viernes, 23 de mayo de 2014

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La CIA los usó y luego los eliminó: Rolando Masferrer

Rodolfo Masferrer (left), Rafael Diaz-Balart (center) and Rolando Masferrer at a political rally in. Chivirico, Sierra Maestra, 1958.


Rolando Masferrer fue un connotado terrorista que mantuvo estrechos vínculos con los servicios especiales norteamericanos, incluso antes del triunfo revolucionario del primero de enero de 1959, particularmente con la CIA y el FBI.

Elegido senador fraudulentamente en Cuba en 1954, dirigió una organización paramilitar y criminal conocida  como los  "Tigres de Masferrer". Cuando marcha al exilio en  Miami se convirtió en propietario y editor de un periódico en español llamado "Libertad", empleado para desarrollar una feroz campaña contra las fuerzas revolucionarias y, posteriormente, contra la Revolución Cubana.

El 31 de octubre de 1975, fue víctima de un atentado con explosivos colocados en su automóvil, hecho reivindicado por una supuesta facción contrarrevolucionaria, hasta el momento desconocida, cuyo nombre era   Zero, aunque sus victimarios, sin lugar a dudas, fueron sus correligionarios vinculados a la CIA, organización que lo apoyó con amplios recursos para realizar ataques aéreos contra objetivos económicos en Cuba, desembarcos de grupos comandos como la operación del Indio Feria en 1960 y otras más que culminaron en fracasos. Uno de sus planes más sonados fue el de planear una invasión a Haití, tras la caída de Duvalier en enero de 1967, para emplear este país como base para sus acciones terroristas contra Cuba.

Las actividades terroristas de Masferrer fueron monitoreadas permanentemente por las autoridades norteamericanas, como lo demuestra un Boletín de Inteligencia del Servicio de Aduanas de los Estados Unidos, emitido el 20 de enero de 1967, en que se consigna, entre otras cosas:

-      El conocimiento por parte del FBI y Aduanas  desde el 28 de diciembre de 1966  de un plan de invasión a Haití, el cual saldría desde un punto ubicado en Coco Beach Plum, a siete kilómetros de Cayo Marathon, en La Florida.

-      La existencia de una concentración de personas, fuertemente armadas, desde el día 29 de diciembre, quienes estuvieron arribando hasta el 5 de enero de 1967.

-      La existencia de cuatro embarcaciones nombradas Colón, Francisco, Sandoná y otro cuyo no aparece en el reporte, algunos de los que tuvieron que regresar a Miami por desperfectos técnicos. En su retorno a Miami, el Colón fue detenido e incautadas dentro de él cerca de 5 kilogramos de explosivo plástico C-4. Por su parte, el Sandoná encalló antes de llegar a cayo Marathon, posteriormente trasladado hacia allí y reflotado. Esta embarcación contenía una gran cantidad de armamento pesado, ametralladoras de alto calibre y morteros.

La intervención de las autoridades permitió el decomiso de este armamento y las embarcaciones, luego de fuertes discusiones con los organizadores, entre los que encontraba Rolando Masferrer. 23 de los detenidos fueron trasladados a Key West y otros 50 a Miami. Entre el armamento decomisado se encontraban 5 rifles AR-15, 7 fusiles M-3, 2 rifles Bren Mark II, un fusil FAL, 3 fusiles Beretta, 40 fusiles belgas, 1 fusil Máuser, 80 fusiles M-1, 3 fusiles Enfield, 4 carabinas M-2, 7 ametralladoras calibre 30, 8 ametralladoras Browning de calibre 50, 2 sub ametralladoras Thompson, una ametralladora Schmeisser, varios revólveres y pistolas, 8 morteros calibre 60 mm., 1 mortero calibre 81 mm., 2 lanzadores de cohetes de calibre 3.5, granadas de mano, miras telescópicas, así como obuses y abundante parque para dicho armamento.

Los líderes de la frustrada expedición fueron Rolando Masferrer Rojas y el ex ministro haitiano de Educación, Jean Baptiste Georges. La benevolencia de la justicia norteamericana los liberó con fianzas irrisorias de 100 dólares a casi todos los implicados. En el caso de Masferrer, éste fue apresado y trasladado a Nueva York por el cargo de haber violado la libertad condicional y el castigo de permanecer en esa ciudad. Para colmo, el 12 de enero fue liberado tras pagar una fianza de 10 000 USD y con nuevas restricciones de movilidad.

La Lista de los implicados, según referencia del caso 67-105 SDF, incluía a varios contrarrevolucionarios de origen cubano, a haitianos y a mercenarios norteamericanos.


VIEJAS HISTORIA QUE CIMENTARON EL FINAL DE MASFERRER

De acuerdo con el  informe 04 1959, dirigido al Sheriff del Condado, Thomas J. Kelly, emitido el 28 de abril 1959 por Frank Kappel, Supervisor de  Inteligencia Criminal, el mismo recibió de “una fuente confiable” la existencia de un plan para secuestrar a  Rolando Masferrer, lo que dio pie a abrir el caso  # 18335. Kappel contactó con el agente especial del FBI George Davis, para imponerlo del caso. El plan consistía en secuestrar a Masferrer y trasladarlo a Cuba.

Posteriormente se demostró que fue  un plan fabricado, un montaje, en el que participó la propia policía de Miami Springs en las personas de los agentes John Lovell y Frank Glidewell, con el propósito de inculpar a Cuba. Este hecho jamás se filtró a la prensa.

Masferrer fue monitoreado por el FBI por un supuesto plan para asesinar a Fidel Castro en 1966, tal como lo confirma el informe  FBI NY (2-623), emitido el   06/11/67, en que una fuente denominada  Airtel, dio a conocer los pormenores al  Director del FBI (2-1,954)  a través de SAC, NUEVA YORK (2-623) (P). El informe involucró a Rolando Masferrer como “objeto de investigación de una conspiración entre una serie de personas, para llevar a cabo una invasión a Cuba y el posterior asesinato del premier cubano FIDEL CASTRO, en la que se solicitó ayuda de la CIA, supuestamente por medio de dos residentes de Nueva York. La conspiración ocurrió entre julio y octubre de 1966, sin conocer los resultados de la gestión”.

Este mismo informe detalla en su página 2: “El FBI es consciente, sin perjuicio de (texto suprimido) que Rolando Masferrer, participó en la conspiración. Masferrer. Al igual que  fue detenido recientemente en la Florida con un número de otros individuos de EE.UU. por  funcionarios de aduanas en relación con una propuesta de la invasión de Haití y por su detención recibieron gran publicidad a nivel nacional (párrafo suprimido)”.
 
El FBI en el citado informe NY 2-623, específicamente en su página 3, ordenó que se iniciara  un análisis de las recientes operaciones de Masferrer y sus ramificaciones.

Unos años antes, en julio de 1959, Masferrer había sido acusado de agredir al cónsul cubano en Miami, Alonso Hidalgo, según consta en el Archivo # 31324-B de la OCB de Miami. Como resultado de esa agresión el entonces jefe de policía Walter E. Headley Jr. y el Sheriff Thomas J. Kelly, se comprometieron a  refrenar la actividad de los contrarrevolucionarios de origen cubano, pero todo quedó en simples palabras. No se tomó acción alguna contra Masferrer y  contra  Julio Lauren, ex jefe de inteligencia naval en la dictadura de Batista.

ROLANDO MASFERRER ¿ESPÍA DEL FBI?

La impunidad con la que actuaba Rolando Masferrer  durante sus agresiones contra Cuba, la planificación de desembarcos armados en la Isla, la posesión de cuantiosos alijos de armas y su desempeño público en conspiraciones para asesinar a Fidel, sin ser molestado apenas por las autoridades norteamericanas, levantó la sospecha entre los mafiosos terroristas de Miami de que el mismo era un informante del FBI. Esta creciente duda levantó sospechas sobre él y más de uno de sus socios de corruptelas, crímenes, narcotráfico, contrabando de armamentos y otras actividades ilegales pensó en eliminarlo físicamente. Ante esta situación, el FBI sacó una NOTA INFORMATIVA, fechada el 01/09/67, donde se explica: 

“Masferrer es notorio en el exilio cubano y siempre ha sido un líder en esfuerzos infructuosos para organizar invasiones contra Cuba desde Haití. Aduanas ha monitoreado las  actividades de Masferrer mediante una intensa investigación que culminó con la detención de Masferrer y 75 exiliados cubanos, haitianos y de varios mercenarios estadounidenses en Marathon, Florida. Todos fueron acusados de intento de exportación ilegal de armas (T.18, sec. 1934) y todos están en espera de juicio. Masferrer, definitivamente no ni nunca ha trabajado para el FBI. Se le ha advertido en repetidas ocasiones que se abstengan de realizar estas actividades.”  AHS: LLP

http://www.latinamericanstudies.org/cuba/masferrer-grave-1.jpgPor su parte, la CIA lo empleó en la voladura del vapor francés La Coubre, el 4 de marzo de 1960, siendo identificado como quien entregó 2000 USD al tripulante Alain Mouriat, ejecutor de las explosiones;  y en el asesinato del presidente norteamericano JF Kennedy, como operativo de la famosa Operación 40. Fue precisamente un agente de la CIA, vinculado a la Cosa Nostra, Chauncey Holt, quien lo vinculó al magnicidio junto a Eladio del Valle.

UNA HISTORIA DE FECHORÍAS

Masferrer arribó el 7 de enero de 1959 a La Florida en el yate Olakum II, acompañando a otros 26 torturadores y testaferros. Traía consigo 17 millones de dólares en sus maletas, robados de los fondos públicos cubanos. Cuba solicitó de inmediato su extradición, pero EE UU hizo caso omiso a esta solicitud y el 26 de enero recibió asilo político en ese país. No le importó al gobierno estadounidense su extenso prontuario como torturador y asesino, desde que se vinculó a Fulgencio Batista tras el golpe de estado de 1952. A partir de ese momento se vincula a las principales figuras de la tiranía batistiana y a los mafiosos italianos de la Cosa Nostra Santos Traficante y Meyer Lansky, dueños de los principales casinos en Cuba.

Por sus delitos, Masferrer fue encausado en la Causa 42 de 1959 del Tribunal Revolucionario de Santiago de Cuba, junto a sus lugar tenientes René Feria Pérez y Rilde González, por los delitos de asesinato, traición, lesión, robo y maltratos. Durante el proceso judicial salieron a la luz todos sus crímenes, incluyendo el asesinato del joven Mario Iglesias Vega y de otras personas. Dicho tribunal lo sentenció a la Pena de muerte por fusilamiento.

Impunemente libre se asoció a su viejo amigo Rafael Díaz-Balart y organizó junto con éste el ente terrorista conocido como La Rosa Blanca, revivida hace unos meses por el ex legislador de ultraderecha Lincoln Díaz-Balart, con la misión de continuar las actividades terroristas anticubanas promovidas por su padre. Apenas dos meses después de su arribo a Miami organizó un plan de atentado contra Fidel el 28 de marzo de 1959, apoyándose en el oficial CIA Frank Sturgis (Frank Fiorini), otros oficiales de la CIA y del FBI.

Luego de entrenar militarmente en diciembre de 1960 a un numeroso grupo de contrarrevolucionarios cubanos y mercenarios norteamericanos, en  No Name Key, fue recibido por  el presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, el 4 de febrero de 1961, con vistas a preparar una invasión mercenaria, que cristalizaría en abril de ese mismo año  y resultaría como el fracaso de Bahía de Cochinos.

La muerte de Masferrer, sin lugar a dudas, fue un acto de la CIA, la que utilizó presumiblemente a Ignacio y Guillermo Novo Sampoll, Jorge Más Canosa y Luis Posada Carriles en su ejecución. Era otra carta descartable de la CIA.


Percy Francisco Alvarado Godoy

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Tal como ocurriría con el brutal atentado a una aeronave de Cubana de Aviación, acaecido el 6 de octubre de 1976, la administración norteamericana de turno y las subsiguientes, trataron de camuflar la verdad comprometedora. Informes amarillentos y envejecidos por el tiempo descansan en alguna oficina de la CIA, bajo la tutela permanente de sus oficiales y directores, entre ellos varios hechos que tienen su origen en la administración norteamericana de Eisenhower, dedicada a desarrollar la más agresiva guerra sucia contra Cuba, encargando a la CIA, con Allan W. Dulles a la cabeza para cumplir tal cometido. Dulles encargó de estos planes a Joseph Caldwell King (J.C. King), quien era en ese entonces Jefe de la División del Hemisferio Occidental de la CIA y ya había comunicado a su Director, el 11 de diciembre de 1959, la "peligrosidad" de Cuba para EE UU y recomendó, a la vez, la realización de planes para la eliminación física de Fidel Castro y otros dirigentes cubanos.

Por instrucciones directas de Dulles, el coronel CIA J.C. King, estableció contactos directos con numerosos contrarrevolucionarios proclives a participar en acciones violentas contra Cuba, ayudado por Howard Hunt, sobre todo con aquellos directamente vinculados a la recientemente derrocada dictadura de Fulgencio Batista, entre los que se destacaron Rolando Masferrer, Manuel Artime Buesa, líder del  Movimiento de Recuperación Revolucionaria (MRR);  José Ignacio Rasco, jefe del Movimiento Demócrata Cristiano (MDC), Aureliano Sánchez Arango, jefe de la triple A; Manuel "Tony" Varona, jefe de la Organización Auténtica; Justo Carrillo Hernández de la Organización Montecristi; así como una variada gama de políticos y esbirros, entre los que sobresalió Eladio Ceferino del Valle (Lado o Yito), uno de los integrantes de la Operación 40 de la CIA, la que se formó mediante decreto presidencial apenas 13 días después del atentado al vapor La Coubre. Por supuesto, Eladio del Valle pasó a ser miembro de este engendro identificado con las siglas WH-4 y a través del cual se implementaría el Plan de Operaciones Encubiertas contra Cuba.

EL SUCIO HISTORIAL DE DEL VALLE

Nacido en Cuba, el 26 de agosto de 1921, fue un incondicional partidario de la dictadura de Fulgencio Batista. Ocupando un cargo dentro del Congreso y fue concejal. Al salir de Cuba rumbo a Miami, hizo valer las relaciones que había establecido en la Isla con funcionarios de la CIA y del FBI, así como con algunos capos de la Cosa Nostra, para insertarse en los grupos terroristas radicados en esa ciudad floridana. Desde los primeros meses de su estadía en EE UU realizó actividades violentas contra Cuba en unión de otros individuos vinculados a la CIA como David Ferrie y  Sergio Arcacha Smith, con quien forma el Comité por Cuba Libre, grupo terrorista que recibió financiamiento de la CIA y de la mafia ítalo americana. Se conoce que Eladio del Valle contrató a David Ferrie para que lanzara bombas incendiarias contra objetivos cubanos, pagándole 1 000 USD por incursión. Del Valle usaba una tienda de comestibles en Miami como tapadera para guardar grandes cantidades de armas y explosivos para emplearlas en sus sabotajes contra la Isla. Nunca fue molestado por el FBI ni la CIA ya que, al igual que Ferrie, trabajaba para ambas agencias.

Eladio del Valle contrató a David Ferrie, un piloto de línea aérea primero, le vuelan en varias redadas cubano. Del Valle pagó Ferrie $ 1.000 por viaje, cuando la misión era lanzar bombas contra incendios en los campos de caña de azúcar y Ferrie aterrizó en una carretera desierta para recoger a los refugiados.

El interés de la CIA y de otras organizaciones de derecha hacia Eladio del Valle se puso de manifiesto en varias oportunidades, a pesar de sus vínculos con el narcotráfico, el contrabando de armas y su condición delictiva, hecho al que hace referencia un informe del FBI identificado como 1003-78541 MM 2-379, en el que se destacó: “La Oficina del Buró está consciente que  del Valle ha estado involucrado en actividades ilegales actividades en el pasado, incluyendo las operaciones de narcotráfico....”

Sin embargo, como se manifiesta en un Memorándum de las Fuerzas Armadas y Civiles Anti-Comunistas (FAYCA), escrito el 18 de octubre de 1960 por José A. Benítez, presidente del Comité Demócrata del Estado de Puerto Rico y dirigido a D. William Pauley [Pawley],  (REF: CIA, envío 2 de noviembre 1960. NARA # D0740), se recomienda el apoyo de la CIA y del senador Smathers a Eladio del Valle, vecino de 8245 Collins Avenue, Miami Beach, Florida, para los planes del mismo de realizar una invasión contra Cuba.

En el documento se pone de relieve que Eladio del Valle estaba especulando con un plan de invasión a Cuba, debidamente organizado e implementado, lo que fue creído por José A. Benítez. Este plan, tal vez fruto de una afiebrada imaginación de Eladio del Valle o de un intento de estafar a los potenciales promotores del mismo, consistía en introducir 150 hombres armados dentro de la isla, todos con experiencia militar en el ejército de Batista, a los que se sumarían miembros del Ejército Rebelde cubano en una de las provincias de la Isla. Posteriormente, a los diez días posteriores de realizada la invasión, se abriría otro frente en otra provincia de Cuba. De la misma manera, Eladio del Valle promueve en su plan la creación de células saboteadoras en la capital cubana.

“Si somos capaces de ofrecer ayuda para él, sus sacrificios mejores resultados que lo que le permite trabajar por sí mismo. (…) Él no tiene ninguna relación con otros dirigentes cubanos activos en sus planes, a pesar de que es un amigo personal de ellos.”

Continúa el Memorándum de Benítez: “A medida que ya cuenta con su propia fuerza, hecho y lograr por sus propios sacrificios, que deben proporcionar los 150 hombres con equipos adicionales que han de realizarse por los mismos los de Cuba dispuestos a unirse a ellos. (…) Además, me imagino, un poco de ayuda financiera para la las familias de los que van por ahí puede traer una favorable reacción.”

Otro MEMORANDO dirigido al Director del FBI (100-378541) por parte de SAC, Miami (2-379) (P) y fechado el 22 de junio de 1966, se refiere a Eladio Ceferino del Valle Gutiérrez en relación con varios aspectos, entre los que se destaca que del Valle emplea sus barcos de pesca  para realizar operaciones de narcotráfico desde Panamá y República Dominicana. A la par. Hace referencia a la investigación de Aduanas sobre la operación de Masferrer en Cayo Marathon y cómo una acusación a del Valle por narcotráfico puede poner sobre aviso a Masferrer.

Luego de realizar varias acciones terroristas dentro de Cuba, tales como ataques a embarcaciones y quema de campos de caña, Eladio se vinculó estrechamente a la conspiración para asesinar al presidente Kennedy, reclutado por la CIA y la Cosa Nostra. Según declaró el agente encubierto del FBI, Harry Dean en 1975, Eladio del Valle fue uno de los gatilleros que asesinaron a Kennedy, aunque su acusación fue desoída. Años después, esta versión fue confirmada por Antonio de la Cuesta (Tony), capturado en Cuba el 29 de mayo de 1966, mientras realizó una infiltración por la zona de Monte Barreto, en el barrio capitalino de Miramar. De la Cuesta también involucró a Herminio Díaz García, fallecido durante la referida infiltración, como otro de los conspiradores en el magnicidio contra JFK.

Otra versión lo colocó en Dallas, Texas, el 22 de noviembre de 1963, en la escena del asesinato de Kennedy, como uno de los francotiradores, junto a Loran Eugene Hall, dueño de un amplio historial criminal en EE UU y vinculado a la CIA y a la Cosa Nostra. Loran Hall se movió indistintamente por Luisiana, Florida y Texas, preparando actividades terroristas contra Cuba. Usaba el seudónimo de Lorenzo Pascillo y, según se sabe, perteneció a los Minutemen. En realidad, Hall era un informante del FBI y de la CIA.

Loran Hall desapareció por arte de magia y se cree que fue asesinado por la CIA.

LA MANO ASESINA DE LA CIA LE COBRA LAS CUENTAS

El fiscal especial que investigó el asesinato de John F. Kennedy caso, Jim Garrison, tuvo marcado interés en entrevistar a Eladio del Valle para esclarecer su participación, y la de otras personas, en la conspiración, pero no pudo dar con su paradero. La razón era simple: Eladio del Valle fue asesinado el 23 de febrero de 1967, a la 1:30 a.m., como resultado de un disparo en el corazón, apenas antes de que fuera asesinado su amigo de correrías y conspirador, David Ferrie. Su muerte ocurrió en la esquina de la 37 avenue y la 7 Street, en el North West de Miami. Su cadáver fue encontrado dentro de un auto, un Cadillac Fleetwood del año 1966, estacionado en ese parqueo, según detalló el detective A V Giordano del Departamento de Homicidios.

La Oficina Forense del Condado de Dade se refirió en un Informe Forense denominado Caso N º 420 A, a las causas de la muerte de Eladio del Valle, quien por ese entonces vivía en el 3101 NE 164 Street, en North Miami Beach, y contaba con 45 años de edad.

Según el reporte de la autopsia, realizado por el médico forense Peter L. Lardizábal, el cuerpo de Eladio del Valle presentó laceraciones en el cuero cabelludo y un pinchazo que en el lado izquierdo del pecho. Rigor mortis completo en el cuello, la mandíbula y todas las extremidades.

Las investigaciones condujeron hacia Teodosio Bahadue, a quien se le levantaron cargos por homicidio en el caso y quien solicitó recurso de Habeas Corpus HC-3237, el 15 de agosto de 1969, dictándose su libertad tras el pago de una fianza de 50 000 USD.

En la declaración inicial de Teodosio Bahadue ante las autoridades, realizada el 27 de febrero de 1967,  Bahadue dijo ser vecino de 5890 W. 14th Lane, en Hialeah, y dijo trabajar en la venta de equipos en un taller ubicado  en el 301 Palm Avenue y 1491 E. 4th Avenue en Hialeah. Manifestó conocer a Eladio del Valle desde hacía 4 años y tener relaciones comerciales a través de una compañía de exportación de equipamiento usado hacia República Dominicana, la  Untiem_Marine, ubicada  Drive South River, Miami, y usando a Santiago Rey Perna, gerente del hotel Ambassador  como contacto.

En el interrogatorio Bahadue dijo que del Valle recibió una llamada de un tal Sánchez, pero éste no estaba en la tienda. Luego intentó llamar a Sánchez cerda de 6 veces. El interrogado reconoció que Eladio del Valle “tenía un montón de enemigos en la política.” Bahadue reconoció a Masferrer como uno de estos enemigos.

Bahadue reconoció que del Valle estaba vinculado al contrabando de armas y venta de oro con varias personas, entre las que destacó a John Gallagher,  de la ciudad de Boston, así como a Marco Guin, residente en Miami.

El asesinato de Eladio del Valle quedó impune y la investigación condujo a un atolladero. Nunca se encontró a su asesino, como tampoco al de su socio David Ferrie. Otra vez la CIA eliminó a quien le sirvió como terrorista, informante y asesino. Era, simplemente, comprometedor y descartable.


Percy Francisco Alvarado Godoy