sábado, 4 de agosto de 2012

ANTROPOLOGÍA FORENSE Identificaron diplomático cubano desaparecido por la dictadura militar argentina polit4

Enviado el: Sábado, 04 de Agosto de 2012

http://www.laarena.com.ar/opinion-identificaron_a_diplomatico_cubano_desaparecido_por_la_dictadura_militar-79700-111.html

 

NOTABLE TAREA DE EQUIPO ARGENTINO DE ANTROPOLOGÍA FORENSE

Identificaron a diplomático cubano desaparecido por la dictadura militar

 

Esta semana se supo que el EAAF había identificado los restos de

Crescencio Galañena Hernández, diplomático cubano desaparecido en 1976

Buenos Aires. Resta identificar al otro diplomático cubano en esa

situación.

EMILIO MARÍN

 

El 9 de agosto Crescencio Galañena Hernández iba a cumplir 36 años de

desaparecido por la dictadura, pero el EAAF pudo identificar sus

despojos. Estos fueron encontrados en junio pasado por niños que

cazaban cuises y ratones en San Fernando (Victoria Ginsberg, en

Página/12, 2/8).

Los huesos de tres personas fueron hallados en un tambor y los

científicos argentinos pudieron identificar a Crescencio. Resta hacer

lo propio con las otras dos personas; quizá uno sea el otro

diplomático cubano desaparecido junto a Crescencio: Jesús Cejas Arias.

Los dos  fueron secuestrados en cercanías de la legación diplomática

en la Capital Federal, en La Pampa y Arribeños, cuando se dirigían a

su vivienda en San Fernando. Al desclasificar información de la DIPBA

(Inteligencia de la Policía de Buenos Aires) se supo que la SIDE -dos

meses antes del secuestro- le había pedido vigilar esa casa. Estaban

preparando las condiciones para la detención ilegal de ambos.

Los cubanos se resistieron al secuestro. Debió intervenir un grupo de

tareas de varias personas (se dice de 40) para reducirlos y

capturarlos. Luego fueron llevados a “Automotores Orletti”, centro

clandestino de torturas y exterminio asentado en Venancio Flores,

según testimonios de sobrevivientes. Ya en democracia,  la justicia

pudo comprobar que ese antro era una pieza articulada al “Plan

Cóndor”, de represión subcontinental ideado por las dictaduras y la

CIA, con pleno conocimiento del Departamento de Estado desde tiempos

de Henry Kissinger.

En la jerga represiva del fascismo, “Automotores Orletti” era “OT8” y

sus jefes directos eran los mayores Calmon y Eduardo Cabanillas. En la

SIDE su superior era el general Otto Paladino, que ocupaba esas

funciones represivas ya en el gobierno de Isabel Perón. Tal

continuidad represiva no fue única. Albano Harguindeguy, de jefe de la

Policía Federal pasó a ministro del Interior; el general Jorge R.

Videla ya era comandante del Ejército, igual que el almirante Emilio

E. Massera en la Armada.

Esos dos jóvenes fueron asesinados y sus cuerpos desaparecidos según

el patrón de esa época. No es casual que los criminales hayan empleado

el método del tambor cementado. Parece “una especialidad de la casa”,

pues en el juicio por Orletti -65 desapariciones y homicidios-

sustanciada entre 2010 y 2011 en los tribunales de Comodoro Py, las

querellas argumentaron el descubrimiento de otras víctimas de ese

centro clandestino que aparecieron en tambores cementados en el río

Luján. Entre ellos pudo ser identificado Marcelo Gelman, hijo del

poeta Juan Gelman, fusilado por los agentes de Orletti. Su esposa

uruguaya, embarazada, fue enviada ilegalmente a Uruguay. Luego del

parto ella también fue asesinada y su bebé, Macarena, entregada a otra

familia con identidad cambiada.

 

¿Quiénes eran?

La biografía de Crescencio cuenta que “nació el 14 de septiembre de

1949 en Yaguajay, provincia de Sancti Spíritus, en el seno de una

humilde familia, por lo que su infancia fue testigo de la generalizada

miseria y pobreza que caracterizó la vida del pueblo cubano de aquella

época”.

En 1968 hizo el Servicio Militar General durante tres años “período en

el que nuevamente este joven humilde, sencillo, que gusta de los

deportes, la literatura y la música, se destaca como un combatiente

disciplinado y responsable, ganando en muy poco tiempo la estima y el

cariño de sus compañeros. En este período alcanza el III Semestre de

la Facultad Obrero Campesina”.

Por esos méritos es designado como funcionario de la embajada en

Argentina. Al saber que Crescencio había sido desaparecido, su padre

manifestó: “uno mi dolor al de otros familiares que han perdido a sus

hijos en el cumplimiento de su deber y si hace falta alguien en su

lugar, ese no quedará vacío”.

Por su parte, Jesús Cejas Arias era más joven, pues había nacido el 15

de octubre de 1953 en Pinar del Río, en una familia campesina. Su

biografía  informa que “conjugó su labor militar y sus

responsabilidades como dirigente de la organización juvenil con sus

estudios, alcanzando el II Semestre de Facultad Obrero Campesina,

(enseñanza secundaria) evidenciando así una férrea voluntad de

superación cultural”.

Eran jóvenes cubanos de origen humilde con un alto compromiso político

con su patria. Habían estudiado mucho –como parte de la superación

cultural y educacional que Cuba ofrece a toda la población- y por esas

virtudes habían sido designados en la embajada de Virrey del Pino

1810, Belgrano. Llegaron allí en 1976 y pocos meses después fueron

secuestrados.

Algunas versiones dicen que los dos jóvenes eran parte de la custodia

del embajador Emilio Aragonés, quien en agosto de 1975 había sido

objeto de un atentado terrorista en Buenos Aires. Un grupo de tareas

baleó su auto pero afortunadamente el diplomático salvó su vida.

Ese intento criminal fue reivindicado por el Comando Revolucionario

Anticomunista Latinoamericano, un sello del CORU, Coordinación de

Organizaciones Revolucionarias Unidas, grupo terrorista formado por

Orlando Bosch y Luis Posadas Carriles, de la mafia cubano-americana de

La Florida.

El más destacado investigador del “plan Cóndor” es el doctor en

Ciencias Jurídicas de la Universidad de La Habana, José Luis Méndez

Méndez. El publicó en 2006 su libro “Bajo las alas del Cóndor”,

reeditado al año siguiente por Cartago.  Allí sostuvo que los

secuestros y desapariciones de los dos diplomáticos “fue una operación

conjunta de terroristas cubanos y de operativos de la dictadura

militar argentina, como parte de la Operación Cóndor”.

 

No 2 sino 17

Aunque con mucha demora en estas y otras causas por violaciones a los

derechos humanos, al final hubo juicio y condenas en “Orletti”, por

parte del Tribunal Oral Federal 1, con los jueces Jorge Gettas, Adrián

Grumberg y Oscar Amirante. A fines de marzo de 2011 ese TOF1 concluyó

con una condena a prisión perpetua e inhabilitación absoluta y

perpetua por cinco homicidios para el general Cabanillas y penas muy

severas para otros tres represores: Eduardo Ruffo, Honorio Martínez

Ruiz y Raúl Guglielminetti.

Lamentablemente esa mora de la justicia hizo que se fueran muriendo

sin condena genocidas como los militares Paladino y Calmon y el

integrante de la Triple A, Aníbal Gordon.

El actual embajador cubano Jorge Lamadrid Mascaró, en el XI Encuentro

Nacional de Solidaridad con Cuba en Posadas, Misiones, en noviembre

del 2011, agradeció ese fallo de la justicia argentina porque dijo que

fue reparador para su país y las familias de esas dos víctimas del

terrorismo de Estado.

En muchos otros países donde hubo cubanos víctimas del “Plan Cóndor”,

como en Méjico, Perú y hasta EE UU, donde en setiembre de 1980 fue

asesinado el agregado ante la ONU, Félix García Rodríguez, no hubo

procesos judiciales o bien se salvaron luego con indultos o libertades

anticipadas. El mismo año en que Crescencio y Jesús desaparecían en

Pampa y Arribeños, pero en octubre, fue abatido un avión de Cubana que

sobrevolaba Barbados, con 73 víctimas mortales. Las dos bombas fueron

colocadas por orden de Bosch-Posada Carriles.

Esos círculos anticubanos crearon muchas organizaciones terroristas

como el  CORU, Omega-7, Alpha 66, Acción Cubana y otras. Ellas

estuvieron atadas por el cordón umbilical a la Fundación Nacional

Cubano-Americana del tristemente célebre Mas Canosa, de buena llegada

al partido republicano y al demócrata de EE UU, pero también a la CIA.

Esa concordancia mantiene su vigencia, con representantes y senadores

anticastristas con cargos al interior de ese sistema bi-partidista.

Ese espectro anticomunista a veces practica el terrorismo y otras se

concentra en las campañas políticas a favor del bloqueo de EE UU

contra la isla y de denuncias falsas contra el gobierno caribeño. Así

como los del CORU tenían ligazón con la dictadura, en años de

democracia la Fundación de Mas Canosa mantuvo excelente relación con

el menemismo, CADAL, el macrismo del PRO, la Universidad de Belgrano,

“La Nación”, etc.

Méndez Méndez prosiguió sus investigaciones sobre el “Cóndor” en

Buenos Aires. En un artículo publicado el 30 de julio de 2010 en Cuba

Debate, precisó: “en total fueron secuestradas, asesinadas y

desaparecidas 17 personas relacionadas con entidades oficiales de Cuba

en Argentina en el marco de la Operación Cóndor, con la participación

de los terroristas anticubanos radicados en los EE UU”.

Algunos nombres: “María Rosa Clementi de Cancere, una joven empleada

argentina de la escuela José de San Martín, anexa a Embajada de Cuba”;

“el empleado argentino de la Oficina Comercial de Cuba en Argentina,

Ramón Lucio Pérez”; “la empleada de la Oficina Comercial de Cuba en

Argentina, Claudia Gorban, quien fue liberada después de ser sometida

a vejámenes y amenazas”.

 

 

Sergio Ortiz

face: Sergio Ortiz

twitter: sergioortizpl