Hasta la victoria siempre Celia!
Por Corriente Julio Antonio Mella.
El lunes por la mañana nos encontramos con una noticia que nos duele en el alma. Se nos fue una militante revolucionaria, una compañera, una madre.
Nos enteramos revisando el correo electrónico, de la misma manera en la que encontrábamos a menudo sus reflexiones, esperando atentos para saber sus opiniones sobre los sucesos acontecidos en algún rincón de nuestra América. ¡Cómo extrañaremos la claridad y la certeza de su pensamiento! , ¡Sus escritos sobre el proceso vivo en la bolivariana Venezuela o la revolucionaria Cuba!.
Celia nos visitó en Buenos Aires durante el año 2007. Tenía numerosos ofrecimientos, encuentros, paneles, reuniones, pero entre la abultada agenda se hizo un tiempo para juntarse con nosotros, sus "chicos de La Mella" tal como nos llamaba, en el Hotel BAUEN. ¡Cuánto aprendimos en tan sólo una hora! Nos habló sobre la forma de organización y los cuidados que debíamos tener, sobre el compromiso militante y sobre cómo ella conciliaba la revolución permanente de León Trotsky con la praxis del Che. En consonancia con su espíritu crítico – tan cuestionado en nombre de vaya a saber uno qué "ortodoxia" – nos recomendó no tener ningún temor en tomar lo mejor de cada revolucionario y cada teórico, sabiendo hacer a un costado aquello con lo que no acordaramos. Además nos habló sobre lo orgullosa que se sentía del nombre de nuestra organización. Esa tarde muchos nos fuimos emocionados del Hotel que es una cooperativa. No era para menos: una intelectual de semejante talla había dedicado una parte de su tiempo a hablar con nosotros y a darnos algunos consejos que todavía hoy recordamos en nuestros plenarios. Al terminar la reunión, se levantó y pudimos ver su campera, con la bandera del Ejército de los Andes y una estrella de cinco puntas. Ahí estaba ella, provocadora como siempre, recordando a los que en Argentina quisieron hacer de la Cordillera de los Andés la Sierra Maestra de América del Sur.
Nuestro segundo encuentro fue sorpresivo. Nos encontrábamos en un corte de calle junto con la Cátedra Che Guevara y otras organizaciones populares exigiendo la libertad de los presos políticos, y se leyó una adhesión de Celia desde Cuba, en la que nos decía "Los lindos niños de la asociación Mella, tienen aquí un recordatorio y un compromiso, me lo prometieron. ..cuando hablamos en el hermoso hotel Bauen, hace unos meses". Se nos erizó la piel en tan sólo un segundo.
Aún tenemos los libros sobre Mella que nos envió desde Cuba, con mucho dolor por perderlos pero convencida, como nos dijo, de que "los libros son vuestros... la función de un libro es estar en pleno movimiento". Como le escribimos en el mail agradeciendo, este regalo tiene el valor de servirnos para formarnos políticamente, tarea esencial en una organización anticapitalista. Pero tiene un valor especial, porque son los libros con los que ella misma se formó. Hoy, a horas de su fallecimiento, ese regalo tiene un valor inconmensurable.
Tampoco algunos compañeros de La Mella olvidarán las tardes en que les abrió las puertas de su casa en La Habana sin ningún temor a las muchísimas preguntas que jóvenes de poco más de veinte años tenían para hacerle.
No podremos olvidar nunca a quien consideramos una madre. No vamos a hacerlo. Cumpliremos el compromiso que nos encomendó con su carta aquel 4 de septiembre de 2007, hace a penas un año: "¡Liberen ustedes al Che, pues, de las remeras, llaveros y calzones! ¡Arránquenle esa sonrisa estúpida con la que muchos medios quieren canonizarlo, para llevarlo a un paraíso inexistente y confuso, cuando mucho tiene que hacer en la Tierra a nuestro lado!...".
Ese será nuestro mejor homenaje.
¡Hasta la victoria siempre compañera! ¡Venceremos!
CORRIENTE JULIO ANTONIO MELLA
(Universidad de Buenos Aires, Argentina)
Contrahegemoní a (Sociales) - Colectivo de Izquierda (Filosofía y Letras)
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