jueves, 21 de febrero de 2008

Droga Estados Unidos consumidor, comercializador, lavador de narcodólares, protector de traficantes, Alfredo Correa denuncia.


Alfredo Correa escribió: Nuevo artículo.

"Puedo tumbar mi satélite espía, pero no puedo impedir que entren toneladas de coca".

En el inicio del boom de la coca en los Estados Unidos en los años 80, en los estados de Florida y California, los aviones de los carteles emergentes de la Cocaína dirigidos por Pablo Escobar, Jorge y Fabio Ochoa, Carlos Lehder y Samuel Alarcón entraban al territorio Norteamericano como *Pedro por su casa*.

Eran los tiempos de la guerra fría, los servicios de detección del ejército,
Marina, guardia costera, aeronáutica civil, radares, satélites espías,servicios de inteligencia y autoridades de toda índole y con un presupuesto astronómico eran incapaces de detener este contrabando masivo de Cocaína que ingresaban a su territorio.

El Estado de la Florida estaba en un bacanal de Dólares producto del dinero ilegal de la venta del polvo blanco, el desarrollo económico en bienes y raíces creció en un 3000% y el comercio de servicios gozaban de un flujo de dinero inaudito; la banca empezó a lavar dinero sucio y las bandas de Sicarios de la *Madrina*entre otras, llenaban las calles de sangre.

Los bancos de Panamá estaban abiertos para recibir sin ninguna pregunta los masivos depósitos en efectivo, el presidente Noriega agente de la CIA estaba al tanto de que pasaba y era el protector de la banca y de los intereses de los carteles; Años después ese dinero fue usado para la Contra Nicaragüense en el affaire Irán-Contras, Manejado desde la Casa blanca por Oliver North.

Los aviones y barcos llenos de Cocaína entran y salen con la anuencia de autoridades, la economía Norteamericana recibe grandes sumas de dinero sucio que
son lavados por el Status y pasan a ser dinero legítimo que llena las arcas
para el crimen, soborno, inversión y palear déficit y balanza de pagos.

Hoy en día los aviones de la fuerza aérea Norteamericana llegan en su territorio con grandes alijos de cocaína desde Colombia, igual que lo hicieron en el pasado desde Viet nam, Laos y Camboya con Heroína y Opio.

Lo increíble de esta historia es que las autoridades de la Casa Blanca culpan a Venezuela y a su gobierno del negocio del Narcotráfico, cuando es en Colombia donde se elabora y en Estados Unidos donde se consume, La estadística señala 50 millones de adictos.

Leemos la noticia del derribo de su propio satélite espía (ellos pueden espiar, violando la soberanía de otros países).

Hasta el tamaño de los pedazos y el peso del satélite es cuantificado, pero no pueden impedir que entre a su país miles de toneladas de Cocaína y controlar los sembradíos y trafico de Marihuana en su suelo, un negocio de 60.000 millones de Dólares mayor ingreso que el maíz, soya y maní.

¿SERA QUE NO QUIEREN ACABAR CON SU JUGOSO NEGOCIO, QUE DAÑA A MILLONES DE
PERSONAS Y QUE HA DERRAMADO MÄS SANGRE QUE UNA GUERRA CONVENCIONAL?


Alfredocorrea56@yahoo.com


Alfredo Correa Suarez

Fidel y el cura brasileño Frei Betto, la religión del socialismo, humanismo revolucionario


La renuncia de Fidel

Frei Betto 19/02/2008, Sao Paulo.-


Fidel Castro, de 81 años, renunció a sus funciones de presidente del Consejo de Estado de Cuba y de Comandante en Jefe de la Revolución. Dedicado a cuidar su salud, prefiere mantenerse fuera de las actividades de gobierno y participar en el debate público -que siempre le encantó- a través de sus artículos en los medios. Permanece, sin embargo, como miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba.

El próximo domingo día 24 Raúl Castro, de 77 años, será elegido, por los nuevos diputados de la Asamblea Nacional, para ocupar las funciones de primer mandatario de Cuba.

Es la segunda vez que Fidel renuncia al poder. La primera fue en julio de 1959, siete meses después de la victoria de la Revolución. Elegido primer ministro, chocó con el presidente Manuel Urrutia, que consideró muy radicales las leyes revolucionarias, como la de reforma agraria, promulgadas por el consejo de ministros.

Para evitar un golpe de estado, el líder cubano prefirió renunciar. El pueblo salió a las calles apoyándole. Presionado por las manifestaciones, Urrutia no tuvo otra alternativa que dejar el poder. La presidencia fue ocupada por Oswaldo Dorticós, y Fidel volvió a la función de primer ministro.

Estuve en Cuba en enero de este año, para participar en el Encuentro Internacional sobre el Equilibrio del Mundo, a la luz del 155º aniversario del nacimiento de José Martí, figura paradigmática del país. Regresé a mediados de febrero para otra reunión internacional, el Congreso Universidad 2008, en el que participaron varios rectores de universidades brasileñas.

En ambas ocasiones me encontré con Raúl Castro y otros ministros cubanos. Me reuní también con la dirección de la FEU (Federación Estudiantil Universitaria); con estudiantes de la universidad de Ciencias Informáticas; con profesores de nivel básico y medio; y con educadores populares.

Se engaña quien crea que la renuncia de Fidel significa el comienzo del fin del socialismo en Cuba. No hay ningún síntoma de que sectores significativos de la sociedad cubana aspiren a que regrese el capitalismo.

Ni siquiera los obispos de la Iglesia Católica. Con excepción de unos pocos, a quienes no les importaría que el futuro de Cuba fuese equivalente al presente de Honduras, Guatemala o Nicaragua. Además, ninguno de los que salieron del país continuó la defensa de los derechos humanos al insertarse en el mundo encantado del consumismo.

Cuba no es reacia a los cambios. El mismo Raúl Castro desencadenó un proceso interno de críticas a la Revolución a través de las organizaciones de masas y de los sectores profesionales.

Son más de un millón de sugerencias las analizadas por el gobierno. Los cubanos saben que las dificultades son enormes, pues viven en una cuádruple isla: geográfica; única nación socialista de Occidente; desprovista del apoyo que le daba la Unión Soviética; bloqueada hace más de 40 años por el gobierno de los EE.UU.

A pesar de todo ello el país mereció elogios del papa Juan Pablo II con ocasión de su visita en 1998.

En el IDH 2007 de la ONU el Brasil se alegró de figurar en el puesto 70.

Los primeros setenta países son considerados los mejores en calidad de vida.

Cuba, donde no se paga nada por el derecho universal a la salud y educación, figura en el puesto 51.

El país presenta una tasa de alfabetización del 99.8%; cuenta con 70.594 médicos para una población de 11.2 millones (1 médico por cada 160 habitantes); un índice de mortalidad infantil de 5.3 por cada mil nacidos vivos (en los EE.UU. son 7, y en Brasil 27); 800 mil diplomados en 67 universidades, en las que ingresan cada año 606 mil estudiantes.
Hoy día Cuba mantiene médicos y profesores trabajando en más de 100 países, incluido Brasil, y promueve en toda América Latina la “Operación Milagro”, para curar gratuitamente enfermedades de los ojos, y la campaña de alfabetización “Yo sí puedo”, con resultados que convencieron al presidente Lula a adoptar el método en el Brasil.

Habrá, sí, cambios en Cuba cuando cese el bloqueo de los EE.UU.; cuando sean liberados los cinco cubanos presos injustamente en la Florida por luchar contra el terrorismo; y si la base naval de Guantánamo, utilizada ahora como cárcel clandestina -símbolo mundial del irrespeto a los derechos humanos y civiles- de supuestos terroristas fuera devuelta.

No esperemos, sin embargo, que Cuba quite de las entradas a La Habana dos carteles que nos avergüenzan a nosotros los latinoamericanos, que vivimos en islas de opulencia rodeadas de miseria por todos lados:

“Cada año 80 mil niños mueren víctimas de enfermedades evitables, Ninguno de ellos es cubano”.

“Esta noche 200 millones de niños dormirán en las calles del mundo. Ninguno es cubano”.

Preso escribe a Fidel desde EEUU, Rene González luchador antiterrorista saluda al Comandante de Cuba



Carta de René González a Fidel

19 de febrero del 2008
Año 50 de la Revolución

Querido Fidel:

Por entre la maraña mediática de deseos malsanos, ignorancia autoinfligida, y sueño de reconquista, nos llega la noticia de su decisión de no continuar al frente del Gobierno y de nuestras Fuerzas Armadas.

Una sociedad imperial, moralmente decrépita, no puede entender una decisión dictada por su sentido del deber al revolucionario de toda una vida.

Mucho pedir sería que comprendan cuán profundo ha calado en los cubanos la semilla de su ejemplo, que inspirará a incontables generaciones de combatientes en todo el mundo cuando ya ni usted, ni nosotros, ni nuestros patéticos enemigos de hoy, estemos físicamente en él.

Hace ya 55 años que un humilde soldado del honor, convencido de que las ideas no se matan, preservó su vida para la posteridad. A quienes hoy cuentan con los dedos, atónitos y apesadumbrados, los sucesivos emperadores humillados por la resistencia de nuestro pueblo, con usted al frente, no les alcanzarán los pelos para contar a los conquistadores, tiranos y servidores imperiales que habrán de ser sepultados por sus ideas.

Un abrazo,

René González Sehwerert.

Cuba Enero 2008, su gente, calles, etica, escuelas, ternura, firmeza, música, orgullo, plazas, religión, progreso, paraíso del turista

Pareja argentina en el Enero cubano Eladio González - toto

Buenos Aires – PanamáVolamos hasta Panamá, Irene temerosa me apretaba la mano en el aterrizaje y yo dudaba en sostenérsela, se sabe que los pecadores no van al cielo, (si se cae el avión).
Desde arriba veía las verdosas montañas pequeñitas y fantaseaba por donde andaría Verón el amigo de mi hijo Demián, balsero por segunda vez, porque con su madre llegaron a la Argentina desde Uruguay y años después el muchacho huyó a Panamá. Ojo, necesitaba trabajo. Matando el tiempo para esperar mi vuelo a La Habana observé la descarga de equipajes del avión de Copa. Una negra voluminosa (culona) parada junto a la cinta transportadora veía salir las valijas que alguien desde dentro del fuselaje cargaba en la cinta transportadora. Cuando terminó todo, el propio empleado se subió a la cinta de transportar, la negra lo espero como si fuera a una valija y “juro” que lo palpó todo. No entendí bien si estaba presenciando un acoso sexual ó si ella cumplía a rajatabla con lo establecido para control de hurtos. El tipo se fue contento, no se si por las manos de la negra ó porque no le había descubierto algo que se puso bajo la gorra. La negra no lo tocó de la “nuez de Adán” para arriba. Esto me trae a la memoria que sesenta años atrás a las tetas de las minas en mi niñez, no se le decía “Lolas” se les decía “tetas”, “limones” pero además un tango las calificaba como “nueces” (“flaca tres cuartas de cogote, una percha en el escote, bajo la nuez”). La percha sería el corpiño.
La Habana – Camagüey
Panamá – La Habana Sabíamos que alguien nos esperaría allí, estaba pactado. Pachi, alto, delgado, algo canoso, moreno, de unos (en apariencia 40 años) nos subió a su auto modelo 1948, año de nacimiento de este combatiente revolucionario con quien compartimos el trayecto a Camagüey. Desconfiaba de él, pensando que la Inteligencia de Estado nos lo había puesto para proteger a Cuba de mi torpeza típica. Cuando un tremendo ruido nos hizo detener, pensé… rotura de caja, desprendimiento de tren trasero, yo que sé. Pachí dio vueltas al auto, miró la rueda trasera (la de mi lado) y con la mano hizo girar ¡varias vueltas!, tres de las tuercas. La sangre se me congeló recordando que mi puerta no se podía abrir desde adentro, por fallas del mecanismo y era la rueda trasera de mi lado, la que se hubiera desprendido a velocidad.
Imaginé un crimen político, él se rió, yo no. De a ratos manejaba su hijo y eso me atemorizaba, hasta que recordé que no existe el “Paco” en Cuba.

CAMAGÜEY
Llegamos al Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos de Camagüey, allí nos esperaba una recepción digna como para la Multisectorial con Fanny, Emilia, Rina y todas las VIP. El Delegado Provincial del ICAP Francisco López Domínguez, hombre de evidente herencia arábiga, moreno, sensato, pausado, revolucionario, convincente, ganador, bahhh…. Master en “Relaciones Públicas” lo que se dice, nos apropió y a partir de allí fuimos sus rehenes. Grandes muñecos de peluche con forma de Sapo, Tortuga (que es Jicotea en cubano básico) etc. sostenían carteles manuscritos que nos daban la bienvenida. (a los 10 días los muñecos sostenían carteles “Feliz Cumpleaños Toto”. Banderas de todas las sufridas patrias de América, circundaban el gran patio colonial, a donde asoman las oficinas de estos asombrosamente desburocratizados funcionarios comunistas y sus hermosas ayudantas como Xiomara y Eida, que tanto barren, baldean, como atienden al visitante, cocinan ó desde las computadoras trabajan a destajo. Verlas acarreando cajones de botellas llenas ó vacías con refrescos ó cerveza, hace entender el que las fiestas de los “Viernes internacionales” sean un éxito, con brasileños, peruanos, bolivianos, salvadoreños, nicaragüenses, chilenos, uruguayos y hasta… ”ahh argentinos”, que están allí estudiando gratis durante 6 años Medicina, deportes ó vaya a saber lo qué. Un trío kamikaze de cualquier nacionalidad trabaja voluntario ese viernes, sirviendo las mesas con invitados de todas las nacionalidades (imaginen todas las diferentes exigencias).
Compartimos varias fiestas, en una me celebraron el 65 aniversario en el que mi vieja, abrió las piernas para dejarme salir y no para otra cosa. Ante 80 seres humanos corté la primera porción de un cake (torta en argentino) rosado, ¿habrán detectado mi costado femenino?). Ya yo había cortado otra torta similar, brindado y recibido obsequios de parte de mis amigos y mi hermano Paco, un día antes allí mismo, así que o hacían replay ó yo cumplía 130 años, ó el primer cumpleaños había sido un simulacro. Paco el Delegado cada 2 minutos explicaba nuestro currículum a los presentes, como si realmente fueramos importantes. Luego tuvimos que hablar al público. Muchachos y jovencitas hermosos, inteligentes, universitarios, becados que condescendieron a tener un gesto de cortesía con ese viejito argentino que había discurseado minutos antes. Aproveché y repartí tarjetas del Museo del Che Guevara de Argentina, Un militante del Movimiento de los Sin Tierra de Brasil se nos sentó, como corresponde en nuestra mesa, sin pedir permiso. (entre compañeros no hace falta), y nos despachamos él y nosotros comentando sueños y dolencias. Ya me envió un mail el muchacho, se parece bastante a Frei Betto, pero no es cura. Fue uno de los 25 que vinieron a saludarnos a la mesa. Allí en el ICAP fui testigo de cómo un cubano que emigró, concretó su “controlado y autorizado” viaje de visita a su patria (cada tres años solamente y eso si tiene padre, madre ó hermano vivo, así es la ley Bush que ordena las vidas de los cubanos que viven en EEUU) y trajo con mucha esperanza, como donativo una máquina de escribir en Braille, para ciegos.
Los custodios, todos de la casi tercera edad, que trabajaban en el ICAP, permanecían sentados cada uno en su turno, frente a una de las ventanas de la enorme casona, mirando hacia la avenida, vecinos que pasaban, se detenían y conversaban ocasionalmente con alguno de ellos. Los que no se detenían eran los gorriones que a través de las rejas coloniales se filtraban desde la calle, rozando las narices de las custodios, para ir a picotear miguitas en el piso del patio. Un día o dos fingí ser custodio y puse cara de cubano, los pájaros me aceptaron, pero no tuve suerte con los transeúntes. Pensaba mentirles que yo era nuevo custodio allí y que era “Pinareño”. (a la gente de Pinar del Río, (pinareños) se la cataloga en broma como si fueran el equivalente “gallego” para nosotros. El colindante secadero de café y su hall de entrada con “enormes” cuadros con los rostros de Camilo Cienfuegos y Ernesto Che Guevara fué una tentación a entrar. Dos técnicos me acompañaron por toda la nave industrial, máquina por máquina explicándome todos los detalles. Devolví la gentileza fuera en la calle, ante 22 operarios leyendo para todos la carta del sacerdote argentino sureño Ruben Capitanio a los 5 Héroes cubanos prisioneros en EEUU. ¡ Cómo aplaudieron !
Otro viernes de fiesta en el ICAP esta vez aniversario de la liberación de Haití, 3 brasileños becados se presentan para trabajo voluntario (como el Che) cenan solos primero, pero les caigo en su mesita y como tienen la boca ocupada, les leo la carta del cura argentino a los 5, el poema de Gelman a Fidel y les hablo, les hablo, y sigo hablándoles. Habrán quedado pensando que con los argentinos no se jode porque la parlan lunga. La comunidad descendiente ó directamente haitiana, disfruta de los simples pero profundísimos conceptos, que su líder comunitario les dirige desde micrófono. Irene y yo nos emocionamos. La vocalista haitiana con el coro moviéndose tras ella, nos seducen musical y visualmente. Disfrutamos enormemente, sus ritmos me sacan de la silla, acoso a una dama que bailaba sola entre los presentes y finalizo danzando con ella un baile cuasi tribal.
Paquito nos llevó hasta lo de Carmen Soto la Cubiteña (ex Sierra de Cubitas) primera ciudad que recibió donativos solidarios de Chaubloqueo. Ella había armado con 2 máquinas de coser y retazos de tela que Irene enviaba gracias a donativos, un taller “Chaubloqueo” de confecciones. De allí salían bloomers (bombachas) y otras prendas para Círculos de Ancianos y para Casas de Niños Sin Amparo Filial. Leer los recibos de esos donativos acreditados a nombre de “Chaubloqueo” nos hizo creer en la magia. La anécdota contada 12 años ha por una viajera argentina, había arrancado lágrimas a todos. “Un negro sentado en un rincón del taller, cortaba tiras de caucho a un neumático, para que las bombachas tuvieran un elástico”. Carmen desarrolló ahora un taller de construcción de muñecas, con material de rezago y descarte. Es asombrosa su producción, su energía y fé en que sus esfuerzos serán aprovechados por la sociedad, para que los niños aprendan a hacer sus propios juguetes económicos. Que quienes tienen su querido juguete roto ó desarmado, comprendan que lo pueden restaurar, para ello un artesano titulado “Médico de juguetes” atiende a los pequeños interesados. Llegamos a los bloques de edificios y los vemos engalanados con bandera cubana a la que sumo nuestra querida bandera argentina (momento en que pierdo mi bandera, pues Carmen razonablemente me la pide y chau bandera). Muñecos de diferentes tamaños cuelgan de balcones y ventanas, cubren todo el patio delantero del edificio y ocupan la vereda casi hasta la calle. En la vereda de enfrente las casas son de bajo, ocupadas por discapacitados motores y cada una tiene rampa para sillas de rueda. Los muñecos representan a Nicolás Guillén, a “Bola de Nieve” (famosísimo pianista y vocalista cubano fallecido) y a muchos personajes más. También están los vecinos y participantes. Jubiladas que nos explican a cámara como es que le transmiten a los niños, el secreto de la construcción del juguete. Blancos, negros y mulatos, todos mezclados. Un joven blanco en su silla de ruedas canta para todos acompañado por su guitarra. Cada cinco minutos nos presentan a fulano, Vanguardia Provincial, mengano Vanguardia Nacional, uno más Vanguardia Municipal, todos son destacados en algo que no alcanzo a entender bien (me imagino al Padre Grassi en vanguardia pedofílica) pero miro sus rostros, luego los de sus vecinos y a buen entendedor pocas palabras. Siento un orgullo grande, de que esas manos callosas estrechen las mías. Una gigantesca olla de sesenta litros hierve de caldosa, el marido de Carmen, compañero excepcional, agita el mejunje. ¡Que rico el plato compartido! “entre todos”, que siendo escaso llena tanto el estómago como el alma! Shakira, la hija de Carmen, artista consumada a sus 12 años, golpea rítmicamente su asiento que es un cajón estilo peruano. Es de aglomerado, totalmente reñido con el sonido genuino, que brinda la madera maciza. Ocurre que en Cuba resalta, se distingue el contenido y no el continente ó la estética o valor del material usado. Luego vestida a lo haitiana, baila en pareja con un varoncito a quien le lleva una cabeza de altura, pero el que le saca varias cabezas en pureza danzaria, por sus genes, es el niño negro que a pesar de su talento Shakira no puede empatar. Me yergo y bailo junto con los 2 niños. Luego un trío de niñas cantan como los dioses. El ciego que está sentado frente mío, disfruta más que yo. Algo me conmociona profundamente siempre que escucho parches africanos, y la joven negra que con su tambor se adueñó del lugar y del momento, descubre a su lado a este viejo que pretende repetir la frase africana, que ella termina de exhalar, como si solo respirara. Las negras y delgadas manos golpetean con piel viva la piel muerta del parche y (cómplice) me repite, modulándolo el lema de la canción, para que con alma y vida yo lo grite a viva voz. Media hora de profunda emoción gutural y luego la emoción auditiva de la voz de mi pareja, Irene que cuando habla en público parece despojarse de su hermosa humanidad física para convertirse en un “corazón que habla sangrando amor”. Me toca a mi luego y explico la tragedia familiar de Juan Gelman, rescato su reciente Premio Cervantes y declamo su maravilloso poema a Fidel Castro. Los periodistas presentes, Bárbara Suarez Avalos, Lázaro David Najarro Pujol y otros graban para sus medios. ¡Que rico el plato compartido! “entre todos”, que siendo escaso llena tanto el estómago como el alma!
Holguín Amaury Torno Delegado Provincial del ICAP Holguín nos abraza en la terminal. A solas en su escritorio, nos obsequia una foto hermosa del Comandante Fidel Castro y un libro escrito por Ramón Labañino, uno de los cinco héroes. Nos explica que fue editado con el aporte de un enamorado de Cuba, que vive en Canadá y que pagó la edición él solo. El hombre había donado antes diez mil dólares al ICAP, un Hiunday cero kilómetro y ocho paneles solares japoneses, para calentar agua, que instaló en la terraza del Hospital Pediátrico de Holguín. Amaury sin perder un ápice de su semblante “tengo poker de ases”, abre el libro de Labañiño y explica que Ramón huyó a Miami y su madre vivió avergonzada y dolida un par de años más, muriendo sin enterarse la tarea que su primer hijo cumplía por la Patria. Sin dejarnos respirar, nos lee el sentido y trágico poema con el que el hijo salda la deuda que le quedó pendiente con la madre. (quien quiera el texto me lo pide y se lo envío, es hermoso). Así Amaury desnudó su ternura ante nosotros, sin darse cuenta, sin proponérselo. Gracias hermano, muchas gracias. Hotel Pernik repleto de deportistas, boxeadores y beisbolistas, esa noche juegan en el estadio Calixto García Industriales contra el local Holguín. Nuestra habitación tiene nombre a más de número, es la “Leo Brower” el hombre es uno de los más grandes músicos clásicos de Cuba. Los retratos de él con personalidades y músicos de todo el mundo tapizan intercalados con hermosas obras de arte que artístas plásticos le obsequiaron las paredes de la habitación. En una caja de madera, que abro curioso está el “Hacha de Holguín” que es el reconocimiento cultural tope que la Provincia otorga a los destacados como en este caso Leo. Su foto con Astor Piazzolla nos deleita. Una biblioteca de unos cien libros dentro de la habitación me hace desear quedarme 3 meses leyendo. La invito a mi única (Irene) al partido de béisbol y allá vamos, nos ubican delante de 15 canadienses jóvenes, no entiendo el juego pero fui a ver al público y allí están miles y miles de familias cubanas, con sus chicos de toda edad. Y nos tenemos que levantar y sentar seguido porque la “ola” es una de las prácticas lúdicas de el público. Aplauden y vitorean ¡Holguín! ¡Holguín!. En un fallo discutido, cuatro jugadores negros enormes (sin los bates en la mano, menos mal) rodean al árbitro cuestionado. Rezo mentalmente para que la policía, con sus escudos de acrílico, cascos, perros y escopetas lanzagases golpeen o baleen a alguien, para que las cosas no lleguen a mayores, pero extrañamente estan todos hablando, exponiendo sus opiniones y no hay empujones, ni gritos (estamos a 20 metros de ellos). Allí termina todo y vuelven a sus puestos, pero ¿Dónde carajo está la policía?, recién ahora me doy cuenta que no vi uno solo. La gente y nosotros llegamos e ingresamos por miles al estadio, y ahora recuerdo que no tuve que atravesar ni una sola barrera policial, nadie me palpó de armas ó de lo que sea. No ví patrulleros, ni Neptunos (con cañón lanzagua coloreada). No hay un solo cartel de propaganda. ¿de que vivirán los dirigentes de estos clubes?
Irene aguardaba a que hubiera silencios y aprovechaba para vociferar su consigna de ¡VIVA FIDEL! una y otra vez.
Atrás nuestro los canadienses muy ruidosos gritaban en inglés, las pirámides que habían armado con las latitas de cerveza demostraban que podían ser usados de coro griego y también esperé que hubiera mucho silencio para repetir estentóreamente la consigna que lanzaba Irene. Dio resultado y se sumaron instantáneamente esta especie de perros de Pavlov americanos que ni entendían lo que aclamaban.
En un increíble Studebaker 1950 amarillo fuimos hasta el mirador de Mayabe, instalación hotelera enclavada en la loma de una sierra. La enorme piscina al borde del precipicio y el maravilloso paisaje a los pies. Tras nadar y solearme me dediqué a recorrer las diez mesas que ocupaban familias cubanas a excepción de una donde 2 muchachas suizas compartían con una negra cubana de su edad. A algunos les leí en voz alta la carta del cura a los 5 y a otros se la dejaba “a préstamo” por 15 minutos. A los que se mostraban con ganas de más, les declamaba el poema a Fidel de Juan Gelman, y si me invitaban a sentarme ya era alevoso y los congelaba con anécdotas argentinas que para nosotros son cosa de todos los días. El maestro Fuentealba, el compañero Julio López, la minimalización de la polarización izquierdista. Comenzaba a caer la tarde y en el ranchón de comidas, quedaba solo el joven barman y ocho empleadas/os. Les caí con la carta de Ramón Labañino a su madre muerta. Los aplausos me autorizaron a pedirles que cantáramos por los 5 el Himno Nacional Cubano que entonamos todos con fervor revolucionario. No podía faltar Nicolás Guillén (el poeta nacional cubano) que exiliado en Buenos Aires escribió: Che Guevara. Y se los recité: “Como si San Martín la mano pura, a Martí familiar tendido hubiera, como si el Plata vegetal viniera, a juntar con el Cauto agua y ternura, así Guevara el gaucho de voz dura brindó a Fidel su sangre guerrillera, y su ancha mano fue más compañera, cuando fue nuestra noche más oscura. Huyó la muerte, de su sombra impura, del veneno, del puñal y de la fiera, solo el recuerdo bárbaro perdura. Hecha de dos, un alma brilla entera, como si San Martín la mano pura a Martí familiar tendido hubiera”. Me gané besos y abrazos y un ron y nos fuimos hacia la salida donde las enormes puertas del Studebaker, se abrieron para que nos acogiera el tapizado rojo. Mi cartel de “Bush Tarrú” lo llevé fuera de la ventanilla de todos los autos en los que circulamos y era agitarlo cuando se detenían en los cruces, donde desde las paradas de transporte las gentes e incluso los policías y soldados, me respondían saludando, con los brazos en alto y blanquísimas sonrisas.
Holguín – Santiago de Cuba
Terminal de micro falta una hora para partir hacia Santiago de Cuba, Irene con el equipaje y charlando con viajeros cubanos allí en la terminal holguinera.
En las paredes los cinco rostros de nuestros héroes, como en todas las terminales de Cuba y frases de Martí, del Che, de Fidel.
Inquieto recorro los alrededores observando, fotografiando. A cien metros veo uniformes, en un soplo estoy frente a la escuela, ingreso a la antigua casa y a la abierta habitación donde varias mujeres conversan de pié. Salen algunas y la que me mira expectante recibe mi proposición. Tras exhibir mi credencial, que es la carta del cura argentino a los 5, quedo habilitado y voy con ella (la directora) al patio abierto donde esperan uniformados y en formación rigurosa doscientos niños, de ambos sexos y variados colores. Tras los niños, los padres, mientras se iza la bandera, doscientas y pico de infantiles gargantas entonan “la Bayamesa” de Perucho Figueredo (¡qué emoción!). Pero tengo que dejar la cámara porque la directora ya me presentó. “Un compañero de Argentina”. Leo el mensaje a los 5 héroes escrito por el cura argentino Ruben Capitanio.
Y grito con el alma “¡Libertad a los cinco!” señalando a mi espalda el gran mural que muestra sus rostros. Gritan ¡Libertad! Y aplauden. Fuí por lana y salí trasquilado ya que con un gesto de la “dire” todos los rostritos se iluminaron y las doscientas boquitas entonaron completa “Cuba que linda es Cuba, quien la defiende la quiere más, un Fidel que vibra en la montaña, un rubí, cinco franjas y una estrella” (y sollozo ahora mientras escribo esto en la computadora). Como en cada escuela que visité, dejé allí una revista de “Pelota de Trapo” la Agencia de Noticias, me sentí muy orgulloso de sembrar en esos lugares de excelencia educativa y trato amoroso, una revista de tanta profundidad, poética y que denuncia el infanticidio argentino. Los cubanos van a sufrir cuando la lean, pero la verdad, será dolorosa, pero es la verdad. Y así apreciarán mejor su maravillosa realidad contrastada con nuestra dolorosa decadencia. A todas las escuelas les expliqué que “Pelota de Trapo” se puede pedir por mail, pero también la envía esta maravillosa gente por correo y gratuitamente. Cuba está lejos de nosotros, en distancias y en logros, pero les sugerí que pudieran pedirle a Morlachetti & Company que les envíe unos cuantos ejemplares a la Embajada de Cuba en Argentina, calle Virrey del Pino 1810, para que desde allí vaya a Camagüey, Holguín, Santiago de Cuba y porque nó, a todas las provincias cubanas. Es un sueño mío, soy fanático de Pelota de Trapo, será por mi inmadurez, nunca dejé de sentir mi niño interno y como es argentino, está hecho mierda. Veremos como hacemos.
Santiago de Cuba, el cartel con grandes letras cubre el maletín que porto siempre colgado a mi espalda, dice “VOTO UNIDO” y más chico abajo “Bush tarrú” arribamos y allí está la monumental escultura del “Titán de Bronce” Antonio Maceo, de la colina artificial basamento de la escultura ecuestre brotan como por arte mambí, decenas de gigantescos machetes. Frente al bello edificio del ICAP está el Palacio de Pioneros, que 5 años atrás visitamos descascarado y pálido. Hoy los dos gigantescos rostros de Camilo Cienfuegos y Ernesto Che Guevara a 30 metros de altura, lucen sobre el frontispicio del gigantesco palacio, recién pintado y remozado como si fueran una mágica aparición. Hileras interminables de escolares de secundaria, no cesan de ingresar al enorme jardín, que rodea la mansión y poco tardan en ser deglutidos a su interior. Profesoras especializadas les dan la bienvenida allí en el jardín y les adelantan la propuesta, que es el mes de la Orientación Profesional, que ni lerdos ni perezozos aprovechamos. Ambiente (gigantescos) por ambiente, acompañados por estudiantes ingresamos a las diferentes facetas del politécnico que se dictan en Cuba. Profesores y alumnos avanzados aguardan a que ingresemos y nos dictan clases magistrales, que pudieran detonar en nos una especial atracción por mecánica, gastronomía, arte, construcción, electromecánica, investigación, química, veterinaria, agronomía, etc, etc. Irene va dejando un tendal de alumnas/os, profesores, personal de maestranza shockeados, son quienes escucharon sus sinceras, veraces pero trágicas confidencias, sobre el estado de nuestra niñez y juventud, en cada oportunidad que habló dentro de ese lugar.
Y fueran varias las veces. Ese mismo día, en esa misma visíta. Es que verlos tan puros, tan inocentes, tan gigantes en su pureza e inocencia te detona una envidia sana, pero envidia potenciada que solo podés elaborarla hablando como un autómata y confesando todo lo que vivenciás en ¿Buenos Aires?, con vecinos, amigos, nietos y entenados.
Paramos en una casa para turistas, la joven familia, un matrimonio con dos varoncitos fueron como un sucedáneo de nuestras familias en Argentina. Vivíamos en el 1º piso, ellos en la planta baja, pero nos invitaban a compartir el noticiero por TV y a charlar. Nos obsequiaron un precioso libro revolucionario y el mayor de sus hijos (10 años) nos dedicó una acuarela sobre Ernesto Che Guevara. También debí escuchar al niño durante 20 minutos exactos sentado en su living, leerme un sesudo artículo de su libro de primaria sobre recursos minerales, cosa que me desconcertó. Afortunadamente la madre trajo al niño a la realidad y pude zafar. Día siguiente 7 de la mañana cruzo la calle y ataco a dos damas y tres varones médicos, de saco blanco, que toman fresco en una especie de sala de espera balcón, que tiene el policlínico y donde también cuando los hay, se sientan a esperar los pacientes (especie de consultorios externos). Enarbolo mi nacionalidad (cosa que en Cuba predispone pero a favor) y propongo escuchen el poema de Ramón Labañino a su madre muerta. Aceptan y se suma uno más, pero este de uniforme es custodio.
Agradecen al finalizar y los dejo pues voy al matutino de la escuela que ví ayer a 2 cuadras. Es primaria, entro al edificio de 3 plantas que rodean un gran patio, con amplísimos balcones corridos, que dan a enormes y luminosas aulas. Sentados en grupos niñas y niños, unos 60 conversan, algunos miran en un TV dibujos animados allí mismo, en un aula lateral puedo ver 5 computadoras ocupados sobre un total de 15. Maestras o empleados no dejan subir a los niños a los pisos superiores pues es temprano. La directora me explica que los padres que deben ir a sus trabajos pueden traer antes a sus niños y son los que estoy viendo. Orgullosa me lleva a la dirección que está presidida con un único y enorme cuadro pintado al óleo de Ernesto Che Guevara, la obra impresiona y me comenta que la realizó el marido de la profesora de inglés. Me presenta a un hombre delgado jóven, es el profesor de ajedrez. El me explica las bondades que el juego ciencia desarrolla en el intelecto de los niños, cosa que les permite aprender más fácilmente otros conocimientos luego. Manuel Ambrusier Jáuregui, es Presidente de la Federación Provincial de Ajedrez Postal y también del Círculo Master de Ajedrez manueljit@yahoo.es ó Apartado Postal 106 Santiago de Cuba 1 – CP 90100 Cuba, escríbanle. Volaron los minutos y los alumnos se formaron y eran doscientos cincuenta, muchos padres permanecían esperando. Izaron la bandera mientras todos entonaban el himno nacional. La dire les recordó que en dos días custodiarían muchos de ellos las urnas. Que era fundamental que comprendieran el proceso eleccionario, y sugería que esa noche por TV en el canal educativo vieran la mesa redonda que se haría al efecto. Llamó a un niñito y lo abrazó contra su costado anunció que cumplía años ese día y toda la escuela le canto al niño celebrando. Luego subieron al pedestal del mástil donde estábamos parados los premiados de ajedrez (6) primeros puestos en campeonato provincial, una negrita maratonista, y ¡sorpresa! el morochito de 10 años premio mensual al mejor pintor plástico de la escuela, en cuya casa estábamos parando. A todos los aplaudieron entusiasmados. Luego oir a todos juntos gritar “nacimos para vencer y no para ser vencidos”. La dire preguntó por los “encargados de Argentina” y en un minutos tuve a mis costados una niña negra y un niño blanco que exhibían 2 grandes cuadros con mapa, bandera, escudo, escarapela, flor de ceibo, rostro de Néstor Kirchner, y listado de ríos y montañas argentinas. Me presenta, dice mi nombre y al unísono todos los alumnos lo vocean. Leo la carta del cura argentino a los 5 héroes. Aplauso cerrado.
Luego les hablo con el corazón porque voy mirándolos uno por uno y mi cerebro está ocupado registrando ojos, colores, peinados, semblantes, dentaduras, posturas, pulcritud. Aplausos. La dire pide levanten su mano quienes se escriban con alguno de los héroes cubanos presos hace 10 años en EEUU… ¡ no puedo creerlo !, el 40 % de las manitas están alzadas.
Los medios de comunicación a sueldo del poder que destroza la civilización y el amor en todo el orbe, niegan que existan, ó atacan el método cubano de elecciones, sin aclarar de que se trata ó analizarlo. Irene y yo sentados en un banco estilo plaza a las 7 de la mañana, dentro del patio de un policlínico frente a nuestra residencia provisoria. No vemos soldados, ni policías en la hora y media que disfrutamos atestiguando, viendo llegar gentes de todas edades, sexos y colores. A tres que no encajaban (para mí) les pregunté la edad, dos respondieron 16 años, y el tercero 17. Viejos y jóvenes introducían el sobre en las urnas y los niños pioneros (7, 9 u 11 años) uniformados, ubicados a cada costado de la urna electoral, colocaban una mano en la sien y en voz alta decían ¡¡VOTÓO!!
Es fácil escribirlo pero una angustia explicable oprime mis lagrimales y me resta aire en los pulmones. ¿Cuándo pude yo a mis 10 añitos, ó cuando podrán mis 9 nietos en este triste país, custodiar el elemento básico donde la democracia expresa su voluntad? ¿Cuándo podrán votar a los 16 años? ¿Cuándo estudiar gratuitamente?
El voto NO ES OBLIGATORIO y sin embargo votaron 8.231.365 de cubanos, que es el 96,89 % del padrón, y solo el 3,73 % votó blanco y el 1 % fueron anulados.
El Voto Unido propuesto por Fidel desde los años 90 (pleno período especial), respaldó al gobierno con el 91 % del sufragio en un país cuyo pueblo ha sido educado para discutir. Volvieron a ganar los líderes de siempre, Comandantes de la Revolución, Juan Almeida Bosque, Guillermo García Frías y Ramiro Valdés, y como la nueva generación de dirigentes, Carlos Lage, Felipe Pérez Roque, Abel Prieto, tuvieron más del 92 %. Raúl Castro, con su discurso acerca de la necesidad del debate nacional, en todos los sectores para paliar las dificultades actuales, que se presentan en el seno de la sociedad, fue aprobado por el 99,37 % y Fidel Castro con 98,26 %, a pesar del año y medio de ausencia. Los ciudadanos tuvieron las mismas oportunidades y no gastaron un peso para ser electos. En otros países esto es una quimera, comenzando por EEUU donde la campaña presidencial va a terminar costando más de mil millones de dólares.
Visitamos la Casa Botiquín Frank País, donde vive mi querida amiga Mireya Fernández, viuda de Pedro Martí del batallón suicida. Allí escondían medicinas para apoyar la invasión de Fidel. El uniforme, el equipo de combate, las insignias todas que exhibíamos en el Museo del Che fueron aportadas por él. A 3 cuadras entramos a la Casa Natal de Antonio Maceo, (el Titán de Bronce” mulato héroe de la lucha contra el colonialismo español) Irene y yo fuimos atendidos 7 siete cubanos. Me presenté explicando de donde veníamos y que era amigo del héroe Pedro Martí. La custodio de uniforme del Ministerio del Interior me interrumpió diciendo. “Pues yo soy la hija de Pedro Martí”…. fué una gran sorpresa que asimilé apretándola contra mi pecho emocionado. Y era cierto, su tarjeta de identidad en el pecho, su altura de metro ochenta, era como el padre, y de él hija del primer matrimonio. Entonces fue como estar en familia. A cada rato me la abrazaba, con uniforme y todo. El guía del museo se lució por separado primero con Irene, luego conmigo, porque mientras nos turnamos en bajarle línea al personal cubano, que con atención nos escucharon primero a mí y luego a Irene. En realidad hablamos más nosotros que ellos, e inclusive tras hora y media de perorata, dos visitantes más se agregaron y ¡albricias! eran argentinos, maestros y jóvenes, se sumaron a la conferencia y sus conceptos lapidarios se sumaron a la realidad argentina que habíamos descripto nosotros.
Deshago mi último abrazo con la hija militar de mi amigo y nos fuimos para el Museo de la Clandestinidad, ex edificio de la policía batistiana que fuera incendiado por jóvenes revolucionarios que apoyaban el desembarco del Granma. Frente a ese museo está la casita, donde Fidel con solo 6 añitos era mantenido como rehén, por la pianista hermana de la maestra del caserío que Don Angel el padre de Fidel tenía en Birán, Holguín. El motivo era que doña Lina y Don Angel pagaban una buena suma de dinero mensual, para que su hijito estudiara en Santiago de Cuba, cosa que era una mentira, esta maestra y su hermana se aprovechaban de los padres de Fidel y al niño no le enseñaban nada.

Al chofer que nos lleva hacia la Granjita Siboney le comenté… “ché levantá a quien se te ocurra eh….” al rato se detiene y sube una cubana de mediana edad a la que se ve que el hombre conocía. Llegamos a la granjita cuando entramos resulta que la mujer que nos guía es la misma que levantamos por el camino. Tiene los labios pintados pero además hay como brillitos en esa boca. No se bien si es por la precisión y firmeza de los conceptos con que me describe la gesta de Abel, Fidel, Raúl y tantos otros que convence, o se trata de un nuevo y cubano concepto en cosmética erótica. Al ambiente principal ingresa un contingente de alemanes con guía propia. En lo primero que se interesan es en mí cartel de Bush Tarrú, veo que la guía les aclara el significado del cartel y en las caras de mujeres y hombres veo que la traducción fue correcta.
En la iglesia del colegio donde estudiaron Fidel y Raúl asistimos a un concierto de la Orquesta Sinfónica de Oriente. Fueron una dulzura para el oído y el alma las interpretaciones dirigidas por una negra delgada y bella de unos treinta años. Los 40 maestros se conjugaban maravillosamente bien. Increíblemente el público cubano, no estallaba en aplausos tras cada tema, pero como la vergüenza la perdí hace mucho y no la volví a encontrar, era aplaudir yo como un poseído en mi lugar de primera fila con mi cartel de “Bush Tarrú” apoyado en la butaca contigua. Irene sentada con nuestra amiga santiaguera dos hileras más atrás hacia como que no me conocía. A la entrada había entregado a una de las violinistas mi tarjeta y el pedido (para transmitir al director) de que uno de los temas fuera dedicado a los 5 Héroes Cubanos Prisioneros en EEUU. Finalizaba el concierto y no había presentador, no se habían anunciado ninguno de los temas, había perdido la esperanza…. pero: la directora que había dejado a los músicos recibiendo aplausos del público y ¡bravos! míos, volvió y explicó que el siguiente tema era dedicado a los 5 Héroes cubanos presos a pedido de 2 argentinos presentes y que interpretarían “Tangazo” de Astor Piazzolla. Indescriptible el sentimiento que nos provocó escucharlo en una iglesia interpretado por cubanos. Imaginé a nuestros dos hijos Demián y Manuel con sus parejas bailando allí y solo extrañe por un segundo a un bandoneón. Después de cenar ya en la calle un hombre de mi edad ofrecía dos tortas grandes, rosadas, con forma de corazón le compré una y salí corriendo en dirección de la plaza, con la torta sobre su plato de cartón, a fin de revenderla. Solo pretendía sacarle 5 pesos cubanos sobre el costo, pero a pesar de que la ofrecí con gran entusiasmo, sonrisas y frases gancheras que apelaban a la edad, ó situación de los posibles clientes (parejas de novios) solo recibí miradas asombradas e indiferencia. El capitalismo nunca podrá echar el ancla allí, yo soy comerciante pero no se si sería mi cartel de “Bush Tarrú” o mi acento porteño pero desconfiaban y la torta la tuvimos que comer nosotros. Estaba buenísima.
Camagüey segunda vuelta – Heladería Copelia, visita con degustación múltiple, primero el producto que es delicioso, crema helada, luego la charla con el personal que es admirable, Irene les endosa un discurso de barricada, para nada congelado. Las manos de las operarias juro que estaban heladas pero sus rostros ardían en blanco, negro ó cobrizo de interés, fraternidad y revolución. Recordé allí la impresión que habrá tenido mi hijo Demián al conocer a su hoy media naranja, que laboraba expendiendo helados y tocarle la punta de las extremidades superiores. El cartel de Bush Tarrú siguió detonando risas y felicitaciones. Irene se siente como en su casa y decide cocinar pizza para todos, un éxito total y hasta sobró masa para el día siguiente, pidió a una de las chicas que le moliera tomate para la salsa. Se levantó temprano abrió la heladera y el tarro con pulpa roja lo vació sobre la masa que puso al horno, claro que no era tomate, así que se adjudicó la PRIMERA PIZZA DE GUAYABA (fruta rojiza), que confieso haber comido como un rico postre. Viajamos a Sierra de Cubitas y así regresamos al lugar donde empezó todo para nosotros hace 15 años. Hoy como corresponde todo creció, mejoró, desarrolló. En la Escuela Secundaria los trescientos alumnos miran y escuchan atentamente, a esa pareja mayor que desde el escenario, se turna para hablarles de otro mundo, otro país, de otra forma de vida, de la droga, del delito, de maestros asesinados, de testigos desaparecidos. Que vívidamente les relata el apaleado de manifestantes, las balas de goma y de las otras, los caballos, la desaparición de adolescentes para las redes de la prostitución. La búsqueda de nietos desaparecidos, la matanza de jubilados para robarles, el Paco y tanta mierda más. Además enumeramos los logros cubanos en estos 15 años. Declamo el poema a Fidel, del premiado con el Cervantes Juan Gelman, no sin antes relatar la tragedia del poeta con su hija desaparecida y su nieta sin aparecer. Caminamos metros hasta la radio que funciona dentro de la escuela y que ganó muchos premios provinciales y nacionales.
Luego reportaje al aire y contar como luchan los compañeros en Argentina, pidiendo la libertad de los 5.
De allí a la escuela primaria Héroes de Yaguajay, recorrida por las amplias aulas donde 25 niños en cada una, parecen nada. Es que el método cubano es intensificar en pocos niños la atención de la maestra, a fin de lograr mejores resultados y menos desgaste en la educadora.
De aula en aula llego (yo caminaba adelante) a la gran ventana de una y veo a la maestra parada leyéndole a los niños en voz alta:
“Habana, Año de la Agricultura . Fidel: Me recuerdo en esta hora de muchas cosas,…
sin pedir permiso entro, la interrumpo y digo: “Perdoneme pero somos argentinos y eso tengo que leerselo yó.” El libro pasó a mis manos, lucho con el nudo en mi garganta, con las letras chicas que mis anteojos sucios no me dejan leer y sigo ….:
de cuando te conocí en casa de María Antonia, de cuando me propusiste venir, de toda la tensión de los preparativos. Un día pasaron preguntando a quién se debía avisar en caso de muerte y la posibilidad real del hecho nos golpeó a todos. Después supimos que era cierto, que en una revolución se triunfa ó se muere (si es verdadera). Muchos compañeros quedaron a lo largo del camino hacia la victoria. Hoy todo tiene un tono menos dramático porque somos más maduros, pero el hecho se repite. Siento que he cumplido la parte de mi deber que me ataba a la Revolución Cubana en su territorio y me despido de ti, de los compañeros, de tu pueblo, que ya es mío. Hago formal renuncia de mis cargos en la dirección del Partido, de mi puesto de Ministro, de mi grado de Comandante, de mi condición de cubano. Nada legal me ata a Cuba, solo lazos de otra clase, que no se pueden romper con los nombramientos. Haciendo un recuento de mi vida pasada creo haber trabajado con suficiente honradez y dedicación para consolidar el triunfo revolucionario. Mi única falta de alguna gravedad es no haber confiado más en ti desde los primeros momentos de la Sierra Maestra y no haber comprendido con suficiente celeridad tus cualidades de conductor y de revolucionario. He vivido días magníficos y sentí a tu lado el orgullo de pertenecer a nuestro pueblo en los días luminosos y tristes de la crisis del Caribe. Pocas veces brilló más alto un estadista que esos días, me enorgullezco también de haberte seguido sin vacilaciones, identificado con tu manera de pensar y de ver y apreciar los peligros y los principios. Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos. Yo puedo hacer lo que te está negado por tu responsabilidad al frente de Cuba y llegó la hora de separarnos.
Sépase que lo hago con una mezcla de alegría y dolor; aquí dejo lo más puro de mis esperanzas de constructor y los más querido entre mis seres queridos… y dejo un pueblo que me admitió como su hijo: eso lacera una parte de mi espíritu.

Irene aguanta hasta aquí, me arrebata el libro y sigue ella:

En los nuevos campos de batalla llevaré la fé que me inculcaste, el espíritu revolucionario de mi pueblo, la sensación de cumplir con el más sagrado de los deberes: luchar contra el imperialismo donde quiera que esté; esto reconforta y cura con creces cualquier desgarradura. Digo una vez más que libero a Cuba de cualquier responsabilidad, salvo la que emane de su ejemplo. Que si me llega la hora definitiva bajo otros cielos, mi último pensamiento, será para este pueblo y especialmente para ti. Que te doy las gracias por tus enseñanzas y tu ejemplo y que trataré de ser fiel hasta las últimas consecuencias de mis actos. Que he estado identificado siempre con la política exterior de nuestra revolución y lo sigo estando. Que en dondequiera que me pare sentiré la responsabilidad de ser revolucionario cubano y como tal actuaré. Que no dejo a mis hijos y mi mujer nada material y no me apena; me alegro que así sea. Que no pido nada para ellos, pues el Estado les dará lo suficiente para vivir y educarse. Tendría muchas cosas que decirte a ti y a nuestro pueblo pero siento que son innecesarias, las palabras no pueden expresar lo que yo quisiera, y no vale la pena emborronar cuartillas.
Hasta la victoria siempre. ¡ Patria ó Muerte !

Te abraza con todo fervor revolucionario. CHE

Nuestra entonación y cadencia acentuó el realismo del texto, para esos niños cubanos, que para nosotros son ese Fidel, a quien el Che Guevara habla en su carta. Tras eso, nos agasajan con exhibiciones teatrales, poesías, canciones individuales de excelentes solistas a capella y himnos colectivos en los que los trescientos alumnos, padres, empleados, maestros, directora y nosotros TODOS TOMADOS DE LAS MANOS balanceamos ambos brazos alzados. ¡¡No se puede creer!! Yo pensaba que los evangelistas eran inteligentes en la temática de la integración comunitaria, pero los cubanos los pasan por arriba. Todo ocurre con una bella preadolescente que se te pega desde la entrada a la escuela y como si fuera “tu dueña” (término que usa Rodolfo Livingston y es acertadísimo) te acompaña asesorándote en todas y cada una de las cosas que puedas necesitar ó dudes. Por la noche Casa de la Trova, excelente grupo salsa al que solicité dedicaran un tema a los Cinco Héroes prisioneros y luego unipersonal de un joven actor, se burla de los carteles con los que el pueblo convive en Cuba, “picadillo de embarazada” es porque las que lo están tienen subvencionado un picado de carne. Juega humorísticamente con que un extranjero pensará que en Cuba pican a las embarazadas y así por el estilo, (todo con tufillo gusanoide, a pesar de ser muy inteligente, rápido y preciso). Nuestra mesa era la más lejana a 25 mts del escenario, no tardé nada en pasar delante del escenario y dejar caer “inadvertidamente” mi maletín que quedó a la vista de todos con el “Bush Tarrú”, el actor siguió sin darse cuenta, yo me senté a un costado prestando atención y disfrutando la inteligencia y velocidad mental del joven. Cuando ví que decía gracias y estaba por terminar el tema salté al escenario y nos miramos por un segundo, extendí la mano mirando y pidiéndo el micrófono. El gusanito lo escondió tras su cintura, cosa que ni me mosqueó. A grito pelado saludé al público y expliqué que deseaba colaborar con tan buena e inteligente actuación del actor, con un cartel del cual yo era autor en Argentina. Y recité: ¡¡ SALVEN A LOS ARGENTINOS !!
“las ballenas”. Tras solo eso descendí del escenario, en medio de aplausos y pude oir mientras me dirigía a mi mesa, que el gusano explicaba que no me había dado micrófono pues no era la primera vez que lo insultaban allí. Y agregó (como yo estaba esperando, me la devolviera de alguna forma) “Inteligentes….. las ballenas”. Creo que fue el único trago amargo para nosotros en Camagüey. Hay gentes que usan el humor para destruir y no para construir. Con inteligencia y sagacidad se puede usar para bien.
Terminal Camagüey: distraído leo consignas prolijamente pintadas en todas las paredes. Me llama Irene e ingreso a la oficina donde está, es venta de pasajes para turistas, tras un escritorio dos cubanas de mediana edad. Irene me dice: “dame cucs ahora” … yo digo “¿aquííí..? Irene es terminante, las dos mujeres me miran.
Con una mano manoteo mi cinturón, dudo, pregunto ¿no ponen música? Y corriendo el sofá de la oficina me refugio atrás para bajarme los pantalones y sacar el dinero que tenía escondido. Ni siquieran hacían palmas, mi strip fue vergonzozo y perdí plata. Nos abrazan despidiéndonos Sonia Castillo y su esposo además de Paquito.

En la gigantesca ventanilla del Yutong (ómnibus chino supermoderno con TV plasma) con scotch adhiero la bandera cubana que me compré, y mis carteles, los que usé a lo largo de Cuba. Uno “VIVA FIDEL”, el otro “AQUÍ ESTA ARGENTINA”, el otro “ BUSH TARRÚ ”. Los dos choferes celebraron la ocurrencia y así fue el ómnibus hasta La Habana, provocando la sorpresa de cientos y cientos de cubanos, que lo vieron pasar por cada uno de sus pueblos. Parada para almorzar en un ranchón y las mesas rodeaban un espacio, donde tres operarios picaban y paleaban haciendo un pozo. Ese era el comienzo del basamento para la escultura del Cucalambé, un gigantesco poeta decimista cubano, que en vida fue nativo de esa zona. (El Cornito) Las Tunas. Pedí hacer trabajo voluntario y paleé tierra disciplinadamente, disfrutando la tarea que tenía un motivo cultural e histórico muy lindo. Tras el trabajo y sentado en una mesa, charlaba con un operario que resultó ser el mismísimo escultor de la obra, cuando el señor que atendía la boutique para turismo, se paró a mi lado y me entregó una hermosa postal del Che Guevara, como reconocimiento a mi trabajo voluntario. Cosas que pasan allí en la Cuba que admiro. Luego junté piedras por el campo aledaño para reforzar el basamento y todo estaba muy lindo, pero el micro tenía que partir y solo sé que el Cucalambé estará allí dentro de 15 días, sentado de cuerpo entero y escribiendo, para la posteridad.

Camagüey – La Habana

La Habana 28 de Enero, Adys Cupull, Froilán González y sus hijos, en dos minutos organizan la filmación de un corto documental sobre el Museo Che Guevara que irá para Italia. Su casona es otro museo y las paredes de 7 mts de altura están tapizadas casi hasta el cielorraso de Premios, Reconocimientos, Diplomas, Menciones que supieron cosechar en todos los rincones del mundo donde desparramaron historia, cultura y cariño. El trofeo principal no tiene ubicación fija, me refiero al nieto que corretea y juega con las dos tortugas acuáticas en un balde. Esa agua al contacto con las “jicoteas” se valoriza pues se energiza y existen vecinos que la solicitan. En el par de horas compartidas nos “engordan” culturalmente con sus anécdotas internacionales, nos hacen ver excelentes documentales que Liban, el hijo filmó. También nos alimentan el estómago, a pesar de que caímos sin avisar.
Por la noche nos paramos en la ochava de la calle que baja desde la loma del Alma Mater, la Universidad de La Habana. Allí en su intersección con San Lázaro la manifestación de antorchas, recordando al Apóstol José Martí girará buscando el lugar histórico de la Fragua Martiana, para seguir hasta el Malecón hasta el Edificio de Intereses de EEUU. Mi cartel sobre Bush es aprobado desde los 4 puntos cardinales por multitud de gentes que se llegan hasta el lugar para sumarse a la marcha. Tras la espera Irene y yo vemos atónitos como se ilumina esa especie de colina romana donde está la Universidad al arder repentinamente en sus escalinatas miles de antorchas. Paralizados observamos como la masa ardiente desciende a través de la absoluta obscuridad hacia nosotros, cual lava de un volcán revolucionario.
Encabeza Raúl y ministros pero lo siguen ¡¡ cientos de miles de JÓVENES !! Increíble, “ SOLO JÓVENES “. Hay que ver esos rostros, esas expresiones, esas miradas, esa gestualidad libertaria. Sostengo mi gran cartel abierto hacia la multitud y lo agito para que llame aún más la atención. A medida que el texto entra en foco de las miradas, la voz se corre entre quienes desfilan y cientos de gargantas entonan “Bush tarrú” mientras las manos de los estudiantes se alzan con los dedos índice y meñique simbolizando “cornudo”. El texto es un estímulo a la natural picardía juvenil y las muchachitas blancas ó negras, saltan de alegría, mientras adoptan el refrán contra Bush. Decenas de miles de espontáneas sonrisas me premian, acariciándome el alma. Primera vez en mi vida que presencio una megamanifestación por un APOSTOL (José Martí y Pérez) y no visualizo una sotana, ni una cruz. Media hora con el cartel en alto sacudiéndolo con los músculos de los hombros y espalda dormidos, disfrutando la expresión de los jóvenes de un pueblo, que agradece a su héroe máximo, hombre que fue increíblemente Cónsul Argentino en Nueva York a fines de 1890, que fue corresponsal de lujo del diario argentino “La Nación” que hoy no lo menciona ni por equivocación. Uno de los más grandes escritores americanos que hayan existido. Cuando la enorme marea humana mostró un resquicio nos introdujimos Irene y yo en ella y nos dejamos llevar por la cubanía del hecho, mimetizándonos, disfrutando esa raíz amoroso patriótica. Esa revolución que latía a nuestro derredor impregnándonos, abrumándonos de emociones impensables. Cuadras, cuadras y más cuadras hasta desembocar en el Malecón. Contra la noche y el mar oscuros solo relampagueaban las grandes lenguas de blanca espuma del Mar Caribe, que al estallar contra las rocas empapaban y divertían a los estudiantes. Mi cartel seguía funcionando y llamó la atención de alguien a quien no esperábamos. ¡¡ Totooo !! se oyó clarito entre el bramido del mar y al girar con el cartel ya Irene abrazaba a nuestro becado argentino Agustín Farina y sus amigos estudiantes que marchaban también. ¡Cuánta emoción! Segundo año de medicina y “las mejores notas”. “Vas bien Agustín, le hubiera dicho Camilo”. Cuba generosa brinda, ofrece, dá, pero es obligación moral del becado responder estudiando como lo ha hecho hasta hoy nuestro querido Agustín. Un pibe norteamericano, integrante de un grupo de jóvenes cubanos, hembras y varones, me abordó al pasar y en inglés me dijo que estaba de acuerdo con el cartel. Nos estrechamos las manos y pensé, si es de la CIA, la está pasando requetebién el hijo de puta. Seguí caminando hacia el Edificio de Intereses de EEUU, en la terraza el letrero móvil de letras rojas de dos metros de altura, en el que invitan a la mujer cubana, a conseguirse un turista español y huir de su patria y otras barbaridades semejantes. Pura provocación que como en un enroque Fidel destruyó, erigiendo ante el edificio decenas de mástiles, con enormes banderas con la estrella de 5 puntas que flameando hacen imposible leer el cartel. Hay que estar bajo esos mástiles de 39 metros de altura y oir el seco restallar de las negras banderas con la estrella, que el viento del golfo de México agita interminablemente. Los guardias cubanos no me dejaron pasar las vallas de protección y mostrarles a los yanquis mi cartel de “BUSH TARRÚ”. (Bush Cornudo).
Tempranísimo visito la tumba de un Héroe de Cuba, mi querido Rolando. A partir del amor de los cubanos por este joven policía, nació el grupo “Chaubloqueo”, se materializaron los donativos solidarios enviados a Cuba durante nueve años y fundé el Primer Museo Sudamericano a Ernesto Che Guevara. El Arq. Rodolfo Livingston y su libro “ Cuba Existe es Socialista y No está en Coma” son culpables maravillosos de esto.
Buscando el mausoleo de los 8 estudiantes fusilados por los españoles (uno de ellos se llamaba Eladio González) llegué hasta Teresita Labarca Delgado que es la historiadora de el Cementerio Colón (teléf 2674460) una hora interrumpiéndonos mutuamente de puro entusiasmo y me brindó el teléfono del autor del libro, que hacía 10 años yo buscaba. Su trabajo sobre José Martí y la visita a mausoleos de personalidades vinculadas al Apóstol es excelente. Ojalá me lo envíe como le pedí.
Por la noche, llegamos a la casa que el pueblo le construyó a Rolando Pérez , Héroe de la República, en Guanabacoa.
Abrazamos a su madre, a la viuda y a su sobrina. Nos obsequiaron el libro que relata sus tragedias, “La madrugada de los perros”. Cuenta como fueron asesinados 3 guardiafronteras y gravemente herido ese policía por quien fui a dar sangre en Enero de 1992. Con ellas caminamos dos cuadras hasta la vivienda original del Héroe, que hoy funciona como Museo de los Mártires, esos 4 muchachos muertos en La Habana, pero también los internacionalistas cubanos en Angola. Abrumadora emoción que arrastro desde la mañana de ese mismo día, en que visité en el Cementerio Colón, el Panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, y su tumba en particular. El hijo de Rolando estaba en su Escuela de Policía y no lo pude ver, él marchó por José Martí con la antorcha y fantaseé que el me hubiera visto con el cartel de Bush sin yo ni él saberlo. Lástima que no nos pudo acompañar la doctora Pura Avilés Cruz, quien como Jefa de Terapia Intensiva, fue la compañía que tuvo Rolando en 25 días de agonía, con ella se comunicaba y recibía el amor que debe recibir un herido grave de parte de su médica. Pura es diputada holguinera, nos visitó y obsequió dos libros con las reflexiones de Fidel y el fabuloso CIEN HORAS CON FIDEL. Ella y yo tenemos un hijo faltante en común y ese es Rolando Pérez Quintosa, el Héroe del Ministerio del Interior. Pura comentó que el hijo tiene quince años y eligió la misma carrera que su padre.

La Habana – Panamá Aeropuerto José Martí 3 cámaras asistentes y sonidistas esperan filmar una secuencia de culebrón cubano. Un camarógrafo se entretiene filmando el cartel “Bush Tarrú” (Bush cornudo) que reviste mi maletín y que 3 esposas de Jesucristo (monjas) de avanzada edad, fingen no ver mientras están en la cola. Por supuesto me les acerco y las interrogo sobre la llegada del Cardenal “Tarcisio Bertone” (mano derecha del Papá, secretario de estado del Vaticano) se desorientan un poquito y le preguntan a un joven alto y fornido, que se ve que es del grupo de ellas (será Patovica?) Con mirada gélida dice que ya se fue de la Habana, a mi requerimiento si viajó hasta Camagüey, contesta que lo hizo a Guantánamo. Esto no lo había leído yo en el folleto explicativo en la columna de la Iglesia Holguinera, pero a un tipo morrudo, no muy amistoso y de unos 2 mts de altura mas vale no contrariarlo. De todas formas me consuelo pensando, que si el avión se hace mierda, todos los pasajeros, pecadores (izquierdistas) o nó iremos al cielo con las monjas, por ósmosis digo. ¡ No me quiten la ilusión por favor! Los turistas extranjeros o nó de la cola que aborda la empresa aérea Copa, dan extrañas vueltas por el lobby del aeropuerto, pero solo es para poder mirar mi cartel sobre Bush. Tuve la posibilidad de explicar en buen inglés a un canadiense el significado del cartel.
Me voy de un país dolorido, alterado por las imágenes de un documental de Estela Bravo sobre las desapariciones y torturas en Argentina.
TODOS los cubanos con quienes hablé me plantearon conmovidos lo mucho que les dolió nuestra tragedia y sus sentimientos por los cuatrocientos nietos que faltan aparecer. Se hace difícil explicarlo a un pueblo que nunca tuvo un desaparecido.

Panamá – Buenos Aires
Llegada y epílogo: Desempacamos, descansamos y tras encender el televisor una lluvia de sangre y mierda, nos arruina toda la pureza que veníamos disfrutando.
Así nos dá la bienvenida nuestra Patria.
El ex combatiente de Malvinas y amigo Edgardo Esteban me hace feliz, al contarme que viajará a la isla con su familia, presentará “Iluminados por el fuego” el film de Tristán Bauer basado en su libro, con un debate en La Habana y será Miembro del Jurado del Festival de Documentalistas en Santiago de Cuba. Con ellos me quedo tranquilo, los cubanos conocerán a nuestras buenas gentes que las tenemos.

Fidel Castro movió blancas y jaqueo al mundo, Revolución para siempre por Stella Calloni


Fidel Castro: en la Revolución para siempre
Stella Calloni

La decisión del presidente del Consejo de Estado de Cuba y Comandante en jefe de la Revolución, Fidel Castro, de anunciar en carta pública que no aceptaría continuar en estos cargos, debido a la imposibilidad física en estos momentos, no ha sido una acción de última hora.
Castro estaba preparando al pueblo cubano y al mundo desde hace meses. Incluso en su última reflexión había anunciado que tendría un mensaje muy importante para esta fecha, cuando se prepara para el próximo 24 de febrero la reunión de la Asamblea Nacional que deberá elegir al Presidente y primer vicepresidente del Consejo de Estado y otros cargos.

Es evidente que consideró que Cuba no podía continuar sin que se definiera el próximo gobierno, que temporalmente ocupa, como es legal, el Comandante Raúl Castro Ruz, Primer vicepresidente del Consejo de Estado, desde julio de 2006.

Hay varias consideraciones que hacer: en primer término el comandante Fidel Castro no renunció a la dirección del Partido Comunista, algo que sólo podría hacer ante el Comité Central. Tampoco ha mencionado su condición de Diputado electo.

Actuando como lo que es, un marxista dialéctico, se adelantó a los acontecimientos y abrió el juego para normalizar hacia el futuro cercano la situación de Cuba, teniendo en cuenta las amenazas muy graves que rodean a la isla en estos momentos.

En continuidad con todo lo actuado a través de su vida, desde el momento mismo en que en 1953 fue conocido en el mundo al encabezar la rebelión contra la dictadura de Fulgencio Batista, y especialmente por su increíble defensa ante un Tribunal cuando había sido detenido y que culminó con aquella frase histórica “La historia me absolverá”, siempre dio pasos sobre las necesidades reales de cada momento. Aunque el intento de tomar los cuarteles Moncada en Santiago de y Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo aquel 26 de julio de 1953, fracasó , el hecho se convirtió políticamente en el comienzo de la revolución que triunfó el 1 de enero de 1959.

No hay nadie en Cuba que piense en la “transición” en el concepto que se maneja desde Washington, donde el gobierno de George W. Bush prepara- y lo dice públicamente- un programa para la “toma” de Cuba y hasta un gobierno paralelo, lo que significa una injerencia abierta y violatoria de la legalidad internacional, como todo lo que está actuando en estos tiempos. De hecho, ninguno de los dirigentes, los cuadros políticos ni el pueblo cubano estiman que debe abandonarse el camino de la Revolución y menos transitar hacia la nada.

Es precisamente la existencia de una Revolución como la cubana lo que ha permitido resistir un bloqueo medioeval de casi medio siglo, sobre un país pequeño, situado a 90 millas del sitiador, en este caso la mayor potencia del mundo.

Sin la revolución, sus enseñanzas, capacitación y disciplina y sin el hecho de que fue continuadora de las luchas anticoloniales del siglo XIX, basados los principios en aquel famoso Manifiesto de Montecristi del apóstol cubano, Jose Marti(1895) jamás se hubiera podido resistir el bloqueo y el aislamiento.

No se hubiera derrotado la invasión estadunidense de 1961, ni los constantes actos terroristas contra la isla que han dejado miles de víctimas y severos daños a la economía, a través de sabotajes, bombardeos y guerra química y biológica.
Al frente de esa resistencia y en cada momento, incluso ante situaciones climáticas, como los huracanes que se abaten permanentemente sobre la isla, estuvo Fidel Castro.
La caída del socialismo en la Unión Soviética y su desmembramiento, alentaron en los enemigos de la isla la esperanza de que al fín cayera la Revolución.

Nadie imaginó, que los años 86, en Cuba ya se estaba adelantando en el debate que se había comenzado como el Proceso de Rectificación de Errores y Tendencias Negativas una revisión extraordinaria y crítica para lo que debía ser renovador para el socialismo.
Pero se debió dejar atrás ese debate para enfrentar el golpe, al quedar el país inmensamente solo. El período especial fue extremadamente duro y allí la dirigencia decidió que había que salvar todos los logros de la Revolución, como la educación-reconocida a nivel mundial- la salud y otros, esenciales para el pueblo.

Se eligió que había que establecer prioridades, pero que en ese camino, la revolución debía mantener sus principios esenciales. Y lo lograron.
Algunos analistas esperan cambios en la “política de Cuba hacia Estados Unidos”. Es la historia del Mundo al revés.

Es Estados Unidos el que debe cambiar su política fundamentalista de bloqueo y permanente amenazas contra la isla. La Cia ha confesado y admitido decenas de intentos de asesinar a Castro. En Miami hay grupos terroristas, cuya historia es universalmente conocida, amenazando a Cuba, protegidos por el gobierno estadunidense. Así que, al menos, hay que llamar las cosas por su nombre.

“Traicionaría por tanto mi conciencia ocupar una responsabilidad que requiere movilidad y entrega total que no estoy en condiciones físicas de ofrecer”, dijo Castro y sostuvo que continuará “como un soldado de las ideas”.

Castro no se va de la Revolución, lo dice claramente. El comenzó con la necesidad de “la batalla de Ideas” ante lo que está sucediendo en el mundo y la necesidad de luchar contra muchos frentes, entre ellos la manipulación informativa goebeliana de estos tiempos. A los 81 años con una formidable entereza da nuevas lecciones y sus artículos dan la vuelta al mundo, que ya no es el mismo. No está su enemigo grande en condiciones de continuar en los pantanos en que se ha metido, sin llevar a Estados Unidos a una situación irreversible. América Latina tampoco es la misma.

Es posible que ahora Fidel Castro, tal como alguna vez le dijo a Gabriel García Márquez, pueda finalmente pararse frente al malecón y disfrutar de un atardecer con amigos. Una vez, hablando con él en un aparte, durante una reunión junto a la escritora colombiana Nora Parra, le pregunté con qué soñaba. Me dijo que recurrentemente con la Sierra Maestra, con esos días de lucha entre nieblas, selvas, montañas.

¿Y pesadillas? “La pesadilla más fuerte que tengo es que me fumo un habano, y entonces me desespero en ese sueño, porque yo públicamente abandoné el cigarro para darle ejemplo al pueblo. Y esa es mi pesadilla, que estoy fumando, porque jamás, bajo ninguna circunstancia, le mentiría al pueblo cubano”.