viernes, 9 de octubre de 2020

Cuento sin barbijo Ali Babá y 40 ladrones, hackers, falsificadores, viudas negras exigen socorro económico en pandemia Baby "Sheriff" Echecopar dealers San Martín narcos Leuco Manuel Belgrano Jonatan Viale Carlos Menem y su serie Eladio González toto

Cuentos sin barbijo en cuarentena pandémica     por Eladio González  toto

¡ ALERTA - ALERTA !  ¡ATENCION - ATENCION !    Los ladrones de a pie, mecheras, hackers, carteristas, extorsionadores, descuidistas, niños piraña, falsificadores, viudas negras, chicas/chiques/chiquis/chicos/ chicus de delivery de drogas de la Provincia de Buenos Aires convergen en compactas columnas flanqueadas por miles de motochorros y bicichorros (está cara la nafta) sobre la Residencia Presidencial de Olivos.

Exigen se contemple la difícil situación que padecen a raíz de la pandemia, donde enmascarados caminan todos, los chorros y los que decimos que pagamos nuestros impuestos.  Si se prestara atención a sus reclamos temo estallaría una sangrienta Guerra Civil, entre ellos y los delincuentes de la CABA.  

Nó, no hablo de Larreta, ni de Jorge Lanata, ni de los Bancos, ni de Luis Majul, ni de los dos Leuco, ni de Mauro o Jonatan Viale, ni de las pizzerías que no solamente te envían la cocaína, sino que lavan el dinero de la droga, ni de Baby Echecopar, ni de la Asociación Argentina de Futbol, ni del actual empleado de la FIFA y ex presidente argentino Mauricio Macri, sino de los "SIN GUANTE BLANCO" esos que roban por necesidad ó  marginados sociales.   

Una dama NN tras los anuncios y cariñosos retos de Alberto Fernández a la "policía provincial hot" me whatsappeo:  Viste que era verdad, lo dijo Alberto, $ 37.000 gana un policia (sin adicionales), esta bien que les aumenten, esta mal la forma que lo fueron a apretar a Olivos, esos no son los policías derechos, como yo decía y tenía razón al final, reconoció que hay que aumentarles, el problema que ahora van a saltar todas las provincias, que mierda es la política ¿no?.  

Algo me inspiró y escribí:  Hace 59 años fuí policía.  Tenía 18 años y para escapar al riesgo de que, en el servicio militar me tocara en el sorteo número bajo (siempre tuve mala suerte en el juego y fui por lo tanto ¿muy afortunado en el amor?) y con ello DOS AÑOS en la gloriosa MARINA ARGENTINA, me presenté voluntario a la Policía Federal.  

Duró un año y los conocí por dentro. Inclusive me acuartelaron una semana por el enfrentamiento entre Azules y Colorados (facciones enfrentadas del ejército argentino).  Por mi capacitación entro en "Infantería, tirador de llanura". Ahora que lo pienso en las montañas no acertaría ni un tiro, pero en la llanura veremos, veremos.  

Dos noches nos hicieron dormir en la planta alta del Banco Nación de Plaza Flores.  No me di cuenta de boquetear el banco, era joven e inocente, tal vez si boqueteaba a la Basílica San José de Flores que estaba al lado ganaba más plata.  

Al final se solucionó el conflicto y durante todo ese año porté una pistola 45 mm automática y dos cargadores con balas de plomo, nada de goma viejo, plomo.  

Iba a boliches y ninguna de las que saqué a bailar se negó, ni que presintieran que en el sobaco portaba algo letal.  Afortunadamente no mate a ninguna, disparé pero en los polígonos de tiro como instrucción.  Hoy maquinaba que hacer ante la forma "sublevación" de reclamo salarial, no quiero usar la palabra de ELLOS "subversión" porque rima con "ni olvido, ni perdón". 

Pensé en llegar hasta la quinta de Olivos y presentarme a ellos como ex policía y apoyo moral actual para el reclamo salarial, pero el correcto y no "prepotente".  Ostentaría mi título de Padrino del mástil de la Plaza del Caballito y Fundador del "PSPM"  Primer Sindicato de Padrinos de Mástiles.

Iba a llevar un discurso largo de Fidel Castro a la Policía cubana que es admirable.  También explicaría mi donación de sangre para un Policía Nacional Revolucionario cubano mártir en una masacre en La Habana, que detonó en el nacimiento del movimiento CHAUBLOQUEO verdadera Escuela de Solidaridad con Cuba y en mi fundación del Primer Museo Suramericano Ernesto Che Guevara.

Ellos, los policías/policies/policiis/policios/policius me mirarían enternecidos, tal vez porque al tope de mi caña de pescar de 4 metros, admirarían el pendón con el severo gran rostro del argentino ícono de la ética y la inconformidad mundial, el Che Guevara. 

 Les agregaría hoy, en las puertas de la Residencia Presidencial de Olivos, como lo hice ayer (hace años) en la puerta de la Cancillería Argentina de la CABA, a cincuenta policías federales, que en Cuba hasta el día de hoy (tras 60 años de revolución) habían muerto en cumplimiento de su deber trescientos cincuenta policías, mientras que en la Argentina solamente en el horrible período de Carlos Saul "Narco" Menem, morían entre sesenta y noventa policías por año (sumados los bonaerenses y los federales).  

Siempre me preocupó la vida de ellos, digo naturalmente de los que no tuvieron nada que ver con asesinatos de jóvenes inocentes ó violaciones en manada, seguidas de muerte o nó, de jovencitas.  

Asi que seguía las estadísticas de las muertes de policías y la gente no le daba bola a esto.  Ellos mismos si yo les preguntaba, a un federal ¿cuantos efectivos cayeron en cumplimiento de su deber hasta este mes? . 

Cuarenta y ocho me respondía (en un mes de agosto del Menemismo) el Cabo. 

Si la pregunta era a un agente de la bonaerense la respuesta era treinta y dos".  

En realidad a ambos les informaba yo que los muertos eran OCHENTA, pero la imbecilidad del criterio divisionista, les hacía mencionar una cifra FALSA.  

Bueno que seguramente la avenida Maipú iba a quedar vacía a la segunda hora que yo me mantuviera hablándoles.  Como el tío aquel que en Dique Luján, no pudo aguantar más y se fué de la cocina donde me le había sentado al lado y le leía, le leía y le seguía leyendo, una tortura realmente, pobre tío, huyó.

Eso sí, tal vez, en el medio de la avenida Maipú, frente a la puerta principal de la Residencia Presidencial enmarcado por un gran charco de sangre grupo Arh negativo las cámaras enfocarían mi cadáver con la mano derecha extendida y el dedo índice enrojecido, por el líquido vital que utilice como si fuera tinta en mis últimos minutos de vida para escribir en el pavimento..... "FIDEL CASTRO" .  

¡Que misterio insondable! el morir a veinte metros del local donde velaron a mi querido e inolvidable cuñado, rubio y de ojos azules, Dennis Mc. Donald Murdoch.     














Estas son páginas hermosas del libro "José Francisco de San Martín" escrito por González Arrili