sábado, 28 de junio de 2008
¿quien mató a Atahualpa Martínez Vinaya ? ¿porqué asesinan jóvenes en Argentina? Viedma, Río Negro, CAI de duelo,
El Domingo 15 de Junio asesinaron a Atahualpa Martinez Vinaya, mi primo, que tenía 19 años. Le dispararon por la espalda y lo tiraron en las afueras de Viedma.
Todavía no encontramos razones. Todavía no encontramos culpables.
Atahualpa era un chico que estaba estudiando en 5to. año del CEM 18 de Viedma y quería irse a fin de año a Cuba para estudiar medicina, así es que estaba tramitando y sacando buenas notas para poder conseguirlo.
Además había participado de una toma de terrenos para su hermana Ayelén, que tiene un hijo y quería que tuvieran algo para ellos.
También acompañaba a su madre en diferentes actividades de lucha de recuperación de la identidad indígena y también recuperación de tierras en la línea sur de Río Negro.
Ata era muy solidario, sus compañeros hoy lo recuerdan con mucho cariño porque era muy buen compañero, era buen hijo, buen amigo.
Nosotros no entendemos porqué pasó esto, porqué a Atahualpa.
QUEREMOS PRONTO ESCLARECIMIENTO Y JUSTICIA.
Porque no queremos que vuelva a suceder y porque confiamos en la única herramienta que tenemos y que aprendimos de Ata, la DEL COMPROMISO Y LA SOLIDARIDAD.
Por favor ayudennos a difundir esto que nos pasó a nosotros y que le puede pasar a cualquiera. Desde el más profundo dolor.
Gracias. Laura.
En esta foto que adjunto va su mejor sonrisa, esa que nos guía para seguir adelante.
contacto www.fotolog.com/stanix
http://www.rionegro.com.ar/diario/2008/06/20/20086l20s01a.php#
VIEDMA (AV)-
La familia de Atahualpa no encuentra explicación ni consuelo por lo sucedido.
"Miro la puerta y me parece que en cualquier momento va a entrar". La mamá de Atahualpa Martínez habla con orgullo de su hijo asesinado el domingo a la madrugada. Aunque no encuentra consuelo ni explicación frente a lo acontecido, intenta recordarlo como fue, solidario, generoso, comprometido y humilde, según comentaron quienes lo conocieron.
El joven cumpliría 20 años el 22 de julio próximo y probablemente en sus planes ya estaría repetir lo de otros años: organizar con sus amigos un picante de arroz, comida típica de Bolivia que su madre le hacía para esas ocasiones especiales, con la colaboración de la barra del barrio.
Julieta Vinaya no pierde su sonrisa mientras habla de su hijo con marcada admiración. La última vez que lo vio con vida fue el día anterior a su partida hacia Rosario. "Yo no estaba acá, había viajado a Rosario a presenciar el acto de homenaje al Che Guevara, por sus 80 años. Él quería ir, pero no pudo porque tenía obligaciones. Pero me dijo sacá fotos, mirá todo y después contame", relata Julieta.
Atahualpa había recibido su nombre por un sueño. "Pensaba ponerle Camilo, por Cienfuegos o Ernesto por el Che, pero antes de que naciera soñé con el inca Atahualpa y como los integrantes de los pueblos originarios nos guiamos mucho por los sueños, le puse ese nombre", sostiene Julieta quien integra el Consejo Asesor Indígena, del que formaba parte también su hijo asesinado.
"'Cuidate', me dijo al despedirme en la terminal". Esa sonrisa del robusto muchacho, fue la última imagen que le quedó de su hijo.
Sin embargo, en su memoria no para de encontrar anécdotas que, asegura, marcan de cuerpo entero al hijo que un tiro por la espalda le arrebató el domingo.
"Durante varios años llevó a su amigo de enfrente que tenía dificultades para caminar hasta la escuela, sentado en el manubrio de la bicicleta. Además participaba de las reuniones del CAI y siempre hacía cosas en favor de los pueblos originarios. En verano se iba a la Línea Sur con sus abuelos. Con Ayelén, su hermana menor, eran inseparables y él le eligió el nombre a su sobrino, Licán. Era mapuche y aymará y estaba orgulloso de serlo", sostiene la agente sanitaria, integrante de la Unidad de Violencia Familiar e inquieta trabajadora social en los barrios pobres de la ciudad.