lunes, 25 de agosto de 2008

Missing Children Niños desaparecidos ayudemos a buscar son todos hijos ó nietos nuestros todos somos padres y responsables Argentina debe cuidar










Los argentinos miramos el baile del caño mientras nos van robando criaturas, niños, adolescentes y hasta jóvenes que son esclavizados, sodomizados, abusados, sacrificados en haras de la perversión que la televisión nos ofrece como zanahoria para emburrecernos y degradarnos. Eladio González director Museo Che Guevara

Argentina La Matanza ¿QUIEN LA HA VISTO???? . . . . . a MARILIN SOLEDAD CABRERA VILLABA


MARILIN SOLEDAD CABRERA VILLABA
FALTA DESDE:
4 de Abril de 2008


Edad en la foto: 42 días
Edad actual: 4 meses

FECHA DE NACIMIENTO:
25 de Febrero de 2008

LUGAR DE RESIDENCIA:
La Matanza


SI TIENE ALGUNA INFORMACIÓN CONTÁCTENOS:
Teléfono: 011 4797-9006

Desde el Exterior 0054 - 11 4797-9006 E-MAIL: info@missingchildren.org.ar


Missing Children, siempre en alerta
domingo, 24 de agosto de 2008
“Que un chico falte de su casa es muchísimo, pero que 240 falten, es muchísimo más”

Se estima que el 44% de los chicos que se alejan de sus hogares atraviesan conflictos familiares, mientras que el 32% afrontan lo que los especialistas llaman una crisis de identidad

Esteban tiene 15 años, desapareció el 13 de mayo y apareció una semana después. Estuvo con una familia que después de secuestrarlo lo obligaba a trabajar y lo maltrataba. La mamá solicitó a la Justicia el allanamiento del lugar.

Julio, de 13 años, estuvo desaparecido durante cuatro meses. Cartonea con su mamá y su papá trabaja en una verdulería. Se había ido y hablaba a veces con su mamá por teléfono y le contaba que no le gustaba como lo trata el padre, que aparentemente es golpeador. Por un dato que le da una familia descubren que Julio estaba durmiendo en un kiosco. En mayo vuelve a su casa y está viviendo con sus padres y sus diez hermanos.

Jonatan junto con su hermano y su primo salían todos los días del colegio a la misma hora y un remise los pasaba a buscar. El remisero llegó y sólo encuentra a su hermano. Pensando que los primos se habían ido antes, llevó al hermano. Cuando llega a la casa de Jonatan, se dan cuenta que no estaba ahí. Se da aviso a la policía y el niño de 6 años aparece a las horas. Su primo y él se habían subido a otro auto pensando que era el remise y a su vez, el remisero a las tres cuadras se da cuenta que levantó a los pasajeros equivocados.


Anahí, de 15, dijo que iba a hablar con una amiga por teléfono y no volvió. Los padres decían que no tenía problemas familiares, pero estaba haciendo amistad con gente de mal vivir. Gracias a la denuncia y las fotos, la policía la encuentra drogada en la calle al día siguiente.

Araceli fue a clase pero no regresó. La familia sospechaba de un ex novio que la amenazó de muerte. Hicieron la denuncia y la joven de 16 años es rescatada por su propia familia. Contó que su ex novio la tuvo secuestrada y en un descuido puedo hablarle a su familia para avisarle donde estaba.

Estas son algunas de las tantas historias que surgen de una generosa labor que ya lleva nueve años en la Argentina, desde que un grupo de voluntarios creó una organización en la que el esfuerzo no escatima y la solidaridad abunda: Missing Children, una ONG que se dedica a localizar chicos perdidos.

Ellos huyen despavoridos luego de un abuso. Escapan de golpes y palizas. Se alejan de insultos hirientes, constantes e inexplicables. O tal vez, corren tras un amor, una promesa de algo mejor, un sueño lejano. Cualquiera sea la razón, ellos eligen o deciden irse. Se van, se pierden y empiezan a formar parte de las listas de chicos desaparecidos. Nunca esa lista fue tan larga como ahora: hay 240 nombres, 240 caritas.

Cabe mencionar que el mayor porcentaje de los chicos buscados por Missing Children corresponde a la franja etaria que va de los 13 a los 17 años, pero también los hay recién nacidos y arriba de los 21.

Las cifras preocupan a las autoridades de la organización. Desde que se creó Missing Children, el promedio de chicos que se buscan al mes se mantiene entre 100 y 120, casi la mitad de los 240 de hoy. “Que un chico falte de su casa es muchísimo. Que 240 falten de su casa es muchísimo más”, aseguró Lidia Grichener, presidenta de Missing Children, en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO.

“Antes, cuando nos iniciamos, había una denuncia de vez en cuando, ahora el trabajo es mucho más intenso”, reconoció.

“Nuestra función va mucho más allá de la difusión de la imagen del chico perdido en nuestro sitio web (www.missingchildren.org.ar). Se trata de apoyar a la familia, aconsejarlos, hacerles nexos con la Policía y la Justicia. Con nosotros la gente se abre y nos cuenta todo, confían mucho en nosotros”, dijo la vicepresidenta de la ONG que por ahora tiene sede en Mar del Plata, Bahía Blanca y Bariloche, pero el deseo de abarcar muchas más provincias y ciudades de la Argentina, inclusive Córdoba.

La función de Missing Children incluso trasciende la de proveer asistencia a los padres cuyos hijos están perdidos, y busca “concientizar a las familias, personal de seguridad, docentes y a la comunidad en general de esta problemática”.

En total, son 14 voluntarias las que se mueven para que la foto de estos chicos se publique en facturas de servicios, diarios locales, canales de televisión y sitios de internet.

“Por un lado tenemos las denuncias de la familia, de una maestra, de una asistente social, que nos advierte que un chico está perdido. Nos contactamos con los familiares y así, tratamos de colaborar desde todo punto de vista: explicándoles los procedimientos para efectuar la denuncia policial correspondiente, habar con el grupo de amigos, vecinos, es decir, comunicar que el chico está perdido. Los ayudamos en algo muy importante que es la difusión. La imagen del chico perdido es necesaria y resulta útil difundirla, así como también la historia de vida del chico, sobre todo, si se trata de bebés recién nacidos”, comentó Grichener.

Resultados que alientan

Missing Children logró crear un sistema ágil, eficaz y eficiente para la búsqueda de personas perdidas, entendiéndose por tales a los menores de edad según la ley de su domicilio y a los incapaces judicialmente declarados tales.

Los resultados son alentadores: “En los años que llevamos de ardua labor, hemos encontrado más de 3.000 chicos a través de nuestra organización”, afirmó Grichener. Las estadísticas llevadas a cabo por la organización avalan lo dicho por Grichener, ya que arrojan que de los 3.294 chicos perdidos desde enero del 2000, 3062 fueron encontrados, o sea, el 93 por ciento. En su mayoría, oriundos de la provincia de Buenos Aires.

De los números también se desprende que 44 por ciento de los chicos que se alejaron de sus hogares lo hicieron por conflictos familiares, mientras que el 32 por ciento, afrontaba lo que los especialistas de la Psicología llaman una crisis de identidad.

Grichener además recordó que “el Registro Nacional de Menores Extraviados es una base de datos que se creó por ley (25.746) en julio del año pasado. Su objetivo: centralizar, organizar y entrecruzar toda la información sobre chicos perdidos del país. Pero eso todavía no se logró”, se lamentó.

Los primeros tiempos

“En 1998 la Red Solidaria comenzó a recibir llamados de padres cuyos hijos estaban perdidos solicitando ayuda para encontrarlos. A medida que estos pedidos iban aumentando, y viendo la gravedad de esta situación, se decidió formar el departamento de Chicos Perdidos”, relató Grichener.

Así, en abril de 1999 se formó en Estados Unidos el Centro Internacional para Chicos Perdidos y Explotados con el fin de apoyar a todos los países que requirieran asistencia para encarar un proyecto similar.

“A fines del 1999 se contactó con la Red Solidaria el Centro Internacional para proponernos organizar en la Argentina una asociación de características similares, a la cual ellos brindarían todo su apoyo, experiencia y tecnología. Aceptando esta propuesta, la Red Solidaria constituyó con un grupo de sus voluntarios la Asociación Civil sin fines de lucro: Missing Children - Chicos Perdidos de Argentina”.

Para tener en cuenta

Ante la sospecha de que un chico está perdido, Grichener sugiere “comenzar a llamar a los amigos y compañeros de colegio para averiguar cuándo lo vieron por última vez y qué información le pueden brindar; llamar a todos los familiares contándoles la situación y viendo si ellos tienen alguna información; hacer la denuncia en la comisaría más cercana y si se negaran a tomársela con la excusa que hay que esperar 24 o 48 horas, diga que sabe que su hijo está en ‘situación de riesgo’ e insista en que se la tomen y solicite copia de la denuncia”.

También es importante “averiguar en la comisaría qué Juzgado de Menores le corresponde, incluyendo el nombre del juez y/o secretario y domicilio del juzgado. Vaya al Juzgado y, aunque la causa no haya llegado de la comisaría, solicite realizar la exposición del hecho denunciado, brindándole todos los detalles y aportando una foto del menor, lo más actualizada posible”, aconsejó.

http://www.lavozdesanjusto.com.ar/index.php?option=com_content&task=view&id=17756&Itemid=1