lunes, 8 de abril de 2013

MARTIRES CUBANOS CAIDOS EN ASALTO A LA ARMERIA GIRALDO MAZOLA








PALABRAS DE GIRALDO MAZOLA EN EL ACTO DE RECORDACION A LOS MÁRTIRES CAIDOS EN EL ASALTO A LA ARMERIA EL 9 DE ABRIL DE 1958
Compañero Armando Hart, dirigente y fundador del MR 26-7 y dirigente y fundador del Partido Comunista de Cuba;
Dirigentes del Partido, las organizaciones de masa y de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana;
Compañeras y compañeros;
Combatientes;
Nadie podía pensar, ni siquiera el audaz comando que la asaltó, que esta antigua armería, fundada en 1934 con el nombre de Compañía Armera de Cuba, pasaría a ser parte de la historia de la rebeldía nacional.
Convertida hoy en Monumento Nacional y Museo Armería 9 de Abril, expone nuestras raíces más patrióticas, para conocimiento de las nuevas generaciones, mediante la exhibición de armas utilizadas en las gestas por la independencia de Cuba.
Tampoco nadie podía pensar entonces que el Partido Comunista de Cuba que efectuará su VI Congreso la semana próxima, estaría fundado y asentado en los diversos hitos históricos que como éste, conforman nuestra historia combativa y forjaron en su trayecto la unidad revolucionaria que encarna ese, nuestro Partido.
Hace décadas un grupo de jóvenes tomaron este lugar a las 11 de la mañana del 9 de abril de 1958, coincidiendo con la alocución radial que en la viril voz de Wilfredo Rodríguez, convocaba a la huelga general revolucionaria.
El comando que dirigió Marcelo Plá, ya también fallecido, pretendía capturar unas setenta escopetas y otras armas, para armar a los combatientes que apoyarían el desarrollo de la huelga, pero no pudo salir de la zona y cayeron combatiendo heroicamente en estas calles Carlos Astiazarraín, Marcelo Muñoz, Roberto Casals y Reynaldo Arlet.
Sería prácticamente imposible enumerar, la cantidad y diversidad de acciones de todo tipo y magnitud, que, sin alcanzar los objetivos propuestos de derrocar la tiranía, mostraron una vez más la irreductible decisión de lucha y sacrificio de nuestro pueblo revolucionario y su voluntad de victoria.
Se produjo la paralización prácticamente completa de todo Oriente por la acción combinada de las fuerzas guerrilleras y de la clandestinidad en apoyo a la huelga, que incluyeron la intrépida presencia de Camilo Cienfuegos en los llanos del Cauto y el ataque al Cuartel de Boniato por las milicias de Santiago de Cuba dirigidas por René Ramos Latour. 
Como hechos más significativos a través del país se deben mencionar  el asalto a las emisoras nacionales y la transmisión por sus canales del llamamiento a la huelga general revolucionaria, este asalto a la armería de La Habana Vieja, la voladura de registros de electricidad, los paros y sabotajes en varias terminales del transporte, la quema de gasolineras y de vehículos, la interrupción del tránsito de entrada y salida de la capital, los sabotajes, acciones y paros en Guanabacoa, el Cotorro, Madruga, el asalto a la emisora de Matanzas dirigido por Enrique Hart, el descarrilamiento de trenes en Jovellanos, el ataque al cuartel de Quemado de Güines y la interrupción de la Carretera Central en Manacas, las acciones del Condado en Santa Clara, la paralización y el dominio absoluto de Sagua la Grande, el asalto y sabotaje a la planta eléctrica de Vicente en Ciego de Ávila y acciones diversas en Camagüey.
Una consecuencia inmediata de estos hechos fue la formación de nuevas columnas guerrilleras como la Pepito Tey que, luego del combate victorioso de Ramón de las Yaguas, se incorporó, bajo la jefatura del compañero Belarmino Castilla, al II Frente Frank País, y la que dirigida por Víctor Bordón pasó a operar en las montañas del Escambray. Igualmente, diversos grupos permanecieron alzados y muchos se fueron incorporando a los distintos frentes guerrilleros.
La conmoción producida en todo el país por los hechos del 9 de abril fue intensificada por la brutal represión desatada por el régimen, que dejó el saldo doloroso de más de un centenar de combatientes caídos, entre ellos los mártires que aquí recordamos  así como Marcelo Salado y Pepe Prieto, valiosos y prometedores cuadros del Movimiento 26 de Julio.
http://www.cvltvre.com/mod/cvltvre_events/thumbnail.php?id=16478 A pesar de su magnitud, aquella respuesta del 9 de abril no tuvo suficiente alcance y sincronización como para desencadenar la huelga general revolucionaria y provocar el colapso final de la tiranía. La frustración de aquel objetivo situó al movimiento revolucionario en uno de sus momentos más difíciles de todo el proceso.
Las acciones acontecidas avivaron la llama de la insurgencia por toda Cuba pese a que errores organizativos, tácticos y de coordinación malograron el éxito de aquella jornada en pueblos y ciudades del país.
Con la transparencia y honestidad que caracterizó hasta su muerte a Faustino Pérez, uno de los máximos responsables de aquellos hechos, no le falto el valor y la entereza de reconocer y asumir de inmediato muchas de esas fallas pues con el clima de insurgencia revolucionaria, con aquellas condiciones políticas y organizativas y el antecedente del paro espontáneo por la muerte de Frank País, parecía que la huelga podía cristalizar totalmente.
De inmediato admitió que fueron varios y diversos los factores del fracaso, y (cito) “a los que tuvimos la tarea más inmediata de dirigir y desencadenar aquellos hechos, corresponde también la mayor responsabilidad.”
Faustino añadió “Nos faltó crear un clima previo para  que el paro fuera la culminación lógica del mismo.”
“Mantener en secreto la fecha fue inadecuado como método para la convocatoria.”
“la débil gestión y voluntad unitaria del Frente Obrero Nacional, FON”
“la caída previa de cuadros fundamentales de la organización como Gerardo Abreu "Fontán", Sergio González, Arístides Viera y muchos otros”
Y concluye su evaluación con su profunda convicción revolucionaria y su fe en el pueblo por el que combatió siempre, convicción de plena vigencia hoy día:
“Los grandes reveses expresan quizás, mejor que las victorias, la magnitud de la lucha. Así de grandes los reveses, mayores aun las voluntades de convertirlos en victorias. En el camino ascendente del pueblo cubano nunca un revés fue ni será definitivo; nunca trajo la parálisis, nunca significó el abandono de la lucha. Las tinieblas del revés jamás apagaron la certidumbre de victoria de los revolucionarios”
Casi un mes después, el 3 de mayo, en la histórica reunión de la dirección del MR-26-7 de Altos de Mompié en la Sierra Maestra, se realizó un análisis crítico del desarrollo de la lucha revolucionaria cuyo más importante acuerdo consistió en lo adelante, Fidel Castro,  desde la sede de la Columna Uno, asumiría toda la dirección política y militar de la Revolución.
Al analizarse la huelga se señaló la falta de preparación suficiente, sobre todo del aparato del FON, que no facilitó la incorporación del  Partido Socialista Popular y otros sectores políticos a sus comités de huelga, en desconocimiento del segundo Manifiesto del 26 de marzo firmado por Fidel llamando a la unidad.
Aquella reunión constituyó una extraordinaria lección para todos los revolucionarios de cómo se analizan críticamente los problemas y errores, mediante el planteamiento directo, el razonamiento lógico y la valoración amplia de las soluciones, de modo que todos lográramos comprenderlos y admitir las justas decisiones que se tomaron.


De ella salió el movimiento revolucionario más fortalecido, con mayor experiencia y unidad y con la perspectiva de la victoria que se obtendría ocho meses después, cuando tras extender la guerra a todo el país, el Ejército Rebelde, como vanguardia de la Revolución, logró derrotar al ejército de la tiranía, con el apoyo del pueblo, expresado en la huelga general y tomar Santiago de Cuba, Santa Clara y La Habana.
Pero no sólo salió fortalecido sino que sembró la simiente de la necesaria unidad de las fuerzas revolucionarias. De todas las acciones, de la sangre de los caídos como héroes de la patria, de los errores, reveses y victorias, se ha nutrido y vigorizado la Revolución.
Por eso al inicio de mis palabras dije que los mártires que hoy recordamos ayudaron a forjar el partido marxista leninista y martiano de la unidad revolucionaria, que hemos creado, que nos guía y cuyo Congreso, sin dudas exitoso, será el mejor homenaje a los que dieron su vida para forjarlo.
En su recuerdo, les decimos a estos mártires y militantes:

¡Viva el VI Congreso del Partido donde estarán presentes!