Biología: Washington genera
virus letal
http://www.nodo50.org/ciencia_popular/
1. Removiendo la protección natural del ser humano.
Con el apoyo activo de los gobiernos de Estados Unidos y de Holanda, un
grupo de virólogos holandeses en el Erasmus Medical Center en Rotterdam ha
producido uno de los virus más destructivos que la humanidad haya
conocido. Los científicos-delincuentes potenciaron cualitativamente la
contagiosidad del virus H5N1 (gripe aviar), mediante mutaciones inducidas.
El virus original, detectado por primera vez en 1997 en Hong Kong, tenía
una alta mortalidad entre las aves, pero contaba con dos propiedades
benéficas para el ser humano:
– Por lo general, no infectaba al homo sapiens
– Por lo general, el ser humano infectado no transmitía la enfermedad a
otros seres humanos.
El equipo de investigación del Centro Médico Erasmo, encabezado por el
virólogo Ron Fouchier, se encargó de remover esas barreras protectoras
naturales para la humanidad.
2. Wáshington financia el mortal virus.
El H5N1 es, en su forma natural, un microorganismo extraordinariamente
letal. Más del 50 por ciento de los seres humanos que se infectan, mueren.
Comparando: la pandemia de influenza de 1918/20, que mató a alrededor de
30 millones de personas, sólo tenía una tasa de mortalidad del dos por
ciento en los pacientes.
A través del financiamiento de los Institutos Nacionales de Salud de
Estados Unidos (US National Institutes of Health, NIH), mediante un
contrato de siete años para la investigación de influenza, y con la
autorización del gobierno de Holanda y de los Centros de Control de
Enfermedades estadounidense (Centers for Disease Control, CDC), el Centro
Médico Erasmo erigió un laboratorio especial, en el cual el grupo de
Fouchier llevó a cabo su trabajo de modificación del letal virus.
3. Superando a la evolución biológica.
Después de inducir cinco mutaciones en el H5N1 original, Fouchier importó
de Escandinavia el “modelo animal” preferido para las investigaciones de
enfermedades de influenza, el hurón. Infectaron los tractos respiratorios
de los animales con el microorganismo patógeno modificado por ellos, para
después, con la secreción nasal del animal enfermo contagiar a otros
hurones.
Repitiendo la operación varias veces, en julio del 2011 se produjo el gran
“triunfo” del equipo. Lo que la evolución biológica no había logrado en el
H5N1 a través del tiempo, el “Virus de Fouchier” o “Virus de Rotterdam”,
ahora podía ser transmitido por aire, infectando a mamíferos. En palabras
de uno de los científicos: “We have an airborne H5N1 virus”.
4. Un arma biológica mortal.
Aumentar artificialmente la contagiosidad de un microorganismo patógeno
tan extremadamente virulento como el H5N1, es, por supuesto, un acto
criminal, de hecho: un crimen de lesa humanidad. La justificación del
equipo de Fouchier de que esas mutaciones pueden ocurrir naturalmente y
que es mejor conocer preventivamente sus mecanismos mutantes, es absurda.
Es cierto que el aumento de la contagiosidad en el virus es una
posibilidad evolutiva, pero: a) Ninguna lógica evolutiva determina que, de
hecho, tenga que materializarse esa posibilidad y, b) Si sucede la
mutación, puede realizarse por múltiples vías que no son previsibles a
priori.
Tampoco es válido el argumento de que el Virus de Fouchier no sirve como
arma biológica, porque no puede usarse contra un grupo específico, por la
inexistencia de un antídoto que proteja a las propias fuerzas. El paso
lógico a esta investigación es que el grupo que logró construir el
monstruo, ahora logre también construir una vacuna contra él. Y con tal
antídoto, el microorganismo patógeno puede ingresar perfectamente al
arsenal de armas biológicas del Pentágono.
5. China: azar y oportunidad.
El hecho, de que el H5N1 original se encontró por primera vez en el país
que Wáshington ha definido como el principal enemigo de sus intereses de
dominación mundial, en China, es probablemente un evento aleatorio.
Pero, un gobierno genocida como el estadounidense —el único en la historia
de usar bombas nucleares contra la humanidad, la población civil de
Hiroshima y Nagasaki— que desarrolla armas climatológicas, militariza el
ciberespacio y trata de construir la alianza India-Indonesia-Corea-Japón,
a fin de destruir a China y a Rusia, difícilmente dejará pasar esa
oportunidad de oro de guerra biológica. (Heinz Dieterich, Sociólogo)
http://www.nodo50.org/ciencia_popular/__._,_.___
Africaniashttp://www.nodo50.org/ciencia_popular/
1. Removiendo la protección natural del ser humano.
Con el apoyo activo de los gobiernos de Estados Unidos y de Holanda, un
grupo de virólogos holandeses en el Erasmus Medical Center en Rotterdam ha
producido uno de los virus más destructivos que la humanidad haya
conocido. Los científicos-delincuentes potenciaron cualitativamente la
contagiosidad del virus H5N1 (gripe aviar), mediante mutaciones inducidas.
El virus original, detectado por primera vez en 1997 en Hong Kong, tenía
una alta mortalidad entre las aves, pero contaba con dos propiedades
benéficas para el ser humano:
– Por lo general, no infectaba al homo sapiens
– Por lo general, el ser humano infectado no transmitía la enfermedad a
otros seres humanos.
El equipo de investigación del Centro Médico Erasmo, encabezado por el
virólogo Ron Fouchier, se encargó de remover esas barreras protectoras
naturales para la humanidad.
2. Wáshington financia el mortal virus.
El H5N1 es, en su forma natural, un microorganismo extraordinariamente
letal. Más del 50 por ciento de los seres humanos que se infectan, mueren.
Comparando: la pandemia de influenza de 1918/20, que mató a alrededor de
30 millones de personas, sólo tenía una tasa de mortalidad del dos por
ciento en los pacientes.
A través del financiamiento de los Institutos Nacionales de Salud de
Estados Unidos (US National Institutes of Health, NIH), mediante un
contrato de siete años para la investigación de influenza, y con la
autorización del gobierno de Holanda y de los Centros de Control de
Enfermedades estadounidense (Centers for Disease Control, CDC), el Centro
Médico Erasmo erigió un laboratorio especial, en el cual el grupo de
Fouchier llevó a cabo su trabajo de modificación del letal virus.
3. Superando a la evolución biológica.
Después de inducir cinco mutaciones en el H5N1 original, Fouchier importó
de Escandinavia el “modelo animal” preferido para las investigaciones de
enfermedades de influenza, el hurón. Infectaron los tractos respiratorios
de los animales con el microorganismo patógeno modificado por ellos, para
después, con la secreción nasal del animal enfermo contagiar a otros
hurones.
Repitiendo la operación varias veces, en julio del 2011 se produjo el gran
“triunfo” del equipo. Lo que la evolución biológica no había logrado en el
H5N1 a través del tiempo, el “Virus de Fouchier” o “Virus de Rotterdam”,
ahora podía ser transmitido por aire, infectando a mamíferos. En palabras
de uno de los científicos: “We have an airborne H5N1 virus”.
4. Un arma biológica mortal.
Aumentar artificialmente la contagiosidad de un microorganismo patógeno
tan extremadamente virulento como el H5N1, es, por supuesto, un acto
criminal, de hecho: un crimen de lesa humanidad. La justificación del
equipo de Fouchier de que esas mutaciones pueden ocurrir naturalmente y
que es mejor conocer preventivamente sus mecanismos mutantes, es absurda.
Es cierto que el aumento de la contagiosidad en el virus es una
posibilidad evolutiva, pero: a) Ninguna lógica evolutiva determina que, de
hecho, tenga que materializarse esa posibilidad y, b) Si sucede la
mutación, puede realizarse por múltiples vías que no son previsibles a
priori.
Tampoco es válido el argumento de que el Virus de Fouchier no sirve como
arma biológica, porque no puede usarse contra un grupo específico, por la
inexistencia de un antídoto que proteja a las propias fuerzas. El paso
lógico a esta investigación es que el grupo que logró construir el
monstruo, ahora logre también construir una vacuna contra él. Y con tal
antídoto, el microorganismo patógeno puede ingresar perfectamente al
arsenal de armas biológicas del Pentágono.
5. China: azar y oportunidad.
El hecho, de que el H5N1 original se encontró por primera vez en el país
que Wáshington ha definido como el principal enemigo de sus intereses de
dominación mundial, en China, es probablemente un evento aleatorio.
Pero, un gobierno genocida como el estadounidense —el único en la historia
de usar bombas nucleares contra la humanidad, la población civil de
Hiroshima y Nagasaki— que desarrolla armas climatológicas, militariza el
ciberespacio y trata de construir la alianza India-Indonesia-Corea-Japón,
a fin de destruir a China y a Rusia, difícilmente dejará pasar esa
oportunidad de oro de guerra biológica. (Heinz Dieterich, Sociólogo)
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