lunes, 11 de mayo de 2009
Iglesia Santa Cruz Leonie Duquet Alice Domon Jorge Videla Judas Astiz Massera Misa por memoria Auad Cristo Comunión Monjas treinta mil desaparecidos
¡ Pobres cubanos ! cuando les llegue este mi relato. Los que tienen más de 50 años recordarán a su escalofriante Batista.
Jorge Rafael Videla nuestro "Batista argentino" nos dejó "Desechos y Humanos" desde 1976.
Eso pensaba este domingo 25 de setiembre de 2005, mientras entrabamos con Irene a la Iglesia de la Santa Cruz donde ya no cabía un cuerpo (iba a decir "un alma") y quedamos sin proponernoslo junto a Alicia Molinari nuestra compañera de Chaubloqueo.
Cada uno de los presentes y nosotros teníamos en las manos un plegable con las fotografías de dieciseis hermosos rostros de ciudadanos franceses desaparecidos en la última dictadura militar y también otro con letras de una docena de himnos laicos de profundo contenido amoroso por el ser humano, e indeclinable exigencia por la Memoria y la Justicia. (con mayúsculas)
El altar mayor engalanado por las gigantografías de los rostros de las asesinadas monjas francesas y de la "sierva del dios terreno" Angela Aguad quitaba el aliento , colgaban sobre él cartelones que destacaban la urgencia de justicia terrenal, y el afecto y agradecimiento a ellas, las que perdieron la vida para que la ganáramos nosotros alguna vez.
A nuestras espaldas desde el palco del coro (lugar altísimo donde se encuentra el órgano) caía una catarata de amores, formada por los rostros de cientos de nuestros queridos desaparecidos.
Se nos invitó a corear una de las canciones impresas y fué una pelea en la que el corazón abrumado a golpes por la emoción y recostado contra mis cuerdas vocales no me dejaba articular palabra.
Fué una misa como nunca presencié, intercalaron durante la misma testimonios de los parientes y amigos de las recién inhumadas.
El cura avanzó en un tramo más de la misa y luego hablaron compañeros de presidio y tortura en la Escuela "Coliseo" Mecánica de la Armada "Romano" Argentina.
Muchas monjas mezcladas entre la multitud (formada por fieles y nó) y en el altar un cuadro absolutamente irreal. Veinte curas de toda edad, con sus hábitos sentados de espaldas al altar y mirándonos, más bien mostrándose, exhibiendo su participación en este duelo popular. Alguna vez los que mirábamos hacia el altar, lográbamos aplaudir un testimonio, o empezar a cantar un himno antes que ellos.
Las inolvidables palabras de las hermanas de congregación de Alice Domon y Leonie Duquet nos calaron hasta la médula.
El testimonio de quienes las vieron en la guarida de la Marina represora, nos las trajo amoratadas, torturadas, hinchadas, y escapando al horror de lo que oía, pude ver en todas las etapas del calvario recreado por los frescos laterales de la iglesia que el rostro del "Nazareno" tenía trazos marcadamente Domonianos, Duquetinos y Auadinos.
El reclamo del abogado de las monjas por una pena de cárcel efectiva en celdas y no en lujosos domicilios particulares y su justa denuncia a quienes desde los poderes, ejecutivo, legislativo y judicial permitieron y avalaron estas décadas de injusticia resonaron en el templo como justa vindicación.
Fué un exorcismo doloroso y necesario, porque de ése mismo lugar se las llevaron.
¿Quién ocupó el banco donde ahora estoy sentado y que se me antoja tibio todavía, en aquel fatídico 8 de diciembre de 1977 cuando fueron traicionadas y secuestradas?
¿Habrá sido una de las mujeres que dieron origen a Madres de Plaza de Mayo, tal vez fué una de las dos monjas francesas, quizá Angela Auad?
¿O tal vez fué uno de los represores, uno de los caínes de la mefistofélica banda, que llegaron para presenciar el beso de la traición del Judas Astiz y concretar el crimen.
Cuando Teresa Parodi pulsó las cuerdas de su guitarra, fueron 30.000 manos interiores que le rasguearon sus cuerdas vocales y nos exprimieron los lacrimales.
Luego la Comunión, el misterio de la misa, Cristo materializado en el Pan que los desaparecidos creían debía ser el alimento de todos sin excepción.
Desde el altar por micrófono una voz nombra a las mártires.
A cada nombre sucede un gigantesco "Presente" que vocalizan curas, monjas y civiles, todos con una rosa roja en su mano que alzan, bajan y vuelven a alzar ante cada uno de los nombres de otros desaparecidos, que ahora desde todos los lugares de la iglesia, rincones, centro, puerta salida, borde de altar y coro, son voceados por mujeres u hombres a los que la masa presente replica "¡ PRESENTE !".
Cuando salimos al jardín de la iglesia y veo la negra tierra removida de las tumbas donde las rosas rojas forman una parva creciente que crece por segundos, vuelvo a oir al párroco desde el altar cuando nos dijo a las dos mil personas presentes.
" Creyeron matarlas y las sembraron ".
¡ 30.000 detenidos desaparecidos, Presentes, Ahora y Siempre !
Eladio González (Toto)
(en homenaje a mis propios desaparecidos
Hector Rivera y Mario Gerardo Yacub Cherbín)
CONTINUAREMOS CON LOS PENSAMIENTOS Y EJEMPLO DEL CHE!!!
HASTA LA VICTORIA DE UN MUNDO MAS HUMANO Y SALUDABLE, SIEMPRE!!
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Museo Histórico "Ernesto Che Guevara"
Escuela Solidaridad con Cuba "Chaubloqueo"
Centro Difusión y Registro de Donantes Voluntarios de Células Madre
museocheguevara@yahoo.com.ar calle Rojas 129 Capital - Buenos Aires - teléfono 4-903-3285 podés ver la página del museo en sr. Eladio González (Toto)
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