– Cambiaron los tiempos.
– Un cambio que tiene que ver con los cambios de los vínculos, de las relaciones intersubjetivas.
– Mediaciones técnicas que, en definitiva, cambian la vida.
– Creo que hay una forma de intimidad que es vacía.
– Una transparencia que vuelve insignificante lo que antes tenía una dimensión de potencia, de enigma de diversidad, que ahora pareciera ser que no está.
– Y ahí gana la pantalla… ya sea un televisor o celular.
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– La muerte de la inteligencia crítica y juega sólo el juego del impacto, de la espectacularización, del golpe bajo, la palabra hueca.
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El linchamiento de la palabra argumentativa.
No hay lugar para el argumento,
Y eso tiene que ver con lo que ha pasado en los medios audiovisuales, particularmente la televisión, pero en otro punto también tiene que ver con la complejidad de las redes sociales y el dominio del instante, de la digitalización absoluta del conjunto de la vida.
La muerte del tiempo para quedarse en el puro presente, en el puro instante, que si no lo agarrás inmediatamente desaparece.
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– Ese formato está lleno de trampas, es un formato de la sociedad del espectáculo, del éxito, de la inmediatez, del show bussines.
– Es el formato de una estructura que no es simplemente lúdica, es paródica.
Paródica de todo, incluso de sí misma.
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Algo que puede parecer increíble, o que nos llama la atención, al poco tiempo ya es un vejestorio.
Entonces, eso hace difícil que uno pueda meter cierta diferencia allí.
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Me parece que, como diría cierta tradición filosófica del siglo XX, no es sólo el problema del uso, es el problema de la esencia de la técnica.
Hay algo de la técnica que va más allá de si usas bien o mal la tecnología.
Hay algo que transforma lo humano que es autónomo del uso que le estés dando a la tecnología.
Se abren así muchas preguntas que no se resuelven en una conversación pero que tienen que estar presentes ...
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– Nadie se vuelve mejor persona porque se convierte en un consumidor.
– El consumo está lleno de problemas, es hedónico, egoísta, autorreferencial.
– La canción de Moris: “lo tuyo es mío y lo mío es mío” ¿no?
– Nadie va en común a consumir.
– No hay una construcción colectiva del consumo en términos de una autonomía y un gesto libertario.
– El consumo es siempre heterónomo.
.... por ahora, nos quedamos en el medio de un sujeto consumidor y un sujeto político.
....esta es una época extremadamente compleja ....
El neoliberalismo no es el mismo que el capitalismo hasta mediados de los 70.
Es el mismo en el sentido en que se sostiene sobre la misma estructura, pero es diferente en el sentido de que el neoliberalismo es un proyecto de captura completa de la subjetividad.
– ¿Podríamos hablar de un pos-neoliberalismo?
– Porque en los 90 también giraba la palabra neoliberalismo
– En los 80 comenzó y se cristalizó en los 90.
– Fueron los tiempos de la habilitación social del neoliberalismo.
– Fue triunfante en el sentido discursivo, práctico, en el sentido de dominar el consenso de la época.
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– Por supuesto que el neoliberalismo sigue siendo la estructura dominante, hegemónica, pero ya no bajo las formas tan claras que le permitió desbastar al estado de bienestar, desbastar a lo que se llamaba el liberalismo social e imponer una lógica de la financiación radical a nivel mundial.
– Hoy hay otros problemas y eso lleva a que unas elecciones generen una especie de neo-monstruos al modo del Brexit o Donald Trump.
– Todo ello es parte de situaciones complejas al interior de las sociedades centrales, donde hasta ahora el problema es que sus salidas no operan bajo la lógica de la crítica, o la lógica de la emancipación ...
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En los 90 me parece que la reacción, en países periféricos como el nuestro, fue la de los desclasados radicales.
Los que salieron hicieron lo único que podían hacer que era interrumpir el flujo.
El capitalismo es flujo, no es materialidad.
Es flujo, es éter.
Hoy circula, circula en bits de información.
Y eso implica un cambio en muchas cosas.
El sistema busca que todos estemos de acuerdo con Discépolo: “El mundo fue y será una porquería…” y eso es un problema.
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– Una de las características de lo que podemos llamar el éxito neoliberal es haber disuelto las grandes tramas identitarias.
– Desde los finales de los 60, cuando se comenzaba a plantear el problema del fin del sujeto, la crisis de los grandes relatos, después con la simplificación a lo Francis Fukuyama de “El fin de la historia” o “La muerte de las ideologías”, lo que vino a ponerse en evidencia en definitiva es que había un estado de fragmentación y una desescencialización y que la figura de lo identitario era una figura ya no consistente, fugaz.
– Antes decías “mi abuelo metalúrgico, peronista desde siempre”.
– Ese abuelo hoy es un mito…
– Por supuesto que siguen habiendo metalúrgicos que se sienten orgullosos de serlo, pero la herencia, la continuidad, la consciencia de clase, el pertenecer a, se ha perdido.
– Ha cambiado el mundo del trabajo.
– Creo que solamente en las zonas más provocadoras puede aparecer algo de la diferenciación, pero rápidamente el mercado de la cultura y el espectáculo los absorbe.
Hoy hablar de identidad es muy complejo.
....el disciplinamiento que triunfa es el que logra esconder el garrote.
– Es el que se interioriza en el disciplinado como libertad.
.....– El disciplinamiento de la pura cohersión genera, casi inexorablemente, su contra partida que es la rebelión.
– En cambio, el disciplinamiento que se mete en el imaginario, en el deseo del disciplinado, y logra que el disciplinado mire el mundo a través de los ojos del disciplinamiento tiene una fecundidad enormemente más potente.
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...que el trabajador que nunca en su vida pudo comprar un dólar se haya sentido malogrado en su libertad por no poder comprarlo.
Ahí me parece que está el problema.
Por eso la mejor cárcel es la que no tiene garrotes.
Hoy hay una frase que hace cincuenta años hubiese sido un escándalo: “si es rico entonces no roba”.
Si algo tenía la dignidad del pobre era saber reconocer que el rico era la figura de la explotación… y hoy está esa idea sumada a la famosa “no va a robar… ya la hizo”.
...se han sofisticado las formas de construcción mediática.
– Su nivel de incidencia y de atravesamiento de la totalidad en la vida cotidiana es inédito también.
...– Hoy los medios están en el centro, son como el agua: no te preguntas la composición química del agua ni cuando la tomas ni cuando te bañas.
– Los medios de comunicación son igual: se levantan con vos, atraviesan tu día, duermen con vos y no te preguntás mucho.
– El papel de los medios, y de todo ese mundo de lenguajes de todo tipo que constituyen el espacio mediático, ya no pueden ser pensados como algo más, están en el corazón de la conformación del sentido común, de lenguaje, de la sensibilidad.
La mayoría de las personas ya no hacen experiencias por sí mismas sino que la experiencia la hacen los medios de comunicación y las personas viven su vida a través de esa experiencia artificial y eso conforma una dinámica, una manera de ser, de estar en el mundo y de establecer relaciones.
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– Pensar que construís alternativa política desde las redes es un error tremendo.
...no se necesita movilización, multitudes, lo que se necesita son multitudes mediatizadas, telemáticas.
– Eso se complementa a un Estado gendarme que busca el encierro pero con un dispositivo conectado a la red.
– Por supuesto, cada vez más vivimos en ciudades compartimentadas.
– Ciudades donde el espacio público es un espacio de riesgo, donde ya no hay cruce transversal y está el temor del otro, el rechazo al otro.
– Todo eso está metido muy profundamente en nuestra vida cotidiana.
Y en ese sentido el Estado gendarme es una consecuencia necesaria del peligro.
Vivimos en estado de peligro que todos los días es alimentado por el dispositivo mediático donde la inseguridad es un modo también de la deshumanización.
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– Pero la gente eligió las rejas en la plaza y más polis en la calle… deberíamos de pensar sobre ello si miramos para adelante.
– La plaza de barrio, por ejemplo, hoy es el lugar material y simbólico del vandalismo: “a la noche están las banditas”, “nadie se ocupa” o “vienen los drogones”.
– Entonces el barrio dice que quiere llevar a un niño al arenero y con ese imaginario es complicado.
– Esta es una paradoja, porque ahí se justifican entonces las rejas y la reja aparece ya como un cuidado...
Si vos vas a un hospital en la Ciudad de Buenos Aires la primera pregunta que aparece en el formulario es de qué nacionalidad sos.
Eso se está trasladando a los hospitales de todos lados, y el punto de partida de eso es el famoso “basta de que se atiendan en nuestros hospitales los bolivianos o paraguayos”.
Está instalado y es un enorme éxito.
El sistema siempre trabajó con esto, siempre proyectó un chivo expiatorio en alguien que era más frágil o débil. El lugar del judío, del gitano; hoy el lugar del indocumentado europeo, el tercermundista, sudaka… siempre hay otro que va a ser demonizado o va a ser convertido en el paria que te va a infectar y vas a construir un cinturón inmunológico.
El mejor cinturón inmunológico está en tu consciencia, no el que se construye de verdad.
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Durante mucho tiempo, la democracia en Argentina y América latina fue frágil porque la democracia abría espacios de conflictividad y de demanda que el poder no estaba dispuesto a otorgar.
En cambio, a partir de las transiciones democráticas de finales del SXX y del primer triunfo del neoliberalismo en América Latina en las décadas finales del siglo pasado, el sistema comprendió que las dictaduras ya no eran necesarias y que la propia democracia bajo la expansión del dominio mediático, la industria del espectáculo, del ocio, las transformaciones en la cotidianeidad, la fragmentaciones, los cambios en el interior de los sectores populares, las transformaciones en el mundo del trabajo y las nuevas formas de la exclusión podían desplegarse en el interior de una democracia representativa.
..: las democracias formales bajo el imperio de “el estado de derecho” pero que pueden .. al mismo tiempo .. producir una desigualdad exponencial y una injusticia creciente.
Este es un problema que nosotros estamos obligados a dar cuenta y pensar…
Entrev. a R. Foster–