jueves, 23 de mayo de 2013

Irán y Argentina bien rechazan el Memorandum la AMIA y DAIA diario Clarín y La Nación Cristina Fernandez Presidente




GOBIERNO DE IRÁN APROBÓ EL MEMORÁNDUM CON ARGENTINA
AMIA y DAIA y otros enemigos del acuerdo con Irán, en offside

El presidente iraní aprobó el memorándum con Argentina relativo a la causa AMIA. Las cúpulas de AMIA y DAIA, quedaron descolocados. La oposición pega “palos porque bogas y palos porque no bogas”. Clarín y “La Nación”, también en offside.
EMILIO MARÍN

La buena noticia sobre la investigación del atentado de 1994 contra la AMIA, que provocó 85 muertos, fue que el presidente Mahmud Ahmadinejad lo aprobó el domingo 19. Lo confirmó el martes 21 el encargado de negocios en Buenos Aires, Alí Pakdaman, a Radio del Plata. El diplomático manifestó: “según el punto 6 (del Memorándum), no hace falta que vaya al Parlamento. La Argentina lo llevó porque no quería que todo el peso se lo lleve el Ejecutivo. Nosotros lo declaramos con todos los valores”.
El documento firmado en enero por los cancilleres Héctor Timerman y Alí Akbar Salehi planteaba que sería remitido “a los órganos relevantes de cada país, ya sean el Congreso, el Parlamento y otros cuerpos, para su ratificación o aprobación de conformidad con sus leyes”. “Por otros cuerpos” se puede interpretar el Ejecutivo persa, que lo rubricó. Pakdaman aclaró que los memorándum no necesariamente deben pasar por el Majlis, Parlamento, y que un decreto presidencial tiene fuerza de ley.
En los próximos días el Palacio San Martín recibirá la notificación oficial iraní y podrán intercambiarse las notas verbales de los dos cancilleres. Se pondrán así en marcha los mecanismos legales del convenio.
El siguiente paso serán las reuniones de representantes para la designación de los miembros de la Comisión de la Verdad. Cada una de las partes debe designar a dos juristas internacionales sin ser connacionales, y luego seleccionar al presidente de la Comisión, también independiente.
Luego comenzará otra fase importante: los países deben girarse recíprocamente la información judicial disponible, y a la Comisión Internacional, que puede hacer consultas y pedir ampliaciones. Así se avanzará hacia las audiencias judiciales en Teherán con los cinco iraníes sospechosos de responsabilidad en el atentado, y que tienen “circular roja” de Interpol.

No inventar mentiras
El convenio con Irán fue enviado al Parlamento por la presidenta Cristina Fernández y originó una discusión democrática. No fue un trámite exprés como falsificaron los dirigentes de AMIA y AMIA, Clarín y “La Nación”, y la oposición conservadora. Al final de ese rico debate, Diputados lo convirtió en ley con 131 votos positivos y 113 negativos.
En cambio en Irán, el memorándum fue enviado al Congreso pero no fue tratado, por diferentes razones. Hay que tener en cuenta que está en el ojo de la tormenta, por las agresiones del sionismo y Estados Unidos, que sancionan, vigilan y agreden, incluso con riesgo de agresión militar. Lo que está sucediendo en Siria es tomado como un anticipo de lo que pueden hacer en su perjuicio.
Por otro lado en la nación persa hay elecciones presidenciales el 12 de junio próximo y no son unas elecciones cualquiera. Se terminan los dos mandatos de Ahmadinejad y no puede ser reelecto. Y existen diferencias de cierta gravedad institucional entre el mandatario y el jefe supremo, ayatola Ali Khamenei. Esas contradicciones pueden no haber garantizado las mayorías suficientes en el Majlis para el acuerdo con Buenos Aires. Quizás por eso el jefe de Estado optó por no hacerlo pasar por el ámbito legislativo.
Esas tres circunstancias (agresiones del imperio, elecciones presidenciales y diferencias políticas en el poder político y religioso) podrían explicar que el memo no fuera al Congreso. Pero no se debe mentir con que los iraníes no cumplieron el acuerdo o que su convalidación no sería válida.

La Nación” en posición adelantada
La aprobación de Ahmadinejad fue una cachetada a la “tribuna de doctrina” ganadera, bursátil y estadounidense. Es que el domingo 19 de mayo, justo cuando el islámico estampaba su firma al memorándum, ese diario publicaba un editorial titulado “AMIA: Irán y el escandaloso acuerdo con la Argentina”.
Allí se quejaba amargamente de que “nuestro país sigue siendo burlado por la demora en que incurre Teherán para ratificar el memorando sobre la investigación del atentado. El capricho de nuestra Presidenta logró, hace ya casi cuatro meses, que en el Congreso de la Nación, actuando con humillante docilidad y sumisión, el oficialismo ratificara a tambor batiente el Memorando”.
Hay que ser precisos. Ese convenio no daba un plazo urgente de aprobación, por lo que la demora iraní no suponía una “burla”. Buscar formas legales de que Teherán aceptara el interrogatorio a sus cinco ciudadanos tampoco era ningún “capricho” presidencial. Y el trámite en el Congreso no fue una actuación con “humillante docilidad y sumisión”.
Los dóciles y sumisos en esa oportunidad fueron los legisladores, el lobby sionista y los medios afines, incluyendo a “Gaceta Ganadera”, que opinaron tal cual lo requería Benjamin Netanyahu desde Tel Aviv.

Sólo un candidato
Otra inexactitud de esos medios monopólicos fue asegurar que cuatro de los cinco iraníes sospechosos serían candidatos en las elecciones del mes entrante, supuestamente para comprar su impunidad. El ladrón cree que todos son de su condición.
Al oficializarse los candidatos se vio que sólo uno de los sospechados por la justicia argentina será parte de la carrera: el ex asesor Mohsen Rezaei. No lo serán el actual ministro de Defensa, Ahmad Vahidi; el ex ministro de Información, Alí Falahijan; el ex agregado de la embajada en Buenos Aires Moshen Rabbani, ni el ex diplomático Ahmad Reza Ashgari. Estos son los cinco con “tarjeta roja” y sólo uno competirá en junio. De los otros tres sospechosos para el fiscal pro-sionista Alberto Nisman, ninguno será de la partida electoral: el ex viceministro de Exteriores, Hadi Soleimanpour; el ex ministro de Exteriores, Alí Akbar Velayati, y el ex presidente Akbar Rafsanjani. El último fue precandidato, pero aparentemente fue vetado por el Consejo de los Ayatolas.
Entre “todos”, “cuatro y uno, hay diferencias. Se nota el estilo lanatista de recontramacanear con datos irremediablemente falsos.
Hay otra cuestión de fondo sobre la que debería contestar la colérica cúpula sionista en Buenos Aires. ¿No era que el Memorándum era taaan favorable a Irán? Si fue así, por qué se demoraron estos meses en tratarlo, sin darle un respaldo legislativo. Nadie se demoraría tanto ni lo aprobaría sólo el Ejecutivo si estuviera frente a un obsequio total, tal la valoración de la oposición orientada desde Tel Aviv.

Otra impostura
Los detractores del acuerdo con los persas pretenden tomarse de que lo firmó Ahmadinejad, quien dejará de ser presidente en agosto próximo.
Un país puede cambiar de postura, eso suele o puede ocurrir pero no sólo en este caso, pero lo firmado por aquel mandatario tendrá fuerza de ley y será exigible a su país, aún cuando él ya no esté en el gobierno.
Hipotéticamente, el futuro líder iraní puede tener ser adverso al convenio y eso sería un problema de cara al futuro (problema ante todo para Irán, cuya credibilidad internacional se vería más afectada). Pero, ¿qué decir de los precandidatos presidenciales como Mauricio Macri, José M. De la Sota, Ricardo Alfonsín y otros, quienes han manifestado que si llegan a la Casa Rosada van a anular el memorándum? Varios han admitido que derogarán la ley de medios, la estatización de Aerolíneas y un largo etcétera que en un caso hasta incluye el Fútbol para Todos.
La seguridad jurídica, la previsibilidad del país y los asuntos de Estado requieren de una oposición que se comprometa a la continuidad de lo firmado por Argentina e Irán, pero aquellos dirigentes aguardan el momento de tirar todo eso abajo.

¿Por caso cómo andamos?
Si un desprevenido lee los medios concentrados o escucha a los dirigentes del lobby sionista Julio Schlosser de DAIA y Guillermo Borger de AMIA, puede llegar a la errónea idea de que Teherán es el palo en la rueda del Memorándum.
Se puso de moda usar cartuchos color rojo contra CFK. Joaquín Morales Solá sostuvo anteayer en “Gaceta Ganadera”: “la decisión de Cristina Kirchner de acordar con Irán marcó una frontera nueva en el creciente aislamiento internacional del país. Argentina rompió su alianza occidental y pactó con los gobernantes iraníes”.
Al mandatar a Timerman a firmar el acuerdo, luego enviarlo al Congreso y aprobarlo, CFK ha procurado un paso de avance en la búsqueda de justicia en la causa AMIA. Frente al “terrorismo ideológico” del sionismo de que las audiencias en Teherán serían ilegales, el juez Rodolfo Canicoba Corral declaró que él no veía inconvenientes legales.
La oposición al memo viene de otro lado. AMIA y DAIA presentaron un recurso ante la jueza María A. Biotti, pidiendo por cautelar que el convenio con Irán no siguiera adelante, atacándolo de “inconstitucionalidad” (la presidenta habría obstruido a la justicia). Esa magistrada se declaró incompetente y elevó el recurso a Canicoba Corral, que también dijo ser incompetente y ahora deberá resolver la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal. Puede haber apelaciones y llegar el asunto a la Corte Suprema, con mucho tiempo dilapidado.
¿Quién obstruye entonces el memorándum? ¿Ahmadinejad que lo firmó o los opositores locales pro-sionistas que lo tildan de inconstitucional?

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Sergio Ortiz
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