar de opinión. El necio nunca."

"No trates a los demás como un medio para alcanzar tus objetivos."

"Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre."

Esta gran idea fue uno de los principios proclamados desde los primeros días del triunfo revolucionario, el Primero de Enero de 1959. Obama y su asesor no habían nacido ni habían sido siquiera concebidos. Rahm Emanuel nació en Chicago el 29 de noviembre de 1959, hijo de inmigrante de origen ruso. La madre era una defensora de los derechos civiles, se llama Martha Smulevitz, enviada tres veces a prisión por sus actividades.

Rahm Emanuel se alistó el año 1991 en el Ejército israelí como voluntario civil, durante la primera Guerra del Golfo desatada por Bush padre, con empleo de proyectiles que contenían uranio los cuales fueron causa de enfermedades graves en los propios soldados norteamericanos que participaron en la ofensiva contra la Guardia Republicana iraquí en retirada y en incalculable número de civiles.

Desde aquella guerra los pueblos del Oriente Próximo y Medio consumen cifras fabulosas de armamentos que el complejo militar industrial de Estados Unidos lanza al mercado.

Si los racistas de extrema derecha lograran satisfacer su sed de superioridad étnica y asesinaran a Obama como hicieron con Martin Luther King, gran líder de los derechos humanos, aunque teóricamente posible no parece probable en la actualidad, dada la protección que acompaña al Presidente después de su elección, cada minuto del día y de la noche.

Obama, Emanuel y todos los brillantes políticos y economistas que han reunido, no bastarían para resolver los problemas crecientes de la sociedad capitalista norteamericana.

Aunque Kant, Platón y Aristóteles resucitaran a la vez unidos al fallecido y brillante economista John Kenneth Galbraight, no serían capaces tampoco de resolver las contradicciones antagónicas, cada vez más frecuentes y profundas del sistema. Habrían sido felices en los tiempos de Abraham Lincoln, tan admirado, con razón, por el nuevo Presidente, una época que ha quedado muy atrás.

Todos los demás pueblos tendrán que pagar el colosal despilfarro y garantizar, primero que nada en el planeta, cada vez más contaminado, los puestos de trabajo norteamericanos y las ganancias de las grandes transnacionales de ese país.


Fidel Castro Ruz

Febrero 8 de 200 5 y 16 p.m.
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Lic. Rosa Cristina Báez Valdes
"La Polilla Cubana"

Tango "A cielo partido" (No a las Torres) Marta Pizzo enviado a revista amiga Tangauta Museo Che Guevara Chaubloqueo Toto










Estimada gente de Tangauta:

todo mi agradecimiento por los envíos de las excelentes revistas, son un permanente mejorarse y da gusto repartirlas entre fanáticos y neófitos que no tardarán en hacerlas propias y necesarias.

Les adjunto un tango que afortunadamente me enviaron anteayer y el que quiero compartir con gente sensible, creadora y buena como ustedes.

Un año mucho mejor que el mejor que hayan vivido hasta hoy les deseo

Eladio González toto director
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From: catriel varone
To: unlisted-recipients: ; no To-header on input
Sent: Monday, February 09, 2009 1:08 PM
Subject: Tango por el NO! a las torres


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A cielo Partido (tango) 2008
Letra y Música: Marta Pizzo


A mi ciudad le están prohibiendo todo el cielo
con una fría cachetada de hormigón;
monstruos de hierro se le oxidan en el pecho,
bloques de olvido van clavando su aguijón.

A mi ciudad le están saqueando el arco iris
y ya no queda ni un silencio por robar.
Se van los pájaros, el verde se hace humo,
la urbanidad le muerde un sol por madrugar.


No tengas miedo, hay brazos bien alerta
no es tu destino ser trasto de ocasión.
Somos tu vuelo, aquel tejido de un abuelo,
un poco origen, un poco inmigración.
A vos te tiembla la piel de la memoria
y a mí me sobra coraje y decisión;
los típicos verdugos de tu historia
son sólo torres, vos reina y corazón.

A mi ciudad le están jaqueando los recuerdos.
En cada ochava llora el duende de un buzón,
desorientado esquiva el viento tanta reja,
la plaza estéril dominguea su prisión.

Ay Buenos Aires, si te fraguan tanto muro,
la identidad de tu canción va a sucumbir.
Entre pilares, pavimentos, tabiques y tormentos
mi voz será quien te haga resistir.


www.puertopalabras.blogspot.com


difunden: el 1er. Museo Histórico Suramericano "Ernesto Che Guevara", la Escuela de Solidaridad con Cuba "Chaubloqueo" y el Centro de Registro de Donantes Voluntarios de Células Madre
Irene Perpiñal y Eladio González - directores calle Rojas 129 local (Caballito) Capital -AAC1405-Buenos Aires-República Argentina telefax: 4-903-3285 email: museocheguevara@fibertel.com.ar
http://museocheguevaraargentina.blogspot.com/
colectivos 1 - 2 - 25 - 26 - 32 - 42 - 53 - 55 - 85 - 86 - 103 - 180
doná sangre, doná órganos, doná células madre, sé solidario, SÉ VOS.
¡Salven a los argentinos! "las ballenas"

Nelson Castro por Almirante Rojas Efedrina Maradona Mandela Fidel Pinto y el Comandante invencible Tato Contissa Toto Chaubloqueo Museo Che Guevara













Opinión 9 de febrero de 2009

OPINION

El Almirante Castro
Por Tato Contissa


Perdón a Walter Nelson, a los Almirante Brown (el de Capusotto y el otro), a los Fideles Pintos y Castro, a Castromán, a Mandela. Perdón a todos, en nombre de los que creen que todo es lo mismo y que cualquier cosa es algo.

Nelson Castro es una empresa dependiente del periodismo hegemónico resuelto en el sistema mediático concentrado de la Argentina. En ese sentido es un actor preponderante del sistema que legaliza la dictadura en 1980 con la actual Ley de apropiación mediática conocida como Ley de Radiodifusión.

Cierto es que apareció formalmente en 1994 gracias a la amputación de piernas de Maradona, cuando calificó de médico legista periodístico descargando su insidia contra la efedrina de entonces, el Maradona de entonces y sus aversiones de siempre: lo popular y lo nacional.

Nelson Castro conoce muchos departamentos en el mundo, ya que no el mundo, puesto que el mundo tiene demasiado por conocerse a pesar de la versión que el periodismo de las agencias internacionales sintetiza en los formatos Miami de la CNN. En uno de esos departamentos del mundo lo sorprendió el atentado a las gemelas. ¡Pum para arriba! La empresa empezó a cotizar en el nivel siguiente.

Bien entonces: eso es Nelson Castro. Cuotas módicas de insidia, prejuicios muy estables, inteligencia menos que media, formación de médico, standards de modosidad y afectación elegantes, y un creciente sentido del oportunismo a lo que dé lugar.

Esta semana se propulsó víctima de la censura kirchnerista. Vana es la realidad con ser muy otra, porque la superempresa de la que depende el periodista independiente y que involucra muchos intereses y empresas, tiene el privilegio del grito mediático. Ese grito tapará la cuestión real: el Almirante Castro pretendía 225 mil mensuales en lugar de 140 mil. La empresa libre de la libre empresa no gustó del número independiente del libérrimo periodista.

Es que para un ético de la talla de este Nelson, un 62 por ciento de diferencia es un asunto de la moral.

Poco vale el hombre que tiene que más tener para ser mejor en el mundo.

Y no hay "na má" diría el gitano.

Ni censura, ni gobierno intolerante a la palabra adversa, ni semáforos rojos para los antirrojos de la SIP, ARPA, ADEPA y todas las organizaciones de la dictadura mediática planetaria.

Nunca se escuchó a Castro hacer crítica a la falta de política ferroviaria del gobierno K. A mí sí y a varios ni hablar.

Nunca se escuchó ni se leyó a Nelson fustigar a las áreas de acción social del gobierno para que aceleren con el auxilio, porque hay gente que no tiene desesperación agraria sino real. A mí sí y a varios ni qué decir.

Jamás se le adivinó al Almirante un gesto de disgusto ante las demoras y dilaciones en materia de política energética. A mí sí y a muchos otros: válgame Dios.

Con todas estas ausencias de decir y de gritar, resulta el hombre, por los favores del sistema del que depende siendo independiente, un periodista opositor. Sí señor, opositor y víctima, razón de dolor y de protesta de las escandalizadas clases medias.

Qué cagada ser oficialista, no tener moral de porcentaje, superar la medianía intelectual y tener esa férula mierdosa de la honestidad guiándote los actos como mirada de padre.

Uno sería idiota feliz en un país de infelices, un amoral creído de moralista, un Almirante Rojas pero de apellido Castro.

Palestina Herman Schiller Israel Argentina El Caudillo Triple A Felipe Romero montoneros judíos torturados Gaza Chaubloqueo Museo Che Guevara Haifa















SU MENCION A NUESTROS COMPAÑEROS ME HIZO ACORDAR CUANDO FUI SECUESTRADA Y OIA LO QUE LE DECIAN A GUSTAVO PETETE: "JUDIO DE MIERDA ,TE VAMOS MATAR, SOLO POR SER JUDIO"
EL ES PARTE DE LA LISTA DE LOS 30000 DESAPARECIDOS



El Israel de las manifestaciones por la paz. Herman Schiller


Organizaciones de derechos humanos y la izquierda realizaron cientos de actos contra la operación en Gaza.

Unos veinte grupos pacifistas, entre ellos Coalición de Mujeres por la Paz, Anarquistas contra el Muro y el Centro de Información Alternativa, son parte de una resistencia al accionar bélico de los gobernantes.

Por Herman Schiller

Judíos ortodoxos antisionistas marcharon en Jerusalén contra la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza. Hace pocos días se había anunciado que iba a hablar en la Universidad de Tel Aviv el ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, artífice de la masacre de Gaza.

Rápidamente los estudiantes se movilizaron llenando las paredes de esa casa de estudios con pintadas que decían "Barak rotzeaj" (Barak asesino). Y el ministro, "por precaución", ante la evidencia de que podrían producirse confrontaciones, decidió suspender la conferencia.


Judíos ortodoxos antisionistas marcharon en Jerusalén contra la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza.Este es uno de los tantos episodios que desde el 27 de diciembre han revelado la resistencia que, en condiciones nada fáciles –y en un clima político, social y comunicativo adverso– se ha extendido en Israel.

Los organismos de derechos humanos israelíes han protestado por el silencio que los medios centrales han guardado al negarse a informar a la población sobre las numerosas manifestaciones que a diario y a lo largo y a lo ancho del país se produjeron contra la escalada bélica.

Una de las más numerosas, encabezada por el legendario Uri Avneri (líder de Gush Shalom, Bloque de la Paz, y autor del libro Israel sin sionistas), superó las diez mil personas en Tel Aviv y sólo mereció 27 palabras (dentro de una nota muy larga) del matutino Haaretz, que suele ufanarse de su "pluralismo".

Esa movilización, que recorrió la zona céntrica de la populosa urbe (desde la plaza donde asesinaron a Yitzhak Rabin hasta la Cinemateca, ocupando todos los carriles de la ancha avenida Ibn Gabirol), fue promovida también por otras 20 organizaciones pacifistas, incluidos la Coalición de Mujeres por la Paz, Anarquistas contra el Muro y el Centro de Información Alternativa.

La pancarta gigante de Gush Shalom decía en hebreo, árabe e inglés "¡Stop asesinatos!", "¡Stop al cerco!", "¡Stop a la ocupación!".

Entre las consignas coreadas por la densa columna se encontraban las siguientes: "Uno no construye una campaña electoral sobre cadáveres de niños", "Judíos y árabes no queremos ser enemigos", "Olmert, Livni y Barak, la guerra no es un juego", "Todos los ministros del gobierno son criminales de guerra", "Basta, basta, hablen con Hamas" y "Barak, Barak, no te preocupes, nos encontraremos en La Haya" (en alusión a la denuncia internacional que los organismos de derechos humanos israelíes formularon contra su gobierno).

También proliferaron los carteles, algunos parafraseando los lemas electorales de Barak: "Barak no es un amigo, sino un asesino" (el lema original de campaña dice "Barak no es un amigo, es un líder").

Y, también: "Los seis escaños de la Knesset, escaños de la guerra", en referencia a las encuestas que muestran que desde el comienzo de la masacre el laborismo ganó seis escaños.

La ultraderecha hostilizó la movilización durante todo el trayecto y al llegar a la Cinemateca, donde estaban previstos los discursos, la policía se alejó y la patota comenzó sus agresiones con palos y armas de fuego. Hubo corridas, los provocadores se hicieron dueños de la situación y la oratoria debió ser suspendida.

Los militantes de Gush Shalom me enviaron el texto del discurso que debió pronunciar Avneri. "Acuso a Ehud Barak de aprovechar a los soldados del ejército para obtener más escaños –decía, entre otras cosas–; acuso a Tzipi Livni de abogar por la matanza para llegar a ser primera ministra; acuso a Ehud Olmert de intentar tapar la putrefacción y la corrupción de su gobierno con esta desastrosa guerra" (..)

Las críticas que en todo el mundo suscitaron las acciones del ejército israelí en Gaza dieron lugar a réplicas desde el judaísmo oficial: "Ustedes no tienen en cuenta los misiles de Hamas que caen sobre la población civil del sur de Israel".

Esta argumentación fue respondida por un importante referente del pacifismo israelí en la propia Beer Sheva, una de las ciudades afectadas por los misiles palestinos. Se trata del profesor Nevé Gordon, director del Departamento de Política y Gobierno de la Universidad Ben Gurión, que declaró a la periodista Amy Goodman en un reportaje: "Recién, hace menos de una hora, cayó un cohete a pocos metros de mi casa. Mis dos hijos duermen desde hace una semana en un refugio antibombas. Y aun así, creo que lo que está haciendo Israel es una atrocidad".

Gordon es uno de los tantos profesores e intelectuales israelíes que nadaron contra la corriente y concurrieron a las masivas demostraciones llevadas a cabo en Tel Aviv.

En esa misma ciudad de Beer Sheva, un nutrido grupo de judíos y árabes desafió la prohibición de concentrarse durante la guerra y realizó una protesta silenciosa. No vocearon consignas y se limitaron a portar carteles con las leyendas "Queremos diálogo, no violencia" y "Judíos y árabes se niegan a ser carne de cañón".

El grupo me envió el texto de la convocatoria firmada por los judíos Daniela Yudelevich, doctora Merav Moshé y Bela Alexandrov y los árabes Sultan Abu Abied, Anuar Hajoj y Fadi Masmara. El desafío fue reprimido y se produjeron varias detenciones, entre ellas la de Lea Shakdiel, una judía religiosa ortodoxa perteneciente al grupo Ierujam. El semanario en castellano Aurora, que aparece en Tel Aviv y ha mostrado una absoluta incondicionalidad con la guerra desatada por su gobierno, tituló así una de sus últimas ediciones: "Tolerancia cero contra manifestantes".

Y esa misma publicación informó que en Beit Hanina, seis kilómetros al norte de Jerusalén, la policía detuvo a todos aquellos que intentaron levantar una carpa de la dignidad (al estilo argentino) "en honor de los muertos en Gaza".

Estos son apenas algunos ejemplos emblemáticos. La lista completa es absolutamente mayor. Le di prioridad a la digna tarea que realizan los organismos israelíes de derechos humanos, pero también ha sido muy gravitante la acción de la izquierda, que realizó centenares de actos y movilizaciones.

En Haifa, la ciudad portuaria donde abundan las parejas mixtas y sigue vigente el chiste (¿chiste?) de que la paz entre judíos y palestinos sólo se logrará en la cama, los actos fueron numerosos. Los dos más importantes tuvieron lugar en el barrio de Wadi Nisnas y en el Monte Carmelo.

De los últimos días, quiero destacar la marcha de Tel Aviv a Jaffa (Iafo) que congregó a unas 10.000 personas. Y en esta última ciudad, pletórica de galerías de arte y teatros independientes alternativos, se espera una concurrencia multitudinaria para el próximo sábado a la noche, jornada tradicional de las grandes concentraciones en Israel.

Además los Médicos Israelíes por los Derechos Humanos están culminando su campaña de recolección de medicinas y alimentos para ser enviados a Gaza.

En cuanto a las elecciones, la izquierda en las últimas horas ha volcado buena parte de sus esfuerzos a denunciar la campaña racista y fascista de Ivette Lieberman, un miembro de la mafia rusa que llegó a Israel después de la desintegración de la URSS y que viene obteniendo buenos resultados en los últimos comicios liderando un partido que se llama Israel Beteinu (Israel, nuestra casa).

En el campo de los judíos en el mundo, hay numerosas expresiones dignas de destacar, pero por razones de espacio me limito a citar dos: el comunicado de Apemia (Asociación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA), que aquí en Buenos Aires repudió la masacre de Gaza, y sobre todo, el manifiesto emitido por decenas de intelectuales y docentes universitarios judíos de Gran Bretaña, que en sus párrafos esenciales señala: "El verdadero motivo del ataque a Gaza es que Israel sólo desea tratar con los colaboracionistas.

El principal crimen de Hamas no es el terrorismo, sino su negativa a convertirse en un pelele en manos del régimen de ocupación (..). Los abajo firmantes somos todos de origen judío. Cuando vemos los muertos y los ensangrentados cuerpos de niños pequeños, los cortes de agua, de electricidad y de comida, recordamos el asedio del ghetto de Varsovia".

Gerardo Liebner, historiador de origen uruguayo que reside en Tel Aviv, fue entrevistado largamente y vía telefónica por La colectiva, un programa radial que se emite en Montevideo. Sobre el final, Liebner señaló: "Repudiar la política del actual gobierno israelí no es ser antisemita, sino algo legítimo y una forma de apoyar de verdad al futuro democrático de la sociedad israelí".

Justamente, la banalización y superficialidad con que el judaísmo oficial acusa de antisemita a cualquiera que se atreva a confrontar con la política oficial israelí se entremezcla hoy, sobre todo en Buenos Aires, con algunos impresentables que se han colado en el rechazo a la masacre de Gaza y parecen más cerca de la policía, de la burguesía árabe menemista de Goebbels o del Medioevo, que de la revolución socialista.

Este tema, que ahonda aún más la confusión en la sociedad, y la demonización absoluta y total que realiza algún segmento de izquierda, omitiendo las contradicciones y la profundidad de la lucha de clases en el campo israelí y judío, son por ahora rubros secundarios que no deben opacar la monstruosidad de la masacre de Gaza. Pero son temas que existen y en etapas inmediatas deberían formar parte de la agenda de debates sin preconceptos.

Mi posición es conocida: estoy a favor de la creación del Estado palestino al lado de Israel y no en lugar de Israel. Y estoy por la in-teracción de las fuerzas revolucionarias y socialistas palestinas e israelíes.

Tal como se ratificó hace pocos días en una reunión que mantuvieron delegados del Partido del Pueblo (PC palestino), del Partido Comunista Israelí y del Frente Democrático por la Liberación de Palestina que preside un viejo luchador como Hawatmeh.

Esta posición –soy un revolucionario pero no puedo dejar de admitirlo—- suele generarme sólo angustia y sentimiento de soledad. Muchos judíos me han declarado "traidor" y no pocos compañeros de izquierda me recriminan que ésta es una posición "funcional a los intereses sionistas".

Repudio una y otra vez la masacre de Gaza. Pero no voy a marchar con quienes esgrimen los mismos argumentos ("judaísmo internacional", "sinarquía", "ratas", "apátridas") que utilizaba Felipe Romero en la revista El Caudillo (órgano de la Triple A) y que muy poco tiempo después usaron los militares de la dictadura cuando torturaban a los muchos judíos que pertenecían a ERP, Montoneros y demás organizaciones combatientes.

Paz y amistad entre Palestina e Israel. Paz con justicia, por supuesto; no la paz de los sepulcros, ni la paz impuesta por los ocupantes, ni la paz que le convenga al imperialismo.

Paz con justicia entre Palestina e Israel. Por el momento sólo parece una consigna voluntarista y utópica. Pero cada día somos más.


Carmen Mercedes Baez

Vuelo La Habana Madrid turistas españoles destilan veneno hasta que alguien los puso en caja, tiempo y lugar Chaubloqueo Jorge López Ave












Por Jorge López Ave
Le dedico esta narración de hechos a mi amigo habanero Carlos Tena.


Una cadena de tópicos, de expresiones de manual anticomunista básico y de falta de respeto, se dio hace unos días en un vuelo que salió de La Habana con destino Madrid.

Todo comenzó en la fila de facturación de equipajes del aeropuerto José Martí, donde se escuchó, con acento castellano y casi en un grito, la frase, "vámonos ya de este país de mierda". La provocación había comenzado.

"Dentro del avión, la mayoría, compuesta por turistas con sombrero de paja y subidos de tono por el ron habanero, dio la razón al dueño del exabrupto anticomunista, y así se fueron sucediendo frases, desde varios asientos, como que Cuba estaba hecha un gran basural, que no había donde comprar nada (se ve que buscaron algo así como El Corte Inglés y no lo encontraron), que las casas se están cayendo, que los coches son una mierda, que las carreteras son infumables, que hables con quien hables todos se quieren ir del país, que intentan sacarte dinero con todas las estratagemas posibles, que no tienen libertad, que no hay partidos políticos ni democracia, que los jóvenes sueñan con comprar cosas que no tienen, que faltan algunos alimentos, que las mujeres quieren casarse con un extranjero para que las saque del país, que los que viven algo mejor son los que tienen familiares en EE.UU. o Europa y mandan dinero, que hay una casta de funcionarios comunistas que controlan todo y se llevan los privilegios, que abundan las jinetereas, que la gente no trabaja porque ganan la ridícula cantidad de 20 euros al mes... .

Al festín se fueron sumando incluso algunos cubanos que residían en Europa, y que aportaron detalles y anécdotas que aspiraban a ser divertidas. Y así, durante un buen rato. Pocas voces dieron la réplica de un modo convincente y la victoria parecía contundente, pero… de la fila 16, ya con el avión abandonando La Habana, se levantó un hombre de unos sesenta años y dijo con voz serena y contundente:

"Buenas noches. He escuchado con atención lo que algunos de ustedes han dicho de lo que, al parecer, acaban de ver en Cuba, y sólo pido diez minutos a la tripulación del vuelo para responder. No se si esa mirada que dicen es producto de lo que traen aprendido desde España o realmente de lo que vieron, de cualquier modo, quiero añadir algunas cosas que, quizás por la premura de tiempo en sus vacaciones caribeñas, no pudieron ver y que pocos le pueden contar.

Les digo que viajo con mi hija, aquí a mi lado que padece de cáncer, en Madrid me dijeron que no estaría demás que en Cuba nos dieran una segunda opinión sobre su enfermedad, porque la medicina es de una gran calidad, tanto, que en vez de exportar armas como hacen algunas potencias capitalistas, incluso España le vende armas a Israel, ¿lo sabían?, Cuba prepara a miles de médicos de familias pobres de todas partes del mundo, incluso de EE.UU. y España, ¿quién lo diría, verdad?, y luego se dedican a curar enfermos en lugares inhospitos de América latina, África y Asia.

Es una pena que no hayan podido ver con el cariño y la entrega con que trabajan en los hospitales. Dudo también que conozcan la "Operación Milagro", por la cual, miles, cientos de miles de personas pobres de América latina recuperan la vista de un modo gratuito, ni el programa "Yo sí puedo" por el que cientos de miles de personas han salido del analfabetismo, incluso en España, quién lo diría verdad.

He escuchado con atención a todos ustedes y en más de media hora no han citado la palabra bloqueo, que sino saben les digo, que es un embargo que padece Cuba por parte de EE.UU y que condiciona, y de qué manera, las relaciones con el resto de los países del mundo, bloqueo (quédense con la palabra, por favor, no la olviden) que ha sido condenado en la ONU en decenas de ocasiones.

Me pregunto cuánto tiempo hubiera soportado el país al que nos dirigimos una situación similar, un día, una semana, desde luego no cincuenta años, para eso hace falta estar dotado de otro tipo de valores.

Valores que no tienen que ver con el consumo de productos que niños tailandeses o laosianos hacen por un céntimo, para que nosotros, ciudadanos del primer mundo, podamos sentirnos felices de poder comprarlos por precios asequibles.

Porque a los que aquí hablaron se les olvidó un detalle, para mantener el consumo que hay en Europa o EE.UU es necesario extorsionar y explotar al tercer mundo, sino las cuentas no salen, no olviden este detalle, por favor.

Es cierto, los cubanos ganan poco, pero no lo es menos que tienen casi todo gratis, incluso la comida es, para ellos, barata, la salud y la educación gratuita, por la luz y el agua pagan céntimos, cuando pagan algo, y por si fuera poco, le dan un trabajo y una casa para vivir, que no serán palacios imperiales pero no me negarán que el yugo de la hipoteca o el alquiler condiciona la vida entera de buena parte de ustedes y angustia a muchos de sus hijos.

Dicen que en Cuba hay jineteras y eso es una tragedia, su aparición, desde hace unos años, es un fracaso de esta sociedad que pelea por ser diferente, así lo reconocen ellos mismos, pero, no se ofendan, pero ¿por qué no combaten con el mismo entusiasmo la prostitución en España, ¿saben ustedes que ostentamos el récord de prostitución en toda Europa? y sobre todo, cuántos de ustedes ha venido sólo y exclusivamente a aprovecharse de esta dura realidad que padece Cuba y que ahora critica.

Algunos de ustedes dicen que encontraron cubanos cuyo único deseo es emigrar, eso sí, siempre a EE.UU o a Europa, no hay un solo cubano que desee irse a Honduras, a Haití, a Guatemala, a Nicaragua a comenzar una nueva vida como obrero… es decir, no cambian su realidad por ningún país latinoamericano, sus referentes son Europa y EE.UU, sólo esos países, que por cierto, son muy pocos en el contexto mundial, viven mejor que Cuba, ese quizás sea uno de los mayores logros de la revolución, aunque ustedes no lo entiendan nunca.

No los voy a aburrir más diciendo que Cuba es un país económicamente pobre, apenas tiene azúcar, níquel y turismo pero le exigimos como si fuera un país rico y poderoso, como si estuviera ubicado entre Noruega y Dinamarca.

Ni siquiera si aprovecharon la posibilidad de comprar libros actuales por céntimos de euro. Sobre la democracia y la libertad, y todas esas palabras prostituidas por el capitalismo, no voy a dar mi opinión porque no quiero que me detengan al llegar a Madrid, en este momento de mi vida que le hago tanta falta a mi hija.

Tampoco pretendo que pierdan más el tiempo con mis palabras, sólo recordarles las virtudes de un pueblo mil veces heroico, que ha parido deportistas, científicos y artistas de primer nivel, y que en este momento ejemplifican cinco revolucionarios detenidos arbitrariamente en EE.UU. no se si conocen el caso.

No se tampoco que valoración de todo esto harán si la crisis del capitalismo se acentúa y comienzan a tener serias dificultades en su vida personal. Simplemente me quedo con lo que dicen en Cuba los niños en el colegio, "seremos como el Che", es un deseo, una utopía, un sueño, pero un argumento para caminar buscando una sociedad mejor.

En otros sitios se dijo en su día "seremos como Franco" y aquí, en este avión, está el resultado.

Se hizo silencio, desde la cabina se apagaron las luces".

Tomado de http://bloguerosrevolucion.ning.com/profiles/blogs/un-vuelo-desde-cuba-con

--
Lic. Rosa Cristina Báez Valdes
"La Polilla Cubana"

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"Ojalá que el destino de nuestros pueblos sea un solo destino. ¡¿Hasta cuándo vamos a estar en el letargo, hasta cuándo divididos, víctimas de intereses poderosos??!!".
Fidel Castro, Venezuela, enero de 1959

Preparado vacunal Heberprovac para tratamiento adenocarcinoma prostático avanzado Cuba Camagüey Holguín Zaimar Rodríguez Jefa Red Provincial Ensayos


En Holguín validarán preparado vacunal anticancerígeno

ALEXIS ROJAS AGUILERA

Un ensayo clínico comenzará este trimestre en el hospital Vladimir Ilich Lenin de Holguín, para validar la eficacia de un preparado vacunal contra un tipo de cáncer de próstata.

Se trata de la segunda fase del aplicado al candidato vacunal Heberprovac para el tratamiento del adenocarcinoma prostático avanzado, informó la doctora Zaimar Rodríguez, jefa de la Red Provincial de Ensayos.

Este preparado cumplió con éxito la primera etapa de estudio en seres humanos, en la provincia de Camagüey, donde fue creado.

De acuerdo con las prácticas clínicas internacionales, el agente terapéutico, formulado por investigadores del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Camagüey, será aplicado en este segundo momento a pacientes con cáncer de uno a tres grados.

La vacuna logró el aval del Centro Estatal para el Control de Calidad de los Medicamentos de Cuba, sin señalamientos en el 2008, y es representada en la validación holguinera por la doctora María Dolores Castro, del CIGB.

Si quieres conocer la pagina web de la Universidad virtual de salud cubana entra a: www uvirtual.sld.cu y pinchar cursos si resulta de tu interés…


difunden: el 1er. Museo Histórico Suramericano "Ernesto Che Guevara", la Escuela de Solidaridad con Cuba "Chaubloqueo" y el Centro de Registro de Donantes Voluntarios de Células Madre
Irene Perpiñal y Eladio González - directores calle Rojas 129 local (Caballito) Capital -AAC1405-Buenos Aires-República Argentina telefax: 4-903-3285 email: museocheguevara@fibertel.com.ar
http://museocheguevaraargentina.blogspot.com/
colectivos 1 - 2 - 25 - 26 - 32 - 42 - 53 - 55 - 85 - 86 - 103 - 180
doná sangre, doná órganos, doná células madre, sé solidario, SÉ VOS.
¡Salven a los argentinos! "las ballenas"

Niña Mariana apropiada es buscada por su hermana Laura Cena La Spina nacida en comisaria Buenos Aires Argentina Chaubloqueo Toto Museo Che Guevara













Hermana busca su hermana nacida entre el 15 y el 20 de noviembre de 1976 en La Plata.

Acá fotos de aquellla época de quienes son sus padres y actualmente de su hermana.

Reenvialo. Es la única forma de que alguien se detenga para ver una cara


Por favor reenviá este e-mail para que Laura pueda encontrarse con su hermana. Ayudanos a buscar a Mariana! gracias!


Querida Hermana:

Soy Laura, hija de Nora Susana La Spina y Jorge Néstor Cena.


Nuestros padres fueron secuestrados por la dictadura militar entre
el 15 y 20 de Noviembre de 1976 en La Plata, en calle 34 entre 13 y 14.


Mamá estaba embarazada de vos y esa misma noche naciste en una comisaría.

Tres días pasaste con ella, mamá te puso el nombre de Mariana, que es tu verdadero nombre.


Luego te llevaron y nunca más supimos nada de tu paradero.

Nuestros padres están desaparecidos. Yo te busco desde hace años,
sos mi única hermana y mi deseo es que estemos juntas.

Quiero que sepas que tenés una familia que te espera y te ama,
ya pesar de que nunca te vimos sabemos que estás viva.

Ojalá que si alguien sabe algo de vos nos ayude a encontrarte.

Si hay algún dato,por mínimo que sea, por favor escribir a

lauraymarianajuntas@yahoo.com.ar

Muchas gracias.::MENSAJE DE REDH : :Hace unos años enviamos un mensaje muy similar a este, donde Clara Petrakos busca a su hermana Victoria.

Ese mensaje aún continúa rodando por Internet, como aún continúa la búsqueda de Clara. Hoy es la misma Clara quien nos hace llegar la búsqueda de Laura.

Creo que no tiene sentido cambiar el texto con que acompañé la búsqueda de Victoria,por tanto esta nueva búsqueda se abre camino de la misma manera.

Pronto esperamos tener novedades tanto de Victoria como de Mariana, y de todas y todos a quienes buscamos:

Se solicita máxima difusión para este pedido.REDH ha distribuidoel mensaje a una nómina de 26.085 direcciones suscriptas a su lista. Se espera que gran parte de uds.. tome la campaña de búsqueda como propia y reenvíe el pedido a su grupo de contactos (como siempre en copia oculta a fin de no favorecer cadenas que terminan siendo bases de datos para campañas de-marketing).

Cada uno de uds. puede sumarse a la campaña de la manera en que consideren sea más propicia: reenviándola, imprimiendo volantes, difundiéndola en medios a los que
pertenezcan.

No importa el país o región adonde se envíe el llamado de Clara, no existen datos que restrinjan la búsqueda a Argentina. Cualquier orientación que tome
esta búsqueda puede resultar definitoria, esperemos que así sea.

Un Gran abrazo, Carlos D. PEREZ
Coordinador General de REDH
(Red Solidaria por los Derechos Humanos) http://www.redh.org

Graciela Scheines presenta Cuba Rebelde el extraño libro Arq. Rodolfo Livingston Revista Casa de las Américas Marzo año 2000 Chaubloqueo Toto Irene


Revista cubana “Casa de las Américas” nº 218, mes de Marzo de 2000. página l33 a 136.

Graciela Scheines

CUBA ES REBELDE Y SUEÑA *

Me alegró mucho que Rodolfo me pidiera que presentara su último libro. Somos amigos desde hace nueve años y nuestra amistad empezó gracias a Cuba. Yo había ganado el Premio Extraordinario Nuestra América, convocado por la Casa de las Américas, y estaba eufórica, pobrísima, con tres hijos a mi cargo.

El era mi vecino (vivía a la vuelta de casa). A partir de entonces nos veíamos casi diariamente. Conversamos montañas de palabras, sobre Cuba, la Argentina, los hijos, la vida. En la primera página de su libro me escribió: “A G.S., que tanto me estimula el cerebro y el alma.”

Nos estimulamos mutuamente. Nos ayudamos mucho. Por eso estas palabras son, además de la presentación a su libro Cuba Rebelde. El Sueño continúa, el homenaje al amigo, ya que estamos en la Casa de la Amistad Argentino – Cubana.
Le escuché a Borges en una conferencia que la amistad es el sentimiento más perfecto, más puro.

Decía que el amor está contaminado por celos, recelos, desconfianzas. La amistad no. Uno puede dejar de ver a su amigo durante años, decía y cuando se reencuentra con él es todo tan intenso y pleno como si lo hubiera visto el día anterior. No creo que la amistad sea un sentimiento superior al amor. El amor a un compañero ó una compañera es lo máximo. Pero la amistad también.
La nuestra fue muy importante en esos años de mi separación reciente, la lucha por la vida, mi alegría.

Creamos una especie de condominio. Mi casa era la prolongación de la suya, y al revés. Cuando Rodolfo invitaba a más de dos personas, como su departamento de Paseo Colón era diminuto (en un ambiente chiquito funcionaban el dormitorio, la cocina, el comedor, el estudio y el garaje de la bicicleta; había otro cuartito, con vista al río, pero se usaba sólo para ver las puestas de sol), la cena se hacía en mi casa, que es mucho más grande. Todo de acuerdo con un reglamento rigurosísimo (¡Rodolfo y su amor por el método!). Yo tenía derecho a invitar a dos personas.

Él me daba el dinero para comprar la carne, las papas, etcétera; y yo cocinaba (me gusta hacerlo), además de aportar lo que él llama “vajilla de casamiento” y los manteles bordados. La organización era perfecta. Mis hijas aprendieron a trabajar en su estudio. Estaban en la secundaria y él, para ayudarnos económicamente, las empleaba en forma alternada para trabajos de cafetería, ordenarle los ficheros y cosas así.

Cuando una de mis chicas tenía un examen, la reemplazaba la otra. Rodolfo inventó un sistema de relevos que se llevaban a cabo en una sencilla pero emotiva ceremonia. Se firmaba un acta, se hacía el traspaso de mando y se cantaban algunas estrofas del Himno Nacional. Él me lo contaba después y nos matábamos de risa. Pero mis hijas lo tomaban con total seriedad. Creían de verdad que así se hacía en cualquier oficina pública. Este es mi amigo, mi admirado amigo.

El libro

Cuba Rebelde. Lo leí por fragmentos en las páginas que Rodolfo me mandaba por fax mientras las iba escribiendo. Después, en el prolijo volumen anillado escrito en computadora y finalmente en el libro publicado. Cuento una anécdota: Cuando Rodolfo me entregó la versión en computadora, mi marido Alberto Laiseca,la empezó a hojear y quedó fascinado. Hasta que no terminó, no pudo dejar la lectura.

Ése es el secreto de un buen ensayo: que se lea con la pasión con que se leería una novela de aventuras y a la vez que lo deje a uno pensando. Es que Cuba Rebelde es un libro excepcional porque no encaja dentro de los habituales trabajos sobre Cuba.

En la última década el tema Cuba inspiró libros apocalípticos (anunciando la inminente caída), por un lado e infinidad de muestras fotográficas que fijaban a Cuba en una sucesión de escenas sueltas, muy coloridas y muy artísticamente enfocadas, por el otro. Los libros apocalípticos (publicados inmediatamente después del derrumbe de la Unión Soviética) se escribieron de acuerdo con una seudociencia que estuvo de moda por los años 70: la prospectiva.

Consiste en aplicar la progresión geométrica. Ejemplo burdo: si en 1989 en la Argentina había un auto cada tres habitantes; y en 1994 un auto cada seis, la prospectiva deducía que, en 1999, habría un auto cada doce personas. Se predecía el futuro como si la historia fuera una cinta transportadora de embotellar cerveza. Otro error es creer que la Isla está expresada en una muestra fotográfica.

Como si la realidad cubana fuera un conjunto de imágenes fijas. No hay país que cambie tan aceleradamente como Cuba en los últimos años.

“Los cambios de Cuba son tan rápidos”, escribe Rodolfo, “que las reformas a la ley corren detrás de los hechos, y también detrás de la ética”. Las leyes se van inventado sobre la marcha para adaptarlas a la realidad. Si algo se puede decir de la Cuba de los 90 es E pur si mueve, la frase de Galileo Galilei.

Y ese movimiento, esa transformación diaria de la Cuba del Período Especial (el peor año fue 1993) está expresada en el texto y en las fotografías del libro de Rodolfo.
Cuba es una isla. Las islas tienen una honrosa tradición utópica. Las Islas Felices de Hesíodo buscadas por Colón, la isla Utopía de Tomás Moro. Nueva Atlántida de Bacon, en el océano Pacífico, cerca de la costa del Perú.

Que la utopía social se ubique tradicionalmente en una isla tiene que ver con lo circunscrito, lo cerrado en sí mismo, lo no contaminado por el mundo exterior. Cuba es una isla que figura en los mapas. Pero también es una isla metafóricamente hablando.

No tiene nada que ver con los demás países caribeños, “miamizados”, con una población miserable que se muere de hambre y carencias gravísimas en educación, sanidad, justicia. Cuba no entra en el llamado “concierto de las naciones latinoamericanas”. Y están los viajes de ida y vuelta como fórmula para la felicidad.

Un personaje de Bioy Casares (Gusmán, en el cuento “El atajo”) dice que su auto le brindaba la clave de la felicidad: irse para poder volver. Rodolfo tiene el privilegio de vivir entre la Isla y Argentina. Su vida son viajes de ida y vuelta.

Trabaja en Cuba en el programa del arquitecto para la comunidad, tarea que le obliga a estancias prolongadas allí. Esas permanencias, alternadas con su trabajo y su vida en la Argentina, le dan una visión agudísima, una comprensión profunda de Cuba. Además está el amor. “Cada libro mío sobre Cuba es producto del amor”. “Fui feliz allí, en medio de ellos muchas veces. Allí volví a sentir que los amo tanto como ellos se aman bajo la superficie discreta del agua”.

La frase “El amor es ciego” es lo más falso que hay. Los ojos del amor ven mucho más, no se les escapa nada, por insignificante que sea, de la persona amada. Por eso Rodolfo no canta loas a Cuba. Denuncia los males cubanos, ejerce una crítica desde el amor (que es decir, desde adentro).

Y, sobre todo, muestra la falacia escondida en cada uno de los argumentos que critican la realidad cubana desde distintos frentes: los izquierdistas desilusionados, los turistas clase media argentina, los “defensores de la democracia”, etcétera. El libro se centra en el Período Especial con todas las carencias, apagones, amenazas, cambios y medidas de emergencia hechas al tanteo, por prueba y error, sobre la marcha.

Rescata la capacidad creadora de los cubanos para solucionar problemas. Cómo en medio de la escasez más absoluta, se echa mano a desechos, a chatarra para resolver. Los ejemplos son maravillosos; se usan carrocerías de guaguas (colectivos) abandonadas que se montan sobre ruedas de ferrocarril y funcionan como vagones de tren. Las cintas de freno se reemplazan con pedazos de cámaras rotas. El motor de un tractor se repara adaptando piezas de lavarropas. Rodolfo vió funcionar un televisor con gasolina: tomaba la energía de un motorcito auxiliar sacado de una moto.

Cuadernos de escuela se hacen borrando las letras escritas de cuadernos usados y retazos de papel. El famoso “camello” es un ómnibus montado sobre un camión plancha de varios ejes.

Un posmodernismo romántico

De los ejemplos enumerados por Rodolfo deduzco que es lícito definir a la Cuba de los 90 como la cultura del fragmento. Su quehacer consiste en aprovechar pedazos de sistemas perimidos, obsoletos y adaptarlos a otros sistemas para ponerlos a funcionar. También el posmodernismo, tal como se lo entiende en el resto del mundo, es la cultura del fragmento; un juego desacralizado con chatarra. Pero hay diferencias sustanciales entre uno y otro.

Cuba ejerce una especie de modernismo romántico y práctico al mismo tiempo. En vez de banalizar y desvalorizar es igual, nada es mejor”, dice Discépolo en su tango Cambalache, anticipándose unas cuantas décadas al posmodernismo contemporáneo), cada pedacito viejo y roto desprendido de un sistema es resignificado dentro de otro sistema. Todo fragmento sirve para armar nuevos rompecabezas.

El posmodernismo romántico cubano no pierde de vista el ideal (el todo funcionando) y busca o inventa la pieza que falta. El posmodernismo nihilista es un dedo extendido señalando el hueco, el vacío. Dentro de este esquema entra esa mezcla que escandaliza a tanta gente: el capitalismo ensamblado al socialismo. Es que los cubanos – por ese proceso de posmodernismo práctico y romántico – inventan una nueva síntesis entre capitalismo y socialismo.

Ciertos aspectos del capitalismo (fragmentos) son revalorizados, resignificados dentro del sistema socialista cubano. Y funciona.
Pienso que esto tiene que ver con otro fenómeno importante y que marca la diferencia entre Argentina (por ejemplo) y Cuba. Argentina es un país centrífugo, Cuba es un país centrípeto.

Lo explico. El sentimiento que uno experimenta cuando va a Cuba a trabajar (o simplemente cuando uno participa ocasionalmente de la vida de los cubanos – como le pasó al Toto, un turista argentino que donó sangre para un soldado herido-), es de pertenencia.
Un turista (un extranjero) es un fragmento sacado de contexto (de sistema, de su país). Cuba tiende a asimilarlo, a integrarlo.

Al Toto se lo ganaron para toda la vida. Ese fenómeno crea el grato sentimiento de que ocupás un lugar, pertenecés a un orden, formás parte. Al revés de lo que pasa acá, en la Argentina.

Aquí somos todos undergrounds, fragmentos que no encajamos en ningún lado. Somos arrojados a los bordes sin ser aprovechados. Todo nuestro esfuerzo en la vida se agota en mantenernos donde estamos, no ser movidos de nuestro lugar, no ser arrojados a las orillas.

Argentina: centrífuga (movimiento hacia afuera, de dispersión, de diáspora). Cuba: centrípeta (movimiento hacia adentro, de atracción de todo lo de afuera para aprovecharlo para la causa). Tal vez lo que el Toto, Rodolfo, yo y tantos otros sentimos, es lo que haya sentido el Che en Cuba: que somos parte.

El país Almodóvar

Rodolfo no deja nada sin enfrentar y analizar. Toma el toro por las astas. Las jineteras, los chicos que piden dólares por la calle (que parecen mendigos pero no lo son) los disidentes cubanos, los balseros, la libertad ó falta de libertad de prensa, la dolarización, la burocracia, la ineficiencia, el apego a la norma, etcétera.

No voy a contar las anécdotas que narra Rodolfo en el libro, par no privarlos del placer de leerlas. Cuba Rebelde está lleno de historias y situaciones deliciosas. Como los “misterios sin resolver” (para reventar de risa). Y los episodios y situaciones vividos en cualquier rincón de la isla. Cada uno serviría para escribir una novela (ó al menos un cuento). Como “El extraño caso del hotel Louvre en Matanzas”, que no tiene desperdicio.

Eso es lo que hace de Cuba lo que yo llamo un país Almodóvar. Voy a contar mi propia anécdota para ilustrar esto. Matanzas. Casa de la Cultura. Nos llevan a un grupo de escritores a la presentación de Carilda Oliver Labra, gloria nacional de la poesía.

Las sillas plegables se alinean frente al tablado. Un piano de cola negro con una enorme mantilla española roja – claveles amarillos y azules bordados y flecos de seda hasta el suelo – es el objeto más grande en el pequeño escenario. Hay también una mesita diminuta con una lámpara y un cuenco con flores frescas y una mecedora tallada de alto respaldo esterillado.

Allí está sentada Carilda. Es mayor. Desde donde estoy resalta su figura vistosa: el cabello ondulado teñido de rubio cayendo sobre sus hombros, la boca pintada de rojo, collares iluminando su vestido floreado. La sala está llena. Es su público habitual más nosotros y unos cuantos turistas traídos por la chica guía. Habla con voz de vieja, con cadencias poéticas. Agradece. Suspira. Recita de memoria. Relata alguna anécdota de su vida.

Detrás de ella, en un rincón está parado su último marido, un joven de no mucho más de veinte años. La escucha con devoción. Mira al público y la mira a ella. Sonríe. Asiente con la cabeza. Aplaude cuando todos aplauden. Y mientras Carilda recita estos versos:

Boca
Que me da la vida
Y me vuelve loca.

El marido se roza los labios con los dedos y nos mira para que reparemos en que es su boca y son sus besos a los que se refiere el poema.
La poetisa invita a los presentes a subir al tablado. Se decide una señor flaquita, pulcra, modestísima. Dice que escribió un solo poema en toda su vida, cuando murió su “viejo” y la dejó sola en este mundo. Se sienta junto a Carilda, y con las manos de la gloria nacional entre las suyas, recita de memoria su larguísima elegía.

La sigue otra. “La maestra”, me sopla al oído el señor que tengo al lado. Esta vez son dos las poesías: una patriótica y otra moral.
Estoy metida en una película de Almodóvar. Todo está a punto de desmoronarse en el ridículo, melodrama de radioteatro, emoción fácil, sensiblería de barrio. Casi me río por dentro.

Y de pronto, sin saber cómo ni por qué, la escena suspendida en la cuerda floja se salva milagrosamente. La magia de Almodóvar vuelve a funcionar. Y la viejita que llora a su viejo, y la maestra de escuela, y el señor emocionado que tengo al lado, y el marido-niño que gesticula a espaldas de la gloria nacional y la propia Carilda, se cargan de humanidad, son enternecedores personajes de carne y hueso en el juego de la vida, en el trágico juego de la vida donde nadie gana y nadie pierde. Un aire maravilloso vibra en el lugar.

El ron con hierbabuena, el merengue bailado, los chinchín con los poetas lugareños son, un fiesta inolvidable. La vida triunfante.
Graciela Scheines

difunden: el 1er. Museo Histórico Suramericano "Ernesto Che Guevara", la Escuela de Solidaridad con Cuba "Chaubloqueo" y el Centro de Registro de Donantes Voluntarios de Células Madre
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