viernes, 16 de agosto de 2013

Fidel cumple años Aleida Guevara hija del Che socialismo mas eficiente mujer hindú analiza fracaso en Cuba observatorio que omite





De: Servicio de Lista CUBARTE,,, [mailto:sympa@listas.cubarte.cult.cu] En nombre de pica@cubarte.cult.cu
Enviado el: martes, 13 de agosto de 2013 02:28 p.m.
Para: porcuba@listas.cubarte.cult.cu
Asunto: [porcuba] Boletin Por Cuba (Año 11 Número 64)



Por Cuba con emisiones periódicas le lleva la información del acontecer internacional relacionado con nuestro país y las batallas que libra por su pueblo y su soberanía; contiene espacios noticiosos y de opinión, seleccionados de medios de prensa internacional o generados desde nuestro país.  ISSN 1819-4044



Año 11 Número 64 | Fecha 2013-08-08
TITULARES

Opinión

FIDEL CASTRO: EL ASEDIO DE LA GLORIA por Luis Toledo Sande




LAS OMISIONES DE UN OBSERVATORIO por Artur González

Noticias



Opinión
por Luis Toledo Sande
Decir que alguien es asediado por la gloria no constituye exactamente un elogio, sino más bien el reconocimiento de que esa persona tiene un peso enorme sobre sus hombros. Si la carga es la misión de encaminar los destinos de un pueblo, implica una responsabilidad de signo mayor. Eso, de la segunda mitad del siglo XX para acá, a pocos seres humanos cabría aplicarlo con tanta propiedad como a Fidel Castro, quien desde sus años juveniles en la Universidad de La Habana emprendió cada vez más resueltamente un camino sin retorno en su voluntad de transformar a Cuba.

Para apreciar esa trayectoria bastaría mencionar fechas y acontecimientos como los del 26 de julio de 1953, la travesía y el desembarco del yate Granma, la lucha en la Sierra Maestra y las décadas de actividad como líder de la Revolución que revirtió una larga historia de frustraciones sufridas por quienes se habían esforzado heroicamente para alcanzar la independencia y abrirle el camino a la justicia social en suelo cubano. Tener una idea de lo que esa Revolución ha representado no exige, ni sería sensato hacerlo, suponerla perfecta: es suficiente contrastar, por un lado, su tenaz permanencia y el apoyo solidario que ha encontrado en los pueblos del mundo y, por otro, la sañuda, cruenta hostilidad que ha mantenido y mantiene contra ella la más poderosa y voraz nación imperialista, ante la cual tantos lacayos, poderosos incluso, doblan la cerviz como cómplices en sus crímenes. En esa hostilidad figuran numerosos intentos de asesinar al indomeñable guía revolucionario.

La trascendencia de ese guía es reconocida —de modos diferentes, pero rotundos— por amigos y adversarios. Una marcha como la suya no podría mantenerse sin la autoconciencia de quien sabe que realiza una misión extraordinaria pero no se complace con lo hecho. No es casual la forma como él mismo ha condensado, para hacerlo citable con la agilidad de lo aforístico y la eficacia de las máximas de índole moral, un concepto de José Martí, en quien reconoció al autor intelectual de la lucha iniciada en 1953. Se trata de una idea que Martí, quien la refrendó como norma de su vida, le expresó al general Antonio Maceo.

El 15 de diciembre de 1893, desde Cayo Hueso, el fundador del Partido Revolucionario Cubano, para entonces en la etapa decisiva, y por ello más compleja, de preparación de la guerra necesaria, le escribió al héroe de Baraguá y de tantos otros hechos grandiosos: “Yo no trabajo por mi fama, puesto que toda la del mundo cabe en un grano de maíz”. Cuesta resistirse a la tentación de extenderse en la cita del texto original, pero lo reproducido basta para conocer el origen de una convicción —profundamente martiana por su procedencia, y más aún por el espíritu y los valores concentrados en ella— que ha recorrido el planeta en palabras de Fidel: “Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”.

Sería absurdo suponer menosprecio de la gloria digna por parte del dirigente político que, al valorar la heroica resistencia de sus compatriotas ante las dificultades y frente al enemigo que se ha encargado de agravarlas, sostuvo en su discurso del 1 de mayo de 1980 en la Plaza de la Revolución José Martí: “Sin demagogia, sin propósito de halagar, sino como expresión del más profundo, sincero y emocionado espíritu de justicia, me atrevo a decir que un pueblo como este merece un lugar en la historia, un lugar en la gloria. ¡Que un pueblo como este merece la victoria!”

En su condensación del juicio martiano citado, el concepto de gloria debe verse en la equivalencia que a veces se le atribuye con fama, vocablo utilizado por el Maestro para definir lo que cabe en un grano de maíz. Desde una perspectiva similar se debe apreciar también lo que el propio Fidel ha sostenido en distintas ocasiones, como el 24 de febrero del presente año, 2013, al intervenir en la sesión constitutiva de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular: “No luchamos por gloria ni honores; luchamos por ideas que consideramos justas”.

Esas ideas han sido medulares en la voluntad de trabajar por el bienestar colectivo. Tal ha sido su obra, y el líder no la ha hecho desde un gabinete o en una sala de laboratorio, sino al calor de su intensa actividad, asumida como el máximo dirigente de la acción: como un misionero, pudiera decirse. Ha sido el estadista afanado en asegurar el bienestar del pueblo, no precisamente un científico afanado en comprobar datos de la agricultura, de la ganadería, de la genética en una y en otra, digamos, sin menospreciar —sería  torpe hacerlo— la vital importancia de las ciencias y el quehacer investigativo.

Con la misma actitud asumió lo expresado por Martí a Maceo, y no lo hizo con puntillismo textual o desde la memoria del erudito, aunque también lo es él: dio salida a una doctrina abrazada en lo más hondo, lo cual mueve a recordar que de corazón expresa en otros idiomas lo que en español significa de memoria. En esto viene al caso un pasaje de La historia me absolverá, su alegato dicho y escrito sin que se le permitiera el acceso a las obras de Martí: “traigo en el corazón las doctrinas del Maestro y en el pensamiento las nobles ideas de todos los hombres que han defendido la libertad de los pueblos".

Las circunstancias en que se originó ese texto autorizan a recordar especialmente uno de los juicios sustentados por Martí en su discurso del 10 de octubre de 1890, enalteciendo, por contraste con los descreídos, a los cubanos que, a pesar de los reveses cargados hasta entonces, estaban prestos a levantarse resueltamente como soldados de la patria cuando llegara el momento de la insurrección: “Lo que ha de asombrar a los descreídos, si saben algo de las flaquezas humanas, y lo que han de tomar como anuncio y lección, es que, en esta época sin gloria y sin triunfo, nos queden tantos como nos quedan”.

La razón —dijo Martí cimentando la fértil utopía revolucionaria— estaba en que “el verdadero hombre no mira de qué lado se vive mejor, sino de qué lado está el deber; y ese es el verdadero hombre, el único hombre práctico cuyo sueño de hoy será la ley de mañana, porque el que haya puesto los ojos en las entrañas universales, y visto hervir los pueblos, llameantes y ensangrentados, en la artesa de los siglos, sabe que el porvenir, sin una sola excepción, está del lado del deber. Y si falla, es que el deber no se entendió con toda pureza, sino con la liga de las pasiones menores, o no se ejercitó con desinterés y eficacia”.

Para abrazar como brújula esa convicción de Martí no hay que ignorar la importancia del sentido práctico, que en la vida, y especialmente en la política, es tan necesario como la capacidad de soñar. Tampoco es cuestión de avalar voluntarismos tozudos, aunque ¿habrá revolución verdadera que pueda acometerse sin un grado extraordinario de voluntad? Martí alecciona siempre, y más aún cuando en el mundo asoma la oreja peluda del pragmatismo, si es que no también sus garras feroces y su frío raciocinio. La herencia viva del autor intelectual de la Revolución ha latido en el centro de los actos y las ideas del líder llamado a darle continuidad al empeño de aquel a quien él mismo llamó “el más genial y el más universal de los políticos cubanos” y “guía eterno de nuestro pueblo”.

Erguido en la vocación de lealtad a las enseñanzas de Martí, Fidel hizo de su vida un acto de entrega a las realizaciones revolucionarias y, como parte de ellas, a sueños que son o merecen ser ley. En 2006, cuando sufrió un golpe de salud que pudo ser mortal, y que suscitó el dolor de millones de personas honradas en el mundo, y la euforia frustrada de una mafia innombrable, recibí de Cubarte la invitación a escribir un artículo acerca del líder. Ese fue el origen de “Fidel Castro, el escuchador”, que se publicó en este Portal el 1 de diciembre de dicho año y está basado en un recuerdo personal. Ahora, cuando se me hace con motivo del cumpleaños 87 del Comandante en Jefe una invitación similar, de nuevo acudo a la memoria para tratar sobre el indetenible forjador y defensor de ideales.

El domingo 17 de agosto de 2003 numerosos escritores y artistas fuimos convocados a recibir en la pista del Aeropuerto José Martí el avión a bordo del cual, tras haber participado en la toma de posesión presidencial de Nicanor Duarte Frutos, regresó de Asunción, Paraguay, el dirigente de Cuba, con un invitado de lujo: el más grande narrador de aquel país sudamericano, Augusto Roa Bastos. Desde la escalerilla, Fidel llamó al entonces presidente del Instituto Cubano del Libro, Iroel Sánchez, y puso en sus manos sendos ejemplares de dos libros del escritor visitante, tras lo cual indicó que ambos debían reimprimirse para presentarse, en edición cubana, el jueves siguiente. Así se hizo lo que en cualquier contexto, no solo en las condiciones del país, podía tomarse como una utopía.

En el salón de protocolo del Aeropuerto el estadista conversó con Roa Bastos y dio al editor acompañante de este ideas sobre cómo publicar su obra, y otros libros. Pensaba en la campaña de alfabetización que, con la experiencia cubana, se libraba en varios países, no solo de nuestra América, y para cuyos beneficiados sería necesario tener en cuenta incluso el puntaje de la tipografía empleada. Más que apasionarlo, el tema hacía soñar a Fidel, y era propicio para recordar las videoclases que a la sazón se estaban editando en Cuba como apoyo a la docencia, y en cuya circulación internacional se llegó a pensar. Según noticias, el líder habló sobre la alfabetización con el escritor paraguayo cada noche del ingreso de este en el Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas, donde se le atendió integralmente, no solo el esguince de tobillo que sufrió en el vuelo a La Habana.

No recuerdo que hubiera alguien grabando el encuentro del salón de protocolo del Aeropuerto, pero su grabación sería todo un material de estudio sobre la tenacidad humana. Al final de la charla, el jefe de la Revolución no salió por el pasillo previsible: cruzó por donde estábamos varios colegas, con quienes se detuvo a conversar, hecho del cual recibí poco después una foto, como supongo que también los demás participantes. No olvido la convicción con que, iluminados sus ojos y con voz en la cual vibraba toda la convicción del mundo, habló sobre el valor de las videoclases.

Tengo impresas sus palabras, de principio a fin, en mi memoria, pero no intento citarlas textualmente: las parafraseo, porque no fueron dichas para ser divulgadas. El líder habló con cálida soltura confidencial, como en una charla entre amigos, premio para quienes lo escuchábamos. Dijo que nuestros enemigos se tendrían que resignar, porque no podrían detenernos. Ellos fabricaban (fabrican) automóviles suntuarios, añadió, y Cuba producía videoclases, útiles para la formación de quién sabe cuántas personas en el mundo.

Al tiempo que le interesaba la alfabetización, y en general el desarrollo cultural de Cuba y de la humanidad toda, se desvivía en la búsqueda de caminos para resolver los problemas económicos del país. Los pragmáticos hallarán razones y dirán que para 2003 el sistema de videocasetes que entonces usábamos estaba llamado a ceder su paso a los modos actuales, y que sería muy difícil colocar masivamente videoclases cubanas en otros países, que tienen sus propios planes docentes, a menudo en manos de instituciones privadas.

Voceros de la modernomanía dirán que lo necesario era estar a la caza de nuevos recursos tecnológicos, y, en efecto, la tecnología es una gran conquista de la humanidad. Pero no sabemos que pragmáticos y modernómanos hayan hecho, en alguna comarca de la tierra, una revolución como la que triunfó en Cuba en 1959 y hoy se empeña en perfeccionar su economía y construir un socialismo sustentable. Para ello se ha planteado alcanzar una eficiencia productiva que será plenamente válida, y eficiencia de veras, si sirve para salvar los logros y los principios justicieros puestos en práctica por la Revolución.

Fidel sigue activo, y acertará quien afirme que en el laboratorio donde hace poco el presidente uruguayo José Mujica testimonió haberse encontrado con él, tiene en mente no solo graves problemas de la humanidad, la patria mayor, sino el deber de asegurar para Cuba la permanencia de los valores revolucionarios, y también —buscando con ahínco el difícil logro de alimentar a los animales necesarios para ello— la comida del pueblo. Más allá de los datos concretos que, aparte de ser útiles, necesarios, embriagan a los pragmáticos, y que él ha empleado en función de grandes ideas, el líder sobresale entre quienes han “puesto los ojos en las entrañas universales, y visto hervir los pueblos, llameantes y ensangrentados, en la artesa de los siglos”, y “sabe que el porvenir, sin una sola excepción, está del lado del deber”.

Aunque él no lo quisiera, o no lo quiera, le ocurre lo que a pocos: es un ser humano asediado por la gloria. Dar continuidad a su obra, como a la de Martí,  requiere actuar con pureza, sin liga de pasiones menores, ejercitando a la vez el desprendimiento y la eficacia.
Fuente: Cubarte
por Aleida Guevara March
Palabras de agradecimiento pronunciadas por la hija del Che, Aleida Guevara March, durante la ceremonia con motivo de la inclusión de la Colección documental "Vida y obra de Ernesto Che Guevara (1928-1967) en el Registro Mundial de la Memoria del Mundo de la UNESCO.


Hace algún tiempo tuve el privilegio de conocer la nueva biblioteca de Alejandría, pero todavía hoy no soy capaz de describir toda la emoción que sentí en ese lugar. Por supuesto, pensé en todo el conocimiento perdido cuando la destrucción de la antigua biblioteca, pero aun así me encontraba frente a un tesoro invaluable para la humanidad. Sin embargo, me pregunto cuántos tendrán la oportunidad de conocer más y estudiar los secretos que aun guardan esas paredes, y siento que todos debíamos tener la posibilidad de poder disfrutar de ese privilegio.

Por eso, la confirmación recibida acerca de que la Colección documental «Vida y obra de Ernesto Che Guevara (1928-1967)», es ya parte integrante del Registro Mundial de la Memoria del Mundo de la UNESCO, nos llenó de felicidad y también de seguridad, porque este imperecedero ejemplo de vida será custodiado y protegido, para que las nuevas generaciones puedan beber de su sabiduría.

Recuerdo que hace un tiempo, nuestro Comandante en Jefe, Fidel Castro, hablaba de las dudas acerca de la veracidad de alguna frase leída en un libro biográfico sobre el emperador Julio César, pues el autor no había vivido aquella época y no podía explicar el origen de dicha expresión, lo que me parece interesante porque es algo que desgraciadamente ocurre con frecuencia. En una conferencia que tenía que impartir en Granada, España, se me ocurrió, al final de la misma, repetir una frase que había leído momentos antes en la puerta de un baño de la universidad donde me hallaba y les expliqué cómo la había encontrado. Un año después, me regalaron unas pegatinas con la famosa frase: «La revolución no se lleva en la boca para vivir en ella, si no en el corazón para morir por ella» y al pie decía: Che Guevara.

Cuatro años después, encontré la misma frase escrita en un muro de Venezuela, como si la hubiese dicho mi padre. Es algo impresionante la capacidad que tenemos de modificar las cosas, a veces con el mejor de los deseos, pero faltando a la verdad histórica, por eso es significativo que podamos rectificar todo eso disponiendo de documentos, discursos, grabaciones, que nos permitan tal como decía el Che: «…ceñirse a la verdad como un dedo en un guante». Por supuesto, tratar por todos los medios –como también lo aclaró–, que el guante no sea de boxeo.

He aquí otra cosa trascendental, y es que a través de esos documentos, preservados para las nuevas generaciones, se tendrá la posibilidad de conocer al hombre en su integralidad, no solo al estadista, al dirigente político de alta estatura, sino al ser humano que, a pesar de la famosa foto tomada por Korda en un momento trágico de la vida de nuestro pueblo, sabía reír, bromeaba y sobre todo amaba. A ese ser humano, que teniendo el privilegio de ser amado y de amar intensamente a su compañera de vida y a sus hijos, decide entregar su pensamiento y acción a la causa de los oprimidos y olvidados de este mundo.

Cuánto amor, cuánta entereza, cuánta sabiduría estamos custodiando para que miles y millones de jóvenes puedan, mañana, decidir con conocimiento de causa, si quieren igualar o si pueden superar a este hombre en integridad y en coherencia de vida.

¡Bravo!, como hija me siento orgullosa, otra vez faltan palabras para expresar sentimientos, por eso recurro a nuestro Martí y siento que es verdad, cuando los hombres reconocen las virtudes de otro hombre es porque las llevan en sí mismo, muchas gracias al Comité Asesor Internacional, buena elección.

Un día, visitando a un grupo de niños que se hacían llamar los «Ernesticos», en Guantánamo, una niña, pequeñita, me miró fijamente y me preguntó: «Oye chica, ¿tú no te pones brava si yo digo que tu papá también es mío?», y le respondí que no, que no me ponía brava porque sí podíamos compartirlo.

Ahora estoy segura que sí, que podemos compartirlo con muchas personas para que, un día
de verdad, un mundo mejor sea posible.

Muchas gracias.
Fuente: Cubadebate
Abel Prieto, exministro de Cultura de Cuba y actual asesor del mandatario Raúl Castro, visita en estos días Lima, y habló con LA PRIMERA de diversos temas como los nuevos tiempos de la Revolución Cubana, el bloqueo norteamericano, la ausencia de Hugo Chávez en el panorama político latinoamericano y la crisis en Europa.

—Usted ha sido ministro de Cultura durante 15 años, un tiempo bajo Fidel Castro y otro con su hermano Raúl; ahora es asesor de este último. ¿Qué cambios hay de un gobernante a otro?

—Hay una continuidad entre la política de Raúl y Fidel. En lo cultural, no hubo ningún cambio. Una característica sustancial de nuestro socialismo es la democratización del acceso a la cultura y protegerla de los efectos del mercado, que hace un daño implacable en el campo de lo espiritual. Mantenemos eventos como la Feria del Libro, los festivales de cine, ballet, teatro, que tienen gran impacto popular. Mantenemos la red de escuelas de arte intactas, desde el nivel elemental hasta la universidad. La educación es gratuita, para que no se pierda ningún talento. Empero, se está convocando a un análisis de las estructuras de algunas de las instituciones y ver hasta dónde se han distorsionado sus funciones por exceso de burocracia, que más que apoyar la creación y promoción de las artes, más bien la entorpece. Nuestras instituciones pueden ser más eficientes. Hoy tenemos una desproporción entre el enorme talento del país y la capacidad de las instituciones para promover ese talento dentro y fuera de Cuba.

—¿Y en cuanto a las reformas políticas y económicas?

—No usamos el término reforma porque se ha contaminado mucho en los últimos años y se asocia a la restauración del capitalismo. Lo que estamos haciendo no tiene nada que ver con eso. Estamos trabajando por un socialismo más eficiente, productivo, atento a las necesidades de la población, que mantenga las conquistas de la salud pública universal y gratuita, desde curar una gripe hasta poner un marcapaso; igual en la educación, nadie tiene que pagar un centavo desde la primaria hasta la universidad. Eso no es negociable. Estamos experimentando, tratando de no equivocarnos, con formas de gestión no estatales. A veces se habla en algunos medios de privatización, pero no es así. Estamos arrendando tierras a cooperativas o familias que las quieren hacer producir, y el Estado conserva la propiedad de la tierra. También alquilamos locales para que funcionen cooperativas de servicios de gastronomía, de transporte público, pero nunca privatizando. Basamos nuestro desarrollo en la empresa estatal, a las que se les va a dar más atribuciones y libertades en términos de gestión empresarial. Con eso esperamos salir de una situación muy tensa por el bloqueo de Estados Unidos, que está intacto.

—Hablando del bloqueo, ¿cómo ha transcurrido esa situación durante el gobierno de Obama?

—Muchos creen que porque ha permitido que algunos artistas o académicos cubanos viajen a Estados Unidos, Obama va a levantar el bloqueo. La administración Obama ha sido eficaz en perseguir y multar a los bancos que hacen transacciones financieras y empresas que hacen negocios con Cuba. Esta crisis mundial nos sorprende totalmente bloqueados por un país poderoso y con un mercado grande. Por eso, la idea es producir más alimentos, porque gastamos mucho importando, con medidas de estímulo de producción para que esa situación cambie y podamos autoabastecernos. Estamos haciendo cambios en la generación de electricidad, buscando fuentes de energía. Producimos muy poco petróleo, dependemos de la importación.

—¿Esta es una nueva etapa de la revolución?

—Hay una continuidad de la revolución, es un momento de transformaciones, pero no hay una fisura entre la que encabezó Fidel, la que encabeza Raúl y las nuevas generaciones que están ahora en el gobierno. Se está haciendo el tránsito de la generación histórica, con gente muy comprometida. Esta es una nueva etapa con los elementos de continuidad que he señalado: principios de socialismo, igualdad, justicia social. En nuestro sistema democrático, Raúl ha enfatizado que no hay que promover una falsa unanimidad, porque la unidad se construye en una discusión abierta entre revolucionarios. Los lineamientos del Partido Comunista han sido modificados gracias a la opinión de la gente, para democratizar más la sociedad, empezando por el partido, dejando prejuicios en cuanto a la religión, la orientación sexual, lo racial.

—¿Eso sintoniza con el socialismo del siglo XXI que pregonaba Hugo Chávez?

—Chávez hablaba de este concepto para dejar explícito que no podíamos repetir los mismos errores del socialismo que se derrumbó en Europa oriental. No creo que en Cuba haya la pretensión de crear un nuevo tipo de socialismo. Creemos que la revolución bolivariana de Venezuela, que dirigió brillantemente Chávez, y que con una gran laboriosidad dirige Maduro, va tener su camino. No creemos que los modelos deban ser exportables, ni que se deban copiar. Fidel criticó el “copismo”: el implantar en Cuba fórmulas de otros países socialistas. Recordemos a José Carlos Mariátegui, que dijo que el socialismo en nuestras tierras tenía que ser creación heroica, sin calco ni copia. Simón Rodríguez, maestro de Bolívar, dijo “o creamos o erramos”, refiriéndose a las nacientes repúblicas independientes de España. Todo lo hacemos desde nuestra lógica histórica, como nación soberana e independiente en las peores condiciones, porque no es lo mismo hacer todo esto sin persecuciones de un enemigo poderoso, sin los intentos de subversión que promueve.

—¿Qué piensa del nuevo panorama que presenta América Latina, con varios gobiernos progresistas y la integración en marcha?

—Esta situación es más propicia para Cuba. Fuimos expulsados de la OEA, pero ahora tenemos la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), sin la presencia del imperio (Estados Unidos), algo que antes era inconcebible. Y Cuba ocupa nada menos que la presidencia pro témpore.

—¿Cuál es el papel que ha jugado Chávez en este proceso?

—Es una pérdida incalculable. Fue casi un hijo de Fidel, un líder excepcional. Un hombre con un carisma extraordinario. Tuve el privilegio de asistir a las honras fúnebres. Fue un líder de estatura mundial y a nivel de nuestra región; y tuvo una influencia excepcional para llegar a este momento de avance en la integración. Un gran líder anticolonial y antiimperialista. Un hombre muy conectado a la cultura popular, que aunque en el campo de la teoría era un autodidacta, conocía muchas lecturas. Sin duda, su ausencia es algo que la estamos sintiendo.

—Algunos analistas sostienen que la ausencia de Chávez puede afectar estos procesos. ¿Pueden caminar solos?

—La revolución bolivariana, ahora encabezada por Maduro, ha tenido una actuación muy audaz. Aunque ya no tienen a su líder, están haciendo lo posible por cubrir esa ausencia. Creo que el principal campo de batalla son las trampas de la reacción interna, junto con los yanquis, que le tiendan a la revolución. Están dando una batalla cotidiana. Hay un proyecto muy perverso para desestabilizar a ese país. El frente principal sería que el presidente Maduro y su equipo logren sustituir ese golpe trágico de la pérdida de un líder en la plenitud de sus facultades. No creo que haya un retroceso del bloque progresista. Vamos a tener muchos peligros por delante.

—¿A qué peligros se refiere?

—América Latina, en términos geopolíticos, siempre se consideró el traspatio de Estados Unidos. Jamás, desde el imperio, va a haber una política de tolerancia hacia una América Latina que se une de manera soberana. No se van a conformar con que estemos fuera de su control, tienen mucho poder, pese a que es un Titanic que está haciendo agua. En términos de comunicación y cultura tiene un enorme poder, manipula gran parte de la opinión publica. Son capaces de satanizar a un líder o de omitir golpes de Estado como en Honduras, sacando a Zelaya de manera brutal, y después a Lugo. De todos modos, es un momento esperanzador. Lo más interesante de lo que está pasando en el mundo de hoy, en medio de la crisis económica, ética y cultural.

—Muchos medios de comunicación critican procesos como el venezolano, suelen decir que son gobiernos autoritarios o dictaduras…

—Eso forma parte de una matriz de opinión. Decían que Chávez era un dictador. Pocos líderes en el mundo se han sometido a tantos procesos electorales como Chávez. La gran maquinaria mediática bautiza como dictador al que se opone a las directivas del imperio. Bolívar decía que los Estados Unidos estaban destinados por la providencia para plagar nuestras tierras de desgracias en nombre de la libertad. Ya veía cómo se iba a usar demagógicamente la palabra libertad, como el caso de la guerra contra el terrorismo, que se usó para encubrir operaciones de saqueo. En América Latina se ha creado un núcleo importante de resistencia frente a ese proyecto de dominación mundial.

—Hace poco la bloguera Yoani Sánchez estuvo en Lima y dijo que en Cuba los servicios de salud y educación estaban en mala situación…

—A nosotros nos fabrican una oposición desde Estados Unidos, de la que forma parte esta señora, que es financiada a través de premios y cargos. Son personas que viven de la calumnia a su país. Es interesante que cuando a esta señora le preguntaron por Julián Assange, dijo que debía ser extraditado. Alguien que es presentado como una especie de bloguera independiente, luchadora por la libertad, debía tener en su altar a Assange. Pero cumplió al pie de la letra la agenda imperial con respecto a Assange. Es un doble discurso. Son personas fabricadas, sin ninguna influencia en el país, cuya misión es crear una imagen para justificar la política de agresión y bloqueo. En Cuba nadie piensa que la solución sea el capitalismo; y una abrumadora mayoría cree en las ideas del socialismo, reclamando al mismo tiempo perfeccionemos lo que haya que mejorar. No hay una real oposición a las ideas revolucionarias. Ahora, según nuestro sistema electoral, en que la gente se postula desde la cuadra de sus barrios a la Asamblea Nacional, si en un municipio hubiera una mayoría de votantes contrarrevolucionarios, estos podrían tener diputados en la Asamblea Nacional. Pero no son mayoría.

—¿Cómo observan, desde Cuba, la crisis europea?

—La vemos como una crisis del sistema, no como algo coyuntural. Un periodista español, Santiago Alba, decía que mientras en Cuba faltan viviendas y hay gente que vive con sus suegros, en España hay viviendas vacías cerradas y gente en la calle. Esa es la irracionalidad de un sistema que tiene a las personas sin amparo alguno, que no coloca en el centro al ser humano. Es la crisis de un sistema que está encontrando su fin. Lo lamentable es que haya mucha gente que ve esto a través de los grandes medios de dominación cultural, que han hecho creer que el único sistema es el capitalismo, como un orden natural de las cosas, y que los pobres son los que fracasaron. Ese darwinismo social es de una crueldad sin límites. Fidel advirtió en la Cumbre V Centenario en 1992, luego del derrumbe del bloque socialista europeo: el mundo se va a hacer ingobernable, se va abrir más la brecha entre ricos y pobres. Es como la etapa en que Mussolini y Hitler ascendieron al poder: crece el desempleo, la xenofobia, el egoísmo. Es un momento de peligro y hay que estar alerta.

—¿Y el incidente con Evo Morales en Europa?

—Lo que pasó con Evo es una de las páginas más vergonzosas, oscuras y viles de la historia contemporánea. Incluso de toda la historia. Europa hizo un papel lamentable, humillante. Es terrible la imagen que uno tiene de esos gobiernos, porque luego de ser víctimas del espionaje, no solo evitaron indignarse con Estados Unidos, sino que se hicieron cómplices de una maniobra inaceptable contra un presidente de nuestra América, con valores excepcionales.
Fuente: La Primera
por Vincenzo Basile
El pasado 27 de julio, la revista económica internacional The Indian Economist publicó un artículo escrito por Geeta Spolia y titulado “Cuba: un socialismo fracasado”. En ese trabajo, la autora -una joven académica de la Universidad de Nueva Delhi- trataba de ofrecer un análisis sobre las futuras perspectivas del sistema vigente en la Isla tras el fin del mandato del actual presidente Raúl Castro y del inevitable rumbo al capitalismo que habría asumido la economía cubana. Dicho análisis nada más se reducía a una serie reiterada de tópicos y clichés internacionalmente reproducidos por la prensa imperante que la autora asumía como verdades irrefutables.

En ese sentido, la autora -tras citar una declaración de Raúl Castro, quien en 2010 afirmó que no fue elegido para restaurar el capitalismo ni para entregar la Revolución, y utilizar un viejo intento de manipulación mediática, es decir, cuando los medios de todo el mundo trataron de convertir una declaración de Fidel acerca de la necesidad de actualizar el modelo cubano, en una admisión del fracaso del modelo socialista y, de ahí, la aceptación del capitalismo- sentenciaba el inevitable y necesario rumbo al capitalismo que Cuba ha tomado y que se intensificará tras el fin del mandato de Raúl Castro en 2018.

Sin embargo, además del reduccionismo exasperado que pretende convertir una necesaria actualización en un cambio del sistema económico, hay muchísimos fallos en el intento de análisis de Geeta Spolia.

Lo que más asombra es que la autora –una académica de una sociedad postcolonial como la India- hablaba de la pobreza de la Isla y -sin la mínima originalidad analítica- la atribuía por supuesto al socialismo, un ideal anacrónico y rígido, renunciando así a cualquier tipo de contextualización histórica y geopolítica, como cuatro siglos de colonización española, medio siglo de protectorado norteamericano y 54 años de intentos de destrucción económica y política por parte del gobierno de los Estados Unidos.

En ese sentido, para tratar evitar caer en el mismo reduccionismo que caracterizó su artículo, sería interesante saber cual tipo de análisis la autora ofrecería sobre la dinámica económica de su país, la India, que fue colonia británica durante siglos y se independizó en 1947 abrazando orgullosamente las recetas capitalistas occidentales y convirtiéndose en un fiel aliado del bloque occidental durante la guerra fría, con todas las innumerables ventajas económicas que eso implicaba.

Aunque hoy la India se encuentra en el tercer lugar en la lista de los países por PIB (a paridad de poder adquisitivo) tras Estados Unidos y China y se presenta al mundo como una futura potencia económica y política, hay que considerar también otros aspectos, como por ejemplo que la India tiene una tasa de mortalidad infantil del 46%, que tiene una esperanza de vida al nacer de 67 años, una tasa de alfabetización del 66%, y un índice de desarrollo humano que la coloca en la posición número 136 (mientras que Cuba ocupa el lugar número 59).

Considerando todos estos datos y tratando de guardar un cierto nivel de coherencia analítica, si la actual pobreza de Cuba es consecuencia de 54 años de “fracasado proceso revolucionario socialista”, la India debería consecuentemente considerarse uno de los más emblemáticos paradigmas del fracaso de un capitalismo que en 66 años solo ha generado miseria, depauperación, y todo tipo de dualismo económico y social, alimentando una masa de centenares de millones de analfabetos, excluidos y olvidados.

La alternativa sería intentar contextualizar los problemas que sufrieron todas las sociedades que se liberaron de siglos de dominación europea y, sin caer por supuesto en un rígido determinismo histórico, tratar de analizar la realidad de cada país como inevitablemente condicionada por largos procesos de dependencia que no se pueden reducir a poco más de cincuenta años.

Claramente, no hace falta viajar tan lejos, hasta la inmensa India, para entender el doble rasero del llamado análisis de Geeta Spolia. En todo el entorno caribeño y centroamericano existen ejemplos de países mucho más pobres que Cuba, países que padecen la auténtica miseria, que han abrazado, más o menos espontáneamente, la camisa de fuerza dorada del neoliberalismo y que han obtenido dramáticos fracasos económicos, sociales y humanos. Por cierto, en estos casos, la culpa nunca se le atribuye al sistema económico y político vigente, y se tratan de encontrar improbables y ridículas explicaciones como la corrupción, la cultura no apta al desarrollo o varias contingencias endógenas poco favorables.

Queda evidente que un análisis sistémico mejor construido no serviría para publicar un artículo más sobre Cuba y su fracasado modelo, algo que parece haberse convertido en la moda periodística de hoy en día, incluso de los que en primera línea, como la autora, deberían haber vivido las trágicas consecuencias de siglos de dependencia militar, política, económica y cultural.
Fuente: Capítulo Cubano
por Artur González
El Observatorio es el lugar donde se le da seguimiento al desenvolvimiento de fenómenos naturales, pero al parecer “El Observatorio” Cubano de Derechos Humanos, tiene el telescopio al revés y no ve o no quiere ver, las situaciones más complicadas en el tema de derechos humanos que hay a su alrededor inmediato. Así sucedió nuevamente el día uno de agosto cuando entregaron un informe sobre supuestas violaciones de Derechos Humanos en Cuba, nada menos que en la Sede española de la Comisión Europea, para ser enviado a la Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Catherine Ashton.

Para nadie es secreto que desde Washington se pagan estas acciones, como parte de la guerra sicológica estructurada contra Cuba desde el propio 1959 cuando triunfo la Revolución e instauró un nuevo proyecto social, para disgusto de los norteamericanos. Sin embargo, dicho “Observatorio de Derechos Humanos”, no ve ni escucha  las violaciones que se producen en el escenario español, como si estuvieran ciegos y sordos y sus integrantes no padecieran de las mismas penurias que vive hoy ese pueblo con el desempleo mayor de Europa, los despidos masivos, los desalojos, la xenofobia con el maltrato a las minorías étnicas y los más recientes escándalos de corrupción que enlodan desde el presidente hasta la misma Casa Real.

Si desearan ser un poco creíbles y no lacayos de los norteamericanos, “El Observatorio” lo primero que tiene que denunciar es el maltrato a los propios cubanos que llegaron a España en 2011 como “refugiados políticos” y se encuentran desde hace año y medio sin amparo del gobierno, durmiendo en carpas en las calles aledañas y en la propia plaza frente al Ministerio de Asuntos Exteriores. ¿Acaso esos cubanos que están de su mismo bando no son víctimas de violaciones de los derechos humanos? ¿Y qué ha hecho “El Observatorio” mencionado con las violaciones de los derechos humanos que realiza el Partido Popular, enriqueciéndose con dinero sucio a costa del sufrido pueblo español? Dudo mucho que 6 millones 202 mil 700 desempleados españoles representen menos que 50 llamadas “Damas de Blanco”, creadas y asalariadas de los norteamericanos, que pueden darse el lujo de vivir del cuento de la contrarrevolución, sin tener que sudar las blusas para mantener a sus familias.

Estas actitudes de “El Observatorio” son las que los sitúan realmente en el sitio exacto que les toca, el de mercenario del imperialismo yanqui.

Lo demás es más de lo mismo para obtener unos euros que les permita sobrevivir en un sistema que lo menos que hace es ocuparse de los seres humanos, sino que le pregunten a los 960.400 jóvenes españoles que están hoy sin trabajo o al millón 906 mil 100 hogares de España donde todos sus miembros están sin empleo. Eso sí constituye un aspecto de vital importancia para que la Unión Europea lo tenga en cuenta en su informe para evaluar la situación de los Derechos Humanos y tomar una posición política consecuente.
Fuente: La Isla Rebelde

Noticias
13 agosto 2013 -La XIII Feria Arte en la Rampa, con sede en el Pabellón Cuba de La Habana, se unirá hoy a las celebraciones por el cumpleaños 87 del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, con una programación especial que incluirá presentaciones de libros y música.

El Salón de Mayo será el escenario para que Omar Pérez Salomón ponga a disposición del público su más reciente publicación: Fidel Castro, soldado de las ideas. Tecnologías y medios de comunicación. Selección temática 1959-2011.

Publicado por la Editorial Política, el volumen contiene una selección de textos extraídos de discursos, informes y entrevistas, que el autor clasifica en apartados como la libre expresión, el acceso y difusión de contenidos en Internet y el robo de cerebros, entre otros.

Ingeniero en Telecomunicaciones y Máster en Gerencia y Comunicación, Pérez Salomón (Matanzas, 1961) laboró en el Ejército Central y actualmente se desempeña como funcionario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

Destaca en el programa la Tarde de Trova, con su anfitrión Fidel Díaz Castro, quien tendrá como invitados a Tanmy López, Rey Montalvo, Yolo Bonilla y Juan Carlos Pérez, informaron organizadores de Arte en la Rampa, uno de los sucesos culturales más importantes de la temporada estival en Cuba.

Para cerrar la jornada, el popular cantante Arnaldo Rodríguez estará, junto a su grupo El talismán, en el escenario principal.

Inaugurada el pasado 29 de junio en el Pabellón Cuba, su sede habitual, la Feria tiene a disposición de quienes la visitan 80 stands donde se concentra una representación del quehacer artesanal del país, junto a propuestas culturales de primera línea.
Fuente: AIN


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Cubarte, 2008.