jueves, 2 de agosto de 2012

Cubano secuestrado torturado y desaparecido identificaron sus restos en San Fernando Buenos Aires Centro Clandestino Orletti argentino

El Museo Ernesto Che Guevara de Buenos Aires acompaña el

sentimiento de los hermanos cubanos ante esta noticia. A los

actuales funcionarios de la Embajada Cubana en Argentina, a

los compañeros de Crescencio en aquel fatídico 1976 a sus

familiares y a todos los cubanos revolucionarios de la isla.

Irene Perpiñal – Eladio González (Toto)  directores.

 

 

IDENTIFICARON LOS RESTOS DE UN DIPLOMATICO

CUBANO DESAPARECIDO EN AGOSTO DE 1976

 

En un barril de metal lleno de cemento

 

Crescencio Nicomedes Galañena Hernández fue una de las víctimas del

terrorismo de Estado. Se comprobó que estuvo secuestrado en Orletti junto

a otro funcionario de la embajada. Sus restos fueron hallados por un grupo

de chicos 36 años después.

                                                                      Por Victoria Ginzberg

 

El 11 de junio pasado, un grupo de chicos que cazaba cuises y ratones en

un predio ubicado frente al aeródromo de San Fernando reparó en un barril

de metal oxidado con capacidad para 200 litros. Estaba roto. Los chicos vieron

huesos y llamaron al 911. La policía descubrió luego otros dos toneles similares

que también tenían restos óseos. Después de analizarlos, se estableció que

uno de los cuerpos pertenece a Crescencio Nicomedes Galañena Hernández,

un diplomático cubano desaparecido el 9 de agosto de 1976.  El caso lo condujo

el fiscal de San Isidro Luis Angelini, a cargo del área ejecutiva de investigaciones

criminales de San Fernando.  El funcionario judicial dio intervención al Equipo

Argentino de Antropología Forense (EAAF).  Según confirmaron a Página/12

fuentes judiciales, la pericia realizada por ese organismo –cuyos integrantes no

quisieron ayer hacer declaraciones– indicó que el cuerpo era con el 99,99 por

ciento de probabilidades del diplomático cubano. El expediente pasará ahora al

juzgado de Daniel Rafecas, quien tiene a su cargo la causa por los delitos de

lesa humanidad cometidos en el centro clandestino Automotores Orletti, donde

fue visto por última vez Galañena Hernández. Será la Justicia Federal la

encargada de certificar la identificación.  Galañena Hernández fue secuestrado

junto a Jesús Cejas Arias el 9 de agosto de 1976, en el barrio de Belgrano.

Acababan de salir de la embajada cubana, donde trabajaban. Cuatro días después,

el 13 de agosto, La Opinión publicó que "la embajada cubana en Buenos Aires

está trabajando en estrecho contacto con el gobierno argentino en la búsqueda de

dos miembros de la representación, acerca de quienes se presume que habrían

sido secuestrados. Los dos hombres, Jesús Cejas Arias y Crescencio Galañena

Hernández, integrantes ambos del personal administrativo de la embajada cubana,

no han sido vistos desde que salieron de la embajada el lunes". El 17 de agosto,

en el mismo diario, se informó que "La agencia de noticias Associated Press

recibió ayer un sobre, por correo simple y con estampilla argentina, conteniendo

las credenciales de los empleados administrativos de la embajada de Cuba, cuyo

texto en letra manuscrita y despareja dice: 'Nosotros (Jesús Cejas Arias y

Crescencio Galañena) ambos cubanos nos dirigimos a usted para que por este

medio comunicar que hemos desertado de la embajada para gozar de la libertad

del mundo occidental', la nota no lleva firma al pie ni ninguna otra aclaración. La

Cancillería argentina certificó la autenticidad de la credenciales". De esta forma

la dictadura argentina montó un operativo para hacer creer que  los dos hombres

habían abandonado el régimen cubano y no tener que dar explicaciones por la

desaparición de dos diplomáticos.  Pero Cejas Arias y Galañena Hernández

estaban cautivos en Automotores Orletti, el centro clandestino que fue en Buenos

Aires sede del Plan Cóndor, es decir, de la coordinación represiva de las

dictaduras del Cono Sur. Según una investigación del periodista norteamericano

John Dinges, el agente de la CIA Michael Townley y el cubano - estadounidense

Guillermo Novo Sampoll habrían viajado a la Argentina para interrogar a Cejas

Arias y Galañena Hernández.  "Ellos cooperaron en la tortura y el asesinato de

los dos diplomáticos cubanos", habría declarado ante la jueza María Servini de

Cubría el represor Manuel Contreras Sepúlveda, ex jefe de la DINA, la policía

secreta pinochetista. Townley fue el autor del asesinato en 1976 en Washington

de Orlado Letelier, canciller de Salvador Allende, "El inmueble donde funcionó

Automotores Orletti – describió el juez Rafecas cuando procesó a los represores

que actuaron en ese centro clandestino– era uno más de una larga hilera de

casas bajas, en una típica calle, de un típico barrio de la zona oeste capitalina,

como era el de Flores (...) Orletti muestra a las claras que el terrorismo de

Estado en la Argentina de 1976 pudo moverse con naturalidad también en

espacios de normalidad –y no de excepción– que no debió enfatizar el secreto

sino que actuó a la vista de quien quiera ver y escuchar; que se adaptó para

funcionar en un espacio donde antes había un hogar y un taller, y que a su

término, aquel hogar y aquel taller regresaron, se acondicionaron y hasta

aprovecharon las mejoras efectuadas por los ocupantes anteriores."  Los

sobrevivientes relataron que las víctimas generalmente estaban en la planta

inferior o garaje, donde los mantenían tabicados y atados. Allí se escuchaban

gritos de la planta superior, donde funcionaba el cuarto de tortura. Uno de los

métodos crueles utilizados por los represores del centro regenteado por la SIDE

consistía en que los secuestrados eran esposados y colgados de un gancho

hasta que los pies quedaban a unos 20 o 30 centímetros del piso y en ese

estado se les aplicaba electricidad en el cuerpo.   Por el secuestro y la

desaparición de Galañena Hernández y Cejas Arias ya fueron condenados en

Argentina el general retirado Rodolfo Cabanillas, quien se desempeñó como

jefe de la División de la SIDE "Operaciones Tácticas 18" (que correspondía

a Orletti) y los represores Raúl Guglielminetti, Eduardo Alfredo Ruffo y Honorio

Carlos Martínez Ruiz.  No es la primera vez que se encuentran víctimas que

pasaron por Orletti, en barriles.  En 1976 fueron hallados siete recipientes de

este mismo tipo en el canal de San Fernando que contenían cadáveres y

cemento. Los cuerpos fueron enterrados como NN en el cementerio de San

Fernando y pudieron ser identificados tiempo después.  En 1989 se supo que

uno de ellos era Marcelo Gelman, hijo del poeta Juan Gelman.   Los tres

tambores encontrados en junio, hace menos de dos meses, también se

hallaron en un predio de San Fernando, en donde se estaban realizando

trabajos de movimiento de tierra para, aparentemente,  construir viviendas

y donde antes había una tosquera. Estaban numerados y rellenos de concreto.  

Allí se mantuvieron los restos de Galañena Hernández hasta que el grupo de

niños que cazaba vio los huesos. El fiscal Luis Angelini ordenó que la

Superintendencia de la Policía Científica realice una búsqueda intensiva para

determinar si hay más barriles en el predio y también que se analicen  los

encontrados con el fin de determinar si estuvieron en ese sitio durante 36 años

o fueron recientemente depositados allí.  Rafecas había señalado en su

resolución, al hacer alusión a los barriles hallados en 1976: "El proceso de la

deshumanización, que comenzaba con la captura y continuaba en el campo de

detención y tortura, tuvo en estos casos un final que difícilmente pueda ser

superado desde la perspectiva de  la eliminación de todo vestigio de condición

humana para con los cautivos: hay que caer en la cuenta de que personas con

las que compartimos una misma cultura, una misma civilización, ejecutaron de

un disparo en la cabeza a hombres y mujeres que estaban a su merced; luego

se procuraron tambores, arena y cemento; luego, no sin esfuerzo, y

seguramente de propia mano, colocaron los cadáveres en los tambores, los

rellenaron, los sellaron, llevaron con sus brazos la carga de restos humanos

hasta los camiones y finalmente arrojaron los tambores al río".

 

Lic. Rosa Cristina Báez Valdés "La Polilla Cubana"

Moderadora Lista Cuba coraje, Coord. Red Social Hermes para Cuba y A. Latina y miembro

fundador de la Red de Trincheras Amigas

 

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