viernes, 22 de febrero de 2008

Estados Unidos viejo imperio atribulado y su antidemocrático sistema de elecciones por Hugo Moreno Peralta, chileno, mi amigo.


Berlín, 20 de febrero de 2008.

LA TRIBULACION DEL MENGUADO Y VIEJO IMPERIO:


SU FUTURO PRESIDENTE SERA, UNA MUJER O UN AFROAMERICANO, UN OPROBIO NACIONAL E IMPERIAL.


La vuelta de los demócratas a la Casa Blanca abre una nueva etapa en el proceso imperial globalizado, cuya batalla contra el movimiento socialista y el surgimiento de este con mucha fuerza en América Latina constituye el signo histórico de nuestro tiempo: Revolución Cubana, Movimiento Bolivariano por el Socialismo, Socialismo Boliviano del Presidente Evo Morales, etc. No se debe confundir Socialismo con Socialdemocracia, esta última es el balón de oxigeno del capitalismo salvaje globalizado.

No son muchas, ni muy claras las diferencias entre el partido Republicano y el partido Demócrata. Hay más comparaciones que diferencias. El sistema político del vecino del gran garrote, del norte no deja de ser paradójico. Pretende constituirse en el paladín de la libertad, de la justicia y de la democracia, en la medida de lo posible que tuvo como ideal: “un gobierno en el pueblo, por y para el pueblo”.

Las elecciones resisten, en general, las suspicacias de quienes pretendan localizar suplantaciones e irregularidades. Pero los procesos electorales son engorrosos e imposibles de entender, para el ciudadano con bajo nivel educacional, cuyo conocimiento del idioma, inglés, no alcanza a las quinientas palabras. La participación de la ciudadanía en general no llega al 45%. Siempre en cada elección gana la abstención.

El procedimiento electoral estadounidense muestra sorpresas no muy democráticas, como el hecho de que en ese sistema de elección indirecta, puede declararse vencedor a un candidato que obtenga menos votos que su rival. La mayoría simple en cada entidad federativa define a favor del triunfador a todo el estado. Un candidato obtendrá fácil triunfo con sólo sumar los éxitos en los estados que designan mayor número de electores, aunque en el cómputo total reúna una suma minoritaria. Pero no radica aquí, fundamentalmente, la critica principal a la cuestión eleccionaria de la democracia Yanqui, sino en su opción electoral, para el ciudadano la que se limita sólo a dos candidatos, de los partidos tradicionales que se le ofrecen para su decisión.

El concepto de partido con estatutos, reglamentos, membresía masiva es desconocido en la tradición del imperio globalizado. Tanto demócratas como republicanos constituyen núcleos manejados por grupos privilegiados en el ámbito de las finanzas, de la industria y del comercio. El Estado se apoya en esta clase política dueña del dinero, a la cual, a su vez debe servir incondicionalmente. Este sistema a sido impuesto en casi todos los países latinoamericanos, con la digna excepción de Cuba, Venezuela y Bolivia. Desde éste punto de vista demócrata y republicanos en la arcadia de la felicidad sólo rivalizan en cuestiones de forma.

Las diferencias, cuando las hay, se advierte más en el estilo del presidente y sus asesores. Los republicanos son más agresivos, más directos y los demócratas son más partidarios de la conciliación excepcionalmente. No hay que olvidar que Truman, Presidente demócrata, dio la orden siniestra de lanzar contra Japón, ya vencido, las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki. El presidente Kennedy, ordenó la invasión a Cuba y no paro la escalada en Vietnam, dos de las máximas vergüenzas del imperio yanqui globalizado a que tiene acostumbrada a la Humanidad.

Los verdaderos demócratas no comulgan con rueda de carreta: Hoy el imperio yanqui globalizado no va a tener una nueva cara con el nuevo inquilino demócrata en la Casa Blanca, sino una nueva máscara.

Si llegara haber una nueva política estadounidense, para América Latina, por parte del régimen demócrata tendría que enmarcarse en una conducta de respeto por la soberanía y las decisiones que tomen los pueblos y gobiernos de Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, etc.

El nuevo presidente estadounidense no le dejará muchas oportunidades de concentrar su atención en el restablecimiento de una relación aceptable con Latinoamerica, la herencia catastrófica que le va a dejar Busch, con la recesión económica, con las guerras de Irak, Afganistán, Palestina y las malas relaciones con Rusia, Irán y en especial con la comunidad Europea, que requieren prioridad, para la plutocracia estadounidense y que debe priorizar el gobernante estadounidense.

Como colofón hay que puntualizar “el prestigio yanqui”, en el ámbito internacional como en el nacional ha llegado al nivel más bajo de su historia, jamás visto, por la ineptitud, la incompetencia y la necedad de Busch.

El ciudadano estadounidense a quien constantemente se le repite a través de los medios mediaticos de comunicación la importancia del orgullo patrio, de las tradiciones liberales y democráticas del país de Lincon, se tropieza en su vida diaria con negaciones constantes de esa libertad que ha canjeado por la seguridad y que le ha significado quedarse sin ninguna de las dos, llegando al extremo que el espiarlo sea una rutina diaria en la cual no se respeta su vida privada, su correspondencia ni los teléfonos.

Esperamos que el nuevo inquilino demócrata de la Casa Blanca, pueda devolver, primero el respeto y la devoción de los estadounidenses por su propio país y después limpiar la imagen deteriorada ensangrentada del “tío Sam” en la atmósfera internacional.

Yo soy de los que piensan, que a los trágicos y agobiantes problemas que enfrenta el mundo de hoy, en todo orden de materias, deberá aplicarse una solución socialista, o en caso contrario, la Humanidad padecerá tales trastornos y conflictos cuyos inicios ya estamos viendo, que ante ellos pueden quedar pálidos los anteriores que nos recuerda la historia. Es del socialismo la idea esperanzadora por la liberación del individuo enajenado por el consumo y los medios mediaticos de comunicación, la creación de nuevos valores morales y de realización de la solidaridad humana…

“luz, más luz”.

Prof. Moreno Peralta

Director
Cesal ev Berlín,
Alemania