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TRATA
DE PERSONAS Y VIOLENCIA DE GÉNERO
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Boletín Nº108
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¿Qué es la trata de personas?
La trata de personas no sólo es una forma de violencia por coerción y abuso
de poder sino que es, a su vez, una de las más graves violaciones a los
Derechos Humanos.
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La Ley 26.364
“Prevención y sanción de la trata de personas y asistencia a sus víctimas”,
establece en su Artículo 4 que:
“A los efectos de
la presente ley, existe explotación en cualquiera de los siguientes
supuestos:
a) Cuando se
redujere o mantuviere a una persona en condición de esclavitud o
servidumbre o se la sometiere a prácticas análogas;
b) Cuando se
obligare a una persona a realizar trabajos o servicios forzados;
c) Cuando se
promoviere, facilitare, desarrollare o se obtuviere provecho de cualquier
forma de comercio sexual;
d) Cuando se
practicare extracción ilícita de órganos o tejidos humanos”.
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La trata o
tráfico de personas ha atravesado, desde la antigüedad, a todas las
sociedades y culturas, sin distinción de clases o géneros. En nuestra
cultura existe una resistencia a creer que un hombre puede también ser
víctima de la violencia sexual. Sin embargo, se han documentado casos de
niños y adolescentes hombres que son víctimas de explotación sexual
comercial.
¿Cómo
prevenir este delito?
Una
modalidad recurrente de secuestro es mediante ofertas laborales falsas, en
las cuales las víctimas son engañadas y así, bajo amenaza, los delincuentes
consiguen llevárselas por la fuerza con el objetivo de su consecuente
explotación.
En relación
a las leyes que buscan la protección y erradicación de este flagelo, Sara
Torres explicita: “en nuestro país se ha dictado una ley que no es del todo
solidaria con las víctimas porque las obliga a aportar pruebas del delito
cometido en su contra y a evidenciar que fueron sometidas sin
consentimiento. Algo difícil y costoso – en términos psíquicos - para
quienes han sufrido el secuestro, el maltrato, el abuso y toda una serie de
violaciones a sus derechos. Si bien el rol del Estado es insustituible para
revertir estas prácticas, también se hace necesaria la participación de
toda la comunidad en la concientización y la denuncia de burdeles o
espacios clandestinos de explotación laboral, donde, bajo la mirada
consentida de todos, se violan los derechos de aquellas personas que, al
momento de ser captadas por estos circuitos, ya se encontraban en
situaciones de alta vulnerabilidad, marginalidad y desprotección”.
¿Por
qué es importante abordar esta temática desde el sistema educativo?
Es
necesario que estas temáticas sean transitadas por los niños, niñas y
adolescentes en los distintos espacios educativos para promover su
desnaturalización, así como también, alentar a la construcción de su
pensamiento crítico. Para ello, deberán ser tomados en cuenta los distintos
enfoques desde la perspectiva de género, para problematizar la construcción
de roles que se han consolidado en nuestra sociedad a lo largo de la
historia.
La
lucha contra la trata es una lucha de tod@s
En su nota de
Página 12, Nicolás Lantos señaló: “El combate contra la trata de personas y
la protección de las víctimas de género debe ser una decisión muy clara y
contundente de todos los poderes del estado. Susana Trimarco (igual que las
Madres y Abuelas de Plaza de Mayo) manifestó su decisión de “seguir
luchando no solamente por su hija”, porque “esto es lo que enaltece la
lucha de muchas madres cuando les pasa algo a sus hijos, que abandonan el
reclamo individual para transformarlo en colectivo y defender, buscar y
salvar no solamente a su hija, sino buscar y salvar a todas las hijas de
todas las madres que puedan haber sido capturadas por las tratas”.
La trata es
un delito que afecta a toda la sociedad ya que representa un atentado
contra la integridad física y psicológica de las personas y, sobre todo,
contra la dignidad humana.
Es por eso
que es tarea compartida exigir el cumplimiento de las leyes para amparar a
las víctimas de trata, así como también, para vehiculizar el
desmantelamiento del complejo sistema de redes que atraviesa todo nuestro
país.
Pedimos por
una justicia democratizada que no responda a intereses, ni a negociados
locales. Queremos una justicia-justa que no absuelva a quienes no lo
merecen. Pedimos por una justicia hermanada con los reclamos de toda una
sociedad.
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