domingo, 25 de diciembre de 2011

BOLIVIA ENTNREGO A REPRESOR Y CARAPINTADA ARGENTINO LUIS ENRIQUE BARALDINI ag1

Bolivia captura a ex represor argentino Luis Enrique Baraldini

AGENCIA BOLIVIANA DE INFORMACION.-

http://www3.abi.bo/# 

La Paz, 24 dic (ABI).- El ex coronel Luis Enrique Baraldini, de nacionalidad argentina, prófugo de la justicia, fue capturado este sábado en Bolivia y de inmediato, expulsado a su país de origen.

"Al medio día del sábado se aprehendió a Luis Enrique Baraldini, sobre quien pesa una orden de captura que fue ejecutada por las fuerzas de inteligencia del Estado", dijo el ministro de Gobierno, Wilfredo Chávez, acompañado por el viceministro de Régimen Interior y Policía, Roberto Quiroz.

Chávez detalló que el súbdito argentino se movilizaba con el nombre falso de Marco Antonio Aponte y con cédula de identidad falsificada. Era buscado desde 2003.

La autoridad dejó establecido que este ex militar argentino, por portar documentos falsos, y en cumplimiento con la norma de Migración fue expulsado a su país de origen y entregado a las autoridades argentinas.

Enrique Baraldini está acusado de violación de los derechos humanos en la época de la dictadura, era requerido por la justicia internacional y en ese sentido fue capturado tras una ardua investigación.

Chávez y Quiroz, presentaron al argentino, antes de ser deportado de Bolivia por su situación migratoria irregular y violar las normas migratorias.

El argentino fue aprehendido en la ciudad de Santa Cruz y luego trasladado a la ciudad de La Paz con fines de expulsión tal como determina la resolución 240 de la Dirección Nacional de Migración.

El titular de Gobierno, manifestó que la captura de una persona buscada por años es un mensaje claro para el Estado Boliviano, de luchar contra la impunidad, cumpliendo con normas internacionales.

Mencionó que comunicaron a las autoridades de la Cancillería Argentina sobre la captura y posterior entrega de este súbdito argentino prófugo de la justica.

"El Estado obliga a luchar contra la impunidad, contra la gente que dentro del país o fuera de ella causo dolor, luto y llanto a muchas familias, por tanto debe rendir cuentas ante la autoridad jurisdiccional con la justicia y la historia", precisó.

 

El ex coronel Baraldini será juzgado en La Pampa 

URGENTE 24, BUENOS AIRES.-

http://www.urgente24.com/193339-el-ex-coronel-baraldini-sera-juzgado-en-la-pampa

 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- El gobierno boliviano detuvo el sábado 24/12 al ex militar argentino Luis Enrique Baraldini, acusado por violaciones a los derechos humanos, y procederá a expulsarlo en las próximas horas hacia la Argentina, informó el ministro de Interior, Wilfredo Chávez. 

 

"Se ha aprehendido al señor Luis Enrique Baraldini, súbdito argentino, sobre quien pesa una orden de captura que ha sido trabajada (procesada) por las fuerzas de inteligencia" de Bolivia, afirmó Chávez en una conferencia de prensa, donde presentó al ex militar esposado. 

 

Desde su fuga en noviembre de 2003, cuando se reabrió la causa que investiga los secuestros y torturas cometidas en la provincia de La Pampa, se suponía que Baraldini permanecía en Bolivia. Allí estuvo como agregado militar desde el año 1980 hasta 1982.

 

Se sabía que Baraldini permanecía desde hace años en Bolivia, en la zona sur del país, donde fue condecorado por los militares bolivianos. Tenía una escuela de equinoterapia en esa ciudad.

 

Baraldini fue oficial del arma Caballería y realizaba saltos ecuestres. En los '70 tuvo como destino el Regimiento 101 de Toay de Santa Rosa cuando tenía el cargo de mayor. En Santa Rosa se casó y tuvo tres hijos.

 

Durante la dictadura militar, el mayor se convirtió en jefe de la Policía Provincial y tuvo a su cargo la parte operativa del grupo de tareas que funcionó en La Pampa.

 

En Santa Cruz de la Sierra, una ciudad de más de 500 mil habitantes, Baraldini fue comisario de pruebas de varios campeonatos de la especialidad ecuestre, según difundieron las páginas de algunos diarios de ese país en 2006.

 

Santa Cruz de la Sierra es uno de los departamentos más ricos Bolivia y sus autoridades se encuentran enfrentadas al proyecto del presidente populista bolivariano Evo Morales.

 

A pesar de estar prófugo de la Justicia argentina, en 2005 el ex carapintada fue condecorado por el Círculo de Oficiales del Ejército boliviano con la Gran Cruz por "sus méritos personales, profesionales y vocación de servicio a favor del Arma de Caballería".

 

En sus apariciones públicas, Baraldini utilizó entonces su apellido materno, Pellegri.

 

Luego de cumplir funciones en La Pampa, Baraldini fue trasladado en los '80 como agregado militar a Bolivia donde fue profesor de oficiales de ese país. En 1984 fue detenido cuando se investigaban las torturas y secuestros en la provincia. Pero fue liberado y la causa judicial no prosperó cuando se dictaron las "Leyes del Perdón".

 

El 3 de diciembre de 1990 fue uno de los oficiales "carapintadas" que encabezaron la sublevación organizada por el coronel Mohamed Alí Seineldín. Su misión fue ocupar el Regimiento de Patricios, del barrio porteño de Palermo. Fue condenado por el hecho y cumplió prisión en Campo de Mayo, en Buenos Aires, hasta que fue indultado por el presidente Eduardo Duhalde en 2002.

 

En octubre de 2003 se reabrió la causa que investigaba los delitos de lesa humanidad en La Pampa y fueron detenidos doce ex oficiales de la Policía y ex oficiales del Ejército.

 

El 16 de noviembre de 2010 fueron condenados por la represión en La Pampa a 20 años el ex capitán Nestor Greppi, los ex comisarios Roberto Constantino, Omar Aguilera, Roberto Fiorucci y Carlos  Reinhart; a 14 años el oficial Néstor  Cenizo; a 12 los ex comisarios Oscar Yorio y Athos Reta; y a 8 Hugo Marenchino (este recuperó la libertad, condicional, este año).

 

Hubo un acusado que no tuvo que enfrentar el juicio: el ex coronel Fabio Iriart, quien padecía una enfermedad. Y en la causa permanecía prófugo el ex jefe de Policía, el ex coronel Luis Baraldini.

 

En la actualidad hay otros 28 represores, incluido los 7 condenados del primer juicio, que son investigados por el Juzgado Federal de Santa Rosa, por otros delitos que alcanzan a unas 300 víctimas.

 

Baraldini fue detenido cuando fue a buscar a un familiar al aeropuerto

 

DIARIO TEXTUAL, ARGENTINA.-

http://www.diariotextual.com/index.php?option=com_content&view=article&id=22574:odasso-baraldini-fue-detenido-cuando-fue-a-buscar-a-un-familiar-al-aeropuerto&catid=89:subzona&Itemid=365

 

Luis Baraldini, el represor que fue detenido este sábado en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra, cayó porque fue a buscar al aeropuerto a una hija y su esposa que viajaban desde Argentina.

"Lo estábamos buscando intensamente. Y desde hace siete meses, conocíamos sus movimientos", expresó la fiscal federal de Santa Rosa, a DiarioTextual. "Sabíamos que probablemente iba a haber gente de Argentina que fuera a visitarlo y estaba la posibilidad de que saliera de la casa y que fuera a buscarlas. Eso finalmente pasó hoy", expresó.

"Fue al aeropuerto y se quedó adentro del auto. Cuando la Policía Aeroportuaria de Argentina fue al auto, mostró un documento falso (NdeR: con el nombre de Marco Antonio Aponte), lo hicieron bajar del auto y lo detuvieron", explicó.

"Fue a esperar a una hija o a su mujer, que viajaban desde Argentina", manifestó la funcionaria.

Baraldini fue jefe de la Policía de La Pampa durante la dictadura. Fue encargado de impartir órdenes al grupo de tareas hasta su reemplazo en noviembre de 1979.

Ya en la democracia, fue carapintada. Permanecía prófugo desde fines 2003 y era buscado por Interpol.

Desde su fuga en noviembre de 2003, cuando se reabrió la causa que investiga los secuestros y torturas cometidas en La Pampa durante el denominado Proceso, el rastro de Baraldini se suponía en Bolivia ya que allí estuvo como agregado militar desde el año 1980 hasta 1982.

Durante su paso por ese país adiestró a oficiales bolivianos y también realizó una actividad que continuó en la actualidad: los caballos de equitación.

Baraldini fue oficial del arma Caballería y realizaba saltos ecuestres. En los 70 tuvo como destino el Regimiento 101 de Toay de Santa Rosa cuando tenía el cargo de mayor. En Santa Rosa se casó y tuvo tres hijos.

Baraldini no fue juzgado, a raíz de que estaba prófugo, en el Juicio de la Subzona 14. El 16 de noviembre de 2010, el Tribunal Oral Federal de Santa Rosa condenó a un militar, Néstor Greppi (quien en la democracía sería edecán del ex presidente Raúl Alfonsín), y a los policías Roberto Constantino (quien posteriormente falleció), Omar Aguilera, Roberto Fiorucci y Carlos Reinhart, a veinte años de prisión por los delitos de lesa humanidad cometidos en la llamada Subzona 14; a Athos Reta, por doce años; Néstor Cenizo, por catorce años; Oscar Yorio, por doce años; y Hugo Marenchino, por ocho años.

 

Represor y carapintada

IMAGEN DE: http://represoreslapampa.blogspot.com/

Publicado en febrero del 2009

LA ARENA-ARGENPRESS, ARGENTINA.-

http://www.argenpress.info/2009/02/argentina-el-ex-coronel-luis-enrique.html

El jefe de Policía durante la dictadura militar, represor y carapintada, vive actualmente en Santa Cruz de la Sierra donde tiene una escuela de equinoterapia y actúa como comisario en pruebas ecuestres. Su vinculación con el Ejército boliviano.

El ex coronel Luis Enrique Baraldini, prófugo de la justicia por estar acusado de delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar, se encuentra actualmente en Santa Cruz de la Sierra, capital del departamento de Santa Cruz, y mantiene una vida normal. Hasta fue condecorado por el Círculo de Oficiales del Ejército de ese país en el año 2005 con la Gran Cruz por su "vocación de servicio".

Actualmente la Justicia federal está tras sus pasos y tiene una orden de captura internacional. Hasta se estima que podría pedirse su extradición.

En la Caballería

Desde su fuga en noviembre de 2003, cuando se reabrió la causa que investiga los secuestros y torturas cometidas en La Pampa durante el denominado Proceso, el rastro de Baraldini se suponía en Bolivia ya que allí estuvo como agregado militar desde el año 1980 hasta 1982. Durante su paso por ese país adiestró a oficiales bolivianos y también realizó una actividad que continúa en la actualidad: los caballos de equitación.

Baraldini fue oficial del arma Caballería y realizaba saltos ecuestres. En los 70 tuvo como destino el Regimiento 101 de Toay de Santa Rosa cuando tenía el cargo de mayor. En Santa Rosa se casó y tuvo tres hijos. Su gusto por los caballos fue algo que tuvo en común con el jefe del Regimiento cuando ocurrió el golpe de Estado el 24 de marzo de 1976, el coronel Fabio Iriat, hoy procesado y a la espera del juicio oral y público por los secuestros y torturas de una treintena de detenidos políticos (ver aparte).

Durante la dictadura militar, el mayor se convirtió en jefe de la Policía Provincial y tuvo a su cargo la parte operativa del grupo de tareas que funcionó en La Pampa en la llamada "lucha contra la subversión".

En los diarios


En los últimos años, Baraldini ha sido en Santa Cruz de la Sierra, una ciudad de 520 mil habitantes, comisario de pruebas de varios campeonatos de la especialidad ecuestre, según difundieron las páginas de algunos diarios de ese país. Así se puede leer en El Tiempo (Los Tiempos), en la edición del 3 de octubre de 2006, en una nota publicada luego de un Campeonato de Adiestramiento en el picadero del Country Club Cochabamba, un exclusivo barrio privado de esa zona.

Actualmente Santa Cruz de la Sierra es uno de los departamentos más ricos del país limítrofe y sus autoridades se encuentran enfrentadas al proyecto del presidente Evo Morales.

La presencia del ex jefe de la Policía pampeana durante la dictadura militar en esa ciudad boliviana fue confirmada no sólo por fuentes tribunalicias porteñas sino también por periodistas del diario El Mundo, de Santa Cruz de la Sierra.

Condecorado

Buscando en Internet se puede establecer que la vida pública de Baraldini, a pesar de estar prófugo de la justicia argentina, continúa normalmente en el país vecino. En 2005, el ex carapintada fue condecorado por el Círculo de Oficiales del Ejército boliviano con la "Gran Cruz" por "sus méritos personales, profesionales y vocación de servicio a favor del Arma de Caballería".

En sus escasas apariciones públicas, Baraldini ha utilizado también su apellido materno: "Pellegri", El diario El Deber publicó el 22 de abril de 2007 una entrevista sobre una escuela de equinoterapia ubicada en Santa Cruz de la Sierra que es gerenciada por la educadora Rosana Baraldini y "su padre, don Luis Pellegri".

La nota indica: "Hace tres años que Baraldini y su padre, don Luis Pellegri, abrieron un centro de equitación sobre la carretera a Camiri. El sitio pasaría desapercibido si no fuera por las risas y las voces de estos argentinos, que se presentan con un discreto cartel en la puerta. Allí, con un cariño abrumador, reciben niños con dificultades muy variadas, desde autistas, Down, con parálisis cerebral hasta epilépticos".

También en el año 2007, en el mismo diario, El Deber, el ex coronel figura en un acto oficial como "el militar del Ejército argentino Luis Pellegri, integrante del Círculo de Caballería" de Bolivia.

Su historia

Baraldini, luego de cumplir funciones en La Pampa, fue trasladado en los 80 como agregado militar a Bolivia donde fue profesor de oficiales de ese país. Con la llegada de la democracia en 1983, fue detenido al año siguiente cuando se investigaban las torturas y secuestros en la provincia ocurridas durante el Proceso. Fue liberado y la causa judicial no prosperó cuando se dictaron las "Leyes del Perdón".

El 3 de diciembre de 1990 fue uno de los oficiales "carapintadas" que encabezaron la sublevación organizada por el coronel Mohamed Alí Seineldín. Su misión fue ocupar el Regimiento de Patricios, del barrio porteño de Palermo. Fue condenado por el hecho y cumplió prisión en Campo de Mayo, en Buenos Aires, hasta que fue indultado por el presidente Eduardo Duhalde en 2002.

En octubre de 2003 se reabrió la causa que investigaba los delitos de lesa humanidad en La Pampa y fueron detenidos doce ex oficiales de la Policía y ex oficiales del Ejército. Baraldini nunca fue hallado y se lo suponía en Bolivia.

ONCE EX MILITARES ARGENTINOS ESTARIAN EN LA ZONA DEL BENI, EN BOLIVIA, COLABORANDO CON LAS FUERZAS DERECHISTAS

 

Los ex carapintadas en el golpismo contra Evo

 

La Cancillería argentina recibió esa información de la embajada en Bolivia luego de que el gobierno de Evo Morales desbaratara una célula terrorista integrada por húngaros, croatas y bolivianos en el departamento de Santa Cruz.

 

Por Nora Veiras

PAGINA 12, BUENOS AIRES

Publicado el 12 de mayo de 2009

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-124770-2009-05-12.html

 

“Estaría presente en la zona del Beni (norte de Bolivia) una célula argentina de once ex carapintadas que se sumarían a otras dos células (brasileña y uruguaya), integradas por ex militares que habrían estado en misión en los Balcanes. La mencionada ‘célula argentina’ habría mantenido contactos con sectores de ‘ultraderecha’, opositores al actual gobierno nacional boliviano, en Santa Cruz y en Cobija, departamento de Pando.”

La información, fechada el 4 de mayo, que recibió la Cancillería argentina de la Embajada en Bolivia y a la que accedió Página/12, señala que “empresarios y terratenientes de Santa Cruz de la Sierra habrían requerido la presencia de los ex militares con el objetivo de ser instruidos en materia de autodefensa ante eventuales intentos de apresamiento por parte de organismos oficiales”.

Las piezas del rompecabezas se empiezan a colocar en posición a partir de la investigación sobre el grupo de supuestos terroristas, liderado por Eduardo Rózsa Flores, “Héroe de la Guerra de los Balcanes”, que fue desbaratado por la Policía Nacional de Bolivia el pasado 16 de abril. El presidente Evo Morales denunció que la banda planeaba un magnicidio.

El pasado 21 de abril este diario informó que el vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, se había comunicado con el embajador argentino en La Paz, Horacio Macedo, para pedirle colaboración en el control de los pasos fronterizos “por la eventual presencia de activistas argentinos en distintas regiones de Bolivia”. En ese momento se mencionaban los viajes a Bolivia del mayor retirado Jorge Mones Ruiz, uno de los reincidentes carapintadas que entre el ’87 y el ’91 se alzó en armas para exigir la impunidad de los represores.

El nuevo informe da cuenta de que “Mones Ruiz habría estado en contacto con el presunto terrorista/mercenario ultimado Rózsa Flores y con (Luis Enrique) Baraldini”, otro compañero de armas prófugo de la Justicia argentina por su actuación durante la represión ilegal en La Pampa y radicado en Santa Cruz de la Sierra con nombre falso. Mones Ruiz estuvo destinado como oficial de inteligencia del Ejército argentino en Bolivia durante un tramo de la última dictadura y suele jactarse del conocimiento de sus camaradas bolivianos.

Al ex carapintada lo seducen sus vínculos con la ultraderecha latinoamericana. En el ’87, el Círculo Militar le publicó un libro en el que desarrollaba su expertise sobre la formación de grupos comandos contra los procesos revolucionarios en Centroamérica. Este año, encontró un anclaje institucional en la llamada UnAmérica, una ONG que pretende ser la contracara de la Unasur, la organización que integran los presidentes de América latina. Justamente, los gobiernos “izquierdistas”, especialmente los de Bolivia y Venezuela, provocan los desvelos del comité liderado por el venezolano antichavista Alejandro Peña Esclusa.

Mones Ruiz despunta el vicio de difundir su pensamiento en distintos formatos pero con la misma obsesión. Con otro de sus camaradas carapintada, Breide Obeid, formó el “Conjunto Patria” y sale a cantar sus propias letras en encuentros católicos. Más académico, publicó varios libros, entre ellos Argentina ¿sin destino? Estudio sobre las nuevas amenazas, y se explaya en páginas web sobre “el desgobierno y las falencias institucionales (aprietes a empresarios, control de precios, crisis energética, caso ‘Papeleras’, inseguridad ciudadana, corrupción, justicia ‘tuerta’, agrandamiento de la brecha entre ricos y pobres, legisladores ‘borocotizados’, violencia social, comandantes militares desmemoriados, fuerzas policiales con menos garantías que los delincuentes, etc.), están generando las condiciones para el cambio estructural que la sociedad reclama”. Hiperactivo, el año pasado empezó a hacerse tiempo para recorrer las asambleas rurales y azuzar el conflicto.

Esclavo de las palabras

La violenta irrupción de la policía en el cuarto piso del hotel Las Américas que terminó con la muerte de Rózsa Flores (boliviano-húngaro-croata), Arpád Magyarosi (rumano de origen húngaro) y Michael Dwyer (irlandés) y la detención de Mario Francisco Tadic Astorga (boliviano con pasaporte croata) y Elöd Tóásó (rumano-húngaro) potenció la virulencia opositora en Bolivia. El presidente Evo Morales aspira a ser reelecto el próximo 6 de diciembre y leyó la actuación de esos comandos trasnacionales como una prueba cabal de un plan para asesinarlo. En el entramado de relaciones en ese campo minado aparecen indicios de la participación de los personajes de siempre.

Cinco días después del operativo en el hotel, la Red de Televisión Húngara emitió una entrevista realizada por el periodista Andras Kepes el 8 de septiembre de 2008 en la que Rózsa confirma que viajó a Santa Cruz de la Sierra a pedido de personas que le solicitaron formar un grupo de autodefensa de la región y que, si no se lograba la coexistencia pacífica con el resto del país, se buscaría su independencia. El diario El Deber, de Santa Cruz, detalló que “el hombre, de 49 años, aseguró que su misión ‘tenía respaldo legal’, ya que la decisión de organizar la milicia se basaba en la autorización del Consejo de Santa Cruz. Consultado el presidente de la Asamblea Departamental, Juan Carlos Parada, aseguró que no conocía nada al respecto y que no sabía a cuáles de los consejos o asambleas que funcionan en Santa Cruz pidió permiso. Según Rózsa, un grupo de opositores políticos lo contactó hace más o menos año y medio desde Santa Cruz. Su misión principal era defender la región de los grupos y milicias de indígenas. ‘Estamos dispuestos, dentro de unos meses, en el caso de que la coexistencia no funcione y en virtud de la autonomía, a proclamar la independencia (de Santa Cruz) y crear un nuevo país’, dijo Rózsa.”

Rózsa grabó la entrevista como un testamento: sólo podía ser difundido en caso de muerte. El extraño personaje que supo militar en el Opus Dei, convertirse al islamismo y ser consagrado “Héroe de la Guerra de los Balcanes” terminó reclutando mercenarios para defender a la ultraderecha boliviana. La participación en el frente croata le abrió lazos con militares latinoamericanos que encontraron en esas milicias el nicho buscado para desarrollar sus competencias de comandos.

Mano de obra

El detallado informe que se está analizando en la Cancillería argentina cuenta que empresarios y terratenientes de Santa Cruz de la Sierra habrían apelado a los ex militares “con el objetivo de ser instruidos en materia de autodefensa ante eventuales intentos de apresamiento por parte de organismos oficiales y avasallamientos de distintos tipos, incluyendo la toma de tierras privadas por parte de entidades sociales como el MAS”, en alusión al Movimiento Al Socialismo, el partido que lidera Evo Morales.

El modelo de los terratenientes brasileños que instauraron virtuales escuadrones de la muerte para contrarrestar la acción de los Sin Tierra ilumina el imaginario de las fuerzas reaccionarias de los secesionistas de la región már rica de Bolivia. La organización Human Wright Foundation Bolivia, que responde a Victor Hugo Achá, sería el alma matter de la estrategia encuadrada en los objetivos de UnAmérica, evalúa el texto que recaló en el Palacio San Martín.

El 30 de abril, el fiscal Marcelo Sosa quien instruye la investigación por la actuación del grupo de Rósza convocó a declarar a Achá para corroborar las declaraciones de algunos de los deternidos en la causa. El presidente de HWF había viajado una semana antes a los Estados Unidos y anunció que no regresará hasta que no le den garantías legales para defenderse de las acusaciones. Sin embargo en una comunicación telefónica con un canal local reconoció que conversó en más de tres ocasiones con Rózsa pero, obviamente, negó cualquier vínculo con la milicia que organizaba el boliviano-húngaro-croata.

Según consignó el diario La Prensa, de La Paz, Juan Carlos Gueder, el detenido declaró: “Sé que había otra persona vinculada dentro del campo político (para ser asesinado en Bolivia), pero tampoco sé su nombre, porque hay otra gente que debería estar dando la cara aquí, debería estar aquí el señor Hugo Achá dando la cara”. Gueder aseguró que el dirigente de HWF había estado en las reuniones con la presunta banda terrorista. A Gueder le otorgaron la prisión domiciliaria por haber colaborado con la Justicia.

El 1° de mayo, el presidente boliviano dijo que si la organización no aclara sus vínculos con “los terroristas” podría ser expulsada del país como ya ocurrió en Venezuela. El comité Pro Santa Cruz, centro de la flor y nata de la oposición que reiteradamente intentó desestabilizar a Morales, convocará a una asamblea para evaluar qué hacer ante el avance de la investigación por los vínculos de empresarios con los presuntos terroristas abatidos en el hotel America.

En ese marco actúan los sectores representados en UnAmérica, organización en la que el carapintada argentino Mones Ruiz se desempeña como secretario, y proyectan presentar una denuncia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos contra el gobierno de Morales acusándolo de ser el responsable de la Masacre de Pando. El objetivo es contrarrestar el informe aprobado por la Unasur que derivó en la prisión, entre otros, del prefecto de Pando por la persecución y los asesinatos racistas fogoneados desde la ultraderecha.

 

EN LA INVESTIGACION POR EL PRESUNTO INTENTO DE ASESINATO A EVO MORALES, UN TESTIGO VINCULO AL ARGENTINO MONES RUIZ

 

Un dedo que apunta al mismo ex carapintada

 

Ante la Justicia boliviana, el principal testigo de la causa dijo que Jorge Mones Ruiz se reunió con el cabecilla del grupo terrorista acusado. La comisión multipartidaria que integran diputados nacionales pediría información al gobierno argentino.

 

Por Nora Veiras

PAGINA 12, BUENOS AIRES

Publicado el 25 mayo de 2009

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-125546-2009-05-25.html

 

El testigo clave de la investigación que está realizando la Justicia de Bolivia sobre el presunto intento de magnicidio en ese país abrió la trama de vínculos nacionales e internacionales de Eduardo Rózsa Flores, alias Germán, señalado como cabecilla del grupo terrorista y muerto por la Policía Nacional. En su declaración ante la fiscalía, Ignacio Villa Vargas, chofer de Rózsa, detalló los contactos de su jefe con militares retirados argentinos e identificó al ex carapintada Jorge Mones Ruiz. Ante los datos aportados por Villa Vargas, la comisión multipartidaria, integrada por diputados nacionales, anticipó a la prensa que pediría información al gobierno argentino. El embajador en La Paz, Horacio Macedo, dijo a Página/12 que “hasta última hora del viernes no había recibido ningún requerimiento oficial sobre esas reuniones. En cambio, sí ha sido gestionado el pedido de extradición de otro militar prófugo por delitos de lesa humanidad, Luis Enrique Baraldini”.

Villa Vargas, quien acaba de ser imputado por terrorismo por la misma fiscalía, pasó de ser jefe de las Juventudes Cruceñistas, una organización secesionista de Santa Cruz de la Sierra, a chofer de Rózsa. Durante su extenso testimonio, “El Viejo” aseguró que el objetivo del grupo desbaratado el pasado 16 de abril en el Hotel Las Américas de Santa Cruz planeaba asesinar al presidente Evo Morales, a su vice Alvaro García Linera y al ministro de Gobierno, Juan Ramón Quintana. Dio detalles de los vínculos de Rózsa con el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, con el ex titular del Comité Pro Santa Cruz, Branko Marinkovic, y aseguró que uno de los pilares financieros era Hugo Antonio Achá Melgar, el titular de Human Wright Foundation, que abandonó el país y se instaló en los Estados Unidos apenas empezó la investigación. El viernes, el fiscal Marcelo Sosa –al mando de la instrucción– dispuso el embargo de los bienes de Achá. “El Código de Procedimiento Penal señala en uno de sus artículos la anotación preventiva de bienes del declarado rebelde o prófugo que evade la Justicia”, dijo Sosa, amparándose en el decreto de confiscación de bienes a quienes hayan financiado y apoyado acciones terroristas en Bolivia.

“Los gauchos”

–¿Qué otros vínculos internacionales tenía Rózsa? –le preguntó el fiscal a Villa Vargas.

–Sólo con los gringos, pero una vez lo llevé a una reunión en el hotel Los Tajibos, allí se encontró con el doctor Achá, una mujer y otra persona, me dijo que era un militar argentino que me acuerdo bien el nombre porque me pareció divertido: se llamaba Mona Ruiz (sic), con él y Achá entraron al hotel y al salir mientras lo llevaban a su hotel, él me dijo que habían hecho un buen trato y que ya llegarían los gauchos a entrenar a nuestra gente. Después me comentó que llegaría un grupo de avanzada y que él tenía que ver dónde lo acomodaría para que empiece el trabajo. Creo que llegaron unos siete, pero los vi sólo una vez, en estas cosas él era muy reservado.

El apellido que le resultó simpático a Villa Vargas es, en realidad, Mones Ruiz, el consecuente carapintada que participó de los alzamientos contra la democracia en los ’80 en defensa de la impunidad de los ejecutores del terrorismo de Estado. Entre el 25 y el 30 de marzo el ex carapintada estuvo en Bolivia como parte de un grupo de avanzada de UnoAmérica, la organización de ultraderecha que pretende ser la contratara de Unasur y dice estar investigando la Masacre de Pando con el fin de presentar una denuncia contra el gobierno de Morales ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (ver aparte).

El 12 de mayo, Página/12 consignó que un informe que llegó a la Cancillería argentina daba cuenta de que “estaría presente en la zona del Beni (norte de Bolivia) una célula argentina de once ex carapintadas que se sumarían a otras dos células (brasileña y uruguaya), integradas por ex militares que habrían estado en misión en los Balcanes. La mencionada ‘célula argentina’ habría mantenido contactos con sectores de ‘ultraderecha’, opositores al actual gobierno nacional boliviano, en Santa Cruz y en Cobija, departamento de Pando”. La información, fechada el 4 de mayo, señala que “empresarios y terratenientes de Santa Cruz de la Sierra habrían requerido la presencia de los ex militares con el objetivo de ser instruidos en materia de autodefensa ante eventuales intentos de apresamiento por parte de organismos oficiales”.

La participación en la Guerra de los Balcanes habría sido el lugar de encuentro de uniformados argentinos con Rózsa, el ciudadano boliviano-húngaro-croata que se convirtió en “héroe” de esa guerra y regresó a Bolivia con el objetivo de lograr la autonomía de Santa Cruz de la Sierra. Rózsa, un fanático que supo ser militante del Opus Dei y luego del islamismo, confesó en una entrevista realizada en setiembre del año pasado por la televisión húngara –con el compromiso de ser difundida sólo en caso de muerte– que un grupo de opositores políticos lo contactó hace más o menos año y medio desde Santa Cruz. Su misión principal era defender la región de los grupos y milicias de indígenas. “Estamos dispuestos, dentro de unos meses, en el caso de que la coexistencia no funcione y en virtud de la autonomía, a proclamar la independencia (de Santa Cruz) y crear un nuevo país”, dijo Rózsa, quien se hacía llamar también Germán. El reportaje está fechado el 8 de septiembre, apenas tres días después se produjeron los asesinatos, secuestros y torturas de decenas de campesinos en el departamento de Pando. El entonces prefecto de ese departamento, Leopoldo Fernández, está preso como responsable de haber ordenado la masacre. El titular de UnoAmérica, Alejandro Peña Esclusa y Liliana Raffo, la viuda del teniente coronel Horacio Fernández Cutiellos, acompañante de Mones Ruiz en su periplo por Bolivia, visitaron al detenido para brindarle su solidaridad a fines de marzo. Fernández Cutiellos fue muerto durante el intento de copamiento del Regimiento de La Tablada por parte del Movimiento Todos por la Patria (MTP) en enero del ’89.

Donde hubo fuego

Mones Ruiz se desempeñó como agregado militar en la embajada argentina en Bolivia durante la última dictadura. Desde entonces cosecha vínculos con camaradas en actividad y retirados de ese país. Gracias a esas lealtades corporativas pudo reinsertarse en sociedad otro ex carapintada prófugo de la Justicia argentina que también ocupó el mismo destino diplomático: Luis Enrique Baraldini. El embajador Macedo confirmó que Interpol Bolivia está buscando al oficial a pedido de una orden del juez federal Daniel Rafecas.

El diario El Nuevo Día, de Santa Cruz de la Sierra, publicó en marzo de 2006 que Baraldini había instalado una escuela de equinoterapia, El Centro Ecuestre Especial. En esa oportunidad, Luis Baraldini se hizo llamar “Luis Pelliegre”, en vez de Pellegri, como es el apellido materno. “La inteligencia y capacidad de trabajo, pero sobre todo la lealtad, compañerismo y nobleza de éstos animales hace que tengamos buenos resultados y que los niños disfruten su terapia”, declaró el ex jefe de la Policía de La Pampa buscado por delitos de lesa humanidad.

El militar que desapareció de la Argentina en 2003 apenas se reactivó el juicio por la represión ilegal en La Pampa fue contenido por sus pares bolivianos. El diario La Arena de La Pampa informó que “hasta fue condecorado por el Círculo de Oficiales del Ejército de ese país en el año 2005 con la Gran Cruz. También actuó como comisario en campeonatos ecuestres en el Country Club Cochabamba, un exclusivo barrio privado de esa zona. Había actuado como agregado militar entre 1980 y 1982 donde adiestró a oficiales bolivianos y también continuó con la actividad de los caballos de equitación”.

En su reciente viaje a Bolivia, Mones Ruiz se habría reunido también con Baraldini. Después de esos encuentros, el oficial abandonó sus caballos y hasta ahora Interpol no logró localizarlo.

El avance de la investigación sobre el supuesto grupo terrorista desbaratado en Santa Cruz de la Sierra está cerrando el círculo de relaciones peligrosas.

 

BOLIVIA LE PIDIO A LA ARGENTINA COLABORACION PARA ENCONTRAR A LOS ACTIVISTAS QUE INTENTAN DESESTABILIZAR A MORALES

 

Tras la pista de la red de amigos argentinos

 

Tras el desbaratamiento de la banda que habría intentado un magnicidio, el gobierno de Evo Morales está investigando los vínculos con ex militares carapintadas vinculados con la ultraderecha de ese país. Identifican a un represor prófugo.

 

Por Nora Veiras

PAGINA 12, BUENOS AIRES

Publicado el 21 de abril de 2009

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-123612-2009-04-21.html

 

El vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, se comunicó con el embajador argentino en la Paz, Horacio Macedo, para pedirle colaboración en el control de los pasos fronterizos “por la eventual presencia de activistas argentinos en distintas regiones de Bolivia”. Página/12 pudo saber que el gobierno de Evo Morales está investigando los vínculos de la presunta estructura terrorista internacional con ex militares carapintadas, entre ellos un prófugo por delitos de lesa humanidad. El jueves pasado, la Policía Nacional de Bolivia irrumpió en el cuarto piso del Hotel América para atrapar a la banda. Un boliviano asimilado al Ejército de Croacia, un húngaro y un irlandés fueron muertos. Hubo dos detenidos y otros dos se escaparon. Morales pidió colaboración internacional para develar la trama de lo que denunció como un intento de magnicidio (ver aparte).

Hace varios meses que las autoridades de ambos países sospechan de las incursiones de ex carapintadas relacionados con las facciones de ultraderecha de Santa Cruz de la Sierra, Pando y Cochabamba. El ministro de la presidencia, Juan Ramón Quintana, mano derecha de Morales, estuvo en contacto con el embajador Macedo, quien le garantizó ayuda para detectar a los sospechosos.

El diario El debate de Santa Cruz de la Sierra, en su edición del domingo, da cuenta de que “los prófugos son de nacionalidad húngara, en tanto que los sospechosos de tener vínculos con el grupo son dos argentinos y uno que proviene de Hungría, aunque posee pasaporte de un país africano” y abunda en que “según las referidas fuentes, en el caso de los argentinos se trata de dos ex militares que forman parte de los ‘carapintadas’. Uno de ellos tuvo contactos directos, semanas antes de la desarticulación de la supuesta célula terrorista con Eduardo Rózsa, señalado como el cabecilla del grupo”.

Buenos muchachos

A principios de abril, el ex carapintada Jorge Mones Ruiz, que encontró un nuevo conchabo como delegado argentino de UnaAmérica –una organización de ultraderecha que pretende ser la contracara de Unasur–, viajó a Bolivia y se habría contactado con Rózsa. El ingeniero venezolano Alejandro Peña Esclusa, acérrimo opositor al gobierno de Hugo Chávez, es quien preside UnaAmérica, la cruzada por denunciar a los gobiernos “izquierdistas” de América Latina. Bolivia y Venezuela encabezan las “preocupaciones” de la organización que recluta “fieles” y financiamiento en la derecha de Colombia.

Mones Ruiz estuvo destinado como oficial de inteligencia del Ejército argentino en Bolivia durante un tramo de la última dictadura y suele jactarse del conocimiento de sus camaradas y ex camaradas bolivianos. En la comitiva argentina también viajó Liliana Raffo de Fernández Cutiellos, viuda del teniente coronel Horacio Fernández Cutiellos, muerto durante el intento de copamiento del Regimiento de La Tablada por parte del Movimiento Todos por la Patria (MTP). La mujer visitó en prisión al ex prefecto de Pando Leopoldo Fernández, acusado de conspirar contra el gobierno de Morales. La mujer y el mayor de Caballería, que se levantó en armas para impedir los juicios por delitos de lesa humanidad junto a Aldo Rico, habrían conseguido credenciales de corresponsales del diario Estrella de Oriente.

Entre los objetivos del viaje habría estado reunirse con otro camarada del betún, prófugo por delitos de lesa humanidad y radicado en Santa Cruz de la Sierra: Luis Enrique Baraldini. El juez federal Daniel Rafecas le dictó hace meses el pedido de captura internacional. El diario La Arena de La Pampa reveló que Baraldini estaba en Bolivia, lo cual habría activado ahora la búsqueda por parte de Interpol. El oficial que actuó como represor en La Pampa, donde se desempeñó como jefe de policía, se fugó en el 2003 apenas se reactivó la investigación judicial. Consiguió rápida contención en Santa Cruz de la Sierra: en 2005 el Círculo de Oficiales del Ejército lo condecoró con la Gran Cruz por su vocación de servicio. Para protegerse el carapintada fraguó su identidad y se hacía llamar Luis Pelliegre –Pellegri es su apellido materno–. Con ese nombre figuraba en el 2006 al frente de su escuela de equinoterapia el “Centro Ecuestre Especial”.

Los retirados alineados con Mones Ruiz están activos en sus movimientos para ampliar sus redes. En los últimos meses recorrieron asambleas ruralistas para azuzar los reclamos del sector y la semana pasada aportaron concurrencia a la charla del ex presidente Eduardo Duhalde, quien anunció su deseo de volver a conducir el peronismo. En el local de Deán Funes al 800 del barrio de San Cristóbal, el ex comité de los carapintadas del Modin se recicló en un bunker de Daniel “Chicho” Basile. Hasta allí llegaron varias de las esposas de los represores presos en Marcos Paz acusados de delitos de lesa humanidad.

Atracción croata

En Santa Cruz de la Sierra, los carapintadas hicieron empatía con las facciones lideradas por Branco Marincovic, el empresario sojero líder del comité secesionista de ese departamento boliviano caracterizado por las consignas racistas contra Morales. Marincovic es de origen croata y fueron varios los carapintadas que recalaron en la guerra de los Balcanes, entre ellos el oficial Rodolfo Barros, otro de los camaradas de Mones Ruiz y Baraldini. El señalado como cabecilla de la banda desbaratada en Bolivia, Eduardo Rózsa, había sido reconocido como “héroe de la guerra de los Blacones”, a donde había llegado como periodista y terminó enrolado en las fuerzas croatas ultranacionalistas. Uno de los dos sobrevivientes detenido por la Policía Nacional en el Hotel América: el militar boliviano retirado Mario Francisco Tadic Astorga habría combatido a las órdenes de Rózsa.

La investigación que avanza en los tribunales bolivianos también le pidió un informe a la Dirección Departamental de Migración. Se quiere establecer en qué condición ingresaron al país. Según el director de Migración, Dionisio Rivas, la banda burló los controles de los organismos de seguridad. El pedido de colaboración del gobierno de Morales a sus pares argentinos apunta a encontrar los tentáculos de las facciones que actúan en forma encubierta en Bolivia.