Como para la Bienal de Arte de La Habana. Instalación de Eladio González toto quien
Dirige el Museo Ernesto Che Guevara de Buenos Aires.
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Mientras se incita a levantamientos, o se piden"noches de cuchillos largos", jóvenes de hoy, dignos seguidores de nuestros pensadores, nos traen a un Martí que nos enseña: "Estamos para vencer [...] hemos sido buenos, hemos amado mucho, no hemos odiado", porque "Cuba es un pueblo que ama y cree, y goza en amar y en creer".
La guerra sin odio
Por Carlos Rodríguez Almaguer.
“Mi verso crecerá, bajo la hierba
yo también creceré”.
José Martí
Cuando el 25 de marzo de 1895 José Martí escribía con letras de alma y el espíritu de Cuba en el Manifiesto de Montecristi, que firmará junto al general Máximo Gómez, que “La guerra no es contra el español, que, en el seguro de sus hijos y en el acatamiento a la patria que se ganen, podrá gozar respetado, y aún amado, de la libertad que sólo arrollará a los que le salgan, imprevisores, al camino -Ni del desorden, ajeno a la moderación probada del espíritu de Cuba, será cuna la guerra; ni de la tiranía- Los que la fomentaron, y pueden aún llevar su voz, declaran en nombre de ella ante la patria su limpieza de todo odio, -su indulgencia fraternal para con los cubanos tímidos o equivocados-, su radical respeto al decoro del hombre, nervio del combate y cimiento de la república, -su certidumbre de la aptitud de la guerra para ordenarse de modo que contenga la redención que la inspira, la relación en que un pueblo debe vivir con los demás, y la realidad que la guerra es-, y su terminante voluntad de respetar, y hacer que se respete, al español neutral y honrado, en la guerra y después de ella, y de ser piadosa con el arrepentimiento, e inflexible solo con el vicio, el crimen y la inhumanidad”, no hacía sino confirmar aquellas tesis primigenias sobre la absoluta incapacidad del odio para servir de cimiento a la felicidad duradera de un pueblo, planteadas ya en 1873 en su escrito El presidio político en Cuba, y resumidas en esta lapidaria afirmación: “Si yo odiara a alguien, me odiaría por ello a mí mismo”.
Difícil sería comprender la posibilidad de que se convoque a los hombres a matar y a morir sin emplear ese tósigo temible que destruye tanto a quien lo siente como a quien lo padece, al matador y a sus víctimas. Pero estamos hablando de un humanista, un poeta de versos y de obras.
¿Cómo explicar que el mismo que rechazará en frase breve la idea de inspirar el odio de una clase social contra otra, al referirse elogiosamente a Carlos Marx en 1883, porque “espanta la tarea de echar a los hombres sobre los hombres”, o el que en sus numerosos discursos revolucionarios sembrara entre las emigraciones resentidas y a veces rencorosas, la idea de que otros emplearan “el odio inútil”, porque “el cubano es capaz del amor”; el que señalará como a un villano a quien promueva entre los hijos de la isla el odio de las razas, o, aún más, el odio a España como cultura y al español como individuo, se viera obligado a organizar una guerra en la que, inevitablemente, habrían de morir por igual cubanos y españoles?
La ética martiana es sacudida por dos fuerzas igual de formidables y acaso contradictorias. Por un lado su horror a la violencia y a la sangre, que habría de dejar claro en su artículo Vindicación de Cuba como característica específica del cubano; por el otro, su absoluta incapacidad para permitir impasible la podredumbre moral con que el gobierno colonial de España consumía a Cuba. Entonces la única vía para conciliar y encausar la tempestad inevitable, era “dar respeto y sentido humano y amable, al sacrificio”, preparando a los combatientes de la víspera en una rarísima mezcla de fuerza y ternura que, siguiendo la mejor tradición cristiana, fuera a la vez capaz de compadecer a los propios asesinos, de arremeter con incontenible violencia contra los cuerpos armados del ejército colonial, y de perdonar a los que se declaran vencidos o arrepentidos, por no hablar de aquellos españoles que solo aspiran a vivir en paz en la misma tierra donde le han nacido los hijos, han construido sus casas y afirmado sus vidas.
Varios apellidos le puso a la guerra, terrible en esencia, para amortiguar acaso el impacto de su significación en el ánimo de los libertadores y evitar que excesos de pasión, en la mayoría de los casos justificados por anteriores crímenes cometidos en las familias cubanas por los colonialistas españoles, los convirtieran en asesinos y mancharan con la crueldad la noble causa de la independencia de Cuba. Así, vemos como en diferentes escritos se refiere a la “guerra necesaria”, “necesaria y breve”, habla también de la “justa cólera”, y poco a poco va introduciendo en las conciencias de aquellos cubanos ofendidos, humillados, que habían perdido a seres queridos a manos de la maldad del régimen, la idea de que la guerra había que hacerla sin odio.
Habrá que hurgar más aún en lo hondo de la historia para tener otro ejemplo de repulsión a la idea de una guerra en la que, inevitablemente, habrían de morir muchos hombres y de llorar muchas madres… y a la vez de apasionada entrega a su organización, aprovisionamiento y desenlace. Pero siempre quedará en nuestro ánimo la sensación de la grandeza de aquel noble soldado de la luz que, puesto el pie en el estribo que lo llevará a la muerte, escribe en breve carta a su madre: “Ahora, bendígame, y crea que jamás saldrá de mi corazón obra sin piedad y sin limpieza”.
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| El coro-gospel-ridículo de Lanata y el error comunicacional oficialista Por Dante López Foresi (Diario EL VIGÍA- 22/05/12) - Intenté forzar mi imaginación hasta su límite máximo, pero no pude. Fue imposible imaginar a Rodolfo Walsh con un cartel en la mano cantando a coro: "Queremos preguntar". Es que él no pidió permiso para escribir una carta abierta a la Junta Militar de la última dictadura, y por ello ser asesinado a las pocas horas. Y eso que lo hizo en plena tiranía genocida ¿Cómo no se le ocurrió cantar en televisión? Claro...en aquellos tiempos los neo-cantantes Joaquín Morales Solá y Magdalena Ruíz Guiñazú, entre otros, no cantaban contra la dictadura, sino a coro con los dictadores. Recordada conferencia de prensa en la cual Magdalena se dirigía con genuflexión hacia Jorge Rafael Videla con un lacayo: "Sr.Presidente". O el funcional Morales Solá redactando empalagosos editoriales en favor del régimen y hasta visitando a su amigo Antonio Domingo Bussi en centros de detención, tortura y exterminio tucumanos. Los ejemplos mencionados, ocurridos luego de la masacre de Walsh. Y de tanta masacre y genocidio. Los que conformaron esa especie de "Coro Kennedy" patético en el programa de Jorge Lanata (Lanata incluido) son los mismos que horas antes "retaron" a la oposición por votar en favor de la recuperación de la soberanía de YPF. Los que vienen pronosticando hecatombes de todo tipo desde hace años, con igual nivel de certeza que predicciones de un astrólogo de barrio o de la desopilante Elisa Carrió. Apuestan al "no-periodismo" para reemplazar a "la política". La descalifican una y otra vez, para ocupar el lugar opositor que les devuelva sus fantasías de "formadores de opinión". En realidad, están enojados con el voto popular. Quien suscribe esta nota fue cronista de calle de varios medios de comunicación nacionales. Cubrí casi todas las conferencias de prensa presidenciales desde 1983 hasta la fecha. Jamás vi a ninguno de los "periodistas-gospel" que ofrecieron tan lastimosa imagen en ninguna de esas conferencias de prensa. Entonces ¿Por qué ahora quieren preguntar? Uno de los periodistas que firmaron ese petitorio que niega la esencia del periodismo, suplicando respuestas que un buen periodista conseguiría mediante investigaciones y denuncias serias, fue vocero presidencial de Raúl Alfonsín. Se trata de José Ignacio López. Un vocero de excelencia. No hacía falta que Alfonsín hablara en conferencias de prensa. Cada mañana, la voz de López ERA la voz presidencial. Pero ahora, mi amigo Nacho López trabaja para La Nación y exige que Cristina Fernández ofrezca conferencias de prensa para ser interpelada (no consultada) por los medios que concentran más del 80 por ciento de las licencias. El pedido no sería descabellado, si no fuese porque ya resulta obvio que a las líneas editoriales de esos grupos económicos que invirtieron en medios de comunicación, poco les importa que una crítica se fundamente en una verdad: el objetivo es horadar a la política, para que los negociados de unos pocos vuelvan a sus privilegios. Insisto: no me parece que esos medios sean "anti K". Son "anti-política", y lo confirmaron con sus críticas destructivas a todas las fuerzas políticas que votaron en favor de la recuperación de YPF. Los candidatos opositores que esos mismos medios promovieron en 2011, no cubrieron las expectativas electorales de esos grupos económicos que se empecinan en condicionar la agenda del país, sin escrúpulos de ningún tipo en el camino para alcanzar su propósito. Incluso no tienen el más mínimo empacho en alinearse con Gran Bretaña, el gobierno de derecha de España o los republicanos 09 estadounidenses, perjudicando en todos los casos los intereses argentinos. Independientemente del papel tristísimo que los otrora "referentes del periodismo" protagonizaron en el programa de Lanata, quizás sea cierto que la política de comunicación del gobierno es perfectible. Es que si la estrategia de comunicación oficialista fuera la debida, en consonancia con la Ley de Medios y su espíritu de que se escuchen todas las voces, los oficialistas no engrosarían la audiencia de un programa periodístico de muy pobre producción como el del ex cómplice del vaciamiento de Crítica y conductor de "Día D". Uno de los presupuestos básicos en la comunicación, es saber a quién va dirigido un programa, antes de ponerlo al aire. Tener una estrategia de comunicación. Lanata, hay que reconocerlo, tuvo la suficiente habilidad como para producir un programa dirigido a kirchneristas, sabiendo de antemano que eso le generaría un nivel de audiencia notable y que los programas oficialistas se encargarían de promocionarlo durante toda la semana. No me parece casual la elección de los domingos para emitirlo. Luego, sabiendo que buena parte de la batalla comunicacional se libra en redes sociales, Lanata generó la expectativa necesaria anunciando que denunciaría "la lista de Ciber K" de Twitter. La pobreza de ese informe fue una mancha más para el periodismo en su conjunto. Pero, como dijimos, no les importan los medios ni cuanto daño hacen para llegar a su fin: desde ese día en Twitter se habla hasta el paroxismo sobre Jorge Lanata. Otro frente de promoción. Seguramente a esta altura del relato, usted pensará: "Pero Dante, vos también estás escribiendo sobre Lanata ahora". Y no se equivoca. Sucede que una de las funciones que asumo como parte de mi oficio, es denunciar la mentira. Pero no soy yo el encargado de dar o no audiencia a tal o cual programa. No necesitaría hablar sobre el programa de otro periodista, si no fuera porque es transmitido por más del 80 por ciento de las licencias mediáticas, promocionado por todos los programas oficialistas y mencionado permanentemente en redes sociales. A Lanata, como a sus compañeros de coro, no le importa ser querido, odiado, admirado o menospreciado. Todo lo que hace persigue un sólo fin personal: no ser ignorado. Y en ese intento, decidió vender su ideología al mismo grupo económico al que cuestionó con dureza hasta hace poco tiempo. Algunos oficialistas y su torpeza, completan la tarea promocionándolo. Dijimos en otra oportunidad en éste espacio, que estamos atravesando el peor momento del periodismo del que se tenga memoria. Que un programa con semejante pobreza en contenidos tenga semejante repercusión en el público, incluso en los oficialistas, es una de las pruebas. Debe existir una profunda crisis de contenidos periodísticos para que muchos oficialistas declamen su amor por Víctor Hugo Morales, pero decidan mirar el programa de Lanata. Para que aplaudan una Ley de Medios que exige "todas las voces", pero sólo hablen de una. Para que un grupo de periodistas desafinen un "queremos preguntar", mientras profesionales como Liliana López Foresi están desocupados. Debo decirlo yo ya que, como sucedió tras su censura en la década del 90, los "compañeros" lo callan. Y si de contenidos hablamos, no podemos darnos el lujo de armar los nuestros con esas ausencias notables, relegando a programas como el de Víctor Hugo Morales casi al último lugar en su horario (el mismo que lidera Lanata) y con una permanente obsesión por desmentir la mediocridad. En síntesis: programas opositores necesitan del oficialismo para promocionarse. Y programas oficialistas dependen de los opositores para existir, toda vez que dedican casi todo el espacio a desmentir "operaciones". Recordemos el fin último de Lanata: "no ser ignorado". No estamos diciendo que, como tarea militante, no miren a Lanata y sintonicen a Víctor Hugo. Estamos insistiendo en que la única manera de que un programa sea elegido por los televidentes u oyentes, es generando contenidos seductores y mensajes claros, nunca desprovistos de la cuota de entretenimiento que un medio audiovisual necesita. El periodismo se está convirtiendo en un perro que se corre la cola. El hocico oficialista a la cola opositora. Uno sin la otra, o viceversa, dejarían de existir. Se retroalimentan. Dicen desde los programas oficialistas: "debemos desmentir las operaciones de la corporación". Lo cierto es que un bloque por programa alcanzaría. Pero todas las ediciones similares de un mismo programa, terminan aburriendo al televidente más fiel. Debemos reconocer de una vez por todas que la cuota de entretenimiento televisivo es más importante que la de contenido y el mensaje. Estos últimos, dependen de la manera entretenida en que son ofrecidos al público. Como ejemplo, volvamos a Lanata. Convirtió la mentira en un entretenimiento para entretener a oficialistas y conformar a opositores. Un verdadero "showman" periodístico. Los contenidos son las víctimas de ambos sectores. Uno miente, los otros señalan la mentira. Una y otra vez. Circularmente. Eternamente. Y, sabido es, que el público consume lo que se le ofrece. Salvo las excepciones en las cuales la gente decide utilizar uno de los botones menos usados del control remoto: el que dice OFF. Por todo lo dicho, nos parece que el "coro-gospel- periodístico" hizo foco en un tema menor: las conferencias de prensa de Cristina. Sólo para que el oficialismo no haga foco en el defecto comunicativo real, lo subsane y de esa manera, compita de igual a igual con la concentración mediática. Me refiero a cumplir cabalmente con el espíritu de la Ley de Medios. Generando contenidos, permitiendo que los generen sectores sociales históricamente silenciados, expropiando Papel Prensa para que Clarín y La Nación no sigan asfixiando a los medios zonales y les permitan expandirse e invirtiendo recursos en producción de contenidos de excelencia. Y utilizando y distribuyendo equitativamente los recursos necesarios para que los medios regionales privados, los medios públicos y los nuevos emprendimientos no se limiten a subsistir, sino que puedan crecer debidamente, para competir con los mensajes monopólicos en cada ciudad. Eso es la Ley de Medios ¿O hará falta formar un coro ridículo para cantar la verdad? | | |
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LA CLAVE DE MIRTA, LA MADRE DE ANTONIO
Por Arleen Rodríguez Derivet
“Todo el que está cerca de Mirta sonríe. Eso solo he visto que pasa también con Fidel. Incluso adversarios suyos no pueden evitar una sonrisa cuando se le aproximan…”
La observación la hizo Frank Fernández mientras le dedicaba un cálido y deslumbrante concierto, por sus 80 años, a la madre del héroe-poeta Antonio Guerrero Rodríguez.
La pequeña sala del Memorial a José Martí, con el apasionado pianista al centro, se estremeció durante cerca de una hora con piezas de diversos autores pero de una inocultable y común esencia: el homenaje a la mujer-madre y a la mujer-nación.
El Ave María de Bach y Gounod, la popular “Madrecita”, “Damisela encantadora”, un par de sonoros valses , “Tierra brava”, “La Gran Rebelión”, una habanera y una sonora conga santiaguera ¡a dos pianos¡ en los mágicos dedos de un solo gran intérprete, no fueron el único regalo que recibió de la cultura cubana la madre del poeta preso.
Antes, Ernesto García Peña, cuya obra se exhibe en el Memorial, había obsequiado uno de sus cuadros a Mirtha, quien recorrió la instalación y recibió los homenajes al lado de la poetisa Fina García Marruz, que rara vez sale de su pequeño apartamento del Vedado, pero nada tiene de extraño que lo haga en el cumpleaños de la madre de uno de los seres más entrañables en su valiosa correspondencia.
Como parte de los asistentes al agasajo, reparé en la advertencia de Frank y miré uno por uno todos los rostros reunidos. Desde Haydeé Díaz, la emblemática directora del Memorial, hasta los nietos de Mirta, efectivamente, todos reían o sonreían. Pero el propio motivo de la celebración me hizo recordar que Mirta es también, seguramente, la madre que más nos ha hecho llorar a lo largo de los casi 14 años de injusta prisión del hijo y sus cuatro compañeros.
Hace apenas 48 horas, antes de comenzar el programa que cada domingo hacemos en Radio Rebelde para los Cinco, yo me preguntaba qué misteriosa energía tiene esta mujer que arrastra a todos con sus sentimientos, qué rara luz la ilumina para que nos simpatice lo mismo desde una lágrima que desde una sonrisa.
Entonces llegaron ellos: Mirta, su hija Maruchi, los hijos de ésta, Carlitos y Mari Carla; Tonito y Gabriel, los hijos de Tony y Diego, el primer biznieto. Durante años, todos han vivido, la mayor parte del tiempo, en la misma casa. La convivencia, ese pretexto que suelen esgrimir muchas personas para explicar rupturas y violencias entre seres queridos, parece operar en los Guerrero Rodríguez en sentido positivamente inverso. Jamás conocí una familia más larga y más unida.
Mirta, una mujer que casi muere tres veces de tristeza por pérdidas y lejanías –viuda de dos matrimonios y castigada a ver injustamente preso a su noble hijo- conoce el poder sanador de una sonrisa y no se ha permitido ni un segundo de amargura o pesimismo.
Más aun, a la pregunta de cómo se siente, solo responde: “Agradecida. Y dispuesta a cumplir como sea el compromiso de esperar viva y saludable a mi hijo.” A su lado, los nietos, atentos a lo que pueda necesitar, van construyendo, con anécdotas, la historia sentimental de su abuela. Y sin proponérselo, van develando el misterio de la sonrisa que ella provoca automáticamente en cuantos le rodean. La clave son los cantos, los besos, los cuidados, las lecciones, los mimos, los juegos… La clave es el amor. Lo dice el hijo en el regalo que le hizo, verso a verso, desde una celda :
ELLA
Ella es el ave con alas de paloma blanca
que cruza día a día mi cielo.
Ella y yo tenemos un pacto de Amor indestructible.
Más bien, debo decir:
Ella me reveló la clave del Amor,
me enseñó a andar amando
que es la forma verdadera de andar.
Por ella conocí las primeras palabras y las canciones más dulces
que volaban de sus labios a mi pecho.
De ella aprendí el lenguaje de las caricias, de los besos
y de los ojos que hablan sin pronunciar palabras.
Su ternura siempre me rodea,
conmueve mis sentidos exquisitos,
es el pan de cada día de mi alma.
Su paz se abre ante mi como un lago
donde la tarde pinta sus pasajeras nubes
y la noche deja sus estrellas.
Repaso, continuamente, imágenes de Ella
con su pasión y su paciencia,
con su entereza y su dulzura,
sus manos volando entre el sol y la luna,
sus manos preservando las ropas, los platos, el orden y los sueños,
sus manos tocando las mías
borrando como un manantial de luz mis sombras.
Cuando ella habla en medio de su larga lucha
su voz cargada de verdad y de dolor
se expande como un corazón repartido.
Cuando ella ríe en la hora más oscura
su risa sube a la más alta cumbre
y conquista la alegría.
Cuando ella canta en la gran soledad de las distancias
su canto hace nido en la esperanza.
Todo se lo debo a Ella:
mi sangre, mis meditaciones,
mi generosidad, mi transparencia,
mi corazón sin tregua, mi armonía
y, por supuesto, mis versos.
Ella es para mi la más bella,
flor a flor, aurora por aurora.
Ella es tan hermosa como la brisa.
Ella es tan simple como la hierba.
Ella es mi novia única y eterna.
Ella es mi amada Madre.
Amigos, seguimos en contacto y en combate por la libertad.
Cinco abrazos !Venceremos!
Antonio Guerrero Rodríguez
21 de mayo de 2012
Prisión Federal de Marianna.
De: Enrique Orellana Fernandez [mailto:opcion_porlospobres_chile@yahoo.com]
ADITAL – 27/05/2011
Pablo Richard: 'Mientras haya pobres, habrá Teología
de la Liberación' Entrevista a Pablo Richard
Mayra Rodríguez. Encargada de comunicaciones del Concejo Ecuménico
Cristiano de Guatemala, jueves, 26 de mayo de 2011.
No hay dudas. Todo teólogo es un
provocador como mismo lo fue Jesús
para su época, afirmación que tiene
origen en las confluencias que existe
entre la máxima figura del cristianismo y
sus seguidores más raigales, de mayor
compromiso con los pobres, cuando se
trata de explicar la Biblia desde la
realidad misma del ciudadano de este
mundo.
Tener ante mí al chileno Pablo Richard, doctor en Teología y Ciencias
Bíblicas fue una fiesta de la palabra. Un hombre que se ha licenciado en
Sagradas Escrituras en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, un arqueólogo
de la Biblia que se especializó científicamente en la propia Jerusalén, resulta
siempre un descubrimiento cuando, desde detrás de ese bonachón rostro,
aflora una ética inviolable, una inteligencia pocas veces vista, pero sobre todo,
un cristiano comprometido con su realidad, que es la realidad de la pobreza en
América Latina y la necesidad de un análisis teológico que contribuya a la
liberación plena del ser humano como criatura de Dios.
Mayra Rodríguez: ¿Qué huella queda en Pablo Richard de aquel
Movimiento de Cristianos por el Socialismo de los años '70, criatura
nacida de la llamada Teología de la Liberación? *** Pablo Richard: La
Teología de la Liberación fue un movimiento muy importante que hizo
posible la convergencia entre fe y política, porque normalmente los cristianos,
cuando había un gobierno progresista o socialista, siempre estaban en la
oposición, y fue la Teología de la Liberación la que permitió que la fe fuera
más liberadora, y correspondió a los partidos políticos descubrir que el
cristianismo tenía una orientación liberadora.2
Fue la opción que permitió a los cristianos participar en los movimientos
políticos sin perder su fe, lo cual fue nuevo, porque antiguamente los
cristianos que tenían una opción política eran normalmente de derecha, y los
partidos de izquierda excluían a los cristianos, en un paralelismo que no se
tocaba.
La total convicción que queda en mí de aquel movimiento cristiano, es que no
hay ninguna incompatibilidad entre cristianismo y socialismo, pero en
procesos concretos, el ayudar a las y los cristianos a participar en política sin
perder su fe, fe que se radicaliza al profundizar en la realidad.
MR: Qué opinión le merece la afirmación de que la Teología de la
Liberación fue abortada por los abruptos rumbos de la Iglesia hacia una
hacia la derecha en América Latina? *** PR: Depende, porque hay una
Iglesia de "cristiandad" que ha destruido todo lo que se había construido en las
décadas de los '60 a los '80 y que está cada día más a la derecha. Pero,
también existe la Iglesia de la liberación, de las comunidades eclesiales de
base, la Iglesia de los pobres, que sigue estando en la línea liberadora y que
está cada día más viva hoy en América Latina, en la medida en que el sistema
neoliberal y la Iglesia de cristiandad van entrando en crisis, las personas
buscan una alternativa y esa la ofrece la Teología de la Liberación. En
América Latina, sólo en los últimos 10 años, se han salido 50 millones de la
Iglesia católica, y no porque se hayan ido a otros grupos religiosos, sino
porque la Iglesia no les dice nada, y esto es parte de la crisis de la
"cristiandad" que no da ninguna respuesta a los problemas modernos.
MR: Cuando usted vislumbra la actual realidad de América Latina,
donde cada vez son más comunes los desastres naturales y los cambios
climáticos que acentúan los niveles de pobreza, además de otros males
como la corrupción, la violencia y las drogas, ¿cómo sostener esa Palabra
de Dios como fuente de vida y esperanza, que anunciaba usted a las
puertas del actual milenio? *** PR: Primero, debe haber un análisis de la
realidad, de esta economía de mercado de inspiración neoliberal que se
mantiene gracias a salarios bajos y destrucción de la naturaleza. Es cierto que
hay muchos sectores de la Iglesia que están metidos en este sistema neoliberal,
pero hay también personas que hacen la lectura de la palabra de Dios y grupos
bíblicos que están preocupados por esta crisis debida a la destrucción de la
naturaleza. Leonardo Boff escribió un libro paradigmático en este sentido: "El
grito de los pobres y el grito de la Tierra", que hay que escuchar ambos. 3
Entonces, hay muchos movimientos de la Teología de la Liberación en la línea
ecológica. Ahora justo ahí la construcción de toda una teología sobre el agua,
como un bien que está a punto de entrar en crisis. De la destrucción de los
medios naturales y la destrucción de la gente, por este sistema, la teología de
la Liberación es la que más habla, y muchas veces ni los grupos políticos ni la
Iglesia hablan. El tema ecológico es un tema muy vivo, especialmente en la
teología india, donde ya se habla mucho del "Pachamama" en América del Sur
por ejemplo, en la defensa de la tierra y del agua, donde participan mucho los
grupos progresistas de las iglesias.
Por ejemplo, la reciente consulta en Cancún sobre las medidas a tomar frente
al cambio climático y el calentamiento global; que si se sube de dos a tres
grados va haber catástrofes derivadas de esos cambios y los países
industrializados no aceptan ni quieren tomar medidas, porque proteger la
naturaleza es el peor negocio para ellos, pues se necesita reducir el avance del
mercado, pero ellos quieren más y más ganancias y si se destruye la
naturaleza, poco les importa.
Si todo sigue igual, si no hay cambios, la tierra no llega al año 2025. Ya
estamos sobregirados, hemos abusado de la tierra sacándole más de lo que
puede dar, pero muchos no se han dado cuenta que la tierra es redonda, y que
si explotas para allá, más delante te va a llegar por la espalda. Entonces la
Iglesia ha desarrollado una teología muy sabia, cuando aborda la ecología, y
esto es parte de la Teología de la Liberación.
MR: En uno de sus últimos análisis: "Pedofilia y poder", usted hace
afirmaciones muy arriesgadas. Habla de confrontar la actitud de la
Iglesia católica, por un lado frente al fenómeno pedófilo y, por el otro,
frente a la Teología de la Liberación. Afirma que la homosexualidad
puede ser una opción legítima si está guidada por una ética de amor y
fidelidad y que la exclusión de la mujer de la estructura jerárquica
católica es la otra cara de la masculinización absoluta del ministerio
clerical, llegándose a preguntar cómo se analizarían esos problemas si la
mujer, ordenada como cardenal, tuviera acceso a altos cargos dentro de
la estructura jerárquica de la Iglesia. ¿Existió alguna reacción de la curia
católica a sus planteamientos o simplemente los obviaron para
silenciarlos? *** PR: La iglesia tiene terror a hablar de estos temas. Tiene
miedo. Con ese artículo yo no recibí ninguna crítica de parte de la jerarquía, y
es debido al temor que hay en relación a los temas.4
Hoy día en la ética de la Teología de la Liberación aceptamos, por ejemplo,
que la homosexualidad es una manera de vivir, es una opción. Pero la Iglesia y
su jerarquía no entran en estos temas por el temor a que se desate una
discusión donde no tienen mucho que decir, pues son temas que no se
discuten.
Estos son problemas de la modernidad y la Iglesia católica los ha rechazado:
no quiere saber de la homosexualidad o de la participación de las mujeres. En
este último por ejemplo, no hay un solo argumento, ni bíblico ni teológico,
para excluir a la mujer del sacerdocio y la Iglesia lo rechaza, porque tiene una
visión pre-moderna de lo que es la mujer.
En fin, la Iglesia no habla mucho de estos temas, porque no sabe que decir, y
cuando ha entrado ha entrado mal, ha ocultado a pedófilos, no ha escuchado a
las víctimas, no ha hecho análisis a profundidad, porque si entra a esta
discusión van a surgir muchos más problemas para la jerarquía por su posición
tan conservadora.
MR: También en su espíritu de lo que pudiera llamarse "un provocador
teológico" ha dicho que no existe una Iglesia, sino modelos en cómo ser
Iglesia; y se refiere a uno dominante y tradicional que fenece de manera
irreversible ante otro que busca, precisamente, uno alternativo y más
contextualizado. A su juicio, ¿qué características o hacia dónde debe
enfocarse ese modelo calificado por usted de emergente? *** PR: El
modelo de la iglesia de cristiandad ha entrado ya en una fuerte crisis, es
irreversible y se avecina un colapso, porque no tiene los elementos ni
fundamentos teológicos ni teólogos o teólogas para superar esta situación. La
pedofilia ya es un signo muy serio de esa crisis profunda, y peor aún el
ocultamiento que la iglesia ha hecho de ello. Evidentemente y aunque no
como una consecuencia directa, la gente va a recurrir al modelo alternativo, va
a buscar en la Iglesia de los pobres, una manera de vivir su fe.
Entonces esta Iglesia emergente, de los pobres, la Iglesia del pueblo de Dios,
debe tener las siguientes características:
Primero, una opción preferencial por los pobres y contra la pobreza: hay que
crear estructuras en la Iglesia para vivir con ellos (los que viven con VIH/Sida,
los marginados, los de la calle, etc.) Ahora mismo son muchos, pero son
invisibles a la sociedad y esta situación es algo que la Iglesia debe
transformar.5
Segundo, las comunidades eclesiales de base: donde se une la oración y la
comunidad, no importa que sean pocos y pocas, lo que cuenta es la calidad.
Para la Iglesia de la cristiandad lo importante es la cantidad, porque tienen
criterios comerciales, de mercado. Me atrevo a decir que no importa que la
Teología de la Liberación muera, en tanto que no sigan muriendo los pobres,
pero que mientras haya pobres, habrá teología de la liberación, habrá Iglesia
del pueblo de Dios.
Tercero, la lectura popular de la Biblia: lo mejor que podemos hacer en este
tiempo de crisis es devolver la Biblia al pueblo, con libertad y autonomía. Por
400 años la Iglesia estuvo sin Biblia, pero el Concilio Vaticano II rompió con
esta tradición y la devolvió al pueblo.
Cuarto, la Teología de la Liberación: Hay que dejar de hacer lo que ha
provocado que ya no se haga teología. Hay que perder el miedo, superar la
teología del miedo: los laicos le temen al cura, el cura al obispo, el obispo al
Vaticano y el Vaticano a la Teología de la Liberación…. Se debe dejar el
miedo y tener fe.
Quinto, una Iglesia autóctona: es la que nace de los mismos pueblos que van
descubriendo el Evangelio.
Sexto, la vida religiosa se inserta: en los ambientes de las y los marginados y
despreciados.
Séptimo, los nuevos ministerios: hay que desacralizar y "desacerdotizar",
superar distancias entre laicos y clérigos, que desaparezcan las divisiones. Y
aquí exclamar: ¡NUNCA MAS UNA IGLESIA SIN MUJERES! Deben ser
integradas como maestras, sabias, teólogas, que asuman todas las funciones
del presbiterado.
Octavo, Iglesia como centros de formación: las y los laicos son el futuro de la
Iglesia, por lo que la formación es importante.
Noveno, una Iglesia de profetas y mártires.
Y por último, en décimo lugar, evitar las contradicciones innecesarias y
crecer donde están las fuerzas. No sirve criticar y gritar contra la Iglesia de la
cristiandad, pues los dos modelos de Iglesia no viven separados y
confrontados entre ellos. Los modelos se entrecruzan. Encontramos signos de
la presencia de Dios en la Iglesia de la cristiandad y signos de cristiandad en la
Iglesia de los pobres.
MR: Hagámonos la idea de que usted es un doctor en medicina y tiene
que dar el diagnóstico de un enfermo que, en su historia clínica, tiene por
nombre Teología de la Liberación: ¿Cuál sería su pulso y su presión
arterial? 6
¿Padecería una dolencia pasajera, cáncer o habría que redactarle un
dictamen necrológico en el actual contexto político y eclesiológico de
América Latina? *** PR: No podría dar un pronóstico fatídico, porque, de
hecho, hay un resurgir de la Teología de la Liberación, aunque la Iglesia lo
niegue. La lectura popular de la Biblia, las comunidades eclesiales de base,
son una fuerza que no pueden detener. Los pobres mismos necesitan de esta
Iglesia, la necesitan para sobrevivir. No es la Iglesia que necesita de dinero
para sobrevivir, sino pobres que necesitan de la Iglesia para sobrevivir. Y esto
es por todos lados en El Salvador, en Guatemala, en Costa Rica y en muchas
otras partes del mundo.
Movimiento Teologìas Para La Liberaciòn -Chile
Correo: opcion_porlospobres_chile@yahoo.com