sábado, 9 de julio de 2011

economista Ha-Joon Chang de Universidad Cambridge alaba a Argentina vec1

Reportaje al economista Ha-Joon Chang de la Universidad de Cambridge

 

Invitado por Gestar visitó el país en noviembre de 2010  el economista de la Universidad de Cambridge Ha-Joon Chang, una de las máximas autoridades en estrategias de desarrollo a nivel mundial. 

 

Nacido en Corea, el discípulo deJoseph Stiglitz es autor de 13 libros y confeso admirador de Astor Piazzolla y los vinos argentinos.

 

Entre otras actividades organizadas por Gestar, participó el 19 de noviembre pasado del seminario académico “Desarrollo Económico y Proyecto Nacional”. 

 

compendio entrevistas otorgadas en Buenos Aires por el profesor Chang entre el 18 y el 20 de noviembre de 2010, en oficinas de Gestar

 

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Gestar: ¿Cuál es el camino para el desarrollo económico?
Chang: La esencia del desarrollo económico es impulsar industrias no vinculadas con recursos naturales.
Hace 50 años, Japón tenía el mismo PBI per cápita que la Argentina, y el de Corea era el 20 por ciento del de estos países. En la actualidad, Japón quintuplica a la Argentina y Corea lo triplica. ¿Qué pasó en el medio?
En el este asiático se aplicaron políticas industriales que desarrollaron ‘industrias no-naturales’. En cambio,la Argentina profundizó su especialización en productos primarios.

G: ¿Cómo se concretan esas políticas?
Ch: La forma de impulsar a los sectores no tradicionales es la protección industrial. Alexander Hamilton (primer Secretario del Tesoro estadounidense, entre 1789 y 1795), en su época aseguraba que había que aplicar una “protección a las industrias infantiles”. Su rival político, Thomas Jefferson, le respondía que eso era antieconómico, que lo mejor era exportar algodón e importar las manufacturas a menor precio, porque Europa era “más eficiente” en ese tipo de producción.
Después de más de dos siglos, la evidencia sigue sin convencer a algunos sectores o simplemente no les interesa porque en realidad se busca privilegiar otros Intereses. La postura de Jefferson puede ser comprensible en el corto plazo, pero no a largo plazo. El pasaje desde los commodities hacia las industrias de más alta productividad no lo puede hacer el mercado, porque los nuevos sectores no pueden competir inicialmente frente a las industrias maduras de los países desarrollados.
Por eso, todos los países industrializados se desarrollaron en base a medidas proteccionistas. A través de subsidios, regulación a la inversión extranjera, restricciones comerciales o empresas estatales.
¿Alguien sabía que en Singapur toda la tierra es de propiedad estatal? En la Argentina, desde 2003 se aplican políticas que, todos decían, llevarían el país al desastre y, sin embargo, se crece rápidamente. La evidencia está ahí.

G: ¿Puede darnos algunos ejemplos?
Ch: Para graficar la complejidad del camino hacia la industrialización, vale el ejemplo de Japón, cuya industria automotriz tardó 40 años en posicionarse a nivel mundial, y el de Nokia en Finlandia, que durante los primeros 17 años dio pérdidas. Kirchner y Cristina Fernández se movieron en esa línea, pero hay un largo camino. Se necesita una estrategia proactiva en desarrollo productivo para actualizar de forma más rápida la economía. Hay que impulsar a las industrias en forma coordinada, con políticas comerciales, de mejora en la infraestructura, de inversión en investigación y desarrollo, y en educación.

G: ¿Cómo ve la situación económica mundial?
Ch: La situación económica mundial está en desequilibrio.Hay muchos que piensan que la crisis ya pasó, pero se equivocan. En Europa tenemos el caso de Irlanda, Grecia o Portugal. En el caso de Inglaterra, que está haciendo lo mismo que Irlanda con el presupuesto, no me sorprendería que también experimente una caída. Todos los problemas que teníamos antes, por ejemplo con los activos tóxicos, siguen estando allí.
En este sentido, no ha cambiado nada.


G: ¿Y la situación en América Latina?
Ch: América Latina enfrenta varios desafíos de cara al futuro. En el corto plazo el desafío es cómo manejar el flujo de capitales con tasas que son cercanas a cero en los países desarrollados. Por eso los fondos están fluyendo a los países en desarrollo, lo cual tiene un efecto muy desestabilizador para los mismos. Esto lleva a la apreciación de las monedas y genera dificultades en las exportaciones, que se vuelven menos significativas.
Es tan serio el problema que hasta el FMI admite que se pueden usar controles de capitales, aunque cuando Argentina intentó utilizar eso en 2002 en el Fondo enloquecieron. La Argentina es uno de los países que ha tenido plena conciencia de este problema.

G: ¿Qué rol deberían cumplir los organismos internacionales, como el FMI, en el actual escenario mundial?
Ch: Cuando las empresas se meten en problemas piden la protección de la Ley de Quiebras y por ejemplo por seis meses los acreedores no las pueden tocar.
Ahora cuando un país tiene un problema, no existe algo similar. Viene el FMI al día siguiente que uno incumple una deuda y se asegura que se pague todo.
Hace falta un procedimiento de quiebra internacionalpara los países. La mayoría de los países termina pagando para no romper con el FMI.

G: La Argentina, no
Ch: Es cierto. Son pocos los países que como Argentina tienen el coraje de decir no. Y la validez de estos argumentos quedó demostrada con lo que pasó en los últimos años en este país. El ejemplo argentino le dio valor a muchos otros países que se animaron a hacer lo mismo. El fin de semana pasado estuve en Irlanda y mucha gente hablaba ahí del ejemplo argentino, aunque sea bastante poco realista por el contexto irlandés porque en el caso de Irlanda significaría tener que abandonar el euro como moneda. Pero más allá de este problema político, de porqué Irlanda no puede abandonar el euro, saben que éste es el camino correcto. Argentina hizo bien en mantenerse lejos del FMI, porque en realidad el Fondo no es más que un agente recaudador de deuda paralos países ricos.

G ¿Néstor y Cristina han logrado revertir la historia?

Ch: Kirchner tuvo el coraje que no tuvo el presidente de Estados Unidos para cambiar la economía. La última vez que arribé a la Argentina en 2004 encontré un país herido mientras que hoy se lo ve rejuvenecido. 

En el caso de los Estados Unidos, Obama tuvo el mismo problema que Néstor Kirchner al asumir, se enfrentó al desafío de mejorar la economía, pero Néstor tuvo el coraje y el apoyo político para hacer los cambios que eran necesarios. Obama tenía popularidad, pero no lo hizo. Si Argentina mantiene los lineamientos de este gobierno le va a ir mejor que a Brasil y Chile, porque además no tiene los problemas de esas economías. Además, Cristina Fernández logró que la negociación con el Club de París se realizara por fuera de la injerencia del Fondo Monetario Internacional (FMI). Todos los que siguen el lineamiento del FMI terminan creando una recesión para reducir la demanda interna y conseguir dinero para pagar a los acreedores extranjeros. La Argentina lo ha hecho varias veces, y la gente en este país lo sabe muy bien.