jueves, 12 de julio de 2007
“Cuba debería privatizar sus empresas para no ser maltratada por los medios” Entrevista a Pascual Serrano en Cubainformación revista
Cubainformación
Pascual Serrano es fundador de la publicación electrónica Rebelión, miembro de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad, autor de libros como "Periodismo y crimen" o ”Perlas. Patrañas, disparates y trapacerías en los medios de comunicación”, y desde diciembre de 2005 asesor editorial del canal multiestatal de televisión Telesur, promovido por los gobiernos de Venezuela, Cuba, Argentina, Uruguay, Bolivia y Nicaragua. Pascual pasó por los estudios de Cubainformación TV y nos explicó las razones por las cuales los grandes medios maltratan de un modo sistemático a la Revolución cubana.
¿Por qué crees que Cuba sale tan mal retratada en los medios?
Un ministro cubano me hizo la misma pregunta y yo le recomendé lo siguiente: privaticen Vds. la distribución eléctrica de Cuba, para que se la puedan quedar los accionistas de esos medios de comunicación; saquen a subasta el servicio de telefonía; privaticen también la distribución del agua de todo el país; dejen sus recursos naturales en manos de las multinacionales. Verán cómo a partir de entonces les tratan de otro modo en los grandes medios.
Es decir, que detrás de los intereses de esos grandes medios de comunicación hay empresas multinacionales que tienen muchos intereses creados, y en la medida en que puedan conseguir y quedarse con los recursos de países como Cuba, apoyarán a los gobiernos de turno que han facilitado esos procesos privatizadores.
Hace poco recibías en Cuba el premio “Pensar a contracorriente”, premio de pensamiento crítico. ¿Qué es actualmente pensar a contracorriente?
Creo que pensar a contracorriente siempre ha sido lo mismo: no dejarte llevar por los mecanismos del poder, por el sistema de premio y castigo. Porque es evidente que en el modelo editorial vigente, si respondes al pensamiento hegemónico, es decir, al que paga, resultarás beneficiado. A mi juicio, el único modo de pensar es pensar de un modo independiente, es decir, pensar a contracorriente.
¿Qué es lo que más te anima para apoyar a Cuba? De igual manera, ¿qué dudas te quedan a la hora de apoyar al proceso cubano?
Lo que más me anima es la mentira. Muchas veces me dicen que explique algo positivo sobre Cuba, pero lo cierto es que la verdad no me estimula tanto como las mentiras de los medios de comunicación españoles. Te indignas y empiezas a escribir. La musa que me inspira no es tanto la cubana, sino la española.
Yo siempre digo que uno no defiende ni a Cuba ni a Venezuela, sino que se defienden solas. Lo que uno pretende es defender la verdad y el rigor. Eso es fundamental.
Evidentemente todos tenemos dudas sobre cualquier proceso. El problema es que cuando las planteas y las debates con la mejor intención, enseguida las ves magnificadas por los grandes medios. Es lo que ocurre con algunos intelectuales, que si aplauden diez veces a Cuba no tienen lugar en los medios de comunicación, y si una sola vez tosen con respecto a alguna decisión que ha tomado Cuba se convierten en primera página. Evidentemente, es un doble rasero indigno.
En todo sistema los periodistas juegan un rol determinado. ¿Cuál es el papel que juegan los periodistas en un sistema como el cubano? Igualmente, ¿cuál es el papel que juegan los periodistas en un país capitalista?
En el capitalismo el periodista tiene que ser rentable. En cualquier profesión tienes que buscar la máxima rentabilidad para el lugar donde trabajas, conseguir que tu trabajo provoque las mayores ventas de ese producto, en este caso los mayores anunciantes. Evidentemente, nada de eso tiene que ver con la información.
Por ejemplo, si el medio de comunicación es propiedad de BBVA y Telefónica, tu trabajo como periodista tiene que ir enfocado a prestarles servicios a ellos, que son los dueños de la empresa. Si además, se anuncia el Corte Inglés en tu espacio, tendrás que prestar servicio a ese anunciante para que siga anunciándose en tu medio. Al no tener que educar ni culturizar, sino que la máxima premisa es vender, el mensaje está absolutamente condicionado. Así es como trabaja cada día el periodista en un país de economía de mercado.
En un sistema no capitalista no tiene por qué ser rentable, ni estar al servicio de empresas ni de anunciantes, con lo cual ya eliminamos estos elementos que condicionan el discurso y el contenido. Ahora tiene que responder al estado o al colectivo social para el que trabaja, y en la medida que éstos respondan a la ciudadanía y a sus intereses, en esa medida obtendrá toda su legitimidad social.
¿Cómo ves el avance de los movimientos populares en el mundo, especialmente en América Latina?
Por primera vez observo una esperanza en América Latina, una ilusión sin precedentes. Nunca había ocurrido que tantos países se incorporen a un modelo de pensamiento basado en la soberanía de sus pueblos, la reivindicación de sus recursos naturales, distanciándose culturalmente del modelo dominante del norte.
En cambio, en Europa nos morimos de aburrimiento. Lo que sucede en América Latina nos deja cada vez más en evidencia. Así por ejemplo, cuando Venezuela tuvo el conflicto diplomático con Israel por bombardear el Líbano, mientras los países europeos se limitaron a quejarse por tal hecho, aparece un gobierno digno, como es el venezolano, y retira a su embajador de Israel en señal de protesta.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, suele repetir una frase de Mao Tse Tung: “el imperialismo es un tigre de papel” ¿Es algo real o exagerado?
Creo que es un poco exagerado. De todos modos Chávez ya ha demostrado que es un optimista recalcitrante y que los resultados de su política le dan la razón.
En el golpe de estado del 2002 nos hundimos en la depresión y en cambio el pueblo le volvió a restaurar en su legítimo cargo; cada vez que surge una crisis Venezuela nos vuelve la angustia, pero se ha demostrado que siempre salen para adelante, sucediéndose éxitos y más éxitos del movimiento popular.
El optimismo de Chávez parece que tiene los pies más en la tierra que nuestro pesimismo.
¿Cómo explicarías lo que es un proyecto como Telesur, en el que trabajas como asesor editorial?
Telesur supone un modelo de contenidos alternativos, en el cual seis estados dedican recursos públicos para informar desde la independencia y la soberanía a la ciudadanía. Eso es un salto cualitativo asombroso. Al estar desvinculado de accionistas, empresas privadas y anunciantes, se ha dado un paso de gigante.
Aunque, en el año y medio de vida de Telesur han ido surgiendo muchos obstáculos, como en la distribución de la señal, en cambiar la agenda informativa dominada por los grandes medios, en crear una infraestructura de corresponsales, se está avanzando muchísimo. Estamos haciendo algo diferente. El Sur tiene un protagonismo que nunca lo tuvo y nuestro enfoque de las noticias es diametralmente opuesto al dominante de los grandes medios.
Es obligado preguntarte también por el proyecto que fundaste hace más de 10 años: Rebelión. ¿Cómo está la salud de Rebelión?
El mérito principal es haber aguantado 11 años. Rebelión se ha servido en referente piloto para otros muchos medios, lo cual es lo más bonito que nos podría haber sucedido.
Se puede aprovechar la experiencia de Rebelión en cuanto a crear una visión alternativa de los contenidos, así como el acceso a una agenda de especialistas que hemos podido ir consolidando.
Y ahora, afortunadamente, van surgiendo proyectos mucho mas ambiciosos en tecnología e infraestructura, como lo es éste de CUBAINFORMACIÓN.
Nota de Cubainformación: Cubainformación revista Verano 2007 está a disposición de asociaciones y colectivos de solidaridad, para su reparto gratuito, hasta un máximo de 700 ejemplares por organización
José Manzaneda - Coordinador Cubainformación
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