jueves, 13 de febrero de 2014

Obama ¿ porqué no escuchas a Kakine ? es francesa, es admirable. Apartheid Mandela Namibia Sudafrica Cuba Cinco héroes libéralos Maputo Jorge Risquet





Señor  Presidente  Obama                                                                                   Febrero1ro, 2014.
The White House
1600 Pennsylvania Avenue N.W.
Washington DC 20500

Personalidades de todos los continentes estaban presentes en Sudáfrica en diciembre pasado, para un último homenaje a Nelson Mandela. El mundo estaba clavado en su sincero y cálido apretón de manos intercambiado en Soweto con el presidente Raúl Castro. El presidente cubano se presentó en estos términos: "Señor Presidente, yo soy CASTRO!".
Cuán simbólico es en efecto el nombre de Castro en esas ceremonias de homenaje a Nelson Mandela, que encarna la lucha contra el apartheid. De hecho no se hubiera podido ganar esta lucha sin la ayuda de Cuba y de su Presidente Fidel Castro. La intervención de Cuba fue decisiva en la guerra civil de Angola en la derrota de las tropas racistas de Sudáfrica y Zaire que lucharon junto a mercenarios angoleños, organizadas y armadas por los Estados Unidos. La independencia de Angola selló la sentencia de muerte del apartheid permitiendo entonces a Namibia y Sudáfrica de acabar con los regímenes racistas.


El papel desempeñado por Cuba y los Estados Unidos no fue el mismo! Dos mil seiscientos cubanos dieron su vida en la lucha contra el apartheid, mientras que los Estados Unidos entregaron armas para su mantenimiento. No es una coincidencia que un año después de su liberación tras 27 años de prisión, Cuba fue el primer país a que Nelson Mandela, apenas elegido Presidente de la ANC, ofreció su visita. Tampoco fue una coincidencia cuando Thenjiwe Mtintsola la entonces embajadora de Sudáfrica en Cuba, dijo en diciembre de 2005: "Hoy, Sudáfrica tiene muchos nuevos amigos. Ayer, esos amigos hablaban de nuestros dirigentes y nuestros combatientes como terroristas, y nos acosaban desde sus países apoyando a la Sudáfrica del apartheid. Hoy en día, estos mismos amigos quieren que acusemos y aislemos a Cuba. Nuestra respuesta es muy simple: es la sangre de los Héroes cubanos y no la de esos amigos la que irriga profundamente la tierra africana y revitaliza el árbol de la libertad en nuestra patria”.
El mejor homenaje que usted puede rendir a Nelson Mandela, señor Presidente, es liberar a los cuatro Cubanos que siguen encarcelados en los Estados Unidos. Este premio Nobel de la paz, fue muy emocionado el 08 de mayo de 2005, cuando Jorge Risquet, actor privilegiado del papel de Cuba en África, le ofreció en Maputo un libro de poemas de Antonio Guerrero, uno de los Cinco. Nelson Mandela luego, expresó su deseo de cartearse con los Cinco.
Las vidas de los cinco patriotas Cubanos Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González, quienes fueron arrestados en Miami hace más de quince años, tienen muchas similitudes con la de Nelson Mandela. Su ejemplo ayudó a estos cinco hombres, especialmente cuando fueron confinados cerca de un año y medio en celdas de aislamiento de la prisión de Miami, en condiciones de una extrema dureza. Fue entonces cuando Antonio Guerrero escribió sus poemas publicados más tarde con el título: "Desde mi altura.

Entonces, después de su apretón de manos con el Presidente Raúl Castro, usted comprenderá que nuestra esperanza fuera grande que le pusiera usted en su mano, guarida, la llave de las cárceles de Estados Unidos de Fernando, Ramón, Antonio, y Gerardo. Esta llave la esperábamos en la forma de un canje humanitario con Alan Gross, o de un indulto presidencial con motivo de las festividades del fin de año. Estamos en febrero, y los cuatro Cubanos todavía están encarcelados. Además, durante los dos últimos meses de 2013, Gerardo, en su cárcel de California, ha vivido tres veces una semana de confinamiento en su celda. Este castigo colectivo llamado "lock down" es muy difícil de vivir por los presos que no pueden salir de su celda, están privados de ducha, de visitas y solo para comida comen un pequeño sándwich frío.
Usted declaró, señor Presidente, durante su anterior visita a Sudáfrica, cuando Nelson Mandela ya estaba muy débil, que era este hombre “una fuente de inspiración personal y una fuente de inspiración para el mundo. ". Señor Presidente, déjese guiar por esta fuente de inspiración y libere a los Cubanos. Actuaría así en el sentido de la justicia y haría posible  nuevas relaciones entre su país y Cuba.

Reciba Señor Presidente, la expresión de mis sentimientos humanistas más sinceros.

Santiago Feliú trovador cubano falleció Febrero 2014 guitarras de duelo Cuba La Habana Museo Che Guevara Chaubloqueo



LAS GUITARRAS DE DUELO

SE FUE UN TROVADOR DE LA PATRIA GRANDE

A los 51 años, murió el trovador cubano Santiago Feliú


DESDE "RESUMEN LATINOAMERICANO" nos asociamos a la tristeza que causa a todo el continente, el fallecimiento de este trovador inolvidable, al que supimos conocer en diversos recitales solidarios con la causa de los pueblos del continente. Santi era un hermano de los que luchan diariamente en Cuba contra la prepotencia imperialista, pero también supo sumar su poesía para acariciar el avance arrollador de los condenados de la tierra que aquí y allá piden justicia, libertad, tierra, liberación.
Va nuestro abrazo para el pueblo cubano que lo valorizó como creador y también para nuestro entrañable Vicente Feliú, hermano de Santi e hijo dilecto de la Revolución Socialista Cubana.

Escuchemos al trovador

El cantautor cubano Santiago Feliú, un artista que renovó poética y sonoramente la tradición trovadora de su país, falleció de un infarto en La Habana, a los 51 años.

La triste noticia sobre la muerte del músico se propaló a través del sitio del trovador Silvio Rodríguez, quien escribió “Muchas malas palabras se me ocurren. Muchas. `Son tantas, que se atropellan`”, parafraseando al tema “La tarde”, de otro autor cubano, Sindo Garay.

Santiago, hermano menor de Vicente, que fue uno de los fundadores del Movimiento Nueva Trova Cubana junto a Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola, aportó su lirismo rabioso y un sonido eléctrico, también abonado desde su peculiar toque de zurdo en una guitarra a la que no le modificaba el orden de las cuerdas.

Con esa impronta, se convirtió en un inspirador puente intergeneracional que ligó a aquellos impulsores con nuevas voces, como las de Gerardo Alfonso, Carlos Varela, Frank Delgado y Kelvis Ochoa.

"Al igual que Silvio, los músicos más jóvenes de Cuba seguimos fieles al compromiso que nos toca asumir, pero no tenemos una actitud complaciente frente a las cosas que no nos gustan". 

Nacido en La Habana el 29 de marzo de 1962, el instrumentista que también ejecutaba el piano, el bajo, la armónica y la percusión, compuso bellas canciones como "Para Bárbara", "Mi mujer está muy sensible", "Búscame (sobrevolando un sueño)" y "Ni las soledades".

Feliú vivió varios años en la Argentina durante la década del 90, tiempo en el que trabó relaciones personales y estéticas con Juan Carlos Baglietto, Fito Páez y León Gieco, entre otros músicos.

Desde hace casi tres décadas, a partir de que Rodríguez lo tuvo como invitado en uno de sus conciertos, era asiduo protagonista de recitales y giras por nuestro país, quizá porque, como le señaló a Télam en agosto del año pasado, “soy un porteño del Caribe, un habanero rioplatense”.
Feliú vivió varios años en la Argentina durante la década del 90, tiempo en el que trabó relaciones personales y estéticas con Juan Carlos Baglietto, Fito Páez y León Gieco


En otra entrevista con esta agencia, afirmó que el vínculo con el público local se debía a que sus canciones "son neuronales como los argentinos. Supongo que nuestro lazo pasa por la cuestión literaria, luego también soy bastante tanguero y en la parte musical, además, se reconoce que hago un cierto rock trovadoresco".

Santiago, que era tartamudo, lo que le dificultaba hablar con fluidez en los reportajes, tenía una voz afinada y dulcísima, que mostró en logrados álbumes como “Vida” (1986), "Para mañana" (1988), "Náuseas de fin de siglo" (1991), "Futuro inmediato" (1999), "Sin Julieta" (2002), “Ay, la vida” (2010) y el de carácter zapatista "Ansias del alba", que compartió con su hermano Vicente.

"Me sigue atrayendo el discurso político y la comunicación con el mundo que tiene el zapatismo en medio de tantas aburridas y jurásicas izquierdas", resaltó en 2008, a nueve años de ese magnífico registro.

En 2003, cuando cumplió 25 años con la canción, señaló a modo de balance que “siento que cumplo una vez más con mi propósito de ser auténtico, distinto. Seguir siendo capaz de ser el mismo significa cierto logro de canción de arte y, de alguna manera, una felicidad intelecto-espiritual".

En esa charla se le preguntó acerca de la distinción otorgada por Fidel Castro a los 35 años del Movimiento Nueva Trova, y él respondió: “Fidel habló como una hora de todo, luego entregó diplomas otorgados por el Instituto Superior de Arte a varios trovadores. Cuando me tocó mi turno me dijo: `Lo de la genialidad de los Feliú es genético, ¿no?`, a lo que le respondí `No, el genio soy yo`".

Como un resumen de su obra y registro póstumo, durante su última visita a la Argentina anunció que por su medio siglo de vida había concretado dos conciertos diferentes en el Teatro Nacional. “Fueron 50 canciones por mis 50 años que saldrán en un DVD”, adelantó entonces.

Santiago Feliú

12 febrero 2014 



Santiago Feliú en concierto. Foto: Iván Soca/Cubadebate
Santiago Feliú en concierto. Foto: Iván Soca/Cubadebate
El cantautor cubano Santiago Feliú murió esta madrugada. Santiago, quien nació en La Habana el 29 de marzo de 1962,perteneció al movimiento conocido como la Nueva Trova y tuvo también una presencia notable en Novísima Trova, autor de canciones inolvidables como “Para Bárbara”, “Vida”, “Ay, la vida” y otras.
Se presentó junto a grandes exponentes de las dos generaciones de trova como Noel Nicola, Frank Delgado, Luis Eduardo Aute, Luis Pastor, León Gieco, Silvio Rodríguez, su hermano Vicente Feliú, entre otros.
Reproducimos la nota publicada por Silvio Rodríguez, esta mañana en su blog Segunda Cita:

Santy

Suena el teléfono a las cuatro de la mañana y pienso que ojalá sea un equivocado. Desde una conciencia adormecida el instinto de conservación lanza ese pensamiento. Si esa llamada no es error ¿qué buena noticia te pueden dar a las cuatro de la mañana? El instinto no traiciona, no miente, viene de un lugar ignoto pero corta como navaja, porque cuando escucho Aurora y después “cuándo fue”, ya la cabeza está en Vicente, que está en Guatemala, en algún accidente de avión o carretera, en un atentado loco.
Pero no es avión ni carretera ni atentado ni Vicente. Es Santiago, el más joven, a quien hace una hora se lo llevó un infarto.
Ayer mismo borré la carpeta donde le puse una selección de fotos de su boda. ¿Por qué llevaba días pensando en él?
Muchas malas palabras se me ocurren. Muchas. “Son tantas, que se atropellan”.

Ay, la vida

Santiago Feliú
La vida es otra cosa,
si con las mismas ganas
te la sucedes
sin esperar más nada.

La vida es diferente,
si la paciencia gana
cuando la soledad
colma a la soledad.

La vida es otro cuento,
si entonces de momento
lo sacas todo
como te ocurre dentro.

Son unos pocos días
prestados por el tiempo,
la suma de restar
las cicatrices de los más tristes momentos.

La vida es una sola
entre todas las vidas,
una esperanza gris,
un pestañear y un beso,

una melancolía,
un niño de regreso.
La vida siempre así:
qué te pudiera yo decir más de la vida.

La vida es más que menos,
si se descubre a tiempo
que todo lo tremendo
y lo terrible de estos días
son las venas del recuerdo.

La vida es cuanto pasa
mientras planificamos
la vida por delante,
lo que nos pasará,
si nos quedamos o nos vamos.

La vida es el milagro
sinceramente amado,
la culpa de morirse,
las mentiras, las verdades
que nos quedan de este lado.
La vida de imprevista,
sencilla y complicada,
absurda y egoísta,
amorosa e inteligente,
extraordinaria y desalmada.

La vida es suficiente,
si entonces no se acaba
cuando se halló el final

donde se encuentra el pasado con la nada.