jueves, 27 de noviembre de 2008

Fidel escribe sobre las elecciones en Venezuela y el salto que significaron en el triunfo de la Revolución Bolivariana Cuba Chaubloqueo Toto Irene















(Tomado de Juventud Rebelde, martes, 25 de noviembre de 2008)
Reflexiones de Fidel Castro:
Transparencia total


(El Comandante en Jefe valora la significación de
las elecciones regionales acontecidas el 23 de noviembre en Venezuela
y las califica de gran salto cualitativo para el proceso
revolucionario bolivariano)

¿Quién lo duda? Observadores de todas partes y todos los pelajes
asistieron a los comicios de Venezuela el 23 de noviembre.
Transmitieron sus despachos con absoluta libertad. La oligarquía
gritaba estruendosamente lanzando al mundo la grosera calumnia de que
la prolongación del cierre de los puntos de votación, que les daba a
los ciudadanos la oportunidad de votar, era con el propósito de
cometer el fraude, a pesar de que el Consejo Nacional Electoral lo
había acordado y anunciado previamente.

Si Estados Unidos adopta tal medida para facilitar la elección
indirecta del Presidente de ese país que funge como modelo de los
oligarcas venezolanos, es absolutamente correcto; pero en Venezuela
no, aunque no se trate siquiera de la elección de su Presidente, que
es directa, igual que la de los demás cargos ejecutivos.

La abyecta sumisión al imperio, la fuga de divisas por incontables
miles de millones de dólares que escapan cada año, mantener la
pobreza, el analfabetismo y el desempleo por encima del 20 por ciento,
es para ellos lo único honorable y limpio.

No me atrevería a emitir opinión alguna con relación a otro país de
este hemisferio, si olvidara que somos hermanos y que Martí, quien
luchó y murió por Cuba y por Nuestra América, dijo un día ante la
estatua del Libertador Simón Bolívar: "Déme Venezuela en qué servirla:
ella tiene en mí un hijo."

En el seno de ese pueblo hermano laboran 40 mil compatriotas altamente
calificados que están dispuestos a dar su vida por el pueblo de
Bolívar y junto a él corren por igual los riesgos de cualquier zarpazo
imperialista.

No soy un opinante intruso en el país del ALBA.

Venezuela puede convertirse en un modelo de desarrollo socialista a
partir de los recursos que las transnacionales extraían de su rica
naturaleza y del sudor de sus trabajadores manuales e intelectuales.
Ningún poder extranjero determinará su futuro. El pueblo es dueño de
su destino y marcha en pro de los más altos niveles de educación,
cultura, salud y pleno empleo. Es un ejemplo a seguir por otros
pueblos hermanos de este hemisferio sin ponerse de rodillas: no desea
marchar a remolque de un imperio que los saquea. Venezuela reclama con
razón y dignidad, de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que
diseñe una nueva estructura financiera internacional. Cuba la apoya en
ese empeño.

Cuando se observan las noticias internacionales, parecería que la URSS
se desintegró ayer. Como diría Stella Calloni, hoy lunes el aparato de
terror mediático se desató. Después de la bruma, sin embargo, emergerá
de nuevo la verdad.

Las elecciones de ayer constituyeron un gran salto cualitativo para el
proceso revolucionario bolivariano en muchos aspectos que se pueden
medir; no como dice el aparato de desinformación masiva: "Castro opina
que la Revolución en Venezuela seguirá adelante a pesar de las
elecciones." ¡No!, precisamente por el análisis de los datos
fundamentales que reflejan los boletines del Consejo Nacional
Electoral, veo con toda claridad la gran victoria obtenida.

Hubo datos precisos, victoria inobjetable de los candidatos a
gobernadores en 17 de los 22 estados, todos pertenecientes al Partido
Socialista Unido de Venezuela; mayor asistencia que nunca, 1,5
millones de votos más que los obtenidos por los candidatos de la
oposición que aspiraron a ese cargo; 264 alcaldías de las 328 que
tuvieron elecciones. No existe un partido de oposición; existe una
suma de opositores con media docena de partidos, y transparencia
total. Por eso dije y reitero que la llama de la Revolución será muy
difícil de apagar en Venezuela.

Fidel Castro Ruz
Noviembre 24 de 2008